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Rom 8 del 26 al 28 Sem 44 Lo que Dios espera Dom 20 de Agosto 2023

Rom 8 del 26 al 28 Sem 44 Lo que Dios espera Dom 20 de Agosto 2023

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Olivo Verde is a Costa Rican community focused on the systematic and respectful study of the Bible. They produce content based on verse-by-verse analysis of the biblical text. The speaker discusses the importance of understanding that salvation is already obtained through Jesus, but there is more to expect from God. He uses the example of an employee expecting vacation and a bonus after only a few weeks of work to illustrate the concept. The speaker emphasizes that our weakness lies in not fully grasping the greater things God has in store for us. The Holy Spirit helps us in our weakness and intercedes for us. The message encourages a deeper understanding of God's promises and the need to align our expectations with His plans. La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemático y respetuoso de la palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bíblico. Somos Olivo Verde, Costa Rica. La comunidad Olivo Verde es una comunidad que se basa en el estudio sistemático y respetuoso del texto bíblico. La comunidad Olivo Verde es una comunidad que se basa en el estudio sistemático y respetuoso del texto bíblico. La comunidad Olivo Verde es una comunidad que se basa en el estudio sistemático y respetuoso del texto bíblico. De seguir con esta carta, que es la carta de Pablo a los Romanos. A partir del versículo 26, el versículo 26 es un versículo que ya entra en una dimensión, ya entra en una dimensión que la gente le tiene susto, le tiene chuto al versículo 26 en adelante. La gente le tiene cosas. De hecho, muy poca gente le entra al tema. Y muchas de las cosas que se dicen alrededor del 26, el 27, el 28, no tienen nada que ver con lo que está tratando de decir. Yo anoche quise ponerles un ejemplo. El ejemplo que les estaba poniendo es este. Si a usted le tocara contratar a una persona, si a usted le tocara tener un empleado, contratar a una persona, y cuando esa persona tiene dos semanas trabajando, ¿cómo se sentiría usted si esa persona le dice que le pague el allinaldo completo? Con dos semanas de trabajar. ¿Qué piensa usted si un empleado que usted está contratando, una persona que recién usted contrata, le dice que le dé las dos semanas de vacaciones? Con tres, cuatro semanas, tres semanas de haber entrado a trabajar. Si bien es cierto, pójame atención, si bien es cierto, el allinaldo y las vacaciones en Costa Rica son un derecho. Son un derecho. Toda persona que está trabajando bajo la ley, amparada por la ley, tiene derecho a dos semanas de vacaciones, y tiene derecho al décimo tercer mes, o lo que nosotros llamamos el allinaldo. Y no voy a hablar de Rafael Ángel Calderón Guardia, ni voy a hablar de esas cosas, pero sí quiero que usted me escuche en que suena raro que alguien reclame un derecho, que es un derecho personal, pero para que el derecho se dé, se requieren ciertos requisitos. Sí me estoy comunicando. Para que yo reciba ese derecho, se requieren ciertas cosas. ¿Trabajar un año? ¿Cumplir doce meses de trabajo para tener acceso al allinaldo? Amigos y amigas, esta mañana, yo necesito usar este ejemplo, porque algunos de nosotros no solamente estamos tratando de entender que es una ilustración, no estoy diciendo que mi ilustración sea necesariamente correcta con lo que esta mañana vamos a ver, pero sí la necesito como ilustración para que usted entienda de qué está hablando el apóstol. Algunos estamos solamente por el allinaldo de las vacaciones, y está bien. Está bien. Está bien. Es trabajo. Pero lo que realmente Dios está tratando de hacer, en este caso, usted como jefe, usted está tratando de que esa persona, si me sale bueno, lo pongo de gerente. Si me sale bueno, a mí miren cómo me cuesta, sinceramente miren cómo me cuesta usar ejemplos de cosas en las cuales se le dice a la gente que Dios le va a dar a usted más, porque al utilizar la palabra más, yo estoy poniéndolo a