Details
Nothing to say, yet
Nothing to say, yet
Listen to DOM 26 NOV 2023 ORACION SINCERA MI LUGAR SECRETO YELIXA MORERA by OLIVO VERDE COSTA RICA MP3 song. DOM 26 NOV 2023 ORACION SINCERA MI LUGAR SECRETO YELIXA MORERA song from OLIVO VERDE COSTA RICA is available on Audio.com. The duration of song is 32:46. This high-quality MP3 track has 137.687 kbps bitrate and was uploaded on 28 Nov 2023. Stream and download DOM 26 NOV 2023 ORACION SINCERA MI LUGAR SECRETO YELIXA MORERA by OLIVO VERDE COSTA RICA for free on Audio.com ā your ultimate destination for MP3 music.
Comment
Loading comments...
Olivo Verde is a community focused on the systematic and respectful study of the Word of God. They emphasize the importance of having a personal, intimate relationship with God through prayer. The speaker shares her own experiences of finding solace and authenticity in prayer, away from the hypocrisy and pride that can contaminate it. She discusses the passage of Jesus and prayer from Matthew 6:5-15, highlighting the importance of praying in private and with sincerity, rather than for show. The speaker also shares a personal testimony of facing a serious health issue in 2020 and finding peace and guidance through prayer. She emphasizes the need to humble oneself and seek God's grace and forgiveness. Olivo Verde es una comunidad enfocada en el estudio sistemĆ”tico y respetuoso de la Palabra de Dios. El contenido de su producción se basa en el trabajo verso a verso del texto bĆblico. Cuando el velo se rasgó y tuvimos el acceso directo a la presencia de Dios porque eso fue lo que yo encontrĆ© en medio de la prueba. Mi lugar Ćntimo, mi lugar secreto, mi lugar para estar sin disfraces, sin antifazes, sin hipocresĆas, sin vanagloria, sin soberbia, sin orgullo delante de la presencia de Dios. ĀæPor quĆ©? Porque a veces dejamos que nuestra oración sea contaminada por nuestra humanidad. Por eso yo hoy quiero compartir con ustedes un pasaje que lo hemos escuchado mucho, pero me voy a centrar en tres versĆculos. Hoy vamos a hablar del pasaje de JesĆŗs y la oración. Eso es parte de todas las palabras maravillosas que JesĆŗs dio en el monte. Para tener una visión completa es importantĆsimo que leamos los capĆtulos 5, 6 y 7 porque ahĆ es cuando JesĆŗs hace un anĆ”lisis de los fariseos. ĀæPor quĆ©? Porque el SeƱor condena todas las manifestaciones religiosas que tenĆan los fariseos. Y lo que voy a hablar acĆ” quiero que sepan que en primer lugar va para mĆ, porque muchas veces tomĆ© el lugar de esos fariseos y no dejĆ© que mi humanidad permitiera entrar la gracia de Dios en mi vida. Cuando les cuente algunas cosas de lo que me pasó en el 2020, muchos de ustedes pueden decir, esa estĆ” mĆ”s loca que una cabra. Puede ver que sĆ. No voy a contar mi testimonio completo porque nos llevarĆa mucho rato y de eso no se trata. Y no se trata de que yo sea la actriz de esto, se trata de que Dios tenga el papel principal. Pero sĆ voy a contar ciertas cosas. Voy a leer completo el pasaje para que entremos en contexto y despuĆ©s vamos a hablar de los versĆculos que van a fundamentar la palabra que Dios quiere que compartamos el dĆa de hoy. Dice asĆ, Mateo 6, del 5 al 15. Y cuando ores no seas como los hipócritas porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos de los hombres y de ciertos digo que ya tienen su recompensa. Mas tĆŗ cuando ores entra a tu aposento y cerrado a la puerta ora