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Dios tiene su proposito Expositora Paola Zamora  Dom 5 de Mayo 2024

Dios tiene su proposito Expositora Paola Zamora Dom 5 de Mayo 2024

OLIVO VERDE COSTA RICAOLIVO VERDE COSTA RICA

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This is a production from the Olivo Verde community in Costa Rica. The speaker believes that they are proof that God exists and that everything in their life has a purpose, even if it's not always understood. They share a personal story of their journey with God and how they came to understand that not everything God does makes sense to us. They mention a book by Dr. Dobson that helped them understand this concept. They also mention other stories from the book that show how even faithful and dedicated people can go through difficult times. The speaker emphasizes that God's word is powerful and can penetrate our hearts and lives. They encourage parents and grandparents to sow the seeds of faith in their children's hearts, knowing that God is already working in their lives. They mention a story from the book about a man named Hope who faced trials despite being a good and blessed person. The speaker concludes by saying that not everything in life may make sense to us, but God is always p La siguiente es una producción de la comunidad Olivo Verde, Costa Rica. Básicamente, después de indagar mucho de qué podría traer de todo lo que este maravilloso libro nos enseña, creo que nosotros somos prueba viva de que Dios existe y todo lo que ha pasado en nuestra vida tiene un propósito, que muchas veces no necesariamente lo podemos entender, pero Dios tiene su propósito y nos usa a nosotros por medio de ese propósito maravilloso y su misericordia para ser parte de esto. Así que por eso le puse Dios tiene su propósito y su rallado en negrita, como lo dice Fede, es su propósito, no es el nuestro. Así que a partir de ello voy a contarles un poquito de mi historia personal, un poco más de testimonio ligado con este maravilloso libro. Yo llegué a los pies de Cristo más o menos como a los 7 años, por mi abuelita Doña Vicky Corrales, y desde ese momento Dios ha hecho su propósito con mi familia. Y quiero que hoy le den un fuerte aplauso porque después de más de 15 años sus tres hijos están hoy acá. Después de ello yo estuve en todos los grupos que se puedan imaginar, yo estuve en danza, en la escuelita dominical, en todo lo que pude meterme ahí estaba, con mis papás por supuesto. Llegué a una iglesia primero yo, porque Dios usó a Doña Vicky, que hace mucho tiempo está disfrutando con el Señor, y yo ponía mis Barbies a orar, tenía una que se le doblaban las extremidades y demás, y la ponía a orar porque aquel Señor que se haya sentado, llegara acá, llegara a los pies de Cristo, y nos gustó, pero ahí está, ahí está, y eso es solamente por obra y gracia de Dios. Así que si usted ha orado durante muchos años por su familia, por sus hijos, es el tiempo de Dios, no es el tiempo nuestro. Pero esa semilla que se ha sembrado va a germinar en esa tierra fértil, porque sé que muchos de sus hijos crecieron conmigo y no están acá, pero Dios está trabajando y eso es lo más importante. A partir de eso de que estaba en todos los grupos de la iglesia y demás, fui creciendo, ya no era esa niña de 7 años, fui creciendo y más o menos a mis 17 años, hay algo que no me empezaba a cuadrar dentro de la ecuación. ¿Cuál era esa ecuación? Esa ecuación era que cuando me saludaban en la iglesia, siempre me decían que iba a ser bendecido, prosperado y en victoria. ¿Se lo decían? A mí me lo decían, muchísimo. Y si yo diezmaba y ofrendaba, iba a ser siempre bendecida, siempre iba a estar bien. Ese era el mensaje que notaba. Sin embargo, hoy a mis 32 años puedo decirles que el camino es difícil, que