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Rom 9 del 15 al 18 Dios no es injusto Sem 50 Dom 15 de Octubre 2023

Rom 9 del 15 al 18 Dios no es injusto Sem 50 Dom 15 de Octubre 2023

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Olivo Verde is a community focused on the systematic and respectful study of the Word of God. They are currently studying the book of Romans verse by verse. Martin Luther was inspired by Romans and it led to his conversion. Different theological positions on salvation are discussed, including Arminianism, Calvinism, and Universalism. The speaker shares their own viewpoint that salvation is a gift of grace, and it is not God's responsibility if someone chooses to reject it. They emphasize that salvation is solely the work of God, and humans play no part in saving themselves. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Llegamos a la semana 50, dos semanas antes de cumplir el año, estudiando, trabajando sobre Romanos verso a verso. Hemos caminado durante 50 semanas, apenas estamos en el versículo, en el capítulo 9. Quiere decir que el resto del libro de Romanos nos va a llevar por lo menos hasta la mitad del otro año. Si Dios nos deja llegar, nos presta vida. Hermanos, llegar a este punto es muy importante porque en este momento, al llegar aquí, tenemos que empezar a darnos cuenta que a partir del capítulo 8, Pablo empieza a ponernos a pensar. Martín Lutero era un sacerdote católico ordenado en la iglesia católica y él se puso a estudiar Romanos de una forma consistente. De hecho, escribió un comentario bíblico de Martín Lutero sobre Romanos, que es bastante interesante. Pero lo más interesante del libro de Romanos es que hizo que Martín Lutero abriera los ojos y se diera cuenta de que no había necesidad de hacer todo lo que hacían en la comunidad en la cual él pertenecía. Se lo voy a poner más fácil, Martín Lutero se convirtió leyendo el libro de Romanos a conciencia. Una de las razones, no solamente que a Martín Lutero, sino una de las razones por las cuales este libro es muy especial, particular, es para gente que no es emocionalista, hoy vivimos en una realidad emocionalista en donde si se logra motivar a las personas mediante las emociones, mediante buenas frases, buenas cosas, la gente va a reaccionar supuestamente positivamente. Pero a manera de repaso, para que podamos ir entendiendo la línea de lo que venimos hablando, a manera de repaso, la semana pasada vimos que el ser humano logra ser salvo por su libre albedrío, el ser humano logra ser salvo por su libre albedrío, es decir, acepta o rechaza la salvación. Eso tiene un nombre, eso lo respaldó un famosísimo teólogo que se llamaba Jacobo Arminio, por eso se llama arminianismo. El arminianismo dice que uno tiene la facultad de aceptar o rechazar la salvación. Quiero contarles que más del 90% de los cristianos creen en esto. Número 2, existe otra corriente muy fuerte en este momento, muy muy fuerte, que les voy a decir una cosa, una corriente bastante sana en muchos sentidos, pero esta corriente propone que la predestinación, se llama predestinación de doble propósito, para decirlo de una forma muy fea, pero me lo van a entender, mi hijo Ignacio en el cielo, Dios le puso un sello que decía va para el cielo, y mi hija Amanda, Dios le puso un sello en el cielo que dice va para el infierno. La predestinación de doble propósito es lo que se llama calvinismo, es lo que se llama la iglesia reformada. Ellos creen, la iglesia reformada, el calvinismo cree que la gente, desde antes de nacer, ya está condicionada, ya está preparada, o para el cielo o para el infierno. Ese es el calvinismo, esa es la iglesia reformada. Es una posición muy interesante, les voy a decir una cosa, estas posiciones, no son payasadas, son posiciones que bíblicamente usted las ve y dice, wow, wow. Luego tenemos una tercera posición que es mucho la posición que usted ha visto, tal vez cuando, usted ha visto una esquela que ponen, saben todos que es una esquela ¿verdad? En Canal 7 cuando se muere alguien y dice, Federico Javier Acuña descansa en la paz del Señor. Sus funerales, pero de una vez, de una vez, se mandan para el cielo. El universalismo dice que Dios es muy bueno, el universalismo dice que