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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
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COMENTARIO DIARIO A LA PALABRA DE DIOS
The transcription discusses the topic of the identity and indissolubility of the sacrament of marriage. It mentions that interpreting Jesus' message can be challenging, especially when he refers to the Old Testament or spiritual teachings. The clarity of Jesus' words on marriage makes it difficult to interpret differently. The society's progressive voices call for rewriting the Sacred Scripture and abandoning the sacred tradition. The transcript emphasizes the importance of staying true to Jesus' teachings and resisting societal pressures. It concludes by suggesting that if someone wants a church that aligns with society's values, they should start their own without Jesus. Palabra de vida hoy, viernes décimo noveno del tiempo ordinario, al pan por la Palabra. Del Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba. ¿Es lÃcito uno despedir a su mujer por cualquier motivo? Él les respondió. ¿No habéis leÃdo que el Creador en el principio los creó hombre y mujer y dijo, por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne? De modo que ya no son dos, sino una sola carne, pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres, pero al principio no era asÃ. A veces resulta complicado interpretar correctamente y con seguridad el mensaje de Jesús en las parábolas, cuando utiliza citas del Antiguo Testamento para explicarse o en discursos más espirituales como las Bienaventuranzas. En otras ocasiones la dificultad y la complicación proceden de que no hay interpretación posible dada la claridad y la rotundidad de las palabras escogidas por el Señor y que fueron reflejadas por los evangelistas e interpretadas de forma unÃvoca en la generación apostólica y desde la Escritura y esa sagrada tradición fundada en los apóstoles y en los santos padres de la Iglesia por todas las generaciones cristianas siguientes hasta hoy. El tema de la identidad y la indisolubilidad del sacramento del matrimonio es una de esas ocasiones y el Señor nos lo habrÃa puesto mucho más fácil si no hubiera sentado cátedra con tanta claridad. El matrimonio es uno con una para siempre. La sociedad nos reclama en este tema de la identidad del matrimonio como también en lo relativo al valor de la vida del no nacido, del anciano o del enfermo terminal o también respecto a la justicia social o a las relaciones sexuales extramatrimoniales que nos modernicemos y vemos la espalda a un ilustre pero pasado personaje como Jesucristo. Esa parte de la sociedad que se autoproclama progresista y que no es mayoritaria pero si es la que más ruido hace y más presión ejerce, nos llama a reescribir la Sagrada Escritura y a salirnos de la sagrada tradición que nos entrega hoy todo lo que Jesucristo nos legó para nuestra vida en felicidad, libertad y santidad, para nuestra progresiva santificación primero y para nuestra salvación final después. Se puede entender que personas sin fe piensen de un modo diferente al cristiano. Como se puede asumir, por ser tristemente frecuente, el totalitarismo de quienes proclaman la libertad imponiendo sangre y fuego el contenido de esa, su libertad, lo que es más difÃcil de comprender es que haya cristianos que quieran seguir poniendo una vela a Dios llamándose cristianos y frecuentando el culto mientras ponen otra vela a quienes quieren cancelar la memoria viva de Jesucristo y el contenido de esa enseñanza y testimonio suyos que han señalado el norte vital para la vida de miles de millones de creyentes en los últimos dos mil años. Todos los cristianos queremos una iglesia mejor que duda cabe, más significativa y santa, más dinámica y más cercana a las necesidades de las gentes, pero querer una iglesia asÃ, sin Cristo, a costa de recortar o amputar partes de su mensaje, no se comprende, es ilógico y roza lo irracional. Empecemos a mejorar la iglesia, sÃ, mejorando cada uno en tanto como podemos hacerlo y le debemos a Dios. Y el que quiera una iglesia más como es y dicta la sociedad, lo tiene fácil, que funde la suya propia a espaldas de Jesucristo. Vuestros hermanos franciscanos, católicos por vocación, os saludan desde Toledo con la paz y el bien.