hay pruebas en el camino, pero Dios siempre va a estar ahí y esa es su promesa. Así que cuando empezó a ser disonante un poco el mensaje, fue cuando me encontré, mis papás leían bastante, tenían una biblioteca en ese proceso que mi papá llevó bastante fuerte, pues mami llegó antes con mis hermanos. Pero papi, escuchaba inclusive ciertas canciones, ¿alguien escuchó Franklin Valverde en algún momento? Bueno, pues mi papá lo escuchaba muchísimo en cassette viniendo de San Carlos y la canción de Franklin Valverde era bastante interesante. De hecho, les voy a leer un extracto de una que se llamaba El Alfarero, no sé si la recuerdan. Pero básicamente El Alfarero decía, al principio un día orando le dije al Señor, Tú el Alfarero y yo el barro soy, moldea mi vida a tu parecer, haz como tú quieras, hazme un nuevo ser. Me dijo, no me gustas, te voy a quebrantar y en un vaso nuevo te voy a transformar, pero en el proceso te voy a hacer llorar, porque por el fuego te voy a hacer pasar. Yo a mis 17 años no entendía mucho ese fuego y ese quebranto, pero hoy lo puedo entender. Y sé que muchos de ustedes esta palabra es con mucha humildad y mucho respeto, pero quiero hacer un ejercicio y quiero que me levanten la mano las personas que están hoy acá y no vamos a volver a ver a nadie por su edad, pero quiero que levanten la mano la gente que está acá que tiene edades entre 15 a 25 años. Las personas que tienen entre 25 a 35 años. Iglesia, esto es lo que nos ha dejado, la doctrina que a mí me vendieron, la doctrina de que siempre íbamos a ser bendecidos, prosperados y en victoria. Porque los jóvenes, como lo decía Betty, crecimos en esa iglesia donde tuvimos un secuestro de papás, porque mis papás me lo secuestraron durante muchos años, lunes, martes, miércoles, jueves, sábado, domingo, siempre había algo en la iglesia, siempre. Eran los pastores, los consejeros y dentro de todo ese contexto nosotros crecíamos. Y en esa biblioteca encontré un libro que marcó mi vida por muchos años, del doctor Dobson, me imagino que alguno lo habrá escuchado. Me siento como un poco vieja cuando hablo estas cosas, así como para atrás. Pero ese libro marcó mi vida de formas muy importantes a mis 17 años. Y ese libro tiene el título, cuando las cosas que Dios hace no tienen sentido. Y yo dije, wow, esto nunca me lo han dicho en la iglesia, que las cosas que Dios hace no tienen sentido, si Dios es amor, y es amor. Pero no nos promete en su Biblia que no vamos a tener pruebas y dificultades en el proceso. Así que cuando leí ese libro, yo dije, wow, hay dificultades, ¿no todo lo que Dios hace tiene sentido o sí? Y a partir de ahí empecé a cuestionarme, siendo una adolescente, si realmente iba a tener pruebas o no iba a tener pruebas. Y si algo puedo decirles, iglesia, que a pesar de haber vivido esos años en otra iglesia, que no fue acá, de hecho yo fui la primera que llegué acá donde pedí particularmente. Esos años me enseñaron una gran verdad, y es la que dice Hebreos 4.12, que lo ven por ahí en pantalla. Pues la palabra de Dios es viva y poderosa, es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra entre el alma y el espíritu. Entre la articulación y la médula del hueso, deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. Así que, aunque viví muchos años en una iglesia, que no me enseñó muchas de las cosas que hoy sé, sí me dio esto. Y esto penetra en nuestro corazón y en nuestra vida. Así que si usted tiene hijos, sobrinos, nietos, y está sembrando esto o ha sembrado esto en su corazón, eso penetra. Y usted puede huir hasta donde usted quiera, pero está en su ADN, está dentro de usted, porque Dios ya está trabajando desde ese momento. Así que si algo pudiera yo quedarme con esa etapa de mi vida fue con esto. Y mis papás se sentaban con nosotros siendo