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El anuncio de la mas grande noticia Dom 25 Febrero 2024

El anuncio de la mas grande noticia Dom 25 Febrero 2024

OLIVO VERDE COSTA RICAOLIVO VERDE COSTA RICA

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Transcription

The transcription is a production by the Olivo Verdes Community in Costa Rica. It discusses the Gospel of Mark, specifically Chapter 1, verses 1-4. It emphasizes the importance of understanding the background and context of the author and audience. The Gospel of Mark is written for persecuted Christians in Rome during the time of Emperor Nero. The author, John Mark, highlights the suffering and crucifixion of Jesus to provide encouragement and strength to the readers. The Gospel begins with the declaration that Jesus is the Son of God. The purpose of this Gospel is to affirm Jesus as the Messiah and to focus on his humanity and deity. The historical context of the Great Fire of Rome in 64 AD, which led to the persecution of Christians, is also mentioned. The Gospel of Mark is different from Matthew and Luke in its approach and style. Overall, it serves as a testimony to the important work of Jesus. La siguiente es una producción de la Comunidad Olivo Verdes, Costa Rica. En este episodio, vamos a ver cómo el Evangelio de Marcos, capítulo 1, versículos del 1 al 4, es lo que Dios tiene dispuestos hoy a decir. Y dicho esto, iniciamos. Marcos 1, el principio del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías, He aquí yo envío un mensajero delante de tu paz, el cual preparará tu camino delante de ti. Vos, del que clama en el desierto, preparad el camino del Señor en de rezar sus sendas. Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Si alguna vez usted ha presenciado o escuchado la belleza de una sinfonía en una complejidad armoniosa de varios instrumentos, diferentes instrumentos con variados tonos musicales, claves y notas, todos cumpliendo la misma tarea de crear un hermoso sonido. Cada instrumento y sus sonidos únicos están entretejidos en este hermoso tapiz elaborado por el Director. De manera similar, encontramos en las Escrituras los cuatro relatos del Evangelio escritos por diferentes escritores con sus propias voces, personalidades y entornos únicos. Aunque en diferentes momentos de la historia, los cuatro Evangelios han sido inspirados por Dios, el Autor Divino. A través de la supervisión y dirección del Espíritu Santo, los cuatro relatos del Evangelio hablan de una sola persona y su obra. El Padre, de su divina autoría, no omite ningún detalle en lo que respecta a su Hijo Jesucristo. A través de la supervisión de Dios, el Conductor, Dios Padre, ha dado a conocer a los cuatro relatos del Evangelio quién es Jesucristo, la autoridad y el poder de su obra y su Deidad. Hoy vamos al relato del Evangelio de Marcos. Repito, es la intención de esta Casa Pastoral de tener una lectura, como dice nuestro Pastor, consciente e inteligente. Verso a verso de los Evangelios. Vamos a acercarnos a este relato de Marcos, como lo hemos hecho cada semana en este lugar y aún dentro de semana, para ver a quién, a Cristo, en toda su belleza, gracia y verdad. Le rogamos al Espíritu Santo que ilumine nuestros corazones y mentes y nos enseñe aún más de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Antes de entrar al texto, es importantísimo que siempre tengamos conciencia de los antecedentes de quién escribe y para quién escribe. El autor de este relato del Evangelio se puede encontrar literalmente en el título del libro. Juan Marcos es el nombre del autor de este Evangelio. Podemos ver en la presencia de Marcos en la obra ministerial cuando se une a Pablo y Bernabé al principio de su viaje misionero. Sin embargo, llegó un punto durante el tiempo que estuvieron juntos en el que surgió un intenso desacuerdo con respecto a la participación de Marcos en la visita previa a ciertas ciudades. Vemos evidencia de este desacuerdo en hechos. Y dice así la palabra, y se los comparto. Bernabé estuvo de acuerdo y quería llevar con ellos a Juan Marcos, pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los había abandonado en Pafilia y no había continuado con ellos en el trabajo. Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron Bernabé, tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre. Más adelante, el apóstol Pablo y Juan Marcos eventualmente reconciliarían los problemas de su pasado inmediato y volverían a estar juntos como socios ministeriales. Marcos escribe el primer relato del Evangelio alrededor del año 65 d.C. Esta fecha no puede ser significativa para muchos, pero juega un papel vital en nuestra comprensión del entorno y el tiempo de la historia que estamos conociendo. El 18 de julio del año 64 d.C., Roma experimentó lo que se conoció como el gran incendio de Roma. Durante esta época la historia de Nerón era el emperador. Se dice que en el año 65 d.C. es el año en que cambió el gobierno de Nerón especialmente sus acciones hacia todos los cristianos que habitaban en Roma. Según algunos de los relatos detallados más antiguos que estos se conservan, proporcionados por el historiador romano Tácito, se dice que el incendio comenzó en las tiendas del Circus Maximus, que era el estadio de las carreras de caballos que hacían los romanos. Se dijo que el daño de este incendio, que este incendio provocó en la ciudad de Roma fue tan catastrófico que el 80% de la ciudad quedó destruida. Y quizá nos preguntemos, ¿cuál pudo haber sido la causa de la destrucción del 80% de Roma? Muchos estudiosos dicen que fue Nerón el propio causante de que se iniciara este incendio para reconstruir Roma a su gusto. Si se hubiera corrido la voz de que Nerón inició el incendio, habría causado un gran revuelo y un completo desastre político para su reinado. Pero eso no podía permitirse que sucediera de esa forma. Así que, ¿qué mejor manera de encontrar a alguien de que echarle la culpa? Y la respuesta de Nerón fue, los cristianos tuvieron la culpa del incendio en Roma. Como podemos imaginar, hermanos y hermanas, la noticia del emperador de que los cristianos causaron tal devastación en Roma se extendió como la pólvora, sin juego de palabras. Esto finalmente llevó a Nerón a enviar al ejército a capturar a todos los cristianos de la ciudad. Se dice que una vez arrestados los cristianos en Roma, Nerón los vestió con pieles de animales. Los cubría con pieles de animales. Y si eso no fuera suficientemente humillante, Nerón colocaría a los cristianos en áreas públicas para que todos los vieran mientras soltaba a perros feroces para que se comieran lo que creían que era un animal. Seres humanos vestidos de animales. Otros cristianos fueron crucificados o fueron alimento para los leones durante los combates de gladiadores. Y sus cuerpos fueron utilizados como antorchas para iluminar el camino para las fiestas en el jardín de Nerón. Entonces, amigos y amigas, por un momento imaginemos las condiciones y los tiempos en los que estos cristianos romanos están leyendo este relato de Marcos. Se esconden para salvar sus vidas, buscando refugio en los espantosos hechos del emperador mientras tratan de exaltar el nombre de Cristo. Definitivamente podrían identificarse con Cristo en lo que se refiere a ser perseguido en público por un crimen que no se cometió. Es en el Evangelio de Marcos donde estos creyentes romanos perseguidos pueden recibir aliento a leer acerca de su Salvador crucificado. Será en este relato del Evangelio que verán la necesidad de que Cristo tenga que sufrir por causa de los santos. Será a través de este relato del Evangelio que estos cristianos perseguidos tendrán los medios para mantenerse firmes en lo que creen en medio del terrible sufrimiento. ¿Por qué pueden hacer esto? ¿Por qué todavía se reúnen para adorar y leer las Escrituras sobre su Salvador? ¿Por qué han leído que su Salvador no cedió en su sufrimiento? Entonces, ¿por qué ellos deberían de hacerlo? Uno podría imaginar la soledad y el desamparo que enfrentaron estos creyentes romanos durante este tiempo. Esta narración del Evangelio de Marcos es diferente a lo que Mateo y Lucas exponen. Por ejemplo, el relato de Mateo comienza con un relato genealógico de Jesús como el hijo de David, el hijo de Abraham. Podría resultar evidente para un lector de aquella época y para algunos estudiantes de la Biblia de hoy que el Evangelio de Mateo está escrito para un público principalmente judío. El relato de Lucas se dirige al cristiano gentil. El objetivo principal de Lucas es comunicar al lector que este Mesías prometido no es sólo el Mesías de los judíos, sino también el Mesías, el Mesías de los gentiles. El Evangelio de Lucas también es único porque trata la genealogía de Jesús antes de Abraham y llega hasta Adán. En resumen, Lucas demuestra que Jesús es, de hecho, el segundo Adán, el ser humano perfecto, el prometido. El relato de Marcos, sin embargo, comienza de manera diferente. Su relato no se centra en el linaje o las costumbres judías. Y como dice el autor Scroll, sobre un comentario que hizo del Evangelio de Marcos, dice que podría llamarse un documento testimonial, algo así como un folleto que alguien entregaría para dar un resumen de la importante obra de Jesús. Roguemos al Espíritu Santo para que en la medida que avancemos en este relato del Evangelio, versículo a versículo, veamos el enfoque de Marcos en la persona misma de Jesús, tanto en su humanidad como en su deidad. Marcos apunta que veamos la realidad de que Jesús es quien afirmó ser el Mesías. Con estos antecedentes en mente, retomemos el versículo 1. Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Este Evangelio comienza con una declaración temática y comienza diferente a los otros Evangelios como hemos dicho. Marcos abre este relato del Evangelio con un nuevo estilo literario de esos días con respecto a los escritos del Nuevo Testamento, comenzando con un gran anuncio. Este es un gran anuncio. Este mismo anuncio con el que comienza Marcos marcará el tono para el resto del Evangelio. Comienza su relato diciendo Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Notemos que la primera palabra de este libro puede parecernos familiar. Utiliza la palabra principio. La palabra que comienza aquí en el texto es la palabra griega arche. Simplemente significa los orígenes o el comienzo de algo. De hecho, cuando regresamos al Antiguo Testamento comenzando en el libro de Génesis, las primeras palabras de este libro son en el principio. De manera similar, Juan comienza su relato también del Evangelio con el principio. No sorprende entonces que Marcos usara esta declaración de origen para dar fe de quien se trata realmente este Evangelio y su mensaje dentro de los relatos sinópticos. Mateo comienza su relato con un registro genealógico. Lucas con el nacimiento de Juan Bautista. Sin embargo, Marcos comienza su relato de manera diferente, de cierto modo. Puede surgir la pregunta ¿Por qué Marcos siente la necesidad de comenzar con Jesús desde el principio? La respuesta está en quién ha creado Jesús. ¿A quién le escribe Marcos? Como lo que estábamos viendo al inicio. Cuando consideramos nuestro conocimiento previo, sabemos que Marcos está hablando a una audiencia predominantemente romana. El enfoque de Marcos no es apelar a los gentiles romanos a través de la ascendencia o las costumbres judías, sino más bien apelar al que. ¿Por qué Jesús debe ser el punto de partida de esta introducción? Esta oración temática aquí en el versículo 1 está llena de un hombre. Este comienzo de que Jesús sea el punto focal se centra en el hecho de que el mismo anuncio de Jesús es una buena noticia por sí sola. La palabra evangelio en griego es evangelion, que significa simplemente buenas noticias. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, dentro de la literatura griega, el término evangelion se usaba comúnmente para referirse a la victoria en el campo de batalla. Este informe de victorias siempre fue enviado por un mensajero proclamando tal victoria al pueblo. En el mundo greco-rocomano, esta palabra siempre aparece en plural, es decir, una buena nueva entre otras. Pero en el Nuevo Testamento, esta palabra aparece en singular. La buena nueva de Dios es Jesucristo, junto a la cual no hay otra buena noticia que se le acerque. Por eso estamos aquí. Si no, no habría lógica. Esta idea de buenas noticias no era un concepto del Nuevo Testamento. De hecho, las buenas noticias siempre han estado conectadas bíblicamente con el plan redentor de Dios con respecto a la venida y el gobierno del Mesías. El profeta Isaías habla de estas buenas nuevas con respecto al acto salvador final de Dios de paz, buenas noticias y liberación de la opresión para el pueblo de Dios. Veamos lo que dice Isaías 52.7, y se los leo. Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que atrae o trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, el que dice a Sion, tu Dios reina. El que dice hoy aquí a Olivos Verde, tu Dios reina. Marcos deja un claro punto al comienzo de su relato y es que el Evangelio más específicamente, la persona y la obra de Jesús es donde todo comienza. Jesús es el principio. La vida misma de Jesús habla del cumplimiento del gobierno, reino y plan redentor de Dios en la historia humana, plenamente realizado en una persona. Esta buena noticia no estuvo envuelta en una reforma política o una toma de control económico, como lo pensaban los judíos. Esta buena noticia está envuelta en una sola persona y su nombre es Jesucristo. A algunos podría surgirle la pregunta, ¿cuál es el problema con respecto a Jesucristo y qué victoria hay en él? Brevemente, pero no completamente desglosada, brevemente, pero no completamente desglosada, se encuentra una realidad muy sucinta que se encuentra en la persona de Jesús y Pablo menciona por qué Jesús en su persona y en su obra es una buena noticia. Primera de Corintios 15, 1, Además, os declaro hermanos, os declaro, perdón, hay un error material. Además, os declaro hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual también recibiste, en el cual también perseveráis, por el cual, así mismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creéis en vano. Porque primeramente, os he enseñado lo que así mismo recibí, que Jesucristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras y que fue sepultado y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras. Jesucristo es el sustituto representante que toma nuestro lugar y, a cambio de su justicia, toma nuestra inmundicia para que podamos estar en buena posición ante Dios. De eso se trata el sacrificio de Cristo. Profundicemos un poco ahora con el nombre de nuestro Señor y Salvador, Jesús, en estos dos títulos específicos, Cristo e Hijo de Dios. El nombre de Jesús es hebreo y es una variación del nombre Yeshua, que transliterado significa Josué. El nombre Josué significa Dios es salvación. La gente tiende a pensar que el nombre Cristo es el apellido de Jesús, sin embargo, eso está lejos de la verdad. La palabra Cristo es un título mesiánico, mientras que el título Hijo de Dios es su posición divina. Repito, la palabra Cristo es un título mesiánico, mientras que el título Hijo de Dios es su posición divina. Algunos de ustedes pueden estar familiarizados con este título, ya que es más conocido como se da en la confesión de Pedro. Allá en la región de Cazarea de Filipo, en Mateo 16, la confesión de Pedro es motivada por una pregunta que Jesús hace a sus discípulos, y esa pregunta fue, ¿Quién dicen los hombres que soy yo? ¿Qué dicen los demás que soy yo? Los discípulos de Jesús proceden diciendo, bueno, algunos dicen que tú eres Juan el Bautista, que tú eres Elías, otros dicen que tú eres Jeremías, o alguno de otros de los profetas que han venido. Es entonces cuando Jesús hace una pregunta directa a sus discípulos, una pregunta que finalmente reveló su papel, título y propósito. Él les dijo, ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? Ustedes han estado conmigo, no me interesa lo que digan los demás, ustedes han estado conmigo día a día, han visto los milagros, han visto cosas maravillosas, entonces, ¿Quién soy yo para ustedes? Pedro, por el poder del Espíritu Santo, en voz alta dice, tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Es en ese momento señalado que el Padre le revela a Pedro la verdad de quién es Jesús con respecto a su título mesiánico y su posición divina. Pero lo que no debemos perdernos es lo que le dice Jesús a Mateo después de su confesión. Entonces le respondió Jesús, Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ni sangre ni carne, carne y sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Menciono la confesión de Pedro porque en última instancia ilumina la realidad de los hombres y mujeres que llegan a la verdad de quién es Cristo. Nadie puede llegar a comprender quién es Cristo a menos que se le conceda verlo y conocerlo por la voluntad del Padre. Hermanos y hermanas, yo no alcanzo a Jesús, Él me alcanza a mí. Yo no soy tan carga. Sin embargo, Él en su infinita misericordia viene a mi encuentro porque el Padre me lo revela a través de las Escrituras. Esta podría ser una de las razones por las que Marcos comienza su relato de esta manera. El enfoque de Marcos para su audiencia es conocer a la persona adecuada de Jesús. Jesús no es simplemente un buen maestro. Jesús es mucho más que un profeta. Jesús es Dios que descendió, se envolvió en carne humana para revelar el reino de Dios mostrándonos el camino a través de su vida hacia el Padre. Siendo Jesucristo el comienzo de esta Buena Nueva, entra en juego la pregunta ¿Quién es el que da paso a este Rey Mesiánico? Como ocurre con cualquier gran anuncio, especialmente de este calibre, sería necesario que alguien anunciara esta noticia y preparara el camino para la victoria en la persona de Jesús que iba a entrar en escena. Con estas cosas, dentro de su plan de salvación de Dios, no hay detalle que quede fuera de abordar. En Marcos, dice, como está escrito en Isaías el profeta, He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz. Voz del que clama en el desierto, preparar el camino del Señor en defesar sus sendas. Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. El versículo 2 comienza con estas palabras, como está escrito en Isaías el profeta. Marcos lleva al lector a lo que se dice que es una escritura del Antiguo Testamento por el profeta Isaías. Esta profecía del Antiguo Testamento se centraría en la forma en que el Mesías entraría en su ministerio como medio para preparar su reino. Como se mencionó anteriormente, Marcos no es propenso a utilizar muchas escrituras o referencias del Antiguo Testamento debido a su audiencia. Sin embargo, lo interesante de su uso aquí es demostrar un punto muy claro del versículo anterior. El punto es que la mención de que un Mesías vendría al mundo para salvar a su pueblo no era