Dios no puede condenar a nadie, el universalismo dice que todo el mundo va para el cielo. Entonces se muere, se muere alias bichito, ustedes lo han visto, alias bichito, ahora que se matan así por docenas. Se muere alias bichito, entonces le escriben los amigos, vuela alto, el Señor te recibirá en sus regazos. Yo no sé, yo no sé, o sea, yo no puedo decir quien se salva y quien no, pero fíjense que el universalismo, que es un concepto, es un concepto muy popular, manda todo el mundo para el cielo. O sea, el infierno está vacío porque todo el mundo está en el cielo. El universalismo es la misma corriente de la gente que dice, vea, con tal de creer en algo, que importa que sea testigo de Jehová, que importa que sea Rosa Cruz, que importa que sea de solo Jesús, que importa. Mire, con tal de que creen en algo, la gente universal dice que en ese potrero todos caben, lo cual es falso, totalmente falso. El universalismo no es bíblico, el universalismo viene de los mismos infiernos y es muy peligroso. Como lo expliqué la semana pasada, les voy a dar mi punto de vista, no el punto de vista de ustedes. ¿Por qué? Porque si usted es arminiano y usted cree que usted puede rechazar la salvación o no, yo con usted no voy a pelear por eso. Si usted quiere creer en que usted está predestinado para ser salvo y que hay gente que está predestinada para el infierno, yo con usted no voy a pelear por eso. Somos hermanos. Es muy probable que los calvinistas se vayan a llevar un susto bien grande en el cielo o es muy probable que los arminianos se lleven un susto en el cielo, no hay necesidad. Pero es importante que usted lo sepa porque también lo que yo puedo decir, y atención con esto que estoy diciendo, les estoy dando mi punto de vista, no el punto de vista de Olivo Verde, porque en esto, hermanos, la gente tiene muchos puntos de vista. Pero yo creo que lo que Pablo está tratando de mostrarnos, a partir de lo que vimos la semana pasada, es algo muy sencillo. Número uno, la salvación es un regalo de gracia para todos aquellos que hemos elegido el infierno, de forma consciente o no, entonces ustedes dicen, no, pues que yo no he elegido el infierno. No, todos, todos hemos elegido el infierno, todos, sin excepción. No, yo no, ya se los voy a enseñar. Todos los seres humanos lo que hemos decidido es irnos para el infierno, conscientemente o no. Pero Dios ha usado su palabra, Dios usa su palabra, Dios usa la Biblia, no las congregaciones, no los pastores, Dios usa la palabra de Dios, lo que Dios está usando es la palabra de Dios para borrar la forma en que yo pienso, para cambiar la forma en que yo pienso, meter sus pensamientos en mi cabeza y me escoge para ser salvo, me escoge para ser salvo por medio de la fe. ¿Qué es esto? Se llama predestinación de un solo propósito, predestinación de un solo propósito. Dios escoge dentro de la gente que va rumbo al infierno para ser la salva, punto. La semana pasada, la semana pasada vimos que Dios no es injusto, Dios no es injusto. Dios sabe, Dios sabe, Dios no es injusto, Él sabe quiénes son los que van a creer y quiénes no. ¿Y por qué usted está diciendo eso? Porque les enseñé la semana pasada que Abraham dice porque una persona sea descendiente de Abraham no la hace acreedora de la promesa de la vida. ¿Qué? No. Si usted está diciendo que un hijo de Tista y de Ana no es hijo de Tista y de Ana. Sí, si es hijo de Tista y de Ana, pero no porque sea hijo de Tista y de Ana, son acreedores de la vida eterna. Y Pablo lo explica la semana pasada, lo hablamos la semana pasada. Había dos hijos, uno se llamaba Ismael, no era hijo de la promesa, pero vino el hijo de la promesa. ¿Por qué era una promesa? Porque Abraham tenía 100 años y la doña no esa. Y ellos creyeron que Dios sí les iba a dar un hijo. Entonces empezamos hoy Romanos 9.14 que dice exactamente lo que acabamos de ver. Dios es injusto. Hermanos, para empezar, Dios no tiene la obligación de salvar a nadie. Dios no está en la obligación de salvar a nadie, ¿no? ¿Para qué? Es un problema, más bien. Dios no está obligado a salvar a nadie. Pero lentamente vamos a ir viendo las cosas con calma para ir entendiendo cómo Pablo se introduce en esto y qué ejemplo nos da para poder entender. Si se estamos diciendo entonces