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Conversando sobre la importancia de la autoestima y su relacion con el autocuidado.
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Conversando sobre la importancia de la autoestima y su relacion con el autocuidado.
The transcription is a conversation about self-esteem and self-care. It discusses how self-esteem can vary depending on the situation and the importance of cultivating it. The speakers talk about the common tendency to be self-critical, especially among women, and how childhood experiences can impact self-esteem. They also discuss the importance of valuing oneself, expressing one's opinions, and knowing one's needs. The conversation emphasizes the need to stop judging oneself, practice self-care, and connect with one's inner self. The speakers mention techniques such as writing down compliments received and recognizing personal strengths. They also mention the importance of self-love and being kind to oneself. The conversation ends by mentioning that the next discussion will focus on self-care. siempre te has dedicado al deporte y has conseguido tus metas ahí, es lógico que en este ambiente tu autoestima esté muy alto. Sin embargo, si te encuentras, por ejemplo, en el trabajo, en una reunión, donde están discutiendo un tema donde tú no eres muy firme, la autoestima ahí está más bajo. Entonces, no es la cuestión de tener una autoestima u alto o bajo, sino también depende un poco de la situación en la que nos encontramos, ¿no? Pero, en general, yo he averiguado que la mayoría de las personas, bueno, sobre todo mujeres, porque trabajamos con mujeres, pero el autoestima no es que lo tengan bajo, pero se autocritica muchísimo, muchísimo. Lo que tú habías dicho, que siempre hay espacio para poder crecer, es verdad, yo creo que es muy sabludable pensar así, pero a veces también hay que mirar qué tipo de logro he hecho en mi vida, ¿no? Para también poder ver el lado positivo de todo y de todo lo que considera, o lo que tú consideras que tenga que ver con tu autoestima. Yo esto de la crítica lo veo mucho, no sé cómo lo ves tú, pero en lo de autocriticarse yo creo que es una cosa muy común, sobre todo en las mujeres. Sí, no, tal cual. El tema de la autoestima, quisiera compartir esto que a mí me cambió mucho el punto de vista porque aprendí recientemente que no es una cuestión que se trae de nacimiento, no es algo que uno lo tiene o no lo tiene, no es que uno tiene autoestima o no, es una responsabilidad que tenemos todos los días de cultivarla, de crecerla. Y como vos mencionaste en tu ejemplo, en algunos casos sentimos que falta un poquito de autoestima y en otros casos estamos bien. Entonces es una cuestión, es un arte de tomar conciencia, ¿cuáles son esas partes en las que debo crecer para lograr conseguir una autoestima saludable? Sí. A ver, yo por ejemplo, cuando miro la gente que se expone a lo que son Instagram, TikTok y esto, ¿no?, que hacen estas selfies y se presentan de su mejor lado, me encanta verlo, cómo se presentan, porque esto en mi caso es algo que a mí siempre me daba mucha vergüenza, es decir, salir en fotos, yo no quería que me hagan fotos, no quería, bueno, mi familia no tenía ningún problema, pero así en grupo de clase o tal, yo era de las que más se ponían atrás, ¿sabes?, no delante del todo. Y me encantaba ver a la gente que tenía este, como yo lo veía, una autoestima muy alta, ¿no?, de ponerse ahí enfrente, de hacer caras graciosas, o incluso en conversaciones, que hay gente que siempre tiene algo que comentar, y como yo soy más de las que piensan de lo que yo tengo que decir ahora en este momento, realmente tiene peso, importa o a lo mejor ni vale la pena que diga algo, ¿no?, sobre todo cuando tenemos conversaciones en grupos grandes, pues la