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Predicación del domingo 4 de febrero 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
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Predicación del domingo 4 de febrero 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
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Predicación del domingo 4 de febrero 2023 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
We are a church that trusts, walks, and communicates with Christ. Join us every Sunday. Today's sermon focuses on the importance of love for God. The passage from Mark 12:28-34 emphasizes loving the Lord with all your heart, soul, mind, and strength. This love is the foundation of true obedience to God's commandments. Our spiritual journey begins and ends with love for God. Everything else flows from this love. It is the mark of a true believer. Somos una iglesia que confía, camina y comunica a Cristo. Acompáñanos domingo a domingo. Te esperamos. Anótalo de una vez próximo domingo a las nueve y media. El día de hoy vamos a tener una predicación también con un elemento importante acerca de la iglesia, acerca de lo que Dios espera de la iglesia en este año y en toda nuestra vida. Así como hace ocho días veíamos el importancia de estar equipados por la palabra de Dios y que la palabra de Dios sea nuestra autoridad suprema, es por eso que también estamos en esta dinámica de los grupos de Caminando con Jesús, el respaldar y tener argumentos aún para sustentar aún más nuestra fe, y la importancia y la veracidad de la Biblia. El día de hoy vamos a ver un elemento también esencial a lo largo de la palabra de Dios y es mi anhelo que como pastor podamos crecer en esto, que al final del día es lo más importante para Dios. ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo más importante para Dios? Dime así en resumidas cuentas qué es lo más importante para Dios. Bueno, vamos a leer el pasaje del día de hoy que está en Marcos capítulo 12, versículo 28 al 34. Marcos capítulo 12, versículo 28 al 34. Te voy a pedir que te pongas de pie por favor para leerlo. Va a ir apareciendo ahí en pantalla, acuérdate que estoy utilizando la nueva Biblia de las Américas. Yo leo versículo 28, tú el versículo 29, y así alternamos hasta terminar juntos leyendo el versículo 34. Dice Marcos capítulo 12, versículo 28. Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir y reconociendo que Jesús les había contestado bien, le preguntó ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos? ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos? Y amaraza al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con toda tu fuerza. Y amaraza al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con toda tu fuerza. Y el escriba le dijo, muy bien maestro, con verdad has dicho que Él es uno y no hay otro además de Él. Y el escriba le dijo, muy bien maestro, con verdad has dicho que Él es uno y no hay otro además de Él. Y amaraza al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu mente y con toda tu alma y con toda tu fuerza. Juntos, viendo Jesús que Él había respondido sabiamente, le dijo, no estás lejos del reino de Dios y después de eso nadie se aventuraba a hacer más preguntas. Padre, bueno, muchísimas gracias por el privilegio que nos das de estar aquí, Señor, reunidos como hermanos en tu iglesia, adorándote, conociéndote y descansando en que tu palabra es viva, es eficaz, Señor, y que es verdad. Padre, ayúdanos como iglesia, como hijos tuyos a entender la importancia de lo que implica el amor para ti, Señor, pero aún más entender el amor que motiva este amor hacia ti y hacia nuestro prójimo, Señor. Padre, te ruego que abra nuestros ojos, que nos permitas entender las maravillas que hay en tu palabra y que eso afecte la manera como nos relacionamos contigo, pero también la manera como nos relacionamos como hermanos, Señor. Al final, en tu palabra mencionabas esto, que es una marca distintiva de ser discípulos tuyos, el amarnos unos a otros, Señor. Así que te ruego que nos hables conforme a tu palabra porque te necesitamos, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. ¿Podemos tomar nuestro asiento, hermanos? Loraba, ahorita, al final, creo que pudiste leer ahí a grandes rasgos, habla del tema del amor y como iglesia, como pastor, es un anhelo y quiero que Dios aumente esto en nosotros, esta marca distintiva, pero necesitamos entender que el amor entre nosotros comienza con un amor vertical, en un amor hacia Dios. El mapa del sermón lo dividí en tres elementos muy puntuales. El primer elemento es el amor vertical, el segundo elemento es amor horizontal y el tercero nos habla de este diagnóstico final, pero también del amor que realmente nos mueve a amar. Entonces, vamos a empezar de lleno con el primer elemento de esta predicación. Aparece ahí en el versículo 28, pero quiero darte rápidamente un contexto acerca de lo que estamos estudiando el día de hoy porque este pasaje fue escrito en medio de todo el Evangelio y es importante saber. En este momento que sucede esta escena, nos encontramos en la última semana del ministerio terrenal de Jesús, literalmente tres días antes de que Jesús sea crucificado, y en ese momento Jesús está siendo confrontado una y otra vez por los líderes religiosos de la nación, pero una y otra vez que intentaban como hacerlo caer en trampas, Jesús siempre respondía de manera correcta. Estos líderes venían con malas intenciones, venían con este tipo de preguntas que solamente estaban buscando un error, no venían con una actitud genuina de realmente conocer a Jesús, pero este hombre que se acerca, este escriba, tiene un interés genuino por las enseñanzas de Jesús. Mira lo que dice nuevamente el versículo 28. Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que Jesús les había contestado bien, le preguntó, ¿Cuál es el mandamiento más importante de todos? Ahora, cuando habla ahí de que él vio que Jesús respondió bien, habla de que esta persona vio que Jesús respondió con brillantez, con amabilidad, pero con sabiduría. Reconoció que Jesús estaba respondiendo de una manera especial. Ahora eso lo motiva a hacer una pregunta crucial. Le dice, ¿Cuál es el mandamiento más importante de todos? Ahora, este individuo que se acerca era un escriba. Un escriba en ese momento era el teólogo de la época. Conocían la ley de memoria, muchos dicen que se memorizaban el Pentateuco, entonces ellos conocían minuciosamente la ley, ellos vivían afanados en intentar cumplir la ley a la perfección, de tal manera que ellos habían subdividido cada mandamiento en otro conjunto de mandamientos, como con cláusulas, en cada uno de los diez mandamientos ellos habían metido un montón de cláusulas, al grado de llegar a aproximadamente 600 mandamientos. Ahora, imagínate, encima de todo eso, ellos también tenían como cierto rango para los mandamientos. Ahora es importante notar, mis hermanos, que también Jesús veía algunos mandamientos más prioritarios que otros. Miren Mateo 23, 23, Jesús acusa a los fariseos de haber descuidado los mandamientos más importantes. Les dice, versículo 23 de Mateo 23, Hay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, de la ni y del camino, ya han descuidado los preceptos más importantes de la ley, la justicia, la misericordia y la fidelidad. Estas son las cosas que debían haber hecho, está hablando ahí también de la parte del diezmo, sin descuidar aquella. En otras palabras, debemos obedecer todos los mandamientos de Dios, a unos más pequeños, como dice Jesús, pero evidentemente algunos son más prioritarios que otros. Y una escriba tenía en consideración eso. De manera que lo que le escriba viene y le pregunta a Jesús, le dice Jesús, ¿Cuál es el mandamiento supremo? ¿Cuál es el mandamiento fundamental? Y a lo mejor te ves así y dices, bueno, ¿qué necesito hacer yo para realmente acercarme a Dios? Para tener una relación con Él. ¿Cuál es lo fundamental? Dímelo de una manera concreta, no me des tanto choro, tantas cuentas. ¿Cómo puedo yo obedecer realmente a Dios? Es una pregunta crucial. Se está acercando de una manera genuina, queriendo agradar a Dios. Y le dice, ¿cuál es ese mandamiento que esté en el tope de las prioridades? Y mira lo que responde Jesús. Versículo veintinueve. Jesús respondió, el más importante es, escucha Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es, llamarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con toda tu fuerza. El Señor le responde al escriba citando estas palabras que aparecen en Deuteronomio capítulo seis, vertículo cuatro, que es un credo que todo judío tenía, que se conoce como el Shema. Entonces, está diciendo, escucha Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Mi hermano, esta es una doctrina fundamental de lo que nosotros creemos. No hay otro Dios aparte del Dios vivo. No hay otro Dios. Él es el único soberano y es lo que le está intentando comunicar Jesús a este escriba. No hay nada que puede estar fuera de su presencia o de su control. Él es perfecto en todos sus atributos. Él es eterno. Él es justo en todo lo que hace. Y no hay nada ni nadie que puede compararse porque solamente Él es Dios. Todos los demás dioses son falsos y seguirán siendo falsos aún cuando pase el tiempo, porque solamente hay un único Dios vivo y verdadero que es Jesucristo. Por lo tanto, no puede haber otro mandamiento más prioritario ante la grandeza de este único Dios. No puede haber un mandamiento más prioritario que amarlo con un amor supremo. Por eso dice, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con toda tu fuerza. Ahora, me encanta porque nos paramos ante este mandamiento y alguien decía, este mandamiento nos protege del legalismo de tratar de cumplir todos los demás mandamientos. Habla de un amor supremo, un amor que es por encima de todas las cosas. Y ponía en pantalla esto. Si no es el amor a Dios lo que nos mueve a la obediencia de sus mandamientos, entonces no hay obediencia realmente, sino un intento de manipular a Dios para que Él haga lo que yo quiero o para evitar su castigo. Es la motivación del amor lo que hace de nuestra obediencia verdadera obediencia. Es la motivación del amor de Dios lo que hace de nuestra obediencia