Ep. 1 "La culpa maldita"

This is the first episode of our program "La Mano de la Tierra". The speaker reflects on her mother's role in the family and how it affected the dynamics. She discusses societal expectations of husbands and wives, and how she unintentionally took on a maternal role in her marriage. She talks about the guilt that children often feel when their parents' relationship fails and emphasizes the importance of recognizing one's position and responsibilities within a family. The speaker then refers to the story of Adam and Eve, highlighting the significance of the creation of woman as a suitable helper for man. She concludes by discussing the temptation of Eve by the serpent and how it challenged the established order. Este es el primer episodio de nuestro programa de La Mano de la Tierra. Bueno, como ya sé que les gusta el chisme, a algunas nos gusta el chisme. Quiero comenzar con un chismecito así, íntimo. Este, hace tiempo estaba pensando, pues, porque mi mamá se fue, ¿no? Se fue antes de tiempo, creo yo que fue antes de tiempo. Entonces, este, miré que mi mamá hizo un papel en la casa que a veces, o que muchas veces no le correspondía, ¿no? Yo me lo imagino como, ya ves, como los pilares, ¿no? Los pilares de la casa que tienes cuatro, ¿no? Entonces, a veces, la mamá pues tiene su pilar, tiene su pilar y ella carga una esquina de la casa, ¿no? Y la otra la carga el papá, o a lo mejor vamos a suponer que el papá carga dos esquinas y la mamá dos esquinas, ¿no? Entonces, este, yo miré que mi mamá en la casa cargó tres esquinas y a veces hasta las cuatro esquinas. Ahora que estamos ya grandes y que mi mamá fallece y que empezamos a ver como un montón de consecuencias, me doy cuenta que sí efectivamente sirvió mucho o poco que haya hecho eso, pero al final, ¿sabes? Todo, todo colapsó. ¿Por qué? Porque pues quien debió de cargar ciertos pilares, pues no estaba. Sí, fíjate que a mí me gustaría agregar algo que platicaba recientemente con una persona y creo que es algo bien importante cuando estás dentro de tu matrimonio, dejar bien en claro eso porque entramos al matrimonio y normalmente la cultura que nosotros tenemos es que nos enseñan, a los hombres les enseñan a ser padres de la esposa y a las mujeres nos enseñan a ser madre del esposo. Entonces cuando uno entra en matrimonio empieza así, llegan los hijos y ¿te acuerdas que te comentaba en algún momento? Llegan los hijos y tú te vas bien reci y tratas al marido como un hijo más y él dice, ¿por si? O sea, y llega a la mesa y se sientan y es muy icónico yo creo que de nuestra cultura, por lo menos de los mexicanos, en donde hay una buena ama de casa, donde una súper mamá, o sea, donde dicen, no, la mamá hace lo que tiene que hacer. Y que la gente dice, ¿no? Ay, no, ella es wow, tu mamá, no hombre, una súper mamá. O sea, te clasifican como una muy buena esposa o mamá cuando están todos los hijos en la mesa, el esposo y de repente la visita. De hecho, hace poco nos pasó y tú me dijiste, ay, la vez me tomó a una ama de casa. O sea, ajá, porque tenemos que estar metido en la cultura, a pesar de lo que platicamos, nosotras se vamos metido en la cultura que eso es una ama de casa. Y yo en el momento no, ahorita me estoy acordando que lo dijiste así como, o sea, tú, tú que, bueno, nosotras que hablamos de esto, pero nuestra cultura ya está y el cuadro es el siguiente, estaba el esposo, la hija, y las visitas, y yo estaba en la cocina, haciendo las quesadillas y tratando a todos como si fueran mis hijos. De hecho, me posicioné tanto en esta maternidad que mi esposo dijo, este, ay, yo quiero un burrito de chicharrón, ¿me lo puede comer así sin que esté bien cocido? No, no, no, no, y le serví un plato de verduras como a todos, tienes que comer como todos. Ah, como todos los hijos. Fíjate, todos, o sea, a todos los posiciones, ustedes bien a