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entre dentistas

entre dentistas

Oriana Boraure

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Tienes que decirnos, tienes que decirnos porque no estamos listos, pues. ¿Tú ya estás listo? ¿Estás seguro que no quieres ir al baño nuevamente? Este... Creo que no. Un sorrito. Creo que no. Un sorrito para allá y ahí se... Vamos... En... Tres... Dos... Uno... Hola amigos, ¿qué tal? Yo soy Juan Carlos Loza y esto es Entre Dentistas. Hoy tenemos una sorpresa, así que tienen que quedarse hasta el final de la noche. Tengo un invitado súper, súper especial, porque este invitado... ¿Hasta el final de la noche? ¿Es que el día sale mañana? No. ¿Lo vas a ir a mañana a la tarde? ¿Hasta el final? Ah, ¿hasta el final del día? ¿Hasta el final del día? Dale, no. No corrijas. ¡Pero madre, a veces está mal! ¡Ay, qué jodido, eh! ¡Pero la noche! ¡Pero la noche! Ah, bueno, qué buen punto, boludo. Pero esas cosas van a salir. ¡Ay, no! Lo puedes cortar. No, voy a trabajar tanto. ¡Vamos! Pero borra la anterior. ¡Vamos! Está tan cómodo, tan cómodo, ¿no? Luce, luce. ¡Ay, Dios mío! Habla en fuerte porque... ¿Así? ¿Más fuerte de lo que habló? Ahí, ahí. ¿Qué, por qué? ¿No se escucha muy bien? No, es que, o sea, yo lo escucho, pero la zona es lo que... Ah, ya, lo que te marca. ¡Ay! Ok, ok, ok. Vamos en... Tres... Dos... ¡Acción! Hola, amigos, ¿qué tal? Soy Juan Carlos Loza y esto es Entre Dentistas. Hoy tenemos una sorpresa, así que quédense hasta el final porque les tenemos algo preparado. Hoy tenemos un invitado súper, súper especial. Él es el doctor Rafael Gaitán. Él es un gran amigo mío, así que vamos a tener una conversación súper chévere, súper relajada. Vamos a ver si está nervioso o no está nervioso. Rafael es odontólogo, especialista en ortodoncia, es un gran profesional, ha hecho muchas cosas interesantes. Nos va a contar un poquito de su trayectoria. Actualmente es emprendedor, dueño de una de las franquicias bastante reconocidas en nuestro medio odontológico y conocido a nivel nacional, así que hoy nos va a contar un poco. Bienvenido, Rafael. Muchas gracias por haber aceptado la invitación. Espero que estés tranquilo, espero que estés relajado. Juanca, mi hermano, muchas gracias por la invitación. Yo estoy muy feliz de que hayas pensado en mí en primer lugar para esta conversación, esta charla. Si estoy nervioso o no estoy nervioso, es difícil ponerme nervioso a tu lado, mi hermano. Yo te veo nomás y ya todo es paz, todo es tranquilidad, nos llevamos muy bien. Hemos conversado tantas veces en nuestras vidas, de repente no nos hemos enfocado tanto en lo que vamos a hablar ahorita porque hay muchas cosas que de repente tú no sabes de mí, que puedes saber de mí. Nos conversamos mil cosas, yo creo que va a salir bien esta conversación. Yo creo que va a fluir y sobre todo va a divertir, de repente va a informar. Vamos a pasarla bien, vamos a pasarla más relajado, que los chicos que nos ven de repente se identifiquen un poco con esas historias que tenemos que contar. Justamente por eso vamos a empezar con algo que de repente no te espera. Yo lo primero que antes de hacerte cualquier pregunta, quiero que te acuerdes un poquito, nosotros los dos hemos estudiado en la misma promoción de especialidad de ortodoncia, pero una de las cosas que más me llamaba la atención de Rafa, su habilidad para hacer cualquier cosa y no meterse en problemas. Como por ejemplo, salirse antes de clase o de clínica y dejar su espacio vacío y nadie se da cuenta. ¿Cómo hacías eso mi hermano? Bueno, por ahí no iba la cosa, pero tú. Es que tú ya sabes improvisar. Bueno, ¿quieres que recuerde la época de la especialidad? Sí, pues la especialidad era fuerte mi hermano, era fuerte. Yo tengo una habilidad, de repente tú has tocado un tema de la habilidad no va tanto en cómo hacer yo para hacer mis jugaditas, la habilidad va en que cuando yo me siento estresado, cuando yo estoy un poco, ya las cosas se me juntan. La especialidad era de lunes a sábado casi 24 horas porque no tenías tiempo para dormir. Estuvimos en la Universidad San Martín, en la Universidad San Martín es que no puedes estudiar, no puedes trabajar en otro lado, no puedes estudiar en otro lado, tu enfoque tiene que estar 100% en la especialidad y con eso empezamos la especialidad. No, como que entra y cambia tu vida por completo. Cambia tu vida por completo, entonces cuando empezamos la especialidad, mi vida no está enfocada solamente en una cosa, me dejo entender, entonces cuando hago estas jugaditas de decir, sabes qué, bueno no tengo paciente ahorita, quiero relajarme un poco, quiero tomar nuevos aires, quiero, pero para un bien. Pero como que tomabas un poco más de aire, ¿no? Sí, sí, es verdad, pero para un bien mayor, me dejo entender, o sea, yo creo que si no hacía esas jugaditas, al día siguiente yo iba a estar un poco más estresado de lo que, o no iba a estar más enfocado de lo que tenía que estar, porque en la especialidad tenías que estar enfocado al 100%, tú allí tenías que estar enfocado, para atender a tus pacientes, para presentar tus casos clínicos, para hacer tus exposiciones, tú tenías que estar enfocado, entonces esas jugaditas me ayudaban a liberarme, a abrirme mi mente y decir, bueno, ya te hice tu aventura, tu adrenalina esa que me gusta sentir a mí, sinceramente Juanca, me gusta sentir esa adrenalina de que bueno, me estoy escapando un ratito de la especialidad que es tan absorbente y tan estricto, entonces esa adrenalina, me escapo un ratito, ya bueno, ojalá que no me noten algo, quería sentir, quería