una verdadera obediencia. Así que este mandamiento es fundamental. Mi hermano, es importante entender esto. La vida espiritual y nuestro caminar en Cristo comienza y termina en el amor a Dios. Comienza y termina en el amor a Dios. Eso es lo que distingue a un creyente de alguien que no lo es. Es decir, tú puedes externamente hacer cosas como venir a la iglesia, leer tu Biblia, incluso ofrendar, pero no amar a Dios. Puedes hacerlo como una mera tradición, como un mero intento de obtener algo, de manipular a Dios, pero no eres un amador de Dios. Puse en pantalla esto. No se trata simplemente de reconocer el hecho de que Dios existe o de conocer algunas cosas de Él o incluso estar de acuerdo en que su palabra es la palabra de Dios. Lo que se nos ordena en este primer mandamiento es que amemos a Dios con una clase de amor que involucra a todo nuestro ser. Todos. No un mero sentimentalismo. Aunque nuestras emociones obviamente están involucradas en nuestro amor a Dios, debemos amar a Dios con pasión, pero no es un mero sentimentalismo, sino que involucra a todo nuestro ser. Mi hermano, es importante examinarnos a la luz de esto. Tú puedes estar congregándote, puedes estar recibiendo descargas de adrenalina o de emoción cada vez que te reúnes en iglesia, pero aún ahí no tener un amor real por Dios. El amor del que se habla aquí habla de una decisión y de una voluntad de entregarte enteramente a nuestro Señor. Todo el que ama a Dios con esa clase de amor llegó un momento en su vida en el que por una decisión voluntaria comenzó a dedicarse enteramente a Él. Ahora, ¿cómo podríamos comparar de alguna manera, aunque no exactamente, este amor del que habla aquí? Bueno, con un matrimonio. En Efesios capítulo 5, versículo 25, ¿recuerdas que le dice a los maridos, maridos amen a sus mujeres, así como Cris tomó a la iglesia y se dio el mismo por ella? Bueno, de alguna manera, cuando te casas, tomas la decisión de entregarte enteramente a tu cónyuge. Ya no existe nadie más. Tu vida es para Él. Si tú eres hombre, cuando tú te casas estás diciendo, yo ya estoy muerto para todas las demás mujeres. De la misma manera es lo que Cristo está diciendo aquí, solo que en un sentido superior. Hubo un día en el que Él abrió nuestros ojos, nos atrajo hacia Él y entonces nosotros entregamos por completo a nuestro ser, con todas nuestras fuerzas. Vimos a Cristo como el objeto supremo de nuestra adoración, de nuestra obediencia y de nuestro deleite. Mira lo que dice, voy remenuzando esto porque tú puedes decir, ah, yo sí lo amo con todo mi, con todo mi ser y con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Y estas palabritas nos dan varios elementos que nos describen exactamente a qué se refieren. Bueno, amar a Dios, dice ahí que lo amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente y con toda nuestra fuerza. Un Dios como nuestro Dios no merece menos que eso, mis hermanos. Un Dios como nuestro Dios es todo o es nada. No se puede amar ahí como que sí, como que no. Ahora, aunque es difícil desarrollar cada uno de los elementos, voy a darte brevemente a qué se refiere amar a Dios primero con todo el corazón. Amar a Dios con todo el corazón es amarlo con todo lo que somos como persona. Emociones, voluntad. El corazón en la Biblia habla de este centro de nuestra personalidad. Es nuestro verdadero yo. Es de donde surgen nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras decisiones. Por eso en Proverbios 23 dice sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida. Amar a Dios con todo nuestro corazón implica que tu corazón sea el centro de nuestra personalidad. Implica que todo lo que somos y todo lo que hacemos lo hagamos con todo nuestro ser a él. Mis hermanos, Jesús está diciendo lo más importante para Dios es que tú le ames no con una fachada, no con un mero religiosismo. Lo más importante para Dios es que tú le ames con un amor profundo que se va a manifestar a través de una obediencia a su palabra. Ahora esa obediencia entendemos no será perfecta mientras estemos en este cuerpo, pero hay este anhelo sincero de caminar conforme a su voluntad. Mira lo que dice Juan capítulo 14, versículo 15. Si ustedes me aman, lo dice sentirán una descarga de emociones que es cierto, cómo no sentirlo cuando ves que eres amado por el rey del universo. Pero dice habrá un fruto evidente. Si ustedes me aman guardarán mis mandamientos. Juan 14, 21. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, no el que dice que me ama, no el que aparenta que me ama, sino el que realmente lo manifiesta caminando conforme a mi voluntad. Y el que me ama será amado por mi padre y yo lo amaré y me manifestaré a él. De tal manera que Jesús dice, amar a Dios con todo el corazón implica con todo nuestro ser, pero implica que se verá manifestado en obediencia a sus mandamientos, no en emociones únicamente, sino en obediencia a sus mandamientos. Segundo elemento, y a lo mejor es buen momento decir, bueno, yo realmente amo a Dios, lo estoy amando, no simplemente de dientes para afuera como decimos muchas veces. Segundo elemento dice, amar a Dios con toda nuestra alma, ¿qué implica? Bueno, implica amarlo con pasión, con esa clase de afecto que sobrepasa todo lo demás, que no podemos amar a nadie, ni amar más a algo. Digo, si tú eres apasionado a algún deporte, a algún equipo, y llega la final ese, tú sabes lo que significa eso, y más si tú juegas y tu equipo llega y hay una pasión, tú no puedes dejar de pensar en eso, tú ya quieres que sea ese día, estás apasionado de eso, eso muchas veces depende hasta tu estado de ánimo, y Dios está diciendo, es lo más importante para mí que tú me ames de esa manera, que yo gobierne tus pensamientos, tus emociones, que yo sea lo que te apasione. Ahora, aquí está hablando de Dios, pero me gusta porque Jesús, a través de este mismo mandamiento, evidencia que Él es Dios mismo también, porque Jesús también demanda esto a sus propios discípulos. Mira, por ejemplo, en Mateo 10.37 dice, el que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí, y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Esto le está diciendo Jesús a sus discípulos, que necesita toda la devoción, toda la pasión hacia Él, quien sea lo supremo. De alguna manera le está diciendo, yo soy de Dios y esto pido yo, yo soy Dios, y por eso creemos en un Dios trino, que es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y aquí Jesús lo hace evidente y dice, tú debes amarme a mí con todo tu corazón, con toda tu alma, por encima de todas las cosas, porque yo soy tu Dios. Puse en pantalla esto, amar a Dios con todo el alma, significa que Él es nuestro más grande anhelo, nuestro más grande tesoro, nuestro más grande deleite, nuestro más grande gozo. Eso es amar a Dios con todo el alma. Ahora, puede ser, lo hemos dicho en otras ocasiones, que como creyentes, atravesamos constantemente momentos, decía un pastor, no toda la vida en Cristo es primavera, también hay momentos de otoño, como más fríos, y pareciera que hay un enframiento espiritual, pero aún en medio de esas etapas, el verdadero creyente anhela, como dice Salmo 42, como el siervo brama por las corrientes de agua, Señor, así clama mi alma por ti. ¿Cómo vamos ahí? ¿Cómo estamos amando a Dios a la luz de esto? Esto es lo que es realmente importante para Dios. Tercer elemento, amar a Dios con toda nuestra mente. ¿Qué implica con toda nuestra mente? Puse ahí en pantalla, implica poner al servicio de Dios todas nuestras capacidades intelectuales, todo nuestro entendimiento, para conocerlo cada vez más. Pues una de las cosas que Jesús está hablando aquí, implica también llevarlo a la práctica, y está diciendo todo, Dios anhela, o es lo más importante para Dios, que tú lo ames también con todas tus capacidades intelectuales, que seas intencional en conocerlo, en conocer cada vez más quién es Él, de ahí que es un llamado, y es por eso que como iglesia también intentamos proveer estos recursos para conocerlo, entre semana en oración, los grupos de caminando con Jesús, congregándonos, ahora las reuniones mensuales que empezamos de hombres y de mujeres, y que fue de tremenda bendición también este viernes con los hombres. Esa es una de las razones por la que nosotros mantenemos la palabra de Dios en el centro, porque Dios nos llama a amarlo también con nuestras capacidades intelectuales, conocerle, y entonces ponía esto en pantalla. Para amar a Dios con toda nuestra alma, es decir, con esta pasión, con esto que hablábamos anteriormente, y darle lo mejor de nuestros afectos, nosotros debemos entender quién es ese Dios, y qué es lo que ha hecho por nosotros en la persona de Jesús, y eso es a través de su palabra. Dice Romanos 10, 17, La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios. Mis hermanos, las emociones que realmente son genuinas, es cuando se desprenden de un conocimiento real y verdadero, de que entendemos quién es Dios, y lo que ha hecho por nosotros en Cristo. De ahí que Jesús le dice a la mujer samaritana, cuando le pregunta Señor, ¿y quiénes son los verdaderos adoradores? Y le dice, los que me adoran en espíritu, pero en verdad, que tienen toda su mente, su intelecto, están intencionalmente creciendo en el conocimiento del Señor a través de la palabra. Siguiente elemento, debemos amar a Dios con todas nuestras fuerzas. ¿Qué quiere decir eso? Bueno, que debemos amar a Dios con la totalidad de nuestras capacidades físicas. Dios está diciendo, lo que es realmente importante para mí, es que me dediques a mí lo mejor de las facultades que yo te he dado, los talentos que te he dado, las energías que te he dado, la capacidad productiva que yo te he dado, quiero que me la des por encima de todas las cosas a mí. Significa hacer lo que tú haces en cualquier área de tu vida, incluyendo tu trabajo, incluyendo en tu casa. Eres ama de casa para la gloria de Dios. No para que tú seas reconocido, sino para que Dios sea visto a través de ti. Dice Mateo 5.16, Así alumbre nuestra luz delante de los hombres, para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen, no a nosotros, glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos. Puse en pantalla. Implica también, esta parte de amar con todas nuestras