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Predicación del domingo 7 de enero 2024 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
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Predicación del domingo 7 de enero 2024 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
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Predicación del domingo 7 de enero 2024 Horizonte Tequisquiapan Predicador: Hugo Ventura
Listen to "Lo que debes tomar para la batalla espiritual" (Efesios 6:16-17) by Horizonte Tequisquiapan MP3 song. "Lo que debes tomar para la batalla espiritual" (Efesios 6:16-17) song from Horizonte Tequisquiapan is available on Audio.com. The duration of song is 01:11:17. This high-quality MP3 track has 1411.2 kbps bitrate and was uploaded on 8 Jan 2024. Stream and download "Lo que debes tomar para la batalla espiritual" (Efesios 6:16-17) by Horizonte Tequisquiapan for free on Audio.com ā your ultimate destination for MP3 music.
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The speaker is a church leader talking about the importance of having faith and being courageous in the Christian life. They mention a portion of the Bible in Ephesians and explain that being a Christian is not always easy, as there will be challenges and persecution. However, they emphasize the reward of being with God in eternity. They also mention the importance of fully committing to a life in Christ and not being afraid of the difficulties that may come with it. The speaker encourages listeners to persevere in their faith and not be discouraged by hardships. Somos una iglesia que confĆa, camina y comunica a Cristo. AcompƔƱanos domingo a domingo. Te esperamos. Y te decĆa cuando entrĆ”bamos, esta porción que realmente es una porción donde varios estudiosos lo han hecho en decenas de sermones estos Ćŗltimos vertĆculos. Pero ahorita nosotros lo hemos hecho como de alguna manera mĆ”s concreta, pero aĆŗn asĆ ha implicado el que estemos dividiendo y el dĆa de hoy vamos a estudiar Ćŗnicamente dos vertĆculos. AsĆ que aunque parece la recta final de Efesios, todavĆa nos vamos a tomar este domingo y dos mĆ”s para terminar la carta a los Efesios. Pero bueno, dicho esto, vamos a ponernos de pie. Ćnicamente vamos a ver dos vertĆculos el dĆa de hoy. Este es el versĆculo 16 y 17, pero voy a pedirte que me acompaƱes ahĆ, yo los voy a leer en esta ocasión Ćŗnicamente para aprovechar tambiĆ©n ahĆ a hacer un poquito de movimiento para no quedarnos ahĆ congelados en las sillas. Dice el versĆculo 16 y 17 de Efesios, sobre todo tomen el escudo de la fe con el que podrĆ”n apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomen tambiĆ©n el casco de la salvación y la espada del espĆritu que es la palabra de Dios. Vamos a orar. SeƱor, muchas gracias por el privilegio que nos das de comentar este aƱo reuniendo nuevamente como tu iglesia y no queremos dar por sentado eso, sino queremos realmente agradecerte por tu fidelidad, por tu cuidado, por tu sustento, porque provees los medios para cada uno de los que estamos aquĆ. Y seƱor, ese es un tremendo regalo. No hay mejor lugar, seƱor, que estar en tu presencia, que habitar con nuestros hermanos, que adorarte. Y encima de todo eso, seƱor, que ya serĆa demasiado, nos das el privilegio de escuchar tu palabra. AsĆ que padre, abre nuestros ojos, seƱor, que tu espĆritu santo permita, seƱor, que toda esta verdad sea mĆ”s que mera información y realmente afecte para bien nuestra relación contigo, seƱor. Gracias porque tĆŗ eres fiel. Gracias porque tu palabra es verdad, seƱor, y permanece para siempre. En el nombre de JesĆŗs. AmĆ©n. ĀæPodemos tomar nuestro asiento, hermanos? ĀæRecuerdan hace ocho dĆas terminamos el aƱo precisamente estudiando Filipenses capĆtulo 3? Con este decĆa Pablo, una sola cosa hago, olvidando lo que queda atrĆ”s y extendiĆ©ndome hacia adelante, mirando hacia esta meta de obtener el supremo llamamiento en Cristo JesĆŗs. Y me gusta esto porque lo hilaba directamente con la porción donde nos quedamos en Efesios. Y es que parte de este premio o gran parte de este premio del supremo llamamiento de Cristo es que estaremos al