gusto, bien bonito, nos sentían, se sentían muy atendidos, pero yo en ese momento estaba, o sea, tanto yo como mi esposa, él se puso en un nivel de hijo, de, de, o sea, de sentarse, y yo también lo posicioné y lo bajé de nivel a un nivel de, no puedes tomar tus decisiones, o sea, mi cocina, mis reglas, hasta hay un cuadrito que dice ahí. Bien cultural. Ajá, porque es parte de nuestra cultura, entonces, yo creo que con eso ya lo digo todo, o sea, uno se va de largo y empieza a, en el matrimonio, a tratar así como, entonces me gustaría que veamos la importancia de reconocer que cuando estamos en un matrimonio, en una familia, debemos posicionarnos donde debemos estar y reconocer cuál es la posición y el rol que cada uno debe, debe manejar, más allá de estereotipos y creencias y todo, o sea, sin una actitud así. Hoy queremos hablar precisamente de eso, quiero que cargamos en eso de, pues, ay, pues, y si fracasó el matrimonio, o sea, tengo, quiero enfatizar en la culpa, pues, en la culpa de, porque no solo, voy a hablar ahora como hija, no solo las mamás toman un lugar, también los hijos toman un lugar, y un lugar que no le corresponde a los hijos, pero por las necesidades que hay en casa se empiezan a tomar, entonces, yo, uno de los, ahí para anunciar el programa, yo decía, bueno, sí, tú te esforzaste mucho en hacer esos roles culturales, pero al final de todo se vino abajo y yo cargo con la culpa, porque al final el matrimonio se dividió, al final yo me salí de la casa como hijo, al final me rebelé, al final mi papá nos abandonó, al final mi mamá se fue con otro, al final, sabes, al final, y yo hice un trabajo y siento que no sirvió de nada, y traigo culpa, porque a veces muchos hijos dicen, bueno, es que a lo mejor fue por mi culpa que mi papá y mi mamá se divorciaron, y esa culpa la traen desde chiquitos, ¿no?, o a lo mejor fue, escuché un comentario, escuché un comentario de una esposa de un pastor que dijo, no, se estaba quejando, pues, de que cuando fallece mi papá, que decía, que se casó bien pronto, ¿no?, entonces decía, es que eso nos pasa, por nosotras tenemos la culpa, decía la hermana, porque a él nos hacemos inservibles, nos hacemos inservibles y pues tiene que buscar rápido otras cosas, quien le haga de comer, quien le debe de comer, quien le sirva, quien le cumpla, quien todo, ¿no?, entonces, porque precisamente tomamos eso que tú acabas de decir, y si, este, vamos a hablar, esto es solo una introducción, agarre su cafecito, póngase en su sillón favorito, porque este chismecito está bueno, este, eso, eso, eso queremos hablar, ese es el punto, la culpa y la línea en que tenemos, en la que Dios designó que estemos, ¿no?, la responsabilidad es de cada quien. Quiero comenzar con, dando lectura o lo que me acuerde, de Génesis capítulo 2, dice que en medio del huerto puso el árbol Dios de la vida y del conocimiento del bien y del mal, o sea, empezamos la historia, empezamos esta historia, y Adán era el único, era el único, ni animales, no, no había nada, porque eran Dios y Adán, sí, entonces dice, el Señor le advirtió, puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque si comes de ese fruto, sin duda, morirás. Bueno, punto número uno, se le advirtió a él, a él se le dijo tanto y taña de lo que debía y no debía hacer, siguiente, ay, es que hay tantos temas, en el versículo 18 del capítulo dice, no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea, y se me vino algo bien impactante, yo creo que ya lo habíamos escuchado, pero para mí resaltó, dice la Biblia que cuando le dijo, le haré una ayuda idónea, dice que hizo todos los animales de la tierra y del cielo, los animales salvajes y los animales del cielo, dice, pero entre todos ellos no se encontró ayuda idónea, entonces, muchas veces, en esta cultura en la que estamos, solo quiero sacar un paréntesis, queremos tratar a la mujer