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The transcription is a production by the Olivo Verdes Community in Costa Rica. It discusses the Gospel of Mark, specifically Chapter 1, verses 1-4. It emphasizes the importance of understanding the background and context of the author and audience. The Gospel of Mark is written for persecuted Christians in Rome during the time of Emperor Nero. The author, John Mark, highlights the suffering and crucifixion of Jesus to provide encouragement and strength to the readers. The Gospel begins with the declaration that Jesus is the Son of God. The purpose of this Gospel is to affirm Jesus as the Messiah and to focus on his humanity and deity. The historical context of the Great Fire of Rome in 64 AD, which led to the persecution of Christians, is also mentioned. The Gospel of Mark is different from Matthew and Luke in its approach and style. Overall, it serves as a testimony to the important work of Jesus. La siguiente es una producciĂłn de la Comunidad Olivo Verdes, Costa Rica. En este episodio, vamos a ver cĂłmo el Evangelio de Marcos, capĂtulo 1, versĂculos del 1 al 4, es lo que Dios tiene dispuestos hoy a decir. Y dicho esto, iniciamos. Marcos 1, el principio del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Como está escrito en IsaĂas, He aquĂ yo envĂo un mensajero delante de tu paz, el cual preparará tu camino delante de ti. Vos, del que clama en el desierto, preparad el camino del Señor en de rezar sus sendas. Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdĂłn de pecados. Si alguna vez usted ha presenciado o escuchado la belleza de una sinfonĂa en una complejidad armoniosa de varios instrumentos, diferentes instrumentos con variados tonos musicales, claves y notas, todos cumpliendo la misma tarea de crear un hermoso sonido. Cada instrumento y sus sonidos Ăşnicos están entretejidos en este hermoso tapiz elaborado por el Director. De manera similar, encontramos en las Escrituras los cuatro relatos del Evangelio escritos por diferentes escritores con sus propias voces, personalidades y entornos Ăşnicos. Aunque en diferentes momentos de la historia, los cuatro Evangelios han sido inspirados por Dios, el Autor Divino. A travĂ©s de la supervisiĂłn y direcciĂłn del EspĂritu Santo, los cuatro relatos del Evangelio hablan de una sola persona y su obra. El Padre, de su divina autorĂa, no omite ningĂşn detalle en lo que respecta a su Hijo Jesucristo. A travĂ©s de la supervisiĂłn de Dios, el Conductor, Dios Padre, ha dado a conocer a los cuatro relatos del Evangelio quiĂ©n es Jesucristo, la autoridad y el poder de su obra y su Deidad. Hoy vamos al relato del Evangelio de Marcos. Repito, es la intenciĂłn de esta Casa Pastoral de tener una lectura, como dice nuestro Pastor, consciente e inteligente. Verso a verso de los Evangelios. Vamos a acercarnos a este relato de Marcos, como lo hemos hecho cada semana en este lugar y aĂşn dentro de semana, para ver a quiĂ©n, a Cristo, en toda su belleza, gracia y verdad. Le rogamos al EspĂritu Santo que ilumine nuestros corazones y mentes y nos enseñe aĂşn más de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Antes de entrar al texto, es importantĂsimo que siempre tengamos conciencia de los antecedentes de quiĂ©n escribe y para quiĂ©n escribe. El autor de este relato del Evangelio se puede encontrar literalmente en el tĂtulo del libro. Juan Marcos es el nombre del autor de este Evangelio. Podemos ver en la presencia de Marcos en la obra ministerial cuando se une a Pablo y BernabĂ© al principio de su viaje misionero. Sin embargo, llegĂł un punto durante el tiempo que estuvieron juntos en el que surgiĂł un intenso desacuerdo con respecto a la participaciĂłn de Marcos en la visita previa a ciertas ciudades. Vemos evidencia de este desacuerdo en hechos. Y dice asĂ la palabra, y se los comparto. BernabĂ© estuvo de acuerdo y querĂa llevar con ellos a Juan Marcos, pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los habĂa abandonado en Pafilia y no habĂa continuado con ellos en el trabajo. Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron BernabĂ©, tomĂł a Juan Marcos consigo y navegĂł hacia Chipre. Más adelante, el apĂłstol Pablo y Juan Marcos eventualmente reconciliarĂan los problemas de su pasado inmediato y volverĂan a estar juntos como socios ministeriales. Marcos escribe el primer relato del Evangelio alrededor del año 65 d.C. Esta fecha no puede ser significativa para muchos, pero juega un papel vital en nuestra comprensiĂłn del entorno y el tiempo de la historia que estamos conociendo. El 18 de julio del año 64 d.C., Roma experimentĂł lo que se conociĂł como el gran incendio de Roma. Durante esta Ă©poca la historia de NerĂłn era el emperador. Se dice que en el año 65 d.C. es el año en que cambiĂł el gobierno de NerĂłn especialmente sus acciones hacia todos los cristianos que habitaban en Roma. SegĂşn algunos de los relatos detallados más antiguos que estos se conservan, proporcionados por el historiador romano Tácito, se dice que el incendio comenzĂł en las tiendas del Circus Maximus, que era el estadio de las carreras de caballos que hacĂan los romanos. Se dijo que el daño de este incendio, que este incendio provocĂł en la ciudad de Roma fue tan catastrĂłfico que el 80% de la ciudad quedĂł destruida. Y quizá nos preguntemos, Âżcuál pudo haber sido la causa de la destrucciĂłn del 80% de Roma? Muchos estudiosos dicen que fue NerĂłn el propio causante de que se iniciara este incendio para reconstruir Roma a su gusto. Si se hubiera corrido la voz de que NerĂłn iniciĂł el incendio, habrĂa causado un gran revuelo y un completo desastre polĂtico para su reinado. Pero eso no podĂa permitirse que sucediera de esa forma. AsĂ que, ÂżquĂ© mejor manera de encontrar a alguien de que echarle la culpa? Y la respuesta de NerĂłn fue, los cristianos tuvieron la culpa del incendio en Roma. Como podemos imaginar, hermanos y hermanas, la noticia del emperador de que los cristianos causaron tal devastaciĂłn en Roma se extendiĂł como la pĂłlvora, sin juego de palabras. Esto finalmente llevĂł a NerĂłn a enviar al ejĂ©rcito a capturar a todos los cristianos de la ciudad. Se dice que una vez arrestados los cristianos en Roma, NerĂłn los vestiĂł con pieles de animales. Los cubrĂa con pieles de animales. Y si eso no fuera suficientemente humillante, NerĂłn colocarĂa a los cristianos en áreas pĂşblicas para que todos los vieran mientras soltaba a perros feroces para que se comieran lo que creĂan que era un animal. Seres humanos vestidos de animales. Otros cristianos fueron crucificados o fueron alimento para los leones durante los combates de gladiadores. Y sus cuerpos fueron utilizados como antorchas para iluminar el camino para las fiestas en el jardĂn de NerĂłn. Entonces, amigos y amigas, por un momento imaginemos las condiciones y los tiempos en los que estos cristianos romanos están leyendo este relato de Marcos. Se esconden para salvar sus vidas, buscando refugio en los espantosos hechos del emperador mientras tratan de exaltar el nombre de Cristo. Definitivamente podrĂan identificarse con Cristo en lo que se refiere a ser perseguido en pĂşblico por un crimen que no se cometiĂł. Es en el Evangelio de Marcos donde estos creyentes romanos perseguidos pueden recibir aliento a leer acerca de su Salvador crucificado. Será en este relato del Evangelio que verán la necesidad de que Cristo tenga que sufrir por causa de los santos. Será a travĂ©s de este relato del Evangelio que estos cristianos perseguidos tendrán los medios para mantenerse firmes en lo que creen en medio del terrible sufrimiento. ÂżPor quĂ© pueden hacer esto? ÂżPor quĂ© todavĂa se reĂşnen para adorar y leer las Escrituras sobre su Salvador? ÂżPor quĂ© han leĂdo que su Salvador no cediĂł en su sufrimiento? Entonces, Âżpor quĂ© ellos deberĂan de hacerlo? Uno podrĂa imaginar la soledad y el desamparo que enfrentaron estos creyentes romanos durante este tiempo. Esta narraciĂłn del Evangelio de Marcos es diferente a lo que Mateo y Lucas exponen. Por ejemplo, el relato de Mateo comienza con un relato genealĂłgico de JesĂşs como el hijo de David, el hijo de Abraham. PodrĂa resultar evidente para un lector de aquella Ă©poca y para algunos estudiantes de la Biblia de hoy que el Evangelio de Mateo está escrito para un pĂşblico principalmente judĂo. El relato de Lucas se dirige al cristiano gentil. El objetivo principal de Lucas es comunicar al lector que este MesĂas prometido no es sĂłlo el MesĂas de los judĂos, sino tambiĂ©n el MesĂas, el MesĂas de los gentiles. El Evangelio de Lucas tambiĂ©n es Ăşnico porque trata la genealogĂa de JesĂşs antes de Abraham y llega hasta Adán. En resumen, Lucas demuestra que JesĂşs es, de hecho, el segundo Adán, el ser humano perfecto, el prometido. El relato de Marcos, sin embargo, comienza de manera diferente. Su relato no se centra en el linaje o las costumbres judĂas. Y como dice el autor Scroll, sobre un comentario que hizo del Evangelio de Marcos, dice que podrĂa llamarse un documento testimonial, algo asĂ como un folleto que alguien entregarĂa para dar un resumen de la importante obra de JesĂşs. Roguemos al EspĂritu Santo para que en la medida que avancemos en este relato del Evangelio, versĂculo a versĂculo, veamos el enfoque de Marcos en la persona misma de JesĂşs, tanto en su humanidad como en su deidad. Marcos apunta que veamos la realidad de que JesĂşs es quien afirmĂł ser el MesĂas. Con estos antecedentes en mente, retomemos el versĂculo 1. Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Este Evangelio comienza con una declaraciĂłn temática y comienza diferente a los otros Evangelios como hemos dicho. Marcos abre este relato del Evangelio con un nuevo estilo literario de esos dĂas con respecto a los escritos del Nuevo Testamento, comenzando con un gran anuncio. Este es un gran anuncio. Este mismo anuncio con el que comienza Marcos marcará el tono para el resto del Evangelio. Comienza su relato diciendo Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Notemos que la primera palabra de este libro puede parecernos familiar. Utiliza la palabra principio. La palabra que comienza aquĂ en el texto es la palabra griega arche. Simplemente significa los orĂgenes o el comienzo de algo. De hecho, cuando regresamos al Antiguo Testamento comenzando en el libro de GĂ©nesis, las primeras palabras de este libro son en el principio. De manera similar, Juan comienza su relato tambiĂ©n del Evangelio con el principio. No sorprende entonces que Marcos usara esta declaraciĂłn de origen para dar fe de quien se trata realmente este Evangelio y su mensaje dentro de los relatos sinĂłpticos. Mateo comienza su relato con un registro genealĂłgico. Lucas con el nacimiento de Juan Bautista. Sin embargo, Marcos comienza su relato de manera diferente, de cierto modo. Puede surgir la pregunta ÂżPor quĂ© Marcos siente la necesidad de comenzar con JesĂşs desde el principio? La respuesta está en quiĂ©n ha creado JesĂşs. ÂżA quiĂ©n le escribe Marcos? Como lo que estábamos viendo al inicio. Cuando consideramos nuestro conocimiento previo, sabemos que Marcos está hablando a una audiencia predominantemente romana. El enfoque de Marcos no es apelar a los gentiles romanos a travĂ©s de la ascendencia o las costumbres judĂas, sino más bien apelar al que. ÂżPor quĂ© JesĂşs debe ser el punto de partida de esta introducciĂłn? Esta oraciĂłn temática aquĂ en el versĂculo 1 está llena de un hombre. Este comienzo de que JesĂşs sea el punto focal se centra en el hecho de que el mismo anuncio de JesĂşs es una buena noticia por sĂ sola. La palabra evangelio en griego es evangelion, que significa simplemente buenas noticias. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, dentro de la literatura griega, el tĂ©rmino evangelion se usaba comĂşnmente para referirse a la victoria en el campo de batalla. Este informe de victorias siempre fue enviado por un mensajero proclamando tal victoria al pueblo. En el mundo greco-rocomano, esta palabra siempre aparece en plural, es decir, una buena nueva entre otras. Pero en el Nuevo Testamento, esta palabra aparece en singular. La buena nueva de Dios es Jesucristo, junto a la cual no hay otra buena noticia que se le acerque. Por eso estamos aquĂ. Si no, no habrĂa lĂłgica. Esta idea de buenas noticias no era un concepto del Nuevo Testamento. De hecho, las buenas noticias siempre han estado conectadas bĂblicamente con el plan redentor de Dios con respecto a la venida y el gobierno del MesĂas. El profeta IsaĂas habla de estas buenas nuevas con respecto al acto salvador final de Dios de paz, buenas noticias y liberaciĂłn de la opresiĂłn para el pueblo de Dios. Veamos lo que dice IsaĂas 52.7, y se los leo. Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que atrae o trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvaciĂłn, el que dice a Sion, tu Dios reina. El que dice hoy aquĂ a Olivos Verde, tu Dios reina. Marcos deja un claro punto al comienzo de su relato y es que el Evangelio más especĂficamente, la persona y la obra de JesĂşs es donde todo comienza. JesĂşs es el principio. La vida misma de JesĂşs habla del cumplimiento del gobierno, reino y plan redentor de Dios en la historia humana, plenamente realizado en una persona. Esta buena noticia no estuvo envuelta en una reforma polĂtica o una toma de control econĂłmico, como lo pensaban los judĂos. Esta buena noticia está envuelta en una sola persona y su nombre es Jesucristo. A algunos podrĂa surgirle la pregunta, Âżcuál es el problema con respecto a Jesucristo y quĂ© victoria hay en Ă©l? Brevemente, pero no completamente desglosada, brevemente, pero no completamente desglosada, se encuentra una realidad muy sucinta que se encuentra en la persona de JesĂşs y Pablo menciona por quĂ© JesĂşs en su persona y en su obra es una buena noticia. Primera de Corintios 15, 1, Además, os declaro hermanos, os declaro, perdĂłn, hay un error material. Además, os declaro hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual tambiĂ©n recibiste, en el cual tambiĂ©n perseveráis, por el cual, asĂ mismo, si retenĂ©is la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creĂ©is en vano. Porque primeramente, os he enseñado lo que asĂ mismo recibĂ, que Jesucristo