The speaker expresses joy in being in the presence of the audience and emphasizes the importance of being in the house of the Lord. They share a personal story about waiting for their mother and relate it to the disciples waiting for Jesus. The speaker highlights the need to trust in God's timing and not try to rush His plans. They mention the disciples' failure and doubt in the past but how they now trust in Jesus. The speaker emphasizes the importance of waiting on God and trusting His control. They mention the outpouring of the Holy Spirit in Acts 2 as a fulfillment of God's promise. The speaker encourages the audience to wait on God and have genuine love for Him, rather than seeking His blessings. They reference a scripture passage and conclude by emphasizing that God is always in control and we must wait on Him.
AmĆ©n. Siempre me gozo estar frente a ustedes nuevamente, pero el gozo mayor es saber de que cada viernes estĆ”n aquĆ nuevamente en la casa del SeƱor. ĀæTodos hablan espaƱol o alguien? Bueno, como les decĆa, me gozo de que ustedes estĆ©n aquĆ. Es el mejor lugar que puedan estar. Yo me acuerdo que hace aƱos, cuando estaba mĆ”s joven, renegaba por venir a la casa del SeƱor. Y siempre decĆa, Āæpor quĆ© tengo que ir todos los viernes? Y me di cuenta de que no hay mejor lugar que podemos estar que no sea la casa del SeƱor.
No hay nada mejor que podamos hacer que estar aquĆ. Sin quitar mĆ”s tiempo, si vamos a Hechos 1, versĆculo 4, lo tengo en espaƱol e inglĆ©s, pero lo voy a leer en inglĆ©s. Hechos 1, versĆculo 4. Gracias, EspĆritu Santo. Venimos pidiendo de que seas tĆŗ, SeƱor, en este lugar. Me quito yo, SeƱor, de aquĆ. Pido, SeƱor, de que seas tĆŗ hablando a travĆ©s de mĆ, mi Dios. Que la palabra, SeƱor, de este dĆa, los jóvenes la puedan tomar, mi Dios.
AquĆ estamos pidiendo que tu EspĆritu Santo, Padre, entre en lo mĆ”s profundo de nuestros corazones, mi Dios. AquĆ estamos anhelando, SeƱor, que tĆŗ hables a nuestras vidas. Y aquĆ estamos desesperados por lo que tĆŗ vas a decir, mi Dios. Ponemos este tiempo en tus manos, Padre, sabiendo de que tĆŗ vas a hablar en el nombre poderoso de JesĆŗs. AmĆ©n y AmĆ©n. Antes de empezar, les quiero contar una pequeƱa historia que me pasó hace un poco tiempo.
Cuando empecĆ© a trabajar, mi mamĆ” no confiaba que yo me llevara al carro de ella. Entonces, lo que ella hacĆa es que me iba a dejar y a traer. Pero surgió que esta vez no vino por mĆ. Normalmente se tarda unos 10, 15 minutos, pero esta vez no estaba llegando. Y al cruzar la calle hay un Safeway. Entonces, para darle chance que mi mamĆ” llegara, me metĆa al Safeway y estuve en el Safeway por casi una hora.
Solo caminando, chequeaba Life 360 y veĆa que aĆŗn estaba en la casa. Me salĆa, llamaba y no me respondĆa. Entraba otra vez, solo estaba... Pero le estaba dando chance a mi mamĆ”. Creo que llegó una hora y media, me salĆa afuera y le dije, le doy 10 minutos mĆ”s antes que me pida un Uber. LlamĆ©, llamĆ© y no me respondĆa. Cuando pide el Uber, entro y mi telĆ©fono empieza a sonar. Le pedĆ a Dios de que no fuera mi mamĆ”.
Agarra el telĆ©fono y veo que es el nĆŗmero de ella. Contesto y me pregunta, hijo, ĀæquĆ© pasó? ĀæTodo estĆ” bien? Y como el buen hijo que yo soy, le respondĆ, sĆ mamĆ”, todo estĆ” bien, ya voy en camino, no se preocupe. Y para que yo no me enojara con ella, colguĆ©, porque no querĆa pecar. Entonces, a lo que voy con esto es de que yo habĆa confiado en mi mamĆ” porque ella siempre venĆa por mĆ. En mi mente nunca habĆa pensado de que ella no iba a llegar.