final del dĆa con Ć©l. Y Apocalipsis 21, quiero recordarte un poquito esto, nos habla precisamente de lo que sucederĆ” cuando estemos con Ć©l. Dice, versĆculo 3 de Apocalipsis 21, es una de las descripciones mĆ”s hermosas y mĆ”s concisas de lo que implicarĆ” estar en el reino de los cielos con nuestro seƱor. Dice, entonces oĆ una gran voz que decĆa desde el trono, el tabernĆ”culo de Dios estĆ” entre los hombres y Ć©l habitarĆ” entre ellos y ellos serĆ”n su pueblo y Dios mismo estarĆ” entre ellos. Ćl enjugarĆ” toda lĆ”grima de sus ojos y ya no habrĆ” muerte, ni habrĆ” mĆ”s duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Juan estĆ” diciendo que lo que nos espera ya en la eternidad serĆ” una comunión perfecta con Dios. Ya no habrĆ” esos momentos de dolor, de tristeza. Yo no sĆ© cómo terminó el aƱo para ti, cómo comienza, pero estoy seguro que a lo largo de este tiempo ha habido aflicción en tu vida. Ya ha habido momentos de dolor, de tristeza y que dices, ĀæcuĆ”ndo va a terminar esto? Y debemos poner la mirada en lo eterno porque nos habla de que ya no habrĆ” mĆ”s dolor, no habrĆ” mĆ”s tristeza, pero por sobre todas las cosas Dios estarĆ” en medio nuestro y habitaremos con Ć©l. Y esa es la mayor gloria del reino, de estar en el cielo, que estaremos con nuestro seƱor Jesucristo. Ahora, ĀæquĆ© sucede en este tiempo, en lo que llegamos a esa nueva JerusalĆ©n? Bueno, habrĆ” muchas dificultades. Y mira lo que dice en este pasaje de Apocalipsis 21, en versĆculo 7, dice, el vencedor heredarĆ” todas estas cosas que te describĆ hace un momento, y yo serĆ© su Dios y Ć©l serĆ” mi hijo. Entonces, evidentemente, hay una guerra que pelear. Estamos comenzando el aƱo, mis hermanos, y la vida en Cristo, por supuesto que es bueno pensar y decir, espero que me vaya mejor, que sea un aƱo de menor aflicción, aunque como decĆamos hace ocho dĆas, muchas veces Dios, en los lugares donde mĆ”s se revele y mĆ”s nos permite conocerle, es en medio del desierto, en medio de la aflicción, pero hay una guerra. Hay una guerra que pelear, y no serĆ” fĆ”cil. De hecho, mira lo que dice en este mismo pasaje de Apocalipsis 21, en versĆculo 8, despuĆ©s de hablar de este lugar glorioso, de esta relación total con nuestro Dios, mira lo que dice, hay un pero, dice, en versĆculo 8, pero los cobardes, incrĆ©dulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos no tendrĆ”n su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Habla de que muchos no llegarĆ”n a ese punto, muchos no llegarĆ”n a ese momento glorioso, muchos por abrazar su enemistad con Dios, sufrirĆ”n estas terribles consecuencias. Ahora, Āæte fijas quiĆ©nes son los que encabezan en este versĆculo? Dice, no habla de los fornicarios, ni de los ladrones, ni de los asesinos, sino que habla de los cobardes. Habla de los cobardes. Dice, hermanos, esto es importante, la razón por la que muchos serĆ”n condenados el dĆa de juicio serĆ” por cobardĆa. SerĆ” por cobardĆa, serĆ” por personas que no quisieron abrazar totalmente la vida en Cristo, lo que implicaba en cuestión de dejar atrĆ”s, de buscar a Cristo y permanecer en Ćl, y entonces vivieron cómodamente en este mundo sin vivir contra la corriente de este mundo. Y dice la palabra de Dios que la vida en Cristo exige coraje, mis hermanos, exige determinación, porque muchas personas no se convierten totalmente, quedan ahĆ como que tibios, ni frĆos, ni calientes, tienen miedo a dar este paso para realmente caminar con Cristo por cobardĆa. ĀæCobardĆa? Miedo a los hombres, miedo a perder familia, miedo a sufrir burlas, miedo a sufrir rechazos, miedo a pagar las consecuencias de ser reconocido como un hijo de Dios. Digo esto porque honestamente lo que estamos viendo en Efesios es una guerra espiritual, y viene junto con el paquete de ser hijos amados de Dios, de ser adoptados por gracia, y honestamente muchos se acercan al cristianismo o a la iglesia con una perspectiva muy equivocada de lo que implica ser cristiano. Lo ven con una visión muy romĆ”ntica o muy utópica, o creen que ahora por venir a la iglesia o por venir a Cristo todos sus problemas se van a solucionar, que ya no habrĆ” mĆ”s aflicción, que