DOMINGO XXVIII TO

Palabra de vida hoy, domingo veigésimo octavo del tiempo ordinario, al pan por la palabra. De la carta a los filipenses, sé vivir en pobreza y abundancia, estoy entrenado para todo y en todo, la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. Del salmo responsorial, me guía por el sendero justo por el honor de su nombre, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, tu vara y tu callado me sosiega. Del Evangelio según San Mateo, la boda está preparada, pero los convidados no se la merecían, y da hora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis convidarlos a la boda. La sabiduría de los sencillos es afilada, porque el corazón sencillo no busca argumentos especiosos ni desfigura el rostro de las cosas, antes bien, por la sencillez de su mirada reconoce la verdad de lo que es, en lugar de desfigurarla con lo que querría que fuera. Decía San Agustín, corazón sencillo es corazón puro, y con esa pureza a la hora de considerar y valorar las cosas, el que es sencillo evangélicamente mira desde la perspectiva de Dios para conocer la verdad, a la luz del que ilumina las cosas, las personas y los acontecimientos, para que podamos conocerlos como Él mismo los conoce, en la verdad. Santa Teresa de Jesús, a quien celebraríamos hoy si no fuera domingo, siguió el camino de los sencillos del Evangelio, aprendiendo la sabiduría de Dios a través de la aceptación y la obediencia a lo que la divina revelación le indicaba como importante y necesario, o le señalaba como dañino y pecaminoso. Con sabiduría, prudencia y tesón, Teresa fue una mujer que se hizo fuerte en una sociedad de hombres, en la que ella encontró siempre la ocasión y el modo de hacer oír Su Palabra, tras haber escuchado siempre primero la Palabra de Dios junto con la de aquellos que se nutrían de la Divina Página, y por ello, gozaban ante Teresa de verdadera y salutífera autoridad. Santa Teresa es todo un ejemplo de humildad para quienes vivimos en el imperio de la opinión tendenciosa y la mentira interesada por doquier. «Humildad es andar en verdad», decía Teresa, «tomemos parte por la verdad, y en toda circunstancia podremos dar testimonio de ella con sabiduría y equilibrio». Un abrazo lleno de paz y bien de parte de los miembros de la Familia Franciscana de Toledo. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org