usted en una posición donde Dios debe de quedarle bien a usted, y eso sí, para mí siempre ha sido muy complicado. Pero si me está entendiendo que usted está contratando a Drubal, a Drubal llega a trabajar, lleva dos semanas y le pide el allinaldo, usted le va a decir, no señor, usted todavía no tiene derecho al allinaldo, pero se los voy a dar. Usted todavía no tiene derecho a las vacaciones, pero son sus derechos, se las voy a dar. El apóstol Pablo viene hablando de lo que nosotros ya tenemos, y ya tenemos la salvación, somos salvos, diga, soy salvo, dígalo, soy salvo. Hermanos, Pablo está diciendo que somos salvos, si usted muriera en este momento, por las razones que sean, y como decían los viejitos de antes, de hace muchos años, somos de la muerte, lo único que se necesita para morirse es estar vivo. Somos salvos, la Biblia dice que somos hijos de Dios, es lo que el apóstol viene hablando, el apóstol en su carta se mete en una dimensión un poquito más profunda, para que la gente, para que ustedes y yo nos agarremos de la revelación del Espíritu Santo, y no nos perdamos con toda la palabrería y todas las tonteras que le dicen a uno, estamos hablando de la salvación eterna, estamos hablando de la salvación que inicia aquí, estamos hablando de que Dios está pensando en que usted es una persona escogida. Damas y caballeros, estoy hablando de la salvación, estoy hablando de que las personas, que no todo el mundo en esta tierra es salvo, estamos hablando de la salvación, estamos hablando de que Jesús pagó el precio por su vida y por mi vida. Entonces, llegamos al versículo 26, y repaso rapidísimo de la semana pasada, Romanos 8.25, entonces dice Pablo que nosotros, Romanos 8.25, dice, pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Ya nos prometieron la salvación, ya la tenemos. Pero Pablo viene hablando de que nosotros no podemos quedarnos con los ojos puestos en el aguinaldo y las vacaciones, no podemos quedarnos con los ojos puestos simplemente en eso. Dios está diciendo que Él tiene, genuinamente, Dios tiene claro hacia dónde nos lleva, y lo que viene después es otra cosa. Estos versículos son la esencia de la esperanza, estos versículos son la esencia de lo que usted necesita entender, básicamente, en donde, váyase Romanos 8.23, por favor, si puede, ahí un toquecito, cámeme un toquecito, 8.23. Pablo viene claramente haciéndonos ver, Pablo viene claramente haciéndonos ver cosas sencillas. La salvación empieza aquí. Usted es salvo desde aquí. Usted es un monstruo horroroso. Pero el Espíritu Santo está en usted, y el Espíritu de Dios lo está transformando en la imagen de Cristo. Lo vimos la semana pasada. Vimos la semana antepasada, el Espíritu de Dios, sigue diciendo el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, está formando en usted simplemente a una hija y a un hijo de Dios, para que usted sea útil aquí, útil aquí. La gente quiere vivir, nadie se quiere morir, o sea, cantamos canciones, Señor quiero estar contigo, Señor quiero estar en tu presencia, pero el Señor le dice que se va a morir en una semana. Hermanos, todos queremos vivir por lo menos unos 80 años, todos. ¿Cuántos años tienes vos? 90. Hermanos, todos queremos vivir mucho, pero no queremos servir a Dios. Y en el momento en que nosotros dejamos de ser útiles, el Señor le dice, venga che, para acá. Venga che, para acá. Venga che, para acá. Vea, dice, ya lo vimos, esto es material de las semanas anteriores. Esto es material de las semanas anteriores, sabemos que toda creación todavía gime a una como si tuviera dolores de parto. Dice, y no tenemos, dice, y no solo ella, sino que también nosotros mismos que tenemos las primicias del Espíritu de Dios interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción, aguardamos nuestra adopción como hijos. Es decir, el Señor nos está dando un corazón nuevo. Nos está dando un corazón nuevo, me dicen a mí, pero también quiere darnos un cuerpo nuevo. Quiere darnos un cuerpo como el de Él. ¿Por qué? Pregúntele a Él, esa es su felicidad, vernos a nosotros como Él empezó las cosas con Adán en el principio. Póngame atención. Dice, porque en la esperanza fuimos salvos, pero esperar lo que ya se ve no es esperanza, la salvación ya la tenemos. Quien espera lo que ya ve, quien espera lo que ya ve, quien espera lo que ya está viendo, la salvación ya está con nosotros. Tenemos que esperar otra cosa. O sea, tenemos que vivir entendiendo que ya la guinaldo y las vacaciones son un derecho. ¿Voy bien? ¿Voy bien? Ok. Veinticinco. Regresemos a la presentación, que estoy en el veinticinco exactamente. Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostraremos nuestra constancia. Entonces quiere decir que hay algo más que Dios promete. Entonces avanzo. Verso veintiséis. Y aquí viene, hermanos, a partir de los veintiséis, que es lo que nos toca hoy, empezamos a ver los versículos más mal interpretados. Ustedes no se imaginan el montón de cosas interesantes que hay a partir de estos versículos. De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Pero esta debilidad, escúcheme, esta debilidad no es que usted todavía hace esto o hace aquello. O usted todavía dice esto o dice aquello. Sino que esto es tan importante para Dios, es tan importante que usted tenga la esperanza y la expectativa de que lo que Dios va a hacer es más allá de lo que usted está viendo aquí, que ninguno de nosotros, si atreve a pensar, ninguno de nosotros se mete en la cabeza, ninguno de nosotros está pensando constantemente que a lo que yo le doy valor no es a lo que Dios le da valor. Lo que Dios tiene para mí no es lo que yo espero tener. Entonces, vamos despacio porque esto es sencillo. ¿Cuál es la debilidad? Pues la debilidad, en este caso, de este texto, está hablando de que a usted se le va de que hay algo más grande que esto. Y que Dios quiere que usted lo tenga siempre presente. Hay otros versículos que hablan de que usted hace esto, de que usted hace lo otro, de que usted se porta mal, de que hay otros versículos que hablan de ese tipo de debilidad. Pero esta debilidad está en función de querer permanecer en la promesa de Dios y conocer qué es aquello que Dios nos está mostrando. Entonces avanzo, dice, pues ¿qué hemos de pedir como conviene? No lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Entonces la expresión, ¿es una expresión de qué? De pasión, de ganas. Lo tengo en otra versión, véalo, véalo en otra versión, véalo. Mismo texto, mismo versículo, dice, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Repito, ¿cuál es esa debilidad? Que yo no quiero, yo no estoy esperando lo que Dios quiere que yo esté esperando. Y para Dios es muy importante. Se lo voy a poner gráfico. Y el ejemplo que le voy a poner no es el ejemplo de Mariana Palacios, ni el ejemplo de Patricia Rodríguez, le voy a poner el ejemplo de Federico Acuña. Mi oración constantemente es por mis hijos. Mi oración constantemente es porque salgan adelante. Mi oración constante es porque mis hijos conozcan al Señor. Mi oración es constante para que las cosas salgan, las finanzas salgan en la casa, en la iglesia, en todo lado. Mi oración constante, escúcheme, su corazón y mi corazón están enfocados en aquello que de alguna forma usted sabe que usted depende de Dios. ¿Sí me comunico? Bueno, la palabra nos está diciendo que no estamos pidiendo conforme a lo que conviene, pero que el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad porque a Dios le interesa que usted sepa pedirle a Dios. Pero claro, aquí viene otro problema y es este. Dice, por ejemplo, nosotros no sabemos que quiere Dios que le pidamos en oración. ¿Lo ven? A ver, ¿qué están viendo? Al que me diga cuántos millones ando en la bolsa se los doy. Esto es lo que está diciendo. Que nuestra oración tiene que tener tal certeza, escúcheme, tal certeza de la voluntad de Dios. Y como ninguno de nosotros va a conocer la voluntad de Dios a no ser que sea por su palabra, vamos a pedir por la refrigeradora, por el carro, por la casa, por los hijos, por la salud, que no está mal. Porque aquí nos dice, veanlo, nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos que quiere Dios que le pidamos en oración. Ahí no está diciendo que usted ora mal. Voy a