verdad que admiro mucho a la gente que se pone ahí afuera y se presenta, ¿no? Y bueno, entonces me da ganas de averiguar qué es lo que les hace diferente a personas más tímidas, ¿no? ¿Qué es lo que les diferencia a estos dos grupos? Y pues hablando con las mujeres con las que trabajo, lo que todas que se definen a sí mismas, que tienen la autoestima baja, lo que todas tienen en común es lo que hemos dicho, el autocriticismo, ¿no? Que como se valoran más bajas, pues no se atreven, ¿no? No se atreven a salir, a decir su opinión, a mostrar quiénes son, y esto, pues cuando tocamos el tema, la mayor parte viene pues de la infancia, ¿no?, de comentarios que han dado compañeros, de los padres, de los profesores, que en un momento cuando se sentían seguros, ¿no?, para poder decir algo, para poder expresarse o para actuar de alguna manera, fueron criticados de tal manera fuerte que se les hizo callar, se les hizo sentirse pues menos vistos, de no poder expresarse, de no poder compartir lo que tenían que decir. Y esto se les ha quedado conmarcado, si a lo mejor te pasa una vez, vale, pero si esto se repite, pues sí que te marca mucho, ¿no? Y yo creo que ahí siempre está bien mirar de dónde viene este bajo autoestima, ¿no? ¿Qué es la experiencia que yo he hecho en mi infancia? ¿Quiénes son los que me han dicho cosas, creencias, que yo ahora tengo, ¿no? Esto ha venido de mis padres, ha venido de mis profesores, ha venido de compañeros. Yo, por ejemplo, me acuerdo una situación con una amiga mía que ya, bueno, éramos súper jovencitas, ¿no? Yo creo que fue la primera vez que me fui sin mis padres a comprarme un vestido. Yo qué sé, debía tener a lo mejor 16 años o 15 años, no me acuerdo. Y estábamos en la tienda y a mí me gustó muchísimo un vestido que me había puesto y me estaba mirando al espejo y mi amiga, mi supuesta amiga, y me dice, te queda fatal, ¿eh? Te queda fatal. Y yo pensé, ¿pero qué? Si arriba está todo bien, abajo está todo bien, de largo está todo bien, es mi talla. Y aunque la dependienta me dijo que me quedaba fantástico, claro, yo pensé, bueno, que yo solamente lo esté diciendo para que yo lo compre, ¿no? Para que la tienda gane dinero. Pero en realidad, la que tiene razón será mi amiga, porque ella sabe, porque ella siempre es guapa, ya sabes, está guapa. Y claro, le creí a mi amiga, no me compré el vestido, los siguientes vestidos que yo me había probado tampoco eran, sabes, suficientemente buenos para sentirme bien y ya tenía yo un dilema. Claro, claro. Y claro, entonces yo pensé, a lo mejor son los vestidos que no me van bien, porque como yo siempre era pantalones, pues ya dejo de mirarme vestidos y comprarme vestidos y me quedo en lo que yo me siento cómoda, pantalones y camiseta, ya está. Y esto son cosas que, esto me había influenciado durante mucho tiempo, o sea, yo pensé en mis piernas, las piernas son guapas, no las puedo enseñar. Todas estas cosas, mucho rollo malo. Ah, claro. Y esto por un comentario de una persona que yo valoraba muy alto, ¿no? No sé si tú conoces situaciones así, que recuerdas de tu juventud, de tu infancia, donde has pasado por este sentimiento de inseguridad, de tristeza, porque no has sido apoyada en ese momento. Bueno, una de las historias que me llamó la atención cuando comentabas sobre el valor, digamos, la fuerza interior de participar en una conversación, yo creo que no tenemos que confundir autoestima con introspección o ser un poquito tímido, ¿no? Es decir, la timidez no necesariamente implica baja autoestima. Por ejemplo, mucho tiempo yo sentía que tenía muchas ideas que compartir en un círculo de la iglesia, por ejemplo. Hace unos cinco años atrás todavía formo parte de ese mismo grupo. Somos unas diez mujeres que nos reunimos semanalmente, sobre todo en fechas relacionadas a las