Porque cuando yo la llamaba, siempre estaba ahĆ por mĆ. Aunque fueron unos minutos tardes, aunque a veces se olvidara, siempre estaba ahĆ. Y los quiero llevar a Hechos, lo que estĆ”bamos leyendo al principio. Y justamente en Hechos 1 habla cuando JesĆŗs resucita. Y cuando JesĆŗs se presenta delante de los discĆpulos nuevamente. Y ahĆ podemos ver que los discĆpulos empiezan a confiar nuevamente que es JesĆŗs. JesĆŗs les muestra a ellos de que de verdad es el mismo JesĆŗs que caminó con ellos antes.
Y lo que leĆamos al principio, JesĆŗs les dice, esperen en JerusalĆ©n porque Dios les mandarĆ” el EspĆritu Santo. Y lo que me llamaba la atención aquĆ es de que una y otra vez en el primer capĆtulo de Hechos, recalca JesĆŗs que esperen. Que no se muevan de JerusalĆ©n hasta que el EspĆritu Santo sea depositado en ellos. Y lo que me llama la atención de Hechos en el principio es de que en los evangelios antes, vemos como los discĆpulos ya habĆan fallado y se habĆan olvidado de JesĆŗs.
Cuando murió JesĆŗs, JesĆŗs repite cuĆ”ntas veces Ćl se va a morir ante los discĆpulos. Y ellos se olvidan de que JesĆŗs va a resucitar. JesĆŗs dice, no se preocupen, en tres dĆas yo resucitarĆ©. Y los discĆpulos en ese entonces no creyeron en JesĆŗs. Pero ahora en Hechos, ya que JesĆŗs ha comprobado quiĆ©n es, ya cuando JesĆŗs se ha presentado ante ellos, no dudan en JesĆŗs. Esta vez en vez de correr y alejarse de la presencia de Dios, escuchan lo que Dios va a decir.
Y esperan en Hechos. En el capĆtulo uno de Hechos, al tres y al cuatro, dice, El capĆtulo cinco dice, Nuevamente vemos que JesĆŗs les tiene que recordar a los discĆpulos, esperen, esperen. Ustedes no tienen que saber lo que el Padre tiene para ustedes. Los discĆpulos empezaron a preguntar quĆ© iba a pasar con el pueblo de Israel. Pero JesĆŗs les dice, ese es entre el Padre, el Padre sabe eso. Nuevamente JesĆŗs tenĆa que preparar a los discĆpulos.
Porque iba a llegar el tiempo en que JesĆŗs ya no iba a estar con ellos. Que iba a subir al cielo. Y yo creo que los discĆpulos no pensaron que JesĆŗs se iba a ir. En el sentido de que cada uno tenemos padres. Y cada uno sabemos que un dĆa ellos ya no van a estar con nosotros. Pero no nos preparamos para ese dĆa. Sabemos de que ese dĆa vendrĆ”. Pero no nos hemos preparado para el momento que tengamos que vivir sin ellos.
Yo creo que los discĆpulos tambiĆ©n habĆan entendido que JesĆŗs se tenĆa que ir. Y por eso JesĆŗs recalcaba nuevamente. Les decĆa que esperaran en JerusalĆ©n. En el tiempo de Dios. Porque la primera vez cuando JesĆŗs murió, no esperaron el tiempo del SeƱor. Olvidaron el camino del SeƱor. Se alejaron de la presencia del SeƱor. Y es aquĆ donde JesĆŗs nuevamente les tiene que decir, esperen en mĆ. No se apresuren. No hagan nada que yo no les diga que hacer.
Porque nada le costarĆa al SeƱor que en ese momento derramara el EspĆritu Santo. Era un acto de fe que el SeƱor estaba haciendo con los discĆpulos. Ćl querĆa ver si de verdad iban a esperar esta vez en Ćl, en JerusalĆ©n. Porque antes ellos, cuando murió JesĆŗs, lo abandonaron. Entonces, para comenzar sus ministerios, para que cuando ellos tenĆan que caminar sin JesĆŗs, Dios los iba a mandar a esperar. No a esperar a su tiempo, pero a esperar en el tiempo del SeƱor.
Y en Hechos capĆtulo 2 es donde es el derramamiento del EspĆritu Santo. Donde la promesa del SeƱor se cumple. Donde vemos de que el PentecostĆ©s pasa. Y los discĆpulos solo esperaron 10 dĆas. Pero muchas veces nosotros hemos esperado aƱos. Hemos esperado bastante tiempo y muchas de nuestras oraciones no han sido contestadas. Y Dios tiene el control de todo. Dios estĆ” en control y es el tiempo de Ćl. No es nuestro tiempo. Entonces, en Hechos 2 es el derramamiento del EspĆritu Santo.
