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Hola, ¿qué tal? Te saluda Lupita Herrera. El perdón no borra el pasado, pero sí despeja el camino hacia un futuro más ligero. Al liberar el peso de la ira y el resentimiento nos damos a nosotros mismos la oportunidad de crecer, sanar y encontrar paz. ¿Qué hace con nosotros en este, nuestro episodio número 39, Dejando Ir, un viaje hacia el perdón? ¡Comenzamos! Marina, ¿cómo andamos? Ya andamos, ¿verdad? Ya se lo estamos diciendo. Vámonos, pues, pues ya estamos listos con este temazo como todos los 38 que hemos tenido anteriormente. Y este es muy importante porque pienso que todos queremos ser perdonados y perdonar, pero muy pocos tenemos esa valentía y también muy pocos sabemos cómo. Pero pues aquí estamos para, precisamente para eso, para que nos caiga el 20 a nosotros y poderles transmitir un poquito de esta información para que también lo apliquen ustedes y verán que, pues se puede, se puede lograr. Cuesta mucho, Marina, mucho, pero se puede. ¡Por nosotros! Yo creo que ahí inicia el perdón, ¿no? El proceso del perdón. Sí. Sí. Sí. Sí. Así es, me parece excelente, Marina. Échatela. Liberación, regalo. Bien lo dijiste antes de dar la definición, Marina, que resulta que trabaja como el amor propio. O sea, nosotros no podemos andar por la vida dando amor si nosotros no somos las primeras personas que nos damos ese amor. Y el perdón trabaja al igual. Nosotros no podemos andar por la vida perdonando cuando no somos las primeras personas perdonando cuando no iniciamos con nosotros mismos. Y ahí está, o sea, es una liberación, es una descarga y es un regalo para nosotros mismos cuando perdonamos. Difícil, ¿no crean que? Nomás de lengua para afuera se dice muy fácil, ¿verdad? Pero la verdad es que tenemos que aprender a darnos ese regalo y vivir tranquilamente porque, híjole, hay tantas personas, Marina, que se distancian de la familia y luego llega la muerte y, híjole, el cargo de conciencia, ¿sabes? Por el perdón, por no haber perdonado. Entonces... Mi vida. Mi vida. Ajá. Ajá. Oye, Marina, ¿pero qué pasa? Lo entiendo cuando sean amistades, que es cuando duele, ¿verdad? Que te enteras de algo y es amistad, entre comillas, o es una pareja. Pero ¿qué tal si es tu esposo, tus padres, tus hermanos, hasta tus hijos? O sea, ¿cómo le hacemos? O sea, no es como que vamos a darle la vuelta y decirle, bueno, sí te perdono desde el fondo de mi corazón, pero ya no te quiero en mi vida. Ajá. Ajá. Ajá. Ajá. Retirarte. Ajá. Ajá. Sí. Estamos, dijo la otra. Ajá. Y qué difícil ser empático, que, bueno, ya hablamos de eso, de la empatía también, recórranse tantito a los episodios anteriores y también hablamos de la empatía, y es difícil, pero no es imposible, es cuestión, es como cambiar las programaciones que traemos, las programaciones limitantes, todo eso, claro que es difícil, no es como que de la noche a la mañana, si pensabas rosa, ahora vas a pensar amarillo, o sea, no funciona así, es un trabajo diario, constante, pero yo creo que el resultado es lo más bello, ¿no?, de que sí se logran cambiar esos programas, y sucede también así con el perdón, en el que duele más, imagínate si es un familiar, o tu esposo, o tu esposa, o tu hijo, llegara a consolidar eso, pero como bien lo dijiste en la definición, es un regalo, es una liberación, te regalas eso a ti, te libera a ti, pero bueno, vamos a darle pie, tú tienes por ahí los pasitos, ¿no?, que nos van a ayudar a conseguir eso del perdón, ¿verdad? Las emociones, ¿verdad?, que