Pascuas, Navidades, Cuaresma, ese tipo de cosas. Y entonces nos reunimos y conversamos. Y yo era siempre la persona que no compartía. Y cuando llegaba a mi turno y me preguntaban, yo prefería mantenerme callada. Y en ese momento no es que mi autoestima estaba baja, es que yo pensaba, ellas se lo pierden. Pero a través del tiempo, un día me animé a hacer un comentario. No me acuerdo exactamente de qué, sobre qué historia. Y las personas que estaban ahí se sintieron tan afectadas positivamente por lo que yo había compartido. No sé si era una historia personal o era, no me acuerdo. Pero el punto es que cuando ellas empezaron a agradecerme y empezaron a hacerme sentir útil por haber comentado, compartido o haber dicho algo relevante para sus vidas, empecé a salir un poquito de mi timidez. No relacionada a falta de autoestima, pero algo así como, oh, vale la pena porque sirve, tiene utilidad. Hay alguien que le sirvió escucharme. Entonces, a partir de ese momento, cada vez que tengo algo que necesito salir, necesito compartir, lo suelto. Y yo me considero una persona tímida, introvertida. Pero al mismo tiempo, cuando veo la utilidad que tiene, lo que puedo compartir, lo bien que le puede hacer a alguien escucharme, entonces lo suelto. Sí, sí. Bueno, yo supongo que esto también es así porque tú, bueno, tú ya te conoces, ¿no? Ya sabes evaluar cómo actuar en ciertas situaciones y has vivido situaciones, momentos donde has aprendido de estas situaciones cuál es lo ideal, cómo actuar de manera ideal. Esto también, con el tiempo, nosotros vamos aprendiendo, ¿no? En qué situación, enseñarnos de qué manera, ¿no? Desde un poco ir jugando por ahí, ahora es mejor quedarnos un poquito más atrás, más callada o salir afuera. Pero cuando hablamos de baja autoestima, también son los momentos donde a ti te gustaría compartir algo. Te gustaría hacerlo, pero no te atreves porque tienes la sensación de que lo que tú tienes que decir no es nada importante. No le interesa a nadie porque lo que dan los demás tiene más valor que lo que das tú, ¿no? Y yo creo que esto viene mucho de las creencias que tenemos y las experiencias que hemos hecho en la infancia, que nos hace callar más o no atrevernos a intentar conseguir un trabajo que nos gustaría tener porque valoramos a la compañera que también quiere el mismo trabajo, la valoramos más alta que nosotras, ¿no? Yo creo que ahí está bien analizarse un poquito a sí misma y mirar qué son mis necesidades, qué es lo que yo quiero y qué derecho tengo yo a pedirlo y a procurar que yo lo tenga comparada con otra persona a la que yo valoro mucho más. Y yo creo que cuando hacemos esto nos daremos cuenta de que todos tenemos el mismo derecho a ser felices, a conseguir lo que nosotros queremos, a compartir nuestros pensamientos, nuestras experiencias, porque siempre habrá alguien al que le interesa y al que le sirve que pueda aprender de esto, ¿no? Y yo creo que es súper importante mirar un poco por dentro y valorarte a ti misma y hablar con ti misma de manera buena y suave, ¿no? Como si tú fueras tu propia mejor amiga y intentar conocerte a ti misma de una manera mejor para poder posicionarte. Tú tienes que saber lo que tú quieres realmente para poder posicionarte y ponerte ahí afuera y expresar lo que te gustaría expresarte, ¿no? Muchas veces ni sabemos lo que queremos porque a lo mejor nadie nos ha preguntado ni nosotros nos hemos preguntado a nuestras mismas, ¿no? ¿Qué es lo que realmente queremos en esta vida? Y luego planificarlo. Si yo una vez que yo me doy cuenta, quiero ser más vista, quiero que la gente me diga cosas bonitas, ¿no? ¿Cómo puedo lograr que esto pase? ¿Cómo puedo lograr que me escuchen? ¿Cómo puedo lograr ser vista? ¿No? Tanto físicamente, cuidarme y enseñar una energía muy positiva. Yo creo que esto es