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Listen to Alonso by Txik-Txak MP3 song. Alonso song from Txik-Txak is available on Audio.com. The duration of song is 46:48. This high-quality MP3 track has 320 kbps bitrate and was uploaded on 19 May 2024. Stream and download Alonso by Txik-Txak for free on Audio.com ā your ultimate destination for MP3 music.
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The speaker reflects on their past as a professional pelotari, recalling their passion for the sport and the challenges they faced. They discuss their motivation for writing a book about their experiences and the importance of giving voice to the lesser-known players in the sport. The speaker also shares their journey to becoming a professional pelotari and the excitement of their first estelar match. Aquella noche, en la soledad de la habitación, mi mente voló hacia otros tiempos en los que era el hombre mĆ”s dichoso del mundo, pegando pelotazos contra cualquier muro. Cuando uno es feliz, el tiempo pasa deprisa y a mĆ me habĆa parecido un suspiro. Durante los Ćŗltimos aƱos de mi vida, habĆa vivido en un sueƱo donde recogĆa pelotas con mi brazo de mimbre y castaƱo. Fui un pelotario mediocre, pero tenaz, y a pesar de lo que pueda parecer en el relato, siempre fui un buen profesional y un deportista incombustible. La cesta formó parte de mi cuerpo, una prolongación de mi mano derecha, y cuando la pelota golpeaba de manera brusca en uno de los aros, sentĆa el dolor en lo mĆ”s Ćntimo de mĆ. JosĆ© Vicente Alonso, bienvenido a Chick-Chack. Muchas gracias por invitarme. Esto aparte me encantó de tu libro, Alonso. Pues sĆ, porque hay cosas muy bonitas, porque lo he escrito desde dentro, como me dijiste, para ayudarme con el prólogo, que lo hiciste tĆŗ, y porque lo he escrito desde muy dentro, porque soy un apasionado de este deporte y porque lo vivĆ con la pasión y con la intensidad que todos conocen, todos los que estĆ”n al lado mĆo conocen la mayorĆa por este deporte. Alonso, Āæpor quĆ© te animaste a escribir este libro, High Alive Player, que se titula? Pues a mĆ me ha gustado escribir siempre, y ya tenĆa otras cosas escritas. Muchos aƱos antes de empezar a escribir ya con publicaciones y con premios que me han dado luego de literatura, ya habĆa empezado con este libro, pero lo iba dejando para atrĆ”s porque me daba miedo, era desnudarme, era contar cosas mĆas y me daba miedo. Al final, la chica que me ayuda con las correcciones y con las publicaciones y con todo, siempre me decĆa, este es tu libro, este es el que tienes que escribir, este es tu libro, este es el que tienes que escribir, hasta que con el renacer de la cesta que estamos viviendo ahora, pues Aron, que le he ayudado yo, pues Ć©l me ayudó a decidirme, me dijo, mĆ©tete en casa, no salgas, busca un sitio que te guste y tienes que terminar ese libro. Por eso fue, porque lo tenĆa ya hace ya mucho tiempo, pero al final alguien me tuvo que empujar a escribirlo, cuando yo ya habĆa escrito otras cosas, pero este me daba miedo, es lo mĆ”s importante de mi vida y te da miedo que te fustiguen por lo que te gusta, por una cosa que es banal, te da igual, pues le tenĆa miedo y por eso tardĆ© un poquito mĆ”s. Cuando lo leĆ, a mĆ me dio la impresión de que este es un libro que no deja indiferente a nadie, a nadie de los que hemos vivido en la comunidad del Hayalai de la cesta punta, un libro de autor, son tus vivencias, son tus experiencias y puede ser que a veces chirrĆe cosas que cuentas porque te sale tan adentro y tan de una forma tan directa de lo vivido que insisto, a mĆ hay partes del libro que me gustaron mucho y es mĆ”s, me da la impresión de que te quedaste corto en algunas cosas y podĆas haberla ahondado y haber enriquecido el libro, pero este es tu libro, Hayalai Player, el que yo he disfrutado y pienso que los que han leĆdo tambiĆ©n habrĆ”n disfrutado. Alonso, desde un principio demuestras tu entusiasmo por la pelota, Āæde dónde te viene todo este cariƱo hacia la cesta punta en este caso? Pues yo llevo en los fontones probablemente, no voy a decir desde que nacĆ, pero desde que tengo cinco o seis aƱos sĆ, porque ya iba con mi padre, mi padre es un asido de los fontones que llevara mĆ”s de 60 y muchos aƱos, sus 70 aƱos, todo el mundo le conoce por los fontones, sobre todo de la mano y yo empecĆ© a jugar a mano, pero lo cierto es que no se me daba bien y aparecĆ en el aƱo 80 en la escuela de los Ibarras de Vitoria que estaba patrocinada por Wrisport y desde el primer dĆa, yo me acuerdo que me puse la cesta en la parte de atrĆ”s del frontón, tirĆ© una de derecha y una de revĆ©s y no sĆ© aquel ensayo si duró un cuarto de hora o veinte minutos, pero yo sĆ sĆ© que ensayĆ© en mi casa en la cocina durante dos horas, de derecha, de revĆ©s, mira mamĆ”, mira mamĆ”, de derecha, de revĆ©s y fue el primer dĆa y desde aquel dĆa le tengo una pasión que vuelvo a repetirte, todos los que me conocen saben la pasión que le tengo, le dedico mucho tiempo, gasto mucha gasolina, voy, vengo, ayudo a niƱos, enredo por un lado, enredo por otro, es mi pasión. Se suele contar, hay tendencia a hablar de los grandes fontones legendarios como el de La Habana o el de MĆ©xico u otros que ha habido en Egipto, siempre de las grandes plazas, de los sitios donde ha habido Miami y demĆ”s aƱos de esplendor y tambiĆ©n de pelotaris figuras, todo el mundo hablando de Guillermo, de Pistón, de Herdoza menor, la tuya Alonso es una historia de los perdedores, perdedores a nivel deportivo, nada que ver luego con la vida Ćntima particular de cada uno, pero tĆŗ por primera vez en la historia del High Alive de la Cesta Punta me da la impresión de que has puesto voz a esa gente que cientos y cientos que no aparecen en ningĆŗn sitio y sin