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A family in one of the most dangerous cities in the world experiences a tragic death in their home. The episode also tells the chilling story of Octavio and his involvement in satanic rituals. The first story takes place in Ciudad Juarez, Mexico, during a time of high violence related to organized crime. The second story is about Octavio, who was once devoted to the Catholic Church but later becomes involved in satanic practices. The stories raise questions about the supernatural and the impact of traumatic events. Una muerte trágica en una casa es el escenario que vivió una familia en una de las ciudades más peligrosas del mundo. Y la espeluznante historia de Octavio al realizar rituales satánicos. Apaga la luz y atrévete a escuchar estas dos historias 100% reales. Hola, ¿qué tal amigos? Bienvenidos a este su podcast, Crónicas de lo Inexplicable. El episodio del día de hoy consta de dos historias. La primera de ellas pasó hace ya algunos años en Ciudad Juárez, México. Como muchos de ustedes saben, ha sido una de las ciudades más peligrosas del mundo. Pero quiero entrar en contexto para las personas que me escuchan de otras partes de México o de Estados Unidos. En el año 2007 y 2008, la ciudad vivió una ola de violencia por los asesinatos relacionados con el crimen organizado. Felipe Calderón toma la presidencia y está decidido a erradicar el narcotráfico. Los crímenes que se cometían a diario eran incontrolables, ya que estas organizaciones son tan poderosas que sin ningún remordimiento llegan y quitan de su paso a quien se les ponga enfrente. Esto que les contaré sucedió alrededor del año 2009 en un fraccionamiento cerrado con seguridad 24 horas, muy cerca de donde se encuentra ubicado actualmente uno de los centros comerciales más conocidos y concurridos de la ciudad. Un familiar político, que no diré su nombre por precaución, la llamaremos Cecilia. Ella vivió en ese fraccionamiento y me cuenta lo que a ella le tocó experimentar el fatídico día en que sucedieron tan infortunados eventos. Serían aproximadamente las 11 de la noche de un día entre semana. Ellos ya estaban en la cama y no escucharon nada fuera de lo ordinario, a excepción de que el perro de uno de los vecinos ladraba mucho. Sí se les hizo un poco extraño que no dejara de ladrar, sin embargo no vieron ni escucharon nada más. A eso de las 2 o 3 de la mañana Cecilia se levanta al baño y se percata que a lo lejos se escuchaba llorar un bebé. Era el bebé de sus vecinos que vivían a tres casas de la de ella. Para Cecilia no fue nada extraño, pues los bebés lloran a medianoche. Ella sale del baño y regresa a la cama. Cuando trata de dormir se da cuenta que el bebé seguía llorando y no paraba. Y aunque se le hizo un poco raro, pensó que posiblemente el bebé estuviera enfermito. Ella sale por la mañana a llevar a sus hijos a las escuelas. Pero justo cuando va saliendo del fraccionamiento ve mucho movimiento en la caseta. Y bien sacada de onda le pregunta al guardia que qué había pasado. El guardia solo le responde malas noticias. Estamos esperando a la policía, parece ser que mataron a alguien. Para Cecilia esto desgraciadamente ya no era nuevo, pues a diario en las noticias siempre se sabía de este tipo de crímenes. Pero al escuchar esto nunca se imaginó que se trataba de alguno de los residentes del fraccionamiento. Ella tiene que proseguir su camino y se va a dejar a sus hijos a la escuela. Cuando ella regresa se da cuenta que no puede entrar al fraccionamiento. Es interrogada por personal de la fiscalía y para poder entrar tuvo que mostrar identificación de que era residente del lugar. Por instrucciones le dicen que entre a su casa y no salga de ahí. A las cuantas horas llega el CEMEFO, Servicio Médico Forense. Lo que había pasado ahí adentro en el fraccionamiento con seguridad de 24 horas era como sacado de una película de terror. Habían acabado con la vida de un matrimonio, padres del bebé que lloraba. Y a este lo habían encontrado escondido en una esquina de la recámara debajo de la cama envuelto en sus cobijitas. El hallazgo fue hecho alrededor de las 6 de la mañana por uno de los vecinos de al lado, que preocupado por escuchar por muchas horas el llanto del bebé, fue y tocó la puerta de la casa y nadie abrió, estando los dos carros del matrimonio estacionados. El vecino sospechó que algo no andaba bien. Decide llamar a la policía, pero en eso se da cuenta que la puerta lateral, la que da a la cocina, no está completamente cerrada. Y cuando la empuja, ésta se abre. Y es cuando se encuentra con la escena dantesca. El pobre hombre yacía en el piso de la cocina, ya sin vida. Mientras se podía escuchar cómo ese bebé ya estaba ronco de tanto llorar. A la señora la encontraron en otra parte de la casa, y lo que fue muy mencionado en las noticias fue que tenían una máquina para contar dinero, entre