esencial para también poder subir el autoestima tuyo. Sabes qué es lo que quieres realmente. Sí, bueno, eso me recordó un poquito la definición que tiene Nathaniel Brandon, que escribió este libro, Los seis pilares fundamentales del autoestima. Y él dice que la autoestima tiene dos partes. Una tiene que ver con sentirse capaz de emprender cualquier desafío que te ponga la vida enfrente. Saberte capaz. Y la otra parte tiene que ver con, por el hecho de estar viva, mereces ser feliz. Con esas dos premisas, como vos decís, eliminar todo tipo de interferencias. Solo por estar aquí, poder estar presente y ser consciente de quién soy, merezco ser feliz. Y si ser feliz tiene que ver con expresarme de manera autónoma, de manera ya sea verbal o por internet o en las redes sociales, y me sirve, pues lo hago. Si no tiene que ver con mi misión, con mi propósito en esta vida, entonces no lo hago. No lo hago, ¿no? Como decís, autoconocerse, autoexplorar quién realmente somos, cuál es nuestro propósito y saber que contamos. Todas las respuestas a las preguntas que tenemos están adentro. Es como que nacemos ya con el arsenal de herramientas para poder enfrentar cualquier desafío que la vida nos ponga enfrente. Y al mismo tiempo, tenemos el derecho, tenemos todo el derecho a ser feliz. Es un privilegio estar viva, estar vivos, y ya por esa razón, estar acá en este mundo implica que tenemos el derecho de ser feliz. Yo creo que hemos venido a este mundo justamente con este propósito, ¿no? De lograr lo mejor posible para nosotros, que seamos felices. Y con esto también, esto se multiplica, ¿no? Tú repartes esta felicidad y contagias a los demás alrededor tuyo, ¿no? Todo esto tiene una fuente grandísima de potencial para no solamente mejorar tu vida, sino las de muchos otros también, ¿no? Y yo creo que una cosa que también hemos dicho al principio, creo que es muy importante, es el dejar de juzgarse. Porque nos autojuzgamos a nosotros mismos, pero continuamente, ¿no? Esto lo podrías haber hecho mejor, podrías haber sido más puntual, bueno, lo que sea, ¿no? Pero yo creo que aceptarse es lo esencial, aceptarte y también quererte a ti misma. Como tú quieres a un hijo o a una pareja y la aceptas, lo mismo tienes que hacer contigo mismo. Y esto es lo primero, ¿no? Aceptarse a uno mismo y quererse a uno mismo. Y, perdona, tú ibas a decir algo, te he interrumpido. No, no, tranquila. Es que me estoy riendo porque mi hija tuvo una fiestita, una reunión con unas amigas el sábado, para ver una película en matine, tiene 12 años. Y entonces obviamente hubo pizzas y galletas dulces y cosas, comida chatarra, ¿no? Entonces yo le decía, en un momento después que había terminado la fiesta, le decía al día siguiente, bueno, teniendo en cuenta lo mal que trataste a tu cuerpo por haber comido tan mal, ¿qué le vas a decir a tu cuerpo? Quisiera que ella me dijera perdón, cuerpo, por haberte. Dijo, te prometo que te voy a dar más ni bien te he enganchado. Algo así, como diciéndome qué bueno que tuve la oportunidad de comer comida chatarra, porque yo les limito bastante. Y bueno, fue chistoso, ¿no? Porque todavía en su mente pequeña de 12 años, ella no puede entender la consecuencia de lo que hace. Ella come algo porque le gusta. Claro. ¿No? Pero cuando decías quererse a uno mismo, es decir, respetar lo que uno necesita y estar atenta de mis necesidades físicas, mentales, emocionales, espirituales, estar conectadas a nuestras necesidades. ¿Y cómo se logra eso? Bueno, parando un poco toda la distracción alrededor nuestra, ¿no? Crear un momentito, un espacio privado en el que una pueda cerrar los ojos o podemos escribir o podemos escuchar música o meditar. A mí me sirve mucho hacer una especie de fusión de Qigong y yoga en donde repeticiones de movimientos bien fáciles se