pequeños para poder hablar de la Biblia. De hecho nos acordamos de ciertos elementos bastante curiosos que utilizábamos, pero recuerdo muchísimo la historia de Daniel, recuerdo muchísimo muchas historias de la Biblia, y eso me ha funcionado para sostenerme en los momentos más duros de nuestra vida. Así que, básicamente, después de esto, con esa palabra ya en mí, con esas canciones de Franklin Valverde que escuchaba mi papá de quebranto y demás, empecé a entender que algunas cosas no necesariamente tienen todo el sentido humano para nosotros. Y de ahí, esto es traje del libro del Dr. Docton. Y sé que lo ven pequeño, pero leo para ustedes. El libro del Dr. Docton, para los que lo han leído, tiene muchas historias. Una de ellas es esta, dice, el Dr. White es presidente de los navegantes, organización mundial dedicada a conocer a Cristo y hacer que otros le conozcan. Los White son personas maravillosas que aman al Señor y viven de acuerdo con los preceptos de la Biblia, pero ya han tenido su parte de sufrimiento. Durante varios meses, su hijo, Steve, trabajó manejando un taxi mientras buscaba comenzar una carrera de radio difusión, pero no sabía que jamás lograría su sueño. Una noche, a una hora avanzada, en la tranquilidad de la ciudad de Colorado Springs, Steve fue asesinado por un pasajero trastornado. El asesino fue un conocido criminal y adicto a las drogas que tenía un largo historial de crímenes cometidos. Cuando lo detuvieron, la policía se enteró de que él había llamado al taxi con la intención de dispararle a cualquiera que fuera a buscarle. Muchos otros choferes pudieron haber contestado la llamada, pero fue Steve White quien lo hizo. Un caso de brutalidad casual sintó un misión y esto ocurrió dentro de una familia que fielmente había honrado y servido a Dios durante años en total dedicación. Y este libro trae innumerables historias de personas como usted y como yo, que hemos dedicado en muchos casos la vida a servir en los que hemos podido amar a Dios, pero que pasan cosas que no necesariamente tienen sentido para nosotros. Sin embargo, en ese mismo libro conocí a Hope, y me llamó muchísimo la atención que Betty lo trajera, porque Hope, y acá no hay casualidades, Hope es uno de los hombres de la Biblia que cuando yo lo leí, yo dije, wow, de verdad que los hijos de Dios también pueden pasar por momentos complejos y difíciles. No estamos exentos a ello. Y pues, ¿quién era Hope? Dice, en la región de U, había un hombre íntegro e impachable que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Hope. Tenía siete hijos y siete hijas. Era dueño de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientos yuntas de huelle y quinientos asnas. Además, su servidumbre era muy numerosa. Entre todos los habitantes del oriente, era el personaje de mayor renombre. Una persona íntegra, impachable, un buen hombre, bendecido. Sin embargo, ¿qué pasa? En una reunión de ángeles, llega el día en que se presentan ante Dios, llega entre esos ángeles afanados y le dice, Dios fue muy orgulloso. Dice, ¿has visto a mi siervo Hope? Mi siervo Hope es un hombre íntegro, impechable. Y Satanás le dice, bueno, sí, pero es porque usted no me deja tocarlo. Porque usted tiene su protección sobre él y sobre su familia. Entonces Dios le dice, bueno. Satanás le dice, bueno, déjame tocarlo y vas a ver que te va a terminar maldiciendo. Y ese es el contexto. Dios le dice, bueno, está bien, te voy a permitir tocarlo, pero no lo toques a él. Ese es el contexto de Hope. Básicamente, Hope empieza a pasar una primera prueba. Y esa prueba, vaya prueba para los que han leído el libro de Hope. Esa primera prueba dice que Hope estaba celebrando un banquete, llega un mensajero, yo me imagino el contexto, ¿verdad? El sentado, tranquilo, era un hombre, pues, bendecido en