sentir, esa adrenalina me gusta. Estar como que al límite. Al límite, al límite, por lo menos ese pedacito de momento al límite me gusta, y cuando rezo, ya bueno, ya rezas a la realidad. Bueno, a veces no rezaba. La realidad como que duraba un poco. Duraba hasta el día siguiente, pero bueno, sí. Pero en general lo manejabas bastante bien, porque el estrés como que no iba tanto contigo, bueno, al menos eso es lo que yo percibía, yo percibía eso, porque casi la mayoría andaba más estresado, preocupado, y tú como que te preocupabas, pero lo manejabas, era como que, también tu misma forma de ser creo que te ayudaba a eso, ¿no? Sí, de hecho, en primer lugar yo no soy mucho de exteriorizar mis emociones, mis emociones siempre están por dentro, o sea, es como que estoy molesto, triste, feliz o algo, siempre van por dentro, no es como, bueno, estoy estresado, voy a tratar mal a todos, o voy a tratar muy fuerte a todo el mundo, no, trato de mantenerme, pero siempre uno puede flotar de vez en cuando, ¿no? Pero en la mayoría del tiempo que estoy, trato de mantenerme en una línea recta, en una línea recta. Y te voy a decir, es más difícil para mí mantenerme en esa línea recta cuando estoy sumamente feliz o cuando lo estoy disfrutando, porque tú sí te das cuenta rapidito cuando lo estoy disfrutando, cuando estoy feliz, a que cuando estoy un poco ego triste o preocupado, la gente no nota mucho eso, entonces trato de manejar así, ¿no? Pero eso te lleva por dentro. O sea, lo canalizas como que lo interiorizas todo y no uno... Sí, sí, sí, sí. Y de repente hasta ni tú mismo te das cuenta, o sea, simplemente es tu forma de ser a ti. Es mi forma de ser a ti, sí, de repente no me doy cuenta. Como que sufres por dentro. Sí, no es que sufro por dentro, pero sí, trato de no contagiar o de no hacer malhabría para la gente que está a mi lado, o sea, no contagiar mi preocupación, porque otra vez la vida no tiene la culpa. Mi preocupación lo manejo mentalmente y mentalmente tiene que llevarse totalmente, ¿no? O sea, puedo manejarlo, puedo manejarlo, espero yo tener esa habilidad. Esa habilidad es la que puede ser que sí la manejo bien. Pero de ahí a que me escapaba de vez en cuando y nadie se daba cuenta, de repente es porque era un poco conchudo, ¿no? Porque cuando hablaba con los autores y demás, me creía muy bien. Yo creo que tú tenías bastante confianza y eso también ayudaba, ¿no? Porque yo imagino una persona que de repente afronta los problemas con miedo, oye, vas a traer ese miedo y no te va a ir tan bien. Totalmente. Como veíamos con otros compañeros que teníamos. Claro, claro. Tú lo manejabas como que al límite y de alguna manera eso te ayudaba, pues, a sobrellevar la situación y que también te traten con respeto, ¿no? Que digan, ah, o sea, no es huevón. No, no, claro. No, no, no, no, no me dejo. O sea, no me dejo. No dejo que la gente, no sé cómo decirlo, note alguna diferencia o note algo o se aproveche algo muy mínimo que vea en mí, ¿no? Porque todo el mundo tiene sus bojones, ¿no? Así que, pero yo no. Yo trato de mantenerlo. Alguna vez me ha pasado, bueno, pero en la universidad, en la especialidad, me ha pasado, pero trato de manejarlo, trato de manejarlo. Pero buena pregunta esa, mi hermano. Yo también puedo puntar algunas tuyas, si deseas. También puedes. No hay ningún problema. Oye, dime, Pucha, a mí me parece súper interesante tu trayectoria que has tenido porque has empezado en esta clínica muy bien como asistente. En el tiempo que yo te conocí ya eras odontólogo integral, pero tú me dijiste que habías sido asistente. Después ya avanzando en la carrera como ortodoncista, fuiste ortodoncista y ahora, bueno, te hiciste pues dueño de una de las franquicias de esa misma sede donde empezaste. O sea, me parece increíble eso que pasaste y creo que es muy interesante. Cuéntame, tú pensaste, la tenías clara de un inicio, ¿cómo crees que se fue dando? Cuando yo... Te puedo contar de que soy, de que terminé el colegio, pues, ¿no? O sea, a ver, para resumir un poco. ¿Cómo empezó? Yo, lo que pasa es que yo no tengo papás odontólogos, yo no tengo familia cercana a odontólogos, entonces, cuando yo, yo en tercero y secundario ya quería ser dentista. O sea, no, yo la tuve clara desde el principio. O sea, mi, a ver. A mí, pero, o sea, es como que, ¿por qué decías? ¿Dónde tenías la imagen? Es que, es que es extraño porque de repente creo yo que no recuerdo muy bien, eh, de repente por ahí cuando, cuando me pusieron brackets a los once, doce años, la, la, la, sí, de repente por ahí, eh, este, el manejo que tenía el doctor con su clínica y además como que me, me, me llamó mucho la atención cómo manejaba a sus pacientes, eh, me llamó mucho la atención. Pero sí tenía claro algo que no quería ser, que es lo que, lo que es mi papá ahorita, lo que es mi hermano, mi familia en sí, que es estar sentado en una apuntadora trabajando. Eso sí no quería ser, no me veía. Hasta ahorita, eh, yo, eh, me pones una laptop, o, o me, me, me, me dejas sentado en un escritorio, no tengo la más mínima idea qué hacer para divertirme con la laptop. No te guiabas. No. Estabas en comunicación. Exacto, o sea. Estabas como que relacionaste un poquito más, eso te gustaba. Cien por ciento, o sea. Sí. Eso, entonces, si yo ya tenía claro de que no quería estar sentado en una laptop o en un escritorio, eh, sin conversar con nadie, o de repente con tus compañeros un poco, con tu jefe, ¿no? Eh, si, si ya no quería eso, entonces ya las posibilidades se reducían. Ahora, si tú me dices, eh, tenías habilidad manual, algo que te llevó a ontología, porque podrías