decir una herejía, porque es una herejía, pero ustedes no van a entender porque lo voy a... Esto no pasa así. Esto no es así, pero voy a usar el ejemplo. Le voy a dar 10 llaves. Tiene dos oportunidades para abrir la puerta. Entonces, llave 1 son los hijos, llave 2 es la familia, llave 3 es el dinero, llave 4 es la salud, llave 5 es los logros en la vida, llave 6 es el viaje a desamparados. ¿Me voy a entender? Pero hay una llave que abre el corazón de Dios. ¿Me están siguiendo? Hermanos, esto no funciona así, jamás. Jamás. Pero noten que lo que dice el texto, sencillamente, es que nosotros tenemos que aprender a orar, entendiendo que es lo que Dios quiere. ¿Quién va a saber eso? Nadie. Y le agrega otro elemento. Dice que es tan importante esto para el Señor, que lo que hace el Espíritu Santo es que Él toma lo que nosotros estamos haciendo y lo transforma, lo convierte, lo interpreta, lo lleva ante Dios de una manera en que simplemente veamos el cariño, el amor, la dedicación del Espíritu Santo para que nosotros seamos escuchados. Eso es lo que nos está planteando. Ahora aquí, como les dije, aquí hay dos problemas. Problema número uno. Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Punto. Muy bien. Hasta ahí vamos bien. Porque, por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración. Y ahí viene la bronca. Hermanos, nosotros no oramos ni por la comida. ¿Me voy a entender? Cuando yo le digo a usted que no ora, yo no le estoy diciendo a usted que yo sé que usted no ora. Le estoy diciendo que yo sé que nosotros no oramos. Tampoco estoy generalizando. ¿Usted sabe por qué yo sé que usted no ora? Porque la oración, hermanos, solamente tiene una característica. Dios escucha. Si usted quiere orar desde las dos de la mañana hasta las nueve de la mañana y Dios a usted lo escucha, siga. Siga. Si usted ora cinco minutos y Dios a usted lo escucha, siga. Pero si Dios a usted no lo escucha, hágase la pregunta, ¿qué está pasando? Entonces, miren, todo el mundo está en este momento con un signo de interrogación en la cabeza que dice, ¿y cómo sé yo que Dios me escucha? Porque Dios te contesta. Dice Juan, dice Pablo que estamos ante una realidad donde el Espíritu Santo, para ponerlo en la forma más ilustrativa posible, el Espíritu Santo toma nuestra locura de oración, lo que nosotros llevamos, que el Espíritu Santo lo está filtrando. Eso sí es una oración. Eso sí es una oración. Eso me interesa llevárselo al Padre, pero no le puedo llevar eso porque Él tiene que saber que el mundo no son los hijos. Yo no puedo estar en función de mis hijos. Yo no puedo estar en función de mi salud y mi futuro. Yo no puedo estar en función de mi pensión, de que a mí me vaya bien, de que todo me salga bien, de que termine la carrera. Yo no estoy en función de lo que este mundo me dé, porque el mundo está mal. No es que usted esté ganando bien, nosotros somos unos limpios. Me estoy dando a entender. Yo necesito que el corazón de él, de ese Federico, de Patricia, de Chrisley, yo necesito que el corazón de él se enfoque en la esperanza de la promesa que hace generar a los hijos de Dios, queriendo alcanzar lo que Dios dijo que nos iba a dar. ¿Quiere ver? ¿Quiere ver? Bueno, ya le enseño, pero necesito que se dé cuenta que nosotros no oramos. O la oración que tenemos es una oración tipo rezo, porque Dios contesta las oraciones. Y Dios contesta las oraciones en el tiempo que usted necesita que las conteste. Lo que pasa es que seguramente la respuesta es no. Muy feo. Y algunas oraciones de nosotros, lo pongo como un ejemplo, como para hacer algo simpático, pero algunas... Señor, ¿será que si fumo marihuana se me hice dolor de cabeza? O sea... Y aquí viene una palabra que me volcó la cabeza totalmente. Dice, pero el que escudriña... Perdón, ¿alguien ya está viendo esa palabra? ¿Usted cree que Dios Todopoderoso y el Espíritu Santo necesita ir a donde Martín y escudriñarlo? Dios sabe lo que está en el corazón de Martín. ¿Ustedes saben por qué la Biblia dice que Dios escudriña los corazones? Porque Dios cree y confía y sabe que en lo profundo del enredo que yo tengo en mi