un mensaje o idea nueva. En todo caso, Marcos tranquiliza aún más a sus lectores sobre el porqué el primer versículo es tan declarativo. Este Mesías prometido desde antaño es Jesucristo. El uso de las palabras de Marcos para su audiencia es nada más que brillante. Como cualquier buen escritor que hubiera comunicado detalles importantes a una audiencia en particular, desea escribir de una manera que se conecte con la audiencia de aquellos cristianos que estaban padeciendo en Roma. Persecución, muerte, y muerte no muy agradable. Por ejemplo, si estoy tratando de comunicarle claramente a un niño de seis años un tema muy complejo, el objetivo es utilizar un lenguaje sencillo que articule adecuadamente el punto sin comprometer el contenido. De la misma manera, el uso que hace Marcos de la frase como está escrito en el versículo 2, que ahí lo tenemos, vamos a ver, como está escrito. Una fórmula autorizada que era bien conocida por su audiencia. La frase que Marcos usa al comienzo del versículo 2 de la palabra griega, esta palabra tenía un peso autoritario que fue anunciado por un mensajero. Entonces, ¿qué estaba haciendo Marcos aquí? Marcos hace referencia a la profecía de Isaías para darle peso autoritario al mensaje que el Evangelio vendría a llevar. Este mensaje es la realidad de que habría un Mesías que vendrá a salvar a su pueblo y el papel del mensajero será proclamar su camino. Pero antes de avanzar demasiado rápido, sería prudente que dediquemos un poco de tiempo a los versículos 2 y 3, para comprender y examinar la profecía más de cerca. Si estamos familiarizados con las profecías de Isaías, nos daremos cuenta de que lo que Marcos registra como palabras de Isaías no son totalmente de Isaías. Lo que vemos en los versículos 2 y 3 es que Marcos está usando tres escrituras del Antiguo Testamento, como una cita combinada. Marcos usa Éxodo 20, Malaquías 3.1 e Isaías 4.3, que dicen He aquí yo envío mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado. He aquí yo envío mi mensajero el cual preparará el camino delante de mí. Vos del que claman en el desierto preparar camino a Jehová, enderezar calzada en la soledad a nuestro Dios. No es raro que los escritores del Nuevo Testamento combinaran las escrituras para enfatizar un punto. Si alguna vez usted ha sido estudiante universitario, al final de su carrera tiene que realizar una tesis. Y no porque usted diga esto es así, la gente le va a creer. El director de tesis y los lectores de tesis le van a pedir a usted que busque recursos primarios, secundarios y en ocasiones terciarios. Muy precisos. Nadie va a dar por cierto simplemente en lo que usted dice es cierto. De manera similar, Marcos usa el peso autoritario de estos profetas del Antiguo Testamento para señalar que vendría un mensajero antes que el Mesías apareciera en el escenario público. Pero algo que deseo que pongamos atención está en el versículo 1 de Malaquías 3. Porque algo muy interesante sobresale en este texto. El cual preparará el camino delante de mí. Amigas y amigos, esto es grande. Y a veces nosotros dejamos pasar los detalles de la palabra. Lo que Malaquías está diciendo es que vamos a experimentar a Dios mismo viniendo y habitando entre nosotros. Él va a estar contigo y conmigo cara a cara. Para ejemplificar de alguna manera lo que el texto dice, recordemos a Moisés en el monte Sinaí. Cuando recibe los diez mandamientos por parte de Dios. Y antes de bajar, me permito parafrasear todo el contexto. Le dice Moisés, mira Dios, yo he estado aquí con vos hace un rato ya, hace unos días he estado aquí con vos. ¿Me podrías mostrar tu rostro? Y Dios que le responde, no puedo mostrarte mi rostro porque cualquiera que vea mi rostro no podrá vivir. Pero te mostraré mi espalda Moisés. Y después que Moisés baja del Sinaí, lo que sucede es que la gloria de Dios brilla en su rostro. Tanto que la gente se escondía y no quería volver a verlo. Imagínense ustedes que magnitud de verle a alguien el rostro iluminado. Es grande. Lo que ahora nos muestra Malaquías es que Dios mismo envuelto en carne viene a la tierra y podemos verlo cara a cara. Y no moriremos pues porque él está envuelto en carne. Él es Emmanuel, Dios con nosotros. Una pregunta que surge de este contexto es ¿Por qué Marcos pone tanto énfasis en este mensajero o heraldo del Mesías? ¿Por qué tiene tan peso profético? La razón es que esta profecía que aparece en Malaquías fue lo último que se dijo al pueblo judío sobre cómo vendría el Mesías. Lo último. Después de que se escribió el libro de Malaquías. Se cerró. Y desde que se escribió esta frase hasta que aparece Juan el Bautista y aparece Jesús. Transcurrieron hermanas y hermanos más de 400 años. Es lo que se conoce como el periodo intertestamentario. Y como se puede imaginar parecía sombrío para muchos hombres y mujeres judíos con respecto a esta esperanza. Imagínense no haber escuchado una sola palabra de Dios anunciada por sus profetas en más de 400 años. La pregunta es ¿No estaría yo un poco desanimado? Yo no duro 400 años. Generaciones tras generaciones esperaron que esto se cumpliera. 