ya no habrĆ” mĆ”s problemas, que su vida serĆ” fantĆ”stica, que serĆ” feliz y vivirĆ”n en un mundo color de rosa donde ya no habrĆ” mĆ”s dolor. Y eso no es verdad mis hermanos, eso no es verdad, no es lo que Cristo prometió, de hecho Cristo prometió que precisamente tendremos aflicción, aunque Cristo en su palabra nos da la seguridad de que la salvación es por gracia y Ćŗnicamente por los mĆ©ritos de Cristo, tambiĆ©n habla de que tendremos que pagar un alto precio por seguirle a Ć©l, y eso implica que tendremos que tener coraje y valor. Mira lo que dice Hechos 14.22, dice, hablando Pablo, dice que fortalecĆa el Ć”nimo de los discĆpulos, mira como los fortalecĆa, exhortĆ”ndolos a que perseveraran en la fe y diciendo, es necesario que a travĆ©s de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Ćl nos dice, es necesario que en esta vida estemos como en un spa todo el tiempo y vamos a estar como en un retiro espiritual caminando aquĆ en lo que nos vamos con el SeƱor, Ć©l dice, no, es necesario que atravesemos por muchas aflicciones. Pablo le dice a Timoteo, en segunda de Timoteo, capĆtulo 3, versĆculo 12, todos los que quieren vivir fiadosamente en Cristo JesĆŗs serĆ”n perseguidos, todos los que quieren vivir conforme a la palabra de Dios, en su trabajo, en su familia, con sus amigos, sufrirĆ”n persecución. Ahora mis hermanos, yo no quiero desanimarte y no quiero darte tampoco una perspectiva equivocada de la vida en Cristo, definitivamente no hay nada mejor que estar en Cristo, la vida en Cristo es gloriosa. Yo doy gracias a Dios porque hace 10 aƱos Ćl abrió mis ojos para verlo como mi SeƱor y Salvador y de hecho algo que yo platicaba constantemente con mi esposa, que es mĆ”s joven que yo, se vea lejos, verdad, es que yo le decĆa, mira, si hay algo que a mĆ me duele, es como no me entreguĆ© con todo mi corazón mĆ”s joven a Dios para servirle mĆ”s aƱos, para vivir conforme a su palabra. No hay algo mĆ”s glorioso que tener un pasado perdonado, un presente consentido y no andar buscando aquĆ y allĆ” en paliativos, filosofĆas, sino anclarte en esa roca, en ese creador y finalmente tener este futuro asegurado, esta experiencia eterna que por los mĆ©ritos de Cristo moraremos con Ćl. Es lo mĆ”s glorioso, pero eso no significa que no habrĆ” aflicción, que no habrĆ” guerra, que no habrĆ” batalla de este lado del cielo. Cristo da por sentado que la aflicción vendrĆ” y digo esto, mi hermano, porque si te has acercado a Cristo o a lo mejor dices, oye, ahora que he estado como mĆ”s fiel, buscando su palabra, me he congregado, ya te estoy como sirviendo y de repente, oye, ha llegado enfermedad, ha venido escasez a mi vida. Veo que hay mĆ”s problemas, veo que mis amigos me estĆ”n abandonando y Āæsabes quĆ©? Esto no es para mĆ. A mĆ no me dijeron que en esto consistĆa ser cristiano, mejor me voy. ĀæYa hay gente asĆ? Como dice Cristo en Mateo 3, en la parĆ”bola del Sembrador, escuchan la palabra, pero al momento la reciben con gozo, pero cuando vienen los problemas o los afanes de esta vida, entonces se apartan, se apartan. Entonces, amigos, hermanos, es importante recordar esto, el reino de los cielos, una vida en Cristo no es para los cobardes. Mira lo que dice capĆtulo uno de JosuĆ©, Āærecuerdas este versĆculo famoso? Nos encanta tener en muchas casas cristianas y estĆ” padre que que meditemos en este versĆculo cuando le dice solamente esfuĆ©rzate y sĆ© muy valiente y a veces lo leemos y pudiĆ©ramos pensar que la exhortación a JosuĆ© tenĆa que ver con la batalla terrible que Ć©l iba a tener contra los cananeos, pero no es asĆ. El texto le dice esfuĆ©rzate y sĆ© valiente para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo MoisĆ©s te mandó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra. Dios le estĆ” diciendo sĆ© valiente para vivir conforme a la palabra. La batalla mĆ”s fuerte de JosuĆ© no era con los cananeos, era con su propio corazón que podrĆa ser tentado a vivir fuera de la palabra de Dios. PonĆa esto para resumir todo esto que estoy diciendo y quiero anclar esto el pasaje porque es algo que nos va Dios tambiĆ©n a capacitar para vivir esta vida que exige esto de