muriĂł por nuestros pecados conforme a las Escrituras y que fue sepultado y que resucitĂł al tercer dĂa conforme a las Escrituras. Jesucristo es el sustituto representante que toma nuestro lugar y, a cambio de su justicia, toma nuestra inmundicia para que podamos estar en buena posiciĂłn ante Dios. De eso se trata el sacrificio de Cristo. Profundicemos un poco ahora con el nombre de nuestro Señor y Salvador, JesĂşs, en estos dos tĂtulos especĂficos, Cristo e Hijo de Dios. El nombre de JesĂşs es hebreo y es una variaciĂłn del nombre Yeshua, que transliterado significa JosuĂ©. El nombre JosuĂ© significa Dios es salvaciĂłn. La gente tiende a pensar que el nombre Cristo es el apellido de JesĂşs, sin embargo, eso está lejos de la verdad. La palabra Cristo es un tĂtulo mesiánico, mientras que el tĂtulo Hijo de Dios es su posiciĂłn divina. Repito, la palabra Cristo es un tĂtulo mesiánico, mientras que el tĂtulo Hijo de Dios es su posiciĂłn divina. Algunos de ustedes pueden estar familiarizados con este tĂtulo, ya que es más conocido como se da en la confesiĂłn de Pedro. Allá en la regiĂłn de Cazarea de Filipo, en Mateo 16, la confesiĂłn de Pedro es motivada por una pregunta que JesĂşs hace a sus discĂpulos, y esa pregunta fue, ÂżQuiĂ©n dicen los hombres que soy yo? ÂżQuĂ© dicen los demás que soy yo? Los discĂpulos de JesĂşs proceden diciendo, bueno, algunos dicen que tĂş eres Juan el Bautista, que tĂş eres ElĂas, otros dicen que tĂş eres JeremĂas, o alguno de otros de los profetas que han venido. Es entonces cuando JesĂşs hace una pregunta directa a sus discĂpulos, una pregunta que finalmente revelĂł su papel, tĂtulo y propĂłsito. Él les dijo, ÂżY vosotros, quiĂ©n decĂs que soy yo? Ustedes han estado conmigo, no me interesa lo que digan los demás, ustedes han estado conmigo dĂa a dĂa, han visto los milagros, han visto cosas maravillosas, entonces, ÂżQuiĂ©n soy yo para ustedes? Pedro, por el poder del EspĂritu Santo, en voz alta dice, tĂş eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Es en ese momento señalado que el Padre le revela a Pedro la verdad de quiĂ©n es JesĂşs con respecto a su tĂtulo mesiánico y su posiciĂłn divina. Pero lo que no debemos perdernos es lo que le dice JesĂşs a Mateo despuĂ©s de su confesiĂłn. Entonces le respondiĂł JesĂşs, Bienaventurado eres, SimĂłn, hijo de Jonás, porque no te lo revelĂł ni sangre ni carne, carne y sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Menciono la confesiĂłn de Pedro porque en Ăşltima instancia ilumina la realidad de los hombres y mujeres que llegan a la verdad de quiĂ©n es Cristo. Nadie puede llegar a comprender quiĂ©n es Cristo a menos que se le conceda verlo y conocerlo por la voluntad del Padre. Hermanos y hermanas, yo no alcanzo a JesĂşs, Él me alcanza a mĂ. Yo no soy tan carga. Sin embargo, Él en su infinita misericordia viene a mi encuentro porque el Padre me lo revela a travĂ©s de las Escrituras. Esta podrĂa ser una de las razones por las que Marcos comienza su relato de esta manera. El enfoque de Marcos para su audiencia es conocer a la persona adecuada de JesĂşs. JesĂşs no es simplemente un buen maestro. JesĂşs es mucho más que un profeta. JesĂşs es Dios que descendiĂł, se envolviĂł en carne humana para revelar el reino de Dios mostrándonos el camino a travĂ©s de su vida hacia el Padre. Siendo Jesucristo el comienzo de esta Buena Nueva, entra en juego la pregunta ÂżQuiĂ©n es el que da paso a este Rey Mesiánico? Como ocurre con cualquier gran anuncio, especialmente de este calibre, serĂa necesario que alguien anunciara esta noticia y preparara el camino para la victoria en la persona de JesĂşs que iba a entrar en escena. Con estas cosas, dentro de su plan de salvaciĂłn de Dios, no hay detalle que quede fuera de abordar. En Marcos, dice, como está escrito en IsaĂas el profeta, He aquĂ yo envĂo mi mensajero delante de tu faz. Voz del que clama en el desierto, preparar el camino del Señor en defesar sus sendas. Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdĂłn de pecados. El versĂculo 2 comienza con estas palabras, como está escrito en IsaĂas el profeta. Marcos lleva al lector a lo que se dice que es una escritura del Antiguo Testamento por el profeta IsaĂas. Esta profecĂa del Antiguo Testamento se centrarĂa en la forma en que el MesĂas entrarĂa en su ministerio como medio para preparar su reino. Como se mencionĂł anteriormente, Marcos no es propenso a utilizar muchas escrituras o referencias del Antiguo Testamento debido a su audiencia. Sin embargo, lo interesante de su uso aquĂ es demostrar un punto muy claro del versĂculo anterior. El punto es que la menciĂłn de que un MesĂas vendrĂa al mundo para salvar a su pueblo no era un mensaje o idea nueva. En todo caso, Marcos tranquiliza