AquĆ se ve cumplir la promesa de Dios. La espera que hicieron en JesĆŗs, en que confiaron en el tiempo de Dios, se cumplió. Yo sĆ© que Dios ha prometido muchas cosas para nosotros. Muchas veces intentamos ser el papel de Dios. Intentamos mover la mano de Dios a la manera que nosotros queremos. Y solamente atrasamos el plan del SeƱor. Los discĆpulos en ese instante, JesĆŗs los estaba preparando para el momento de su ministerio. Esperando que es Dios quien estĆ” en control.
Como dije antes, hubiera sido fĆ”cil para Dios solo liberar al EspĆritu Santo donde estaban. Pero Dios estaba testigando a sus discĆpulos. Y vemos a lo largo del Evangelio que Dios, JesĆŗs mismo siempre estĆ” testigando a sus discĆpulos. Creando su fe y todo lo que hacen. Hasta el punto en que JesĆŗs ya no estĆ” con ellos. Pueden hacer las cosas que Dios hizo con ellos mientras estaba aquĆ. Del caminar que tuvo esos tres aƱos con ellos. Y muchas veces nosotros intentamos hacer las cosas a nuestras propias maneras.
Intentamos apresurar el camino del SeƱor. Intentamos apresurar lo que Dios tiene para nosotros. Pero muchas veces lo Ćŗnico que hacemos es atrasar lo que Dios tiene para nosotros. Ya no estamos esperando en JerusalĆ©n. Ya no estamos esperando el EspĆritu Santo allĆ”. Sino ahora lo estamos esperando donde nosotros tenemos esa intimidad. Donde nosotros nos presentamos ante el SeƱor. AhĆ es donde nosotros podemos esperar en Ćl. Como decĆa antes, es muy difĆcil orar y presentarse ante el SeƱor.
Cuando las cosas de a tu alrededor no sucede nada. Cuando oras y oras y las cosas que pedes no te van. Muchas veces la oración se va a sentir como si estuvieras hablando contra una pared. Pero es ahĆ donde esperamos en el SeƱor. La semana pasada Isaac hablaba del lugar de mi descanso. Nuestro lugar de descanso. No solo debemos descansar en Dios. Pero debemos confiar que es Ćl en control. Confiar que es el tiempo del SeƱor.
Puedo imaginar que si les dijera ahora mismo. Si esperaban dos aƱos y regresaran dos aƱos de ahora. Y les dirĆa que tendrĆan un millón de dólares. Todo lo que tienen que hacer es esperar dos aƱos. Muchos de ustedes solo esperarĆan por el dinero. Y no serĆa porque tuvieran una relación genuina conmigo. Era, quiero el dinero. Ya no es ese amor genuino por el SeƱor. Ya no es porque queremos servirle al Padre o estar en su presencia.
Si no es porque queremos obtener lo que Dios nos puede dar. Buscamos las bendiciones de Dios. Y por ende Dios no nos da las bendiciones. Porque Ćl sabe de que al darnos muchas cosas que nosotros pidamos a Ćl. Nos alejaremos de la presencia de Dios. Tenemos que esperar en la presencia de Dios. Y confiar en lo que Dios va a hacer en nuestras vidas. Quiero que vayamos a Escrecia 3. 3 al 11 y el 15. Y dice.
Quiero que vayamos a Escrecia 3. 3 al 11 y el 15. Y dice. Quiero que vayamos a Escrecia 3. 3 al 11 y el 15. Y dice. Quiero que vayamos a Escrecia 3. 3 al 11 y el 15. Y dice. Quiero que vayamos a Escrecia 3. 3 al 11 y el 15. Y dice. Dios estĆ” en control de todo. Dios siempre estarĆ” en control. Muchas veces se sentirĆ” que Dios no estĆ” en control. Pero solo tenemos que esperar.
Lo que JesĆŗs le dijo a los discĆpulos no era nada afuera de este mundo. Lo Ćŗnico que tenĆan que hacer para obtener la promesa de Dios. El EspĆritu Santo era esperar en el SeƱor. Esperar en JerusalĆ©n. La Ćŗnica cosa que los discĆpulos tenĆan que hacer para obtener la promesa de Dios. Era esperar. Esperar en JerusalĆ©n. Puedo imaginar que la duda probablemente entró en sus mentes. Puedo imaginar que empezaron a mirar alrededor y decir. ĀæEstamos haciendo la cosa correcta? ĀæEstamos seguros de que el regalo de Dios, la promesa que Dios nos hizo, va a suceder? Dios nos llevarĆ” al extremo.