ese momento. Y dice, mientras llega el primer mensajero, y le dice, mientras los boyes haraban y los asnos pasaban por allí cerca, nos atacaron los de Sabah y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. O sea, en ese momento, Hope se quedó sin asno y sin criados. Viene la segunda prueba. Viene otro mensajero. El fuego de Dios cayó del cielo y quemó a las ovejas y a los criados. Ok, no tengo huellas, no tengo asno, ni tengo criados. Pero no acaba acá. Unos salteadores, viene otro mensajero, unos salteadores caldeos vinieron y dividiéndose en tres grupos, se apoderaron de los camellos y se los llevaron. A los criados los mataron a filo de espada. En ese momento, bueno, ya no soy tan rico y tan bendecido, ya no tenía lo material, pero no acaba ahí. Los hijos y las hijas, llega otro mensajero, los hijos y las hijas que ustedes estaban celebrando, estaban celebrando un banquete en casa del mayor de todos ellos, cuando de pronto, un fuerte viento del desierto dio contra la casa y derribó sus cuatro esquinas. La casa cayó sobre los jóvenes y todos murieron. Y uno dice, a la puña. Todo eso le pasó a Job, y yo me lo imagino, no dice el tiempo que había entre un mensajero y otro, pero yo me lo imagino diciendo, fue a un momento, ¿verdad? Estaba sentado en un banquete y todo esto, ¿en qué momento pasó? Si yo era un hombre que temo a Dios, un hombre que ha dedicado mi vida al servicio de Dios y todo esto está sucediendo, ¿qué hace Job ante esto? Dice, al llegar a ese punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza y se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo, y esto es algo que caló muchísimo en mi vida, desnudo salí del diente de mi madre y desnudo he de partir, el Señor ha dado, el Señor ha quitado, bendito sea el nombre del Señor. Y cuando yo leí eso yo dije, ¿qué? O sea, él le pasó todo esto y aún está adorando y diciendo que Dios le dio y Dios se lo quitó y sigue bendiciendo al Señor, pero no acaba ahí. Llega de nuevo Satanás, hacen de nuevo esta reunión y Dios le vuelve a decir, ¿viste a mi siervo Job? Que aún mediante todas estas pruebas me sigue alabando. Y Satanás le dice, pues claro, porque me dejaste tocarle todo, pero no lo he tocado a él, no he tocado a Job como tal, como persona. Y viene esa segunda prueba, donde Dios le dice, ok, te dejo tocar a Job, pero no lo mates. En esa segunda prueba a Job le sobrevino una enfermedad física, lo que llamamos popularmente como sarna. Eran varias bronchas, yo me imagino a Job en ese instante, había perdido todo lo que tenía en ese momento y en ese momento estaba enfermo. Dice la Biblia que se rascaba con madera y en ese momento estaba, como decimos popularmente, valiendo nada. De hecho, su esposa le reprocha, ¿todavía mantienes tu integridad? Maldice a tu Dios y muérete. No tienes nada. Pero aún así, Job llega y le responde a su mujer, a su esposa, que también había perdido sus hijos, valga aclararlo. Mujer, hablas como una necia, si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos recibir también lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra. ¡Wow! Yo dije, mi respeto es para Job, porque yo no sé cómo hubiera reaccionado Job. ¿Ustedes se imaginan esa situación? ¿Hubiéramos seguido alabando y adorando? Difícilmente. Sin embargo, pese a que Job mantuvo su integridad, si hubo algo muy importante que pasó después de estos capítulos, y es que Job empieza, después de estos capítulos, en un proceso de angustia muy importante. Job siente que Dios lo dejó y empieza esta parte y empieza a cuestionarse el porqué. Este es un extracto del capítulo 3, versículo 11. Él dice, ¿por qué no perecí al momento de nacer? ¿Por qué no morí cuando salí del vientre de mi mamá? Empieza a cuestionarse, ¿por qué, si yo soy ese hombre de Dios? Si mi familia ha sido una