a tu padre que estĆ” en lo secreto y tu padre que ve en lo secreto te recompensarĆ” en pĆŗblico. Y orando no seis vanas repeticiones como los gentiles que piensan que por su palabrerĆa serĆ”n oĆdos. No os hagĆ”is pues semejantes a ellos porque vuestro padre sabe de quĆ© cosas tenĆ©is necesidad antes que vosotros le pidierais. Vosotros pues orarĆ©is asĆ, Padre nuestro que estĆ”s en los cielos santificado sea tu nombre. Venga a tu reino, hĆ”gase tu voluntad como en el cielo asĆ tambiĆ©n en la tierra. El pan nuestro de cada dĆa dĆ”noslo hoy. Perdónanos nuestras deudas como tambiĆ©n nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas lĆbranos del mal porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. AmĆ©n. Porque si perdonĆ”is a los hombres sus ofensas os perdonarĆ” tambiĆ©n a vosotros vuestro Padre celestial. Mas si no perdonĆ”is a los hombres sus ofensas tampoco vuestro Padre os perdonarĆ” vuestras ofensas. Generalmente estamos acostumbrados a centrarnos cuando hablamos de este pasaje tan hermoso en el Padre nuestro. Hoy nos vamos a centrar en los primeros versĆculos. JesĆŗs lo que quiere hacer acĆ” es una manifestación de lo que se hacĆa y lo que realmente se debe hacer en el espĆritu. Y ya nos estaba dando una promesa del lugar secreto. Hoy en dĆa que estĆ”n tan de moda las series y que invertimos tanto tiempo en las series. Que se han dedicado a sacar series basadas en la palabra obviamente con su parte verdad hollywoodesca. Y me llamó mucho la atención que en una parte de la serie cuando estĆ”n actuando o manifestando el pasaje de JesĆŗs con la samaritana. Cuando estĆ”n hablando la samaritana le dice es que no puedo ir al templo a adorarte. Y JesĆŗs le dice pronto no tendrĆ”s que ir a ningĆŗn lado porque en donde estĆ©s podrĆ”s adorar. ĀæCuĆ”ntos de nosotros hemos comprendido eso? Y de toda la serie se me quedó eso grabado. Porque vemos tan comĆŗn elevar una oración a Dios que a veces se convierte como un ritual. MĆ”s que en una petición, una conversación espontĆ”nea con el SeƱor. Dice y cuando ahora no sea como los hipócritas porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas. Uno de los elementos que nosotros tenemos que pedirle al SeƱor que nos ayude a quitar. Es la soberbia de nuestro corazón, la vanagloria. ĀæPor quĆ©? Que chiva que me vean, que carga. Y las redes sociales hoy a los que son mĆ”s jóvenes y a los que tenemos algĆŗn tiempo pues como que no nos afecta tanto verdad. Pero las redes sociales hoy han hecho que los jóvenes busquen eso. Es mĆ”s, un dĆa llegó un estudiante y me dice, profe, que carga. Yo, Āæpor quĆ©? Tiene mĆ”s like en sus fotos que yo en las mĆas. Eso es lo que hay en nuestros jóvenes y a veces eso es lo que nosotros estamos manifestando tambiĆ©n. La palabra de Dios dice que ellos tendrĆ”n su recompensa en pĆŗblico. Ya la tienen, todos los vieron orar, todos aplaudieron y ahĆ quedó. Pero aquĆ viene una parte que es para mĆ fundamental. MĆ”s tĆŗ, cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu padre que estĆ” en el secreto. Y tu padre que ve en los secretos te recompensarĆ” en pĆŗblico. Y aquĆ es donde voy a contarles un poquito de mĆ. En el 2020 yo era muy activa acĆ” en la iglesia y dejĆ© de ser activa acĆ” en la iglesia. ĀæPor quĆ©? Porque necesitaba un espacio Ćntimo. Con el SeƱor. Y asĆ me lo hizo Ć©l ver. En el 2020 el SeƱor canceló todos los planes que tenĆa como mujer, como profesional