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Nothing to say, yet
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The transcription is a message about the power of prayer and the importance of using the Word of God in our prayers. It encourages believers to rely on the effectiveness of God's Word in both elevating our petitions to Him and fulfilling His desires for our lives. It emphasizes the need for genuine and fruitful prayer, comparing it to rain and snow that nourishes the earth and allows it to produce crops. The message concludes with warm regards from the Franciscan brothers in Toledo. Palabra de vida hoy, martes primero de cuaresma, al pan por la Palabra, del Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo dijo Jesús a sus discÃpulos, cuando recéis no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. PADRE NUESTRO Todos nosotros somos personas de oración, en el sentido de que rezamos a menudo, todos los dÃas y más cuanto más nos aprietan la vida y las circunstancias. Cuántos Padre Nuestro, Sabe MarÃa, Retiros, Rosarios, Viacrucis, partes del Breviario, etc., se podrÃan contar en nuestra BibliografÃa, y casi siempre rezamos con Palabra de Dios, lo cual da mayor valor a nuestra oración. Claro que, si la Palabra de Dios no llega a ser más que ocasionalmente la guÃa y la pauta de nuestro modo de vivir, entonces rezamos con más palabras de hombre que de Dios, entonces su valor cae en picado, en lugar de ascender hasta el corazón de Dios. Si las mismas oraciones que recitamos son en su mayorÃa Palabra de Dios, y creemos en su eficacia para elevar nuestras peticiones al cielo, ¿por qué no creemos en la eficacia de esa misma Palabra, cuando los que pedimos no somos nosotros a Dios, sino Dios a nosotros? ¿Qué habrÃamos de hacer para hacer veraz, auténtica y fecunda nuestra oración? El Señor, a través del profeta IsaÃas, hoy nos lo revela. Y dice IsaÃas, esto dice el Señor, como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, asà será mi Palabra que sale de mi boca, no volverá a mà vacÃa, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo. Paci bien, franciscanamente, con afecto y sinceridad, de parte de vuestros hermanos menores desde Toledo.