Home Page
cover of Dios tiene su proposito Expositora Paola Zamora  Dom 5 de Mayo 2024
Dios tiene su proposito Expositora Paola Zamora  Dom 5 de Mayo 2024

Dios tiene su proposito Expositora Paola Zamora Dom 5 de Mayo 2024

OLIVO VERDE COSTA RICAOLIVO VERDE COSTA RICA

0 followers

00:00-37:39

Nothing to say, yet

Podcastmusicspeechsingingzitherguitar

Audio hosting, extended storage and much more

AI Mastering

Transcription

This is a production from the Olivo Verde community in Costa Rica. The speaker believes that they are proof that God exists and that everything in their life has a purpose, even if it's not always understood. They share a personal story of their journey with God and how they came to understand that not everything God does makes sense to us. They mention a book by Dr. Dobson that helped them understand this concept. They also mention other stories from the book that show how even faithful and dedicated people can go through difficult times. The speaker emphasizes that God's word is powerful and can penetrate our hearts and lives. They encourage parents and grandparents to sow the seeds of faith in their children's hearts, knowing that God is already working in their lives. They mention a story from the book about a man named Hope who faced trials despite being a good and blessed person. The speaker concludes by saying that not everything in life may make sense to us, but God is always p La siguiente es una producciĂłn de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. BĂĄsicamente, despuĂ©s de indagar mucho de quĂ© podrĂ­a traer de todo lo que este maravilloso libro nos enseña, creo que nosotros somos prueba viva de que Dios existe y todo lo que ha pasado en nuestra vida tiene un propĂłsito, que muchas veces no necesariamente lo podemos entender, pero Dios tiene su propĂłsito y nos usa a nosotros por medio de ese propĂłsito maravilloso y su misericordia para ser parte de esto. AsĂ­ que por eso le puse Dios tiene su propĂłsito y su rallado en negrita, como lo dice Fede, es su propĂłsito, no es el nuestro. AsĂ­ que a partir de ello voy a contarles un poquito de mi historia personal, un poco mĂĄs de testimonio ligado con este maravilloso libro. Yo lleguĂ© a los pies de Cristo mĂĄs o menos como a los 7 años, por mi abuelita Doña Vicky Corrales, y desde ese momento Dios ha hecho su propĂłsito con mi familia. Y quiero que hoy le den un fuerte aplauso porque despuĂ©s de mĂĄs de 15 años sus tres hijos estĂĄn hoy acĂĄ. DespuĂ©s de ello yo estuve en todos los grupos que se puedan imaginar, yo estuve en danza, en la escuelita dominical, en todo lo que pude meterme ahĂ­ estaba, con mis papĂĄs por supuesto. LleguĂ© a una iglesia primero yo, porque Dios usĂł a Doña Vicky, que hace mucho tiempo estĂĄ disfrutando con el Señor, y yo ponĂ­a mis Barbies a orar, tenĂ­a una que se le doblaban las extremidades y demĂĄs, y la ponĂ­a a orar porque aquel Señor que se haya sentado, llegara acĂĄ, llegara a los pies de Cristo, y nos gustĂł, pero ahĂ­ estĂĄ, ahĂ­ estĂĄ, y eso es solamente por obra y gracia de Dios. AsĂ­ que si usted ha orado durante muchos años por su familia, por sus hijos, es el tiempo de Dios, no es el tiempo nuestro. Pero esa semilla que se ha sembrado va a germinar en esa tierra fĂ©rtil, porque sĂ© que muchos de sus hijos crecieron conmigo y no estĂĄn acĂĄ, pero Dios estĂĄ trabajando y eso es lo mĂĄs importante. A partir de eso de que estaba en todos los grupos de la iglesia y demĂĄs, fui creciendo, ya no era esa niña de 7 años, fui creciendo y mĂĄs o menos a mis 17 años, hay algo que no me empezaba a cuadrar dentro de la ecuaciĂłn. ÂżCuĂĄl era esa ecuaciĂłn? Esa ecuaciĂłn era que cuando me saludaban en la iglesia, siempre me decĂ­an que iba a ser bendecido, prosperado y en victoria. ÂżSe lo decĂ­an? A mĂ­ me lo decĂ­an, muchĂ­simo. Y si yo diezmaba y ofrendaba, iba a ser siempre bendecida, siempre iba