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T02 E06 updated Entre la vida y la muerte

T02 E06 updated Entre la vida y la muerte

JudithJudith

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Hilda shares her story of encountering a young man who seemed to exist outside of the earthly realm. She was drawn to him despite her recent toxic relationship. They had a deep connection, but he disappeared without a trace. Strange occurrences followed, including missing photos and bizarre voicemail messages. Hilda wonders who she really spent time with that day and why she had dreams about the man's mother. She is too afraid to investigate further and eventually leaves a card with his name at a church. La impactante historia de Hilda al haber tenido contacto con un muchacho que ya no pertenecía a este plano terrenal. Atrévete a escuchar esta historia 100% real que te dejará pensando en qué hay entre la vida y la muerte. Hola qué tal amigos, bienvenidos a otro episodio más de este su podcast Crónicas de lo Inexplicable. La historia que a continuación les contaré la leí en uno de los tantos grupos que pertenezco del tema paranormal e inexplicable. Contacté a la persona para pedirle si podía publicarla y me dio su autorización. A ella la llamaremos Hilda. La narración será en primera persona. Les quiero contar lo que me pasó hace algunos años en mi época de juventud. Es algo que es difícil de creer ya que está fuera de toda explicación lógica. Yo nunca se lo conté a nadie, solo dos amigos lo saben y una de ellas es la que presenció y puede dar testimonio que esto que contaré es verdad. Resulta que yo un día conocí a un hombre. Para empezar esto fue de lo más extraño ya que ese día yo me había quedado de ver con un grupo de amigas y amigos de la escuela. Esto pasó cuando yo tenía más o menos 22 años. En ese entonces yo había terminado una relación tóxica. Tenía mucho tiempo que no salía con mis amigas. Mi novio era muy celoso. Estando sola me sentía liberada y empecé a retomar amistades y empecé a salir mucho. Y aunque no estaba lista para involucrarme de nuevo sentimentalmente, cuando conocí a este hombre fue una atracción muy fuerte. Desde que lo vi me impactó. No puedo decir que fue amor a primera vista, pero había algo en él que me atraía muchísimo, aparte de su físico, ya que era muy alto y muy delgado, con un cuerpo muy bien definido. Tenía mucha personalidad. Ese día que lo conocí estábamos en un bar discoteca. Sí admito que había tomado varias bebidas, pero en ese entonces mi cuerpo toleraba bien eso. Bendita juventud. Aparte de que bailábamos, las bebidas no hacían muchos estragos en nosotros. Entonces al punto de traer unas copas empezamos a platicar ahí entre la mochedumbre. Hola, ¿cómo estás? ¿Cómo te llamas? Etcétera. Una plática de lo más normal. Una de mis amigas me vio que estaba con él y me mandó un texto que decía, ¿quién es? Y yo le respondí que lo acababa de conocer. Como la música estaba algo fuerte, le dije que si nos íbamos a otro lugar para poder platicar más a gusto. Nos fuimos de ahí a un bar más tranquilo que estaba como a dos cuadras. Aunque él tenía mucha personalidad, había algo en sus ojos, una especie de nostalgia. Platicamos de muchas cosas, aunque debo admitir que yo fui la que habló más. Sin embargo, me dijo varios detalles, detalles que después tenían sentido, luego de haberme enterado de lo que había pasado. Se llamaba Rafael. Así pasó ese día, sólo charlamos en el bar. Debo admitir que yo di el primer paso, ya que el muchacho era demasiado tímido. Sin embargo, me dijo que yo le gustaba y podía sentir como él apenas rozaba su mano en mi brazo. Entonces lo besé. Fue un impulso. Aparte de tímido, era menor que yo. Me dijo que tenía 20 años. No noté nada extraño en él, a excepción de su timidez, pero