y como ser humano. Me dijo que no a todos los anhelos y peticiones que habĆa en mi corazón. Uy, Āæcómo lo llevĆ©? No sĆ©. Ćl me dio su gracia para llevarlo. Voy a contarles para muchos que dicen que Dios no habla hoy, que Dios nos habla hoy. Y no solamente por su palabra. El 2020 estĆ”bamos en pandemia, Āæverdad? Yo habĆa empezado un trabajo nuevo que siempre habĆa aƱorado, por decirlo asĆ. Tuve un sueƱo, era amanecer a un sĆ”bado. Y en el sueƱo, esto sĆ necesito contĆ”rselo. SeƱor, apóyese en mi corazón. En el sueƱo yo estaba tomando cafĆ© en un lugar hermoso. HabĆa mucho verde. ĀæCon quiĆ©n? No tengo idea. Nunca le vi la cara. Simplemente escuchĆ© una voz en la conversación que nunca olvidarĆ©. Una voz fuerte, pero llena de paz, que me dijo, Usted deberĆa buscar un doctor. What? Estoy bien, sĆ, sĆ. Porque usted estĆ” enferma. Ok. DespertĆ© sĆ”bado, no podĆa sacarme ese sueƱo de la cabeza. Y esa voz de la mente y el corazón. LleguĆ© a desayunar y le dije a mi mamĆ”, porque mi mamĆ”, como todas las mamĆ”s, son de las que hay que hacerse un chequeo general, revĆsese, mire que hay que ir donde el doctor, bla, bla, bla, ĀæsĆ o no? Pero muchos somos opones y quitadones, Āæves? Bueno, no bastĆ”ndole al seƱor darme ese anuncio, en el lugar donde estaba desayunando, tomando cafĆ© con esa persona, habĆa una fecha en un reloj, 16 de 6, 16 de junio. Cuando me levanto, voy a desayunar y le digo a mi mamĆ”, bueno, voy a llamar a sacar citón de un doctor que se soñó. Ups, las mamĆ”s. Y yo, ah, mami, es que me soƱƩ que estaba enferma. Pero de paso, voy a sacarme cita a mĆ y le voy a sacar cita a mi hermana, o sea, no me voy sola, aquĆ nos vamos las dos. Saco las citas, la de ellas se la dieron para el 15 de junio, y adivinen la mĆa para cuĆ”ndo, 16 de junio del 20. Cuando lleguĆ©, parte del estudio llevaba un ultrasonido de abdomen. Entonces ya yo vi los ojos del doctor medio extraƱos, Āæverdad? Y me decĆa, dĆ©se vuelta para acĆ”, dĆ©se vuelta para allĆ”, haga esto, haga lo otro, de espaldas, vamos de nuevo. Y entonces yo le dije, doctor, no pase rite, Āæverdad? Y me dice, Yelix, es que tienes una mancha en la suprarrenal. ĀæQuĆ© dice eso? ĀæExiste algo que se llama suprarrenal? SĆ, es una glĆ”ndula que estĆ” sobre el riñón, que tiene un montón de funciones. Bueno, soy una sobreviviente, se los voy a hacer cortos. Me trataron como emergencia mĆ©dica, y uno de mis especialistas me dijo, usted no llega a diciembre. ĀæQuĆ© le pedĆ a Dios? Y aquĆ es donde quiero, que vean cómo Dios, con su amor y su misericordia, que no es el amor que nosotros profesamos, es mĆ”s grande, me guió con calma, con paciencia. ĀæPor quĆ©? En un primer momento dije, yo no quiero que nadie se dĆ© cuenta. No quiero que me tengan lĆ”stima. Orgullo, Āæverdad? Bendito orgullo. Ok, cuando lleguĆ© a mi casa, hablamos, ahora sĆ, tenemos que ponernos en acción, dijo el doctor, porque estamos en pandemia, y era complicado. No les voy a hacer el cuento muy largo. Todo mundo oraba, inclusive esta iglesia oró por mĆ, por mi sanación. En agosto, uno de mis especialistas me dice, Yelixa, bueno, la cosa no pinta muy bien, si hay que operar, tĆnenlo rĆ”pidamente, pero ya es verdad, usted sabe, asĆ suavezón, posiblemente diciembre, no sabemos. Cuando lleguĆ© a mi casa, y en un primer momento, desde que confirmaron lo que yo ya sabĆa, lo que le pedĆ al SeƱor es dame paz, para llevar esto de la mejor manera. Y me