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Rebeca, an 11-year-old girl, decided to take her own life to escape the bullying she faced at school because of her language and traditional clothing. Changing schools did not stop her from wanting to end her life. The teachers dismissed her struggles as normal and suggested she socialize more. Before her suicide, she reached out to her best friend, who ignored her message. As a result, the school has started conducting workshops and talks with students. Rebeca tenía 11 años cuando decidió quitarse la vida tomándose un frasco de pastillas y así acabar con el acoso escolar por parte de sus compañeros de clases, los cuales se burlaban de ella porque hablaba náhuatl y se vestía con ropa típica de su lugar de origen. Ni el cambio de escuela hizo que Rebeca desistiera de esta decisión. Los maestros de la escuela mencionaban que era un proceso normal y que Rebeca necesitaba socializar más y salir con sus amigas. La tarde que se suicidó se encontraba sola en casa. Minutos antes le escribió un mensaje a su mejor amiga, sin embargo ella no le hizo caso. A partir de este hecho en la escuela se han realizado diversos talleres y pláticas con los estudiantes.