Details
Nothing to say, yet
Details
Nothing to say, yet
Comment
Nothing to say, yet
The source "Conozcamos a Nuestros Enemigos" discusses the historical penalization of education in Argentina. It examines the perception of teachers as potential subversives, changes in the curriculum, the coloniality of knowledge and power, and the repression of education, society, and culture. The source is set during the last civic-military dictatorship from 1936-1933, which aimed to create a democratic system. The repression during this time involved the construction of an internal enemy. The Minister of Education published a pamphlet in 1937 called "Subversion in the Educational Environment, Let's Get to Know Our Enemies," which aimed to inform teachers and students about the enemy of the nation and how subversion operates within the education system. The text describes this as a pedagogy of suspicion, where everything was considered subversive. The education system was seen as a breeding ground for subversion, and it was believed that schools should restore Christian values and na La fuente Conozcamos a Nuestros Enemigos encuadra en los tres ejes transversales que acompañan la penalización histórica de la educación argentina, ya que se ve cómo es pensada la identidad del docente como un potencial subversivo, se ven los cambios del currículo, cómo se da la colonialidad del saber y el poder, y la relación del Estado y la sociedad la vemos en toda la represión en el campo educativo, social y cultural, y demás. También la fuente se encuadra en el periodo que comprende la última dictadura cívico-militar de 1936-1933. Para conceptualizar, esta última dictadura surge a partir del Plan Cóndor con el objetivo de crear un sistema democrático. La represión en este momento se configura con la construcción de un enemigo interno. De esa manera, el ministro de Educación publicó en 1937 un panfleto llamado Subversión en el Ámbito Educativo, Conozcamos a Nuestros Enemigos. El mismo debía ser difundido a docentes y estudiantes y personal administrativo, con el objetivo de que se conociera el enemigo de la nación y deja explícito cómo actúa la subversión dentro del sistema educativo. Un ejemplo que da el texto de Marigno es cuando los estudiantes exigen un nuevo examen. Marigno dice que este documento es una pedagogía de la sospecha, ya que todo era subversivo y de todo se sospechaba. En el texto del principio del fin se plantea que la categoría de subversivo nunca termina de estar definida, pero se entiende que enmarca todo lo que se oponga al ser nacional y a nuestro modo de estar cristiano. El sistema educativo se entendía como el lugar donde se daba el virus de la subversión. Así lo menciona Agati Marigno. Por tal motivo, las escuelas eran los lugares donde se debería reponer la moneda cristiana y la tradición nacional. Así se restablecería el orden hacia Argentina. Pablo Pineú menciona dos estrategias que fuen utilizadas en la dictadura para reconfigurar ese sistema educativo. La estrategia represiva, la cual hace referencia a la censura del libro de literatura infantil de la Biblia, cambios en el currículum en el uso de conceptos como liberación, discriminación, explotación, o como la incriminación del libro Conozcamos a Nuestros Enemigos, que fue entregada a las escuelas para que cada uno supiera cómo reconocer cuando una persona fuera o tuviera actitudes subversivas y así pudiera denunciarlo. Después está la estrategia discriminatoria, que se basaba en los circuitos diferenciados de educación, que menciona Cecilia Traslavinsky. Esos circuitos que surgen en 1978 con una política de descentralización, donde transfieran las escuelas primarias a cada provincia, los exámenes de ingresos a los entrenamientos universitarios.