aĂşn más a sus lectores sobre el porquĂ© el primer versĂculo es tan declarativo. Este MesĂas prometido desde antaño es Jesucristo. El uso de las palabras de Marcos para su audiencia es nada más que brillante. Como cualquier buen escritor que hubiera comunicado detalles importantes a una audiencia en particular, desea escribir de una manera que se conecte con la audiencia de aquellos cristianos que estaban padeciendo en Roma. PersecuciĂłn, muerte, y muerte no muy agradable. Por ejemplo, si estoy tratando de comunicarle claramente a un niño de seis años un tema muy complejo, el objetivo es utilizar un lenguaje sencillo que articule adecuadamente el punto sin comprometer el contenido. De la misma manera, el uso que hace Marcos de la frase como está escrito en el versĂculo 2, que ahĂ lo tenemos, vamos a ver, como está escrito. Una fĂłrmula autorizada que era bien conocida por su audiencia. La frase que Marcos usa al comienzo del versĂculo 2 de la palabra griega, esta palabra tenĂa un peso autoritario que fue anunciado por un mensajero. Entonces, ÂżquĂ© estaba haciendo Marcos aquĂ? Marcos hace referencia a la profecĂa de IsaĂas para darle peso autoritario al mensaje que el Evangelio vendrĂa a llevar. Este mensaje es la realidad de que habrĂa un MesĂas que vendrá a salvar a su pueblo y el papel del mensajero será proclamar su camino. Pero antes de avanzar demasiado rápido, serĂa prudente que dediquemos un poco de tiempo a los versĂculos 2 y 3, para comprender y examinar la profecĂa más de cerca. Si estamos familiarizados con las profecĂas de IsaĂas, nos daremos cuenta de que lo que Marcos registra como palabras de IsaĂas no son totalmente de IsaĂas. Lo que vemos en los versĂculos 2 y 3 es que Marcos está usando tres escrituras del Antiguo Testamento, como una cita combinada. Marcos usa Éxodo 20, MalaquĂas 3.1 e IsaĂas 4.3, que dicen He aquĂ yo envĂo mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado. He aquĂ yo envĂo mi mensajero el cual preparará el camino delante de mĂ. Vos del que claman en el desierto preparar camino a Jehová, enderezar calzada en la soledad a nuestro Dios. No es raro que los escritores del Nuevo Testamento combinaran las escrituras para enfatizar un punto. Si alguna vez usted ha sido estudiante universitario, al final de su carrera tiene que realizar una tesis. Y no porque usted diga esto es asĂ, la gente le va a creer. El director de tesis y los lectores de tesis le van a pedir a usted que busque recursos primarios, secundarios y en ocasiones terciarios. Muy precisos. Nadie va a dar por cierto simplemente en lo que usted dice es cierto. De manera similar, Marcos usa el peso autoritario de estos profetas del Antiguo Testamento para señalar que vendrĂa un mensajero antes que el MesĂas apareciera en el escenario pĂşblico. Pero algo que deseo que pongamos atenciĂłn está en el versĂculo 1 de MalaquĂas 3. Porque algo muy interesante sobresale en este texto. El cual preparará el camino delante de mĂ. Amigas y amigos, esto es grande. Y a veces nosotros dejamos pasar los detalles de la palabra. Lo que MalaquĂas está diciendo es que vamos a experimentar a Dios mismo viniendo y habitando entre nosotros. Él va a estar contigo y conmigo cara a cara. Para ejemplificar de alguna manera lo que el texto dice, recordemos a MoisĂ©s en el monte SinaĂ. Cuando recibe los diez mandamientos por parte de Dios. Y antes de bajar, me permito parafrasear todo el contexto. Le dice MoisĂ©s, mira Dios, yo he estado aquĂ con vos hace un rato ya, hace unos dĂas he estado aquĂ con vos. ÂżMe podrĂas mostrar tu rostro? Y Dios que le responde, no puedo mostrarte mi rostro porque cualquiera que vea mi rostro no podrá vivir. Pero te mostrarĂ© mi espalda MoisĂ©s. Y despuĂ©s que MoisĂ©s baja del SinaĂ, lo que sucede es que la gloria de Dios brilla en su rostro. Tanto que la gente se escondĂa y no querĂa volver a verlo. ImagĂnense ustedes que magnitud de verle a alguien el rostro iluminado. Es grande. Lo que ahora nos muestra MalaquĂas es que Dios mismo envuelto en carne viene a la tierra y podemos verlo cara a cara. Y no moriremos pues porque Ă©l está envuelto en carne. Él es Emmanuel, Dios con nosotros. Una pregunta que surge de este contexto es ÂżPor quĂ© Marcos pone tanto Ă©nfasis en este mensajero o heraldo del MesĂas? ÂżPor quĂ© tiene tan peso profĂ©tico? La razĂłn es que esta profecĂa que aparece en MalaquĂas fue lo Ăşltimo que se dijo al pueblo judĂo sobre cĂłmo vendrĂa el MesĂas. Lo Ăşltimo. DespuĂ©s de que se escribiĂł el libro de MalaquĂas. Se cerrĂł. Y desde que se escribiĂł esta frase hasta que aparece Juan el Bautista y aparece JesĂşs. Transcurrieron hermanas y hermanos más de 400 años. Es lo que se conoce como el periodo intertestamentario. Y como se puede imaginar parecĂa sombrĂo para muchos hombres y mujeres judĂos con respecto a esta esperanza. ImagĂnense no haber escuchado una sola palabra de Dios anunciada por sus profetas en más de 400 años. La pregunta es ÂżNo estarĂa yo un poco desanimado? Yo no duro 400 años. Generaciones tras generaciones esperaron que esto se cumpliera. 