Dios nos mostrarĆ” que debemos esperar en Ćl. Porque muchas veces lo que hacemos es que buscamos a Dios porque queremos cosas. Esa relación de que busco a Dios porque quiero algo de Ćl. No es una relación genuina. JesĆŗs no estĆ” mĆ”s con nosotros. Pero Ćl pagó el precio. Para que podamos presentarnos ante Dios ahora. JesĆŗs ya no estĆ” con nosotros aquĆ. Pero pagó el precio en esa cruz. Y ahora cada uno de nosotros nos podemos conectar con el Padre.
Cada uno de nosotros tenemos esa oportunidad de esperar en el tiempo del SeƱor. Si solamente lo buscĆ”ramos. Lo que Dios quiere es la fe de nosotros. Que dependamos de Ćl. Que nos encontremos siempre corriendo a la presencia del SeƱor. Que siempre corriendo a la presencia de Dios. Que de vez en cuando. Incluso si la oración parece peligrosa. Incluso si a veces no quieres estar ahĆ en Su presencia. Es en esos momentos cuando esperas en Dios. Y Ćl ve tu corazón.
Es cuando Ćl es capaz de darte mĆ”s. Como dije, sĆ© que muchos de nosotros han sido hablados por personas usadas por Dios. Y Ćl nos ha hecho promesas. Ćl ha dicho que va a usarnos. Va a elevarnos. Pero Dios nos dice que esperemos en Ćl. Esperemos en esa JerusalĆ©n. Que es Su presencia. Las promesas que yo les pueda hacer a ustedes es una promesa que no se puede cumplir. Pero las promesas del SeƱor. Lo que Dios ha dicho que va a hacer en sus vidas.
Es algo que va a pasar. Solo es a su debido tiempo. Eso es lo que yo creo que es lo mĆ”s duro. Saber que hay una promesa. Saber que Dios nos ha dicho que nos va a usar. Pero tener que esperar en Ćl. Tener que decir un dĆa mĆ”s. Te buscarĆ© aunque no vea lo que he pedido. Te buscarĆ©. EstarĆ© en tu presencia aunque las cosas no vayan como yo quiera. Es entonces cuando puedes decir, tengo mi fe en Dios.
Cuando esperamos en el SeƱor. Cuando entregamos todo a Ćl. Aunque las cosas no vayan como nosotros queramos. Es ahĆ donde nosotros nos podemos llamar cristianos. Y en JerusalĆ©n es donde Dios nos quiere. No mĆ”s la ciudad. Pero su presencia. Estar allĆ dĆa tras dĆa. Que no deberĆa importar si nuestras oraciones son respuestas. No deberĆa importar si nuestras oraciones son contestadas por Ćl. La bĆŗsqueda y la relación que tengamos con Ćl no debe depender en lo que Dios puede hacer por nosotros.
Porque yo les voy a decir que muchas de mis oraciones no han sido contestadas. O muchas de mis oraciones no han sido las respuestas que yo he querido. Pero yo sĆ© que ha sido lo que Dios ha querido para mĆ. Yo sĆ© que ha sido el tiempo del SeƱor. Y aprender a esperar en el SeƱor es algo bien difĆcil. Sucede que muchas veces nuestras oraciones parecen ser algo que buscamos de Dios. Pero no es realmente porque queremos una relación con Ćl.
Pero muchas veces esas cosas son en vanas. Pedimos cosas que al SeƱor no le importa. Y es ahĆ donde nos frustramos porque sentimos que nuestras oraciones no son contestadas. Pero las oraciones sĆ son escuchadas. Sentimos que nuestras oraciones no son escuchadas. Sentimos que nuestras oraciones no son respuestas. Pero las son. Es sólo que no fue lo que Dios nos querĆa. Y es ahĆ donde tenemos que aprender a obedecer la voz de Dios. Saber que Ćl estĆ” en control.
Como JesĆŗs le dijo a los discĆpulos, a ustedes no les tiene que importar lo que pasarĆ” con el reino de Israel. Eso, el SeƱor tiene control sobre eso. No se preocupen de eso. Los discĆpulos se preocuparon de la nube del reino de Israel de nuevo. Cuando serĆan empoderados de nuevo. Pero JesĆŗs les dijo, no se preocupen de la petición del Padre. Ćl tomarĆ” control de eso. Y muchas veces eso es lo que nosotros hacemos en nuestras vidas.
