The situation in the southern part of Colombia, specifically in the city of Ipiales, which borders Ecuador, is discussed in this report. Many travelers, including migrants seeking a better future, pass through Ipiales daily. While some have their own means of transportation, others beg on the streets and suffer from hunger. Although there are public entities and social assistance organizations that provide some support, the crisis is evident as accommodations are overcrowded and resources are insufficient. The main reason for migration is the crisis in various countries, with Venezuela being a significant contributor. The conditions faced by these travelers are devastating, particularly for children who are exposed to danger and lack access to education and healthcare. The local community in Ipiales has experienced the negative consequences of the influx of migrants, leading to a lack of trust and resilience among the residents. It is essential to show empathy, solidarity, and respect
Muy buen día, qué alegría poder encontrarnos nuevamente. Les saluda Vicky Rosero, hoy compartiendo sobre la situación actual del sur de Colombia con la crisis de los viajeros descalzos. Un reportaje sobre la adversidad que padecen los migrantes que pasan por la ciudad de Ipiales, frontera con Ecuador. Viajeros de todo el mundo tienen paso obligatorio por la ciudad de Ipiales, que situada al sur de Colombia es frontera con Ecuador, en donde a diario pasan niños y adultos con la ilusión de un mejor futuro y más oportunidades.
Algunos pasan por sus propios medios y recursos, y muchos otros aventuran pidiendo en las calles y pasando hambre. Aunque existen muchas entidades públicas o de ayuda social que acogen y les dan algo de descanso a estas personas, la crisis es evidente. Cuando los alojamientos rebosan de gente y los recursos no logran abastecer los suplementos básicos. La situación por la que migran. Todo inicia con la crisis de los diferentes países, en donde Venezuela juega con grandes números de personas, que considerando la grave situación deciden salir de la nación, en algunos casos por la situación política, en otros factores económicos o sociales, orillando a los ciudadanos a buscar refugio, trabajo y existencia humanitaria, influyendo en la seguridad ciudadana de forma negativa, asimismo con la economía o el turismo local, cosas que no han logrado mejorar a pesar del esfuerzo institucional para ofrecer ayuda solidaria dentro de la crisis.
Cosas así como las condiciones de vida de los viajeros que cada persona afronta son devastadoras y tristes, llenas de precariedad y carencias básicas, pues pasan la noche en la calle llenos de miedo y hambre, sin vivienda o servicios de salud, haciendo énfasis en los niños que viajan, su realidad es supremamente difícil y traumática, pues su seguridad se ve comprometida y se expone a los peligros del camino, sin acceso a educación y poco apoyo familiar, sin considerar lo difícil que es la adaptación a diferentes entornos en el poco tiempo en donde viajan, en donde la protección legal no se mira presente y es tan común el tráfico humano o la explotación.
Muchas personas de aquí de Ipiales nos han comentado los casos que viven dentro de la cotidianidad con migrantes no solo venezolanos sino de todo el mundo, en donde los casos de verdad son lamentables y tristes, los niños pasan hambre y padecen de maltrato incluso porque la situación es muy estresante, asimismo con las personas que han llegado y se les ha intentado ayudar y han dejado haciendo daño, lo cual ha hecho que los ciudadanos de Ipiales sean resilosos y tengan mucha desconfianza.
Este es un tema sensible y complejo, lleno de desafíos y momentos tristes, los invito a tener empatía, solidaridad y respeto con los derechos de los viajeros que pasan por diferentes condiciones, exhortando a los encargados gubernamentalmente para que se logre dar solución a esta situación, logrando garantizar la protección social y un entorno seguro para los niños y sus familias, independientemente de su origen o razón por la cual migran, para que todos puedan tener la tranquilidad de una vida digna.
Así finaliza este conmovedor reportaje que pasa por desafíos y esperanzas y enseña las dificultades y el valor para afrontarlas que tienen los viajeros. Hasta la próxima oportunidad, Vicky Abigail Rosero, desde UNAM.
