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Listen to PODCAST PEC3 by LAS CREATIVAS MP3 song. PODCAST PEC3 song from LAS CREATIVAS is available on Audio.com. The duration of song is 09:57. This high-quality MP3 track has 2116.8 kbps bitrate and was uploaded on 18 Dec 2023. Stream and download PODCAST PEC3 by LAS CREATIVAS for free on Audio.com – your ultimate destination for MP3 music.
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In the late 19th and early 20th centuries, there were significant gender disparities in the field of psychology. Women were often seen as inferior and were excluded from educational opportunities. Many experiments focused on studying women with hysteria, reinforcing stereotypes and biases. However, there were pioneers who challenged these beliefs. Leta Stetter-Hollingworth debunked the myth of decreased mental and motor performance in women during menstruation. Francis Galton, a psychologist, used statistics to measure individual differences and promoted eugenics. James Cattell introduced mental testing in the US and played a crucial role in the development of American psychology. Despite societal challenges, women started to challenge traditional roles and contribute to the field. It was proven that intelligence is not gender-based. y le proporcionábamos la excusa y el contexto médico ideal, ya que no podíamos negarnos. Incluso a veces sufrimos mucho, porque dejarte hipnotizar es agotador. Este experimento se ha convertido en un espectáculo humillante y cuando le manifestamos al doctor el deseo de no continuar con las sesiones, nos ha obligado a seguir con amenazas y malos tratos. Muchas médicos creían que los métodos seguros e imparciales de la ciencia probaban que las mujeres no eran capaces de hacer lo que hacían los hombres y viceversa. Con los experimentos de Charcot vemos que había una relación médico-paciente ya previa donde el médico ejercía el rol de experimentador y la paciente el rol de sujeto. El objetivo era observar y analizar las funciones psicológicas de los pacientes, esencialmente mujeres, considerados anormales. La estructura social de las situaciones experimentales puede haber tenido consecuencias psicológicas no deseadas tanto para el papel de experimentador como para el del sujeto. Las personas en posiciones de poder y control son bastante propensas a caer en la arrogancia y a ser poco sensibles en ausencia de salvaguardias institucionales adecuadas. ¿Tuvo algo que ver dicha visión inferior de la mujer de la época para que Charcot se centrara solamente en la histeria femenina? Tengo que deciros que mi alumna Leta Stetter-Hollingworth dedicó su trabajo de investigación a desmontar el mito de la disminución del rendimiento mental y motor en mujeres durante la menstruación, tesis que se hizo en 1914. De hecho, algunas teorías como la teoría de las nociones de instinto de adaptación de Charles Darwin y la teoría del complejo de inferioridad inconsciente de Sigmund Freud se emplearon para interpretar nuestro comportamiento y el de los demás. Lo que usamos no es exactamente el pensamiento original de estos autores, sino una reapropiación cultural que se ha ido sedimentando, como por ejemplo el caso de la selección sexual, que permite marcar una diferencia importante entre los dos sexos. Los argumentos evolutivos acerca de la naturaleza animal que nos caracterizan siguen siendo hoy en día empleados con frecuencia para convencer sobre las diferencias sexuales entre personas y siguen creando desigualdad social. Estas diferencias sexuales se veían en la consulta de Sigmund Freud, antiguo alumno de Charcot. La mayoría de sus participantes eran mujeres, sobre todo con histeria. Freud tuvo una visión sesgada en contra de la mujer, aunque debió reconocer que las pacientes histéricas habían participado en la elaboración del método psicoanalítico por tener un papel activo en el tratamiento. Es curioso, ya que él mismo reconoció que la histeria no iba ligada a un género en concreto. Pudo observar que había más mujeres diagnosticadas con histeria que hombres, debido a una tendencia mayor de estas de sufrir enfermedades nerviosas. En sus conceptos sobre la mujer empleó las costumbres de su época, donde predominaba la moral victoriana, según la cual muchas mujeres enfermas eran histéricas. Hablando de la moral victoriana, echemos un vistazo a lo que estaba cociendo en Gran Bretaña. Iré a ver a Francis Galton. Buenos días. Busco al señor Galton. Quería entrevistarme con él acerca de sus investigaciones. No hay nadie que lo pueda conocer más que yo. Llevamos casados más de treinta años. Todo no vive a su lado. Mi nombre es Louis Jean Bartle Galton. Mi marido fue el fundador de la psicología de las diferencias individuales, ya que le interesaba hacer mediciones psicométricas de las actitudes de los individuos y evaluar facultades mentales a personas voluntarias. Eso le viene de su primo Charles Darwin, seguro, pues resulta que mi marido fue el pionero en utilizar las estadísticas para la psicología y se quedaba cópia de los resultados de sus mediciones para su investigación. El interés que tenía era recopilar los datos para poder establecer correlaciones o rugaleridades entre las distintas mediciones psicométricas. Lo que él pretendía era llegar a tener una o diferentes