haber sido médico, podrías haber sido veterinario, ¿no? Podrías haber sido cualquier cosa de esos, pero que, que están al, al constante con, con el paciente tiene que hablar con tanto que paciente y demás. Eh, no, yo, eh, no sé en qué momento de mi, en tercero secundario, cuarto secundario, de, de mi, de, de mi vida en ese momento dije, ¿sabes qué? Empecé a averiguar un poco de ontología, había estos cursos de, de vocación, de. Tesis vocacionales. Tesis vocacionales, que, que, que me ayudaban un poco, y entonces en tercero, en quinto secundario salió un poco por veterinaria, pero no, ya mi, mi mente estaba enfocada en, en, en, en ontólogo, en ontólogo. Entonces, eh, yo creo que ahí empezó, de ahí empezó ya cómo iba a ser mi, mi, mi trayecto de vida. ¿No? Porque, eh, yo empecé estudiando ontología, entré a la San Martín de Porres también, entré a la Universidad de San Martín de Porres. ¿Se puede decir así o no se puede decir? No, pregrado de San Martín de Porres. Eh, pregrado de la, de la San Martín de Porres, empecé, eh, con los estudios, eh, eh, las, eh, los cursos básicos. Lo bueno de la San Martín es que desde ya empiezas a ver, a hacer dientecitos, a tomar impresiones, de primer ciclo. No hay tantos cursos cero, no sé cómo, cómo se le dice a usted, que, que te enseñan. Hay, pero no tanto, pero ya empiezas a, a, a, a tomar impresiones, a ver esas cositas que, que yo dice, guau. Entonces, terminé la carrera, terminé la carrera de cinco años y, y, y pues cuando tú terminas, mi hermano, estás en nada, pues, ¿no? Tú piensas que no es como otras carreras que. Es que, es que, yo tengo, tengo a mi hermano que, que me lleva tres años, tres años menos que yo y cuando yo terminó la carrera y ya estaba un año trabajando como asistente, como tú le dijiste, mi hermano ya estaba practicando y ganaba mucho más, ¿no? Y, y en algún momento en esa parte de tu vida, ¿se te ocurrió o pasó por tu mente o te cuestionaste un poco y dijiste, oye, creo, creo que me equivoqué de carrera? ¿Pasó por tu mente eso? Mi hermano, cinco millones de veces, cinco millones de veces, era como que, oye, ¿qué estoy haciendo? Ya, está bien, la ontología tú la amas, tú la quieres, tú te gusta hacerla, pero es un negocio también, de eso vas a vivir toda tu vida, ¿no? Tiene que ser rentable para ella. Tiene que ser rentable, mi hermano, no es. Para mi familia en algún momento. Totalmente, no, no es, no es que, no es, no es, oye, de, de, del amor no se vive, ¿no? Del amor no se vive, del amor no vas a alimentar a tus hijos, del amor no vas a comprar tu casa o algo, tus expectativas que tú tenías desde siempre, ¿no? Entonces, eh, entonces fue ahí cuando yo terminó la carrera, me pongo, me pongo, no podíamos crecer hasta que no teníamos título. Claro. Entonces, es como seis, ocho meses, y ¿qué haces? Tú tienes que meterte algo de ontología, entonces, para ir aprendiendo, ¿no? Y te metes como, y bueno, yo, yo entré como, como asistente dental, como asistente dental. No, no creo que fue de mutigen en sí, de la clínica de acá, pero, pero fue como en, en otra clínica grande, eh, donde aprendes mucho, aprendes mucho. Pero ¿qué aprendes? Aprendes las cosas que debes hacer y las cosas que no debes hacer, mi hermano. Entonces, eh, y otra cosa también, aprendes la mentalidad que te debes tener, como la mentalidad que no va contigo, porque trabajas con muchos doctores, que tienen una mentalidad como, es, es, es, es, es como, como un doctor me decía, y me acuerdo clarito, eh, ¿por qué vas a tener tu clínica? Bro, te alquilas, te olvidas de pagar todo, los pacientes te van a seguir, si eres bueno, te van a seguir, adonde tú vayas. Alquila, alquila aquí, y si no te gusta, bueno, alquila allá, pero los pacientes te van a seguir. Esa es la, la, la mentalidad que él cree, que no estamos, no está, no está errada, ¿no? No está errada, no está errada, porque. Le va. Le va, ¿no? Porque te, te, te odias del mantenimiento, te odias del mantenimiento de tu local, te odias de pagar luz, agua. No te complica, ¿no? Pero esa es una mentalidad, y cuando, y cuando él me decía eso, decía, asu. O sea, no te identificabas. No, brother, o sea, era como. Querías algo más. Claro, algo más. Incluso me voy un poquito más allá, porque cuando ya tengo el título, cuando ya tengo el título, eh, y no, y no, y no tienes la ganancia que tú te esperabas, obviamente, porque, porque, mi hermano, eres odontólogo general, y ahora hay demasiados odontólogos en el, en el, en el, en Perú, para enfocarnos en Perú, hay muchos odontólogos que salen de la universidad y sacan odontólogos al por mayor, entonces, y todos son odontólogos generales, entonces, eh, no ganas bien, yo, yo me fui a trabajar a, a, a Chorridos, a Barranco, a San Miguel, como odontólogo general, pero no, no, no, no, no, o sea, lo invertió, yo no lo invertí, es cierto, lo invirtieron mis papás, pero, pero esa inversión por lo menos tiene, tiene que verse reflejada en algo, me dejo entender, ¿no? Entonces, eh, ¿qué hice? O en esa época, ¿qué hice? Eh, pensé, tengo, tengo que tener un, un, un, este, un, un plan B, si las cosas no van bien, tengo que tener un plan B, ¿no? Y mi plan B fue entrar al SERUM, hice SERUM, que no era, no es obligatorio para los, los, tú hiciste SERUM, ¿no? Sí, hice SERUM. Hiciste SERUM, bueno, hice SERUM, mi, mi, mi SERUM. Que era como que una recomendación que las personas te dan, ¿no? Es como que, oye, para trabajar en el Estado. En el Estado, para asimilarte en algunos. Para asimilarte, para opciones. Ajá, ajá, te dan opciones. Entonces ya puedes hacerlo. Claro, tú lo hiciste para, para, para