cabeza, hay algo de Él en mí, algo, y Dios lo busca. ¿Usted cree que Dios necesite? No, no, Dios no necesita escudriñar. Dios sabe que está pensando a Drueval, ¿qué va a hacer a Drueval los siguientes 500 años para adelante? ¿Qué va a hacer en la siguiente hora? Dios no necesita escudriñar, pero Dios sabe que en el fondo de nosotros hay algo de Él, y eso es de lo que Él se va a agarrar, hermanos. Pero el que escudriña los corazones, ¿sabe cuál es la intención de quién? El Espíritu Santo conversando con el Padre. Pobrecito, Federiquito, Padre, hágale caso, no hay quien no quiere, está volviendo por toda, por la plata, por la ropa, por bajar la panza, por los chiquillos, por la familia, ora por esto, ora por esto, pero hágale caso. Esa es la palabra que conoce la intención, la intención que conoce la intención del Espíritu, y la intención del Espíritu es que finalmente nosotros acomodemos nuestra vida de una manera que lo que deseamos en nuestro corazón sea lo de Dios por encima de nosotros mismos, y aquí hay que decir amén por las buenas. Gracias. Porque conforme, oigan, oigan qué cosa más sencilla y más inteligente, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos, o sea, termina el Espíritu intercediendo por mí, en favor de mi realidad, para que yo me concentre en el Señor, pero termina siendo una bendición para mí, siempre. Y aquí viene el versículo más mal interpretado, el versículo que se ha prestado para cualquier cantidad de tonteras. Estos son los versículos que la gente manda por, yo creo que este es uno de los versículos que más viaja por whatsapp y por internet en el mundo. Va a ver, todo le va a salir bien, no se preocupe, porque los que aman a Dios, va a ver, porque todas las cosas ayudan a bien, y usted, no, no, no, perdóneme, no es que le va a salir bien, es que usted está envejucado con la tarjeta de crédito, y va a tener que hacerle frente a la deuda. Si usted venía a 170 kilómetros por hora, en el camino entre San José y San Ramón, y lo para un tráfico, Señor, ciéganlo, Señor, que tu Espíritu Santo reprendo, reprendo, pero que usted va a reprender, y usted va a hablar de nada, si lo que la Palabra de Dios está diciendo, es usted viene a 170 kilómetros por hora, y él, para empezar, el ángel de la guardia se bajó a los 80, el Espíritu Santo se bajó a los 125, y a usted viene solo, y Dios le pone a usted un ángel en el camino que le hace así, y usted reprendiéndolo, no hombre, no friegue, viene, dice, la misma versión, otra versión, dice, ahora bien, sabemos que Dios organiza, Dios ordena, Dios acomoda, Dios arregla, Dios dispone todas las cosas para todo el mundo, tres condiciones, primera condición, para quienes aman a Dios, ok, una pregunta, para quienes aman a Dios, ¿cómo hace Dios para darse cuenta que usted lo ama? Porque el Espíritu intercede por usted, delante del Padre, con gemidos indecibles, porque a usted no le interesa, oíganme lo que me estoy diciendo, a usted no le interesa otra cosa más que el Dios que lo salvó, requisito número dos, cuando alguien ama a Dios, los que han sido llamados, requisito número tres, requisito número tres, de acuerdo al propósito de Dios. Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Una pregunta, gente, ¿dónde está usted en esta escena? Si usted ama a Dios, y si usted me pregunta a mí, ¿qué es amar a Dios? ¿Qué es amar a Dios? Para que usted tenga más, todavía más, algún otro material, son aquellas personas por las cuales el Espíritu de Dios intercede, son aquellas personas a las que escudriñándoles el corazón, Dios encuentra interés en su voluntad, son aquellas personas en las cuales entienden que mi debilidad más grande, vuélvanme a ver, mi debilidad más grande es este mundo, por eso es que no todo el mundo espera, pero sí esperamos, aquí está lo segundo, lo primero que les dije que es, no oramos, usted no ora, y segundo, no esperamos, lo que todavía no tenemos en la espera, demostramos nuestra constancia, verso 25, termino, concluyo, conclusiones, conclusión número uno, someta su vida a las cosas de Dios, sométalas, haga que su vida sea sometida a lo que Dios está diciendo que es su voluntad. Conclusión número dos, tenemos que aprender a depender de Dios, pero no vamos a poder depender de Dios si nosotros seguimos interponiendo nuestro pensamiento, y seguimos pensando que somos evangélicos, y que esta es nuestra religión, y que somos buena gente, Dios está tratando de hacer con usted algo con respecto a este mundo, nuestra oración primero debe ser que su propósito se cumpla en nosotros, punto, ¿cuál debe ser nuestra oración? Señor, ¿para qué vine a este mundo? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cuál es la razón por la cual estoy aquí todavía? Y ojalá Dios lo toque y la toque, y usted se integre, y ayude, y trabaje en la escuela bíblica, y trabaje en la música, y ojalá usted sea parte de los hermanos que sirven, pero si usted no entiende que usted vino aquí a servir a Dios, meterse a trabajar aquí es lo más fácil, porque la primera responsabilidad es fuera de aquí, en todos, el espíritu interviene si hay oración, el espíritu interviene si hay claridad de propósito, y anhelo por lo sublime, lo sublime no está aquí, aquí no está lo sublime, por eso es que no somos constantes, no somos constantes, entonces ese verso del 26 al 27, que son dos versos, nos tienen que mostrar, hermanos, que es lo que el Señor sigue haciendo con cada uno de nosotros, y el desafío no es que se vayan a orar, no, no, el desafío es que pongamos los ojos en la promesa que va más allá de lo que ve nuestra nariz, no me gusta decir esto que voy a decir, porque es muy relativo, pero algunos de ustedes van a ver dos veces más y tres veces más de lo que quieren ver, si cambiaran su corazón con respecto a lo que Dios está haciendo, no, vea, escúcheme, lo que usted llama el fin, Dios lo llama el medio, ¿me estoy dando a entender?, ¿alguien me escuchó?, lo que usted llama el fin, Dios lo llama el medio, lo que usted llama el medio, si, no se alegre por la bendición de Dios en su vida, alegrese por el Dios de su vida, alegrese por eso, porque la gente de la calle no tiene a Dios, tiene su trabajo, sus estudios, su esfuerzo, dice la Biblia, lo dice la Biblia, no lo dice Federico, Dios le da a sus hijos esas cosas mientras duermen, ups, no entendí, el hijo de Dios estudia para servir a Dios donde esté, la demás gente estudia para ser alguien en la vida, siga durmiendo de ese lado, usted sabe que fue lo primero que le dijo Dios a Moisés, al empezar le quitó los zapatos, o sea que lo siguió dejando casi sin nada, y le dijo, Moisés, ¿qué tienes en la mano?, y le dio un palo, y le dijo, bueno, por aquí empieza todo, pero no se te olvide que lo que Dios ve como el medio, pues lo ves como un fin, ¿por qué nos cuesta entender eso?, porque somos bien arriados hermanos, somos bien arriados, ustedes creen que si la música no fuera así, no fuera así, la música aquí, la música allá, Dios dispone todas las cosas para bien, pero hay que amarlo, hay que entender que hay una responsabilidad, un llamado, y que el llamado no es a lo que a mí se me ocurra, sino a sus propósitos, si usted no entiende de otra forma, los planes ya están hechos, a usted le toca pegar ladrillos, vaya y pegue ladrillos, y mientras está pegando ladrillos de los planes de Dios, usted va a empezar a ver, tengo tantos ejemplos que darles, pero no sirven las experiencias personales, muchas veces a los pastores se les va la vida contando cuentos y experiencias personales, la gente conoce más al pastor que a Dios, y es mejor conocer a Dios primero, antes que al pastor, algunos de ustedes les falta orar, algunos de ustedes les falta amar, entender que hay una responsabilidad, llamados, ahora le dije a Ernesto, Ernesto, cuando lo llamé le digo Ernesto, cuando lo llamé le digo Ernesto, solo él se llama Ernesto, aquí viene así, yo, no, y se le dio la asignación a él, la responsabilidad a él, yo le pedí que por favor me moviera ese aparato, y era él, como lo dije en el audio que les dije, esto es la Palabra de Dios, que hace usted con esta Palabra su responsabilidad, Señor, te doy gracias. Somos Olivo Verde Costa Rica

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