embargo lo han intentado y por diferentes razones no han encajado en un frontón u otro, en el caso tuyo que luego nos contarĆ”s, el tema de la huelga del 88 pues afectó la trayectoria vuestra de los que estabais en Barcelona, pero esa parte oscura, callada, es la que tĆŗ tocas y esa es la que a mĆ me ha gustado SĆ, te dirĆ© despuĆ©s de leĆdo, releĆdo, corregido y ahora ya publicado y vendiĆ©ndose, lo que sĆ© que es un libro de pelotaris anónimos, yo soy el guión, pero recuerdo a todos aquellos que por unas cosas o por otras y ha habido muchos con mucho nivel porque yo he estado con ellos, yo he jugado con ellos y nunca han sido ni figuras, no han tenido unas oportunidades, una puerta se cerraba y al final el libro es todos los que vivieron los 80 y los 90 tienen amigos en el libro pero todos pelotaris anónimos, no son los figuras, no son los bolĆvares de aquella Ć©poca, no son los kauregui, no son los remen, no, son los que nadie se acuerda de ellos que eran tan necesarios como los figuras para que esto funcionase. ĀæCuĆ”ndo saltas tu oportunidad para cumplir tu primer sueƱo que es el debutar porque no era fĆ”cil tampoco? En el aƱo 87 y ya creo que desde el 86-87 empieza a haber una demanda muy grande de pelotaris en AmĆ©rica, creo que es porque se alargan temporadas de 3 a 6 meses, entonces de Barcelona en una tacada solo se llevan 17 pelotaris, entonces hay un hueco, otros compaƱeros de Vitoria salen a Benidorm que tambiĆ©n se abre en aquella Ć©poca, se abre bastante antes de que yo debutĆ©, no, bastante antes, 4, 3 meses, 4 antes y entonces quedan huecos en Barcelona como soy uno de los niƱos que juegan Vitori, que tienen las posibilidades, yo ya habĆa hecho una mil y por el voluntariado para quedarme libre para en cuanto que sucediese poder ir y entonces allĆ entramos pues 14 o 15 niƱos de Andoain, de Tolosa, de Vitoria en aquella Ć©poca, luego vinieron gente de Benidorm y en el aƱo 87 debutó pero por eso porque se habĆan alargado las temporadas y habĆa cuadros que se quedaban mĆ”s vendidos y Barcelona necesitaba pelotaris, tĆŗ lo dices Alonso, fuiste un pelotaris mediocre, cómo consigues poder entrar en un cuadro como el de Barcelona, cómo fue, pues poquito a poco porque yo tenĆa la ilusión de ir a Benidorm, porque si no fui pues me quedaba un poquito, si ahĆ iban 5 o 6 de Vitoria pues yo era el siguiente o el 8 y porque en aquella Ć©poca habĆamos muchos chicos en Vitoria, jugando y con nivel, pues los mejores y los otros peores pero con nivel para debutar y entonces yo querĆa ir a Benidorm pero mi padre como estaba metido en los frontones dijo no, no, no, tĆŗ tienes que ir a Barcelona, don JosĆ© MarĆa Urtiaga y Fernando Azpiri te ayudarĆ”n, te vigilarĆ”n y no quiero yo que un hijo mĆo con 17 aƱos vaya por ahĆ por la vida sin tener un padrino que me lo vigile y que le enseƱe a jugar mejor a esto y entonces terminĆ© yendo a Barcelona pues por eso porque se pensó que era mejor para mĆ jugar partidos, iba a progresar mĆ”s que jugando quinielas a los 17 aƱos que no sabes todavĆa muchas cosas ni estĆ”s formado ni como persona ni como pelotario. Llegas al principal palacio que es el frontón de Barcelona, todavĆa sigue allĆ, Āæcon quĆ© te encuentras? Pues aunque todo era sucio, lĆŗgubre, feo, para mĆ era la experiencia mĆ”s bonita de mi vida con lo cual no veĆa el sitio tan triste y tan tĆ©trico en el que tenĆa que jugar, las calles llenas de drogadictos y de travestis y no, yo eso no lo veĆa, no lo vivĆa, yo sabĆa que iba a debutar, que iba a jugar. Me acuerdo que aquel dĆa fui feliz como haya sido pocas veces cuando te ponen el primer estelar, ĀæquĆ© es lo que eres tĆŗ? Siendo mediocre, Āæpor quĆ© te ponĆan un estelar? Pues te voy a contar que yo tenĆa un truco, cuando los demĆ”s cogĆan vacaciones, Alonso en verano se quedaba y en navidades se quedaba, ĀæquĆ© pasaba? Que los estelaristas pues se quedaban en 2 de 6 o de 8 y los que andĆ”bamos un poco espabilados por abajo pues tenĆan la oportunidad y luego habĆa otra, si Ć©ramos 45, 50 pelotaris en verano y en navidades pues quedĆ”bamos en 33, con lo cual jugaba mĆ”s partidos, cobraba mĆ”s y era mĆ”s fĆ”cil ponerte estelares. Entonces para haber sido medio, creo que sĆ he sido muy furbo, muy listo y sabĆa aprovechar mis oportunidades, lo mismo que le he dicho a mucha gente, cuando yo jugaba a las quinielas muchas veces he jugado con el 1 y con el 2, mĆ”s nĆŗmeros porque todos los nĆŗmeros los hemos tocado todos, pero los mĆos eran el 1 y el 2, yo sabĆa que ese era mi tanto, otros no lo veĆan asĆ, yo decĆa yo tiro dejado, tiro una jugada, si me cae ya vendrĆ” el 5 que es el bueno o el 4 se la lleva de calle y yo he colocado, cuando otra gente decĆa no, para no ganarla no la juego, yo sin embargo esas tretas baratas de pelotari pobre las he usado, pero porque era mi ilusión, porque sabĆa de alguna manera yo me tenĆa que defender en ese deporte, que era mĆ”s complicado para mĆ, luego ha habido otros niveles que he estado a la par, que yo he dado ventajas, quiero decirte que no he sido bueno, evidente, pero he sido digno. ĀæTe recuerdas tu primer estelar? SĆ, Fra Caggini Alonso Gavaro, a mĆ”s recuerdo que yo subĆa, tenĆa fiesta y cuando me he puesto en el cartel me iba a ir a casa a ver la tele y dije juego maƱana estelar en el frontón de la tarde para ver Fra Caggini, que era un americano de Brisbane contra Alonso Gavaro que habĆa venido de jugar de Macao y luego Fra ha sido mi mejor amigo, su hijo pequeƱo es mi ahijao, o sea que para mĆ pues otro momento muy muy muy bonito. Barcelona era una estación de trĆ”nsito Āæno? Estabais ahĆ esperando a una llamada, a un contrato, habĆa pero por lo que cuentas en el libro habĆa varios tipos de pelotari, los que estaban esperando un contrato para ir a AmĆ©rica, en