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A victim shares her story of being trafficked and prostituted for 16 years. She explains how poverty and subtle coercion are often used by criminal organizations to exploit women. Latin America's ongoing crisis and the influx of displaced Venezuelan women worsen the social problem of women trying to survive. The victim's own experience began when her parents separated and she was left without resources. She was easily targeted by criminal organizations and drawn into prostitution. Exiting the system is difficult and requires a commitment from the victim, as society stigmatizes and the state lacks adequate support and understanding. Ahora vamos a escuchar un relato de una víctima que fue captada y prostituida. Usted fue captada y prostituida durante 16 años en el sur de Argentina. ¿Cómo cae una chica tan joven en estas redes? Los 16 años no fueron solo en el sur de la Argentina, ni fueron siempre en el mismo prostíbulo. De hecho, yo estuve 8 años viviendo aquí en España, en condiciones de esclavitud sexual. Gran parte de estas mujeres están en una situación de pobreza absoluta. Hablar de trata nos pone en la cabeza la película de Liam Nelson, Venganza. En el secuestro violento, la mujer en los países del este, pero en realidad no es así. La mayoría de las veces no es un secuestro. Y no es una mujer absolutamente sodomizada que pone resistencia y entonces la droga. Habitualmente los mecanismos que tienen las organizaciones criminales son mucho más sutiles y menos violentos. Utilizan otras formas de sodomización y coaccionan a la víctima. Latinoamérica es una región que está permanentemente en crisis. Ahora le podemos sumar otra de las crisis migratorias, de las desplazadas venezolanas. Y todo este derrame de mujeres no hace más que acrecentar una problemática social que es bastante antigua. Que es las mujeres tratando de subsistir. Mujeres en las calles, mujeres en búsqueda de ayuda, con crías que tratan de poner un plato de comida en la mesa. Mi situación fue esa. En el año 1995, mis padres se habían separado y no se hablaba de ayuda alimentaria ni nada por el estilo. Yo me quedé al cargo de mi hermana y sin ningún tipo de recursos. Fue muy fácil que las organizaciones criminales me detectaran entendiendo que era una víctima viable para ser explotada sexualmente. Y que no ponga resistencia. Yo a los 16 o 17 años no buscaba la prostitución. No buscaba hombres ricos para que me compren un auto o un departamento. Buscaba trabajo y no sabía cómo. A mí me detectaron y me dijeron, ¿estás buscando trabajo? Sos molina y podés ganar mucho dinero. Entrar, como dice, es sencillo. Salir es difícil. Entrar en los circuitos prostituyentes es fácil. Sobrevivir al sistema es complejo. Pero salir de la explotación sexual y de la trata de personas requiere un compromiso. Titánico por parte de la víctima. Porque tenemos una sociedad estigmatizante. Una sociedad que no se compromete. Y también un Estado con funcionarios y funcionarias con esa escasa formación. Tan escasa que roza la estigmatización a la víctima que provoca una revictimización. La víctima viene de un abandono estatal. Y que nuevamente se encuentre con los impedimentos de poder reinsertarse en la sociedad. Es complejo. Por eso se falta muchísimo acompañamiento.