fuerzas, poner los dones, talentos y recursos que te dio al servicio de su iglesia para la expansión del reino de Dios. Eso implica que a lo que te dediques, que Dios te ha bendecido, tú digas Señor, esto es tuyo, te pertenece, cómo puede ser de bendición para la expansión de tu reino? ¿Cómo puedo aportarlo? Y a lo mejor tú dices, pues yo no, yo no sé enseñar la palabra, yo no estoy en el tema de alabanza, bueno, pero Dios te ha dado capacidades, te ha dado talentos, te ha dado dones, y es como Señor, yo quiero amarte con todas mis fuerzas, todo esto te pertenece, todos los recursos que me has dado, todas las energías, ¿cómo puedo? Y de paso, si Dios te ha hablado y te habla ahorita y deseas responder en obediencia al amor que has recibido, acércate a nosotros, hay oportunidades de servicio también en la iglesia, ¿la iglesia no está llamada a que un cierto grupito hagamos todo? Es un lugar donde Dios nos ha establecido precisamente para que como hijos de Dios podamos ejercitarnos amando y sirviendo a Dios a través de servir a su iglesia, entonces esto implica amar a Dios con todas nuestras fuerzas. Mi hermano, a lo mejor tú no estás sirviendo y piensas, bueno, es que yo no soy, yo no estoy en el ministerio de tiempo completo, pero Dios te ha dado capacidades, Dios te ha dado talentos, ¿cómo has respondido tú ante Dios? ¿Has dicho honestamente, Señor, cómo puedo esta habilidad que tú me has dado ponerlo al servicio de tu iglesia para la expansión de tu reino o lo utilizas únicamente para ti, para tu gloria? Todos los creyentes y lo hemos dicho una y otra vez, somos creyentes de tiempo completo, 24-7, los 365 días del año. Así que, amar a Dios, aquí termina esta parte, necesitamos amar a Dios para pasar al segundo elemento de amar también a nuestro prójimo, pero amar a Dios con todos estos elementos es lo que es realmente importante para Dios en su palabra, amarlo de esa manera, que Él sea el tope de nuestras prioridades, debemos dedicarle a Él todo lo que somos y hacer de Él nuestro más grande tesoro, nuestro más grande deleite y nuestro más gran negocio. Vamos a pasar al segundo elemento, que ahora es el amor horizontal. Vean una vez más vertículo 31, el escriba, le pregunta a Jesús por este mandamiento más importante, ¿qué es lo realmente importante? Y ahora Jesús quiere hacerle ver que el amor de Dios está pegado, viene ligado y se ve manifestado en un amor al prójimo. Versículo 31, el segundo es este, me gusta porque el escriba, le hace una pregunta, pero Jesús siempre, siempre da más de lo que, de lo que se le pide y dice, el segundo es este, amarás a tu prójimo como a ti mismo, no hay otro mandamiento mayor que esto. El Señor está citando aquí Levítico 18, 19, 18, pero me gusta porque en Mateo 22, que es el pasaje paralelo, da una conclusión respecto a estos mandamientos, dice Mateo 22, 40, y el segundo es semejante a este, amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas, está diciendo, mira, quieres en una cosa resumir todo, ¿qué es lo que es realmente importante para Dios? Bueno, ama a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo, de esto depende todo, de esto depende, no se puede amar a Dios sin amar al mismo tiempo aquello en quien Dios ha impreso su imagen y esto es en nosotros, es algo que viene ligado y Jesús nos está ordenando que amemos a nuestro prójimo. Hay algo aquí que quiero tocar también, a manera de paréntesis, Jesús no está diciendo, mis hermanos, no está diciendo que nos amemos a nosotros mismos para que entonces podamos ser capaces de amar al prójimo. Esto es algo que de repente se ha permeado hasta en las iglesias y te dicen es que tú debes de amarte primeramente a ti mismo, porque si no estás incapacitado para amar a los demás. Suena lógico de alguna manera, pero lo que Jesús dice es que debemos de amar a los demás como Él sabe que ya de por sí nos amamos nosotros mismos. Ahora, si para Jesús este no fuera un elemento crucial, Él no hubiera dado algunas palabras como por ejemplo en Lucas 9.23 mira lo que dice y decía a todos si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, no llámese a sí mismo, no, no, niégase a sí mismo, toma tu cruz cada día y sígueme. Jesús está asumiendo mis hermanos que todos de por sí ya nos amamos, es parte de nuestro ADN el amarnos, el ver por lo nuestro, el estar clavados en nuestras necesidades, el ser ingenioso, ser creativos, esforzarnos por proveer para nosotros. Alguien decía por ahí incluso cuando alguien se suicida, en el mayor de los casos es un tremendo amor propio el que dice yo no soporto el sufrimiento y como me amo tanto ahí nos vemos. Al final del día es un exceso a sí mismo y lo que Cristo nos está diciendo aquí es que nosotros debemos amar con esa clase de amor que damos todo por nosotros mismos que somos creativos, que somos esforzados de esa misma manera amar a nuestro prójimo, amar a tu prójimo como a ti mismo, como de por sí ya te amas con todo ese empeño, con toda esa energía, con todo ese esfuerzo. Ahora, es un elemento importante aquí porque como creyentes lo oraba al inicio, es una marca distintiva no para ser aceptado por Cristo pero es una marca de un fruto de que estamos en Cristo. Es una marca distintiva que él en Juan 13.35 dice en esto conocerán que son mis discípulos que se amarán los unos con los otros pero también nos habla de amar aquellas personas que no solamente están entre nosotros sino que están aún como enemigos nuestros. Hay una parábola y la vamos a ver muy brevemente, no sé si la recuerda la parábola del buen samaritano, se acerca un escriba y le dice a Jesús Jesús, ¿cuál es el mandamiento más importante? Él está hablando de amar a Dios y al prójimo. Para el judío el prójimo era el otro judío. Si no era judío era un enemigo era alguien que no podían ni voltear a ver solamente amaban entre judíos y entonces Jesús le comienza a compartir esta historia en Lucas capítulo 10 versículo 30 el 37 dice Jesús le respondió cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores los cuales después de despojarlo y de darle golpes se fueron dejándolo medio muerto por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino y cuando lo vio pasó por el otro lado del camino ves a alguien ahí golpeado en necesidad a punto de morir pasas y es como ¡ay! vámonos sigue de largo y habla ahí en este caso de un sacerdote primeramente segundo del mismo modo también un levita cuando llegó al lugar y lo vio pasó por el otro lado del camino lo vi en condiciones deplorables muy dolorosas implicaba que iba a ser un esfuerzo el intentar ayudarme mejor pasa de largo pero cierto samaritano es decir alguien que era culturalmente un enemigo de estos hombres de estos judíos dice que este samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba este hombre y cuando lo vio ¿qué dijo? ¡ay! es mi enemigo me sigo de largo ¿no? dice cuando lo vio tuvo compasión acercándose le vendó sus heridas derramando aceite y vino sobre ellas y poniéndolo sobre su propia cabalgadura lo llevó a un mesón y lo cuidó recuerda esto el samaritano era odiado era aborrecido por los judíos y cuando un samaritano pasaba por lado de un judío incluso dicen que culturalmente el judío escupía en el piso en señal de desprecio del samaritano y ahora el señor le está diciendo bueno pasó un samaritano ¿y sabes qué? fue él el que lo ayudó a levantarse a este hombre golpeado y herido y ahora le hace una pregunta versículo 36 ¿cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores? bueno los judíos odiaban tanto a los samaritanos que el escriba no puede decir ah pues el samaritano no lo dice así dice el que usó de misericordia con él entonces Jesús le dijo ve y haz tú lo mismo ve y haz tú lo mismo aún por aquellas personas que son enemigos aún por aquellas personas que pudieran parecer despreciables ve y haz lo mismo porque ese es tu prójimo todo aquel que te necesita por eso este mandamiento de amar al prójimo es un mandamiento fundamental decía alguien por ahí decía mira tú ama a Dios con todas tus fuerzas ama a tu prójimo como a ti mismo y haz lo que quieras nada más haz las dos cositas y haz lo que quieras si de verdad amas a Dios si de verdad amamos a Dios con todo nuestro ser y amamos a nuestros prójimos como a nosotros mismos vamos a cumplir la ley de Dios mira lo que dice Romanos 13 8 no deban a nadie nada sino el amarse unos a otros porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley porque esto no cometerás adulterio no matarás no hurtarás no codiciarás el mandamiento en estas palabras se resume amarás a tu prójimo como a ti mismo el amor no hace mal al prójimo por tanto el amor es el cumplimiento de la ley el que ama a Dios va a cumplir la primera tabla de la ley porque no tendrá dioses ajenos no será imagen delante de Dios no tomará en vano el nombre del Señor guardará el día de comunión para el Señor pero el que ama al prójimo cumplirá entonces también la segunda ley no matarán no mentirán etcétera mis hermanos si queremos amar a Dios si tú dices bueno ¿cómo puedo amarlo y agradarlo realmente? bueno debemos amarlo con todo lo que somos y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos de paso quiero aparentes estamos orando también para que te sumes en oraciones de un ministerio de misericordia ver cómo como iglesia también podemos impactar primeramente dentro de nosotros recuerda la primera marca amarnos como discípulos pero también como iglesia cómo podemos ser luz para las personas en nuestra comunidad y eso implica desde un un comportamiento individual donde cada uno está pero también como iglesia de qué manera podemos ser estos buenos amaritanos que extendamos misericordia así que por ahí pronto te daremos algunos anuncios pero ahora por este ministerio que también comenzará acá ahora ya está aquí son esos dos mandamientos preguntó el escriba y a lo mejor te lo preguntas tú cómo puedo y qué es lo realmente importante para Dios ama a Dios de esta manera con todo tu ser con todas tus fuerzas con toda tu mente con todo tu corazón y ama a tu prójimo como a ti mismo y entramos al tercer punto de este sermón que es el diagnóstico final es decir cómo quedamos evidenciados en esto pero el amor que nos mueve a amar de esta manera mira la reacción del escriba al escuchar la respuesta de Jesús dice y el escriba le dijo muy bien maestro con verdad has dicho que él es uno hablando de Dios y no hay otro además de él y que amarle a él con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo es más que todos los holocaustos y los sacrificios es evidente que este hombre no tenía no tenía los mismos preferencias no tenía los mismos prejuicios que los demás fariseos él escucha Jesús con una buena disposición con un buen deseo honesto de aprender y llega a una conclusión en esencia le está diciendo ok Jesús lo que estoy entendiendo es que mi relación con Dios no se basa en rituales habla de holocaustos y sacrificios no se basa en ceremonias sino que mi relación con Dios es un asunto del corazón que lo que Dios está diciendo es una fachada de religiosidad es más que una fachada de decencia como de hecho actuaban muchos de los fariseos recuerdan cuando Jesús los exhorta y les dice ustedes son sepulcros blanqueados por fuera se ven bien pero por dentro son como tumbas están están muertos y este escribe entiende y dice ok lo que realmente es importante para Dios no es todo lo que Él es ahora es importante esto mi hermano porque es mi anhelo examinar de qué manera estamos relacionándonos con Dios podemos externamente estar haciendo cosas para Dios saber comportarnos a lo mejor crecimos en familia cristiana hemos estado toda la vida en iglesia y externamente podemos cumplir con lo que hacen los cristianos pero aún así no amar a Dios y este escriba llega al corazón del asunto de ahí que Jesús le dice parece que estás entendiendo y le dice en versículo 34 viendo Jesús que Él había respondido sabiamente le dijo no estás lejos del reino de Dios cuál es el diagnóstico no estaba lejos del reino de Dios ahora Jesús no le está diciendo estás cerquita del reino de Dios no le está diciendo eso esfuérzate ya nada más te falta poquito no, no el escriba estaba cerca porque estaba entendiendo que todo lo que necesitamos es entender esto puse en pantalla mis hermanos es imposible salvarnos a través de reglas y regulaciones porque nadie puede obedecer los dos mandamientos más importantes nadie puede decía al inicio este mandamiento nos guarda de legalismo de creer que podemos salvarnos cumpliendo cualquier otro mandamiento esto nos libra de ponernos en escalones muchas veces como cristianos de tiempo de ver como menores a otros hermanos este hermano está lo bueno que yo ya no soy así que bueno que yo ya y comenzamos porque nuestro corazón es engañoso a creer que somos mejores que los demás estos mandamientos nos dan una evidencia de que es imposible salvarnos a través de reglas y regulaciones al final del día sería más fácil llevar a cabo rituales caminar kilómetros con una cruz en la espalda no estoy diciendo que sea sencillo pero si hubiera elementos que cumplir yo hago esto para salvar sería mucho más fácil ahora mi hermano es aquí donde entra el verdadero amor que nos motiva que nos constriñe dice Pablo para vivir amando a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo puse en pantalla esto la razón por la que Jesús tuvo que dar su vida que iba a ser tres días después de esa conversación fue precisamente porque nadie puede obedecer esos dos mandamientos mi amigo yo espero que en este punto del mensaje esté tan claro lo que estamos viendo aquí y si no quisiera preguntarte esto y quisiera que fuéramos sinceros a la luz de los parámetros que pone Dios en un amor hacia Él seamos sinceros ¿alguna vez has podido amar a Dios con todo tu corazón lo que hemos visto con toda tu alma con toda tu mente con todas tus fuerzas siquiera por una hora? amar de esa manera al prójimo como a ti mismo ya déjate una hora media hora quince minutos diez minutos un minuto sin tener motivaciones egoístas mis hermanos nadie cumple esos dos mandamientos ni el que está viniendo por primera vez y que el día de hoy mi amigo mi anhelo es que el Espíritu Santo te muestre la necesidad de un Salvador pero entonces te muestre la gloria y el amor que Cristo ha derramado a ti a través de su muerte para perdón y reconciliación con Él pero también mi hermano para ti que eres creyente de tiempo librarnos de esta sensación de creer que ya no necesitamos tanto a Dios ahora yo soy el que necesito hacer cosas por Él y dejamos de deleitarnos en su gracia dejamos de gozarnos en su amor en su perdón puse en pantalla esto mis hermanos todos nosotros vivimos violando constantemente los dos mandamientos más importantes de la ley de Dios a la luz de lo que Cristo está diciendo dice el pecado más grande es no amar a Dios con todo tu ser y no amar a tu prójimo como a ti mismo ese es nuestro más grande pecado y sabes que esa es una terrible noticia si tú estás viniendo por primera vez o estás escuchando esto por primera vez es una terrible noticia ahora lamentablemente muchas veces nos quedamos aquí como bueno ve y échale ganas a amar intenta echarle ganas y esfuérzate por amar a Dios con todo tu corazón y a tu prójimo mis hermanos es aquí donde entra la buena noticia del evangelio es por eso que amamos a Cristo que confiamos en Cristo mis hermanos hubo alguien puse en pantalla esto que si llenó la medida de ese amor que Dios demanda de nosotros no solamente a Dios sino al prójimo solo hay un hombre que desde la cruz hasta la tumba amó a Dios con todo su corazón con toda su alma con toda su mente con todas sus fuerzas y amó al prójimo como a sí mismo el Dios encarnado la segunda persona de la trinidad hecho hombre nuestro Señor y Salvador Jesucristo Él es el único el Señor se hizo hombre para obedecer perfectamente todo lo que ni tú ni yo podemos hacer todo lo que tú y yo nos pasamos constantemente violando y luego fue a la cruz para pagar por todos nuestros pecados eso hizo nuestro gran Dios Jesucristo ahora él promete en el Evangelio que por la fe en Él cuando entendemos nuestra pecaminosidad y nos abrazamos enteramente a Él Él promete poner su justicia perfecta en nuestra cuenta de tal manera que entonces podemos acercarnos confiadamente a Dios lo que yo estoy diciendo mi hermano es que todo aquel que cree en Jesús en su obra de salvación Dios le atribuye a esa persona que cree la obediencia de su Hijo Jesucristo es decir a partir de ese momento Dios nos trata como si la obediencia perfecta de Jesús fuera nuestra bendito sea nuestro Señor mira lo que dice segunda de Corintios 5.21 al que no conoció pecado a Cristo el que si amó perfectamente al Padre el que si amó perfectamente al prójimo por nosotros Dios lo hizo pecado ahí en la cruz cargó nuestro pecado ¿para qué? para que Dios le atribuya nuestro pecado ¿para qué? para que nosotros pues hemos hecho justicia de Dios en el en este glorioso intercambio entendemos Señor yo merecía la cruz porque he violado estos mandamientos pero te entrego mis pecados entendiendo que el castigo que yo merecía el castigo de mi paz fue sobre ti pues al dar a mi deuda porque no fue que Dios se hizo de la vista gorda y no tomó en cuenta que hemos pecado constantemente a alguien que también tomó nuestro lugar que tomó tu lugar y mi lugar para que mi hermano ya no estemos alejados de Dios para que podamos ser reconciliados con él y ahora Dios nos mire a través de la justicia de Cristo ahora hay algo más me encanta esto porque en la vida en Cristo veíamos en Efesios 6 estamos en una batalla espiritual hay un enemigo que de repente hay tropezones hay caídas y luego luego el enemigo es astuto y cae tantito y te quiere mantener en el piso y comenzamos a condenarnos no más que como puedo yo o a lo mejor ahorita por eso no era mi anhelo dejarte ahí en la realidad de que es imposible para nosotros cumplir lo que Dios espera pero mis hermanos necesitamos reconocer aceptar meditar y descansar en la justicia de Cristo así nos ve Dios ahora hay un elemento más Dios no solamente nos da su justicia y por eso tenemos paz con Él sino que también promete mi hermano y es mi anhelo y es mi oración como iglesia clamar por esto Dios prometió que todo aquel que Él salva que todo aquel que cree en Él en base a lo que hemos visto hasta aquí Él promete darle un nuevo corazón puse en pantalla Dios también transforma el corazón de la persona que salva aquella que viene en arrepentimiento y fe para que por primera vez en sus vidas puedan comenzar a amar a Dios y amar al prójimo en una forma real y sincera no estoy hablando de una forma perfecta pero si de una forma real y sincera es lo que habla en Deuteronomio capítulo 30 versículo 6 recuerda que Dios promete circuncidar el corazón dice además del Señor tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes para que ames al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma a fin de que vivas lo hablábamos el viernes me encanta como hombres estuvimos aquí un tiempo Dios nos habló nos redargulló después pudimos ir a cenar tacos y estábamos platicando y yo les decía en todo los hombres un viernes a las 7 y media de la noche estuviéramos aquí reunidos como pues eso quien de los que estábamos aquí nos hubiéramos imaginado estar en una iglesia nuestro corazón iba en pro de otras cosas el anhelo y el deleite estaba en otras cosas pero cuando Dios viene de este nuevo corazón entonces anhelan buscar a Dios no estamos poniéndonos como wow esos hombres quiero decirte que eso es lo que sucede cuando realmente Dios ha salvado a una persona sus afectos son transformados de tal manera que ahora anhela buscar a Dios mis hermanos es solamente cuando Él nos salva cuando Él nos de este nuevo corazón que nosotros podemos amar a Dios de esa manera compartíamos ahorita también en los grupos en el tema de la Biblia y compartíamos algunos que crecimos en círculos cristianos y decíamos pues es que yo estaba en la iglesia yo estaba asentado y mejor me ponía a leer otra cosa no había un anhelo había algo externo alguna fachada pero no había un nuevo nacimiento no había pasado esa circuncisión de corazón y mi amigo yo te quiero preguntar eso ¿ha pasado eso en ti? yo no te estoy preguntando si creciste en una casa cristiana si tus papás sirven etc o tú que eres creyente incluso si si tienes mucho tiempo tu corazón no está en la iglesia pero si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si si