familia que ha vivido para Dios, ¿por qué me haces esto? ¿Por qué estoy acá? Entonces, sí, él dijo y adoró, pero llegó a ese porqué, y yo no sé si a usted le ha pasado, pero mi familia durante los últimos cinco años ha enterrado a tres de sus miembros amados. Y la pregunta más recurrente ha sido, ¿por qué? ¿Por qué? Cuando enterré a mi hermano hace cinco años, estos porqué inundaron mi mente. Y yo dije, mi familia desde hace muchos años entregó su vida a Cristo. Los que conocen a mis papás saben la calidad de papás que son. ¿Por qué? ¿Por qué nos pasaba a nosotros? ¿Por qué Dios nos permitió? Eran una de las preguntas que nos hacíamos. Acá está mi tía Silvia que enterró a su esposo hace 22 días en un accidente fatal. ¿Por qué pasan estas cosas? Y a partir de esos porqué fue que empecé a meditar cuando mi hermano murió. Mi hermano falleció porque se quitó su vida, fue un suicidio, un proceso muy difícil. Muchos de ustedes lo conocían, estuvieron ahí. Y yo recuerdo que yo decía, ¿por qué pasa esto? Me volví un poquillo loca, pudiéramos decirlo, encontrándolos por qué. Porque no dejó una carta, no dijo su porqué, simplemente sucedió. Así que yo hackeé su Facebook, su correo, hice de todo para entender por qué estaba sucediendo esto. ¿Por qué tomó esa decisión? Si creció en un hogar, en el mismo que yo crecí, con papás que amaban a Dios, con valores, con principios, ¿por qué sucedió esto? Después de muchos porqués, de un joven con 20 años, con dos carreras universitarias en proceso, con una familia que lo amaba, viene a mí el libro del Dr. Dobson. Y el libro del Dr. Dobson, básicamente, el Dr. Dobson dice algo muy importante. Y dice esta frase, lo que Dios hace tiene sentido aún cuando no lo tenga para nosotros. Y por eso, este mensaje se llama Dios tiene su propósito. Y yo, después de pasar por todo esto, les puedo decir que no vamos a tener las respuestas a todo. Porque su misma palabra dice, en primera de Corintios, dice que Dios trabaja de maneras diferentes. En algunas otras versiones dice de maneras misteriosas. Pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros. El mismo Dios en el que creímos cuando todo estaba bien, es el mismo Dios que está trabajando en nosotros cuando las cosas no están tan bien. Y si a usted le vendieron como a mí, que todo iba a ser color de rosa, pues no lo va a ser, pero su promesa está con nosotros. Y no estamos trabajando para la vida terrenal, como lo decía Betty, estamos acá siendo probados y moldeados como ese alfarero, para que el día de mañana podamos estar con él eternamente. Y este capítulo, primera de Corintios 12, también dice que a cada uno de nosotros se nos han dado dones espirituales para que nos ayudemos mutuamente. Y esos dones espirituales, yo no los veo como hablar en lenguas o este tipo de dones, aunque son algunos de los dones, lo veo como esta iglesia que apoya, sostiene y acompaña a cada una de las personas cuando están en estos momentos difíciles. Se nos ha venido enseñando a través de romanos que su iglesia tiene que estar unida, como un solo cuerpo. Así que, hablando de esta historia de Job, Job tuvo tres amigos que llegaron después de ese momento de dolor y angustia en el que él estaba, imagínense que había perdido todo esto. Hay tres amigos que ven su dolor, se llama Elifaz, Bildad, Juan y Zofar. Estos amigos ven a Job sufriendo, se vienen desde donde están, se rasgan sus vestiduras y se sientan al lado de Job. Simplemente se sientan al lado de Job. Y durante siete días y siete noches se sentaron en el suelo para hacerle compañía. Yo le pregunto a usted, como iglesia, si alguien está sufriendo, tal vez no esté en el nivel de Job, ¿usted podría sentarse siete días y siete noches a la par de esta persona? Estamos a ese nivel de acompañamiento como iglesia, porque eso