eso. Sí, porque dije, oye, hay una opción. Por si acaso, ¿no? Por si acaso, por si acaso. Después ya la mentalidad te cambia. Claro, claro, claro. Entonces, ahí fue donde, donde entró el SERUM, eh, vi muchas cosas que no me gustaban, obviamente, algunas cositas que, que te ayudan, que te hacen sacar mano y demás, y ahí fue. Pero es una, como que una realidad que, que también, que, que es diferente, ¿no? Es diferente. Es diferente a lo que uno está acostumbrado normalmente. Claro, porque vas a postas, ¿no? Vas a postas. Vas a postas. Ahí, claro, es, es más una ayuda social lo que tú haces, porque, oye, a nosotros no nos pagaban nada. No es solamente, ¿así te pagaron? No, no, no. Claro, es una ayuda, es una ayuda social que tú haces. Es una ayuda social, y también ves un poco la realidad de la odontología en ese ámbito, porque ves mucha deficiencia de, de la parte odontológica hacia, hacia lo que ofrece a. Claro. A la población que no tiene, ¿no? Así es. Porque deberían recibir más, o sea, debería, debería haber más apoyo a la parte odontológica y pues no, no se ve. Pero no, no, no, no, no se ve, no se ve. Claro, claro. Entonces, entonces ahí fue pues donde, donde con todo ese trayecto ya tu mente o tu personalidad se va solidificando, ¿no? Ya vas encontrando qué quieres. Qué quieres. Entonces con todo eso que tú vas viendo, tú vas sintiendo, todo eso tú vas, tú vas viendo eso, ¿no? Claro, claro. Y hoy, ya como especialista en ortodoncia, dueño de una franquicia, ¿qué sientes? ¿Qué es lo que más te gusta de estar así, de tu carrera? ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Te gusta de repente que es independiente, que tú manejas sus horarios? ¿Qué crees que ahorita disfrutas más como ortodoncista? Cuando, cuando yo, lo que más, netamente lo que yo más disfruto como ortodoncista es atender a mis pacientes, mi hermano. ¿Te gusta? Sí, es, ya es, es, es mi estilo de vida, ya. O sea, yo no, si bien en algún momento lo que uno piensa ya es dejar de atender, de mover sus manos cuando, cuando sea mayor, ¿no? Pero mi estilo de vida es atender a mis pacientes. Es, o sea, lo que, lo que más me gusta de ser ortodoncista es que puedo atender a mis pacientes, hablo con ellos, y como la ortodoncia lo ves un año y medio, un año, un año y medio, dos años, te llegas a, a, a, la ortodoncia, con la ortodoncia te llegas a, a, a conocer a muchos de tus pacientes, ves, incluso de pequeños, cómo crecen, cómo, cómo tengan su estirón, o, o, o pacientes que lo empezaste solteros y ya están casados, y tú, y te llegan a, te comentan, ¿no? Te comentan mientras que lo vas atendiendo, te comentan, te comentan. Entonces, yo creo que eso es lo que más me gusta, después que ya tengo las clínicas, eh, eso es un estrés más, hermano, ¿no? Eso es un estrés más que yo mismo me lo, me lo, me lo gané y yo mismo me lo busqué porque. Es parte del show. Es parte del show. Porque algo más también pues. Totalmente, totalmente, y, y, y respecto a los tus horarios, eh, a los horarios, yo manejo mis horarios, eh, de atención al paciente, pero los horarios de, de trabajo en sí, ya, ya no son como antes porque tú, yo dejaba de trabajar a las siete, siete y media, y me iba, me iba a mi casa, me descansaba, y no me importaba nada porque no tenía mayor preocupación, ¿no? Ahora, termino de atender a mis pacientes, y el trabajo no termina, y, ¿entiendes? Hay coordinaciones que hacer. Hay coordinaciones que hacer, hay llamadas que responder, y estás en tu casa. Estás pendiente, claro. Te das cuenta, entonces, ese trabajo, ese trabajo tú, yo, o sea, cuando, cuando uno hace su clínica, pues, ¿no? Tú dices, pocha, ya, yo, yo voy a manejar todo, yo voy a, voy a atender mis propios horarios, incluso trabajas hasta más de lo que, de lo que era antes, ¿no? Claro, porque hay un tiempo de gestión que, si no le das el necesario, uno no tiene la, la, la, que le dé, ¿no? El necesario, pues, no avanza como quisieras, ¿no? Claro, y eso que yo tengo ayudas de mis hermanos, pero, pero, pero sí, pues, es, es, si es que tú estás solo y tratas de abarcar todo, pocha, bro, eres, es, asomadre. Tú también tienes una vida increíble con el tema de, ahorita que te hablaste de trato del paciente, que a mí me sorprende porque tú entablas bastante conexión con el paciente. O sea, me acuerdo una vez que estábamos en la calle, te encontraste con un paciente y le dijiste, oye, concha tu madre, déjese por acá. Oye. Yo veo que mi paciente, que le presento un chaleco. Sí, sí, sí, sí, sí, sí. Me parece increíble, ¿no? Porque el paciente se mató de risa. Sí, sí, sí, sí. Es como que, yo digo, a mí, mi paciente me cae en miedo, pero no sé si es conectado también como tú. No, no, no, no, sí. Es un gran desigualización ya muy, muy, muy. Muy, muy, muy extrema, ¿no? Sí, era, bueno, ese paciente que nos encontramos ya era, era un paciente como que era, vivía por, vivía por mi casa y nos encontramos por Miraflores. Entonces, eh, vivía por, por mi casa, yo vivía por, por, por San Miguel Andrés. Entonces, por ahí es donde, donde, donde, donde encontramos amigos en común y demás. Pero sí, tengo una muy buena conexión. Buena conexión, ¿no? Yo te diría hasta con el noventa y siete, noventa y ocho por ciento de mis pacientes, ¿sabes? No he tenido, o sea, no, eh, pacientes que no nos hemos llevado tan bien, es, son, contados, sí, muy pocos. Sí, su formalidad es bien difícil, pues, que, pero sí, tienes una personalidad. Sí, sí, sí, sí. Yo creo que. Trato, trato de, de, de, de llegar al paciente, trato de, de, de que el paciente se sienta cómodo y feliz. Con la consulta de que se llegue al