me veía de una forma muy profunda. Sus ojos tenían un brillo diferente. Cuando se llega la hora de que cerrarían el bar, se me hizo raro que no me pidiera mi teléfono. Sin embargo, yo sí le pedí su número, porque me dijo varias veces que yo le gustaba y que ojalá pudiera seguir viéndome. Por un momento pensé que tal vez ya tenía novia y por eso no me había pedido mi número de teléfono. Yo traté de contactarlo después, pero él nunca respondió ni mis textos ni mis llamadas. Pasó el tiempo y como nunca me contestó, yo ya no insistí. Pensé que tal vez estaba en una relación, pues sólo nos habíamos visto ese día. Otra de las cosas extrañas que de momento olvidé mencionar, fue que mientras estábamos platicando en el bar, me levanté yo al baño. Ya estábamos a punto de irnos y cuando regresé, él ya no estaba. Aunque me había dicho que había disfrutado de mi compañía y que no quería irse, pero que tenía que hacerlo, se me hizo raro que no me haya esperado. Sin embargo, había dejado dinero para pagar las bebidas. Cuando el mesero me ve, llega a la mesa, toma el dinero y me dice, muchas gracias por la propina. Al día siguiente era domingo. Me llama mi amiga Claudia y me dice muy intrigada que por qué me fui del lugar. Yo le dije que habíamos decidido irnos porque había mucho ruido y queríamos platicar más tranquilamente. Mi amiga me dice, a ver explícame bien, decidimos a quién te refieres. Pues al muchacho que conocí, yo le respondí. Mi amiga parece un poco confundida y me dice, a ver de quién estás hablando, porque yo te vi con ese muchacho al principio y ya después yo ya no lo vi a él, sólo te vi a ti. Y Julián me preguntó que qué había pasado, que por qué estabas tú sola en la salida, que se le hizo muy raro. Los dos te vimos caminando sola afuera del bar y fue cuando te envié el mensaje. Y es que yo tenía varios textos de Claudia, mi amiga, diciéndome que dónde estaba, que si todo estaba bien. Incluso me llamó por teléfono, llamada que nunca escuché. Claudia, preocupada, llamó a mi hermana para asesorarse de que yo estuviera bien y es cuando mi hermana me llama a mí. Como yo estaba muy entretenida, la realidad es que no escuché el teléfono, pero cuando me di cuenta que tenía una llamada perdida de mi hermana, yo le llamé porque pensé que algo había pasado, pues ella nunca me habla a medianoche. Sin embargo, ella no me contestó porque ya eran casi las 2 de la mañana. Yo le dejé un mensaje de voz de menos de 10 segundos, sólo para saber que todo estuviera bien. Pasaron como dos meses y un día, por alguna razón, salió el tema de ese día que salimos en grupo y el tema de ese muchacho que yo conocí. No recuerdo muy bien por qué, pero yo había tomado unas fotos a las bebidas cuando hacíamos el disque brindis por habernos conocido. Y juro que el día que las tomé, se las enseñé a él y aparecían ahí las dos bebidas, mi mano y la suya, sosteniendo los vasos. Después de dos meses, por alguna razón extraña, checo mi teléfono de nuevo y efectivamente están las dos fotos tomadas de ese día a la 1.13 de la mañana, pero en las dos fotos sólo se ve mi mano y mi bebida. La de él no está. El resto de la fotografía sale algo movido, como una nube blanca, no sé, algo extraño. En ese preciso momento, siento un escalofrío que recorre mi cuerpo. Aparte, mi hermana cuando me llamó, ella dice que trató de dejarme un mensaje de voz dos veces. La primera vez, dice que justo cuando estaba a punto de empezar a hablar para dejar el mensaje, una especie de sonido extraño, tipo interferencia o estática, se escuchaba seguida de un sonido muy agudo, tipo como cuando te daban línea para mandar un fax. Ella lo intentó por segunda vez y lo mismo, el sonido era tan agudo que tuvo que colgar sin poder dejar el mensaje, lo cual es algo extraño. Pudiera ser que se haya