es lo que necesitamos, sostener, acompañar, apoyar. Y a partir de eso, ninguno de ellos habló durante esos siete días, no llegaron a darle cátedra, como decimos, a Job, simplemente lo veían sufriendo y se sentaron ahí a esperar. Y si algo yo he podido ver a lo largo de estos años, cuando mi hermano murió, en esta iglesia no cabía la gente. Dios mandó de sus ángeles, de nuestros amigos, para estar ahí, mandó de su iglesia. Muchos de ustedes estuvieron acá, abrazando, acompañando, sosteniendo. Y eso es lo que nos toca como iglesia. Del capítulo 3 al 30 se dan un montón de conversaciones, ya se rompe el silencio, y primero empieza a hablar Elipaz, los que han leído todo el libro de Job, se los recomiendo, empiezan conversaciones de aquí para allá, mira Job, Job estaba angustiado, entristecido, no entendía el propósito, simplemente estaba en los porqués, en los porqués que yo estaba en ese momento. Después de ellos, después de esos porqués, resulta que había un chiquillo por ahí, que no había hablado hasta ese momento, se llamaba Eliu. Eliu era el más joven de estos ancianos, imagínense que los amigos que les mencioné anteriormente eran ancianos, personas sabias, se les respetaba. Eliu era un joven, así como Job, así como muchos de los que están acá y otros que están allá afuera, que Dios puede usar. Y Eliu llega y dice, bueno, señores y señores, ya los dejé hablar, ya hablaron durante mucho tiempo y yo tengo que hablar, tengo que decir. Y dice, yo tengo que decir algo porque Job, veo que te está justificando más a ti mismo que a Dios. Durante todos esos capítulos, ustedes van a poder ver si lo leen, hay todo un tema. Y finalmente, Eliu se enoja también con esos tres amigos porque les dice, finalmente rebutaron a Job y sin embargo no lo habían condenado. Job estaba en una situación compleja donde podemos ver que estamos un poquito cegados por el dolor, por el momento, ¿le ha pasado a usted estar en algún momento donde los por qué no tienen respuesta, donde los por qué nos agobian y no podemos ver más allá? Pues para eso hay Eliu, que Dios pone en nuestro camino. Y nos dice, dice Eliu, se lo dice a Job, pero me parece haber oído que decías, al menos eso fue lo que escuché, soy inocente, no tengo pecado, estoy limpio y libre de culpa, sin embargo Dios me ha encontrado falta si me considera su enemigo. Así se sentía Job. Me ha sujetado los pies con cadenas y vigila todos mis pasos. Vean el dolor que hay en esas palabras tan fuertes. Sin embargo Eliu le dice, pero déjame decirte que estás equivocado, pues Dios es más grande que los mortales. ¿Por qué le echas en cara que no responde por ninguno de sus actos? Dios nos habla una y otra vez, aunque no lo percibamos. Y con esto quiero decirle a Iglesia que Dios puede estarle hablando de formas que usted ni siquiera en este momento ha logrado identificar. Sin embargo, sí es necesario que tengamos esta sensibilidad para poder escuchar su voz. Inclusive dice algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo y cuando dormitamos en el lecho. ¿De qué forma le ha hablado a usted Dios? ¿Ha podido escuchar su voz? ¿Le ha hablado por medio de un Eliu? ¿Por medio de amigos? ¿Familia? Y les voy a contar una historia para finalizar. Yo fui de las jóvenes que salió con el título bajo el brazo después de estudiar más de 5 años en la UCR y salí a buscar trabajo con toda la ilusión. Mi mamá no me deja mentir que fue a n cantidad de entrevistas, ya era casi que máster en entrevistas, ya sabía lo que me iban a preguntar y lo que no. Y no encontraba en el mercado una empresa que por lo menos me pagara el mínimo para poder viajar desde San Ramón a San José. Es una realidad que vimos los jóvenes también. Cuando encontré ese trabajo que yo dije, este es, este es el que quiero, este es el que me van a