nosotros. Dios nos capacita, no nos deja a nuestras propias fuerzas. PonĆa en pantalla vivir conforme a la palabra de Dios en un mundo antidios exige determinación y coraje. Yo recuerdo cuando estaba sin Cristo y a lo mejor te ubicas y dices no, yo no voy a dejar que nadie me diga quĆ© hacer. Yo voy a ser un rebelde. Yo voy a hacer lo mĆ”s difĆcil. Mi hermano, honestamente lo fĆ”cil es ir con la corriente de este mundo. Eso es lo fĆ”cil, hacer lo que todo el mundo hace. Para eso no necesita ser valiente. Eso es lo que todo el mundo hace. Pero el verdadero valor de vivir con coraje y valientemente tiene que ver en ir conforme, en ir opuesto a los valores de este mundo. En un mundo que vive para el dinero, para la fama, para los placeres, que vive dirigido por la inmoralidad sexual, hay que tener coraje para decir que no. AhĆ en la universidad, ahĆ en el trabajo, ahĆ con tus amigos, eso implica coraje. El decir, yo voy a hacer lo que todo el mundo hace porque yo no voy a obedecer lo que la palabra de Dios dice. Eso no requiere nada de valor. No requiere nada de valor. Hay que tener coraje para mantenernos ahĆ como jóvenes honrando a nuestros padres en medio de compaƱeros que no lo hacen y que te estĆ”n constantemente invitando a no hacerlo. Hay que tener coraje para mantenerte en medio de tanta inmoralidad sexual que se ve en las redes sociales, en el dĆa a dĆa de una manera tan cotidiana. Hay que tener valor para ser honestos en el trabajo. Hay que tener valor para pelear por nuestros matrimonios en lugar de como todo el mundo nos dice, ah mira, ya te aburriste, ya no te gusta. Pues dale, con otra persona. Hay que tener coraje para decirse es que no, lo que Dios unió no lo separa el hombre. Y voy a pelear por mi matrimonio, por mi familia. Eso requiere esfuerzo, requiere coraje. Mis hermanos, hay una lucha que vamos a vivir, hay una batalla espiritual y lo que Pablo nos ha venido hablando en Efesios capĆtulo 6. Ahora, lo hermoso y quiero decirte esto, es que Dios lo sabe y Dios nos dio las armas para pelear esto. Dios no nos soltó como, órale, pues ahĆ vas y acĆ” nos vemos. Ćl dice, mira, yo sĆ© lo que implica, pero yo estoy contigo todos los dĆas y yo te doy armas para que pelees de esta manera que implica valor y coraje. Y es lo que estamos viendo en la armadura de Dios. El dĆa de hoy vamos a ver tres elementos, ahĆ aparece el mapa. VersĆculo 1, este primer elemento nos habla del escudo de la fe. El elemento 2 habla del casco de la salvación. Y el elemento 3 habla de la espada del espĆritu. De ahĆ, el tĆtulo del sermón lo llamaba ĀæQuĆ© debo tomar para la batalla espiritual? Ahora, pareciera que es tomar algo de beber, pero si te fijas ahĆ en estos tres elementos, dice tomen, tomen, tomen. Habla de una responsabilidad, mis hermanos. Es como, mira, ahĆ estĆ”n los elementos, es su responsabilidad tomarlos. Lo hemos dicho, como estos videojuegos que estĆ”n tan de moda de ir agarrando estas armas, Call of Duty, Fortnite y cuestiones asĆ, tĆŗ vas viendo ahĆ, mira, ahĆ estĆ”n las armas, tĆŗ te acercas y tĆŗ las agarras. Dios nos estĆ” dando los elementos de la armadura y es nuestra responsabilidad tomarlas, no es la responsabilidad de nadie mĆ”s, es nuestra responsabilidad. Mira lo que dice primero el escudo de la fe. VersĆculo 16. Sobre todo, tomen el escudo de la fe con el que podrĆ”n apagar todos los bardos entendidos del maligno. AhĆ aparece la imagen, pues es un escudo. Al final, históricamente los soldados romanos utilizaban dos tipos de escudos. A los que les gusta ver a lo mejor pelĆculas ambientadas en esa Ć©poca, se han dado cuenta que algunas veces peleaban como con unos escudos pequeƱos, pero tambiĆ©n habĆa un escudo mĆ”s grande que era como de uno veinte por setenta y cinco, y es lo que Pablo estĆ” mencionando precisamente aquĆ, era un escudo grande. Este escudo protegĆa el cuerpo del soldado de una de las armas mĆ”s peligrosas de aquellos dĆas, que eran flechas empapadas con brea, que eran incendiadas y entonces se lanzaban hacia los soldados. De tal manera que si el soldado no traĆa ese escudo, pues literalmente su vida estaba fulminada. Eran armas letales esas flechas encendidas, era una pieza esencial en la armadura del soldado. Ahora, ĀæquĆ© tiene que ver eso con nosotros como creyentes? Bueno, como creyentes nosotros tambiĆ©n constantemente el enemigo de nuestras almas, que vimos en versĆculo 11, nos estĆ” lanzando bardos de fuego y tenemos que ser conscientes de eso. De repente decimos, Āæde dónde vienen estos pensamientos? ĀæDe dónde vienen estas tentaciones? ĀæDe dónde vienen estas situaciones? ĀæHay alguien que estĆ” trabajando intencionalmente en tu alma para destruirte, para distraerte o para deprimirte? Lo veĆamos hace algunas semanas. ĀæHay alguien que estĆ” trabajando dĆa y noche para destruirte, para distraerte o para deprimirte? Es este enemigo. Ahora, ĀæcuĆ”les son esos bardos de fuego que el enemigo usa contra nosotros? Usa ahĆ en pantalla. Son pensamientos malignos que nos incitan al pecado, a la desconfianza y al desaliento, a la inmoralidad, al odio, a la amargura, a la envidia, a la ira, al orgullo, a los celos, a la codicia, al temor, a la duda. SĆ© honesto contigo mismo. A lo largo del dĆa, ĀæcuĆ”ntos momentos tienes que viene desaliento? Ve las circunstancias y es como de, Ā”hĆjole, esto sĆ es demasiado! ĀæCuĆ”ntos momentos vienen que dices, Āæde verdad Dios estĆ” conmigo? ĀæDe verdad Dios me ama y permite esto? ĀæDe verdad Ćl es tan sabio y tan poderoso y entonces me permite atravesar por estas circunstancias? ĀæCuĆ”ntos momentos vienen estas sensaciones de dudar de Dios? ĀæDónde estĆ” Dios? ĀæDónde estĆ” en este aƱo que pasó? ĀæQuĆ© esperanza podrĆa tener yo en este aƱo? Y vienen dudas, viene desconfianza. Ahora, yo estoy seguro que todos como creyentes en algĆŗn momento hemos pasado este tipo de pensamientos, sobre todo cuando hay enfermedad, cuando hay escasez, cuando alguien peca contra nosotros, nos traiciona, nos lastima. En esos momentos terribles nos asaltan un montón de pensamientos que no surgen de la nada. Hay alguien que estĆ” intencionalmente arrojĆ”ndolos para destruir, apagar nuestra relación con Dios, dudar de Ćl, para distraernos del gozo de Ćl o para deprimirnos poniendo la mirada en nosotros y en las circunstancias en medio de aquel que reina sobre todas las cosas. No sĆ© si te ha pasado, yo pensaba en esto, digo, no tengo que pasar mucho tiempo explicando cómo funciona esto porque creo que todos hemos estado ahĆ y a lo mejor has estado en este momento que tĆŗ quieres leer la Biblia, algo bueno, y de repente empiezas a leerla y empiezas a pensar un montón de cosas que, hĆjole, dices, no, ya ni para quĆ© leer. AsĆ como estĆ” esta situación con mis hijos, asĆ como estĆ” la situación económicamente, tiene desaliento, tiene desĆ”nimo. No, yo lo que deberĆa de hacer mĆ”s bien es mandarle un mensaje a esta persona porque me debe esto y esto, venganza, ganas de hacer justicia y asaltan pensamientos que aunque tĆŗ quieres hacer cosas buenas, al final del dĆa hay alguien que te estĆ” incitando a hacer algo malo. Dice Romanos, recuerdas a Pablo cuando hablando de esta ley que hay en Ć©l y que se frustra y dice, miserable de mĆ, ĀæquiĆ©n me librarĆ” de este cuerpo de muerte? Porque yo queriendo hacer el bien, hallo la ley de que el mal estĆ” presente en mĆ y ahĆ estamos, estos malos pensamientos. Muchas veces cuando nos disponemos a hacer el bien, surgen situaciones que no son accidentales. Hay alguien que las maquina y que las lanza a nuestra mente y entonces estamos ahĆ queriendo hacer algo en pro de nuestra relación con Dios. Queremos congregarnos fielmente y de repente justo en esos momentos, es dĆa de ir a la iglesia y curiosamente ese dĆa, ay no, pero es que mejor tendrĆa que terminar estos pendientes y empiezan a venir un montón de cosas que intentan distraernos de nuestra relación con Dios. Cada vez que intentamos cultivar nuestra relación Ćntima con Dios, vienen estos dardos malignos a nuestros pensamientos, nos distraen, muchas veces hasta con malos pensamientos, desĆ”nimo, desaliento. Hay momentos tambiĆ©n donde la palabra de Dios te muestra algĆŗn pecado. Te muestra algo que miras, debes despojarte en esto, debes probablemente mĆ”s bien ser intencional en ocuparte en esto y