400 años de absoluto silencio por parte de Dios. Entonces el hecho que en el versículo 4 Juan el Bautista llegue al lugar predicando y bautizando. Uno podría imaginar que su presencia si despertó un interés nacional. Despertó el interés nacional porque el pueblo judío tenía en mente un mensajero diferente. El mensajero que tenían en mente se parecía al profeta Elías del Antiguo Testamento en cuanto a sus vestiduras y su dieta por decirlo de una forma. Solo imaginémonos por favor hermanos de verdad imaginemos. Un hombre llamado Juan el Bautista vestido de piel de camello. Con un cinturón de cuero alrededor de su cintura, con una barba larga y lo que comía eran langostas y miel silvestre. Tiene un aspecto de un hombre loco ¿No es cierto? Seamos sinceros y probablemente usted y yo y aquellos que lo vieron probablemente hubiéramos pensado también este carajo la sacó del estadio. Sin embargo el nombre del mensajero en la profecía nunca se mencionó. Nunca se mencionó y menos en el texto de Malaquías. Solo menciona la voz de uno como la última declaración profética del profeta de Dios antes de los cuatrocientos y más años de silencio. Según el profeta Malaquías 4.5 la escritura dice que Elías el profeta regresaría. Veamos lo que dice ese texto por favor. He aquí yo os envío el profeta Elías antes de que venga el día de feo a grande y terrible. Hermanos, Malaquías menciona que este mensajero Elías el profeta regresaría antes del grande y terrible día del Señor. Y esos son detalles hermanos de verdad que tenemos que ponerle mucha atención. Para entender cuando regresaría físicamente Elías a la tierra, porque así está dicho, Debemos saber a qué se refiere esa frase de el día del Señor grande y terrible. Esta frase hace referencia a los siete años de tribulación. Lo que significa que antes del inicio era tribulación. Elías regresará a la tierra con el propósito de restaurar los corazones de Israel. A la verdadera obediencia a la palabra de Dios. Entonces queda claro porque los hombres y mujeres judíos de esa época estaban experimentando una especie de discrepancia cognitiva entre Elías y Juan el Bautista. Juan el Bautista no se les parecía a nada al profeta que ellos estaban esperando. Juan el Bautista confesó que su ministerio no fue un cumplimiento de Malaquías 4. Malaquías 4 está registrado en el Evangelio de Juan. Más específicamente en Juan 1 del 19 al 23. Y para mayor claridad se los leo. Este es el testimonio de Juan. Cuando los judíos se enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen, ¿Tú quién eres? Confesó y no negó. Si no confesó, yo no soy el Cristo. Y le preguntaron, ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo, no soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió, no. Le dijeron, pues ¿Quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices tú de ti mismo? Dijo Juan, yo soy la voz de uno que clama en el desierto, que endereza del camino del Señor como dijo, como dijo el profeta Isaias. Juan el Bautista deja evidentemente claro que su ministerio y misión es el cumplimiento de Isaias 40, como hemos repasado. Este cumplimiento de la profecía se refiere específicamente al de la primera venida del Mesías. Fue la enseñanza judía de ese día la que enfatizó el regreso de Elías antes de que el Mesías regrese a escena, o ingrese a escena. Aquí radica la causa de toda la confusión y especulación que tienen los judíos. El pueblo judío había pasado por alto la profecía de Isaias 40, que predijo un precursor anónimo que vendría antes del Mesías. Anónimo. Este malentendido, y al pasar por alto las Escrituras, podría explicar por qué durante la Pascua Judía, queda una silla vacía en la mesa. La silla vacía está preparada para Elías, el profeta. Lo que hace suponer que el Mesías para los judíos aún no ha llegado. Están esperándolo. Esta confusión llevó a la gente a cuestionar la legitimidad de Jesús como Mesías y al Juan el Bautista como su mensajero. Si fuésemos honestos, por un momento las preocupaciones de estas personas no eran diferentes de cómo usted o yo las hubiéramos respondido en aquel momento. Sólo imaginémonos una vez más a un hombre vestido de piel de camello, con un cinto de cuero alrededor de la cintura, comiendo lagostos de miel de silvestre y con su larga barba llena de miel. ¿No le parece que, con todo respeto, y usted y yo lo hubiéramos