a estar bien. Ese era el mensaje que notaba. Sin embargo, hoy a mis 32 años puedo decirles que el camino es difĂ­cil, que hay pruebas en el camino, pero Dios siempre va a estar ahĂ­ y esa es su promesa. AsĂ­ que cuando empezĂł a ser disonante un poco el mensaje, fue cuando me encontrĂ©, mis papĂĄs leĂ­an bastante, tenĂ­an una biblioteca en ese proceso que mi papĂĄ llevĂł bastante fuerte, pues mami llegĂł antes con mis hermanos. Pero papi, escuchaba inclusive ciertas canciones, Âżalguien escuchĂł Franklin Valverde en algĂșn momento? Bueno, pues mi papĂĄ lo escuchaba muchĂ­simo en cassette viniendo de San Carlos y la canciĂłn de Franklin Valverde era bastante interesante. De hecho, les voy a leer un extracto de una que se llamaba El Alfarero, no sĂ© si la recuerdan. Pero bĂĄsicamente El Alfarero decĂ­a, al principio un dĂ­a orando le dije al Señor, TĂș el Alfarero y yo el barro soy, moldea mi vida a tu parecer, haz como tĂș quieras, hazme un nuevo ser. Me dijo, no me gustas, te voy a quebrantar y en un vaso nuevo te voy a transformar, pero en el proceso te voy a hacer llorar, porque por el fuego te voy a hacer pasar. Yo a mis 17 años no entendĂ­a mucho ese fuego y ese quebranto, pero hoy lo puedo entender. Y sĂ© que muchos de ustedes esta palabra es con mucha humildad y mucho respeto, pero quiero hacer un ejercicio y quiero que me levanten la mano las personas que estĂĄn hoy acĂĄ y no vamos a volver a ver a nadie por su edad, pero quiero que levanten la mano la gente que estĂĄ acĂĄ que tiene edades entre 15 a 25 años. Las personas que tienen entre 25 a 35 años. Iglesia, esto es lo que nos ha dejado, la doctrina que a mĂ­ me vendieron, la doctrina de que siempre Ă­bamos a ser bendecidos, prosperados y en victoria. Porque los jĂłvenes, como lo decĂ­a Betty, crecimos en esa iglesia donde tuvimos un secuestro de papĂĄs, porque mis papĂĄs me lo secuestraron durante muchos años, lunes, martes, miĂ©rcoles, jueves, sĂĄbado, domingo, siempre habĂ­a algo en la iglesia, siempre. Eran los pastores, los consejeros y dentro de todo ese contexto nosotros crecĂ­amos. Y en esa biblioteca encontrĂ© un libro que marcĂł mi vida por muchos años, del doctor Dobson, me imagino que alguno lo habrĂĄ escuchado. Me siento como un poco vieja cuando hablo estas cosas, asĂ­ como para atrĂĄs. Pero ese libro marcĂł mi vida de formas muy importantes a mis 17 años. Y ese libro tiene el tĂ­tulo, cuando las cosas que Dios hace no tienen sentido. Y yo dije, wow, esto nunca me lo han dicho en la iglesia, que las cosas que Dios hace no tienen sentido, si Dios es amor, y es amor. Pero no nos promete en su Biblia que no vamos a tener pruebas y dificultades en el proceso. AsĂ­ que cuando leĂ­ ese libro, yo dije, wow, hay dificultades, Âżno todo lo que Dios hace tiene sentido o sĂ­? Y a partir de ahĂ­ empecĂ© a cuestionarme, siendo una adolescente, si realmente iba a tener pruebas o no iba a tener pruebas. Y si algo puedo decirles, iglesia, que a pesar de haber vivido esos años en otra iglesia, que no fue acĂĄ, de hecho yo fui la primera que lleguĂ© acĂĄ donde pedĂ­ particularmente. Esos años me enseñaron una gran verdad, y es la que dice Hebreos 4.12, que lo ven por ahĂ­ en pantalla. Pues la palabra de Dios es viva y poderosa, es mĂĄs cortante que cualquier espada de dos filos, penetra entre el alma y el espĂ­ritu. Entre la articulaciĂłn y la mĂ©dula del hueso, deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos mĂĄs Ă­ntimos. AsĂ­ que, aunque vivĂ­ muchos años en una iglesia, que no me enseñó muchas de las cosas que hoy sĂ©, sĂ­ me dio esto. Y esto penetra en nuestro corazĂłn y en nuestra vida. AsĂ­ que si usted tiene hijos, sobrinos, nietos, y estĂĄ sembrando esto o ha sembrado esto en su corazĂłn, eso penetra. Y usted puede huir hasta donde usted quiera, pero estĂĄ en su ADN, estĂĄ dentro de usted, porque Dios ya estĂĄ trabajando desde ese momento. AsĂ­ que