luego las andamos tapando y luego brotan de otra manera, acuérdate que el cuerpo es una maquinita y es súper inteligente, y entonces si no sacamos esa emoción, pues va a salir, el cuerpo se va a dar la tarea de que salga esa emoción, entonces pues es importante primero, como dices, reconocer, o sea, está bien, está bien aceptar lo que uno siente, que se enojó, que hay tristeza, que hay dolor, que hay frustración, entonces es importante el primer paso, muy bien. Muy bien. Muy bien. Muy bien. Muy bien. El yo-yo. La empatía. Oye, voy a abrir rápidamente un paréntesis aquí porque eso es lo que estábamos hablando precisamente en el módulo uno que ya inició el sábado pasado, Marina, de esta certificación segunda generación, y estábamos hablando de las diferencias entre cómo pensamos los hombres y las mujeres, y me diste un ejemplo muy chistoso que yo ya lo había platicado con mi esposo, pero sabes que cuando estás en una situación es lo último que ves, ¿sabes? Que pintas un 6 y obviamente te pones enfrente a la otra persona y uno ve el 6 y otro ve el 9, entonces es chistoso que así pasa, o sea, si sucede así, cada quien ve su perspectiva, pero no atroncarnos en eso, sino seguir en decir, bueno, yo estoy viendo el 6, déjame ver qué está viendo Marina. Oh, Marina ve el 9, ok, entonces voy a tratar de entender por qué reacciona Marina, porque para ella está viendo el 9 y yo estoy viendo el 6. Pero bueno, se nos suben los… Sí, así es. Sí, sí, sí, es cierto. Muy bien, muy importante entender. Uh-huh, así es. Uh-huh. Exacto. Y como ya lo hemos mencionado… perdón, perdón, perdón, dale. No, termina. ¿Allí vas a terminar? ¡Ah, allí vas al 4 rápido! ¡Ay, vas con turbo, amiga! Oye, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que aquí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, es que ahí, Híjole, aquí como, ¿no? ¿Para dónde? Pero bueno, así es. Ajá, exacto, así es. Exacto. Ah, sí, como liberación, paz, paz, exacto. Ah, sí, como liberación, paz, paz, exacto. Ah, sí, como liberación, paz, paz, exacto. Ah, sí, como liberación, paz, paz, exacto. Muy bien. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. Anuncio, anuncio. 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Hijo, como podrán ver ahora, la Marina se disfrazó de... ¿Quién canta esa canción, Marina? Sí. Sí, me sonaste como que no me queda más. De la Selena, como no, no me queda. La que cantaste tú, no sé cuál. Ay, híjole, vaya. Pues sí, así es. Pues sí, es muy, muy buen punto. El punto, la verdad, es que ahora que estamos en el máster, que estamos reafirmando esos conocimientos que nos llevó a tomar hace un año, pues en la primera generación de esta certificación, nos estamos dando cuenta que, híjole, cómo siguen cayendo 20. O sea, así que si tú no te has dado la oportunidad de creer que podemos cambiar, las personas somos seres en transformación continua. Pero basta una sola cosa. Que te des la oportunidad. La oportunidad está aquí. Ya te la hemos mencionado y te la vamos a seguir mencionando. Esta certificación que, pues no tiene M. O sea, literal, desde... Sí, no tiene M. La verdad es que está muy completa. No es un curso motivacional. Es, híjole, es más grande. Va mucho más allá. Y, pues, nuestro mentor, ¿verdad, Marina? O sea, palabras se quedarían cortas si las decimos. Sí, es otra cosa. Así que dos, tres personitas de los POTS nos contactaron y están en la certificación segunda generación, lo cual les aplaudimos y les agradecemos. Que muy seguramente nos están escuchando. Así