el mejor de los casos, o trabajando y bueno pues haciendo, asumiendo de que no salĆan o no querĆan. SĆ, habĆa gente que ya habĆa estado pues por Asia y por Estados Unidos y tenĆan 33, una edad cerca de retirarse, que habĆan decidido voy a Barcelona, sigo jugando, me busco un trabajo, que habĆa gente que tenĆa hasta empresas en el puerto y ahĆ se paraban. Estaban los chavales jóvenes que Ćbamos todos, pues ya te digo en mi Ć©poca los 14 o 15 chavales, mĆ”s los que vinieron de venidor, pues nos contamos ahĆ como 20 chavales en nuestra ilusión. HabĆa otros que ya estaban estables, habĆan pasado muchos aƱos de atasco en Barcelona porque no pedĆan pelotaris en AmĆ©rica. Tienen un nivel de juego muy bueno, pero ese atasco, que de hecho yo sĆ© de seis amigos mĆos que tienen firmado el contrato, sale la huelga, se quedan sin poder ir a AmĆ©rica cuando tenĆan nivel de sobra para ir. Y luego habĆa otro grupo que eran los catalanes que estudiaban, luego otros que venĆan y hacĆan media temporada en AmĆ©rica para no perder la forma, hacĆan un mes en Euskadi de vacaciones viendo a la familia, pero cuatro o cinco meses jugaban allĆ. Y cuando a mĆ me ponĆan a un partido con esa gente, pues te venĆa a su bidón. Luego hay otros capĆtulos en el libro que hablas de las pensiones, de los pisos donde vivĆais, de los sitios donde alternabais, los personajes con los que os encontrabais como Pepe Ginebra. CuĆ©ntanos un poquito de ese mundo underground, esa Barcelona unida a la cesta punta, pero que no aparece en el mapa. Pues al final hay que entender que somos chavales jóvenes, que somos felices, que vivimos muy bien y que la noche estĆ” para atrapar a todo el mundo. Y no solo que te atrapen, sino que es mĆ”s divertido. Y entonces, pues si Ćbamos a Antros y Pepe Ginebra, era gente de la que iba al frontón, pues como nosotros andamos escasos de dinero, pues si te invitaban a cenar era mĆ”s divertido ir a cenar a un restaurante de tres tenedores que comer un bocadillo en casa. Y luego tenĆamos el San Fran, que era el bar mĆtico de todos los pelotaris, donde se entraba y allĆ pues habĆa de todo, travestis, putas... SolĆan decir que la noche de Barcelona era de las tres P's, putas, pelotaris y policĆas. Pero pues yo sĆ sĆ©, los que lo hemos vivido bien, lo hemos disfrutado mucho, porque es divertido, y los que se han metido en mĆ”s problemas, pues en mĆ”s problemas han tenido. Y todo eso con poca guisa, con muy poquito dinero. Yo tambiĆ©n de eso suelo decir que allĆ en Barcelona, pues habĆa veces que gente no tenĆa dinero, habĆa jugado poco esa semana y nosotros repartĆamos todo. Ya me acuerdo que hemos llegado a hacer... TĆŗ cuando tienes mil pesetas, mil pesetas, mil pesetas, juntar cinco mil pesetas, todos salimos. Yo luego me acuerdo que Ćbamos a una discoteca en el centro, que era la provisional, y allĆ nos reunĆamos todos. Todos los pelotaris habĆan salido a cenar y unos iban a un sitio, otros a otro, pero a la Ćŗltima hora de la noche, mĆ”s o menos, nos encontrĆ”bamos allĆ. Y aparecĆan los mĆ”s mayores que trabajaban y tenĆan dinero. Entonces allĆ esperĆ”bamos, con las mil pesetas Ćbamos tomando lo poquito que podĆamos, pero al final, al llegar los mayores, pues siempre te invitaban a alguna cerveza o algĆŗn cubatita que venĆa muy bien y decĆas tĆŗ, estiramos la noche bien, estiramos la noche bien. Y bueno, al final, pues tenĆas que hacer, pues como vida de estudiantes, los que van a Salamanca a hacer la carrera y le manda el padre el dinero que le manda. O lo tiene para comer, o lo tiene para salir de paseo. Y llega el aƱo 1988, el de la huelga en los Estados Unidos, y eso os afecta a vosotros, porque al aƱo de esa, al aƱo del 89, Urquiaga, FernĆ”ndez Urquiaga, te llama a la oficina y te dice que, Alonso, bĆŗscate la vida, mĆ”s o menos. SĆ. Primero decir que JosĆ© Mayor Urquiaga, mĆ”s que le veo todos los aƱos en CancĆŗn, que hoy allĆ estoy con Ć©l, que le quiero mucho y es una de las personas que mĆ”s me ayudó y mĆ”s sincero ha sido conmigo en todo esto. Es de los que mĆ”s me ayudó cuando estaba en Barcelona, pero cuando sale la huelga se da cuenta que todos los que estĆ”n allĆ no van a salir. Gente que ya tenĆa contrato firmado, chavales que tenĆan mucha ilusión, que hasta hace poco FernĆ”ndez PĆriz me habĆa dicho, pocos dĆas antes me habĆa dicho, Alonso, si sigues en este nivel, pues bueno, ya vendrĆ”n contratos y pues tenemos que mandar gente con arranque, con ganas, que sabĆ©is hacerlo. Y total que resulta que sale la huelga, van pasando los meses, Dania llama la atención al frontón de Barcelona porque pide pelotaris y nos negamos todos a ir, y entonces dice, pues te quedarĆ”s sin subvenciones, yo no te voy a ayudar para que no me mandes. Y al de cuatro meses de salida a la huelga, que fue por abril, me llama Urquiaga a la oficina y me recomienda que me que me marchen para casa porque yo tenĆa un padre que tenĆa una empresa y podĆa trabajar. Dice, los otros chicos no tienen dónde ir mientras puedan estar aquĆ. Y si me dice, marcha a casa, trabaja, porque esto, un visionario dijo, esto no se va a arreglar. Ni tĆŗ ni gente que juegue mĆ”s que tĆŗ no vais a ir nunca a AmĆ©rica. Y se confundió poco, un poquito. En ese momento pensaste, se acabó mi carrera como pelotario o no echaste la toalla. ĀæCuĆ”les fueron tus siguientes pasos? De ahĆ vine a Euskadi y volvĆ a trabajar. Tu trabajo era el de fontanero. Fontanero, fontanero, pero sigo decidiendo ahora y es lo que me hace vivir bien y vivir cómodo como vivo, aunque escribo y tambiĆ©n recibo de ahĆ. Y aunque estoy todos los dĆas en los frontones que me gusta mucho, mi base, mi trabajo, mi oficio es ser fontanero. Entonces vine a Euskadi y chistera, se creó una empresa para ayudar a la IJAPA y para intentar reflotar la