otras cosas sospechosas, cosas que no se especificaron. Parecía haber sido un ajuste de cuentas, aunque el amarillismo de los medios a veces supera la realidad. No se supo a ciencia cierta. El bebé no se supo quién se lo quedó. Suponemos que alguien de la familia. Cecilia había cruzado pocas palabras con ese matrimonio, y aunque sí los veía de vez en cuando y se saludaban, las pláticas eran solamente las típicas pláticas entre vecinos. Nunca se vio nada extraño. Pasaron unos meses y la casa la pusieron en renta. Una renta demasiado barata, pues todo el mundo sabía lo que había pasado allí. A pesar de eso, nunca nadie la rentó. Venía gente a verla, pero nunca nadie la habitó. Aquí lo raro e inexplicable de esta historia es la siguiente. Cecilia me cuenta que después de esta tragedia, cuando pasa alrededor de un mes, en varias ocasiones ella llegó a escuchar el llanto de ese bebé. Dice que era el mismo llanto desgarrador que ella escuchó el fatídico día y que sentía un escalofrío y una sensación muy fea, de mucha zozobra o de inquietud. Y no solo ella lo escuchó, sino que un día en una plática también sus hijos lo habían escuchado. Pasó casi un año y los vecinos de enseguida de la casa donde vivió el matrimonio y el bebé se fueron. Le contaron a Cecilia que no podían seguir ahí, porque siempre a eso de las tres de la mañana escuchaban casi a diario el llanto del bebé. Y no nada más eso, sino que escuchaban mucho movimiento en la casa, como si alguien viviera ahí, cuando la casa estaba totalmente deshabitada. De hecho, un día fui a visitar a Cecilia y pude ver la casa por fuera. Se veía una casa común, sin embargo se podía ver que estaba totalmente deshabitada, pues todas las casas tenían un pequeño jardincito enfrente y el de esta casa estaba totalmente vacío. Al poco tiempo Cecilia se fue de ese fraccionamiento y ya jamás se supo nada del asunto. Amigos, esta historia es corta pero muy trágica. Y aunque al bebé lo dejaron vivir, fue una desgracia que le hayan quitado sus padres. Me pregunto, ¿qué sería ese llanto que los vecinos escuchaban en la casa? ¿Sería que fue un evento tan traumático para el bebé el quedar solito, desatendido por horas, que esa vibra o tristeza de haber perdido a sus padres quedó impregnada ahí? ¿Y los ruidos que dicen haber escuchado, ¿sería que los padres de ese bebé no descansan por haberse ido de este mundo tan trágicamente y haberlo dejado a su suerte? Otra cosa inexplicable que no se sabe a ciencia cierta, fue cómo entraron al fraccionamiento. Al parecer tenían tarjeta de acceso para abrir el portón y poder entrar, ya que no se pudo observar ninguna actividad sospechosa. Las entradas y salidas fueron hechas por los mismos residentes del lugar y no hubo visitantes ese día. La siguiente historia la leí en las redes sociales, y me quedé en completo estado de shock. Tenía que publicarla. La persona que la subió me dio el permiso, pero sin decir muchos detalles. De hecho fue una historia muy breve, pero me llamó tanto la atención que la contacté. Me dio un poco más de información, lo cual quiero agradecerle por haberlo hecho. A ella la llamaremos Bárbara. La historia es acerca de un primo de ella al cual llamaremos Octavio. Antes de empezar la historia y para que puedan entender mejor, Bárbara tenía un primo al cual le llamaremos Luis. Bárbara y Luis crecieron como hermanos. Él era apenas un año mayor que ella y vivían en la misma cuadra. Los padres de Luis se divorciaron y su mamá se volvió a casar. Su mamá se volvió a casar y tuvo un hijo. Ese hijo es Octavio, el protagonista de la historia. Octavio cuando nació fue un niño muy deseado y querido. Luis tenía cuatro años cuando él nació y como hermano mayor siempre lo procuraba. Durante su niñez el comportamiento de él era el de un niño normal. Muy travieso, pero sin llegar a faltarle al respeto a los demás. Cabe mencionar que Octavio era monaguillo y por mucho tiempo él estuvo asistiendo a misa, pues su mamá era católica y solían ir cada domingo. De hecho por un tiempo él decía que iba a ser sacerdote. Gran parte de su adolescencia siempre su mundo giraba en torno a Dios, a la iglesia y a su devoción de ser sacerdote. Pero pasa el tiempo y empiezan a notar un cambio muy drástico en Octavio. Luis descubre que andaba con compañías no muy gratas. En varias ocasiones lo agarró fumando marihuana. Le llamaba la atención pero a Octavio no parecía importarle. Estaba irreconocible. De hecho la mamá lo había castigado en múltiples ocasiones, pues sus calificaciones no eran buenas y los maestros le habían llamado varias veces quejándose de que no iba a la escuela. Cuando Octavio ya era un adulto joven, Luis su hermano ya no vivía con ellos. Se había independizado. Un día Luis llega de visita a la casa de su mamá y al entrar a la habitación de Octavio se encuentra con una serie de cosas que lo dejaron con la boca abierta. Y es que su mamá le llamaba