Home Page
cover of PODCAST "ECO DE EMOCIONES"
PODCAST "ECO DE EMOCIONES"

PODCAST "ECO DE EMOCIONES"

00:00-11:26

En este podcast Andrea y Clara reflexionan sobre la salud mental con el objetivo de visibilizar la importancia que ello tiene.

Podcastmusicspeechinsidesmall roomtambourine
3
Plays
0
Downloads
0
Shares

Transcription

In this podcast episode, Andrea Ruiz welcomes guest Clara Espinoza to discuss the importance of mental health. They highlight the need for early intervention and destigmatizing seeking help for mental health issues. They also mention the high prevalence of mental disorders among children and adolescents and the lack of support and understanding from families. They both agree that education on emotional well-being should be taught in schools to help students manage their emotions and create a positive school climate. Andrea shares her personal experience with seeking help for anxiety during her academic years, and Clara emphasizes the importance of parental support in dealing with mental health challenges. They conclude by discussing the taboo nature of mental health in society and the need for open conversation and support. Buenas tardes, bienvenido y bienvenida una vez más a mi postca Echo de Emociones, yo soy Andrea Ruiz y en este espacio hablamos sobre realidades de la vida, por lo que hoy vendrá una invitada muy especial con la que trataremos temas sobre salud mental, ya que la actualidad nos le da la visibilidad necesaria. Con todos nosotros, Clara Espinoza. Hola. Hola Clara, cuéntame un poco quién eres. Pues yo soy una chica que siempre ha tenido mucho interés en comprender cómo funcionamos las personas y cómo funcionan nuestras emociones, por tanto me metí a estudiar Educación Social y aquí estoy, intentando alzar la voz de las personas con sus fondos mentales. Qué guay, Educación Social, pues nos va a venir genial para el podcast de hoy, puesto que nos puede dar tu punto de vista y las experiencias que has vivido. ¿Por qué quieres darle tanta visibilidad a este tema? Pues mira Andrea, yo considero que a la salud mental es de las cosas con menos importancia si le da hoy día, porque siento que sólo se empiezan a acoger a la persona y a darle cita para ir al psicólogo, sobre todo desde la sanidad pública, cuando ya están a punto de reventar y de que todo vaya mal. Entonces, yo lo comparo muchas veces, cuando me lo preguntan lo digo, con cuando tú tienes, por ejemplo, un problema en la pierna, te empieza a salir un pequeño puntito y si te empieza a abrir y es, resulta que es una úlcera, pues tú nada más vete tu puntito al médico y te atienden para solucionártelo. No esperan a que se te encangrene la pierna y te la tengan que cortar, pues con la salud mental deberían hacer lo mínimo. No podemos esperarnos a que ya queramos echarnos, por así decir, la soga al cuello, sino que deberíamos cogerlo desde antes, desde cuando empezamos a sentirnos un poquito mal, pues desde ahí se tiene que empezar a pillar para que todo pueda ir mejor, pero si no le damos la importancia que tiene, pues no se puede. Pues tiene clara toda la razón del mundo, porque es que siempre nos esperamos a que las cosas pasen, en lugar de prevenirlas y darles la necesidad que verdaderamente merecen. Incluso el otro día, leyendo una revista, decía un estudio, que es el Estudio de la Carga Global de las Enfermedades, que uno de cada 10 niños de 5 a 24 años convive con al menos un trastorno mental diagnosticado, siendo la ansiedad una de las más habituales, y es que me parece algo exagerado. Pues fíjate que con el número tan alto que nos comenta ese estudio de niños que padecen trastornos mentales, ahí realmente nos están contando los que no están diagnosticados, es decir, las personas que no van al psicólogo ya sea por falta de recursos o porque están cansadas de esperar tanto las citas que dan en la sanidad pública, me repito de nuevo, que no tienen en el diagnóstico, así que imagínate el número de casos que tiene que haber. Coincido totalmente contigo Clara, porque es que además ahora en la actualidad muchas personas, sobre