cesta por Euskadi para que la gente jugarĆa. Y ahĆ tengo la suerte de que el mismo Urtiala que me habĆa dicho vete para casa, habla con TomĆ”s Goyógana y con Marcelino y le recomiendan que les hace falta un pelotĆ”n y vitoriano y deciden que yo puedo estar ahĆ. Pero yo lo que hacĆa mĆ”s era, trabajaba en Noja, en Santander, y todas las tardes y todas las noches despuĆ©s de trabajar iba a la playa a entrenarme solo, sin pelota, sin cesta, sin nada. Iba a correr y luego sacaba, restaba, reboteaba, bueno, me lo inventaba. Siempre he sido un iluso de este deporte y asĆ lo hacĆa. Y otra Ć©poca me tocó, en esa misma Ć©poca, me toca trabajar en Azpeitia y en Urrestilla vivĆa yo. Y me recomienda un seƱor que vaya a Azumaya a llevar a un niƱo que habĆa en Urrestilla. Y entonces empiezo a ir allĆ y me dice, Āæy por quĆ© no juegas mĆ”s, Alonso? Porque esto es muy difĆcil, porque esto no va a ver para nadie, porque yo ya lo estoy viendo, que no va a nadie que mis amigos, que son mejores que yo, que son mĆ”s mayores que yo. Porque tambiĆ©n cuando digo mejores, oye, si ellos tenĆan 26 aƱos y yo tenĆa 19, evidentemente que ellos ya tienen muchos aƱos de profesión y yo tenĆa muy pocos. Pero ahĆ me doy cuenta que digo, si la gente me conoce y sabe que he jugado a esto. Y pues seguĆ entrenando, fui a Huelva, pues sonaban cosas de Filipinas. ĀæFilipinas? ĀæTuviste la posibilidad de ir a Filipinas? Dos veces firmĆ©. ĀæY se truncó? Dos veces firmĆ©, pero luego estaba siempre esperando que se arreglasen los papeles del gobierno para las apuestas. Y las dos veces que yo firmĆ©, lo sucedió. ĀæLo mismo te pasó con Tijuana? Parecido. Hablaba cada noche con el seƱor VelĆ”ustegui, tenĆa ya palabrado y bueno, pues ya vas a venir, ya vas. Y de la noche a la maƱana, por lo que sea que yo no lo sĆ©, pues tampoco terminĆ© yendo. Y otra de las veces que tambiĆ©n me han dicho de jugar fue cuando ya me habĆa retirado en Newport. HabĆa ido con Leo a ayudarle y a pasar las vacaciones allĆ con Ć©l, y estĆ”bamos ensayando y el intendente lo llamó a la oficina y le dijo... Pero Alonso, antes de llegar a Newport, fuiste a una ciudad donde los tranvĆas rompen las calles, que es MilĆ”n. Esa frase es tuya, esa frase la has sacado de tu libro, que me encanta, porque yo juguĆ© en MilĆ”n tambiĆ©n. Una ciudad donde los tranvĆas rompen las calles. FantĆ”stico. Si vamos por el Castillo del Esforceso y por las calles principales, se ve que todavĆa es de piedra, estĆ”n los raĆles por el suelo. Pues yo vivĆa en la Plaza EspaƱa y para ir a Corso Garibaldi, y luego nacĆa Olerno, cogĆamos el 8, el 8, todos los dĆas. TranvĆa arriba, tranvĆa abajo. Por eso es que yo me identifico mucho con el libro porque juguĆ© en Barcelona y juguĆ© en MilĆ”n tambiĆ©n. ĀæCómo te surgió esto de MilĆ”n? Estaba yo entrenando a niƱos en Huelva. Me habĆan contratado de monitor, una de las empresas que me pagaban muy bien, estaba allĆ muy cómodo, muy bien, pero yo querĆa volver a jugar y se hizo un europeo en el aƱo 93. Entonces fueron los franceses, fue una pareja de Vitoria, montamos un campeonato juvenil y yo, para ayudar a los que habĆan ido de Vitoria, JosĆ© Mari Compa y Sergio, pues me ponĆa a ensayar con ellos. Pero mis maƱanas eran mis niƱos de la escuela de cesta punta. Entonces los italianos, el seƱor Angelo Mutti, que de aquella Ć©poca era el presidente de la Federación Italiana, una noche cenando, despuĆ©s de que habĆa terminado el campeonato, me decĆa, no sĆ©, tĆŗ no quieres ser entrenador en MilĆ”n de la selección italiana y abrir una escuela allĆ. Dije, bueno, pero yo no sĆ© los medios que tenĆ©is. Digo, eso es muy difĆcil porque pagar a una persona por una escuela donde no hay nada y donde vas a tener que buscarte mucho la vida para conseguir ese dinero. Digo, mira, si vosotros conseguĆs un contrato de jugador, yo os empiezo con una escuela. Y total que con el tiempo Sabino Luis Buro me llamó a ensayar en el aƱo 95 a Arbacegui. Ensayamos con Arrien, Ć©l y su hijo, y un tal MĆ”ximo, un chico que jugaba en MilĆ”n. Sabino decidió que tenĆa las condiciones y pude ir y entonces por eso aparecĆ en MilĆ”n. Porque los de la Federación Italiana, que no tenĆa directamente nada que ver con la zona profesional del frontón, pues a alguien le pidieron permiso. El entrenador del frontón era MartĆn. ĀæCómo te recibió el seƱor MartĆn? Bueno, pues son una de las cosas que peor he pasado en mi vida. No creo nunca que se portó muy bien conmigo. Probablemente porque Ć©l no fue quien decidió que yo tenĆa que estar allĆ. Creo que no le gustó desde el principio. TambiĆ©n probablemente se encontró un pelotari que no tenĆa el nivel que Ć©l querĆa. Yo no voy a decir una cosa por otra. Pero tampoco ni me ayudó. Creo que se portó mal conmigo. Todos los compaƱeros que yo he tenido de aquella Ć©poca, que estaban allĆ, estaban allĆ. Los que lo veĆan y los que lo escuchaban desde otro lado, saben que no verdaderamente se portó muy bien conmigo. No he sido un pelotari conflictivo, ni problemĆ”tico, ni edad o guerra. Pero es que hay que entender que la vida, la vida para todas las cosas, pasan cosas buenas, pasan cosas malas. Y no tienes por quĆ© acoplar con todo el mundo. Esta es una de las partes que me toca a mĆ, que no ha sido tan graciosa, el trato con ese seƱor. Y sin embargo, ha pasado el tiempo y le tengo una pena, le tengo una estima. Estuve con Ć©l, convivĆ con Ć©l y no puedo darle mĆ”s vueltas a eso. Pero habĆa mucho compaƱerismo en MilĆ”n, Āæno? Yo siempre he dicho que en los frontones mĆ”s pobres, donde menos se gana, en MilĆ”n se ganaba bien, pero donde mĆ”s alejados estamos y menos cuadro reducido es, mĆ”s unión hay, mĆ”s hermanamiento hay. Porque probablemente todos necesitamos mĆ”s de todos. Y entonces yo creo que en los cuadros