Esther Soré, also known as "la negra linda," was a prominent singer and entertainer in mid-20th century Chile. She began her artistic journey in the 1930s and gained recognition for her talent and versatility in various genres of music. Despite facing health challenges, she remained resilient and continued to perform, even at the 1962 World Cup. Esther Soré's legacy extends beyond her music, as she was also committed to her ideals and contributed to the cultural enrichment of her country. She passed away in 1996 but her impact on Chilean folklore and music lives on.
Hola, queridos curiosos y curiosas de misentornos.cl Los invito a visitar y participar en mi trabajo que he realizado con mucho cariño donde, en las distintas páginas sociales los insto a participar con sus comentarios y compartir. En este ciclo de patrimonio de Chile hoy lo dedicaremos a Esther Soré, la negra linda. Esther Soré, cuyo nombre real fue Marta Yupanqui Donoso, nació el 27 de mayo de 1915 en Santiago, Chile, dejando una huella imborrable en la historia musical y cultural de su país.
Conocida por su seudónimo, la negra linda, Esther fue mucho más que una cantante de bolero y folclore, fue una figura fundamental que cautivó a su audiencia y se convirtió en una de las principales entretenedoras de mediados del siglo XX en Chile. Su viaje artístico comenzó en la década de 1930 en la emisora de La Chilena consolidada en Santiago, donde no solo deslumbró con su voz, sino también participó activamente en radioteatros. En 1938, su talento la llevó a ser la intérprete de la canción, ¿Quién será presidente? Durante la campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda, un hito que marcó el inicio de una carrera prometedora.
Ganó el concurso Miss Radio, de la revista Hercilla, lo que le brindó la oportunidad de presentarse en la Radio Belgrano de Buenos Aires y lanzarse al escenario internacional. La década de 1940 fue testigo de la consagración de Soré, grabando numerosos discos que abarcaban desde tonadas hasta vals, corridos, mapuchinas, blues y más. Su versatilidad artística la destacó como una artista completa, participando también en varias películas que contribuyeron a su reconocimiento. En 1948, su contribución a la difusión de la música chilena se hizo aún más evidente al grabar las canciones de Clara Solovera, una compositora hasta entonces desconocida.
Esther Soré no sólo fue una talentosa artista, sino también una mujer comprometida con sus ideales. En los años 40, se identificó con la izquierda y el Partido Comunista, participando activamente en actividades de recolección de fondos junto a otros artistas. Su música resonó no sólo en Chile sino también en países latinoamericanos, llevando su arte a lugares como Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. A pesar de enfrentar desafíos de salud, como el accidente en 1960 que resultó en la pérdida de parte de su lengua y una parálisis facial en 1962, Esther Soré demostró una fuerza y determinación inquebrantables.
Su espíritu resiliente la llevó a presentarse incluso en la Copa Mundial de Fútbol de 1962, dejando una marca indeleble en la historia del entretenimiento. En 1965, Esther Soré contrajo matrimonio con el folclorista Pedro Leal, y juntos se dedicaron a la Academia de Folclore que abrieron en 1974. Su retiro de los escenarios en la década de 1970 no marcó el final de su legado, ya que continuó contribuyendo al enriquecimiento cultural de su país. Trágicamente, Esther Soré falleció en 1996 debido a un coma diabético, pero su impacto perdura en la memoria de aquellos que fueron tocados por su música y su dedicación al folclore chileno.
Su legado es una inspiración para las generaciones venideras, recordándonos la importancia de la pasión, la versatilidad artística y el compromiso con nuestras raíces. La negra linda seguirá siendo una figura inmortal en la rica historia de la música chilena. Les recuerdo que en misentornos.cl tenemos mucho donde entretenerse y compartir nuestro podcast, el blog y los servicios que siempre son necesarios acudir a ellos. Hasta la próxima curiosos y curiosas.