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Listen to #1 - Bea : Ser madre joven dicen by Tiphaineoz MP3 song. #1 - Bea : Ser madre joven dicen song from Tiphaineoz is available on Audio.com. The duration of song is 48:09. This high-quality MP3 track has 723.329 kbps bitrate and was uploaded on 23 May 2024. Stream and download #1 - Bea : Ser madre joven dicen by Tiphaineoz for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
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Bea, a proud mother of three, shares her story of early motherhood and the challenges she faced in her professional career. She discusses the unexpected pregnancy of her first child and the fears and anxieties that came with it. She also opens up about the two miscarriages she experienced. Bea emphasizes the importance of communication and support within relationships and from family and friends. She reveals that she is still dealing with unresolved emotions from her early motherhood experience, which has affected her relationship with her eldest child. Overall, Bea's story highlights the strength and resilience of women facing traumatic circumstances. ¡Buenos dĂas a todos! Hoy recibimos a Bea, una madre orgullosa de tres hijos. Una mujer internacional, autĂłnoma y en el cliente. Desde bastante joven. A quien el tema de la matalidad llegĂł temprano, en el inicio de su carrera profesional. A travĂ©s de su historia descubriremos como una mujer puede encontrar forzas inesperadas para enfrentar sudencias traumáticas. Bea nos comparte como fue tener su primer hijo, a una edad temprana, sin estar preparada. Y los sentimientos de miedo y ansiedad sobre el futuro que esto genejĂł, tanto en su joventud como en la de su esposo. Y las implicaciones para su carrera profesional tambiĂ©n. En su valiente testimonio, Bea tambiĂ©n nos habla de las dos pĂ©rdidas por aborto espontáneo que sufriĂł. Su historia no solo añade una piedra más a la edificio del entendimiento y la empatĂa, sino que tambiĂ©n nos recuerda la importancia de la comunicaciĂłn y el apoyo. No solo dentro de la pareja, pero tambiĂ©n del entorno familiar y amical. Ahora, sin más preámbulos, os dejo escuchar el escrito yo, una historia de maternidad y de residencia. Hola Bea. Hola Liz. Gracias por venir, contarme tu historia. CuĂ©ntame un poco, bueno, cĂłmo te llamas, tu edad y cĂłmo está tu hogar. Me llamo Beatriz, vivo en Madrid ahora mismo. Tengo tres hijos y tengo 33 años. Mi carrera profesional se ha desarrollado en Londres, hice finanzas y me he desarrollado principalmente en la industria de moda y lujo. Y luego, cuando ya llevaba casi 10 años viviendo fuera, me vine a España, cuando en ese momento tenĂa dos hijos. Y ahora estoy aquĂ trabajando de freelance con mis tres niños en Madrid y un poco disfrutando de la vida. ÂżY tu marido? Mi marido es un pack. Entonces yo cuando digo nos, es Ă©l y yo. Mi marido ha sido absolutamente instrumental en apoyar mi carrera y yo la suya. Y somos un equipo. ÂżY cĂłmo has conocido a Rafa? ConocĂ a Rafa dos meses antes de irme a Londres. Era mi Ăşltimo año de carrera. Pura casualidad, Ă©l era uno de los mejores amigos de mi cuñado. Siempre mi cuñado me lo intentaba meter con calzador. Me da muchĂsima pereza. Mi marido era siempre haciendo chistes y yo no lo aguantaba. Y un dĂa, por fin, tuvimos una conversaciĂłn un poquito más profunda. Y ahĂ empezamos a salir muy rápido. Yo me mudĂ© a Londres. Tuvimos la tĂpica conversaciĂłn de quĂ© vamos a hacer. En mi cabeza pensaba que se acababa. Llevamos dos meses saliendo y Ă©l... ÂżPero cĂłmo me dices eso? Yo no quiero perder el tiempo. Bueno, seguimos, seguimos. Es un poco por inercia. Seguimos saliendo. Él me siguiĂł. Él se mudĂł a Londres un año despuĂ©s. Y prometimos. Cuando llevábamos muy poco tiempo saliendo, no llegaba un año. ÂżTe pidiĂł Ă©l? Me lo pidiĂł Ă©l. Mi marido es bastante pionerillo. Entonces me lo pidiĂł Ă©l y aquĂ seguimos. ÂżY cuándo entrĂł la idea de tener hijos? Pues no entrĂł. Nosotros a mĂ me habĂan vendido un poco la historia de tener hijos. Era algo complicado. Ya venĂa preparada como esa historia generacional de... No estĂ©s demasiado que luego cuesta un montĂłn. ÂżAh, sĂ? SĂ. Y eso que yo tenĂa en mi casa con 25 años. ÂżPero por quĂ©? ÂżYa en tu familia habĂa problemas de partida? A mi madre le costĂł mucho tener a mi hermano, pero tampoco le costĂł mucho tenernos a nosotras. A mi hermana y a mĂ. Entonces, no. Yo nunca habĂa contemplado el tema de la fertilidad en ese momento. Me quedĂ© embarazada muy rápido. No me tendrĂa que haber quedado embarazada despuĂ©s porque yo creo que tanto Ă©l como yo Ă©ramos muy fĂ©rtiles, Ă©ramos muy jĂłvenes. Y llegĂł Fausto. Fausto es mi hijo mayor y llegĂł muy rápido. ÂżPero entonces no utilizabas contracepciĂłn? SĂ, sĂ lo utilizábamos. Estábamos reciĂ©n casados. Yo me fui de viaje a un viaje de negocios. VolvĂ y fue el tĂpico dĂa de... Uy, pues no tenemos tal no sĂ© quĂ©. Y yo estaba acabando las reglas. Es que no se me pasĂł por la cabeza. PodĂa haber posibilidad de embrazo. De hecho, entonces, claro, pues no tuvimos cuidado. Esa Ăşnica vez, porque es que es la Ăşnica vez que pudo haber sido. Y a las ocho o nueve semanas de ese momento nos fuimos a nuestra luna de miel porque tuvimos que retrasar la luna de miel por temas de viajes mĂos. No pudimos irnos despuĂ©s de la boda más que unos dĂas a Sicilia. Entonces me voy a la India con mi marido un