todo los adolescentes, tienen un montón de miedo a contarlo, porque les da vergüenza o porque simplemente se piensan que al psicólogo es algo malo y que es cosa de locos. Sí, sí, claro, es súper cierto lo que dices, además yo muchas veces en las intervenciones, cuando he ido al centro educativo y he tratado con adolescentes de 14 a 16 años, cosas así, en las dinámicas que tratábamos de nociones o que hablábamos de trastornos mentales y de ir al psicólogo como que siempre se reprimían mucho y no hablaban. Y esto no es cosa de ahora, yo diría que ahora como que estamos empezando a hablar un poco pero tampoco se habla mucho. Pero yo recuerdo cuando yo era pequeña, ya ves tú, en cierto de primaria, no ha pasado nada, pero yo recuerdo que yo empecé a ir al psicólogo por la Seguridad Social, que ya ves tú, fui tres veces porque ya sabemos que las citas se dan como muy a la larga cuando pasan muchos meses, pero yo cuando tenía que ir, pues claro, yo siempre quedaba con amigos y tal y me preguntaban y a mí me daba mucha vergüenza, yo no lo contaba, o sea, yo pensaba que estaba loca o algo y me daba mucha cosa. Y lo de que hay cosas locas no viene solo de nosotros, o sea, eso no se lo inventan los niños y ya está, sino que a mí, por ejemplo, en mi casa, sobre todo para mi padre, la salud mental como que nunca le ha dado importancia y cuando yo empecé de chiquillo, ahora cuando ya más grande, ir al psicólogo ha sido como eso es de rezar el dinero, si eso es para locos, no sé qué, para personas que no están bien de la cabeza. Y es como no, tenemos que darle visibilidad a eso y darle la importancia que merece, porque luego pasa lo que pasa y todos nos arrepentimos de, ay es que le tenía que haber preguntado, ay es que no sé qué, y la verdad es que no me parecía bien. Ay claro, pues me ha hecho recordar que yo cuando era pequeña, pues yo también fui al psicólogo, pero fui por lo privado y mis padres pues me lo hacían ver como algo, me lo hacían ver como algo, como una actividad transcoral, como algo bueno, no como malo, sino simplemente como algo muy bueno. Incluso yo iba los viernes y justo después de clase yo me iba tan contenta a mi casa para comer, porque sabía que por allá arriba al psicólogo, pero yo lo veía como una actividad transcoral. Y yo me acuerdo que justo los viernes, pues mi grupo de amiguitas quedaban en un parque para jugar con los patines y yo nunca acudía los viernes, porque claro, tenía que ir al psicólogo. Y siempre me preguntaban, ¿por qué nunca sales los viernes? ¿Por qué no te vienes los viernes? Y yo no lo decía o por miedo o por vergüenza y yo siempre decía pues que me había puesto malo. Pues fíjate tú Andrea, que desde nuestros tiempos hasta ahora ha pasado mucho tiempo y la cosa sigue igual. Es verdad que antes he dicho que ha mejorado un poquito, pero realmente yo estaba pensando en personas así como de nuestra edad, más o menos un rango de 25 a 30 años, que estamos como un poco concienciándonos más, porque ya nos ha sobrepasado tanto la ansiedad, el estrés y todas las cosas, que al fin y al cabo pues le hemos dado un poco más de importancia, pero realmente es lo que hablamos, que hace falta darle mucha más y visibilizarlo un montón más. Y claro, ¿tú no verías como una solución, o bueno, mejor dicho, una posible mejora, que se impartiera en los centros educativos una asignatura, por ejemplo, de educación emocional? Pues sí Andrea, lo insisto contigo al 100%, porque además se ha demostrado que la educación emocional puede tener un impacto muy positivo en el rendimiento académico, en la bienestar emocional e incluso en las relaciones interpersonales de los propios estudiantes. Además que se ha comprobado que mejora la capacidad de atención del estudiantado, reduce el estrés y promueve un clima escolar más positivo. Esto sobre todo, lo último que he dicho, de un clima escolar más positivo, creo que realmente ayudaría muchísimo, porque quizás pues los alumnos se abrirían más entre ellos, por ejemplo, si hay un caso de bullying en la persona que está haciendo acuestada, quizás sería capaz de contarlo, o ya no a un alumno, sino a un profesor o lo que sea, porque muchas veces los casos de bullying no se cortan a tiempo, porque la propia persona que está sufriendo ese bullying no es capaz de contarlo. Pues pienso totalmente igual que tú Clara, porque si se impartiera una asignatura de educación emocional en los centros educativos, los estudiantes sabrían cómo gestionar sus emociones. Porque mira, yo por ejemplo en mi etapa educativa, en bachillerato que es cuando más cañas te meten, porque tienes que hacer selectividad, yo me acuerdo que me entró un agobio inmenso y yo no sabía cómo gestionar mis emociones, que llegaste hasta el punto de querer dejar los estudios y abandonarlos, porque no sabía cómo enfrentarme a ese agobio, a una nota que te define, si no apruebas no entras a la carrera, y entonces creo que sería una parte muy esencial que en los centros educativos se imparta una asignatura de este tipo de educación emocional. ¿Y en este caso tú recibiste ayuda de alguien o trataste de contárselo a alguien y desahogarte con alguien o algo? Pues mira, yo en este caso tuve mucha suerte porque mis padres se dieron cuenta de que algo no iba bien y además ellos mismos fueron los que me propusieron dar el paso de al psicólogo para que me ayudaran y pudiera superar esto. Guau Andrea, pues tuviste mucha suerte porque yo realmente considero el apoyo de los padres una cosa fundamental en el desarrollo de los trastornos, no en el desarrollo, sino en poder sobrellevar las emociones negativas y tal que te generan, como tú has dicho antes, que te generan mucho agobio, mucha ansiedad y demás. Y esto lo considero muy importante y le estoy dando mucho peso porque ya te he dicho que antes que trabajo en un centro educativo, yo hago intervenciones con los adolescentes y me he dado cuenta que muchos de ellos sienten que sus familias, que sus padres y demás no los apoyan y realmente cuando tú eres así, más pequeño, que estás empezando a experimentar, a conocer un poco de la vida real, pues tú necesitas como ese apoyo y realmente no tener la ayuda y el desahogo de tu familia que realmente es la principal fuente que a ti te va a apoyar, pues tú piensas, aparte de que insistimos, solo te sientes como el que esperas, porque dices, si no lo tengo de ellos, que se supone que son las personas que más me quieren, ¿de quién lo voy a tener? Totalmente, porque es que luego los padres se sorprenden o simplemente no entienden por qué ese hijo ha llegado a su sitio. Desde luego Andrea, y hay una cosa super triste además de la que no se habla, es como un tema tabú que tenemos en la sociedad, que nadie habla absolutamente nada hasta que lo vive de cerca. Yo por ejemplo ahora estoy trabajando con una muchacha que está pasando por un momento muy malo, está pasando por una depresión y es que lo que hemos contado del apoyo de los padres, esa chica no tiene apoyo de ningún miembro de su familia, o sea, gracias a Dios ha encontrado una persona muy buena en su vida que es su mejor amiga y es una persona que la está acompañando en todo este proceso porque ella está también obviamente tratando con psicólogos y demás, pero ella tiene pensamientos suicidas día si día también y ya no es solo, guapo, de un momento a otro pienso, guapo, me voy a suicidar, no sé qué, no, no, es que esto lleva una ideación, todo eso lleva detrás mucho tiempo que la persona no es de un día para otro, es a medito de la vida, sino que lleva muchos problemas, mucho sufrimiento y mucho llanto y mucha ansiedad y mucho todo para que la persona llegue a ese punto y nunca nos damos cuenta, así que, eso. Pues sí, claro, la verdad es que es una cosa súper triste y súper dura, así que para ir cerrando el tan interesante y necesario podcast de hoy, concluimos que es súper necesaria una educación emocional en los centros para que así pues los adolescentes sepan gestionar emociones y enfrentarse a los dueros que viven día tras día. Pues claro, muchísimas gracias por acompañarme en el podcast de hoy y a los que nos están escuchando en el siguiente podcast hablaremos sobre educación inclusiva.

Other Creators