como burro de carga, hay canciones, ¿no? Como la gaviota, como la ave mensajera, como el caballo de transporte o el camello de transporte, como la vaca que da leche, o sea, queremos tratar a la mujer como el rol que desempeñan ciertos animales en la tierra que Dios creó, en los cuales la Biblia dice claramente que no se encontró ayuda idónea o ideal para él, ¿no? Ahí, si la quieren tratar como burro de carga, póngase trucha, o si nos ponemos, ¿no? Yo le digo a la Esmer, yo no vuelvo a cargar un garrafón de agua, y luego ella, dice, Dios hizo entonces que el hombre cayera en profundo sueño, y ahí quiero que nos expliques eso ahorita, y dice que le abrió su piel, le sacó una de sus costillas, cerró la abertura y de la costilla hizo a la mujer, y se la presentó al hombre y el hombre le puso Eva, Eva significa madre de todos los vivos o vida, y entonces tú una vez me mencionaste de eso. El hombre está hecho de tierra, de algo muerto, ¿no? O sea, bueno químicamente, es el mentado chón, que es carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, entonces todos esos componentes químicos de la materia están en todo, y efectivamente tenemos minerales, necesitamos magnesio, en los huesos hay calcio, magnesio, por eso la alimentación es bien importante que tengamos verduras y todo, porque todo lo que se obtiene de la tierra son cosas que nosotros necesitamos, entonces efectivamente todos nosotros nuestra composición química, si nos ponemos a ver estamos compuestos de cosas que están en la tierra, o sea de minerales de la tierra. Pero fue hecho del polvo, tú me decías anteriormente que el polvo es como una materia muerta y la costilla es un órgano vivo. Ajá, sí. De hecho fíjate que hay otra cosa con los huesos, que en el hueso hay algo que está en el centro, que es la médula ósea, y ahí es donde se generan células nuevas, de sangre, entonces yo me di cuenta, todos esos paréntesis contextos, que la mujer por eso es la única que da vida, o sea que produce, eso deberemos de investigarlo más, porque ya no está bien interesante, a mí me resaltó. Entonces, seguimos con la historia, dice que el hombre al fin exclamó y dijo, este es hueso de mis huesos y carne de mi carne, cierto día la serpiente le preguntó a la mujer, ¿de verdad Dios les dijo que no deben comer de ningún fruto de los árboles del huerto? Miro que la serpiente le hace una pregunta en la que cuestiona la ley establecida, lo que Dios estableció en el orden que lo creó, entonces la hizo, le entró así, yo creo que fue un dardito que le entró, y le dijo la mujer, yo pienso que al principio se quedó así como, no, no, no, dijo que de todos podemos comer menos de uno, ósea por ejemplo, ya me recuerdo ahorita con la dieta, que normalmente llegas y le dices a un paciente, mire señor, no coma grasas y harinas, no doctor, pues que voy a comer, ósea que no puedo comer nada, o llegas y le cuentas a alguien, pues nada más no puedo comer esto y esto, pues no puedes comer nada, es una constante, te entra eso de lo prohibido, es difícil, ya no puedes hacer nada, de ninguna, mejor no comas, y te entra un pensamiento, como a mí la ansiedad, no voy a poder comer nada nunca, y no, pero supo hacerla, porque le abrió eso de lo prohibido, eso de, en serio, no, porque hasta ahorita Eva no había comido del fruto, entonces ella tenía todavía una mente clara, y de pura bondad, y ahí pudo responder, ósea de hecho aquí me gusta, porque ahí podemos meter la analogía que te decía, que hasta entonces nosotros podríamos visualizar a Eva y a Dan como niños, ósea que no hay malicia, no hay maldad, entonces por eso dice la palabra de Dios, que nosotros tenemos que ser como niños otra vez para entrar al reino de los cielos, porque, porque cuando tú, cuando llega el enemigo y te avienta ese dardo, tú contestas como niño sin malicia, y le dices no, ósea Dios no es malo, ósea, si me