que Dios fue injusto. Y claro, acuérdense que esta pregunta que está aquí, lo que les explicaba la semana pasada, que cómo era posible que Rebeca, estuviera embarazada de dos hijos, mellizos, y en el estómago de Rebeca, Dios le dice a Rebeca que él escogió a uno de los hijos y al otro lo desechó. Y el mismo Pablo escribe, aun cuando ni siquiera habían nacido y no habían podido hacer nada bueno ni nada malo, Dios escogió a uno de los chiquillos. Entonces analizamos la semana pasada que la palabra que utilizó, la palabra que utilizó es aburreció. Yo les conté que en inglés la palabra que usaba era hate, odiar. Dios amó a Jacob y odió a Saúl. Esa es la palabra que se utilizaba, pero realmente el texto lo que está tratando de mostrarnos es interés, nada más. Entonces Dios dice, yo tengo más interés o prioridad sobre Jacob más que sobre él y Saúl. Hay una parábola donde uno trabajó ocho horas y le pagaron todo el jornal. El otro trabajó seis horas y le pagaron todo el jornal. El otro trabajó cuatro y le pagaron todo el jornal. Y el otro trabajó uno y le pagaron todo el jornal. Y cuando fue a reclamar, dice, ¿cómo es posible? Yo trabajé doce horas, ¿y a usted qué le importa? Perdónenme, la respuesta fue esa. A usted, ¿qué le importa? Yo a usted le pagué lo suyo. Si me están siguiendo, estoy hablando de la salvación. Estoy hablando de que nadie puede decir que Dios es injusto por simplemente decir, ay pobrecito, apecado. Es más, yo diría lo siguiente. Que usted finalmente termine en el infierno por ignorar o rechazar la vida de Dios, no es responsabilidad de Dios. Voy de nuevo. Que usted termine en el infierno por ignorar o rechazar la vida de Dios, no es responsabilidad de Dios, sino suya. Ah, pero, si usted se condena, es su culpa. Pero si usted se salva, es mérito absoluto de Dios. ¿Está claro? Usted no hace absolutamente nada para salvarse. Dice la Biblia en el libro de Génesis que Dios creó la tierra de la nada. Literal. Tiene un nombre eso así, un nombre técnico. En exilio se llama. Dios creó la tierra de la nada. ¿Cómo hace con la salvación? De la nada usted es salvo. Entonces vamos con calma para entender por qué está diciendo Pablo que Dios no es injusto. ¿Por qué está diciendo Pablo que Él escoge a quien Él quiere? ¿Y por qué nos enseñó? ¿Por qué nos llevó a entender que Él escoge a un bebé y al otro lo desecha? ¿O al otro no le da la prioridad para que nos andemos así como muy generación de cristal y nadie se me resienta? Al otro no le da la misma prioridad que le dio al primero. Al segundo realmente, al menor. Ahora, les voy a decir una cosa. Por ejemplo, el hijo, el primogénito de Adán se llamaba Caín, pero quien heredó la simiente de Cristo fue Seth, menor. El primer hijo de Abraham se llamaba Ismael, quien heredó la promesa fue el segundo. La Biblia está llena de la gente así. Entro al quince. Dios le dijo a Moisés, tendré misericordia de quien yo quiera tener misericordia. Nótelo. Tendré misericordia de quien yo quiera tener misericordia. Tendré misericordia. Uno, le voy a mostrar compasión a quien yo quiera mostrarle compasión. Resolvamos un asunto. Este. Porque esta es la bronca de la mayoría de la gente. Todos tenemos, dice la gente, todos tenemos libre albedrío. Podemos hacer lo que nosotros queramos. Y eso es muy delicado afirmarlo. Mucho muy delicado. ¿Por qué? ¿Por qué es delicado afirmar que tenemos libre albedrío? ¿Por qué? Porque la única persona que fue absolutamente libre, su propia naturaleza, no la afectó para nada. En esta tierra se llama Adán. Todo lo que había en Adán era bueno, era sano, era puro. Todo lo que había en Adán. En Adán no había ningún mal interés de nada, desde ningún punto de vista. Ahora, no me vean con esa cara como diciendo, que mejor me hago católico, que es raro esta iglesia del mío. Para empezar, el concepto que usted y yo tenemos de pecado tiene que ver con las cosas que hacemos. Ninguno de nosotros se ve malo. Entonces, para empezar, lo primero que usted tiene que entender es que el pecado es también lo que somos, más allá de lo que nosotros hacemos. Está claro, hermanos. Empezando por aquí, por el gordo. Y ustedes, todos pensamos que somos buenos. Yo quiero que usted me entienda que no existe pecado grande, ni existe