como Barcelona, como la gente que estĆ” en Macao, que luego le hablo yo, como los que estĆ”n en Filipinas, son cuadros mĆ”s reducidos. Y tĆŗ navidades tienes que celebrar con alguien, no tienes a nadie. Dinero no tienes mucho. Son ciudades igual que son problemĆ”ticas, que no se llevan tantos aƱos jugando y todo el mundo tiene hĆ”bitos. Entonces hay que arroparse. Ese arropamiento, tĆŗ una vez me ayudas, yo otra vez te ayudo. Si alguien comete un error, se perdona muy rĆ”pido. Se procura perdonar muy rĆ”pido, porque te hace falta la unión. Sin embargo, en cuadros de 50 del otra vez en Estados Unidos, donde todos ganan mucho dinero, donde tiene dos hijos, tiene su chaleco en su piscina, si ha pasado un altercado en el frontón, un malentendido, yo me voy para mi casa, tĆŗ te vas para tuya, porque yo el aƱo que viene voy a jugar en Orlando, tĆŗ vas a jugar en DaƱa y el otro va a jugar en Tampa y no nos vamos a ver mĆ”s. Entonces creo que ahĆ se desligan mĆ”s. Y sin embargo, en los frontones mĆ”s pequeƱos, o donde menos se cobra, hay que unirse mĆ”s. Hay que unirse mĆ”s. Y yo asĆ lo he vivido. TambiĆ©n soy una persona muy sociable y me he tratado siempre bien con todos, o con la gran mayorĆa. Pero quiero decirte, porque creo que hay frontones donde te unen y hay otros sistemas de vida que te hacen ser mĆ”s frĆo o mĆ”s independiente. Entonces, una mala discusión lo que te he dicho. Una función en MilĆ”n, se armó un Cristo de mil demonios y se paró la función. ĀæQuĆ© pasó? VenĆan los carabinieri. ĀæQuĆ© pasó ese dĆa? SĆ, aquel dĆa ya pasĆ© yo mucho miedo. Pues estĆ”bamos jugando y un seƱor, Ćngela Bengoetxea Gaviola, Angelino para nosotros y sobre todo para mĆ, pues le amenazó de muerte y le dijo que sabĆa dónde vivĆa y que tenĆa una hija. Entonces claro, entramos al vestuario, se comentó y decidimos parar la función. Claro, la función lleno hasta las trancas del frontón, para la función, la gente gritando, esperando hasta que no vengan los carabinieri. AquĆ no se mueve nadie y cuando ya llegan al de hora, hora y media, pero todo el pĆŗblico gritando, tenso, MartĆn intentando obligarnos a entrar, el seƱor Laino, que era el dueƱo, intentando hacernos entrar en razón que la función tiene que seguir, pues ya al de hora y pico llega la policĆa y tenemos que hacer un paseo por todo el pĆŗblico hasta la oficina del jefe. Ā”QuĆ© miedo! La gente gritando, diciendo de todo y luego llegamos allĆ, se decidió que se iba a poner orden con el pĆŗblico, que habĆa cosas que no se podĆan decir y que no. Y ademĆ”s, Italia tiene un problema que es la mafia y existe, y de una manera, de otra, por varios actos, los millonarios de la droga. Entonces, si tĆŗ consientes que la gente amenace de muerte, puede ser un bravatas, pero puede ser una persona que sĆ pueda conseguirlo, matarte a ti. Entonces, hay cosas que no se pueden permitir. Se decidió que si iba a llamar la atención, que a la gente, porque eran siempre asiduos, son asiduos del frontera. Los chavales hacen lo que pueden y igual estaba mĆ”s despistado, pero no va por ahĆ, no va por la trampa, no va por la mentira y tĆŗ no amenaces de matar a nadie. Jugabais algo que no habĆa oĆdo yo nunca, quinielas atómicas. Un revuelto para que la apuesta todavĆa serĆa mĆ”s complicada. Los peloteros juegan cada uno con un nĆŗmero, pero son pareja el 1 y el 2, el 3 y el 4, el 5 y el 6, son pareja el 7 y el 8, y el 9 y el 10. Ha habido hasta jugando 12. Yo he visto camisetas del 12. En mi Ć©poca no se jugaba porque no habĆamos tantos peloteros. HabĆamos 16, pero esa quiniela no se podĆa hacer. Entonces, esa quiniela saca el 1, resta el 3 y el 4 de delanteros y de zagueros. El 1 delantero, el 2 zaguero, el 3 delantero, el 4 zaguero. Hace el punto el Ćŗltimo que tira la pelota y se acaba ahĆ el tanto. Si tiran dos paredes, va a la red. El que haya tirado, ese es el que se la apunta. Pero tienen que cambiar. El delantero juega zaguero y el zaguero juega delantero. Sigue jugando. Entonces, pasa muchas veces que tu zaguero se pega una matada a poner en la pelota en la chula para que el contrario rebote. Se mata Ć©l a trabajar. El trabajo lo ha hecho el delantero. Coge en el 4 y medio, abote corrido, tira una cortadita o tira unos paredes. Se apunta el tanto y el zaguero que se ha matado no puntĆŗa. SĆ es verdad que luego el boleto sĆ se repartĆa. Pero a la hora del pĆŗblico, entonces hay muchas veces que la gente se vuelve mĆ”s loca porque dice el bueno es el que estĆ” trabajando, el bueno es el que lo estĆ” haciendo bien. Pero sin embargo gana el que es mĆ”s toquetito porque hace el punto Ć©l. Pero como todo en la vida, los buenos siguen arriba y los malos siguen abajo. Porque aunque lo revuelvan lo que quieran, el que tiene nivel y el que tiene juego tiene mĆ”s nivel y mĆ”s juego que los que no lo tienen. Un personaje que mencionas en el libro es Juan MartĆn, un compaƱero de piso tuyo. Una verdadera eminencia para todos los que hemos estado. Y una filosofĆa de vida muy bonita, muy tranquila. ĀæQuiĆ©n era Juan MartĆn? Pues era ese hermano de JosĆ© Ignacio Echeva. Era Juan MartĆn Echeva. Llevaba allĆ muchos aƱos. HabĆa estado en Orlando. Pero era un filósofo que vivĆa la pelota de una manera que era innata para Ć©l. Jugaba a una normalidad para mĆ. Y luego vivĆa de una manera muy peculiar. Terminaba de jugar y le gustaba estar por la calle hasta las seis de la maƱana donde se compraba el periódico, se veĆa, se iba a un bar a tomar cafĆ© y luego entraba en casa a esa hora. VivĆa muy al revĆ©s de todo lo que podamos pensar. Una persona muy feliz, muy tranquila, muy inteligente, muy buen tipo. Yo saco quiĆ©n es buen tipo cuando vamos a las cenas, a las comidas y todo el mundo te saluda y todo el mundo te da un abrazo. Y otros le saludan algunos