MyRec_0520_1645 (online-audio-converter.com)

Bullying is a cruel and silent form of aggression that happens in schools. Children are often the culprits, using words and actions to leave others defenseless. Adults also participate by tolerating and promoting violence. This victimization process slowly consumes lives, leading to low self-esteem and loss of confidence. However, adults, teachers, and leaders can make a difference by listening, helping, and promoting empathy and tolerance. Victims should remember they are not alone, they are valuable and deserving of respect. Adults should take action to protect the weak and give them a voice. Leaders should implement policies and programs to prevent bullying and promote empathy. There are people who can help and support those suffering. En los pasillos de la escuela donde se supone que debemos aprender, se esconde un mal carrasa sin piedad, sin sonido, sin rumor. Es el bullying, el maltrato, la humillación, la soledad y el miedo, un torbe lleno de agresiones que nos golpea y nos deja sin voz. Los niños son los peores culpables, con ojos sin lágrimas ni piedad, que con sus palabras, sus gestos, sus miradas, nos dejan sin defensa. No les importa la dignidad, no les importa la vida, solo les importa causar dolor y dejar huellas en nuestra piel. Pero también hay adultos que participan, que toleran y permiten, que fomentan la intolerancia y la violencia sin sentido. Los padres que no escuchan, los maestros que no ven, los líderes que no actúan, todos ellos nos hacen sufrir. La victimización es un proceso lento que va consumiendo la vida, un camino de dolor y de desesperanza que nos lleva a la oscuridad. La autoestima se desmorona, la confianza se desvanece, la seguridad en uno mismo se desvanece como si fuera una vela. Pero hay alguien que puede cambiar esto, alguien que pueda hacer algo, un adulto que pueda escuchar, un adulto que pueda ayudar, un maestro que puede ser firme, un maestro que puede ser justo, un líder que puede promover la empatía y la tolerancia. Y si eres tú ese adulto, ese líder o ese maestro, recuerda que tus palabras pueden cambiar vidas, tus palabras pueden dar fuerza a los débiles, tus palabras pueden dar esperanza a los humillados. Y si eres tú el niño que es víctima del bullying, recuerda que no estás solo, que no eres culpable, eres valioso, eres importante, eres digno de respeto, eres una persona con derechos y sentimientos. Y si eres tú el adulto que ve el bullying, recuerda que no puedes estar paralizado, debes actuar con firmeza y justicia, debes proteger a los débiles y darles voz. Y si eres tú el líder que puede promover el cambio, recuerda que no puedes dejar pasar el tiempo, debes implementar políticas y programas para prevenir, debes fomentar la empatía y la tolerancia en tus seguidores. Y si eres tú el niño que está sufriendo bullying, recuerda que no tienes que sufrir solo, hay gente que puede ayudar y hay personas que te pueden apoyar, hay opciones para ti, salvo ir, reír.