que no vamos a ventanear nombres, pero agradecemos mucho el que se hayan dado esa oportunidad de dar el primer paso, que es decir, quiero. Necesito. Estoy consciente. Sí, exactamente. Yo me apunto. Y no le dan el valor a lo que les cuesta prácticamente, pues, Marina, sino le dan el valor a todo lo que implica el cambio. Exacto. ¿Verdad el decir, híjole? Sí. Exacto. Exactamente. Pues, Marina, para aterrizar esto quiero dar como unos, son tres pasitos, creo. Sí, tres pasitos de lo que te puede ayudar también, o sea, pero ya más en concreto, ¿no? La ayuda, por ejemplo, te va a ayudar a hablarlo o escribirlo. Siempre nos dan eso, ¿no?, expresar nuestros sentimientos a través de, ya sea que lo hablemos frente al espejo, lo escribamos, eso como que nos libera también. Eso nos ayuda a procesar lo que sentimos y, pues, nos avanza hacia el perdón. La otra es establecer límites saludables. Es decir, como tú lo dijiste en un punto, si el perdón implica necesariamente la distancia a personas, hazlo. O sea, tu bienestar es primordial. Entonces, pues, como ya lo mencionamos, los vampiros energéticos, lamentablemente, son las personas que nos aman, pero no están ellos queriéndonos lastimar, pero, pues, a veces es importantísimo tener esos límites saludables aún con la familia. Sí, ya sé, otro temazo de la certificación. Y, bueno, pues, cuando ya de plano hiciste todo esto y todavía sientes que ahí está el rencor y no puedes perdonar, pues busca apoyo profesional, ¿no? Me imagino que debes de tener ahí a alguien de confianza, un terapeuta, un consajero, alguien. O si no, puedes asistir a la segunda generación de nuestra certificación. ¡Anuncio! De verdad es que te va a cambiar la vida. No te podemos decir más. Te va a cambiar la vida, Elie, y te van a dar ganas de hacer el máster del siguiente año como Marina y como yo. Y como cuatro más, ¿verdad? Estuvieron ahí de la primera generación, Marina, muy contentas, que también decidieron. Ajá. Ajá. Ajá. Viven fiel. Sí. Ajá. Ajá. Sí. Ajá. Ay, sí. Ajá. Así es. No, sí, es otra cosa. Yo sí lo tomé presencial. Y no nada más las cositas que se te dispersaron por ahí, Marina, sino que ya lo ves desde otra perspectiva. O sea, yo ya estoy en otro mucho mejor punto porque así me considero que hace un año. Entonces ya tomas las cosas. Sí, claro. Y tomas las cosas, sí, repasas porque siempre es muy bueno decir, como tú dices, repasar la información, el conocimiento. Pero, ¿sabes algo? Ya desde otra perspectiva lo ves diferente. Entonces claro que dices, ¡guau! O sea, ¡qué chido todo el trabajo que he hecho y todo el que viene! Pero ya lo ves de otra manera. Así que yo estoy encantada, de verdad. Pero si te sientas con Marina y conmigo, bueno, sí se te van a dispersar unas cositas porque como somos cotorras. ¡Ja, ja, ja! Ya nos regañó el doctor. ¡Ja, ja, ja! Sí, ya nos regañó el doctor. ¡Ja, ja, ja! Hijo, esa Marina. Ya la vamos a... Vamos a cortar ya el podcast, por favor, para que se salga a pedir Halloween. ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Mejor vamos aterrizando esta cosa, Marina. ¡Ja, ja, ja! Oye, pues después de buscar apoyo es importante, de verdad es importante tener en cuenta que el perdón no es un proceso rápido. Y yo lo digo por experiencia, a mí me ha costado bastante, muchísimo, llegar a concretar eso, Marina, y de manera personal. Y esto, como te dije, es un como que chuanga, te leas un baldazo de agua fría y cada vez que menciono algo lo digo, híjole, esto si lo aplicaría, a lo mejor lo vería