equivocado de teléfono, pero cuando checamos los registros, efectivamente en mi teléfono estaban esas dos llamadas perdidas y coincidía más o menos la hora. Y no solo eso, sino que me había dejado un mensaje de voz que duraba exactamente cuatro segundos y medio. En él se podía escuchar el mismo sonido que ella dice haber escuchado, la estática seguida de un sonido muy muy agudo, como cuando mandas un fax. Otro detalle importante fue que en tres ocasiones yo tuve un sueño con una señora que me decía, dile a mi hijo que se comunique conmigo, es importante. En este sueño yo no le podía ver la cara a la señora, pero yo sabía que era la mamá de Rafael. Durante la plática con este muchacho, él me dijo un par de veces, ya me tengo que ir porque tengo que darle a mi mamá un recado importante. Y eso fue lo que realmente nos hizo despedirnos. Esto que vivimos y platicamos fueron escasamente un par de horas. Después de esto, yo me quedo muy intrigada y voy con mi hermana y le pido que cheque su teléfono porque yo le había dejado un mensaje de voz cuando vi su llamada perdida. Y ni siquiera mi hermana lo había escuchado completo. Dura casi un minuto y no encuentro la explicación. Simplemente el recado que le dejé fue escasamente cinco segundos haciéndole saber que yo estaba bien, que solamente me estaba comunicando con ella porque tenía una llamada perdida. Se logra escuchar mi voz, pero al fondo se escucha una voz de un hombre y no logro entender bien qué era lo que decía. Aparte de la estática se logra escuchar una voz, me parece que la frase decía algo así de no me puedo ir o no me quiero ir. Al escuchar esto no pude evitar sentir miedo. Me puse a pensar muy seriamente que el tiempo que yo estuve ahí, quién realmente estuvo conmigo. Claudia y Julián me vieron salir del bar sola. Sin embargo, inicialmente Claudia sirvió a Rafael. Lo de las fotografías que tomé es algo extraño. Si yo me imaginé todo, ¿quién dejó pagada la cuenta de las bebidas en el bar? Yo vi ese dinero, era efectivo y el mesero lo tenía en sus manos. No lo imaginé. No solo vi a Rafael, sino que también lo sentí. Y ahora que lo recuerdo, sí tenía sus manos frías, pero esto pasó en pleno invierno y ese día estaba haciendo mucho frío. Eso puede explicar la situación, pero lo demás no. ¿Por qué soñé a la mamá de Rafael? ¿Cuál era el significado? Yo no supe realmente qué pasó con él. Pensé un día a investigar el teléfono que él me había dado, pero no lo hice porque realmente me dio mucho miedo. No me atrevía a regresar al bar a preguntar. Para empezar, ya habían pasado como dos meses con tanta gente que va ahí, pues hubiera sido difícil para las personas recordarlo. Tal vez en mi interior algo me decía que ya me investigara más. Después de un tiempo, un día, en la bolsa de mi chamarra me encontré una tarjeta con su nombre donde decía, me hiciste sentir vivo y un corazón. En su momento sentí bonito, pero ya después cuando supe la verdad, fui a ofrecerle una misa y en la iglesia dejé esa tarjeta. Amigos, Hilda me cuenta que experimentó otras situaciones muy extrañas a raíz de que conoció a este muchacho. Ella siente que eso no era nada malo, sin embargo, no dejaba de darle miedo, pues es algo desconocido. Por azares del destino, mucho tiempo después, ella se dio cuenta que este muchacho había dejado de existir un año antes de todos estos sucesos que ella vivió. No quiso comentarme mucho detalle al respecto y yo así respeté su decisión. Recuerden amigos que yo sólo transmito las historias que me comparten, no trato de convencerlos de creer en nada. Juzguen ustedes, son los que tienen la última palabra. Espero que la historia les haya parecido interesante. No olviden seguirme en las diferentes plataformas de podcast de su preferencia. 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