si algo pudiera yo quedarme con esa etapa de mi vida fue con esto. Y mis papĂĄs se sentaban con nosotros siendo pequeños para poder hablar de la Biblia. De hecho nos acordamos de ciertos elementos bastante curiosos que utilizĂĄbamos, pero recuerdo muchĂ­simo la historia de Daniel, recuerdo muchĂ­simo muchas historias de la Biblia, y eso me ha funcionado para sostenerme en los momentos mĂĄs duros de nuestra vida. AsĂ­ que, bĂĄsicamente, despuĂ©s de esto, con esa palabra ya en mĂ­, con esas canciones de Franklin Valverde que escuchaba mi papĂĄ de quebranto y demĂĄs, empecĂ© a entender que algunas cosas no necesariamente tienen todo el sentido humano para nosotros. Y de ahĂ­, esto es traje del libro del Dr. Docton. Y sĂ© que lo ven pequeño, pero leo para ustedes. El libro del Dr. Docton, para los que lo han leĂ­do, tiene muchas historias. Una de ellas es esta, dice, el Dr. White es presidente de los navegantes, organizaciĂłn mundial dedicada a conocer a Cristo y hacer que otros le conozcan. Los White son personas maravillosas que aman al Señor y viven de acuerdo con los preceptos de la Biblia, pero ya han tenido su parte de sufrimiento. Durante varios meses, su hijo, Steve, trabajĂł manejando un taxi mientras buscaba comenzar una carrera de radio difusiĂłn, pero no sabĂ­a que jamĂĄs lograrĂ­a su sueño. Una noche, a una hora avanzada, en la tranquilidad de la ciudad de Colorado Springs, Steve fue asesinado por un pasajero trastornado. El asesino fue un conocido criminal y adicto a las drogas que tenĂ­a un largo historial de crĂ­menes cometidos. Cuando lo detuvieron, la policĂ­a se enterĂł de que Ă©l habĂ­a llamado al taxi con la intenciĂłn de dispararle a cualquiera que fuera a buscarle. Muchos otros choferes pudieron haber contestado la llamada, pero fue Steve White quien lo hizo. Un caso de brutalidad casual sintĂł un misiĂłn y esto ocurriĂł dentro de una familia que fielmente habĂ­a honrado y servido a Dios durante años en total dedicaciĂłn. Y este libro trae innumerables historias de personas como usted y como yo, que hemos dedicado en muchos casos la vida a servir en los que hemos podido amar a Dios, pero que pasan cosas que no necesariamente tienen sentido para nosotros. Sin embargo, en ese mismo libro conocĂ­ a Hope, y me llamĂł muchĂ­simo la atenciĂłn que Betty lo trajera, porque Hope, y acĂĄ no hay casualidades, Hope es uno de los hombres de la Biblia que cuando yo lo leĂ­, yo dije, wow, de verdad que los hijos de Dios tambiĂ©n pueden pasar por momentos complejos y difĂ­ciles. No estamos exentos a ello. Y pues, ÂżquiĂ©n era Hope? Dice, en la regiĂłn de U, habĂ­a un hombre Ă­ntegro e impachable que temĂ­a a Dios y vivĂ­a apartado del mal. Este hombre se llamaba Hope. TenĂ­a siete hijos y siete hijas. Era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientos yuntas de huelle y quinientos asnas. AdemĂĄs, su servidumbre era muy numerosa. Entre todos los habitantes del oriente, era el personaje de mayor renombre. Una persona Ă­ntegra, impachable, un buen hombre, bendecido. Sin embargo, ÂżquĂ© pasa? En una reuniĂłn de ĂĄngeles, llega el dĂ­a en que se presentan ante Dios, llega entre esos ĂĄngeles afanados y le dice, Dios fue muy orgulloso. Dice, Âżhas visto a mi siervo Hope? Mi siervo Hope es un hombre Ă­ntegro, impechable. Y SatanĂĄs le dice, bueno, sĂ­, pero es porque usted no me deja tocarlo. Porque usted tiene su protecciĂłn sobre Ă©l y sobre su familia. Entonces Dios le dice, bueno. SatanĂĄs le dice, bueno, dĂ©jame tocarlo y vas a ver que te va a terminar maldiciendo. Y ese es el contexto. Dios le dice, bueno, estĂĄ bien, te voy a permitir tocarlo, pero no lo toques a Ă©l. Ese es el contexto de Hope. BĂĄsicamente, Hope empieza a pasar una primera prueba. Y esa prueba, vaya prueba para los que han leĂ­do el libro de Hope. Esa primera prueba dice que Hope estaba celebrando un banquete, llega un mensajero, yo me imagino