diferente. Pero la verdad es que es difícil, es un proceso, es difícil, difícil simplemente decir, bueno, que voy a tratar de perdonarlo. Y seguir todos estos pasos, pero tu mente está en otro lado. Entonces es importante enfocarnos en el presente, eso va a ayudar mucho en tu presente y en tu futuro. Porque si estás atascada en el pasado, ahí te vas a quedar y te vas a perder de un excelente presente y de todo lo bueno que te trae un futuro. Entonces, no, síguele, Marina. ¡Ja, ja, ja! No, ya, ya se me olvidó. ¡Ja, no te creas! No, dale, dale, dale. ¡Ja, ja, ja! Uh-huh. Sí. Sí. Exacto. Cáncer, uh-huh, todos los cánceres, sí, cánceres. Oye, pues yo espero que en unas dos, en otros dos episodios les pueda dar muy buenas noticias acerca de lo que estás diciendo, Marina. Entonces, me voy a guardar, tengo mucha fe de esas cosas, pero precisamente en este, en este máster que tomamos, que es la segunda generación del módulo uno, que fue el pasado martes, jueves, digo, sábado, o sea, ya ni sé que día vivo, el sábado, perdón. Este, lo primero que nos hace es checar nuestros centros energéticos, ¿verdad? Y es interesante que uno de mis centros me marcaba todo obstruido, negativo y obstruido. ¡Ay, no más! Y esta vez fue el más fuerte, positivamente, y de hecho tú me lo, me lo, me lo checaste. Entonces, estoy súper contenta, ya nada más falta la parte pues en donde ya les, el estudio médico es el que concreta esto, ¿no? Pero como lo dijimos en inicio y lo hemos repetido en alrededor de nuestros episodios, emoción no trabajada, el cuerpo lo dispara. O sea, mira, verso sin esfuerzo, salió como salió. Pero es cierto, o sea, sí es cierto. Una emoción que no la trabajamos, sale, el cuerpo la rechaza, la tiene que sacar de alguna manera, y lamentablemente la saca a través de las enfermedades que nos van deteriorando nuestra calidad de vida. Y la verdad es que como dice nuestro mentor, nosotros no venimos a nuestra vida a sufrir, a luchar, o sea, a sobrevivir, no, no, no. O sea, nosotros venimos aquí a gozar, a ser felices, a ser plenos, sí, a trascender, a tener abundancia, sí. Exacto. Así es, Marina. Pues bueno, échate la frase mágica para que ya nos... Ya, ya, ya. Ya aterrizamos, ya cerramos, ya hicimos todo. Ya córtale, mi chava, que hay que pedir dulcecitos. No. Así es. Al perdonar sanamos. Ay, ¿de quién es esta maravillosa frase? ¿Es anónima? Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. Anónima. ¿Es anónima? Anónimo, pues anónimo o anónima. Gracias por tu regalo. Nos hubiese encantado decir a tu nombre, pero bueno, la intención está ahí. Muchas gracias por regalarnos esto. Y es la verdad, o sea, al regalarnos, más bien nos regalamos el perdón, esa tranquilidad. No solamente, pues se lo damos a la persona, porque también la persona, yo creo que, me imagino que se libera, se siente mal cuando lastimamos, ¿no? Y nos perdonan, así como que, ok, no nada más le damos eso a esas personas, sino a nuestros mismos. ¿Y sabes algo, Marina? Es interesante también decir que no solamente estamos buscando el perdón, sino que también, digo, dar el perdón, sino también nosotros a veces la regamos. ¿Sabes? También la regamos cañón y también necesitamos ese perdón de las personas. Así que, bueno. Sí, exacto. Empatía, volvemos al mismo tema, ¿verdad? Pero bueno, Marina, pues, ¡ay, qué frases rotas! Qué temazo, ¿eh? La verdad es que me deja mucho por reflexionar. Sí, gracias por este regalo. ¿En Facebook? Me la robé, ¿verdad? ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo!