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EPISODIO 27 PROCRASTINACION

EPISODIO 27 PROCRASTINACION

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The speaker discusses the topic of procrastination and its negative effects on productivity and mental health. They mention that procrastination is a common behavior and may be cultural. They then discuss tips for managing procrastination, such as setting goals, prioritizing tasks, using time management techniques like the Pomodoro technique, and avoiding distractions. They also emphasize the importance of rest and self-care. Y Lupita Herrera. Dale, dale, síguele, síguele, yo lo corto. ¿Cómo estás? ¿Cómo estás Marina? ¿Cómo sigue esa vocecita? ¿Ya se escucha mejor? Me da mucho gusto que vamos mejorando esa vocecita. Traigo sexy, sexy como dicen por ahí. Luna, ay no, ya. Oye, qué temazo, ¿eh? Ya sé, cuando estuvimos viendo dije, wow, otro tema que me pone wow, wow, wow. No, no, no, es que, ¿quién no ha hecho procrastinación? O sea, yo creo que todos. Yo sí sé, yo sí soy fan número uno, de verdad, del club procrastinación, porque, no sé, se me hace tan difícil, Marina, de verdad, bien difícil. Y eso que hago bastante cosas para ayudarme a manejar eso, y no, y vuelvo, y vuelvo, y vuelvo, y yo no sé qué me pasa. Pero quiero hacer mil cosas y no termino haciendo ni tres. Eso es lo malo de la procrastinación. O que lo dejamos pa' luego, pa' luego, pa' luego, pa' luego, y así se nos van. Y el tiempo vuela, Marina. Ya será ese comportamiento normal, o será cultural, el hecho, porque también hay un dicho para los latinos, los mexicanos, nos dicen, Ya será ese comportamiento normal, o será cultural, el hecho, porque también hay un dicho para los latinos, los mexicanos, no sé, específicamente, que dicen ya todo al último. Y es cuando, o sea, ya te queda un día y dices, ahorita me lo he hecho, y te lo echas en una hora, pues, lo que tenías que hacer, y lo venías dejando, dejando, dejando, dejando, y siempre al último. Como buen mexicano, por ahí dicen siempre eso. Como buen mexicano, todo al último. O sea, ya será cultural. ¿Qué rollo con esto? No sé qué pasa. No sé qué pasa. Exacto. Yo creo que va por ahí, es cierto. Pero por ahí aconsejan, de hecho, vamos a hablar de eso, de dar unos tips, pues, unos consejos para manejar, para ayudarnos a manejar esto de la procrastinación. Pero dicen que empecemos por lo más tedioso, por lo más difícil siempre. Por ahí dicen. A mí no me ha ayudado eso, ¿verdad? Yo siempre fue hasta el final, pues, ya cuando ya no tengo tiempo y si lo tengo que entregar, pues, ahora sí lo hago. O será que, como tú dices de manera consciente, inconsciente, no sé, decimos, es que está tan fácil que luego lo hago, y luego lo hago, y luego lo hago, y así se va, y luego, luego, luego, y nunca llega, ¿verdad? Hasta el último día. Pero vamos a aclarar, pues, lo que es la procrastinación, Marina, que se refiere al acto de posponer, como lo dijimos, o de retrasar una tarea o actividad que uno debería realizar. Y siempre optamos por hacer algo, como tú bien lo dijiste, hace unos momentos elegimos hacer algo más placentero o menos urgente en su lugar, ¿no? Así que, pues, y esto tiene efectos negativos, Marina, en lo que es la productividad y el rendimiento, ya sea laboral o en la escuela, lo que tú quieras, así como en la salud mental, ¿tú crees? Dato importante. Así es. Pero, bueno, pues, ni modo. Vamos a darle. Así es, y como siempre, al final vamos a darles, pues, unos consejillos para que nos ayudemos a manejar la procrastinación. Así que, pues, adelante, Marina. Así es, te escuchamos, Marina. Nos boicoteamos, ¿verdad? Exacto. Exacto. Digo, sí se puede, pero, pues, sí lleva bastante trabajito, la verdad. O sea que después de cada tarea podemos decirnos, una hora de shopping. Termino esta tarea y me voy una hora de shopping. O cuando vamos dos horas al gimnasio, un pastelito bien rico. Pero sí