dio una paz que ni yo lograrĆ© entender nunca. Pero mientras todas las personas oraban por mi sanidad, yo nunca orĆ© por mi sanidad. Yo oraba para que Dios me diera paz, para que abriera puertas. Mi operación era muy riesgosa, entonces tenĆan que operarme, obviamente en uno de los grandes hospitales, y que estuviera la UCI desocupada. Ya yo sabĆa que iba a pasar un tiempo ahĆ ya, todo me lo habĆan explicado. Cuando me llaman un lunes, 9 de noviembre, a las 5 de la tarde para que me vaya a internar, la famosa llamada millonaria, Āæverdad? En aquel momento fue, vĆ”yase para su casa que nosotros la llamamos. Uy, Dios mĆo, ĀæquĆ© espera? Cuando me llega la llamada millonaria, me baƱo, alisto mis cosas y voy saliendo a mi cuarto, el EspĆritu de Dios habla directamente a mi mente, a mi corazón. Y yo nada mĆ”s escuchĆ©, todo mundo ora por tu sanación, Āæpor quĆ© no has orado por tu sanación? Uy, porque habĆa dejado que una levadura humana tomara el control de mis emociones, el orgullo. En ese momento hice la oración mĆ”s pequeƱa y eficaz que he hecho en toda mi santa vida. LleguĆ© a mi cuarto, me arrodillĆ© y le dije, SeƱor, perdona mi orgullo, perdona mi soberbia, limpia mi corazón. Si es tu santa voluntad sanarme, hĆ”galo ya porque ya no hay tiempo. AmĆ©n. Y me fui. Cuando Ćbamos en el carro, mis hermanas iban guiando una oración, gracias a Dios bendito me dejó nacer, me permitió nacer en una familia donde su nombre ha estado desde mi nacimiento, donde mi madre entregó sus embarazos al EspĆritu de Dios y al SeƱor. Y todas hemos buscado su presencia y hemos servido de una u otra manera para Ć©l. Y me fui. Se lo voy a hacer pequeƱo. Ni siquiera tuve que estar en la UCI. EntrĆ© a la sala de operación a las cinco de la maƱana del 10 de noviembre, salĆ a las tres de la tarde de la sala de operación. Cuando despertĆ©, ya era muy tarde, y recuerdo que una seƱora me dijo, muchacha, por Dios, ya Ćbamos a preguntar por usted. Y yo, ĀæquĆ© pasó? Es muy tarde. Yo pensĆ© en mi mamĆ”. Y yo, SeƱor, y no tengo cosas. Estoy... Bueno, al otro dĆa me dieron la salida. Y hace seis meses me dieron de alta. Esa es la gloria de Dios. Pero fue ahĆ, cuando ya no dependĆa nada de mĆ, ni de lo que tenĆa, ni de la profesión, ni de lo cuĆ”n buena soy, cuando solamente dependĆa de Dios, que aprendĆ lo que significa el velo se rasgó, que aprendĆ lo que significa entra en tu cuarto, cierra la puerta, y tu SeƱor, que estĆ” en lo secreto, te escucharĆ”. ĀæCuĆ”l es su lugar secreto? La traducción dice que cuando la Biblia habla de lugar secreto es un lugar donde tenemos nuestros tesoros. Y si nosotros decimos que somos amantes del SeƱor, que el SeƱor estĆ” en primer lugar en mi vida, es el que tiene que estar de primer lugar en mi lugar secreto. ĀæCuĆ”l es su lugar secreto? No esperen a llegar a un momento como el mĆo que Dios tuvo misericordia y gracia y hoy me tiene aquĆ proclamando su palabra. Todos los dĆas tenemos acceso a ese lugar. El tiempo se ha convertido en nuestro peor enemigo. Lo urgente le ha quitado el espacio, le ha quitado lugar a lo importante. Es que me urge, entro a las siete, entonces pongo el alarma a las cinco, pongamos a las cuatro y cuarenta y cinco. Uy, pero son 15 minutos de sueƱito en la maƱana. Y con estos frĆos decembrinos, hay que sacar el tiempo. Cuando vamos en el carro, tenemos nuestro lugar secreto con nosotros. Esto que estĆ” acĆ” es el Templo del EspĆritu