dar. Dios dijo, ese no es. Llegué a San Ramón, dejé esa entrevista y dije, lo tengo. Anterior a ese me habían hecho firmar un contrato y Dios dijo, ese tampoco es. Ya estaba buscando yo apartamento en Tibati y todo y Dios dijo, ese no es. Y que duro es a veces cuando nos dicen ese no es. Cuando después de ese momento me contratan en una empresa que jamás esperé que me contrataran, no era el trabajo que yo quería, pero era el que Dios tenía para mí. Aprendí muchísimo de ese proceso. Tuve una jefatura que nunca olvidaré y no tan positivamente, pero lo que quiero decirle con esta iglesia es que todo está dentro del propósito de Dios. Estuve en esa empresa y un día de la nada me tocó irme a San José y un día soñé que me iban a despedir, de la nada. Soñé que me iban a despedir. Y yo dije, qué raro. Yo siempre he tenido muy buena relación con las señoras de limpieza y las señoras de limpieza siempre lo saben todo. Entonces, bueno, llego yo y les cuento la confianza. Mirá, me soñé esto. Me dice, qué extraño. Bueno, pasan algunos días y veo a los tres jefes de la empresa reunidos en una oficina al frente mío y fue Dios hablándome de nuevo, te van a despedir. O sea, Dios no deja de claro en el sueño, te van a despedir. Justo e injusto no vamos a entrar en ese proceso, pero en ese momento dije, me van a despedir. Va a ser cierto. Levanté el teléfono, hice algunas llamadas, etc. Gracias a Dios y por su misericordia y la gloria que pone en cada uno de nosotros, Él no me dejó salir por la puerta pequeña, sino que me trasladaron a otra jefatura, una jefatura de la que aprendí muchísimo, para no cansarlos con el cuento, me salió otra oportunidad laboral, de la nada. Llegué a Raxa, conocí a mi esposo que está allá atrás, nos vinimos para San Ramón y hoy trabajo con gente, hoy trabajo con personas y ese trabajo me permite todo esto, esa palabra que está aquí, poder ponerla en práctica día a día con las personas. Nada sucede por casualidad, todo está en su propósito y Dios obra de maneras misteriosas, en las cuales no vamos a tener todas las respuestas y muchas preguntas, pero sobre todo Él nos hace tres promesas y esa es mi conclusión. Número uno, mi conclusión de este proceso es, Dios nos dejó su palabra y esta no cambia desde lo que estemos viviendo. Si necesitas respuestas, este es el manual para buscarlas, para que por medio de tu Espíritu Santo, porque no es solamente leerlo, es que el Espíritu Santo nos trae ese discernimiento de qué es lo que dice acá, porque a veces es como que nos estuvieran hablando en chino, pero si está el Espíritu Santo, vamos a poder entender y comprender lo que acá viene, entendiendo también que Dios siempre está trabajando en nosotros y que podamos tener esa confianza, esa fe, es la convicción de lo que se espera y de lo que no vemos, y sobre todo obteniendo en esos momentos tan difíciles, que sé que cada uno de ustedes podría pasar acá y contar muchas historias más fuertes, en mayor o menor medida de lo que les he contado, pero teniendo esa paz que sobrepasa todo entendimiento, que si usted la ha experimentado, es algo magnífico. Cuando sucedió lo de mi hermano, la paz que sobrepasa todo entendimiento tocó a mi familia y por eso estamos acá, no por nosotros, por su misericordia. Y a raíz de eso sucedieron muchas cosas, pudimos transformar el dolor en acción, hoy tenemos a DUO, que es una asociación para personas que ayudan a familias sobrevivientes de suicidio. ¿Ese era el propósito? No lo sé, no lo sé, porque Dios no nos ha dicho específicamente que ese era el propósito y probablemente no lo haga, pero a partir de cada una de las vivencias que tenemos, Dios tiene algo para enseñarnos y para mostrarnos. Dice Mateo 24.35, el cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás. Independientemente de lo que usted