menos y le dan abrazos a algunos menos. A Juan MartĆn todo el mundo lo quiere, lo adora. Creo que a mĆ me enseñó muchas cosas porque sabĆa mucho. Aunque eran ya mis Ćŗltimos aƱos y era todavĆa joven, pero tenĆa ya 27 aƱos, yo todavĆa habĆa muchas cosas que no sabĆa. Porque no habĆa vivido corrido. HabĆa vivido saltos y Ć©l me enseñó mucho y de la vida tambiĆ©n. Yo creo que es un filósofo. Normalmente en la pelota los que han tenido mucho juego han sido mĆ”s fĆ”cil. Sin embargo, tĆŗ en tus diferentes sitios donde has estado, mencionas que has sido un ligón. SĆ, la verdad que sĆ. Todo el mundo sabe. Y cuando he ido a los diferentes frontones de las diferentes ciudades, yo recuerdo que una vez en Newport me dijeron una frase. Eres el Ćŗnico pelotari que te hemos visto llegar a todos los sitios y siempre ligas. Pues sĆ, gracias a Dios, se me ha dado muy bien. Pues porque tenĆa cara dura, no me daba vergüenza ir y preguntar buenas noches, salimos a tomar un cafĆ© o vamos aquĆ o vamos allĆ”. He tenido gracia, pero no ha sido por mi juego. Probablemente las chicas que entendĆan de este deporte nunca han querido salir conmigo. No, y eso estĆ” muy mĆ”s que demostrar. Pero sĆ, se me ha dado muy bien. AdemĆ”s, yo le decĆa a todo el mundo, si tengo una suerte, el que estĆ” ahĆ dentro que me estĆ”n mirando es a mĆ. Nosotros estamos aquĆ dentro a aprovechar eso. El artista eres tĆŗ, tĆŗ estĆ”s aquĆ dentro. Los que vienen a verte... Y entonces, chicas igual, yo he salido de los fronteros y tenĆa telĆ©fonos y tenĆa sitios donde ir y quedadas con gente. Luego en la cancha tambiĆ©n eras bastante pĆcaro, porque hay una jugada, jugando una quiniela en MilĆ”n, en la que se te cae la pelota en la cesta y la vuelves a coger enseguida. Tiras una cortada, haces tanto y el juez no se entera y se arma un Cristo de mil demonios. SĆ, es cierto, sĆ. En la primera quiniela que ganĆ©. MartĆn me decĆa que tenĆa que estar ensayando una semana mĆ”s, pero yo le digo, juez, una semana mĆ”s, cobro menos, no gano tanto boleto. Digo, con dos dĆas de ensayo, que entro ya. No sĆ© si era la quiniela tres o una de las primeras, porque yo jugaba las primeras. Aunque mucha gente jugaba 14 y 15 quinielas, yo paraba en la 8 hasta que habĆa lesionados. Porque era de los flojos, pues yo jugaba la mitad de la sesión menos los dĆas que habĆa lesionados o los dĆas que habĆa fiesta, que podĆan ser martes o entre semana. Entonces aquel dĆa entro a jugarla y estaba a falta de tanto y viene la pelota. Era de siete, mitad de la cancha o seis y medio, siete. La cojo a la altura de como un poquito mĆ”s abajo de la rodilla, la voy a encestar y me hace churrustada, se cae al suelo, pero yo ya estaba como agachĆ”ndome la rebaƱo del suelo. Tiro cortada porque era la inercia mĆa de tirar la buena. MartĆn no la vio. Todos diciendo, MartĆn habĆa dado el tanto, ya por no retrasparse con todo el pĆŗblico para que no se le eche encima. Alonso ganó la primera quiniela de MilĆ”n despuĆ©s de dos botes, de encestarla, caerse al suelo y rebaƱarla y tirarla. SĆ seƱor, Juan Ignacio, sĆ. Hay una cosa tambiĆ©n, un dato que mencionas es que los pelotares despuĆ©s de MilĆ”n, algunos iban a jugar de vuelta a casa, pero paraban en Cannes, en Cannes, famoso pueblo por el festival de cine, a jugar plaza libre. SĆ, nunca habĆa oĆdo de eso. Todos los aƱos al terminar la temporada solĆan llamar a Sabino Elizburgo, que tambiĆ©n es otro apasionado, otra de las personas que mĆ”s me ha querido y mĆ”s me ayudaron en este deporte, y pues le decĆan venir con seis, entonces los que venĆan en avión hacĆan linate sondica y se acababa el circo, pero habĆa otros pelotares que venĆan en coche, pues unos porque iban a terminar la temporada y ya no volvĆan y otros porque tenĆan coche y entonces Sabino siempre contrataba a seis, paraban en Cannes, echaban un fin de semana en Cannes, jugaban, cobraban, eran felices ahĆ otro rato y sĆ, paraban allĆ” a jugar a plaza libre. Es curioso, eh, dejas tĆŗ MilĆ”n y te sustituye a un chaval de 15 aƱos llamado Goico. SĆ, vaya contraste, Āæno? SĆ, yo suelo decir que a mĆ me he hecho el mejor de la pelota. TambiĆ©n yo siempre habĆa pensado que era tan directo como salir yo para entrar Ć©l y sin embargo, Felice Escaiturrieta me contó un dĆa, no Alonso, Goico no debuta al empezar la temporada sino que va por navidades, el que se va en navidades soy yo, pero sĆ, yo siempre cuento como anĆ©cdota que para mĆ echarme de la cesta a punta tuvo que parecer el mejor del mundo. ĀæDespuĆ©s de MilĆ”n quĆ© hacemos? ĀæQuĆ© pasó? Pues despuĆ©s de MilĆ”n abro una, vengo a casa, me pongo a trabajar un aƱo con mi padre y cuando creo que he vuelto a retomar el oficio que lo tenĆa desde niƱo porque un oficio que hay en casa lo sabes hacer toda la vida, decido que me tengo que poner de fontanero y pero como la cesta me gustaba pues aparecĆa por los frontones y iba y hacĆa cosas y aparece un niƱo en el frontón y me dice Āæme ayudas Alonso? Digo pues ayudarte, pues si ya juegas a este cacharro pues tampoco no, pues por favor, me puse a ensayar con Ć©l y fue uno de los que el primero saco que es Leo pero luego empieza, no, no, no es saco, los ayudo porque sacar, ellos ya estaban en las escuelas de Vitoria y ya tienen el juego y ya, entonces pues vas con ellos, los ayudas, los animas que luego ha habido muchos Āæno? que pues les he ayudado y ya te digo y despuĆ©s de eso voy de vacaciones a Newport cuando Ć©l debuta y todavĆa me pone en otro contrato pero digo yo ya he decidido que no, son seis meses, cuĆ”ntas vueltas voy a dar, creo que mi ciclo lo he cumplido, si hubiese sido, que lo he dicho muchas veces para la gente que igual critica o que no sabe ni lo que sucedió, si yo en el 88 no hay una huelga, yo hubiese ido a un frontón como Cala, hubiese