sillón, o con mis recomendaciones, porque también. Oye, una pregunta acá entre nos, y bueno, tú ya eres casado desde que te acabas de casar. Ajá, ajá. Eh, ¿tu esposa no, no es celosa con tus pacientes? ¿No te dice, oye, no sé, este, no le hable de esta manera a esta paciente? Mira, de repente, no, porque recién nos hemos casado, pero yo creo que va a haber en algún momento que va a decir, oye, no. Sí, sí, ella. Pero debería entender, ¿no? Sí. Debería como que. Pero, pero, no, pero, por el momento no he tenido ningún problema de esto, ¿verdad? No, no, no, no, no, no, no, no. Te lo pedimos, señor, te lo pedimos, señor. No, no, no, no, no, no, ningún problema, pero que, a ver, tú sabes, cuando uno recién se casa, está amoroso, amoroso. Pero veamos cómo va en el trayecto. Va moviendo, va moviendo. Mira, después hablamos de acá un año y medio, y ahí sí te digo, pero completamente, en qué quedó todo esto, ¿no? Hay que acordarnos. Hay que acordarnos. Hermano, tú tienes, aparte de, de, de MultiEN, tú tienes otra empresa más. Sí, tengo Declinic. Declinic es del hermano mayor, pues, ¿no? Sí. O, ¿cómo podría ser? El hermano mayor, porque lo creé antes, pues, ¿no? Lo, lo, lo saqué antes. Claro. Pero, y después vino MultiEN San Borja, pero, eh, MultiEN San Borja es mucho más grande que, que Declinic, bueno. Y tú crees que ahora, bueno, tú estabas con Declinic antes. Ajá. Y ahora ya MultiEN, ya tienen las dos. ¿Tú sientes que le estás dando, ahorita, como recién empezaste MultiEN, un poco más de importancia a una clínica más que a otra? Pucha, lamentablemente, mi hermano, te tengo que decir que sí, o no hay importancia, pero los dos son importantes para mí. O sea, ¿le dedicas un poco más tiempo a una que a otra? Sí, sí, lamentablemente es así porque. Es inevitable a veces. Es inevitable, mi hermano, porque, eh, hay muchas cosas que cuando tú compras, yo compré la franquicia MultiEN San Borja que ya existía hace muchísimos años, entonces, cuando tú compras esta franquicia, tú tienes otro, es, es como que tienes que hacerlo crecer todavía, ¿no? Tienes que hacerlo llevar, llevar, llevar, y eso, definitivamente, te, te, te va a alejar un poco del otro. Que, que, que, que no he dejado de, de, de atender en ambos, en ambas clínicas. Es que tú vas a querer tener un equilibrio, ¿no? Pero es difícil ese equilibrio. Por, por el momento. Las clínicas te necesitan más en algún lado. Por el momento, por este primer añito, pero, pero no, no, no, no dejo de atender en la otra clínica. O sea, sigo atendiendo a mis pacientes en la otra clínica, pero el tema mental, lo que te decía, está muy enfocado. Más preocupación. Está, está muy enfocado en eso. Pero, pero es algo que, que, que se veía venir, o sea, yo lo veía venir, yo lo veía venir, pero, pero me gusta, me gusta. Pero claro, es parte, es parte, imagínate que tuvieras que retroceder el tiempo. Ya. Todavía no tienes clínicas dentales, pero sabes que quieres poner una empresa, quieres emprender algo. ¿Qué te hubiera gustado saber que de repente no lo hiciste al inicio cuando empezaste de clínica? ¿En qué te meterías a estudiar? ¿Qué conocimiento te gustaría tener antes de empezar la primera clínica? Este, cuando yo compré de clínica, recién, más o menos recién salía de la especialidad. Tú sabes, ya bueno, para los que no saben, la pregrado es 5 años y posgrado de orto, depende de la especialidad, depende de lo que sea, por ahí que te quedas medio año más terminando con tus pacientitos para, para poder presentar la, la, la tesis, pero son 3 años y medio. Entonces, yo empecé la especialidad a los, o terminé la especialidad a los 27 años, 27 años, sí, 27, 28 años. Después trabajé como especialista en ortodoncia por aquí, por allá, donde me llevaba a trabajar también muy bien en San Borja, ¿no? Y cogí la clínica a los 29 años, más o menos, 30 años. Creo, sé que, no sé cómo diría, no sé si es muy joven de conocimiento, que fue algo que dije, y te voy a decir cómo lo manejaba yo, y es, tú lo vas a decir, oye Rafa, ¿qué estaba pensando? O sea, cogí, hice, hice de clínica, y lo, lo primero que hice fue, bueno, los pacientes que entraban, la ganancia que entraban, pagaba a los doctores, pagaba el listo, y lo que sobraba, pagaba para mí. No veía, no tenía, no tenía administradora, no tenía contador, bueno, el contador te hacía la, la, la, pero el contador era muy, muy externo. Todo le daba, o, a, a la recepcionista que estaba ahí, que tenía un poco, que ya era de confianza, ¿ok? Entonces, ella era la que decía, bueno, oye, hay que pagarle al otro, págale a ella, págale al otro, págale al otro, y, y el resto, no hacía cierre y cajas. No hacía cierre y cajas, nunca hacía cierre y cajas. Bueno, esto ya me queda para mí, ¿no? Y dejaba un poquito para la caja chica, que yo no sé ni qué, para qué era la caja chica, pero lo dejaba la caja chica. Y yo creía, y ahí estaba, así estuve un año, ¿ah? Vino pandemia, vino pandemia, y este, y obviamente dejamos de trabajar, todos dejamos de trabajar, ¿no? Pero yo le seguía pagando a ella, seguía pagando el, el mantenimiento, además lo, lo, lo que todo, por todo, todos pasaron por eso. Claro, claro, un momento difícil. Pero cuando, en pandemia, estuvimos conversando con mis hermanos, Karina es administradora, Karina es mi hermana mayor, es administradora, entonces, ella, ella me decía, Rafa, ¿y cómo lo manejas? Sí, lo manejo así. Y me decía, perro, ¿y te va bien? Y yo le digo, sí, bueno, tengo ingresos, ¿no? Tengo más ingresos de lo que antes tenía, pero no, no, no hay ningún problema. Eh, pero me empezó a hablar y decía, ¿y cómo es el efectivo? ¿Cómo