entonces te vienen pensamientos de justificarte. Ah, no creo que Dios haya dicho exactamente eso. Ay, asĆ como que busque primero su reino y le baje a mi adicción por el trabajo. No, yo creo que eso es demasiado. Ay, que yo vaya y que perdone a esta persona que me... No, yo creo que no. Al final pues yo lo perdono en mi corazón y no tengo que ser intencional en ir a restaurar esa relación y vienen justificaciones y el diablo las usa para mantenernos ahĆ. No olvides, mi hermano, que SatanĆ”s en el desierto utilizó la Biblia tambiĆ©n para atentar a JesĆŗs y muchas veces nosotros tambiĆ©n de alguna manera, aĆŗn en situaciones de pecado, SatanĆ”s manda malos pensamientos y es como, mira, puedes darte ese permisito. Al final del dĆa, Āæno te acuerdas que David pecó tambiĆ©n? Y David, pues es un hombre conforme al corazón de Dios. ĀæQuĆ© de malo tiene? Que tĆŗ te des un gustito y de repente saltan las tentaciones y entonces comienzan tambiĆ©n estos malos pensamientos a torcer la Biblia y dices, ah, bueno, no pasa nada, te hago esto. Al final es por gracia. Malos pensamientos. ĀæY de dónde viene todo eso? Hay un enemigo, mis hermanos, que estĆ” encargado de lanzar todo eso. SatanĆ”s sabe cómo y cuĆ”ndo actuar. SatanĆ”s sabe de dónde somos mĆ”s dĆ©biles, cada uno de nosotros. En el capĆtulo seis, versĆculo once, revĆstanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo. SatanĆ”s tiene arzimaƱas, dice la reina Valera a Cichanza. Ćl actĆŗa metódicamente. Ćl tiene un plan astuto para cada uno de nosotros. Ahora, hemos dicho esto y no estoy intentando justificar aĆŗn nuestras tentaciones, nuestro pecado y decir, ah, todo es culpa de SatanĆ”s. La Biblia nos habla de tres enemigos que tiene el creyente, que es el mundo, la carne y SatanĆ”s. Pero aquĆ, hablando de este pasaje, vemos que Ć©l tiene esta intención y no descanse en hacer eso. Ahora, mira esto que te voy a decir, y esto es algo que de verdad es mi anhelo, que Dios puede examinarnos. A mĆ de verdad me dio una buena repasada con esto que te voy a decir. A veces esos dardos de fuego, estĆ” ahĆ en pantalla, de SatanĆ”s, vienen a travĆ©s de las personas. A veces esos dardos de fuego que desalientan, desaniman, que incitan al pecado, que incitan a quitar la mirada del reino de Dios, vienen a travĆ©s de las personas. Por eso, cuando dijo en versĆculo 12 que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, no, no es contra los hombres, pero SatanĆ”s utiliza a las personas. De hecho, hay esta escena muy clara que ilustra esto. En Mateo capĆtulo 16, recuerdas que JesĆŗs estĆ” anunciando que es necesario que Ć©l sea entregado, que muera. Y entonces, Pedro lo aparta, le dice en versĆculo 22, que lo toma aparte y le dice, SeƱor, ten compasión de ti, que de ninguna manera eso te aconteste, que tĆŗ no atravieses ese terrible sufrimiento que nos estĆ”s diciendo. Y Cristo, en lugar de decirle, oye Pedro, quĆ© locuente eres, gracias por ver por mĆ, gracias por ver que no es necesario que yo sufra, Āæverdad? SerĆa muy duro eso. No, JesĆŗs le dice, versĆculo 21, pero volviĆ©ndose Ć©l, hablando de JesĆŗs, dijo a Pedro, quĆtate de delante de mĆ, SatanĆ”s, que eres tierra de tropiezo, porque no estĆ”s pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. El SeƱor sabĆa muy bien a lo que venĆa. Y entonces identificó claramente que ese dardo o esas palabras no podĆan venir de Dios. Dios la habĆa enviado a cumplir esta voluntad de dar su vida en sacrificio para rescatarnos, para gloria del Padre. Y aquĆ lo que Pedro le estĆ” diciendo es algo totalmente opuesto. Literalmente es todo lo que SatanĆ”s le ofrecĆa tambiĆ©n en aquel momento del desierto. Y Ć©l estĆ” diciendo, no, no es necesario que padezcas. Mis hermanos, SatanĆ”s usó a Pedro para atentar a Cristo. Y si no nos cuidamos, tambiĆ©n Ć©l nos puede usar a ti y a mĆ. Ahora, Āæcómo se ve esto? Y yo debo confesar esto, mi hermano, al estudiar esto dije, hĆjole, ĀæcuĆ”ntas veces he sido tan inocente o tan descuidado? Y muchas veces mis palabras o mis actos, aĆŗn no haciĆ©ndolo con esa intención, han terminado siendo mĆ”s bien un instrumento de SatanĆ”s para desalentar, desanimar, obstruir