visto, yo lo hubiera visto, que este hombre está loco? Lo que muchos anticiparon, incluido Juan, fue que este Mesías en su venida vendía trayendo justicia, paz, libertad y juicio en su mano. Sin embargo, antes de que llegue el juicio se da la oportunidad de arrepentimiento. Juan y otros no podían entender la razón por la cual Jesús estaba mostrando misericordia al pecador en lugar de un juicio inmediato, porque ese es el Mesías que teníamos conocimiento. Que tenían desde el Antiguo Testamento, pero ahí estaba Jesús hablando con pecadores, sanando gente, en lugar de estar ejerciendo el juicio en contra de los opresores del pueblo judío. Hermanos, creo que esta es la belleza de comprender el amor inquebrantable de Dios. El amor de Dios es misericordioso y su amor es paciente. Pero lo que dice, lo dice de una mejor forma, es Pedro, en el 3.9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Podemos mirar a través del Antiguo Testamento y cada vez que pasó, cuando Israel no hizo lo que se suponía tenía que hacer. Israel, cuando uno lee los textos, es exactamente como yo me comporto. Yo no sé ustedes, pero yo me comporto como Israel. El Señor me decía, regresen a mí, aquí estoy. No vuelvan a hacer eso otra vez, regresen a mí. Les voy a dar otra oportunidad, regresen a mí. Una y otra vez, gracia sobre gracia. La gracia viene aún más y en este caso particular, ¿qué es lo que nos está mostrando Marcos? Que Dios, a través de su Hijo, Jesucristo, se encontrará cara a cara con hombres y mujeres y a través de su vida, muerte, sepultura, resurrección y ascensión, volverá la vida a los corazones muertos por el poder del Espíritu Santo. Qué gracia es saber que el Padre permitirá a su Hijo soportar el dolor de la cruz al punto de la muerte, para que ustedes y yo, y los que han de venir, podamos disfrutar los gozos de la afiliación que nos conduce al Reino de Dios. Eso, hermanos, significa amor verdadero. Entonces, como cualquier gran escritor, Dios Padre brinda claridad al Redentor a través de Jesús, explicando a la multitud en Mateo 11, quién es Juan y por qué su mensaje es importante y verdadero. Jesús menciona en Mateo 11, 14, una declaración aclaratoria, nuevamente se refiere a cómo los hombres reciben la verdad del mensaje de Dios. Y si queréis recibirlo, Él, refiriéndose a Juan, es aquel Elías que había de venir, el que tiene oídos para oír, oiga. Jesús explica en este texto que Juan el Bautista era en realidad un tipo de Elías. Para decirlo claramente, el que estaba dispuesto a aceptar a Jesús como su Mesías, también estaba dispuesto a aceptar a Juan como su Elías. La realidad de aceptar este mensaje se basa únicamente en que el Padre revela esta verdad por su Espíritu a aquellos a quienes ha llamado. Y aquellos a quienes el Señor llama recibieron este mensaje al responder al mensaje de Juan y al bautismo de arrepentimiento. El papel que desempeña Juan el Bautista como heraldo del Mesías requería una preparación de los corazones para recibir al Dios de Israel. Al Mesías. Cada vez que un dignatario real o un delegado del extranjero llega a una ciudad, ustedes y yo hemos sido testigos de que antes de que eso suceda hay un protocolo de seguridad que se hace. El personal de seguridad llega días antes de que ese dignatario ingrese a ese país. Llegan temprano para asegurarse de que todos los alojamientos y las cosas estén en orden para la llegada de ese líder. De esta misma manera Juan el Bautista al predicar el bautismo de arrepentimiento es preparar el corazón del pueblo para su Rey. Antes de concluir nuestra lectura de hoy, revisemos una parte muy importante de la profecía de Isaías sobre el desierto. Si hemos estudiado las escrituras, durante algún tiempo el desierto no debería resultar un entorno familiar. El desierto era típicamente el lugar de encuentro entre Dios y su pueblo y sus profetas. Por ejemplo, Moisés vio la taza ardiendo en el desierto. Dios llamó a una nación para sí después de liberarla de Egipto. ¿A dónde? Al desierto. Incluso Elías fue atendido por cuervos en el desierto. ¿Pero qué más tiene la importancia del desierto como escenario? El desierto es donde Dios preservó a su pueblo durante 40 años. Es en el desierto donde Dios proporcionó alimento, maná. Y los hijos de Israel vieron la poderosa provisión de Dios una y otra vez en el desierto. Por favor, imaginémonos el fuego en la noche rodeando el campamento de los judíos y en la mañana una nube que cubría el pueblo para que el sol no le diera. Eso es, hermanos, de verdad, señales de Dios y muestras del gran poder de Dios. A lo largo de las escrituras, el desierto es un lugar donde el pueblo de Dios se encontró poderosamente con Yahweh. Así que no es casualidad que después de 400 años