sabes qué es el efectivo? Y ahí yo decía, todo está en la historia, Karina, yo decía, todo está en la historia, todo está ahí, no, no, no, no te preocupes. ¿Y tú revisas las historias? Sí, lo reviso de vez en cuando, ¿no? O sea, era un mal manejo, un manejo pésimo, mi hermano, un manejo muy malo, tanto que cuando terminó la pandemia y yo le seguía pagando a, a esta recepcionista que era recepcionista administradora, eh, le dije a Karina de la nada, me acuerdo, una de las parridas que tuvimos con, con, con mi familia, que siempre hacemos parridas, le dije, oye, Karin, ya, bueno, está bien, ya, me convenciste, ayúdame, por favor. Eh, amé, amé, este, amé el control de este último antes de pandemia, ¿no? Entró y en dos semanas se dio cuenta que el administrador y tanto me había robado en ocho meses como quince mil dieciocho mil soles. Y yo ni cuenta, o sea, ella ganaba más que yo, mensualmente. Por lo menos en pandemia porque yo me comuniqué con ella. Claro. Y le dije, oye, no, yo sé que tienes hijos, no te puedo dejar así, vas a salir, yo te voy a seguir pagando, no te preocupes hasta que hasta que volvamos. Y aún así, se llevó todo lo de la caja, se llevó todo, y y y y se fue y cuando y cuando regresó de pandemia y Karina y lo la la elencaró, le dijo, bueno, estos son los números que pasó, reconoció pues que que que me había robado. Gracias a Dios, llegamos a un buen trato con ella y me fue pagando de a pocos todo lo que me había, pero pero te das cuenta. Pero, claro. Esa es la pregunta que cuando tú me dijiste, ¿qué qué qué qué regresaría? Me gustaría, claro. Hermano, saber de administrar, de administrar una administración de clínica, ¿no? Y ni siquiera yo te diría una administración normal, es gestión de clínicas dentales, mi hermano, porque no es lo mismo administrar pues un un un bar que administrar una clínica dental. Claro. Por ahí puedes tener los los números y algo de eso, pero no es lo mismo. Retroceder ese tiempo, y de repente, ¿qué sigo? De repente de ahorita sería, si hubiera sabido eso, ahorita estaría, pero inmenso, ¿no? Claro. Claro, estás creciendo poco a poco, está, está, está bien, pero pero me hubiese gustado. Pero parte también de lo que tenías que vivir, ¿no? A veces. Vas aprendiendo, pues. Vas aprendiendo. Uno toma conciencia. Claro. Y no era tu etapa, de repente, saber eso. Eh, pero sí, pues ahí de repente el error que cometiste es darle mucho poder a una persona que en ese momento era juez y parte. Juez y parte. Era la que también se controlaba, ¿no? Porque nadie la supervisaba. Nadie la supervisaba. Nadie la supervisaba. Un control de ella misma. Y yo pensé que que que que yo yo tenía y yo pensé que tenía este control sobre ella. O sea, yo creía mucho en lo que me decía, pero ya ves, pues, en los negocios, en los negocios, tienes, tienes que ser fuerte con con con con todo. Es complicado, hay que tomar decisiones complicadas y difíciles a veces. Esas decisiones cambian, puede cambiar el rumbo de tu empresa, sí o sí, pues, ¿no? Exacto. Entonces, pero bueno, pasó eso y ya uno uno ya trata de no hacer todo, ¿no? Si tú eres dentista y no has estudiado lo otro, tienes que contratar a alguien. Pero si es que eres dentista y has estudiado un poco de gestión y puedes manejarlo y no. A veces uno quiere hacer todo, ¿no? Bueno, a veces el presupuesto también no te da como para que te da todo lo que quisieras. Pero no te da, pues. Pero. Pero. Pero puede salir más perdiendo de lo que puedes seguir. Te puede salir más caro. Te sale más caro. Y conforme uno va creciendo, a veces los gastos no lo no quiere que crezcan los gastos. No, no, no, claro. Así es parte de ellos. O sea, tiene que. Claro, claro, claro. Uno uno se se mantiene ahí para no no tener más gastos, gastos al al mes, ¿no? Exacto. De de todas las especialidades, pues, que tú es, o que en tu clínica tienes todos los especialistas, tú ya en en una evaluación macro que hayas hecho, ¿qué especialidad tú crees que es más rentable? ¿Cuál de todas las especialidades? Más rentable, como yo lo se llamo, es el ticket alto, ¿no? El el ticket alto es definitivamente implantes, es estética dental, que son carillas, y ortodoncia. Ese es el ticket alto de toda clínica. Si yo, si, si, sin ese ticket alto, eh, la clínica no van a funcionar. Se levanta, ¿no? Es un. Sí, no. Sí, sí, no. Es postura como que se maximiza con este tipo de tratamientos. Sí, sí, sí, y ahora, y pero fuera de eso, que es el ticket alto, ¿no? Es un buen tratamiento para el paciente. O sea, es es algo que el que el paciente antes para para hacer para no te faltaba un diente, tenías que tallar los otros dos dientes para para hacer tu tu que ahora se sigue haciendo, ¿no? No está mal, que se siga haciendo. Pero. Como una opción. Es una opción más viable, ¿no? Que que que mantengas tus otros dientes vitales y que pongas una un implante como como si fuera tu tu tu propia tu propia raíz, tu propio diente, pues, en buena hora, pues, ¿no? Pero para eso también, para eso también, no tiene que haber el todista, ¿no? Tú tienes que saber que en tu clínica tiene que haber especialistas de cada rubro. No puedes, no puedes decirle a un doctor, bueno, tú sabes hacer de todo, haz de todo, ¿no? Tienes que saber controlar a tu, porque el doctor va a querer hacer de todo. Por ganar. Por ganar. Por ganar. Pero tú tienes que cuidar a tus pacientes, tienes que cuidar la reputación de tu clínica, entonces, tú tienes que que ver y enfocar bien, bueno, tú eres o tú contratas, tú eres especialista en en estética digital, en estética dental, por favor, te dedicas a eso. Enfócate a eso. Enfócate