el caminar de las personas a Cristo que ser un agente de gracia y de aliento. Por ejemplo, pensaba en esto, ĀæcuĆ”ntas veces sucede, aĆŗn dentro de las iglesias, creo que en casos muy comunes, lamentablemente, mamĆ”s que cada dĆa, cada vez mĆ”s, y doy gracias a Dios por eso, que tienen la posibilidad de dedicarle mĆ”s tiempo a sus hijos y buscan cumplir ese llamado de Dios en sus casas, estar con sus hijos. Y de repente viene algĆŗn hermano o alguna persona, si tĆŗ quieres bien intencionado, y le dice, hermana, no es para tanto, estĆ” desperdiciando su vida, deberĆa tambiĆ©n de buscar algo en lo cual usted se pueda realizar. Y de repente, bien intencionado puede ser, pero estĆ” llevando la mirada fuera de lo que Dios ha llamado a esa mujer, o hay padres que estĆ”n determinados y anhelando criar a sus hijos en la amonestación y disciplina del SeƱor, y se aparecen personas y dicen, oye, pero eso de disciplinar a sus hijos, eso ya habla con ellos, eso ya no se usa, lo de la vara, lo de la disciplina. Eso de hablarles tanto de Dios, de la palabra, mĆ”s bien ensƩƱalos y un montón de cosas, y a veces siendo bien intencionados terminamos siendo instrumentos de SatanĆ”s. AhĆ vemos a jóvenes que estĆ”n guardando o peleando por su pureza sexual, y como jóvenes dicen, mira, yo me voy a guardar, quiero invertirme en el reino de Dios, estoy esperando si Dios tiene alguien para mĆ en su tiempo. Y entonces vienen mĆ”s jóvenes, mĆ”s hermanos o gente allĆ” afuera y, oye, no es para tanto, pues, ĀæquĆ© te cuesta ahĆ probar tantito? Pues tampoco es que te vayas a casar, pues tampoco tiene que ser algo en serio, no seas tan cuadrado, tan anticuado, ya no es tan radical eso el dĆa de hoy. Hermanos queriendo ser fieles para congregarse y estĆ”n animados, es que me gusta ir a la iglesia, me gusta ir a la oración, quiero servir, y aparece por ahĆ alguien bien intencionado y es, llĆ©vatela, relax, llĆ©vatela tranquilo, como que estĆ” siendo muy intenso, ya con que vayas el domingo y tĆŗ lees tu Biblia ahĆ en tu casa, no seas tan intenso. Bien intencionado si tĆŗ quieres, pero estĆ”n muchas veces siendo mĆ”s bien instrumentos de SatanĆ”s, desviando a las personas de poner su mirada en el reino. Y muchas veces tambiĆ©n sucede esto cuando hay chismes, cuando hay murmuración, cuando hay desaliento, cuando se comienza a ver crĆtica unos a otros, y de repente aĆŗn detrĆ”s de una mĆ”scara muy espiritual, ah, no te has dado cuenta que el hermano. Y nos hacemos expertos en identificar el pecado de las demĆ”s personas y realmente eso termina siendo mĆ”s bien dardos que desalientan, que desaniman, que llenan corazones de intriga, de amargura, y al final del dĆa sembrando división y logrando lo que SatanĆ”s quiere que es destruir. Mi hermano, cuando Pedro estaba aquĆ hablando con JesĆŗs, yo estoy seguro que Pedro no dijo, ay, me voy a dejar utilizar por SatanĆ”s para atentar a Cristo. Evidentemente Ć©l creĆa que estaba haciendo un bien, creĆa que estaba haciendo un bien, pero no era asĆ. Ćl estaba siendo usado por SatanĆ”s. Debemos tener cuidado, mis hermanos, de no ser nosotros esos instrumentos por los cuales mĆ”s bien estamos derribando, destruyendo, aĆŗn desviando a nuestras familias de buscar a Dios. SatanĆ”s es astuto, mis hermanos. Por eso es que nos llama a tomar el escudo de la fe, versĆculo 16. Sobre todo tomen el escudo de la fe con el que podrĆ”n apagar todos los dardos encendidos del maligno. Todos los dardos, dice ahĆ. Y habla de esta protección total. Mi hermano, ĀæestĆ”s teniendo dudas del amor de Dios? ĀæEstĆ”s teniendo estos pensamientos de que Ćl te ha abandonado? No te quedes ahĆ, no escuches esas mentiras. Ponte el escudo de la fe y recuerda que en su palabra dice que Ćl no nos abandonarĆ”, que Ćl estĆ” con nosotros todos los dĆas hasta el fin. Dios no miente. Recuerda lo que veĆamos en Romanos 8, 39. Nada nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo JesĆŗs. Ćl ha dicho en JeremĆas 31 que con amor eterno nos ha amado. Su amor no cambia. Entonces cuando vengan estos momentos de desĆ”nimo, de desaliento, no es como Āæde dónde surgieron? Bueno, surgieron de que hay alguien que