el contexto, Âżverdad? El sentado, tranquilo, era un hombre, pues, bendecido en ese momento. Y dice, mientras llega el primer mensajero, y le dice, mientras los boyes haraban y los asnos pasaban por allĂ­ cerca, nos atacaron los de Sabah y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. O sea, en ese momento, Hope se quedĂł sin asno y sin criados. Viene la segunda prueba. Viene otro mensajero. El fuego de Dios cayĂł del cielo y quemĂł a las ovejas y a los criados. Ok, no tengo huellas, no tengo asno, ni tengo criados. Pero no acaba acĂĄ. Unos salteadores, viene otro mensajero, unos salteadores caldeos vinieron y dividiĂ©ndose en tres grupos, se apoderaron de los camellos y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. En ese momento, bueno, ya no soy tan rico y tan bendecido, ya no tenĂ­a lo material, pero no acaba ahĂ­. Los hijos y las hijas, llega otro mensajero, los hijos y las hijas que ustedes estaban celebrando, estaban celebrando un banquete en casa del mayor de todos ellos, cuando de pronto, un fuerte viento del desierto dio contra la casa y derribĂł sus cuatro esquinas. La casa cayĂł sobre los jĂłvenes y todos murieron. Y uno dice, a la puña. Todo eso le pasĂł a Job, y yo me lo imagino, no dice el tiempo que habĂ­a entre un mensajero y otro, pero yo me lo imagino diciendo, fue a un momento, Âżverdad? Estaba sentado en un banquete y todo esto, Âżen quĂ© momento pasĂł? Si yo era un hombre que temo a Dios, un hombre que ha dedicado mi vida al servicio de Dios y todo esto estĂĄ sucediendo, ÂżquĂ© hace Job ante esto? Dice, al llegar a ese punto, Job se levantĂł, se rasgĂł las vestiduras, se rasurĂł la cabeza y se dejĂł caer al suelo en actitud de adoraciĂłn. Entonces dijo, y esto es algo que calĂł muchĂ­simo en mi vida, desnudo salĂ­ del diente de mi madre y desnudo he de partir, el Señor ha dado, el Señor ha quitado, bendito sea el nombre del Señor. Y cuando yo leĂ­ eso yo dije, ÂżquĂ©? O sea, Ă©l le pasĂł todo esto y aĂșn estĂĄ adorando y diciendo que Dios le dio y Dios se lo quitĂł y sigue bendiciendo al Señor, pero no acaba ahĂ­. Llega de nuevo SatanĂĄs, hacen de nuevo esta reuniĂłn y Dios le vuelve a decir, Âżviste a mi siervo Job? Que aĂșn mediante todas estas pruebas me sigue alabando. Y SatanĂĄs le dice, pues claro, porque me dejaste tocarle todo, pero no lo he tocado a Ă©l, no he tocado a Job como tal, como persona. Y viene esa segunda prueba, donde Dios le dice, ok, te dejo tocar a Job, pero no lo mates. En esa segunda prueba a Job le sobrevino una enfermedad fĂ­sica, lo que llamamos popularmente como sarna. Eran varias bronchas, yo me imagino a Job en ese instante, habĂ­a perdido todo lo que tenĂ­a en ese momento y en ese momento estaba enfermo. Dice la Biblia que se rascaba con madera y en ese momento estaba, como decimos popularmente, valiendo nada. De hecho, su esposa le reprocha, ÂżtodavĂ­a mantienes tu integridad? Maldice a tu Dios y muĂ©rete. No tienes nada. Pero aĂșn asĂ­, Job llega y le responde a su mujer, a su esposa, que tambiĂ©n habĂ­a perdido sus hijos, valga aclararlo. Mujer, hablas como una necia, si de Dios sabemos recibir lo bueno, Âżno sabremos recibir tambiĂ©n lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecĂł ni de palabra. ÂĄWow! Yo dije, mi respeto es para Job, porque yo no sĂ© cĂłmo hubiera reaccionado Job. ÂżUstedes se imaginan esa situaciĂłn? ÂżHubiĂ©ramos seguido alabando y adorando? DifĂ­cilmente. Sin embargo, pese a que Job mantuvo su integridad, si hubo algo muy importante que pasĂł despuĂ©s de estos capĂ­tulos, y es que Job empieza, despuĂ©s de estos capĂ­tulos, en un proceso de angustia muy importante. Job siente que Dios lo dejĂł y empieza esta parte y empieza a cuestionarse el porquĂ©. Este es un extracto del capĂ­tulo 3, versĂ­culo 11. Él dice, Âżpor quĂ© no perecĂ­ al momento de nacer? ÂżPor quĂ© no morĂ­ cuando salĂ­ del vientre de mi mamĂĄ? Empieza