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Hasta en el Whatsapp de Víctor de Aldama hay fotos de Israel Pilar Ortiz que no se pueden enseñar con el ministro. Esta es la cita de la revelación que la hace uno de los colaboradores del presidente del Zamora Club de Fútbol al empresario Juan Carlos Cueto, a quien los investigadores consideran como el cerebro del caso Coldo. Pilar Ortiz preside la consultora tecnológica Sortis y habría participado en la organización para lograr los contratos públicos de mascarillas, razón por la que pudo obtener comisiones. La disputa se origina cuando el experto tecnológico decide no firmar una carta reconociendo los servicios prestados a Aldama para desactivar una investigación de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, la ONIF. La colaboración de Aldama, que en el sumario parece con el nombre de Piedad, informó a Cueto el 15 de septiembre del año pasado de que se iba a reunir con Alfredo, abogado que lleva a la inspección del presidente del Zamora Club de Fútbol, para ver la documentación que se ha presentado ante los requerimientos de la agencia tributaria. La cuestión preocupaba sobre manera a Cueto que pidió a sus colaboradores que acudieran a la cita con el necesario auxilio letrado para no entrar en contradicciones. Piedad narra a Cueto que ha redactado dos cartas que deben firmar José Vidas Smorris y Pilar Ortiz con el fin de justificar los servicios prestados por las empresas de Aldama, MTM 180 Capital y Deluxe Fierto. La colaboradora del presidente del Zamora Club de Fútbol le advierte que el segundo no ha firmado y que había declarado no conocer a Aldama ni a sus sociedades, según subraya el sumario al que ha tenido acceso de Objective. Tiene fotos con el superjefe. A lo largo de la conversación intervenida se observa el interés de Cueto en que se presentan ambas misivas ante la ONIF porque es importante para Aldama y para ellos soluciones de gestión, la empresa adjudicataria, de los contratos por valor de 53 millones de euros que están siendo investigados. Piedad fue la persona en la que Aldama delegó el tema de la inspección de la agencia tributaria según los investigadores. La colaboradora del presidente del Zamora Club de Fútbol le comenta a Cueto la falta de interés de Aldama por la inspección. En relación a Pilar Ortiz le dice que Israel no le toque las pelotas porque tiene fotos de él con el superjefe e insiste que ya sabe quién es el inteligible superjefe en esta historia. Unos días más tarde, el 22 de septiembre, Piedad y Cueto vuelven a hablar sobre la documentación que van a presentar ante la ONIF. Como el presidente de Sortis sigue sin firmar la carta reconociendo los servicios prestados a Aldama, le explica que van a presentar multitud de conversaciones de la aplicación de mensajería WhatsApp en la que se evidencian tales servicios. En un momento de la conversación, Piedad afirma que hasta en el WhatsApp de Víctor de Aldama hay fotos de Israel Pilar que no se pueden enseñar con el ministro. Los investigadores no aclaran a quién se refiere. Esas conversaciones se producen días después de que Cueto y el propio Aldama se reunieran el 13 de septiembre del año pasado en la oficina que tiene el presidente del Zamora Club de Fútbol cerca del Parque del Retiro en Madrid. El encuentro sirvió para tratar la inspección de la ONIF. El empresario, que sirvió de vínculo con Caldo García, el asesor del exministro José Luis Ábalos, abandonó el edificio a las 17.55 horas en solitario tras montarse en un vehículo de matrícula portuguesa que conducía su chofer personal. El juez que investiga presuntas comisiones irregulares por la adjudicación de contratos de mascarillas durante la pandemia señala al exministro como intermediario de la trama Coldo, conocida así por el nombre del exasesor del exministro. La observación de las comunicaciones y la actividad operativa realizada por la unidad actuante han permitido concluir que estos intermediarios serían José Luis Ábalos y Jacobo Pombo, apunta Ismael Moreno, en un auto del pasado 7 de febrero. En una conversación que tuvo lugar el 22 de septiembre del año pasado y que consta en el sumario, Cueto y el empresario al frente de Soluciones de Gestión, Íñigo Rotaeche, reconocen que habían pagado una comisión encubierta a Aldama por sus contactos en el ministerio. Rotaeche afirma que nadie ha negado que se le pagase una comisión por presentar la oferta ante el ministerio y las otras, pero alude a que también ha trabajado por lo que se ha llevado un 10% de la operación, si no hubiese cobrado un 2 o un 1%.