diciéndole que no sabía qué hacer con Octavio, pues estaba sola ya que se había divorciado por segunda vez y prácticamente estaba todo el día fuera en el trabajo. Entonces Luis se sentía que debía ir a apoyar a su mamá y ver qué estaba pasando con su hermano. Lo que Luis encontró en la habitación de Octavio fueron una serie de artefactos y libros para hacer rituales satánicos. Cuando Luis enfrenta a Octavio, este le dice que había descubierto la verdadera religión y que era la religión satánica. Esto a Luis le pareció una broma del destino, pues durante mucho tiempo Octavio había sido miembro de la iglesia católica y todo su mundo era alrededor de servir a Dios y ser sacerdote. Luis habla con su mamá y le dice lo que había encontrado. Ella no parece muy sorprendida. Esto a Luis lo deja sin habla, pero la mamá le explica que habían pasado cosas en la casa que él no sabía. Resulta que su mamá y su padrastro, o sea el papá de Octavio, llegaron a tener fuertes discusiones. Incluso hubo una ocasión donde él le pegó a ella delante de Octavio. Este inmediatamente reaccionó y sacó una navaja. Le cuenta Luis que ella veía que ese no era Octavio, sino que había estado siendo influenciado por algo sobrenatural. Luis habla con Octavio y le pregunta qué es lo que pasaba y Octavio le dice que él escuchaba una voz que le decía que matara a su mamá y a su papá cuando ellos aún no se divorciaban y que el día en que su papá empujó a su mamá, esa voz insistentemente le decía que matara a su papá. También le contaba que él trataba de luchar con esos pensamientos y no hacer caso a esas voces, pero eso era tan fuerte que empezó a inclinarse por aceptar que algo le indicaba ser. Octavio luchaba contra esas voces, incluso le dijo a Luis que había veces que se sentía que no era él, que había algo que lo manipulaba. Sentía una especie de ansiedad y cuando cedía a esas voces, sentía una paz incomparable. Miles de sucesos pasaron en la vida de Octavio. Él, por muchos años, estuvo en la cárcel por haber intentado matar a uno de sus amigos. Afortunadamente el amigo no murió, pero Octavio desgraciadamente terminó con su propia vida dejando una carta que decía que algo no lo dejaba en paz, que siempre se sentía culpable por haber atentado contra la vida de una persona y que por eso decidía terminar con la suya para ya no dañar a más personas. Amigos, Bárbara ya no me dio más detalles y yo por respeto no quise preguntar más, pero tenía la curiosidad de saber si esa familia estando tan cercana a la iglesia católica, ¿por qué no llevarían a Octavio a realizarle algún tipo de ritual, algún tipo de exorcismo? Tal vez las cosas hubieran terminado diferente. Lo que sí les puedo comentar a grosso modo es que los pocos detalles compartidos mencionan mucho el culto al mal, a ese ser maligno que todos sabemos quién es y que Octavio lo repetía constantemente. Amigos, por último y muy brevemente, estoy investigando acerca de la infestación y la posesión. Según la religión católica son cuatro, opresión, infestación, obsesión demoníaca y posesión total. La primera es la opresión, es un acoso externo del demonio, ruidos que se escuchan, desánimo, decaimiento. Es la primera etapa y busca apartar a la persona de su estabilidad muy sutilmente. Luego viene la infestación. Aquí son los lugares, los objetos o animales los que quedan bajo el dominio del demonio. Un ejemplo serían las conocidas casas embrujadas. Luego existe la obsesión, pensamientos intrusivos, ideas, suicidas, fobias que aparecen sin ninguna explicación. Es para hacer caer en desesperación a la persona y apartarla por completo de Dios. Por último está la posesión. Aquí la persona generalmente pasa por las otras etapas, aunque no necesariamente suele pasar así. La mayoría de los casos que se han estudiado suelen ser producto de un maleficio, una maldición a la familia, es decir, una persona con mucho odio y alejada de la bondad y lejos de Dios. Esta decide dañar a otra persona realizando brujería o recurriendo a un brujo o recurriendo a brujos, puede ser a través de muñecos u otro tipo de rituales. También lo que se supo es que al parecer le habían diagnosticado esquizofrenia, lo cual pudiera tener sentido. Sin embargo, el mal se vale de cualquier cosa para engañar. Sabemos que existe y necesitamos concientizarnos de eso y siempre pedir ayuda, no solo profesional sino también por el lado espiritual. Recuerden amigos que yo solo transmito las historias que me comparten, no trato de convencerlos de creer en nada. Juzguen ustedes, son los que tienen la última palabra. Espero que la historia les haya parecido interesante. No olviden seguirme en las diferentes plataformas de podcast de su preferencia, Spotify, Apple Podcast, Amazon Music, YouTube, iHeart Radio, Pandora y Castbox, donde recibirán notificaciones cada vez que salga un nuevo episodio. 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