400 años de absoluto silencio por parte de Dios. Entonces el hecho que en el versĂculo 4 Juan el Bautista llegue al lugar predicando y bautizando. Uno podrĂa imaginar que su presencia si despertĂł un interĂ©s nacional. DespertĂł el interĂ©s nacional porque el pueblo judĂo tenĂa en mente un mensajero diferente. El mensajero que tenĂan en mente se parecĂa al profeta ElĂas del Antiguo Testamento en cuanto a sus vestiduras y su dieta por decirlo de una forma. Solo imaginĂ©monos por favor hermanos de verdad imaginemos. Un hombre llamado Juan el Bautista vestido de piel de camello. Con un cinturĂłn de cuero alrededor de su cintura, con una barba larga y lo que comĂa eran langostas y miel silvestre. Tiene un aspecto de un hombre loco ÂżNo es cierto? Seamos sinceros y probablemente usted y yo y aquellos que lo vieron probablemente hubiĂ©ramos pensado tambiĂ©n este carajo la sacĂł del estadio. Sin embargo el nombre del mensajero en la profecĂa nunca se mencionĂł. Nunca se mencionĂł y menos en el texto de MalaquĂas. Solo menciona la voz de uno como la Ăşltima declaraciĂłn profĂ©tica del profeta de Dios antes de los cuatrocientos y más años de silencio. SegĂşn el profeta MalaquĂas 4.5 la escritura dice que ElĂas el profeta regresarĂa. Veamos lo que dice ese texto por favor. He aquĂ yo os envĂo el profeta ElĂas antes de que venga el dĂa de feo a grande y terrible. Hermanos, MalaquĂas menciona que este mensajero ElĂas el profeta regresarĂa antes del grande y terrible dĂa del Señor. Y esos son detalles hermanos de verdad que tenemos que ponerle mucha atenciĂłn. Para entender cuando regresarĂa fĂsicamente ElĂas a la tierra, porque asĂ está dicho, Debemos saber a quĂ© se refiere esa frase de el dĂa del Señor grande y terrible. Esta frase hace referencia a los siete años de tribulaciĂłn. Lo que significa que antes del inicio era tribulaciĂłn. ElĂas regresará a la tierra con el propĂłsito de restaurar los corazones de Israel. A la verdadera obediencia a la palabra de Dios. Entonces queda claro porque los hombres y mujeres judĂos de esa Ă©poca estaban experimentando una especie de discrepancia cognitiva entre ElĂas y Juan el Bautista. Juan el Bautista no se les parecĂa a nada al profeta que ellos estaban esperando. Juan el Bautista confesĂł que su ministerio no fue un cumplimiento de MalaquĂas 4. MalaquĂas 4 está registrado en el Evangelio de Juan. Más especĂficamente en Juan 1 del 19 al 23. Y para mayor claridad se los leo. Este es el testimonio de Juan. Cuando los judĂos se enviaron de JerusalĂ©n sacerdotes y levitas para que le preguntasen, ÂżTĂş quiĂ©n eres? ConfesĂł y no negĂł. Si no confesĂł, yo no soy el Cristo. Y le preguntaron, ÂżQuĂ© pues? ÂżEres tĂş ElĂas? Dijo, no soy. ÂżEres tĂş el profeta? Y respondiĂł, no. Le dijeron, pues ÂżQuiĂ©n eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ÂżQuĂ© dices tĂş de ti mismo? Dijo Juan, yo soy la voz de uno que clama en el desierto, que endereza del camino del Señor como dijo, como dijo el profeta Isaias. Juan el Bautista deja evidentemente claro que su ministerio y misiĂłn es el cumplimiento de Isaias 40, como hemos repasado. Este cumplimiento de la profecĂa se refiere especĂficamente al de la primera venida del MesĂas. Fue la enseñanza judĂa de ese dĂa la que enfatizĂł el regreso de ElĂas antes de que el MesĂas regrese a escena, o ingrese a escena. AquĂ radica la causa de toda la confusiĂłn y especulaciĂłn que tienen los judĂos. El pueblo judĂo habĂa pasado por alto la profecĂa de Isaias 40, que predijo un precursor anĂłnimo que vendrĂa antes del MesĂas. AnĂłnimo. Este malentendido, y al pasar por alto las Escrituras, podrĂa explicar por quĂ© durante la Pascua JudĂa, queda una silla vacĂa en la mesa. La silla vacĂa está preparada para ElĂas, el profeta. Lo que hace suponer que el MesĂas para los judĂos aĂşn no ha llegado. Están esperándolo. Esta confusiĂłn llevĂł a la gente a cuestionar la legitimidad de JesĂşs como MesĂas y al Juan el Bautista como su mensajero. Si fuĂ©semos honestos, por un momento las preocupaciones de estas personas no eran diferentes de cĂłmo usted o yo las hubiĂ©ramos respondido en aquel momento. SĂłlo imaginĂ©monos una vez más a un hombre vestido de piel de camello, con un cinto de cuero alrededor de la cintura, comiendo lagostos de miel de silvestre y con su larga barba llena de miel. ÂżNo le parece que, con todo respeto, y usted y yo lo hubiĂ©ramos visto, yo lo hubiera visto, que