a eso. Eres especialista en en implantes y periodoncia, enfócate a eso. Eres especialista en ortodoncia. No un estética dental puede estar poniendo brackets, ¿no? Ahora, si hablamos de de de de de restauración, de limpieza dentales, pues, eso es eso es no manejable, pues, ¿no? Es no manejable. Y la capacidad de cada doctor que debe tener cuando tú contratas en tu clínica es que sepa derivar, que sepa decir, ¿sabes qué? Esto no es lo mío. Esto tengo que derivarlo con el especialista. Viene un paciente para que te diga, oye, es una limpieza, porque la recepcionista, bueno, el paciente dice, quiero para una limpieza, que pase para la limpieza con con el ontólogo, ¿verdad? Con un ontólogo integral, con hasta, ¿qué te digo? Hasta el, hasta un este, hasta un endodoncista puede hacer una limpieza, se lo va a dar la limpieza. Pero cuando tú ves al paciente y ves y dices, oye, esto es, esto no es una jijibitis, ¿no? Es una periodonticia, esto ya va más allá, más allá de una simple limpieza o un simple desartaje. Y ahí también entra el tema de conciencia, ¿no? Porque como especialista tienes que tener la ética y la conciencia de, oye, quiero lo mejor para este paciente y yo no soy el especialista en esta área. ¿Por qué lo voy a manejar yo? Lo derivo. Lo derivo. Lo derivo a un área, pues, que le va a dar más. Está bien, yo dejo de ganar, yo dejo de ganar, pero el paciente va a saber, va a decir, oye, qué bien, qué bien, me me derivó a alguien que me pudo haber hecho de otra, un tratamiento un poco más, más, más, este, más especializado y el paciente va a regresar al. Te va a reconocer. Te va a reconocer y va a regresar al doctor anterior y va a decir, bueno, mi paciente, porque el doctor va a decir, bueno, yo soy endodoncista, esta es mi especialidad. Doctor, muy bien, me trató muy bien, porque el doctor anterior, que es el doctor de cabecera del paciente, tiene que estar atrás del paciente diciéndole, oye, ¿cómo, cómo te fue con el, con, con, con, con tu limpieza? ¿Te hicieron bien? ¿Cómo? No es que lo derivas, listo, me lavo la mano y te va, no, es tu paciente, ¿no? Entonces. Entiendo la preocupación. Eso hace que sea un buen manejo de, de, de, de derivaciones, ¿no? Eso, eso, eso es vital, vital para, para, para, para que la clínica se maneje bien. Y para que se fidelice a ese paciente, que ahora, bueno, está de moda la palabra fidelización, pero es compleja la fidelización. Es compleja. En un momento donde ahorita, pues, oye, el, el, ya no, ya no es como que el endodontólogo de cabecera que tiene el paciente, a veces pasa de centro en centro. De centro en centro. Todas las marcas, como que está pasando eso. Totalmente. Es un poco más complicado fidelizar a ese cliente. Ajá. Entonces, eso es lo que tu doctor es que tú contratas en tu clínica, tienen que saber y lo tienen que manejar muy bien. Claro. Y si tú ves que por ahí algo está, algo está mal, pues, lamentablemente tienes que poner las cosas sobre la mesa y dices, oye, tienes que derivar un poco más. Hay que ponerse fuerte. Hay que ponerse fuerte por más que sea tu amigo, ¿no? Sí, sí, claro. Porque ahí viene otra cosa también que, que paras tanto con los endólogos que se vuelven tú, ya conversas más, son amigos, son más cercanos, los invitas a tu casa y demás, pero el trabajo es trabajo, mi hermano, el trabajo es trabajo. Tienes que, tienes que, negocios son negocios. O sea, tienes que saber diferenciar. ¿Te ha pasado alguna vez con algún odontólogo que se vuelve amigo de tus odontólogos, que quiere ser de repente un poco más favorecido, o te ha insinuado que quisiera ser más favorecido con el tema de pacientes, como que con preferencias, ese tipo de cosas? Mira, no, no, no es, no favorecido a pacientes, pero sí pasa que se pasan, sí, sí me ha pasado que, que, que, este, a ver, como uno maneja con horarios, ¿no? Con los pacientes que, que lleguen a punto de la subhora, que tú los atiendes a punto de la subhora. Entonces, cuando ha pasado que hay algún doctor, una doctora que dice, bueno, ya, me lo voy a dejar pasar porque es mi amigo, ¿no? Llego más, llego un poquito más tarde, llego un poquito más tarde porque es mi amigo. ¿Quiere beneficios? Esos beneficios, o pido un permiso de un par de días porque es mi amigo, es mi amigo, yo creo que lo va a entender, ¿no? O por ahí hay algo mal en la historia clínica, y bueno, no me va a decir nada. Es Rafa. Es Rafa, ¿no? Me va a entender. Claro. Es ahí donde, donde tú tienes que poner un stop, donde tienes que manejar bien las cosas para que, para que eso no suceda y no se, no se, no se confundan las cosas, ¿no? Trabajo es trabajo, hermano. De aquí para afuera es diferente. No debería, no debería haber confusión, ¿no? Esa persona no debería ofenderte. No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, muchas marcas, bueno diferentes marcas lo manejan cada quien a su manera pero hay marcas que lo manejan muy bien, hay marcas no solamente odontológicas pero lo manejan increíblemente ya para para ir terminando Rafa, ¿cómo definirías ser exitoso? y si te consideras exitoso a sumar que eres bravo con esa pregunta, claro, claro, es la idea, es la idea, es la idea, exitoso a ver, uno es exitoso cuando cuando lo tiene todo, ¿no? salud, felicidad, familia, negocios, todo eso es éxito, ¿no? engloba muchas cosas, para mí ¿no? el éxito no solamente es el dinero que te entra a tu cuenta bancaria, pues, ¿no? yo creo que exitoso engloba todo, porque puedes ser exitoso en tu casa, puedes ser exitoso con tus amigos, con el grupo de amigos, eres exitoso en tu trabajo, con tu trabajo también, pero si no eres, a