estado allĆ, hubiese vivido allĆ, hubiese jugado las bajas en otro frontón de medio pelo y hubiese pasado toda mi vida entera pero cuando te contratan para seis meses, coges la maleta, vas para otro sitio, yo ya lo habĆa vivido, yo ya lo habĆa hecho en cuatro o cinco ocasiones, llega un momento que dices ĀæcuĆ”ndo me estabilizo yo? ĀæcuĆ”ndo me formo? ĀæcuĆ”ndo paro en un sitio? lo otro es muy divertido pero el otro es muy inestable. Hay un momento que cumples tu sueƱo y vas a AmĆ©rica, vas a AmĆ©rica de vacaciones, de visitas, vas a Newport, a Rhode Island, precioso, precioso, precioso y encima tengo la suerte de conocer ahĆ una chica con la que estoy viviendo el mes que estoy allĆ en su casa con sus hijos y me lo paso muy bien y veo cómo juegan, ademĆ”s en aquella Ć©poca, en aquel aƱo has hecho debutar a un niƱo y eres muy feliz porque lo ves y porque lo ves que ha cumplido un sueƱo y que tĆŗ has estado ahĆ para ayudarlo y para arroparlo, entonces para mĆ es precioso pero tambiĆ©n en Miami me lo paso muy bien, yo tengo una cosa que es que me quiere mucha gente, entonces donde voy se preocupan muy mucho porque yo sea feliz y estĆ© bien, entonces llego a Miami y me dan las llaves de un coche, yo en Newport tenĆa mi coche de Leo, iba, venĆa, salĆa de un sitio, iba para otro, entonces te quiero decir yo que en todos los sitios, y luego me gusta mucho y me implico mucho viendo las quinielas, les saco nĆŗmeros, estadĆsticas, les miro y ahĆ disfruto mucho, hago mis propias apuestas y digo, joder si acepto tres de cada cuatro, que luego si pondrĆa dinero no aceptarĆa ninguna. ĀæY tus discĆpulos te hacen caso cuando les dices, oye esta estadĆstica, estos nĆŗmeros? SĆ, gracias, gracias a Dios, creo que una cosa va con la otra, no, todos me hacen mucho caso pero tambiĆ©n si no me lo harĆan en las primeras cosas, yo por ejemplo he habido niƱos que les he dicho, oye quĆtate el reloj para jugar y no se ha quitado el reloj, pues quĆ© sucede, que ese niƱo con el tiempo, yo no, porque si no consigo que se quite el reloj, o yo le digo, oye a mĆ me gusta la gente con zapatillas blancas y te viene con unas negras o con unas rojas y van pasando los meses y sigue con unas zapatillas rojas, si no sabes escuchar una cosa tan sencilla, yo luego no te puedo ayudar a otras cosas, y no es que yo sea el mayor entendido de juego, no, no, no, sino yo les voy apoyando en, espĆ©rate yo creo que es mejor esto para ti, lo consulto, yo cuando ayudo a una persona lo hablo con todos los que creo que entienden mĆ”s que yo de este deporte, porque mi misión es que ese niƱo cumpla su sueƱo, no que yo sea el que le ha hecho, no, no, no, porque no soy tan egocĆ©ntrico ni tan tonto, yo quiero que los niƱos que estĆ”n al lado mĆo lleguen a lo que se han propuesto. ĀæSigues implicado en la enseƱanza de los chavales? SĆ, sĆ, suelo hacer un campus en verano que van muchos niƱos en Elizondo, y estoy detrĆ”s de Yulet de RĆo, de Arón, de mi sobrino ahora, pues vivĆan las niƱas mexicanas, tengo mucho trato con ellas, les ayudo, vienen a mi casa dos meses todo el verano, MĆ”fer y Tania, y sigo muy metido, pero lo que te digo, ayudĆ”ndoles, ayudĆ”ndoles, evidentemente, si su nivel es muy bajo para mĆ es muy fĆ”cil explicarles una progresión, pero cuando llegan a un sitio que yo no sĆ©, sĆ tiro de mis amigos y les digo, oye, que tengo esto, vamos a verlo, quĆ© tiene que hacer Ć©l, quĆ© no tiene que hacer, y luego, al final, de tantos aƱos que llevo, cada dĆa mi nivel de poder enseƱar estĆ” mĆ”s alto que al principio, porque he escuchado a mĆ”s gente. ĀæCómo ves la situación actual, este boom del Winter Series, ahora en Guernica, hoy en Donosti, despuĆ©s de esta charleta vamos a ir a la Gran DeslĆ”n de Donosti, cómo lo sigues? Pues muy bien, porque a todos los que amamos este deporte nos gusta que los frontones se llenen, nos gusta que lo que hacemos sirva para algo, que llame la atención, que se llene, que a la gente que le hemos prometido que pueden ser felices, que lo sean, porque jugar en un frontón vacĆo no sirve para nada, nadie quiere hacerlo, por placer, los que tenemos ya cierta edad, le echamos cuatro bolas y nos aburrimos tambiĆ©n, pero lo bonito es saber que has ido de ese mundo, que tus hijos, sobrinos o niƱos que tienen posibilidades pueden, como cada vez veo que ya no es solo en un sitio y de una manera, sino que en mĆ”s sitios estĆ” intentando y que lo estamos reflotando, y que los frontones se llenen, y que le importa a la gente que jugamos a esto, estoy muy contento, lo veo con mucha ilusión, me parece muy bien, y sabiendo que hace cuatro o cinco aƱos pensĆ”bamos todos quĆ© van a hacer los niƱos que enseƱamos, entonces decĆa, quĆ© cuento les cuento, cómo les engaƱo yo para que quieran jugar a esto si no les va a servir para nada, hoy sin embargo sĆ, vosotros tenĆ©is que decirle, mira el partido de la tele que echan el lunes por el TV, y el niƱo ve que estĆ” el frontón lleno, y que la gente aplaude, y que la gente se pone nerviosa, y que los pelotaris son muy cercanos, porque no los tenemos en AmĆ©rica, estĆ”n aquĆ, entonces a mĆ yo estoy muy contento. ĀæVosotros creĆ©is que volverĆan a ser pelotaris? Creo que la entrevista lo dice, sĆ, sĆ, sĆ, y si me dicen que sĆ, igual de malo tambiĆ©n, tambiĆ©n, Juan Ignacio tambiĆ©n, tambiĆ©n, mis mejores amigos, los mejores momentos de mi vida, mira, juguĆ© a un programa que es muy famoso en Scuddy, El Contestador del Fin del Mundo, pues al terminar el programa, el director me dijo, Alonso, lo mĆ”s bonito que has hecho en tu vida es esto, porque mira dónde has estado y quĆ© cosas has hecho, he dicho, no te confundas, lo mĆ”s bonito de esta vida es ser pelotari, y eso no lo cambia nadie, y los que hemos jugado, y los que sabemos, y los que