este hombre está loco? Lo que muchos anticiparon, incluido Juan, fue que este MesĂas en su venida vendĂa trayendo justicia, paz, libertad y juicio en su mano. Sin embargo, antes de que llegue el juicio se da la oportunidad de arrepentimiento. Juan y otros no podĂan entender la razĂłn por la cual JesĂşs estaba mostrando misericordia al pecador en lugar de un juicio inmediato, porque ese es el MesĂas que tenĂamos conocimiento. Que tenĂan desde el Antiguo Testamento, pero ahĂ estaba JesĂşs hablando con pecadores, sanando gente, en lugar de estar ejerciendo el juicio en contra de los opresores del pueblo judĂo. Hermanos, creo que esta es la belleza de comprender el amor inquebrantable de Dios. El amor de Dios es misericordioso y su amor es paciente. Pero lo que dice, lo dice de una mejor forma, es Pedro, en el 3.9. El Señor no retarda su promesa, segĂşn algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Podemos mirar a travĂ©s del Antiguo Testamento y cada vez que pasĂł, cuando Israel no hizo lo que se suponĂa tenĂa que hacer. Israel, cuando uno lee los textos, es exactamente como yo me comporto. Yo no sĂ© ustedes, pero yo me comporto como Israel. El Señor me decĂa, regresen a mĂ, aquĂ estoy. No vuelvan a hacer eso otra vez, regresen a mĂ. Les voy a dar otra oportunidad, regresen a mĂ. Una y otra vez, gracia sobre gracia. La gracia viene aĂşn más y en este caso particular, ÂżquĂ© es lo que nos está mostrando Marcos? Que Dios, a travĂ©s de su Hijo, Jesucristo, se encontrará cara a cara con hombres y mujeres y a travĂ©s de su vida, muerte, sepultura, resurrecciĂłn y ascensiĂłn, volverá la vida a los corazones muertos por el poder del EspĂritu Santo. QuĂ© gracia es saber que el Padre permitirá a su Hijo soportar el dolor de la cruz al punto de la muerte, para que ustedes y yo, y los que han de venir, podamos disfrutar los gozos de la afiliaciĂłn que nos conduce al Reino de Dios. Eso, hermanos, significa amor verdadero. Entonces, como cualquier gran escritor, Dios Padre brinda claridad al Redentor a travĂ©s de JesĂşs, explicando a la multitud en Mateo 11, quiĂ©n es Juan y por quĂ© su mensaje es importante y verdadero. JesĂşs menciona en Mateo 11, 14, una declaraciĂłn aclaratoria, nuevamente se refiere a cĂłmo los hombres reciben la verdad del mensaje de Dios. Y si querĂ©is recibirlo, Él, refiriĂ©ndose a Juan, es aquel ElĂas que habĂa de venir, el que tiene oĂdos para oĂr, oiga. JesĂşs explica en este texto que Juan el Bautista era en realidad un tipo de ElĂas. Para decirlo claramente, el que estaba dispuesto a aceptar a JesĂşs como su MesĂas, tambiĂ©n estaba dispuesto a aceptar a Juan como su ElĂas. La realidad de aceptar este mensaje se basa Ăşnicamente en que el Padre revela esta verdad por su EspĂritu a aquellos a quienes ha llamado. Y aquellos a quienes el Señor llama recibieron este mensaje al responder al mensaje de Juan y al bautismo de arrepentimiento. El papel que desempeña Juan el Bautista como heraldo del MesĂas requerĂa una preparaciĂłn de los corazones para recibir al Dios de Israel. Al MesĂas. Cada vez que un dignatario real o un delegado del extranjero llega a una ciudad, ustedes y yo hemos sido testigos de que antes de que eso suceda hay un protocolo de seguridad que se hace. El personal de seguridad llega dĂas antes de que ese dignatario ingrese a ese paĂs. Llegan temprano para asegurarse de que todos los alojamientos y las cosas estĂ©n en orden para la llegada de ese lĂder. De esta misma manera Juan el Bautista al predicar el bautismo de arrepentimiento es preparar el corazĂłn del pueblo para su Rey. Antes de concluir nuestra lectura de hoy, revisemos una parte muy importante de la profecĂa de IsaĂas sobre el desierto. Si hemos estudiado las escrituras, durante algĂşn tiempo el desierto no deberĂa resultar un entorno familiar. El desierto era tĂpicamente el lugar de encuentro entre Dios y su pueblo y sus profetas. Por ejemplo, MoisĂ©s vio la taza ardiendo en el desierto. Dios llamĂł a una naciĂłn para sĂ despuĂ©s de liberarla de Egipto. ÂżA dĂłnde? Al desierto. Incluso ElĂas fue atendido por cuervos en el desierto. ÂżPero quĂ© más tiene la importancia del desierto como escenario? El desierto es donde Dios preservĂł a su pueblo durante 40 años. Es en el desierto donde Dios proporcionĂł alimento, maná. Y los hijos de Israel vieron la poderosa provisiĂłn de Dios una y otra vez en el desierto. Por favor, imaginĂ©monos el fuego en la noche rodeando el campamento de los judĂos y en la mañana una nube que cubrĂa el pueblo para que el sol no le diera. Eso es, hermanos, de verdad, señales de Dios y muestras del gran poder de Dios. A lo largo de las escrituras, el desierto es un lugar donde el pueblo de Dios se encontrĂł poderosamente con Yahweh. AsĂ que