de silencio, sin escuchar nada de Dios, de qué iba a hacer, Dios haya elegido introducir a su Hijo, su ministerio y su trabajo en escena, en un lugar con cierta familiaridad. La gente no esperaba que el misericordio viniera de esa forma. Ese es el asunto con los judíos. Muchos hubieran esperado que habrían sido conducidos a Jerusalén o a algún lugar donde habrían estado con personas de renombre. Habrían asumido que este anuncio se haría en un grupo grande de personas importantes, en un lugar muy común, por un destacado personaje, tal vez un fariseo, tal vez un saduceo, quiero decir un líder religioso del que haría este anuncio. Pero lo interesante es que Dios usa un hombre. Que vivía en el desierto, comiendo langostas y miel silvestre, predicando el mismo mensaje por seis meses consecutivos. El mismo mensaje todos los días y a toda hora. Se habría esperado que el Mesías hiciera caer justicia y rectitud, pero venía como una persona mansa. La gente no entendía de qué se trataba este Mesías. Por el malentendido con respecto a las profecías y a la lectura de la Palabra. Es interesante que Dios tome las cosas más simples de este mundo para confundir a los sabios. El Evangelio no iba a llegar a los pasillos del Sanedrín. Iba a ser iniciado en el lugar más improbable. Este reino mesiánico que estaba por llegar, llegaría de la manera que la gente menos esperaba. ¿No es interesante que nuestro gran Dios y Rey se encuentre con nosotros en los lugares más inverosímiles? Es interesante que cuando usted y yo nos hemos encontrado con el Evangelio de Cristo, probablemente nos hayamos encontrado en la situación más inverosímil, en un desastre personal y espiritual. Y Dios nos encuentra. ¿Cómo me encontró en el desierto de mi vida? ¿Por qué se encontraría conmigo en el desierto de mi vida? Él nos encontró en nuestro desierto porque según el texto del Antiguo Testamento, fue allí donde se ha encontrado con su pueblo desde un inicio. En un desierto físico. Pero muchos de nosotros, me incluyo primero, pasamos por desiertos espirituales grandes. Un vacío enorme. Yo diría y lo digo con todo respeto, cuando hay depresión es porque no hay Dios en nada en mi vida. Soy tan importante que Dios no me sirve. Porque somos hermanos tan soberbios, me incluyo yo primero. Soberbios. Y Dios extiende su mano en el desierto de mi vida para que yo pueda apoyarme en él. Amigas y amigos, creo que esa es una imagen muy hermosa, para que veamos que a Cristo no le interesa que nosotros tengamos todo. A Él le interesa que nosotros veamos que Él lo tiene todo. Amén. Como ha dicho nuestro Pastor, Dios nos libre de concedernos todo lo que le pidamos. Nos vamos, nos perdemos. Y en Él teniendo todo bajo su control. Cuando escuchemos el mensaje proclamado de que podemos llegar a esta verdad sabiendo de que este mensaje no va sobre tu espalda ni sobre mi espalda, sino sobre la espalda de Mesías. Sí, sobre la espalda de aquel que estaría sufriendo. Está sobre la espalda de aquel que sería azotado. Está sobre la espalda de quien arrancaría en la barba. Está sobre la espalda de quien sería golpeado hasta quedar irreconocible. Estaría escrito en su espalda. ¿Por qué? Porque sólo Él era capaz de soportarlo. Estimadas amigos y amigos, es por eso que Marcos dice que este es el comienzo de las buenas nuevas. No hay otra buena noticia que deba anunciarse, que deba conocerse, de la que deba hablarse, sino de esta, que está aquí, el Evangelio de Jesucristo. Pero lo más importante es que el Mesías que había de reinar en victoria sería probado, burlado, crucificado y resucitado para que vivamos por Él y en Él. Recordando estas palabras, eres digno de todo porque de ti son todas las cosas y para ti son todas las cosas porque sólo tú mereces la gloria. Si no conocemos a Jesús como Mesías, como Rey de Reyes, como Señor de señores, el mejor Adán, el Santo de Dios, entonces estamos entendiendo mal quién es Él. Salgamos aquí entendiendo el mensaje de Juan, arrepentirnos para el perdón de nuestros pecados, para no perecer y alcanzar su misericordia eterna. El conocimiento de Jesús y Su persona sólo puede revelarse a través del encuentro personal con Él por la voluntad del Padre. Hermanos, eso que estamos diciendo aquí es muy grande para nosotros, comprendámoslo. Estamos aquí reunidos porque el Padre de Su entera voluntad ha puesto en nuestros corazones la idea, el raciocinio de que Él existe y que el plan redentor de Cristo es para que usted y para que yo podamos entrar al reino de Dios. Padre, bueno, te damos gracias en esta mañana. Agradecemos tu atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos lo pueda compartir. Somos Olivo Verde, Cosa Rica.

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