Santo, y asĆ lo dice el SeƱor. No necesito ir a los tabernĆ”culos, como dice el Antiguo Testamento. No necesito buscar de palabras de domingo para dirigirme a Ćl. Antes en una canción decĆamos que es nuestro amigo. ĀæCómo tratamos a los amigos? Si yo invito a Roxana a mi casa, yo la dejo entrar hasta el lugar mĆ”s Ćntimo de mi casa, que generalmente son los cuartos, las habitaciones, los dormitorios, en la primera ida, Āæno? A nuestro dormitorio dejamos entrar a la gente de confianza, Āæo no? ĀæA dónde estamos dejando entrar al SeƱor? ĀæLo tengo como un visitante en la sala? ĀæO realmente le abro mi intimidad y me muestro tal y como soy? Porque dĆ©jenme decirles que aunque nosotros querramos maquillar todo lo que hacemos, el SeƱor nos estĆ” viendo. Y Ćl sabe lo que hacemos, lo que decimos, cómo sentimos. Cuando se nos sale ese lado egoĆsta y humano, que uno dice, SeƱor, Āæcómo pensĆ© eso? Todo nos pasa. Este lugar secreto y esa oración es lo que yo quiero que hoy empecemos a valorar. Hoy que tenemos oportunidad. Cuando yo empecĆ© mi proceso de salud, una de mis amigas lo empezó conmigo, con otro tipo de enfermedad. Y recuerdo que ella me decĆa, Yeri, es que somos guerreras y vamos a orar. Era una mujer de mucha fe. En un primer momento, parecĆa que me iban peor a mĆ que a ella, hasta en salud. El SeƱor tenĆa planes diferentes con nosotros. A principios de aƱo le dije el Ćŗltimo adiós. Y me sentĆ mĆ”s responsable que nunca de proclamar la Palabra de Dios. Porque Dios tuvo compasión de mĆ. Tuvo misericordia de mĆ. Y me permitió reanudar mi relación con Ćl. Fortalecer mi intimidad con Ćl. Pero no sĆ© si voy a tener una segunda oportunidad. Si alguno de ustedes ha tenido esa segunda oportunidad, no espera a ver si tiene una tercera. Si ya la tuvo, aprovechela. Si no la ha tenido, no espera tenerla. Fortalezca lo que Dios ya ha puesto en su corazón. Humanos somos todos, pecadores somos todos. La Palabra de Dios lo dice. Nuestros pecados son barrera entre Dios y los hombres. En Romanos 3.23 dice, Por cuanto todos pecaron y estĆ”n destituidos de la gloria de Dios, yo no soy mĆ”s ni menos por estar aquĆ. Simplemente quiero abrir mi corazón y ser transparente. El SeƱor nos llama a ser transparentes. A lo que ven aquĆ es lo que hay. Y a veces amanezco feliz. Y a veces amanezco como que me pellizcaron en la maƱana. Y a veces tengo muchas ganas de hablar con Dios. Y a veces le digo, es que hoy no. Pero ahĆ es donde mĆ”s lo tengo que buscar. ĀæPor quĆ©? Porque Cristo nos dio acceso directo a la presencia de Dios. En 2 Corintios 5.19 dice, Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo. No tomĆ”ndoles en cuenta a los hombres sus pecados. Y nos encargó a nosotros la palabra reconciliación. Yo lo invito hoy. Y las invito. Digna. Ustedes saben por quĆ© no le pedĆa a Dios mi sanación. Porque no me sentĆa digna. Pero ese es el orgullo. Porque Dios nos tiene aquĆ. Y hemos abierto nuestro corazón. Y lo hemos proclamado como nuestro SeƱor y Salvador. Somos dignos de Ćl. Somos dignos de Su gracia. ĀæDónde encuentro la verdad? En la palabra de Dios. Abran sus Biblias. Es que no entiendo nada. Dios les va a dar el discernimiento, la sabidurĆa, la inteligencia, la ciencia. Para entender lo que Ćl quiere decir por medio de Su palabra. Y si se los digo es porque yo lo he vivido. Como ustedes, cada domingo vengo con el corazón lleno de esperanza. Pero sobre todo lleno de