mes y yo vomitando por las esquinas. O sea, vomitando en el aviĂłn. Vomitando el primer dĂa. Vomitando toda la semana. Yo me encontraba fatal. Estaba hinchada, me veĂa feĂsima, llena de granos. Y mi marido pensando... Uf, me he casado con ella. Y en dos meses me ha cometido en un ojo. Está engordando, tiene granos, está siempre de mal humor. Ni un vaso de vino se toma porque todo le sienta mal. El pobre se estaba diciendo... ÂżDĂłnde tiene la burra? Pero este momento no tenĂas ni idea de que... No se me habĂa pasado por la cabeza. No se me habĂa pasado por la cabeza. Me sentĂ sĂşper hinchada. Encontrarme fatal. O sea, fatal. Pero a mĂ me encanta tomarme el vino con las comidas y tal. Y además se daba mi luna de miel y yo iba emocionada. Es que no podĂa ni oler el vino. Y no podĂas comer nada. Todo me sentaba mal. Incluso la pizza. TenĂa ganas de vomitar todo el rato. Y ya el Ăşltimo dĂa me sienta y me dice... Mira Bea, Âżalgo te pasa? Tienes que ir a hacerte un test. Ah, fue Ă©l que ha pensado que a lo mejor... Yo todavĂa no... O sea, yo estaba enferma. Yo me habĂa puesto enferma. Entonces me voy a por el test en la India. Entonces, claro, yo voy ahĂ a la tĂpica farmacia, que es como un chiringuito. Y estoy diciendo, en plan, one five minutes. Llego al hotel y un positivo. Como un camiĂłn de bomberos. O sea, sĂ. O sea, no tuve ni que esperar, obvio. Pero... ÂżMe voy a estar enferma? Ah, entonces en ese momento pues colapso. O sea, pasĂ© mucho miedo. No en un momento que me di cuenta. En los meses despuĂ©s. Principalmente por miedo a mi carrera profesional. Y era tambiĂ©n mi entorno. Gente cercana a mĂ. Un latido confiaba. Estaban mis padres, pues estaban encantados. Bueno, mi madre. Mi padre no estaba encantado. Pero mi madre estaba encantada. Todo el mundo me decĂa que mi carrera profesional se iba a ir al galete. Y por eso tu padre estaba enfadado. No, mi padre estaba enfadado porque tenĂa un máster en Harvard. Entonces, como mi hijo iba a nacer en abril, le tenĂa que volverse antes de su máster. Tener un nieto no le podĂa... O sea, no habĂa mucha ilusiĂłn. Era como, justo me voy a Harvard, y en tres meses quedan enfadados. ¡QuĂ© horror! De hecho, no llegaron al parto, porque irĂa a luz justo cuando yo estaba en el aviĂłn volviendo. Pero vamos, que no. Estaban encantados con tu nieto mayor. AsĂ que sĂ. Estabas más un miedo por tu carrera profesional que realmente un miedo de ser madre o de... Vamos a ver, como los cinco. No tenĂa ni idea de lo que era ser madre. Ni idea. Entonces, ahora que tengo tres, sĂ tendrĂa miedo de ese momento. Como no sabĂa lo que era ni cĂłmo iba a ser, no tenĂa miedo a esa parte. Y fue muy quĂmico, Mario, tampoco. Ahora, sabiendo lo que sĂ©, y si una chica me dice que con 25 años viendo a Londres saque a embarazada a su primer hijo, dirĂa, uf, la que te viene. No por su carrera profesional, pero todo lo demás. La falta de apoyo, la soledad, que es muy interesante, la soledad que se siente especialmente cuando tienes hijos tan jĂłvenes. Yo tenĂa miedo por mi carrera profesional. Que ahora mismo, con muchĂsimo orgullo, digo que si quieres, lo puedes luchar. No es fácil. Lo que tienes que saber es que no puedes hacerlo todo a la vez. Me explicĂł. O sea, yo no sabĂa lo que iba a pasar. Pero de forma orgánica, yo elegĂ entre las tres dimensiones de la vida de cualquier persona, la familia, la carrera y la parte social, una se cayĂł. Y de la parte social, yo me tuve. Siete años desde el embrazo, más o menos. O sea, seis años sin casi ver amigas. O sea, las amigas que veĂa, las amigas que venĂan a mi plan, que iban conmigo al parque a las 10 de la mañana un sábado, que venĂan a casa a cenar, que amigos de raza en concreto que se portaban mejor que mis amigas. Y nos invitaban con Fausto. O sea, nos invitaban a copas con Fausto. TambiĂ©n nos invitaban, aunque Fausto la acabase liando, pues un poco les daba igual. Pero en ese aspecto, era la gente que nos aceptaba con el pack que Ă©ramos. Fuisteis los primeros a tener un hijo. Fuimos los primeros inconscientemente, además, ni me lo digo, nos pagábamos todo. Nuestro cĂrculo era incapaz de entender la responsabilidad que habĂamos adquirido tan jĂłvenes. Y eso conlleva muchĂsima soledad. Es probablemente esa Ă©poca, es probablemente la que más heridas ha dejado en mĂ. Que ahora ha dejado más trauma. Y que está empezando a salir ahora. Por un montĂłn de razones. Por haberle tenido muy pronto, por haberme sentido muy sola. En ese momento, no podĂas poner palabras en tu malestar. Te has dado cuenta solamente ahora. Me he dado cuenta hace muy poco. Por temas diversos. EmpecĂ© a ir a una terapeuta profesional por un tema personal y ha salido esto como un trauma. Y me he dado cuenta yo. DespuĂ©s de haber hablado con ella de muchas cosas, esto ha salido. Y es lo Ăşnico de lo que me cuesta hablar. Con lo cual significa que tengo ahĂ bagaje que todavĂa no he deshecho las maletas. Por alguna razĂłn. O sea, no sĂ©. Y está afectando mi relaciĂłn con mi hijo mayor. Hay un poco más de quizás rancor. SĂ. Mientras que con los otros dos soy una madre absolutamente excelente. Y con la pequeña más, pero porque soy una madre que tambiĂ©n tiene más experiencia. Y con el mayor tengo sentimientos encontrados. No contra Ă©l. No es su culpa. No, no. Obviamente. Con la situaciĂłn que yo vivĂ. La mejor forma de describirlo es no he deshecho las maletas. Y las tengo ahĂ. O sea, es un