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Jesus teaches his disciples to pray with trust and personal commitment. The Lord's Prayer is not meant to be a ritual, but an expression of faith and a way of life aligned with God's plan. It signifies a new relationship with God based on love and a horizontal relationship with others. The prayer encompasses all aspects of human existence and emphasizes the importance of both God's and humanity's causes. It encourages a mindset of selflessness and concern for others. By praying the Lord's Prayer sincerely, one acknowledges God's authority and works towards the realization of His kingdom on earth. It is a reminder to live a life of love, sharing, forgiveness, and righteousness. The prayer should not be recited mechanically but with genuine intent. It calls for a broadened perspective beyond one's individual concerns. Praying the Lord's Prayer requires a genuine passion for both God and humanity, and a desire to align one's actions with His will. Palabra de vida hoy, jueves décimo primero del tiempo ordinario, al pan por la Palabra. Del Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, cuando recéis no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Jesús, orad así, Padre nuestro. Los discípulos piden a Jesús una oración ritualizada, un signo de identidad y distinción frente a otros grupos, como la oración del bautista u otros guías religiosos del tiempo, pero Jesús les enseña una oración que no debe ser jamás ritualizada, una plegaria llena de confianza y de compromiso personal. Realizar el Padre nuestro es dirigirse a Dios con confianza filial, Padre. Jesús introduce un cambio profundo en la relación de las personas con Dios, da un nuevo significado al temor de Dios, reemplazando el miedo por el amor, y dando la verticalidad de esa relación con Él, la horizontalidad de la relación desde Él con todos los demás. Jesús es Padre, y dirigirse a Él como un hijo implica rezar con manos y corazón de hermano. No se trata de una oración a repetir de memoria. El Padre nuestro es la expresión de una actitud, de un estilo de vida identificada con el proyecto de Dios. El Padre nuestro resume la fe, la vida y la misión del discípulo. La relación con Dios como Padre y una existencia volcada en la realización del Reino de Dios de un mundo diferente mejor porque puede serlo, y creerlo es consecuencia natural de creer en Dios. En esta oración compuesta por Jesús para nosotros encontramos la correcta relación entre Dios y nosotros, entre lo que esperamos, el cielo, una vida plena y feliz, y lo que vivimos, una vida que se gasta por plantar un cielo en la tierra, en lo que se pudiere. La primera parte de la plegaria hace referencia a la causa de Dios. La segunda parte concierne a la causa del hombre. Dios no se interesa sólo de lo que se refiere a Él, el respeto y la honra que merece, sino que prioriza lo que ama y es suyo, la causa del hombre, de todos los seres humanos creados para ser uno con él y entre sí. Igualmente la persona que sabe rezar el Padre nuestro no sólo tiene en cuenta lo que le preocupa para vivir, sino que se abre también a lo que concierne a la preocupación de Dios, para que todos puedan vivir. En la oración de Jesús, la causa de Dios no es ajena a la causa del hombre, y la causa del hombre no es ajena a la causa de Dios. Si nos fijamos bien, el Padre nuestro tiene que ver con todas las grandes cuestiones de la existencia personal y social del ser humano de todos los tiempos. El centro lo ocupa Dios, juntamente con el hombre necesitado. Es una hermosa lección. Hay que ensanchar la mente y el corazón más allá de nuestro pequeño horizonte individual. Cuando la pasión por Dios se conjuga y se comprende desde la pasión por el hombre, la pasión por el cielo se une a la pasión por la tierra, haciendo algo más presente a Aquel en ésta. Di Padre cuando reces, si cada día te portas como un hijo y tratas a los demás como hermanos. Di Nuestro si no te aíslas en tu egoísmo. Di que estás en los cielos cuando no piensas sólo en lo material. Di Santificado sea tu nombre si tratas de amar a Dios con todo el corazón, con todo el alma y con todas tus fuerzas. Di Venga a nosotros tu reino si de verdad Dios es tu Señor y trabajas para que Él reine en todos los corazones. Di Hágase tu voluntad si la aceptas y la buscas cumpliéndola, y no quieres que sólo se haga la tuya. Di Danos hoy nuestro pan si sabes compartir con los pobres y con los que sufren. Di Perdona nuestras ofensas si quieres cambiar y perdonar de corazón. Di No nos dejes caer en tentación si de verdad estás decidido a alejarte de toda ocasión de pecados. Di Líbranos del mal si tu compromiso diario es por el bien. Y di Amén si tomas en serio las palabras de esta oración cada vez que las pronuncies y no simplemente las repites como un inerte magnetofón humano. Deseando aprender a rezar el Padre nuestro con todo el corazón, con todas las fuerzas y con cada fibra de nuestro ser, os abrazamos franciscanamente con la paz y el bien.