a cuestionarse, Âżpor quĂ©, si yo soy ese hombre de Dios? Si mi familia ha sido una familia que ha vivido para Dios, Âżpor quĂ© me haces esto? ÂżPor quĂ© estoy acĂĄ? Entonces, sĂ­, Ă©l dijo y adorĂł, pero llegĂł a ese porquĂ©, y yo no sĂ© si a usted le ha pasado, pero mi familia durante los Ășltimos cinco años ha enterrado a tres de sus miembros amados. Y la pregunta mĂĄs recurrente ha sido, Âżpor quĂ©? ÂżPor quĂ©? Cuando enterrĂ© a mi hermano hace cinco años, estos porquĂ© inundaron mi mente. Y yo dije, mi familia desde hace muchos años entregĂł su vida a Cristo. Los que conocen a mis papĂĄs saben la calidad de papĂĄs que son. ÂżPor quĂ©? ÂżPor quĂ© nos pasaba a nosotros? ÂżPor quĂ© Dios nos permitiĂł? Eran una de las preguntas que nos hacĂ­amos. AcĂĄ estĂĄ mi tĂ­a Silvia que enterrĂł a su esposo hace 22 dĂ­as en un accidente fatal. ÂżPor quĂ© pasan estas cosas? Y a partir de esos porquĂ© fue que empecĂ© a meditar cuando mi hermano muriĂł. Mi hermano falleciĂł porque se quitĂł su vida, fue un suicidio, un proceso muy difĂ­cil. Muchos de ustedes lo conocĂ­an, estuvieron ahĂ­. Y yo recuerdo que yo decĂ­a, Âżpor quĂ© pasa esto? Me volvĂ­ un poquillo loca, pudiĂ©ramos decirlo, encontrĂĄndolos por quĂ©. Porque no dejĂł una carta, no dijo su porquĂ©, simplemente sucediĂł. AsĂ­ que yo hackeĂ© su Facebook, su correo, hice de todo para entender por quĂ© estaba sucediendo esto. ÂżPor quĂ© tomĂł esa decisiĂłn? Si creciĂł en un hogar, en el mismo que yo crecĂ­, con papĂĄs que amaban a Dios, con valores, con principios, Âżpor quĂ© sucediĂł esto? DespuĂ©s de muchos porquĂ©s, de un joven con 20 años, con dos carreras universitarias en proceso, con una familia que lo amaba, viene a mĂ­ el libro del Dr. Dobson. Y el libro del Dr. Dobson, bĂĄsicamente, el Dr. Dobson dice algo muy importante. Y dice esta frase, lo que Dios hace tiene sentido aĂșn cuando no lo tenga para nosotros. Y por eso, este mensaje se llama Dios tiene su propĂłsito. Y yo, despuĂ©s de pasar por todo esto, les puedo decir que no vamos a tener las respuestas a todo. Porque su misma palabra dice, en primera de Corintios, dice que Dios trabaja de maneras diferentes. En algunas otras versiones dice de maneras misteriosas. Pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros. El mismo Dios en el que creĂ­mos cuando todo estaba bien, es el mismo Dios que estĂĄ trabajando en nosotros cuando las cosas no estĂĄn tan bien. Y si a usted le vendieron como a mĂ­, que todo iba a ser color de rosa, pues no lo va a ser, pero su promesa estĂĄ con nosotros. Y no estamos trabajando para la vida terrenal, como lo decĂ­a Betty, estamos acĂĄ siendo probados y moldeados como ese alfarero, para que el dĂ­a de mañana podamos estar con Ă©l eternamente. Y este capĂ­tulo, primera de Corintios 12, tambiĂ©n dice que a cada uno de nosotros se nos han dado dones espirituales para que nos ayudemos mutuamente. Y esos dones espirituales, yo no los veo como hablar en lenguas o este tipo de dones, aunque son algunos de los dones, lo veo como esta iglesia que apoya, sostiene y acompaña a cada una de las personas cuando estĂĄn en estos momentos difĂ­ciles. Se nos ha venido enseñando a travĂ©s de romanos que su iglesia tiene que estar unida, como un solo cuerpo. AsĂ­ que, hablando de esta historia de Job, Job tuvo tres amigos que llegaron despuĂ©s de ese momento de dolor y angustia en el que Ă©l estaba, imagĂ­nense que habĂ­a perdido todo esto. Hay tres amigos que ven su dolor, se llama Elifaz, Bildad, Juan y Zofar. Estos amigos ven a Job sufriendo, se vienen desde donde estĂĄn, se rasgan sus vestiduras y se sientan al lado de Job. Simplemente se sientan al lado de Job. Y durante siete dĂ­as y siete noches se sentaron en el suelo para hacerle compañía. Yo le pregunto a usted, como iglesia, si alguien estĂĄ sufriendo, tal vez no estĂ© en el nivel de Job, Âżusted podrĂ­a sentarse siete dĂ­as y siete noches a