esté viviendo en este momento, de su dolor y su angustia, si es una prueba igual a la de Hope, o más dura o menos dura, su palabra y sus promesas para con nosotros no van a desaparecer jamás. Mi segunda conclusión es, el camino no va a ser fácil. Si a usted le vendieron igual que a mí, que éramos como una raza superior por ser cristianos, iglesia, me lamento decirles que no es así. Somos igualmente seres humanos que vamos a vivir muchas cosas, pero la única diferencia que tenemos es su palabra, y que sostenidos en esto, lo vamos a atravesar de una forma distinta a como se atraviesa cuando no lo conocemos. Dice el Salmo 23.4, aunque ande en valle de sombra y de muerte, no temere mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu hara y tu callado me impundirán aliento. Y en ese versículo dice que sí van a haber valles de sombra y de muerte, sí los van a ver. ¿Pero cuál es su promesa maravillosa? Que va a estar con nosotros en esos momentos. Cuando usted no pueda escuchar la voz de Dios en algún momento, Dios está trabajando. Y en algún momento, en su tiempo, va a poder escuchar esa voz. Y en su tiempo, va a poder entender de alguna u otra forma algunos por qué. Y los que no entendamos, creo que los vamos a entender cuando estemos con Él. En su momento. Y en su tiempo. Y la tercera conclusión es que Dios está trabajando en nosotros todo el tiempo para que su propósito se cumpla. La recompensa está más allá de lo que podamos tener acá en la tierra. Es la vida eterna por lo que estamos acá. Dice Filipenses 1.6, y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en cada uno de nosotros, la continuará, en algunas versiones dice, la perfeccionará hasta el día en que Cristo Jesús vuelva. ¿Quiere decir que se van a acabar las pruebas acá? No. Es que Él nos está perfeccionando. Está trabajando en nosotros. Porque como decía Franklin Valverde, en su letra del alfarero, muchas veces vamos a tener fuego, pero también vamos a tener recompensa. El final del libro de Job, me imagino que lo conocen, Dios le da el doble de lo que Job tenía. Lo hace un hombre todavía más rico. Pero más allá de lo terrenal, Iglesia, es lo que nos decía Betty, ¿tenemos nuestro nombre escrito en el libro de la vida? Sí o no. Porque si no, podremos pasar por todas las pruebas en esta tierra sin que tenga realmente un propósito. Así que ese era mi mensaje, Iglesia. Muy importante lo que también decía Betty, mi corazón se entristece cuando las personas de mi generación están allá afuera y no están acá. Este es el mensaje que tenemos que propiciar. No va a ser fácil, pero Dios va a estar contigo. No va a ser fácil, pero tenemos sus promesas. Pero estas promesas son para los hijos de Dios. Así que nuestro compromiso como Iglesia, aparte de acompañar, sostener, cuando estemos nosotros mismos en pruebas, es replicar este mensaje. Y traer a los que están allá afuera acá. Porque yo quisiera ver más jóvenes acá donde estoy yo. Quisiera ver más jóvenes a los que no les vendamos emoción de que esto va a ser color de rosa. Porque por eso muchos de nosotros no estamos acá. Pero si usted ha sembrado esta semilla en sus hijos, en sus nietos, en sus jóvenes, esto va a germinar en el tiempo de Dios. Y así como después de quince años Doña Vicky no está aquí para ver a sus hijos, pero Dios sí. Así que en su momento, esas semillas que ustedes planten van a germinar. Y sobre todo, lo más importante Iglesia, es que nos acorpemos, nos acompañemos, que traslademos esto y entendamos que Dios obra de maneras misteriosas que no siempre vamos a poder entender. Oremos. Señor, gracias por tu palabra, Señor. Agradecemos su atención. Si este material ha sido útil para usted, le rogamos que lo pueda compartir. Somos Olivo Verde. Costa Rica.

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