fe. Porque la oración es eso lo que nos da. Esperanza. Fe. Yo tenĆa la certeza que Dios me iba a sanar. No. Como les digo. Las respuestas a mĆ”s del 80% de mis oraciones han sido no. Pero la misma gracia de Dios me ha hecho comprender que eso es lo mejor para mi vida. Y que si no hubiera sido asĆ, hoy yo no estuviera aquĆ proclamando Su palabra. Y eso es lo que vale la pena. Que Dios nos vea en disposición, en obediencia. Por eso cuando me dijeron que diera un mensaje hoy, a pesar de que tenĆa todo el miedo del mundo, dije que sĆ. ĀæPor quĆ©? Porque mi primer lema fue SeƱor, te serĆ© obediente. Durante mucho tiempo trabajĆ© con monjas en un colegio de monjas. Y les voy a contar un secreto. No le cuenten a las monjitas. Los profes tenĆamos que hacer las lecturas en la EucaristĆa. Y cuando a mĆ me tocaba, yo siempre la cambiaba. Porque me daba pavor el micrófono. Yo leĆa el Evangelio porque no me veĆa nadie. Era una reflexión que se hacĆa todos los dĆas en la maƱana. Pero cuando era en pĆŗblico, y antes me dijeron, Āæcómo estĆ”? AsustadĆsima. Ustedes intimidan, dĆ©jenme decirles. ĀæPor quĆ©? Porque, chiquillos, yo no tengo nada diferente de ustedes. Somos exactamente igual. Y estamos aquĆ haciendo comunidad. Somos trigo y somos cizaƱa. La Iglesia es eso. Y eso es lo que nos ayuda a crecer. Pero el velo se rasgó. Y tenemos ese acceso directo. A la gracia, al amor, a la voluntad de Dios. Y a que Dios hable directamente a nuestro corazón. ĀæCómo tiene que ser nuestras oraciones? No tenemos que sacar palabras de domingo. Y eso se ha dicho muchas veces, pero a veces como que no lo interiorizamos. Lo sabemos, pero no lo comprendemos. Cuando yo digo, SeƱor, quita de mĆ todo aquello que me aleje de Ti. PermĆteme limpiar Tu templo para que hagas presencia en Ćl. El SeƱor va a poner en nosotros las palabras. ĀæPor quĆ©? Mucha gente dice, Āæpara quĆ© le voy a decir si Dios ya sabe lo que estoy pasando? Dijimos que Dios era amigo. Cuando a mĆ me dieron la noticia, yo busquĆ© a mi mejor amiga y le dije, Ey, me pasa esto y eso. Porque tenĆa la confianza de, Āæpor quĆ© no se lo voy a decir a Dios? ĀæPor quĆ© en lugar de agarrar el telĆ©fono y enviar un mensaje contĆ”ndole a alguien sobre mi situación, primero no oro. SeƱor, hoy me fue pĆ©simo en el trabajo, digamos. Tengo esta situación. Tengo problemas con mi jefe. AquĆ los que somos maestros o profesores. Ay, SeƱor, estos chiquitos, o sea, me van a volver loca. Ćl debe ser el primero. AbrĆ”mosle ese espacio. Realmente, cuando profesamos nuestra fe y decimos, SeƱor, eres lo primero en mi corazón, que sea asĆ. No que sean palabras vanas como los fariseos. Hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen. Todos los que viven en JesĆŗs por la fe tienen acceso directo ante la misma presencia de Dios. ĀæCómo estĆ” tu fe? ĀæCómo estarĆ” mi fe? ĀæQuĆ© tanto fortalezco en la oración mi fe? Son palabras sencillas. Es comunión con Dios. Hay tres elementos que me encontrĆ© por ahĆ. De la oración. Porque a veces queremos ponerle mucho adorno al asunto. Y creo que en lo sencillo estĆ” lo mĆ”s bello. Entonces, por ahĆ me encontrĆ© que alguien decĆa que un corazón devoto busca Ćŗnicamente la gloria de Dios. Y por eso dice, cierra la puerta que tu padre que estĆ” en los secretos te escucharĆ” y te recompensarĆ” en pĆŗblico porque tu oración es para Dios, no para nadie mĆ”s. Es una conversación entre usted y Ć©l. Nadie tiene por