Intentamos jugar el papel del SeƱor. Intentamos ser ese SeƱor. Intentamos ser Dios en nuestras vidas. JesĆŗs conversó con sus discĆpulos y les mostró el camino al Padre. Y ahora, a causa de ese sacrificio que JesĆŗs hizo en la cruz, podemos ir al Padre cuando queramos. Podemos estar en su presencia cuando queramos. Pero muchas veces no tomamos advantaje de eso. Tenemos la oportunidad de presentarnos ante el SeƱor cuando nosotros queramos. Tenemos la oportunidad de hablar con el SeƱor.
Pero muchas veces no tomamos en cuenta eso. No vamos al SeƱor. No buscamos al SeƱor. Decimos que buscamos al SeƱor, pero nuestras oraciones son vacĆas. Decimos que porque venimos a este lugar viernes tras viernes, estamos haciendo la voluntad del Padre, pero muchas veces nos encontramos lejos de la presencia del SeƱor. Como Isaac decĆa la semana pasada, entrar a ese lugar de reposo, entrar a ese lugar donde las preocupaciones se van, y cuando entramos a ese lugar, nosotros aprendemos a depender en el SeƱor.
Muchas veces se mira como que si todo estÔ perdido, pero al final las piezas siempre caen en el lugar, y el que estÔ sentado en el trono al final de todo es Jesús. Al final Dios sigue siendo Dios. Por Jesús, por ese sacrificio en esa cruz, ahora nosotros tenemos esa oportunidad de presentarnos ante el Señor. Por el sacrificio de Jesús, tenemos la oportunidad de entrar en la presencia del Señor. Solamente por Jesús. Jesús fue el que pagó todo por nosotros, y ahora tenemos esa comunicación con el Padre.
Esa conexión, esa relación con el Padre que una vez estuvimos en el JardĆn de NerĆ©n, ahora lo podemos obtener nuevamente. Ahora Dios nos dice que tenemos que esperar en Ćl, esperar en el tiempo del SeƱor. No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos. No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos. No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos.
No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos. No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos. No intentar apresurar lo que Dios tiene para nosotros, pero quedĆ”ndonos quietos hasta que Dios nos diga que nos movamos. La Ćŗnica forma que nosotros podemos poder vivir bajo el tiempo del SeƱor, guiados por Ćl, es pasar tiempo en Su presencia.
Tener esa relación con Ćl. ĀæCómo vamos a poder obedecer a alguien que no conocemos? ĀæCómo vamos a poder seguir las reglas de alguien que no conocemos? ĀæCómo vamos a poder obedecer a alguien que no conocemos? ĀæCómo vamos a poder seguir las reglas de alguien que no conocemos? ĀæCómo vamos a poder seguir las reglas de alguien que no conocemos? Y Dios, JesĆŗs, la Ćŗnica cosa que Ćl quiere de nosotros es nuestros corazones. Y Dios, JesĆŗs, la Ćŗnica cosa que Ćl quiere de nosotros es nuestros corazones.
Ćl quiere que nos hagamos bien en la vida. En la Iglesia dice que es bueno para nosotros beber y tener comida. Dios lo hizo para nosotros. Pero necesitamos aprender a confiar en Dios. Tenemos que aprender a confiar en el SeƱor. Tenemos que aprender a estar en la presencia del SeƱor. Tenemos que aprender a confiar en el SeƱor. Y solamente podemos hacer eso con una bĆŗsqueda. Y solamente podemos hacer eso con una bĆŗsqueda. Si tenemos una verdadera relación con Ćl.
Y esta noche es la noche en la que puedes decirle a Dios, Hoy es la noche en la que podamos decirle al SeƱor, Quiero que seas TĆŗ tomando control de mi vida. Te lo entrego todo a Ti. Quiero que seas TĆŗ guiando mis pasos. Esperando Tu tiempo. Estoy cansado de una vida lejos de Ti. Una vida que hemos creĆdo que es guiada por el SeƱor. Pero muchas veces nos encontramos lejos de la presencia del SeƱor. Una vida lejos de Dios solo le llevarĆ” a un desastre.
Y Dios nos dice que esperamos en Ćl. Y tenemos que esperar en Ćl. Tenemos que abrir nuestros corazones a Ćl. Podamos entregar nuestras vidas ante el SeƱor pidiendo que sea Ćl.