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In this podcast episode, the main topic is the theoretical articulation of two interviews with psychology professionals, Joana Maschin and Andrea Bermúdez. The discussion revolves around the support for psychoanalysis as a scientific practice, as well as redefining science to include psychoanalysis. The concept of the unconscious being structured as a language is also explored. The criticism of psychoanalysis for lacking scientific rigor and empirical validation is mentioned. The podcast also discusses the transition to virtual sessions in psychology during the pandemic, which proved to be effective and convenient, ensuring its future permanence. The integration of digital technology in psychology allowed for equitable access to psychological services, reflecting the idea of a distributive knowledge approach. This integration not only solved immediate problems but also established a new standard in professional practice, promoting a more inclusive and accessible society. Hola. Hoy, en el podcast de Brillito, vamos a presentar una breve articulación teórica con respecto a dos entrevistas que se realizaron a dos profesionales en psicología, Joana Maschin y Andrea Bermúdez. Arranquemos con la articulación. La escuela en la que apoyo mi práctica clínica y también en las instituciones es el psicoanálisis. Eduardo Lazo defiende el psicoanálisis apoyándose en Althusser y Lakan. Althusser considera el psicoanálisis científico porque tiene una práctica, cura analítica, una técnica, un método de cura y una teoría que transforma su objeto de estudio, síntomas. Freud, con técnicas como la asociación libre, formuló una teoría sistemática que opera sobre el conocimiento. Lakan argumenta que en lugar de adaptar el psicoanálisis a los criterios científicos tradicionales, deberíamos redefinir la ciencia para incluir el psicoanálisis. Esta inclusión cuestiona y redefine la epistemología clásica, que tradicionalmente expulsa datos incómodos que el psicoanálisis aborda. Lakan también redefine la ciencia como la capacidad de formalizar y matematizar, proponiendo ciencias conjeturales que incluyen elementos del lenguaje y la cultura, desafiando la distinción entre ciencias humanas y exactas. Para él, el sujeto es un efecto designificante y el inconsciente está estructurado como un lenguaje. El objetivo del psicoanálisis es que lo reprimido sea reconocido, integrando al sujeto en un orden simbólico preexistente. Lazo, basándose en Althusser, critica las epistemologías tradicionales y sostiene que el psicoanálisis es una práctica científica válida. Yo hablo contra el psicoanálisis aquí porque todavía hay gente que vive en el siglo pasado que cree en el psicoanálisis, pero en Canadá o en Estados Unidos, yo hablaría con los muertos, porque ya murió el psicoanálisis, murió a fines de los años 80. Porque me cuestionamiento de cambiar de escuela porque siento y veo en la práctica que es muy limitado. El psicoanálisis encuentra diferencias con lo planteado por Gunge, quien menciona que las disciplinas como la filosofía y psicología deben basarse en datos científicos, reemplazando mitos y fantasías por teorías y predicciones, poniendo foco en el conocimiento científico. Critica al psicoanálisis por su falta de rigor científico y su ausencia de validación empírica. Argumenta que muchas de las teorías psicoanalíticas no se pueden someter a pruebas empíricas y, por lo tanto, no cumplen con los criterios de la ciencia. A partir de la cero hora de mañana deberán someterse al aislamiento social preventivo y obligatorio. Mi trabajo en pandemia continuó. Yo ya venía con algunas retenciones virtuales, en lo que es el trabajo de consultorio continuó y se acentuó el trabajo con la virtualidad. Yo ya tenía este trabajo virtual con pacientes que se habían ido sobre todo a vivir a otras provincias o a otros países, entonces continuábamos así. Pero bueno, lo profundizamos. Durante la pandemia, los psicólogos adoptaron masivamente las sesiones virtuales para mantener la atención psicológica, transformando así la práctica profesional. Esta transición no solo respondió a la necesidad urgente de distanciamiento social, sino que demostró ser efectiva y conveniente, asegurando su permanencia futura. León Olivé argumenta que el conocimiento debe ser relevante y accesible a la sociedad, integrando conocimientos tradicionales para resolver problemas actuales. Este enfoque se aplica a la psicología durante la pandemia, donde la tecnología digital permitió el acceso equitativo a los servicios psicológicos, sin importar la ubicación geográfica. Las sesiones virtuales en psicología reflejan la idea de Olivé de una modalidad distributiva del conocimiento, facilitando la inclusión y participación de diversos grupos. Esta integración tecnológica no solo resolvió problemas inmediatos, sino que estableció un nuevo estándar en la práctica profesional, promoviendo una sociedad más equitativa y accesible.