This is a podcast episode about the life and career of Antonio Prieto, a famous singer and actor from Chile. It highlights his early beginnings in radio and his rise to fame with the song "Tú, ¿Dónde Estás?". It also mentions his success in Spain and Mexico, where he recorded popular songs like "Sabrá Dios" and "La Novia". Antonio Prieto was not only a talented musician but also a successful actor, starring in films like "La Novia" and "La Pérgola de las Flores". He left a lasting impact on the music and film industry in Chile and beyond.
Bienvenidos curiosos y curiosas de MisEntornos.cl. Soy Carlos Cortés, su anfitrión. Explora el patrimonio cultural y natural a través de este podcast MisEntornos.cl desde las historias ancestrales hasta personajes y rincones escondidos. Este podcast te llevará a un viaje fascinante por los tesoros que nos rodean. Únete a nosotros y descubre la belleza y la historia que nos conecta con nuestro entorno. Hoy presentaremos el capítulo número 22 a nuestro querido y recordado Antonio Prieto. Antonio Prieto, un nombre que resuena en los corazones de aquellos que aman la música y la pasión.
Nacido el 26 de mayo de 1926 en la pintoresca ciudad de Iquique, Chile. Antonio fue mucho más que un cantante y actor, fue un alma que tocó los cielos con su voz y dejó una huella imborrable en la historia de la música latinoamericana. Desde sus inicios, Antonio Prieto demostró que su destino estaba entrelazado con las notas y los acordes. En 1949, su voz resonó por primera vez en el popular programa radial La Feria de los Deseos, conducido por el legendario locutor Raúl Matas, en la Radio Meridia en Santiago de Chile.
Fue allí donde el mundo se enamoró de su interpretación del tema Tú, ¿Dónde Estás?, una melodía que se convirtió en su pasaporte hacia la fama. Pero Antonio no se detuvo ahí. En 1953 se convirtió en el crooner de la orquesta Casino de Sevilla, en España, donde grabó las canciones Oscuras Golondrinas y El Mar y Tu Voz. Su voz cálida, como el sol de la tarde, trascendió fronteras y llegó a América Latina. En 1957 cautivó con su bolero Sabrá Dios y el Reloj, grabados en México, junto a la orquesta de Chucho Sarsosa y el conjunto vocal y de guitarras cubano Los Hermanos Rival.
Pero fue en la década del 60 cuando Antonio Prieto alcanzó su cima. Su estilo distinguido y galante lo llevó a grabar más de mil canciones, pero ninguna fue tan emblemática como La Novia. Esta hermosa melodía, escrita por su hermano Joaquín Prieto, se convirtió en su himno personal. Cuando Antonio la entonaba parecía que el mundo se tenía para escucharlo. Era como si el amor mismo se manifestara a través de su voz. No solo fue un maestro de la música, sino también un actor talentoso.
En Argentina protagonizó películas como La Novia, Cuando Calienta el Sol, La Pérgola de las Flores, junto a la actriz española Marujita Díaz. Su presencia en la pantalla grande era magnética y su sonrisa iluminaba las salas de cine. Antonio Prieto, el inmortal trovador de nuestras almas, no solo conquistó los escenarios con su voz del desordelo, sino también con su presencia en la gran pantalla. Su guía fue un compendio de melodías y emociones, y el cine fue su lienzo para pintar sus sueños y pasiones.
En 1961, Antonio se sumergió en el mundo cinematográfico en la película Vacaciones a Nagapulco. Allí, bajo el cálido sol mexicano, interpretó a sí mismo como si la pantalla fuera un espejo que reflejaba su esencia. Cada nota que salía de su garganta era un regalo para el público, una caricia al corazón. La película no solo mostró su talento vocal, sino también su carisma y encanto innato. Pero Antonio, en el año 59, su voz resonó en las películas Acapulqueña, donde cantó el tema principal con su pasión que traspasó a las pantallas.
Y, por supuesto, no podemos olvidar su papel en La Novia, en 1962, donde su interpretación de la canción homónima se convirtió en un himno de amor eterno. La audiencia quedó captivada por su presencia magnética, y su voz que parecía acariciar el alma. Sin embargo, fue en la tierra natal chilena, donde Antonio dejó su huello imborrable en la historia del cine. En 1965, protagonizó la película La Pérgola al Flore, un musical que capturó la esencia de la vida y el amor en Santiago.
Su actuación como Don Carlitos fue conmovedora y auténtica, y la película se convirtió en un clásico del cine chileno. Antonio Peto no solo cantó en las pantallas grandes, también dejó su marca en la televisión. En variados programas de variedades convirtió sus éxitos más grandes y nos recordó que la música es un puente que conecta corazones. Su sonrisa sincera y su voz inmortal sigue resonando en la memoria colectiva. En 1960, Antonio Peto se estableció en Argentina, donde además de seguir su carrera como cantante, condujo el programa televisivo El Show de Antonio Peto.
Los domingos por la noche, las familias se reunían frente al televisor para verlo. Era el anfitrión, el cantante y el corazón de cada melodía. No es de extrañar que recibiera el Premio Martín Fierro en 1963 en la categoría Espectáculo Musical. Su legado trasciende el tiempo. Antonio Peto no solo cantó canciones, cantó emociones, sueños y esperanzas. Su voz sigue resonando en los rincones más profundos de nuestra memoria. Hoy, al recordarlo, no podemos evitar sentir un nudo en la garganta y una sonrisa en el corazón.
Porque Antonio Peto no fue solo un cantante, fue un poeta de la vida, un embajador del amor y un eterno romántico. Gracias por acompañarnos en misentornos.cl y espero que hayas disfrutado explorando el patrimonio con nosotros. Hasta la próxima aventura.