Día 152-Diario Espiritual del Viernes 31 de Mayo 2024-Basado en el Salmo 119

The speaker is reflecting on verses from Psalm 119 and expressing their devotion to God's law. They emphasize how God's law brings joy and protection, and they commit to meditating on it constantly. They also ask God to defend them, give them life, and help them obey His commandments. The speaker concludes with a prayer, asking God to grant their requests in the name of Jesus. Día 152, diario espiritual del viernes 31 de mayo del año 2024, basado en el Salmo 119, del versículo 89 al 176. Los versos que me llaman la atención son los siguientes. Salmo 119, versículo 92, 97, 109, 127, 154 y 167, que dicen así. 92. Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. 97. ¿Cuánto amo yo tu ley? Todo el día medito en ella. 109. Mi vida depende de un hilo, pero no me olvido de tu ley. 127. Por eso yo amo tus mandamientos, más que el oro. Sí, más que el oro puro. 154. Defiende mi causa y rescátame. Dame vida conforme a tu promesa. 167. Con todo mi ser cumplo tus mandatos. ¡Cuánto los amo! Meditando en Salmo 119, versículo 92, Dios el Señor dice y quiere que su ley sea mi regocijo, para que cuando llegue la aflicción, no acabe conmigo. Meditando también en Salmo 119, versículo 97, Dios el Señor dice y quiere que ame mucho su ley y medite en ella todo el día. Meditando en Salmo 119, versículo 109, Dios el Señor dice que cuando mi vida penda de un hilo, quiere que no me olvide de su ley. Meditando en Salmo 119, versículo 127, Dios el Señor dice y quiere que ame sus mandamientos más que el oro. Sí, más que el oro puro. Meditando en Salmo 119, versículo 154, Dios el Señor dice y quiere que le pida que defienda mi causa y me rescate, que me dé vida conforme a su promesa. Meditando en Salmo 119, versículo 167, Dios el Señor dice y quiere que cumpla sus mandatos con todo mi ser, que exprese cuánto amo sus mandatos. Por eso mis oraciones basadas en el Salmo 119, versículo 92, 97, 109, 127, 154 y 167 son, Padre nuestro que estás en los cielos, ayúdame a que tu ley sea mi regocijo para que cuando llegue la aflicción no acabe conmigo. Padre santo, hoy me dispongo, ayúdame a amar tu ley, ayúdame a meditar todo el día en ella. Padre justo, hoy me dispongo a que cuando mi vida penda de un hilo, ayúdame a no olvidarme de tu ley. Padre precioso, también me dispongo, ayúdame a amar tus mandamientos más que el oro. Sí, más que el oro puro. Padre misericordioso, hoy te pido que defiendas mi causa y me rescates. Dame vida conforme a tu promesa, entomado Hijo Cristo Jesús. Padre amoroso, también me dispongo, ayúdame a cumplir tus mandatos con todo mi ser, a expresar cuánto amo tus mandatos, Señor, porque cuánto amo tus mandatos. Todo esto te lo pido, Padre bondadoso, quieras tú hacerlo, porque te lo pido conforme a tu palabra. Te lo pido creyendo que tienes el poder para hacer lo que te pido. Y te lo pido en el nombre de tu Hijo Cristo Jesús, mi Señor, mi Rey, mi Salvador y mi Dios. Que así sea. Amén y Amén.