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The impact of the European Union on agricultural land and how to combat it is discussed in this information. European policies such as the Common Agricultural Policy and the market for carbon in agricultural land affect the condition and price of agricultural land. The institutions prioritize economic freedoms over the preservation of this valuable natural resource. However, there are national mechanisms that regulate land markets to limit land acquisition, control prices, and prioritize certain individuals, such as young people. These mechanisms, although seemingly contradictory to EU freedoms, are tolerated due to the specific nature of agricultural land. The European Coordination Via Campesina advocates for public regulation of land at the EU level through a directive. They seek a community framework based on peasant rights that considers economic, social, spiritual, and ecological dimensions of agricultural land. This framework should be transparent, inclusive, and supportive of ag el impacto de la Unión Europea sobre las tierras agrícolas y cómo combatirlo. Varias políticas europeas afectan a la condición y al precio de la tierra agrícola. Es el caso de la Política Agrícola Común, la PAC, mediante los pagos directos por hectárea, el mercado de carbono en las tierras agrícolas o la producción de energías renovables. Según las instituciones, el único marco impuesto a los Estados en temas de reglamentación del suelo es el respeto de las cuatro libertades económicas fundamentales de la Unión Europea, es decir, la libertad de circulación de capital, de personas, de bienes y de servicios. Por tanto, estas supuestas libertades económicas prevalecen sobre la preservación de este precioso recurso natural. Sin embargo, a nivel nacional existen ejemplos de mecanismos de regulación de los mercados del suelo que limitan la cantidad de tierras que una persona física o moral puede adquirir, que controlan los precios o que dan prioridad a ciertas personas, como los jóvenes, para acceder a la tierra. Aunque estos mecanismos parecen contrarios a las libertades fundamentales de la Unión Europea, son tolerados debido a la naturaleza específica de las tierras agrícolas. Ahora bien, estos mecanismos crean desigualdades en el mercado interno. Entonces, al tomar en cuenta estas diferencias, así como la influencia no reconocida de la Unión Europea de los mercados y en el estado de las tierras agrícolas, la Coordinadora Europea Vía Campesina defiende la regulación pública de la tierra a nivel de la Unión Europea, mediante una directiva sobre la tierra. FOBC busca la creación de un marco comunitario basado en los derechos de los campesines que tome en cuenta las dimensiones económicas, sociales, espirituales y ecológicas de las tierras agrícolas. Este marco de gobernanza de la tierra debe tener un enfoque transparente, inclusivo, más a favor de la agroecología y que respete las tradiciones de las comunidades afectadas. Este marco aboga por una gobernanza de la tierra innovadora, que respete la soberanía alimentaria y la agroecología campesina. La tierra no es una mercancía, es un derecho.