dio para comer, sólo me dijo esto no, porque la serpiente le dijo, ay que malo Dios, y como ella no sabía entre el bien y el mal, pues dijo no, si me dio para comer sólo ese árbol, ósea como, tengo todos para comer, cómo me vienes a decir que, que no puedo, si tengo todos excepto uno, es cuando le dicen, sólo nos prohibió de uno, nos dijo que no debíamos de comerlo, ni siquiera tocarlo, y si lo hacemos moriremos, entonces escuché de, de un pastor que dijo, la orden, o el, este, este mandamiento, se lo pasó Adán a Eva, no fue de Dios directamente a Eva, fue de Adán hacia, de Dios perdón, hacia Adán, y Adán a Eva, entonces hay una línea ya de autoridad ahí, de obediencia, en la que definitivamente, el sacerdote de la casa, y el que cuida, el orden en casa, es, es el hombre, el que, o sea la mujer le, bueno seguimos, pero la mujer le puede decir, y si hacemos esto, y el hombre dice no, el hombre tiene que tomar esa posición, en la que él tiene que decir, no, la palabra de Dios dice esto, pero que ha pasado, que los hombres se han quitado de ese lugar, porque están bien metidos en el, pues yo creo en el ego, el ego de los trabajos, de ser reconocidos, de ganar más dinero, de traer acá una paca de dinero, de andar con la familia, de que se suban de puestos, sabes entonces, descuidan la palabra de Dios, para instruir a la familia, y decirle no, a lo que vienen, llegan los hijos y papá me deja, no, la esposa, y es que ahí es donde, en los últimos tiempos, de lo que cambiamos, de que cambiamos, propósito por, por placer, entonces en ese punto, precisamente con los hombres, hay muchos dichos en el mundo, se adapta la gente a ellos, o sea y en uno que yo te voy a decir, que los hombres se han adaptado a uno, que es sin dinero no hay poder, o sea que, tú y a mí me lo han querido aplicar, ¿verdad? O sea, como yo soy el del dinero, yo digo si vas o no vas, y o sea, y como yo, cuando tú no traes dinero, tú no decides, entonces yo me recuerdo mucho, que mi mamá nos decía, no, no, no, tú estudias, y no, tú vas, y nos, o sea, como diciéndonos, tú tienes que traer dinero, estudien, estudien, para que cuando se queden en la casa, hacer sus cosas, no les vengan y les digan, que no, y si yo te mantengo es lo que yo quiero, y que te quedes de su misa, no, no, no, dinerito yo me puedo conseguir, si tú quieres que me salga de la casa, a conseguir dinero, yo me salgo, yo lo, así, o sea, sabes, porque yo entro dentro de este conflicto mundano, porque ellos enviaron un poder, de renal, por un poder divino, que ya se les había dado, ¿por qué? porque al principio, Dios le dio al hombre, que señoreara, sobre las bestias, sobre todo lo que Dios había creado, incluso, sobre la mujer, pero, en base a lo que Dios le decía, en base a la ley de Dios, en base a lo establecido por Dios, entonces, ahora lo que hace el hombre, es que está cambiando, es ese poder divino, que lo adquiere, sometido, tú a Dios, como hombre, y en ese sometimiento, del hombre hacia Dios, en ese mismo sometimiento, está la mujer, hacia él, entonces, por eso, ahora la mujer le cuesta tanto, someterse al hombre, porque el hombre, quiere someter a la mujer, en base a dinero, aunque yo te mantengo, aunque yo te doy el dinero a ti, te minimiza, te crucifica, te hace sentir, en un estado de prostitución, o sea, de compra, de esclava, o sea, como antes, o sea, de que, porque si traemos esa mente, o sea, esa información en la que, la esclavitud siempre ha sido, personas por monedas, o sea, entonces, que te metan ahí, es como, y entonces, es ahí cuando, cuando el hombre, falla, y es que mira, te voy a decir, hay una mentira, que aquí, aquí es, bien importante, porque, desgraciadamente, mira, el hombre, anda en busca de, de ser él, el mayor, el manda más, el que, y avanza, y avanza, y avanza, y avanza, y avanza, y 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