ver, si yo soy exitoso en el trabajo, con mis pacientes y todo eso, pero si no soy exitoso con la forma que llevo mi hogar, yo creo que ya no me considero exitoso, pues, porque tú me estás preguntando de una forma general, no en el trabajo únicamente, me dejo entender, entonces, si es que yo veo que mi hogar no estoy haciendo bien las cosas o no me estoy yendo a dormir tranquilo, no, no, no creo que sea exitoso. No estás con una vida de repente equilibrada, ¿no? creo que el tema del éxito se podría definir como que tener un equilibrio en tu estado emocional. Totalmente. Y de vida, completamente. Ajá, totalmente, y que, o sea, el éxito no es porque tienes millones en tu cuenta, me dejo entender, o sea, el éxito es porque, por cómo tú manejas tus empresas, tus empresas, cómo manejas muchas cosas, ¿no? Entonces, no es solamente para eso hoy, no, no solamente para mí, no, para otra persona de repente si es, pucha, que no quisiera tener, pucha, tres millones en su cuenta, ¿no? Me encantaría, ¿no? Pero, pero, ¿quién sabe que ese que tiene tres millones en su cuenta, por otro lado... Otras carencias. Otras carencias, pues, ¿no? Exacto, esa es la palabra, carencias, entonces, pucha, por ahí va. Bacán, mi hermano. Sí, sí, sí. Muchísimas gracias, Rafa, por haber aceptado esta entrevista, creo que ha sido muy divertido, y creo que tiene, tiene cosas muy interesantes para, para de repente, esa persona o ese odontólogo que nos está, que nos está viendo, claro, no la tiene muy clara y ya tiene una experiencia un poco más clara de, oye, cómo funciona este tema, ¿no? Y se identifica un poco con tu caso, porque también cuántas personas dirán, oye, no sé, de repente, también no me hallo en la parte de odontología, no sé si me irá bien, no sé, no sé si trabajar como asistente, no sé si ser ortodoncista. Claro. Y pues son muchas dudas que a veces, este, tenemos en el camino, ¿no? Sí, mi hermano, totalmente, totalmente. Sí, claro, o sea, es, es como, este, te va a dar dudas siempre, ¿no? Siempre vas a tener dudas, siempre vas a decir, pero de repente, esto no era mi carrera, ¿no? Correr riesgos. Claro. Enfrentarte a la vida. Sí, sí. Y pues, quitar esos miedos. Dale, mi estimado Rafa, entonces ya llegando al final de, de este podcast, creo que hay algo que decir, algo muy importante. Sí, claro, hay una buena. Es una sorpresa. Es una sorpresa, es una notición, es una notición. Es una notición, creo que este, este podcast, está dando una evolución. Sí, sí, sí. Porque en el ambiente. Todo tiene que evolucionar, todo tiene que evolucionar. No, no podemos estancar. No, no, tú no estamos acostumbrados. Hasta nuestro público tiene que evolucionar. Hay que arriesgarnos, hay que arriesgarnos. Claro, es parte, a ver, te dejo, te cedo la palabra, por favor, cuéntanos qué vamos a tener de nuevo en este podcast. Dale. Mi hermano, Entredentistas, Entredentistas es, es un podcast que tú lo iniciaste, eh, es algo que yo lo tenía en mente, pero cuando tú lo iniciaste es como que me diste un patadón a mí y dices, oye, Rafa, ponte mosca, ¿no? Y yo les, y, y, y te pregunté, ¿no? En una, una de estas, de estas, de estas reuniones que tenemos casi siempre, le dije, oye, Juanca, mi hermano, vamos a hacerlo grande, vamos a hacerlo más, vamos a abarcar más. Más nutrido. Vamos a ser más nutrido entre, entre lo que tú, tú sabes, entre lo que yo sé en tu, tu forma de hacer, y mi forma de hacer, que definitivamente, de repente, no es un poco igual, yo creo que podemos tener. Complementamos chéveres. Complementamos, vamos a comentar algo. Entonces, le dije, Juanca, vamos a ser juntos Entredentistas. Y cuál fue tu, y dije, Juanca, no, no me respondas ahorita, te dije. No, no, no me respondas ahorita. Que voy a, respóndeme mañana o después de la entrevista, respóndeme. Es que no había nada que pensar, no había nada que pensar, porque creo que lo mejor que uno puede hacer una persona es tomar decisiones o emprender cosas con gente, pues, que se lleva muy bien, que cree en esas personas. Claro. Tú crees en esas personas, pero, increíble, tú, cuando me dijiste eso, dije, este pata cree en mí, me parece increíble. Claro. Tú eres mi hermano. Sí, sí, sí. Qué mejor con un hermano emprender, pucha, algo que los dos, a los dos les gusta. Yo creo que va, va, va a ser chévere. Sí, sí, sí, sí, sí, sí. Muchos invitados interesantes, que se preparen. Que se preparen, que se preparen el siguiente invitado, ya, ya. Oye, ese es bravo, ese es bravo, ese es bravo, es bravo, va. Así que creo que lo tenemos que poner en cómodo también. Claro, no, no, no, no. Hay, hay preguntas, hay, hay preguntas que, que, que, que se van. Que no van a estar registradas, no van a estar registradas, que se preparen, que se preparen. Bacán, bacán. Ese es mi hermano, sí, pues Entredentistas, contigo, Juanca, conmigo. Vamos a, a, a manejarlo de una manera que, que, que la gente se divierta, se siente identificada y, y que, y que huele. Hasta la foquita va a querer ver este. Hasta la foquita va a querer ver este. Bueno, mis amigos, hemos llegado ya al final de este podcast, así que nos van a encontrar Rafa y a mí, a partir de ahora, con unos invitados increíbles. No se olviden de compartir este video, suscríbete, toque a la campanita y dale like a este video. Nos encontramos todos los miércoles a las 8 de la noche. Cuídense mucho y nos vemos. Saludos chicos, nos vemos la próxima, ahí estaremos, ya saben, la campanita, un fuerte abrazo a todos. Chau, nos vemos. ¡Chau! ¡Estamos! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien!

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