no es casualidad que despuĂ©s de 400 años de silencio, sin escuchar nada de Dios, de quĂ© iba a hacer, Dios haya elegido introducir a su Hijo, su ministerio y su trabajo en escena, en un lugar con cierta familiaridad. La gente no esperaba que el misericordio viniera de esa forma. Ese es el asunto con los judĂos. Muchos hubieran esperado que habrĂan sido conducidos a JerusalĂ©n o a algĂşn lugar donde habrĂan estado con personas de renombre. HabrĂan asumido que este anuncio se harĂa en un grupo grande de personas importantes, en un lugar muy comĂşn, por un destacado personaje, tal vez un fariseo, tal vez un saduceo, quiero decir un lĂder religioso del que harĂa este anuncio. Pero lo interesante es que Dios usa un hombre. Que vivĂa en el desierto, comiendo langostas y miel silvestre, predicando el mismo mensaje por seis meses consecutivos. El mismo mensaje todos los dĂas y a toda hora. Se habrĂa esperado que el MesĂas hiciera caer justicia y rectitud, pero venĂa como una persona mansa. La gente no entendĂa de quĂ© se trataba este MesĂas. Por el malentendido con respecto a las profecĂas y a la lectura de la Palabra. Es interesante que Dios tome las cosas más simples de este mundo para confundir a los sabios. El Evangelio no iba a llegar a los pasillos del SanedrĂn. Iba a ser iniciado en el lugar más improbable. Este reino mesiánico que estaba por llegar, llegarĂa de la manera que la gente menos esperaba. ÂżNo es interesante que nuestro gran Dios y Rey se encuentre con nosotros en los lugares más inverosĂmiles? Es interesante que cuando usted y yo nos hemos encontrado con el Evangelio de Cristo, probablemente nos hayamos encontrado en la situaciĂłn más inverosĂmil, en un desastre personal y espiritual. Y Dios nos encuentra. ÂżCĂłmo me encontrĂł en el desierto de mi vida? ÂżPor quĂ© se encontrarĂa conmigo en el desierto de mi vida? Él nos encontrĂł en nuestro desierto porque segĂşn el texto del Antiguo Testamento, fue allĂ donde se ha encontrado con su pueblo desde un inicio. En un desierto fĂsico. Pero muchos de nosotros, me incluyo primero, pasamos por desiertos espirituales grandes. Un vacĂo enorme. Yo dirĂa y lo digo con todo respeto, cuando hay depresiĂłn es porque no hay Dios en nada en mi vida. Soy tan importante que Dios no me sirve. Porque somos hermanos tan soberbios, me incluyo yo primero. Soberbios. Y Dios extiende su mano en el desierto de mi vida para que yo pueda apoyarme en Ă©l. Amigas y amigos, creo que esa es una imagen muy hermosa, para que veamos que a Cristo no le interesa que nosotros tengamos todo. A Él le interesa que nosotros veamos que Él lo tiene todo. AmĂ©n. Como ha dicho nuestro Pastor, Dios nos libre de concedernos todo lo que le pidamos. Nos vamos, nos perdemos. Y en Él teniendo todo bajo su control. Cuando escuchemos el mensaje proclamado de que podemos llegar a esta verdad sabiendo de que este mensaje no va sobre tu espalda ni sobre mi espalda, sino sobre la espalda de MesĂas. SĂ, sobre la espalda de aquel que estarĂa sufriendo. Está sobre la espalda de aquel que serĂa azotado. Está sobre la espalda de quien arrancarĂa en la barba. Está sobre la espalda de quien serĂa golpeado hasta quedar irreconocible. EstarĂa escrito en su espalda. ÂżPor quĂ©? Porque sĂłlo Él era capaz de soportarlo. Estimadas amigos y amigos, es por eso que Marcos dice que este es el comienzo de las buenas nuevas. No hay otra buena noticia que deba anunciarse, que deba conocerse, de la que deba hablarse, sino de esta, que está aquĂ, el Evangelio de Jesucristo. Pero lo más importante es que el MesĂas que habĂa de reinar en victoria serĂa probado, burlado, crucificado y resucitado para que vivamos por Él y en Él. Recordando estas palabras, eres digno de todo porque de ti son todas las cosas y para ti son todas las cosas porque sĂłlo tĂş mereces la gloria. Si no conocemos a JesĂşs como MesĂas, como Rey de Reyes, como Señor de señores, el mejor Adán, el Santo de Dios, entonces estamos entendiendo mal quiĂ©n es Él. Salgamos aquĂ entendiendo el mensaje de Juan, arrepentirnos para el perdĂłn de nuestros pecados, para no perecer y alcanzar su misericordia eterna. El conocimiento de JesĂşs y Su persona sĂłlo puede revelarse a travĂ©s del encuentro personal con Él por la voluntad del Padre. Hermanos, eso que estamos diciendo aquĂ es muy grande para nosotros, comprendámoslo. Estamos aquĂ reunidos porque el Padre de Su entera voluntad ha puesto en nuestros corazones la idea, el raciocinio de que Él existe y que el plan redentor de Cristo es para que usted y para que yo podamos entrar al reino de Dios. Padre, bueno, te damos gracias en esta mañana. Agradecemos tu atenciĂłn. Si este material ha sido Ăştil para usted, le rogamos lo pueda compartir. Somos Olivo Verde, Cosa Rica.