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In 1966, the Jules Rimet Cup, the trophy awarded to the winner of the World Cup, was stolen in London. The trophy disappeared for eight days, causing concern for the event. A 70-year-old guard who had taken a dinner break was the only person watching over the trophy when it was taken. The police were unable to recover the trophy, but it was unexpectedly found by a dog named Picos in a garden near his owner's house. The owner brought the trophy to the police station and it was successfully recovered. El robo a la Copa del Mundo en 1966 es una historia que parece sacada de una película de misterio y aventura. La Copa Jules Rimet, el trofeo que se entrega al ganador del Mundial de Fútbol, fue robada en Londres mientras se exhibía en una iglesia de Westminster. Este suceso puso en jaque la realización del evento ya que el trofeo desapareció durante ocho días. Al parecer, la única persona que estaba cuidando el trofeo era un guardia de más de 70 años, que había tomado un descanso para cenar y durante ese tiempo la Copa fue sustraída. La policía parecía incapaz de recobrar el apreciado premio y la gente empezaba a preocuparse. Sin embargo, lo inesperado ocurrió cuando un perro llamado Picos se convirtió en el héroe inesperado de esta historia. Picos encontró el trofeo envuelto en periódicos en un jardín cerca de la casa de su dueño. El dueño, sorprendido por el hallazgo, llevó la Copa a la estación de policía y así el trofeo fue recuperado.