permiten desconectar la mente analítica. Entonces comienzo a moverme y cuando paro simplemente unos 8, 5, 8 minutos, cuando termino mi serie, yo siento que me resulta más fácil conectarme con mi interior. Entonces agarro mi diario, que es una libreta simple, y empiezo a escribir lo que sea que venga a la cabeza. Y eso me da la posibilidad de conectar lo que aparentemente no se ve, pero está. Y cuando leo lo que escribí, ya sea el día antes, semanas después o en algún tiempo, puedo entender en el contexto lo que estaba pasando, lo que yo necesitaba, lo que va a mejorar mi vida. Yo recomendaría, de nuevo, la autoestima no es una cosa que se tiene o no se tiene. Es una calidad, cualidad que se cultiva. Y una de las maneras que a mí me sirve crecer en autoestima es conectar con mis necesidades, crear conciencia y cuidarme. Eso para mí forma parte del autocuidado. Un poco anticipando nuestra próxima llamada, ya estamos básicamente a punto de terminar. ¿Qué importancia tiene practicar el autocuidado? Es un poco la base de lo que yo hago como coach, y para mí es el ABC de la autoestima. Cada vez que me cuido, me quiero. Cuidarme es quererme. Sí. Eso es esencial. Y me parece muy bonito que lo hayas dicho ahora. Que cada persona sea consciente de que la autoestima es algo que tú puedes nutrir, que puede crecer y que puede cambiar de una autoestima baja a una alta si tú quieres. Tú puedes lograrlo si tú quieres. Y hay muchos métodos cómo hacerlo. Por ejemplo, hablando contigo mismo de una manera muy cariñosa, validar tus emociones, tratarte como si tú fueras tu mejor amiga. Yo siempre digo, si tú tratarías a tu mejor amiga como te tratas a ti misma a veces, no la tendrías. Entonces, sé buena con ti misma y ten paciencia. Aceptate, acepta las cosas. Y luego también, por ejemplo, también hay un ejercicio que puedes hacer donde tú apuntas todos los elogios que has recibido. Porque la gente te va diciendo continuamente lo que has hecho bien o lo que valoran de ti. Y muchas veces tú piensas, bueno, sí, sí, es algo normal que hago cada día, pero tampoco es nada que yo tenga que ser orgullosa de esta hora de haberlo hecho. Pero son los pequeñitos comentarios que se van añadiendo, que tú vas viendo cómo te perciben los demás. Y que ellos suelen verte mucho más positiva de lo que tú te ves a ti misma por ser tan crítica contigo misma. Y luego también mirar cuáles son tus fortalezas, cuáles son las habilidades que tú tienes, que tú misma consideras que son fuertes y propias tuyas. Yo que sé que eres una persona que tiene una habilidad de escuchar a los demás que se sienten entendidos, eres una persona muy generosa, muy paciente, así. Y luego pensar en situaciones que tú hayas vivido donde has sido orgullosa de ti misma. O a lo mejor orgullo puede que te sea una palabra demasiado grande, pero donde tú te has sentido realmente que has dado el cien por cien. Por ejemplo, ayudando a un amigo o una amiga que se encontraba mal, pues estar allí, escuchar, que tú has vivido con esta persona por lo que ha pasado y la has podido sacar de allí. Esto creo que son situaciones que todos lo hemos vivido, todos hemos sido buenos amigos con alguien. Y ahora toca de ser buena amiga tuya, ¿no? Tratarte de ti así como te gustaría ser tratada. Esto es lo primero. Y luego en la siguiente sesión hablaremos mucho más de este tema, ¿no? Cosas que podemos hacer y la importancia de cuidarse, ¿no? Como tú ya habías dicho. Pues nada, me alegro mucho de haber podido conversar contigo esta media horita. He disfrutado mucho y estoy muy contenta de verte la semana que viene a la misma hora. Y nada, muchas gracias Tania. Igualmente están todos invitados entonces el lunes que viene a la misma hora al mismo canal. Vamos a conversar sobre el autocuidado. Muy bien, pues me alegro de verte.