la par de esta persona? Estamos a ese nivel de acompañamiento como iglesia, porque eso es lo que necesitamos, sostener, acompañar, apoyar. Y a partir de eso, ninguno de ellos hablĂł durante esos siete dĂ­as, no llegaron a darle cĂĄtedra, como decimos, a Job, simplemente lo veĂ­an sufriendo y se sentaron ahĂ­ a esperar. Y si algo yo he podido ver a lo largo de estos años, cuando mi hermano muriĂł, en esta iglesia no cabĂ­a la gente. Dios mandĂł de sus ĂĄngeles, de nuestros amigos, para estar ahĂ­, mandĂł de su iglesia. Muchos de ustedes estuvieron acĂĄ, abrazando, acompañando, sosteniendo. Y eso es lo que nos toca como iglesia. Del capĂ­tulo 3 al 30 se dan un montĂłn de conversaciones, ya se rompe el silencio, y primero empieza a hablar Elipaz, los que han leĂ­do todo el libro de Job, se los recomiendo, empiezan conversaciones de aquĂ­ para allĂĄ, mira Job, Job estaba angustiado, entristecido, no entendĂ­a el propĂłsito, simplemente estaba en los porquĂ©s, en los porquĂ©s que yo estaba en ese momento. DespuĂ©s de ellos, despuĂ©s de esos porquĂ©s, resulta que habĂ­a un chiquillo por ahĂ­, que no habĂ­a hablado hasta ese momento, se llamaba Eliu. Eliu era el mĂĄs joven de estos ancianos, imagĂ­nense que los amigos que les mencionĂ© anteriormente eran ancianos, personas sabias, se les respetaba. Eliu era un joven, asĂ­ como Job, asĂ­ como muchos de los que estĂĄn acĂĄ y otros que estĂĄn allĂĄ afuera, que Dios puede usar. Y Eliu llega y dice, bueno, señores y señores, ya los dejĂ© hablar, ya hablaron durante mucho tiempo y yo tengo que hablar, tengo que decir. Y dice, yo tengo que decir algo porque Job, veo que te estĂĄ justificando mĂĄs a ti mismo que a Dios. Durante todos esos capĂ­tulos, ustedes van a poder ver si lo leen, hay todo un tema. Y finalmente, Eliu se enoja tambiĂ©n con esos tres amigos porque les dice, finalmente rebutaron a Job y sin embargo no lo habĂ­an condenado. Job estaba en una situaciĂłn compleja donde podemos ver que estamos un poquito cegados por el dolor, por el momento, Âżle ha pasado a usted estar en algĂșn momento donde los por quĂ© no tienen respuesta, donde los por quĂ© nos agobian y no podemos ver mĂĄs allĂĄ? Pues para eso hay Eliu, que Dios pone en nuestro camino. Y nos dice, dice Eliu, se lo dice a Job, pero me parece haber oĂ­do que decĂ­as, al menos eso fue lo que escuchĂ©, soy inocente, no tengo pecado, estoy limpio y libre de culpa, sin embargo Dios me ha encontrado falta si me considera su enemigo. AsĂ­ se sentĂ­a Job. Me ha sujetado los pies con cadenas y vigila todos mis pasos. Vean el dolor que hay en esas palabras tan fuertes. Sin embargo Eliu le dice, pero dĂ©jame decirte que estĂĄs equivocado, pues Dios es mĂĄs grande que los mortales. ÂżPor quĂ© le echas en cara que no responde por ninguno de sus actos? Dios nos habla una y otra vez, aunque no lo percibamos. Y con esto quiero decirle a Iglesia que Dios puede estarle hablando de formas que usted ni siquiera en este momento ha logrado identificar. Sin embargo, sĂ­ es necesario que tengamos esta sensibilidad para poder escuchar su voz. Inclusive dice algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo y cuando dormitamos en el lecho. ÂżDe quĂ© forma le ha hablado a usted Dios? ÂżHa podido escuchar su voz? ÂżLe ha hablado por medio de un Eliu? ÂżPor medio de amigos? ÂżFamilia? Y les voy a contar una historia para finalizar. Yo fui de las jĂłvenes que saliĂł con el tĂ­tulo bajo el brazo despuĂ©s de estudiar mĂĄs de 5 años en la UCR y salĂ­ a buscar trabajo con toda la ilusiĂłn. Mi mamĂĄ no me deja mentir que fue a n cantidad de entrevistas, ya era casi que mĂĄster en entrevistas, ya sabĂ­a lo que me iban a preguntar y lo que no. Y no encontraba en el mercado una empresa que por lo menos me pagara el mĂ­nimo para poder viajar desde San RamĂłn a San JosĂ©. Es una realidad que vimos los jĂłvenes tambiĂ©n. Cuando encontrĂ© ese trabajo que