puede ayudar. Digo, nuestras ideas, ¿verdad? Pero sí puede ayudar algo que te motive, como tú dices. Así es. Y ahorita que vivimos al mil por hora, pues, que traemos mil cosas, si es necesario ya una agendita, ¿sabes? Yo siempre, siempre fui de planeación. Y desde yo creo que cuando estudié educadora en México, pues, nos enseñaron a planificar para las actividades de los niños y cosas de esas, ¿no? Y entonces ya se me quedó el hábito y siempre, siempre Marina en la noche planificó. Siempre. Sí. ¿Qué voy a hacer? Sí. La cosa aquí también es priorizar. Me imagino que debemos escucharlo. Esa parte es uno de los consejos para ayudarnos. Sí, planificar, como tú lo dices, pero también poner prioridades. Porque durante el día también pueden llegar, hay que ser flexibles, pues. Entonces durante el día pueden llegar varias actividades que no contemplábamos. Y es cuando dejamos de hacer las cosas importantes que teníamos en la lista y dejamos. A mí me pasa mucho en la oficina que yo llevo mi planificación de lo que voy a hacer. Pero, pues, saben, cosas inesperadas que no están en nuestras manos y hay que ser un poquito más, tenemos que ser flexibles, pero sí también priorizar. O sea, este día tengo que terminar esta tarea o estas tres tareas. ¡Uf! Tú y yo no sabemos de esto. No, no, no. Sí. Así es. Sí, aquí entra mucho el juego cómo manejamos la parte consciente e inconsciente porque sabemos que las causas de la procrastinación pueden venir, pues, varían. Por ejemplo, la falta de motivación, como tú bien lo dijiste. Entonces, pero cuando terminas una tarea, Marina, te motivas. Yo no sé si te pase a ti. Entonces, de ti depende utilizarlo de bien o de mal. O sea, el decir, bueno, terminé la tarea, me motive. Ahora termino la otra y así. Y aunque te den las… Ayer, Marina, yo estaba a las 10 y media de la noche haciendo el quehacer de mi casa. ¿Puedes creerlo? No sé. Porque estaba en una lista y dices, bueno, mañana no voy a tener mucho tiempo y todo. ¿Qué tal si ahora le voy adelantando? Y el hacer la actividad te va motivando. Entonces, es importante que aunque no te motive mucho la tarea, el hecho del resultado, pues, que vas viendo, hacer lo que te motive para seguir terminando las otras tareas. Ok. Sí. Sí. Sí. Así es, Marina. Muy bien. Bueno. No. No. Ah, sí. Así es, Marina. Muy bien. Pues, vamos a comprar ese libro. Exactamente. Sí, yo también me anoté y soy súper perfeccionista y a veces procrastino porque como no sé que no lo voy a hacer así tal cual o no va a quedar como yo quisiera, pues, es parte también de procrastinar, ¿no? ¡Changos! Yo tengo bastante eso, ¿eh? Sí. O sea, sí lo hace. ¿Y sabes qué? Sí. Exacto. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Sí. Exacto. Exacto. No. Ni muy muy ni tan tan como dicen por ahí. Exacto. Exactamente. Oye, pues, qué interesante estos puntos. Muy, muy interesante. ¿Qué tal si le damos pie a lo que, cómo nos podía, los consejos? Sí los tenemos por ahí, ¿verdad? Los consejos para ayudarnos. Exactamente. Ok. Para ayudarnos. Exactamente. Ok. Pues, ¡punto número uno! Sí. Yo tengo aquí por aquí que es bien importante establecer metas. Eso se nos va. Queremos hacer mil cosas, pero no establecemos la meta, el cómo. Ok. Entonces, ¿cómo vamos a llegar a esto? Y tenemos que dividir las tareas en objetivos más pequeños y manejables. Porque luego queremos hacer mil cosas y súper inalcanzables y, pues, buenas noches. Entonces, eso nos puede abrumar y nos crea estrés y como tú, nos baja la motivación y terminamos no haciendo. Entonces, al contrario, tenemos que establecer metas claras, alcanzables, manejables y que no nos abrumen. Sí. Exacto. Realistas. Exactamente. Y es importante pensar en el descanso. Tenemos que darnos tiempo. De hecho, más adelante voy a mencionar un punto. Es importante el darnos un espacio. Ya sé que medites, la respiración. Y no te estoy hablando de una hora, ¿eh? O sea, te estoy hablando de tres minutos, cinco