pecado pequeño. Lo que Dios quiere que usted entienda es que si el Señor Jesús no ha lavado su corazón con su sangre, usted está en guerra. Usted es enemigo de Dios. Estoy siendo claro. Número uno. Número dos. Cuando usted se pide, usted pregunta, ¿pero Dios no es tan malo? Bueno, yo no creo ahí. El pastor habló de que hay gente que va para el infierno. No, yo no creo en eso. Porque nuestra inteligencia y el sentido común sustituyen a Dios y empezamos a confrontar lo de Dios. Nuestra mente está atrofiada. Nosotros tenemos nuestra propia teología, hermanos, de ver la vida y de ver las cosas. Nosotros decimos qué está bien y qué está mal. Es serio el asunto, hermanos. Pero lo hacemos a partir del razonamiento. Y tenemos una serie de cosas extrañas en nuestra cabeza que dicen, bueno, es que yo no lo veo de esa manera. Todo niño que se muere se va para el cielo porque Jesús dijo, dejen que los niños vengan a mí porque de ellos es el reino de los cielos. Tenga cuidado. Si un chiquito de siete años puede hacer la diferencia entre lo bueno y lo malo y él peca, se va para el infierno. Y si muere, se va para el infierno. ¿Por qué? Porque es que Dios es injusto. No, no es injusto. Él entiende que lo que hizo está mal. Por eso existe una cosa maravillosa que se llama, señor, he pecado contra el cielo y contra ti. Se llama el perdón de Dios. Pero es un ejercicio. El perdón de Dios es una práctica. Es un ejercicio. Es una disciplina. Yo necesito el perdón de Dios en mi vida. Siguiente. La mayoría de nosotros vivimos de lo que sentimos. Vamos, es que hoy no siento ganas de lo que deseamos, de lo que copiamos. Vivimos de la motivación, del deseo, de la copia. Y eso es una forma muy interesante de que usted entienda que usted no es libre, finalmente. Nadie tiene total control ni claridad. Nadie tiene con total control ni claridad de su propia voluntad. Nadie la tiene, hermanos. Nadie la tiene. Capítulo 3, versículo 9 del libro de Romanos. Pablo, ahora bien, llegamos a la conclusión de que los judíos somos mejores que los demás. Para nada. Tal como acabamos de demostrar, empieza Pablo a explicar que nadie es libre. Nadie. Todos somos esclavos del pecado. Todos, sean judíos o gentiles, están bajo el poder del pecado. Todos. Porque realmente las motivaciones del corazón suyas y mías, solamente Dios las conoce. Y muchas cosas que usted y yo hacemos pensando que son buenas, las hacemos porque estamos llenos de maldad. ¿Me estoy dando a entender? Pablo lo está explicando. Y lo que Pablo está diciendo es, la misma Biblia lo explica, lo aclara. No hay ni un solo justo, ni uno. Nadie es realmente sabio. Nadie busca a Dios. Y esto es verdad. Nadie busca a Dios por su propia naturaleza. Todos se han desviado. Todos se volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo. Nadie, absolutamente nadie. Capítulo 20, verso 9 del libro de Proverbios. ¿Quién puede decir, he limpiado mi corazón, soy puro, estoy libre de pecado? Salomón. Capítulo 7, verso 20. No hay una sola persona en la tierra que siempre sea buena y nunca peque. Salomón. Pablo escribiéndole a Tito. No es Tito 1515, es Tito 115. Todo es puro para los de corazón, en cambio para los corruptos e incrédulos, nada es puro. Porque tienen la mente y la conciencia corrompidas. Puede usted escoger ser salvo, a no ser que Dios lo llame. Y a no ser que Dios diga, ustedes vienen a mí porque mi Padre se los ha concedido. No entendí. Me voy a poner un poco más pandereta, me voy a poner un poco más religioso. Toda persona, según la palabra, no quiere nada con Dios. Yo les conté, aquí venía una pareja, vino no sé cuánto tiempo, y una vez le dije al Señor, mire Señor, vea, con todo respeto, si su mujer lo hubiera metido a usted en el salón del reino o con los mormones, usted igual hubiese ido donde ella lo llevara, porque a usted Dios no le interesa. De usted no sale nada de Dios. ¿No entiende usted eso? Cuando esta señora que está aquí adelante parta con el Señor, ninguno de sus familiares, ninguno, puede decir que abuela nunca nos dijo que existe la sangre del Señor que limpia de todo pecado. Porque Ana se ha gastado la vida llevando a todo el mundo al Señor, como muchos de ustedes. Pero lo que la Biblia dice, es que por naturaleza ninguno de nosotros busca al Señor. Dos, la Biblia dice que ninguno de ustedes, ni nosotros, tenemos una dimensión y una profundidad de que es el pecado para nosotros. Porque el social media, social media, social media, porque las redes sociales, y la televisión, y Netflix, y Disney, y todas esas, me dejan ver que hay gente buena y gente mala, y yo me parezco más a los buenos, por lo tanto yo no soy malo. Tengo libre voluntad. No, nadie tiene libre su voluntad, porque está condicionada por su propia naturaleza. ¿Y qué es lo que hemos elegido? ¿Qué es lo que hemos elegido, hermanos? La vida más conveniente que nosotros vemos. Podemos elegir. ¿Quiere que le diga una cosa? Usted está aquí por pura misericordia de Dios. Obviamente yo también, más yo. Vámonos al 16. Viene Pablo a explicar todo esto. Por lo tanto es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo, ni de nuestro esfuerzo. Pues las Escrituras cuentan que Dios le dijo a Faraón. Faraón, te he designado con el propósito específico de exhibir mi poder en ti, y dar a conocer mi fama por toda la tierra. Así que, verso 18. ¿Cómo ven? Dios decide tener misericordia de algunos, y también decide, pongan atención, endurecer el corazón de otros para que se nieguen a escuchar. Y aquí Pablo nos deja patinando a todos. ¿Por qué? Porque esto fue lo que pasó. Moisés, de 80 años, Dios lo regresa a Egipto. Cuando, si de 50 años ya no uno consigue trabajo, Moisés sale de Egipto siendo arquitecto. Hablaba el idioma, era un guerrero, tenía toda la fuerza, tenía un montón de cosas. Y pasaron 80 años, y aquí no iba a contratar en ningún lado, con 80 años. Dios esperó que Moisés dejara de estar viendo hacia adentro, y empezara a ver hacia afuera. Pero eso es otro tema. Dios le dice a Moisés, Moisés, vayas a Egipto, porque vamos a sacar mi pueblo de ahí, el pueblo de Israel. 5 o 6 millones de personas, tenían ya de estar ahí 400 años. Llegaron 12 personas cuando llegaron, que fueron los hermanos de José, entraron a Egipto. Y llegan a, se multiplican, y el pueblo de Egipto los toma como, para servidumbre. Pasan los 400 años, que ya Dios le había dicho a Abraham que eso iba a pasar, y pasa lo siguiente. Dios le dice a Moisés esto, ve a Moisés, vaya y hable con el faraón. Y digale al faraón que deje salir a mi pueblo, porque llegó la hora de que mi pueblo regrese a adorarme en Canaán. Listo, listo, listo patrón, voy para allá. Moisés se da media vuelta, camina, y Dios le dice, ve acá, suave un momento, falta un detalle. Cuando usted hable con el faraón, sepa que yo le voy a endurecer el corazón a faraón. Yo voy a hablar con faraón, pero usted le va a endurecer el corazón a faraón, para que no escuche. O sea, yo le voy a tapar los oídos, yo le voy a tapar los oídos a China, para que no oiga. Y tras de que no oiga, la manda al infierno. Dios no es justo. ¿Me están siguiendo? Dios está diciendo, que en esa generación, Dios decidió tener misericordia de su pueblo de Moisés, y endurecerle el corazón a faraón, para que no escuchara, y después mandarlo al infierno. ¿Usted cree que estoy hablando de un Dios justo? No. Pero les toca venir yo en ocho, para entender por qué Dios hizo eso. Porque hermanos, algo está haciendo Dios que nosotros no entendemos. Se suena muy raro, pero no me ve a mí. Leal o Pablo lo está diciendo. Así que como ven, Dios decide tener misericordia de algunos, y también decide endurecer el corazón de otros, para que se nieguen a escuchar. Bueno, eso se salva por excepción. ¿Cómo por excepción? Sí, es que yo, yo le tapé los oídos, yo le tapé los oídos para que él no escuchara, y por lo tanto, él no pudo condenarse, porque él no escuchó. Ah bueno, ya está, no se salvó. Faraón no. Espero verlos de hoy en noche. Porque lo que sigue, tiene que mostrarnos a todos, cómo es que Dios nos salva, y por qué nos salva, y por qué es tan importante la salvación, y por qué la salvación empieza aquí, y por qué Dios es un Dios totalmente justo, aunque suene lo raro. ¿Y por eso digo Faraón? No. Señor bendito, tus caminos son caminos que podrían ser incomprensibles, y de hecho no son para nosotros. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde Costa Rica. CC por Antarctica Films Argentina

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