quĆ© darse cuenta. Un corazón humilde buscando Ćŗnicamente la atención de Dios. QuĆ© chida me quedó esa oración. No. Yo no tengo que buscar de que nadie me preste atención a mĆ. Es a Dios. Los mensajeros somos los que mĆ”s necesitamos de la gracia de Dios todos los dĆas. Los mensajeros somos los que mĆ”s necesitamos de la misericordia de Dios. Ustedes y yo somos mensajeros. Desde nuestro hogar. Desde nuestro trabajo. Y el tercero, un corazón confiado teniendo la certeza que Dios sabe todo lo que necesitamos y en fe esperar la muestra de su respuesta. ĀæPor quĆ© en fe? Porque puede ser que los gaste, pero puede ser que no. Y por eso voy a dejar de buscar la presencia de Dios. Al contrario. Tengo que aferrarme mĆ”s a ese amor. Porque si algo no estĆ” permitiendo en mi vida, es porque eso estaba dentro de mis planes y no a los planes del SeƱor. HĆ”gase tu voluntad, SeƱor. No la mĆa. Pero a nosotros nos cuesta mucho, mucho comprender el trasfondo de eso. Porque queremos que sea nuestra voluntad. Y queremos que sea como cuando Ć©ramos niƱos y le pedĆamos que nos compraran un confite y no nos compraran el confite. Y entonces usted, un confite, un confite, un confite, un confite, un confite. Y entonces los papĆ”s obstinados, estĆ” bien, toma el confite para que se calle. Ese no es Dios. Esos somos nosotros en nuestra humanidad. Tenemos acceso directo. Tenemos la fuente de la verdad, la oración. Tenemos el EspĆritu de Dios con nosotros. Muchos de nosotros nos limitamos y pensamos que no tenemos en nuestra mente, alma y corazón lo necesario para estar en la presencia de Dios. Dios nos ha dado un espĆritu de valentĆa, un espĆritu de oración. Nos ha dado todos los carismas y los dones que necesitamos para buscar su presencia constantemente. Y esa es la invitación que yo les quiero hacer hoy. Y quiero terminar con esta frase, que fue una frase que en algĆŗn momento escuchĆ© del seƱor John MacArthur, que me llamó mucho la atención porque me dejó ver que estoy muy lejos de lograr esto. Dice, la oración es como respirar. Es la inhalación y la exhalación constante de comunión con Dios que se lleva a cabo en la vida de un creyente todo el tiempo. ĀæCuĆ”ntos de nosotros estamos ahĆ? A mĆ me falta muchĆsimo. Y le pido a Dios que me abra espacios en mis dĆas y en mi vida para quitarlo gente y ponerlo importante. Y ponerlo a Ć©l en primer lugar. Y los invito a eso. A que juntos hagamos comunidad. A que juntos nos presentemos delante de Dios. A que juntos abramos nuestro corazón. A que juntos pidamos al SeƱor que quite toda levadura, que quite todo sentimiento humano y que nos permita realmente tener esa intimidad, ese acceso directo y esa apertura de corazón hacia su palabra. Dios habla y habla todos los dĆas. No lo veamos como algo comĆŗn, como algo normal. No. El SeƱor en nuestra vida es lo que nosotros en historia llamamos un hecho extraordinario entre lo ordinario. Hagamos de ese milagro de la vida una segunda oportunidad para buscar su presencia. Quiero invitarlos a que en este momento dispongamos de su corazón para estar un segundo en la presencia de Dios. Para que a partir de hoy hagamos un nuevo compromiso con el EspĆritu Santo. Y a partir de hoy empecemos una nueva comunión con el Padre que estĆ” siempre con los brazos abiertos. No por esperar una recompensa, sino simplemente por el placer y el hecho de estar a su lado. Porque cuando yo digo que amo a alguien me encanta estar a la parte de esa persona no por lo que me pueda dar, sino por el hecho de compartir. Y si yo digo que amo a Dios no estoy buscando milagros y recompensas. Pueden llegar, bendito el SeƱor. Pero lo que estoy buscando es aprender de Ćl. Y que Ćl me hable a mĆ, directamente. Hable a mi alma, hable a mi corazón. Y me dĆ© entendimiento para seguir lo que Su Palabra me estĆ” diciendo. Hoy los invito a que miren a una de las personas que estĆ”n aquĆ. Si no saben su nombre, no importa. Solo mĆrelas y vamos a orar un momento por esa persona. Donde dos o mĆ”s se reĆŗnan en su nombre. AhĆ estarĆ© yo presente. Todos tenemos peticiones. Todos tenemos anhelos. Todos hemos fallado. Todos nos hemos sentido pecadores. Todos nos hemos sentido que no tenemos el derecho de estar en la presencia de Dios. Pero hoy quiero que se lleve esto en su corazón. Usted mĆ”s que nadie tiene el derecho de estar en la presencia de Dios porque el SeƱor derramó Su sangre por usted. Y yo creo que ninguno de nosotros derramarĆa la sangre por nadie. Esto es cuando piden donadores que cuesta un montón que la gente vaya a donar sangre. Ahora, el SeƱor dio hasta su Ćŗltimo aliento de vida por nuestros pecados. ĀæNos hace de esos ser dignos o no? Claro que sĆ. ĀæNos hace ser amados o no? Claro que sĆ. Porque Su amor es mĆ”s grande que todo. SeƱor, hoy te presento mi corazón pidiendo que rasgues el velo, Padre Santo, que me ha separado de Tu presencia durante tanto tiempo. Pidiendo que me permitas tenerte, SeƱor, en el primer lugar en mi vida, en mi corazón, en mi espĆritu. Que buscarte se vuelva un deleite y no una pesadilla, SeƱor. Que Tu Palabra se vuelva el mensaje atractivo y no el mensaje aburrido. Padre Santo, te quiero presentar la persona que estĆ” en mi mente, SeƱor. Cada uno de nosotros tiene una historia. Cada uno de nosotros tiene una necesidad y una petición. Hoy, SeƱor, intercedo y me presento ante Ti porque Tu Palabra dice que nos has dado libre acceso, que no necesitamos intermediarios para estar contigo y para proclamar Tu Palabra y pedir Tu oración y Tu bendición. Hoy te la presento a esta persona, SeƱor, y te pido que actĆŗes en su corazón, que fortalezcas su espĆritu, que le des entendimiento y sabidurĆa, que le des entendimiento de la verdad, Padre Santo, que tomes todas las necesidades, todos los anhelos que hay en su corazón, que derrames de la sanación en todas las Ć”reas de su vida, Padre, espiritual, emocional, SeƱor, sanidad fĆsica, todas las Ć”reas en las cuales hayan carencias, SeƱor. Te presentamos cada una en nuestras vidas, SeƱor, y hoy confirmamos, SeƱor, ese acto de fe que TĆŗ has dado en nuestra vida diciendo que Te proclamamos como nuestro SeƱor y Salvador, como el Ćŗnico en nuestra vida. Hoy queremos fortalecer nuestra intimidad contigo, SeƱor. Hoy queremos, como dice la Palabra, tener un corazón humilde, devoto y confiado, de que TĆŗ harĆ”s Tu propósito con nosotros, de que TĆŗ escuches nuestras palabras, de que TĆŗ nos abandonas y que no importa que pase por Valle de Sombra, TĆŗ estarĆ”s conmigo. Gracias, Padre Santo, porque sabemos, SeƱor, que hoy de una forma especial has hablado a nuestro corazón y lo haces todos los dĆas, pero hoy queremos tener oĆdos atentos a Ti. Agradecemos Tu atención. Si este material ha sido Ćŗtil para Usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.
There are no comments yet.
Be the first! Share your thoughts.