yo dije, este es, este es el que quiero, este es el que me van a dar. Dios dijo, ese no es. LleguĂ© a San RamĂłn, dejĂ© esa entrevista y dije, lo tengo. Anterior a ese me habĂ­an hecho firmar un contrato y Dios dijo, ese tampoco es. Ya estaba buscando yo apartamento en Tibati y todo y Dios dijo, ese no es. Y que duro es a veces cuando nos dicen ese no es. Cuando despuĂ©s de ese momento me contratan en una empresa que jamĂĄs esperĂ© que me contrataran, no era el trabajo que yo querĂ­a, pero era el que Dios tenĂ­a para mĂ­. AprendĂ­ muchĂ­simo de ese proceso. Tuve una jefatura que nunca olvidarĂ© y no tan positivamente, pero lo que quiero decirle con esta iglesia es que todo estĂĄ dentro del propĂłsito de Dios. Estuve en esa empresa y un dĂ­a de la nada me tocĂł irme a San JosĂ© y un dĂ­a soñé que me iban a despedir, de la nada. Soñé que me iban a despedir. Y yo dije, quĂ© raro. Yo siempre he tenido muy buena relaciĂłn con las señoras de limpieza y las señoras de limpieza siempre lo saben todo. Entonces, bueno, llego yo y les cuento la confianza. MirĂĄ, me soñé esto. Me dice, quĂ© extraño. Bueno, pasan algunos dĂ­as y veo a los tres jefes de la empresa reunidos en una oficina al frente mĂ­o y fue Dios hablĂĄndome de nuevo, te van a despedir. O sea, Dios no deja de claro en el sueño, te van a despedir. Justo e injusto no vamos a entrar en ese proceso, pero en ese momento dije, me van a despedir. Va a ser cierto. LevantĂ© el telĂ©fono, hice algunas llamadas, etc. Gracias a Dios y por su misericordia y la gloria que pone en cada uno de nosotros, Él no me dejĂł salir por la puerta pequeña, sino que me trasladaron a otra jefatura, una jefatura de la que aprendĂ­ muchĂ­simo, para no cansarlos con el cuento, me saliĂł otra oportunidad laboral, de la nada. LleguĂ© a Raxa, conocĂ­ a mi esposo que estĂĄ allĂĄ atrĂĄs, nos vinimos para San RamĂłn y hoy trabajo con gente, hoy trabajo con personas y ese trabajo me permite todo esto, esa palabra que estĂĄ aquĂ­, poder ponerla en prĂĄctica dĂ­a a dĂ­a con las personas. Nada sucede por casualidad, todo estĂĄ en su propĂłsito y Dios obra de maneras misteriosas, en las cuales no vamos a tener todas las respuestas y muchas preguntas, pero sobre todo Él nos hace tres promesas y esa es mi conclusiĂłn. NĂșmero uno, mi conclusiĂłn de este proceso es, Dios nos dejĂł su palabra y esta no cambia desde lo que estemos viviendo. Si necesitas respuestas, este es el manual para buscarlas, para que por medio de tu EspĂ­ritu Santo, porque no es solamente leerlo, es que el EspĂ­ritu Santo nos trae ese discernimiento de quĂ© es lo que dice acĂĄ, porque a veces es como que nos estuvieran hablando en chino, pero si estĂĄ el EspĂ­ritu Santo, vamos a poder entender y comprender lo que acĂĄ viene, entendiendo tambiĂ©n que Dios siempre estĂĄ trabajando en nosotros y que podamos tener esa confianza, esa fe, es la convicciĂłn de lo que se espera y de lo que no vemos, y sobre todo obteniendo en esos momentos tan difĂ­ciles, que sĂ© que cada uno de ustedes podrĂ­a pasar acĂĄ y contar muchas historias mĂĄs fuertes, en mayor o menor medida de lo que les he contado, pero teniendo esa paz que sobrepasa todo entendimiento, que si usted la ha experimentado, es algo magnĂ­fico. Cuando sucediĂł lo de mi hermano, la paz que sobrepasa todo entendimiento tocĂł a mi familia y por eso estamos acĂĄ, no por nosotros, por su misericordia. Y a raĂ­z de eso sucedieron muchas cosas, pudimos transformar el dolor en acciĂłn, hoy tenemos a DUO, que es una asociaciĂłn para personas que ayudan a familias sobrevivientes de suicidio. ÂżEse era el propĂłsito? No lo sĂ©, no lo sĂ©, porque Dios no nos ha dicho especĂ­ficamente que ese era el propĂłsito y probablemente no lo haga, pero a partir de cada una de las vivencias que tenemos, Dios tiene algo para enseñarnos y para mostrarnos. Dice Mateo 24.35, el cielo y la tierra desaparecerĂĄn, pero mis palabras no desaparecerĂĄn jamĂĄs. Independientemente de lo que usted estĂ© viviendo en este momento, de su dolor y su angustia, si es una prueba igual a la de Hope, o mĂĄs dura o menos dura, su palabra y sus promesas para con nosotros no van a desaparecer jamĂĄs. Mi segunda conclusiĂłn es, el camino no va a ser fĂĄcil. Si a usted le vendieron igual que a mĂ­, que Ă©ramos como una raza superior por ser cristianos, iglesia, me lamento decirles que no es asĂ­. Somos igualmente seres humanos que vamos a vivir muchas cosas, pero la Ășnica diferencia que tenemos es su palabra, y que sostenidos en esto, lo vamos a atravesar de una forma distinta a como se atraviesa cuando no lo conocemos. Dice el Salmo 23.4, aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temere mal alguno, porque tĂș estarĂĄs conmigo. Tu hara y tu callado me impundirĂĄn aliento. Y en ese versĂ­culo dice que sĂ­ van a haber valles de sombra y de muerte, sĂ­ los van a ver. ÂżPero cuĂĄl es su promesa maravillosa? Que va a estar con nosotros en esos momentos. Cuando usted no pueda escuchar la voz de Dios en algĂșn momento, Dios estĂĄ trabajando. Y en algĂșn momento, en su tiempo, va a poder escuchar esa voz. Y en su tiempo, va a poder entender de alguna u otra forma algunos por quĂ©. Y los que no entendamos, creo que los vamos a entender cuando estemos con Él. En su momento. Y en su tiempo. Y la tercera conclusiĂłn es que Dios estĂĄ trabajando en nosotros todo el tiempo para que su propĂłsito se cumpla. La recompensa estĂĄ mĂĄs allĂĄ de lo que podamos tener acĂĄ en la tierra. Es la vida eterna por lo que estamos acĂĄ. Dice Filipenses 1.6, y estoy seguro de que Dios, quien comenzĂł la buena obra en cada uno de nosotros, la continuarĂĄ, en algunas versiones dice, la perfeccionarĂĄ hasta el dĂ­a en que Cristo JesĂșs vuelva. ÂżQuiere decir que se van a acabar las pruebas acĂĄ? No. Es que Él nos estĂĄ perfeccionando. EstĂĄ trabajando en nosotros. Porque como decĂ­a Franklin Valverde, en su letra del alfarero, muchas veces vamos a tener fuego, pero tambiĂ©n vamos a tener recompensa. El final del libro de Job, me imagino que lo conocen, Dios le da el doble de lo que Job tenĂ­a. Lo hace un hombre todavĂ­a mĂĄs rico. Pero mĂĄs allĂĄ de lo terrenal, Iglesia, es lo que nos decĂ­a Betty, Âżtenemos nuestro nombre escrito en el libro de la vida? SĂ­ o no. Porque si no, podremos pasar por todas las pruebas en esta tierra sin que tenga realmente un propĂłsito. AsĂ­ que ese era mi mensaje, Iglesia. Muy importante lo que tambiĂ©n decĂ­a Betty, mi corazĂłn se entristece cuando las personas de mi generaciĂłn estĂĄn allĂĄ afuera y no estĂĄn acĂĄ. Este es el mensaje que tenemos que propiciar. No va a ser fĂĄcil, pero Dios va a estar contigo. No va a ser fĂĄcil, pero tenemos sus promesas. Pero estas promesas son para los hijos de Dios. AsĂ­ que nuestro compromiso como Iglesia, aparte de acompañar, sostener, cuando estemos nosotros mismos en pruebas, es replicar este mensaje. Y traer a los que estĂĄn allĂĄ afuera acĂĄ. Porque yo quisiera ver mĂĄs jĂłvenes acĂĄ donde estoy yo. Quisiera ver mĂĄs jĂłvenes a los que no les vendamos emociĂłn de que esto va a ser color de rosa. Porque por eso muchos de nosotros no estamos acĂĄ. Pero si usted ha sembrado esta semilla en sus hijos, en sus nietos, en sus jĂłvenes, esto va a germinar en el tiempo de Dios. Y asĂ­ como despuĂ©s de quince años Doña Vicky no estĂĄ aquĂ­ para ver a sus hijos, pero Dios sĂ­. AsĂ­ que en su momento, esas semillas que ustedes planten van a germinar. Y sobre todo, lo mĂĄs importante Iglesia, es que nos acorpemos, nos acompañemos, que traslademos esto y entendamos que Dios obra de maneras misteriosas que no siempre vamos a poder entender. Oremos. Señor, gracias por tu palabra, Señor. Agradecemos su atenciĂłn. Si este material ha sido Ăștil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.

Listen Next

Other Creators