procrastination como yo os mandáis. Lo tengo ahĂ, me hace daño, no puedo hablar del tema. He metido las maletas hechas, o sea, con la ropa, en el hangar y lo he cerrado. Pero entonces, aunque habĂas, bueno, como dices, puesto esas maletas atrás durante los dos otros embarazos Âżnunca tuviste este miedo de sentir la misma solitud? Nada. No. No. ÂżPorque era otra Ă©poca? ÂżPorque ya tenĂas muchas más amigas o muchos más familiares que están más cerca? No. Yo creo que con mi hijo mayor no era solamente la soledad. Era el miedo a perder la casa profesional, miedo a perderme una etapa, miedo a perder una etapa de juventud que perdĂ. Me casĂ© y enseguida me puse a tener hijos. Entonces hay una etapa con mi marido que me siento que he perdido. Y yo tambiĂ©n lo siento a su manera. Entonces es un poco... No quiero que pase el tiempo y cuando de repente tenga 45 o 50, de repente tengamos una crisis de me he perdido una etapa muy importante en mi vida que no he venido por esto, Âżno? Y yo sĂ© que con los segundos eso no iba a pasar porque ya tenĂa el primero. Entonces no cargan con esa culpabilidad. En cambio, el primero fue el que lo rompiĂł. Es un tema que yo tengo que trabajar para no sentir ese rencor hacia un niño que no tiene culpa. No, no, claramente. Y es muy diferente de tu parte de darse cuenta y de hacer lo que hace falta para que Ă©l no lo sufre. Una cosa es darse cuenta y otra muy diferente es saber remediarlo. O sea, saber aprender a utilizar las herramientas para que Ă©l no lleve el peso de la sensaciĂłn que tiene su madre de que se ha perdido una etapa por su culpa. Entonces sĂ, el rencor es más contra Ă©l que contra la gente que no supo apoyarte en ese momento. Y ese es el problema porque en realidad la culpa la tienen las circunstancias. Que tampoco es culpa de mis amigas. Pero si llego a estar en Madrid a lo mejor y a tener más apoyo a lo mejor no habrĂa tenido esa sensaciĂłn de pĂ©rdida. No sĂ© si me estoy explicando, pero el problema es que lo acaba pagando el niño por mi falta de encuentro, por mi falta de gestiĂłn de esas emociones. Es muy interesante porque es verdad que al final muchas veces en la vida te dicen, bueno, hay la carrera, la boda y luego los niños. Pero realmente nunca piensan a preguntar cĂłmo te sientes en este momento. Es cĂłmo ves las prĂłximas etapas. Luego es una evoluciĂłn. Especialmente en la etapa de la maternidad conlleva una evoluciĂłn madurativa muy compleja. Y mucho es autodidacta. Evidentemente es cuando tienes los hijos que maduras. Pero en fin, tienes que estar preparado para ello. Y yo cuando me llegĂł el primero no estaba preparada. No lo estaba. Bueno, es que además fue sorpresa completamente. Claro. Que a lo mejor hubiese tenido primero un aborto y luego hubiese tenido un niño habĂa sido más agradecida. O por lo menos solamente la decisiĂłn de decir, pues ya quiero empezar a tener un hijo. Al final nunca lo habĂais comentado porque no lo habĂamos hablado. No lo habĂamos ni hablado. Fue un poco eso, el shock de al final no haberlo previsto, no haberlo ni hablado ni estar más o menos preparada en el tema. Me imagino que sĂ, lo tenĂa como un poco el down the line tendrĂ© hijos. Justo, justo, fue exactamente eso. Entonces los segundos no llevan ese bagaje. SĂ© que le pasa a muchas mujeres de formas diferentes, pero sĂ© que a muchas mujeres porque algunas no se reconocen, pierden su cuerpo porque sufren tanto en el parto que no puede que rechacen a niños. SĂ© que esto no es algo que me ha pasado solamente a mĂ. SĂ© que pasa a más mujeres. Pero en mi caso eran las circunstancias. Y entonces tengo que manejarlo muy bien con mi pareja para los dos sentirnos como que no nos hemos perdido una etapa, que pasa raro. Ahora lo estamos trabajando, ya no nos quitamos ningĂşn viaje y dejamos a los chicos con el servicio más contentos que contentos porque sabemos que ya hemos hecho nuestros deberes. Ya hemos estado con ellos mucho tiempo y ya hemos brincado un montĂłn y ya hemos estado en Londres solo fin de tras, fin de tras, fin de tras, fin de tras. AsĂ que ya podĂ©is disfrutar un poco más. Pero es que la gente ahora quiere pasar el tiempo con sus hijos. Me parecĂa sĂşper bien. Yo lo voy a pasar cuando quiera y si no me voy a ir a viajar con mi marido. QuĂ© bien. Pero volviendo al embarazo, el embarazo luego se pasĂł bien. Tuviste, entonces, no sĂ©, durante los primeros meses y luego... SĂşper. Con mi primer hijo en los primeros tres meses francamente mal. Y luego ya cuando ya pasa el cuarto mes, muy bien. Yo tenĂa, claro, yo tenĂa 26 años. Yo era un gitano. El niño saliĂł sĂşper grande, sĂşper fuerte. Yo no engordĂ© absolutamente nada salvo la tripa. O sea, es que era, parecĂa un chupachurri. Era literalmente un palito con una bola. Entonces, Âżnatural? Fue natural. Eso fue un poco desastre porque mi hijo es, el mayor es enorme, no sĂ©, casi cuatro kilos y saliĂł muy rápido porque yo tambiĂ©n estaba muy fuerte y tuve un desgarro de 14 puntos en todas las direcciones. Entonces, luego cuando he tenido mis otros dos hijos, me he dado cuenta, me he dado cuenta de la salvajada que fue el parto de mi primer hijo. Pero en ese momento me pareciĂł bien. Es verdad que no me pude sentar las anteriores semanas. Pero estaba, lo han provocado o han venido naturalmente. LleguĂ© al due date y yo que soy una persona particular, dije, hoy sales. Hoy sales, hoy es el due date y no estoy un dĂa más con esta bola adentro