medidas de las actitudes de esas personas, ya que, supuestamente, era resultado de una base biológica inacta mezclada con la influencia del entorno. Su obsesión por este tema le hizo llevar a cabo un programa eugenésico que proponía modificar o mejorar los rasgos hereditarios en la especie humana. También controlaba el derecho reproductivo de aquellos grupos oprimidos que no le interesaba tener en la sociedad, como racializados, discapacitados, mujeres o pobres. Gracias, Luisa. Galton fue uno de los primeros experimentadores en elegir al azar los sujetos de sus experimentos psicológicos, debido a que los sujetos eran anónimos y pagaban por conocer sus aptitudes individuales. A estos individuos se les llamaba solicitantes y no sujetos. Muy diferente de Gundi Charcot, ¿verdad? Si lo pensamos bien, dichos individuos debían de ser de una clase social alta para poder pagar por esos servicios de la época, ¿no? Me parece a mí que se siguen sin tener en cuenta todos los ciudadanos, ya sea raza, sexo, cultura o riqueza. Esto de las aptitudes individuales me hace pensar en Alfred Binet, psicólogo francés, que en 1905, junto con Theodore Simon, crearon la primera escala mental para identificar a los niños con retraso. Gracias a la escala, otro psicólogo, llamado William Stern, introdujo el coeficiente intelectual. Si nos fijamos, su método de medir las capacidades individuales solo tiene sentido si dichos resultados se comparan con los resultados de otras personas. Estas comparaciones se utilizan para hacer cortes, grupos, categorizar a los individuos, seleccionar gente para trabajos determinados… ¿Cómo se tradujo esto en Estados Unidos? Estoy en el año 1921 en Estados Unidos, en mi país natal. Hola, estoy buscando a James Cattell. ¿Sabe dónde está? Buenas tardes. Él ahora no está. Por cierto, padre, soy Psyche Cattell. Conozco bien su investigación. De hecho, le estoy ayudando a elaborar análisis estadísticos para la tercera edición de American Mind of Science, que lleva ya haciendo unos años. Ahora ya tenemos un 20,4% de mujeres científicas en el área de psicología, un 8,4% más que en la primera edición. Has mencionado que conoces bien la investigación de tu padre. ¿Me podrías hablar sobre el mismo? Por supuesto. Mi padre, James McKinnick Cattell, nació en 1860. Es un psicólogo británico que vino a los Estados Unidos para introducir y difundir la psicología aplicada mediante los test mentales. Viniendo de Gran Bretaña, es obvio que tuvo influencias de Francis Gatton en estadística y psicometría, y de Wilhelm Wundt al trabajar el tiempo de reacción de las respuestas individuales. Tuvo un papel muy importante en el desarrollo de la psicología americana por su importancia en la educación en instituciones. Realizó mediciones sistemáticas con estudiantes universitarios, evaluando sus capacidades a través de distintas pruebas en diversas categorías. Sensoriales, sentido del esfuerzo y movimiento, tiempo mental y extensibilidad mental. Publicó un artículo en 1890 con el título Mental Test and Measurements, informando al público de que 10 de sus test salían aplicados a voluntarios. Gracias, Psyche. Damos por sentado que los test fueron realizados a estudiantes universitarios, hombres y mujeres, en busca de diferencias individuales. Sin embargo, cuando Cattell hizo sus investigaciones, estamos hablando de 1890, las mujeres no podían asistir a la universidad si no era con el rol de estudiantes especiales. Esto es debido a la subordinación de la mujer y a los roles establecidos de la época por argumentos médicos, biológicos, sociales o psicológicos. Un ejemplo de esto es la teoría de la incompatibilidad cerebro-útero, que suponía que cuando las mujeres hacían otras actividades, se perjudicaba el sistema reproductivo, biológicamente preparado para solo tener hijos. Hemos podido tener unas pocas ideas iniciales de las grandes líneas de investigación experimental, donde vemos que existe un contexto diferente, la definición de sujeto no es la misma, y el objeto de estudio difiere entre éstas. La apropiación de ciertos elementos de cada línea y su aplicación en otros contextos socioculturales y económicos, como en Estados Unidos, puede haber creado las diferencias individuales. Debido al contexto histórico, hubo muy poco espacio para las mujeres, tanto como sujetos de estudio como experimentadoras. Si algunas decidían estudiar psicología, debían enfrentarse a varias acusaciones, como por ejemplo la inferioridad intelectual para el aprendizaje. Cuando en las aulas se demostraba lo contrario, estas pudieron empezar a estudiar a finales del siglo XIX, argumentaban que al dedicarse a estudiar y no a tener hijos, se les acusaba de exterminar la raza humana. Determinadas mujeres, impulsadas por los movimientos de reforma social y feministas, comenzaron a rebelarse contra los roles exclusivos de esposa y madres. La incorporación de la nueva mujer al ámbito público coincidió con la institucionalización y profesionalización de la ciencia psicológica, así que se permitían espacios privilegiados para romper con las ataduras y restricciones que se habían implantado. Gracias al trabajo de varias compañeras psicólogas y el mío propio, pudimos demostrar que la inteligencia no tiene género.
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