minutos y eso nos ayuda como a oxigenar el cerebro. Y entonces empezamos otra vez para continuarle. Sí, es cierto. Sí, la verdad es que sí. Es como las comidas. O sea, vas y comes para agarrar energía y continuar tu día. Exacto. Nos da el mal del puerco, como dicen por ahí. Sí. Así es. ¿Qué nos tienes por ahí? Nos vamos una y una. ¿Qué te parece? ¿Qué te parece? Seguirlo. Sí. Muy bien. Establecer horario. Y viene muy de la mano con el tercero que voy a mencionar. Dice que utilicemos la técnica de gestión del tiempo. Y la técnica de gestión del tiempo es la técnica de gestión del tiempo. Y la técnica de gestión del tiempo es la técnica de gestión del tiempo. Y la técnica de gestión del tiempo es la técnica de gestión del tiempo. Y la técnica de gestión del tiempo es la técnica de gestión del tiempo. Y viene muy de la mano con el tercero que voy a mencionar. Dice que utilicemos la técnica de gestión del tiempo. Y aquí nos maneja que podemos probar la técnica de pomodoro, que implica trabajar durante un periodo de tiempo específico. Normalmente son 25 minutos. Y luego hacemos un descanso. Un descanso de tres horas. ¿O sí? Sí, claro. Sí. No, es al revés. Tenemos que trabajar. Y sabes que sí, porque avanzas mucho donde estás enfocado. Pero mira, ¿qué pasa? Que te pones a hacer las cosas y tienes el teléfono a un lado. Y que ya te llegó un mensaje. Y que ya no sé qué. Que el correo electrónico. Y entonces te empiezas a... Te dispersas. Te divagas y te desenfocas de lo que estabas haciendo de tu tarea. Y por eso es que una tarea que te puede llevar 20 minutos, 25 minutos, te está llevando tres horas, por todas esas distracciones que estás permitiendo entrar. Entonces, lo importante es concentrarte, enfocarte. Veinticinco minutos trabajas. Y luego ya tomas un descanso de cinco minutos. Y es cuando empiezas a agarrar el celular, checas e-mails, mensajes, lo que tú quieras. Es como manejar, Marina. No podemos estar manejando, aunque lo hace, de verdad. Yo veo... Es impresionante que vas manejando y ves a todo el mundo con el celular en la mano. Escribiendo. O sea, qué... No, sabes que... Sí, yo hago audios y lo pongo en el... ¿Cómo se llama? El speaker. Todo eso. Pero personas que van escribiendo mensajes. Y según piensan que es que estoy viendo un ojo acá adelante y todo, y por eso son los accidentes. Entonces, es lo mismo. Enfócate. Te subes al carro. ¿Cuánto te va a llevar manejar? ¿Media hora? ¿Cuarenta y cinco minutos? Pueden esperar. Los mensajes pueden esperar. Los e-mails pueden esperar. Si es algo urgente, pues te llaman. ¿No? Pero bueno, pues ese es otro punto. Ah. Sí. Sí. Sí. Sí. Guau. Sí. Tanta concentración. Así es. Muy bien. Ah, pues muy buen punto. Súper punto. Vamos al cuatro. Marina. Ajá. Sí. Muy bonito. Muy buen punto. Y el punto cinco es buscar esa motivación que ya luego hablamos. El hecho de no solo lo que te va a hacer sentir cuando ya termines esa tarea, ¿no? Te vas a sentir menos estresado, pues liberado, relajado, no sé qué tanto has estado protestando esa tarea. Entonces, ya cuando la terminas, tienes que pensar en esa motivación que te va a hacer sentir cuando alcances esa tarea, ¿no? Cuando la termines. Sí. Entonces, busquemos la motivación en completar la tarea particularmente y cómo nos va a beneficiar en un futuro que obviamente nos va a bajar el nivel de estrés. Porque, ¿sabes qué? Nos estresa, sí, porque nos estresa pensar en que tenemos que hacer esa tarea. Y luego nos estresa que seguimos procrastinando, procrastinando y ahí está. Entonces, pensar en que ya no vamos a tener ese estrés, a lo mejor es un punto de partida para encontrar esa motivación para terminar esa tarea, ¿no? Ya sé. Marina. Marina, ¿te me fuiste? Marina, Marina, ¿te me fuiste, Marina? Marina. Ya, ¿te me fuiste? Oh, yo no. No, síguele. Dale, sí, dale. ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío!

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