porque no puedo. Entonces me puse a andar, salĂ a las diez de la mañana, lleguĂ© a las tres, ya me encontrĂ© que habĂa que llamar a mi marido para que me viniese a recoger y me puse morada. Porque luego decĂa mi pobre marido, ven a recogerme que me dolieran los pies. No me dolieran los pies, me doliera todo. Entonces me vino a recoger y me llevĂł al corte inglĂ©s y nos encontramos con una amiga de mi suegra y me acuerdo que me mira y me dice, mira, creo que vas a ver la luz en una hora. Y me dice, es que tiene la cara como un poco descompuesta. A mĂ me doliera todo. A mĂ me doliera la tripa, me doliera la pelvis, me doliera todo. ÂżPero tĂş y tu hermana andando en corte inglĂ©s? Tranquila. Me doliera el cuerpo o ya llevaba nueve meses de embarazo. Entonces me voy a casa, a las dos horas ya empiezo a tener contracciones, pero no me doliĂł mucho, pierdo el tapĂłn y me llevo al hospital. Pero mi marido me lleva al hospital como quien va a comprar el pan. Y ahĂ ya cuando llegamos al hospital me dicen, no, ya estás de dos centĂmetros, esto tiene pinta de que va a ir rápido, quĂ©date un ratiz o tal. Entonces me quedĂ© ahĂ a las seis, me quedĂ© dormida porque me pusieron una epidural, necesarios, y no sentĂa dolor. Y a las seis horas lleguĂ© a la madrona y tal cual, me despierta, me dice, oye, que te he visto y tienes estas ya, estás ya, vas a salir. Y claro, me quedo ahĂ, no me di nombre, sĂ. IncreĂble. SĂ, yo tuve mucha suerte. Fue dos empujones y el niño saliĂł, creo que saliĂł como un escopeto, o sea, madre mĂa, o sea, y ahĂ Ă©l detrás. Fue un parto un poco descontrolado. Y nada, y Fausto naciĂł grande, hermoso, guapo, porque mis otros dos hijos han nacido más sufridos, pero mi hijo mayor saliĂł como sonriendo al mundo. Entonces, fue un parto difĂcil y no has podido sentarte durante dos semanas, pero para ti era perfecto, Âżno? SĂ. O sea, para mĂ, yo lo veĂa como una experiencia maravillosa y no tenĂa comparaciĂłn. O sea, pensaba que eran los partos y punto. Claro, luego tuve a mi segundo hijo y a mi tercera hija que nacieron los dos sin epidural porque yo tengo un poquito de escoliosis y cuando tienes escoliosis a veces no entra bien la epidural, especialmente con la Ăşltima. La Ăşltima fue a pelo. Fue una experiencia horrible. Pero el parto a pelo es mucho más sano para el cuerpo. O sea, en definitiva, mi tercera hija es con la que más rápido me he recuperado. Bueno, era más pequeñita, o sea, eran seis kilos, no era un bebĂ©. Al sentirlo todo, yo creo que tu cuerpo se prepara para empujar diferente y hay menos desgarros. De hecho, tuve un punto como simbĂłlico. Porque por facto te habĂan puesto la epidural y entonces no sentĂas nada durante... Nada, ni nada. AsĂ que, aunque tuviste 14 puntos, al final tampoco has sentido nada durante este momento. Nada, nada. El parto en sĂ, sĂşper fácil. El posparto, más complicado. El posparto, más por la relaciĂłn con tu cuerpo o tambiĂ©n un poco el... A ver, con Fausto era tan joven que mi cuerpo se recuperĂł... Bueno, yo despuĂ©s de todos los partos me he recuperado muy rápido. Ahora, para mĂ la recuperaciĂłn y sentirme bien ha sido muy importante y yo decidĂ recuperar el pecho por razones personales porque mi cabeza era lo que funcionaba en ese momento y no me arrepiento absolutamente nada. Mis hijos no han necesitado más que leche de fĂłrmula, han nacido grandes, fuertes y han... O sea, los dos primeros que tuvieron reflujo, la Ăşltima... O sea, es que perfecta. Entonces, la recuperaciĂłn empezaba el dĂa que salĂa el bebĂ© porque el tema... Bueno, las hormonas tardan mucho en regularse pero yo no tenĂa esas subidas y bajadas que tienen las mujeres lo que sĂ que sufre es el cuerpo, las varices, que no he tenido muchas pero sĂ que he tenido especialmente con la tercera, la tripa, la tripa se te deforma. Y el pecho, aunque no les dĂ© el pecho, baña muchĂsimo. Cada vez se hincha un montĂłn durante el embarazo, luego se hincha tambiĂ©n durante el posparto y luego no es igual. Entonces yo... Antes sĂ que juzgaba mira, estas que se han operado tal... No, yo ahora no juzgo. O sea, una vez que tienes un bebĂ©... Normal es esperar a que tengas todos pero una vez que tienes un bebĂ©, si quieres arreglarte la tripa o hacerte cualquier cosa, haztelo. Es que tu cuerpo ha cambiado y en formas que tĂş no puedes controlar. Entonces te dejas de reconocer. ÂżY te costaba aceptar este nuevo cuerpo? Me costaba aceptar que no tenĂa control sobre el cambio. Ese es el tema. No tenĂa control sobre el cambio y eso es... Ahora que empezamos a envejecer hay veces que yo salgo en fotos y no me reconozco. Hay veces que sĂ y hay veces que no porque es muy duro eso verte y de repente decir que no soy esa persona. ÂżNo? Pero en esa Ă©poca dices que tenĂas mucha disciplina asĂ que te has puesto a hacer deporte a tope desde... ÂżHas quedado rápido para intentar recuperar tu cuerpo? SĂ. Me puse a hacer deporte muy rápido en todo lo que son las partes externas. La tripa, los brazos, las piernas... O sea, el tema genital es más complejo. Especialmente despuĂ©s de mi primer parto he sufrido mucho ese tema porque todo cambia. Todo se estira mucho o se rompe y entonces la recuperaciĂłn como no es visible es muy difĂcil. Yo despuĂ©s le expliquĂ© a muchas amigas mĂas cosas que podĂan hacer o cosas que no tenĂan que hacer para intentar evitar el daño. Pero eso te cambia. Te cambia para todo tu vida. ÂżTe cambia en quĂ© sentido? ÂżEn relaciones sexuales con tu marido? SĂ, las relaciones. ÂżY en quĂ© sentido te cambia en relaciones sexuales con tu marido? SĂ, en relaciones sexuales pero tambiĂ©n en tu dĂa a dĂa de ir al baño. Gracias a Dios, no. Yo he podido ir al baño y controlar la orina pero tengo amigas que no. Yo, despuĂ©s de falso durante muchĂsimos años no pude aguantar el tampĂłn. Y eso fue bastante dramático. Luego, con mi segundo hijo el tema el cirujano con el que naciĂł me lo arreglĂł un poquito. NaciĂł Felipe y aprovechĂł para arreglar un poco el destrozo que habĂa y desde ese momento sĂ que aguantĂł los tampones. Pero a esa Ă©poca tĂş no tenĂas idea de que no eran algo normal. Me di cuenta enseguida. Fui a ver a un mĂ©dico y fui, o sea, era muy vocal sobre lo que me estaba pasando porque es bueno porque es muy difĂcil por muchas mujeres de hablar de lo que le está pasando y de pensar que quizás no es normal. Yo fui sĂşper vocal. Además, yo fui muy vocal incluso con mi pareja. Le dije, como esto ha sido asĂ, tĂş y yo tĂş tienes ciertas necesidades y yo tambiĂ©n y las mĂas no se están cubriendo. AsĂ que o hacemos algo o esto no funciona. Entonces, con el tiempo, gracias a Dios, el tiempo cura mucho y hay muchas cosas que puedes ir utilizando. Te puedes informar, te puedes ir a ver a especialistas, te puedes ir a ver a sexĂłlogos. En mi caso, solo necesitĂ© ir a ver a un especialista y te va ayudando. Pero no vuelves a su estado. No vas a ser claros. En mi caso, no ha vuelto. Pero entonces, todo lo que es de luego despuĂ©s del parto de recuperar tu pelvis, eso no ayudĂł en ese momento. TenĂas que ver a alguien más. Es que era muy jovencita y no sabĂa lo que tenĂa que te dicen. Hace ejercicios hipopresivos. No sabes lo que es un ejercicio hipopresivo. Es un proceso de aprendizaje. Luego ya yo he ido avisando a mis amigas. No vas a ver un mĂ©dico especĂfico que te explica cĂłmo hacer esa recuperaciĂłn. Ahora, yo recomendarĂa a mis amigas que sĂ. Ah, yo pienso que en Francia se hace Pues yo no lo hice. Yo me fui a donde es tan tranquila y como era la Ăşnica con diferencia que tenĂa hijos, la Ăşnica otra que tenĂa era una amiga marido. Y no podĂas hablar con amigas de esos temas. Claro. Yo avisĂ©, por ejemplo, a mi hermana que su hija naciĂł un año y algo despuĂ©s y ella iba más preparada. Pero yo me las he comido dobladas. Entonces, eso fue sĂşper duro. Bueno, entonces despuĂ©s de este postpartum difĂcil que explicabas antes que lo has pasado un poco solita. Lo más complicado para mĂ de haber tenido hijos es y voy a decir algo duro, la falta de empatĂa de mi cĂrculo social. Y me ha hecho en ese momento. ÂżVale? Yo estaba con 26 años en casa con un bebĂ©. Pero la gente no tenĂa ni idea. No, no. TambiĂ©n mi cĂrculo social era poco, no todas, Âżeh? Porque muchas de mis amigas en esa Ă©poca por los años me han llamado y me han pedido perdĂłn. PerdĂłn, no fui buena amiga, tal, no sĂ© quĂ©. Otras no, otras están tranquilamente y han dicho, ah, de esa Ă©poca te toca. Ahora, la Ăşnica consecuencia de eso es que yo me he vuelto muy dura con esa gente. Y a mĂ ahora cuando esa gente me cuenta sus problemas te lanzo una pared de ladrillo. O sea, no me cuentes tu vida que tĂş cuando tenĂas que empatizar conmigo porque la personalidad no ha cambiado. Y no estamos en un momento en el que ya llevas entre 4 y 5 años viviendo en el extranjero, trabajando, entonces ya se supone que tienes algĂşn tipo de responsabilidad moral con tu cĂrculo, Âżno? Y entre ello, tus amigas. O sea, estoy diciendo que vayas a ver a tu amiga todas las semanas, pero un mensaje, un no te preocupes, un pues voy a andar contigo y damos un paseo. Y ahĂ fueron mucho más empáticas mis amigas rocajones. Ellas me venĂan a ver un montĂłn. ÂżPor quĂ© piensas que ellas están más al tanto de realmente la soledad de la nueva madre? Creo que al estar en Londres ellas tenĂan más apoyo familiar y tenĂan una rutina familiar a lo mejor más sana. Mis amigas que estaban de expats se habĂan vuelto tremendamente egoĂstas y era todo salir, horrible. Y eso que yo salĂa con mi marido un poquito porque al final no podĂamos salir tanto con un bebĂ©, pero era un entorno bastante tĂłxico. Además, la vida pone a todo el mundo en su lugar. O sea, ahora mismo tengo tres hijos, mi hija pequeña está saliendo ya del hoyo, prácticamente no usa pañal, come comida normal, entonces yo ahora estoy en un momento jovencĂsima, que es muy probable que no tenga más hijos y estoy disfrutando muchĂsimo de ellos. O sea, mi hijo mayor va a esquiar con mi padre. Eso es sĂşper guay. Y luego, otra cosa. Lo que estoy pasando ahora y la energĂa que tengo es un 60% de la energĂa con 26 era un titán. Cuando digo un titán es que tengo la energĂa de un titán. Cuando digo un titán es que de verdad, es que podĂa hacerlo todo. Me sentĂa como que podĂa hacerlo todo. No me cansaba ni la mitad. Y fue por accidente. O sea, no lo hicimos ni merdido, no lo hicimos a propĂłsito. Lo hicimos porque nos saliĂł el primero y luego ya cuando el primero cumpliĂł dos años fuimos a por el segundo. Entonces es asĂ que habĂ©is decidido intentar llegar por el segundo. Eso fue una experiencia muy dura. Me quedĂ© embarazada muy rápida. Me quedĂ© embarazada. Pasan dos meses, me encuentro relativamente mal. Yo viajaba mucho. No recuerdo ir a un viaje ya de como 10 semanas o 11 semanas. Me fui a un viaje a Nueva York. Vuelvo y vuelvo a Madrid a los dos dĂas y me pongo a sangrar. Un sábado por la mañana. Un sábado por la mañana a las 8 de la mañana. Además, cuando digo sangre es no un marrĂłn. Sangre. Yo pensaba que era un sustito. Entonces, no tenĂa con quiĂ©n dejar a Fausto y me dice Rafa pues no puedo ir contigo porque estoy con Fausto. Entonces, me digo no te preocupes voy al hospital y que me miren. Entonces, me voy sola. Me subo al bus. No voy al hospital, en bus. Voy sola a hacer la cola llena de borrachos, gente drogada. Yo solita. Me ingresan y a las dos otras me dicen que no habĂa latido. Yo, por supuesto, absolutamente destrozada. Y llamamos a amigos para ver si se podĂan quedar con Fausto porque todos estaban dormidos. No habĂa nadie. La Ăşnica persona que me acuerdo que conseguĂa hablar con ella fue mi madre que estaba despierta y estaba al telĂ©fono cuando me daban la noticia. Nada, me dieron un legrado y me fui a casa con mis hostillas y ya. Y fue una experiencia absolutamente traumática. SĂ, eso fue horrible. Y además el pasarlo sola. Y tambiĂ©n para mi marido. O sea, mi marido. ÂżPero Rafa Ă©l no lo entendĂa directamente? No lo entendĂa. No lo entendĂa. A Ă©l le costĂł mucho empatizar porque es muy difĂcil para ellos sentir lo que es tener un bebĂ© en tu tripa y luego saber que lo has perdido. Es muy difĂcil para un hombre. Él lo intentĂł. Yo creo que para Ă©l fue duro no poder estar ahĂ porque tienes un bebĂ© en casa. ÂżQuĂ© vas a hacer? ÂżPlantearte en un hospital con un niño? O sea, al final de la tarde vino al hospital con mi hijo. Pero mi hijo tenĂa dos años. O sea, era un terremoto. O sea, si no te han acercado tienes que irte. O sea, te ingresan, te duermen y te lo hacen. AsĂ que te dan la noticia y ya... ¡Joder! SĂ. Fue sĂşper duro. Es una experiencia absolutamente traumática. Lo pasĂ© y claro, totalmente solos. Entonces yo iba a hacer estadios y lo Ăşnico que me salvĂł fue el trabajo porque aunque yo estaba destrozada te distraes. ÂżHabĂas cogido dĂas de vacaciones? Nada, nada. PasĂł un sábado y el lunes de vuelta al trabajo. SĂ. Pero con el dolor de tripa, me imagino... El dolor de tripa se repasĂł... SĂ. Bueno, con el degrado no te entresana tanto. AsĂ que sĂ, duele. Fue horrible. Además, con un montĂłn de pastillas se te dan en Antium. El segundo fue igual. Me esperĂ© unos meses, me volvĂ a quedar embarazada rapidĂsimo. Fui a Nueva York otra vez. Lo perdĂ, no me di cuenta porque hice un Nueva York, Londres, Ibiza, la de Formentera. Y yo pensaba, pues eso, y embarazadita a las dos y ya está. Entonces, en la primera boda me pongo a señalar. Mi marido no estaba. Mi marido habĂa ido directamente a la de Formentera. Pero estaba en Madrid. ÂżEstaba embarazada de...? Tres meses tambiĂ©n. ÂżTres meses tambiĂ©n? SĂ. Otra vez los tres meses. Entonces, pero yo ya ahĂ, como ya me habĂa pasado, en el momento que habĂa una mancha de marrĂłn, pensĂ©, ya estamos. Pues ahĂ mi pobre hermana que estaba embarazada, embarazadĂsima de su segundo hijo, me acompañó al hospital, esta vez me dicen que el feto es más pequeño, entonces que me haga una pastilla y me voy a mi casa absolutamente destrozada. Llamo a mi marido. En ese momento estaba out porque estaba viviendo con sus amigos en Formentera, por lo cual Ă©l no ha ido a nada. Entonces, yo tenĂa dos opciones en ese momento. O quedarme en Madrid sola porque no estaban mis padres. Mi hermana estaba embarazadĂsima. Mi marido estaba en Formentera. O cogerĂ© e irme. Es decir, en plan, you bite it and you move on. Entonces, a las siete de la mañana me pongo el alarma, me recoge mi hermana embarazada que me habĂa... Mi hermana me habĂa llevado al hospital, habĂa estado conmigo mientras me decĂan que habĂa perdido el bebĂ©, me habĂa llevado a casa, me habĂa dejado en la cama, se habĂa ido a dormir, me habĂa recogido a las siete de la mañana y me habĂa llevado al hospital, al aeropuerto, en plan, te vas a ir a la boda porque no te vas a quedar en casa llorando. Es que la alternativa es quedarte en casa llorando, sola, porque si dices que estás con alguien, vale, pero es que yo iba a estar sola, no estaba nadie, nadie. Pero cĂłmo te animas, tambiĂ©n. Iba a ser casi peor inventarme la excusa de paranoia que decir voy. Entonces fui y ahĂ eso fue sĂşper rayo. Yo me subĂ al aviĂłn llorando. Y me acuerdo que estaba en el aviĂłn mientras... AhĂ sĂ, claro, no me hicieron el grado, estaba sangrando, pero no hay forma de explicar. No te puedes poner un tampĂłn ni nada, es una compresa y cada hora te la cambias. Y me acuerdo ir al baño y salir de todo, porque me acuerdo, en el aviĂłn. Y tu cuerpo ya estaba, yo sentĂa mucho dolor, mi cuerpo estaba echando la muerte. Aterrizo, me viene mi marido, mi marido ya el pobre, estaba ya con un sentimiento de culpabilidad brutal, estaba muy contento de que haya ido a la boda porque al final es bueno. El tema es, una vez que te dicen que se ha ido, se ha ido, es que puedes llorar, pero tienes que seguir porque no puedes... Ya se ha ido, es que no hay más vuelta atrás. Entonces me vino a buscar mi marido con unos amigos que ya tenĂan su barquito y que habĂan ido desde Formentera a Ibiza a recogerme. Me llevaron a la boda y luego la boda fue maravillosa. Evidentemente no era mi mejor momento. Y luego ya fui a... Ahora viene el otro tema de mi segundo hijo. Voy a... En ese momento ya yo habĂa empezado a investigar quĂ© es lo que me pasaba, que al final era un tema de coagulaciĂłn y cada vez que me subĂa a un vuelo de dos o tres meses, se me daban microinfarctos, porque mi sangre se estresaba y el efecto no podĂa excepcionarlo. Entonces yo ya estaba yendo a un mĂ©dico muy bueno en Londres y me dijo despuĂ©s del segundo aborto no te quedes embarazada otra vez. ÂżPor quĂ© te decĂa de no quedarte embarazada? Para darle a tu cuerpo tiempo para recuperarse. Pero yo dije no voy a volver a esperar otros tres meses para volver a pasar esto. ÂżY mentalmente has hecho algo...? Porque son dos episodios muy, muy, muy duros para una mujer. ÂżHas hecho...? No, no. ÂżNo has hablado con nadie? No, no he hecho nada. Lo llevĂ© sola. ÂżLo has puesto como en la caja y...? No. Solo metĂ en una caja y acerquĂ©. Porque eso yo creo que generarĂa mucho trauma. Lo hablaba. Mi marido no soportaba que yo hablase del tema. DecĂa que estaba obsesionada pero que no podĂa pensar en otra cosa. Yo no podĂa pensar... Es tampoco... No puedo... TenĂa 29 años. Era un bebĂ©. Entonces no empatizĂł nada con... Poco. EmpatizĂł poco. ÂżAh, sĂ? SĂ. Mi marido empatizĂł poco. Porque no se habĂa enterado tanto de que ya entonces estaba esperando un nuevo bebĂ©. Claro. Yo se lo decĂa pero Ă©l no tenĂa tripas. Estaba un poco hinchada. Y para nosotros es mucho más difĂcil. Claro. Es muy complicado estar con una mujer que está siempre deprimida por el mismo tema. Es muy difĂcil. Entonces, ÂżquĂ© dice? No... No te quedes embarazada y yo vuelvo en agosto embarazada y le digo estoy embarazada, Âżahora quĂ© hacemos? Entonces ella me mira con una cara de te voy a matar. Es bastante sartĂl porque... SĂ, sĂ. El problema no era que yo no me iba, Âżno? Entonces me quedo embarazada y me enchufan a progesterona. Me dicen, por supuesto, no te muevas. Claro. Hasta que el niño no cumpla las 14 semanas no te muevas. ÂżY realmente te han dado progesterona? SĂ. Pero si era un problema de coagulaciĂłn Âżno te han dado como aspirina o algo que...? No. No, hay mucha gente... Hay mucha... Tengo cuenta que en Cataluña son bastante leyesas y me dijeron mientras no te subas a un vuelo no deberĂa haber ningĂşn problema. Entonces me quedĂ©... Me acuerdo que estaba de ocho semanas y tuvimos uno de los desfiles de Mila que era en el Royal Albert Hall y estuve todo el dĂa de pie. Estaba de ocho semanas y me puse a sangrar. Entonces me fui corriendo y ahĂ es cuando me di cuenta de un hospital, me hicieron una prueba y ahĂ es cuando por primera vez vi las maquinarias tan sofisticadas que tienen donde se puede ver el latido y entonces cuando me vieron me dijeron sĂ, hay una rotura aquĂ, hay un poquito de sangre pero el bebĂ© está bien, está aquĂ. Entonces ahĂ vi a Felipe que se le veĂa todo y tenĂa ocho semanas y ya ves como un bebĂ© con el corazĂłn latiendo y todo y me dijeron sĂ, sĂ, es que esta maquinaria es muy sofisticada y lo podemos ver. ÂżY ahĂ tambiĂ©n estabas sola? No, ahĂ ya Rafa estaba mucho más atendiente. ÂżHabĂa venido contigo al hospital para ver que todo iba bien? No, fui sola. AsĂ que has ido con mucho estrĂ©s me imagino con lo que te habĂa pasado de decir como ya no quiero escuchar una vez más. ÂżY fue la misma doctora que te habĂa dicho? No, no, era esa, sĂ, esa, esa. Y te habĂa dicho vea... SĂ, bueno, ya se ha dicho una vez que estás embarazada vamos a hacer todo lo que sea para que el niño se haga adelante. Y el niño me lo tomĂ© con mucha más calma, no viajĂ©. Entonces lo habĂas comentado en el trabajo, entonces... AhĂ sĂ, ahĂ despuĂ©s del desfile porque todos fueron a la after party y yo como estaba sangrando me fui al hospital. Entonces ahĂ sĂ que me escribiĂł mi jefa que fue muy mona en ese momento y me dijo vea, Âżno estás? Y yo no, es que me tienen que esconder del hospital. Y me dijo, Âżestás embarazada? Y dije, bueno, pues no lo sĂ©, o sea, estaba embarazada hasta esta mañana, ahora voy a ver y me dijo, no, es que no debes decirlo a nadie hasta los tres meses porque hay muchas posibilidades de aborto. Te sientes bastante sola si no lo contas a nadie. SĂ, sĂ, es que a mĂ me da mucha pena las embarazadas durante los primeros meses. Nunca puedes decir a nadie, te encuentras muy mal, tienes mucho miedo. Entonces, esos abortos naturales no los ha contado a nadie más que tus amigas a la boda y... No, mi familia lo sabĂa y algunas amigas no sabĂan. Pero, repito, mis amigas de la boda justo me sacaban varios años y entonces estaban en el momento de poder tener hijos o no poder tenerlos porque ese es otro tema. Entonces, sĂ que empatizaban un poco más, sĂ que estaban como pobres, Âżsabes? Y este embarazo, entonces, luego, perfecto. Perfecto. Pero, entonces, el embarazo de Felipe fue durante COVID. SĂ. ÂżCĂłmo los viviĂł? No, justo antes de COVID. Ah, justo antes. Se naciĂł y acababa de volver de ParĂs porque mi jefa me habĂa mandado a ParĂs. O sea, es que esto fue... Mi jefa me mandĂł a ParĂs. Entonces, estaba yo con un tripĂłn con mi equipo y... salta el COVID en la semana de la moda de Milán y las novedades estaban en pánico en plan, COVID, hay COVID por dos lados, nadie sabĂa nada y una de las compradoras llama a mi jefa y le dice, saca de aquĂ y de ahĂ porque es una infestaciĂłn de COVID donde has mandado a ParĂs y está todo el mundo asustado. Entonces, me vuelvo a Londres y ese, creo que era un sábado, pues el lunes dicen que van a declarar el saldo de alarma en España y yo llamo a mi jefa que estaba como de ocho meses y yo llamo a mi jefa y digo, me voy a España. Lo siento, yo voy a dar a luz y no me pienso dar a luz aquĂ en donde es encerrada porque en esa Ă©poca no podĂas ni ir a los hospitales. O sea, yo iba a dar a luz en mi casa. Entonces, me subĂ, cogĂ el vuelo que además era el Ăşnico vuelo que encontramos era Norwegian Airlines. Me subĂ con mi hijo mayor, que estaba en Londres, con el cual estamos en el vuelo activo en el estado de alarma. Fue el Ăşnico vuelo que no se dio la vuelta y volamos directamente a Málaga. ÂżDe verdad? Te lo prometo. Entonces, aterrizamos desde Londres y todo el aeropuerto de Málaga vacĂo. No habĂa nadie. Entonces, salimos todos a ello con mi hijo mayor y me viene a recoger mi hermana que parecĂa un buzo. O sea, venĂa con la máscara, la gorra, tal, y dice, yo te he pedido un permiso para salir de donde estamos y me necesita recoger. Entonces, me recoge, nos recogen a los tres y nos vamos ya a la casa de mis padres y ahĂ nos quedamos. Entonces, ahĂ nos confinamos y nos quedamos ahĂ. Y Rafael, cada vez que Rafael venĂa a vernos, entraba por Gibraltar y cada vez que entraba le pedĂan, claro, le pedĂan de todo. Pero Ă©l decĂa, es que mi mujer va a dar a luz y tengo que entrar. Porque Ă©l ha podido hacer con tu aviĂłn un poco de ida y vuelta. SĂ, porque en Londres no habĂan confinado todavĂa. Entonces, solo el confinamiento se hizo como en Gibraltar. SĂ, eso es lo que iba a decir. Esa semana. Entonces, y mi hijo naciĂł el 20 de abril. En Londres estaba abierto. Entonces, podĂas viajar y moverte y en España no. Entonces, cada vez que Ăbamos a por, bueno, Rafael, de hecho, solo vino cuando iba a dar a luz. Entonces, y una vez que ya habĂa luz, se quedĂł ahĂ conmigo. Y al mes, nos abrieron y ya estábamos sĂşper bien tranquilas ahĂ. Pero Âży tĂş? Entonces, estabas un poco estresada del hecho de que quizás no podĂas estar... No me preocupaba porque estaba con mi familia. ÂżSĂ? SĂ, tenĂa estrĂ©s, pero vi el panorama. Visto el panorama, es como, si tiene que entrar mi hermana o mi madre, pues que entren. Esto no... Creo que era más por Ă©l que le iba a dar pena. Bueno, pues que Ă©l llegĂł bien. LlegĂł el dĂa antes y mi segundo hijo naciĂł. Pero, ÂżnaciĂł entonces en pleno confinamiento? En pleno confinamiento. ¡Guau! De hecho, nos dejaban, o sea, la broma de mi familia era... ÂżCĂłmo funcionaba el hospital en su momento? No, porque vi a Luce en un hospital privado y estábamos solos. No, y bueno, no tienen el test, ni negativo, todo sĂşper bien. Luego, Felipe naciĂł bien, naciĂł sĂşper sanote. Me indujeron en el parto a la semana 38 y sĂşper bien. SĂ. Bueno, yo estaba con contracciones, estaba muy incĂłmoda, el niño estaba muy bajo y ya estaba como derechado a dos centĂmetros, ya estaba derechado a dos centĂmetros como una semana y media y me dijo el mĂ©dico. Y naciĂł sĂşper bien. No me funcionĂł el epidural que fue un poco follĂłn, pero el niño naciĂł bien, fácil y precioso. Y ese es mi segundo hijo. En seguida, claro, nos echaron el rapidĂsimo porque no querĂan que estuviĂ©semos ahĂ. Pero no, muy bien, y era genial porque nos quedamos tan vacĂas. Entonces, eso la verdad es que fue sĂşper bien. Bueno, quĂ© suerte porque pienso que hay otras mujeres que tienen historias que cobren de alguna manera. SĂ, hay gente que lo pasĂł peor. Pero nosotros, además fue genial, mi marido dice, bueno, mi marido lo recuerda igual que yo, que es que no nos aman, o sea, nadie nos ha ido a visitar y por eso es genial porque con el primero es que toda la familia es que no me he caĂdo a mĂ. Es que cuando ya ha venido la octava persona y tĂş acabas de dar a luz, no quieres ir a nadie. Tienes que irte a dormir. Yo tengo una confianza con mi familia para decir, no vengáis nadie. Pero con mi familia polĂtica, no, además es el primer hijo. Pues ya con el segundo no vino nadie. Ya con la tercera mi marido dijo, aquĂ ni se planta nadie hasta que no lleguemos a casa de mis sobros, aquĂ no viene nadie. Y es más, es mejor porque al final, es mejor porque mucho quieres estar tranquilo y quieres disfrutar esos primeros dĂas que son muy bonitos. Ya sĂ©. Estabas tranquila con tu bebĂ©, tu marido, tu familia. Perfecto. SĂ. Además, Rafael, tenemos una tradiciĂłn y es que nos pedimos una hotela de champán o una hotela de vino tal cual nace el niño. AsĂ es. Con el cual yo, que llevo sin beber, llevo sin beber. Entonces ya, siempre con el mĂ©dico, vamos a pedir, sĂ, sĂ, haz lo que queráis. Claro, claro, siempre me dan alta. O sea, me dicen, bien, bien, te vigilan, porque la primera noche me he tomado un poco de jamĂłn y la botella de vino. Vale, perfecto. Y entonces, ahĂ el postpartum mucho mejor. SĂşper. Tuve un puntito, me hicieron una mini-episotomĂa, me lo cosieron y sĂşper bien. Ese muy controlado, el mĂ©dico excelente. Y ya sabĂas quĂ© hacer para recuperar tambiĂ©n tu cuerpo. SĂ, sĂ, sĂ, yo la tenĂa y desde niño me recuperĂ© fenomenal. Es que sigue siendo muy joven. Creo que mi segundo hijo naciĂł cuando yo tenĂa 28, 29. Bueno, y sĂ, los tres hijos, niños, no han hecho, no han hecho el pecho por ninguno de los tres. AsĂ que la botella de champán es fácil. SĂ, sĂ, sĂ. Y volvemos a lo mismo. Es un tema muy personal. SĂ que he recibido a veces un poco de hate por esto. Luego hay muchas mujeres que dicen, telista, hay otras que dicen, pues a mĂ me encantĂł y tal, pues es lo mejor para el niño. Y yo, mira, yo te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo y te lo digo
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