hemos estado en los sitios, salvo alguno que es dejado para todo y que es frĆo como persona, pero todos los demĆ”s, sabemos que esta vida no la vive cualquiera, somos libres desde que somos jóvenes, tenemos dinero desde que vamos al extranjero, que un pelotari de mano no va, nosotros sĆ, ven mundo, te tratan como un artista, tambiĆ©n te tratan como un sinvergüenza, pero Āæy por quĆ© tienes que pensar en sinvergüenza? Te tratan como un artista, hemos sido felices, nos hemos hermanado entre nosotros, no hay nadie mĆ”s que ir a nosotros, hoy cuando tĆŗ y yo vayamos ahĆ al balda, nos va a saludar la gente, y la gente que no hemos visto en 10, en 12, en 20, en 30 aƱos, nos va a dar un abrazo y se va a acordar de que aquel dĆa le dejaste dinero porque no tenĆa para la gasolina, que no pudiera jugar, otro que llevó a su hijo, yo a todos los de mi Ć©poca, he visto a sus hijos nacer y los he tenido a muchos en brazos, para mĆ eso es mi familia, mi vida, mi modus vivendi, entonces, si volverĆan a nacer, Ā”pelotari! ĀæQuĆ© libro me recomendarĆas para hacer el abrazo? Pues si eres pelotari, si vives este mundo, ojalĆ” no hay player, pero yo tengo varios que me gustan mucho, que es Biden, que es de la supervivencia, de los que en los Andes se caen, tengo otro que es Alejandro Dolina, de un argentino, cartas marcadas me parece que es, pero, para la entrevista que estamos haciendo, yo, si alguien ha vivido los 80, si alguien ha vivido los 90, y si ha sido pelotari anónimo, Ā”jaya no hay player! Este libro, famoso, que tengo en las manos, es una portada muy bonita, con una cesta, el casco, las camisetas de Dania, con su colorido, Āædónde se puede conseguir si alguien que no se escuche dice, bueno, pues oye, ya me han traĆdo las ganas de leerlo? Pues en Elcar, en todas las librerĆas de Elcar, y en cualquier librerĆa que estĆ© asociada a Elcar, de cualquier pueblo, es, pedidlo, y le llega, si lo quiere ya firmado por mĆ, pues que localice por el Facebook, o por algĆŗn sitio, o cuando vea esta entrevista con que pongo mensaje, yo intentarĆ© localizarle, pero en todas las librerĆas de Elcar estĆ”, y en todas las librerĆas que estĆ”n asociadas, que no son Elcar propiamente dicho, tambiĆ©n lo estĆ”n consiguiendo, porque sĆ© yo que hay gente que ya lo ha conseguido. ĀæTe has planteado una segunda parte, o darle otro aire, o recurrir otra vez a tu pasado para decir, bueno, quiero aportar esto a algo mĆ”s? SĆ, despuĆ©s de leer esto, hay mucha gente que me ha dado la enhorabuena, que se han puesto, se emociona mucha gente al leerlo, y me da pena, me da apuro decirlo, porque ya os digo que no soy egocĆ©ntrico, sĆ soy un artistilla, un tĆo que le gusta estar en el sitio, pero no, pero no soy egocĆ©ntrico ni chulo, y me han dicho que estĆ” muy bien, y muchos me recomiendan que tengo que escribir otro, y que tengo que escribir otro, y ya me han soplado varios que de anĆ©cdotas, que serĆa la bomba. Pero claro, lleva mucho tiempo, porque para escribir una cosa mal, o para escribir una cosa pobre, o por publicarlo, no, pues tendrĆa que estar cuatro o cinco aƱos recopilando y luego dedicĆ”ndome a algo. Ha habido algĆŗn purista, algĆŗn colega tuyo que te haya dicho, Alonso, la mierda, estĆ”s hablando de estos temas de realismo sucio que llaman en la literatura norteamericana, estos pasajes que dices, esos pisos sucios de grasa, esa gente y tal, eso no lo tenĆas que haber contado, te ha dicho alguien? No, no, no, y digo yo, digo yo, que alguien sĆ habrĆ” pensado, que igual no era la persona indicada para escribir un libro de Hayalai, sĆ habrĆ” alguien, pero no, no, no, es al contrario, he recibido mensajes, que luego los vamos a oĆr tĆŗ y yo a solas, dĆ”ndome la enhorabuena, y dĆ”ndome las gracias, y muy bien, y aparte, hay una cosa que lo dice solo. Yo hice una tirada de 500 libros y voy por cuatrocientos y pico, y estoy casi convencido que voy a tener que sacar la segunda edición, con lo cual, y luego aparte, no hay mala fe en lo que cuento, primero, en mi vida, yo la vivĆ asĆ, y nadie me ha recriminado, aunque puedo entender que tenga cada uno su opinión y diga, pues no, eres tĆŗ el que mĆ”s, pues bueno, pero es que yo llevo tambiĆ©n cuarenta y pico aƱos en este deporte y lo he vivido, tĆŗ lo has vivido de una manera diferente, y yo lo he tenido que vivir de otra. Alonso, yo te quiero dar la enhorabuena, porque sĆ© lo difĆcil que es ponerse delante de la pantalla, o delante de un folio en blanco, y plasmar tus vivencias, y contarlo bien, porque esa es otra cosa, tienes la habilidad de contarlo bien, que no es fĆ”cil, por lo tanto, te agradezco tu esfuerzo, este trabajo de autor que has hecho, y yo te animo a que sigas, y como no, darte las gracias por haber venido aquĆ, a este podcast de ChikChak, y agradecerte en el alma tu entusiasmo, tu cariƱo por la modalidad, y que sigamos echando para adelante, y a los que nos escuchĆ”is en este episodio, y en anteriores, y mĆ”s que vendrĆ”n, porque al final, como Alonso, no hay otro, seguramente, como Alonso no vamos a encontrar otro, pero sĆ hay personajes interesantes, y no necesariamente gente que ha tenido mucho juego, porque yo suelo pensar que ese libro tan maravilloso que estĆ” aquĆ, que sacó Miguel Ćngel Bilbao, que apunta a los profesionales de la especialidad, en el que estamos aproximadamente 3500, y la gran mayorĆa no han sido figuras, pero cada uno de ellos, lee su trayectoria, y si podemos rescatar historietas como esas, en la actualidad, pues yo al menos me doy por satisfecho. Muchas gracias a ti, Juan Ignacio, por haberme ayudado con el prólogo, por invitarme a venir aquĆ, y por que eres encantador. Vale, espero que os guste. SubtĆtulos realizados por la comunidad de Amara.org
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