estĆ” maquinando para que pienses asĆ, pero Dios nos ha dado su palabra. PonĆa en pantalla esto. Debemos pensar bĆblicamente para poder contrarrestar los ataques del enemigo. Pensar con la palabra de Dios, poner delante de nosotros sus promesas. Es asĆ como usamos el escudo de la fe. Mi hermano, si Dios ha prometido, Ćl lo cumplirĆ” porque Ćl no puede mentir. Ćl no puede mentir y SatanĆ”s todo el tiempo nos estĆ” mintiendo, Ćl es mentiroso, Ćl es homicida. Y Dios nos ha dicho utiliza este escudo de la fe. Mira lo que dice un autor esto. La fe es el escudo del cristiano. El diablo no puede hacer nada contra ella. Sus peores ataques son frustrados cuando el creyente usa el escudo de la fe. La fe ofrece completa protección y hace el avance posible. Donde hay fe no hay nada que temer. Donde hay fe, fe es precisamente tomar la palabra de Dios, creer en lo que Dios ha dicho. Puse en pantalla esto, esta era una definición que usĆ”bamos mucho en Horizonte y me gusta como retomar esto porque van a venir estos flechazos, van a venir estos momentos e intentos de que haya desĆ”nimo, que haya desaliento, que haya una incitación al pecado. Y no es el tema de responder en cómo me siento. Ah bueno, suelta me siento asĆ, tengo derecho. Mira lo que dice, fe es creer en la palabra de Dios, actuar acorde con eso, sin importar cómo me siento, porque Dios promete un buen resultado. Es creer lo que Dios ha dicho. No es porque nos parezca lógico, muchas veces no parece lógico y dice, cómo me estĆ”s diciendo que me estĆ”n faltando al respeto un buen, que me estĆ”n ofendiendo ahĆ en el trabajo, que me menospreza mi jefe. Yo tengo que ir a decirle, es mĆ”s, yo lo voy a ajustar, yo sĆ© pelear, yo fui educado en boxing, caral, le voy a... Oye, pero la palabra de Dios te habla de que, al contrario, que ames, que ores, que bendigas a tus enemigos, que no ocupes la venganza en tus propias fuerzas. Eso es algo ilógico, no es algo que naturalmente alguien sentirĆa. Pero la palabra de Dios nos llama a actuar asĆ, no como nos pintamos, sino creyendo que Dios es fiel y que su palabra es verdadera. Fe, con ella hay otra definición que puede ayudar tambiĆ©n, es tomar a Dios y su palabra, aceptar su enseƱanza, obedecer sus mandamientos, tomar en serio, me gusta eso, tomar en serio sus advertencias y apropiarse de sus promesas, apropiarse de sus promesas. Por eso la palabra de Dios dice que los creyentes andamos precisamente por fe y no por vista. Mis hermanos, tenemos la certeza, porque la palabra de Dios dice, porque Dios mismo lo dijo y por eso es suficiente para creer que lo que nosotros tenemos en la palabra de Dios es mĆ”s seguro que todo lo que nosotros podemos ver con nuestros ojos, que todo lo que las circunstancias puedan decirnos, que todo lo que las demĆ”s personas pudieran hablarnos, la palabra de Dios permanece para siempre. La palabra dice que todo prevalece, todo puede terminar, todo pasarĆ”, el cielo y la tierra pasarĆ”n, pero la palabra de Dios permanecerĆ”. ĀæQuĆ© es lo que hace la fe en este caso hablando cuando vienen estas flechas, estos ataques? La fe pone a Dios delante de ti, te abre los ojos del alma para que puedas ver a Dios y su poder, su sabidurĆa de Dios y su amor. Pensaba en esto, y hay momentos que las circunstancias constantemente nos rebasan. ĀæCómo podrĆ© mantenerme firme en esto? ĀæCómo podrĆ© mantenerme firme en el llamado que Dios me ha dado en este ministerio que me estĆ” rebasando? Los enemigos parece que se levantan y parece que yo cada vez me hago mĆ”s dĆ©bil y que se sale de control. Bueno, hay un ejemplo que podemos ver, por ejemplo, con MoisĆ©s. ĀæRecuerdas a MoisĆ©s? ĀæCómo va y enfrenta a Faraón? Y no es que MoisĆ©s precisamente era alguien admirable por sĆ mismo, sino que dice la palabra que Ć©l estaba viendo al invisible. Ćl veĆa no a los enemigos o a las circunstancias que tenĆa enfrente que eran humanamente hablando poderosos para abatirlo y para derrotarlo, sino que veĆa por detrĆ”s de eso al invisible, que es poderoso y que estĆ” por encima de todas las cosas. Ahorita pensaba, no sĆ© si has visto este meme, hĆjole, no sĆ© si lo conozcas, pero es un meme que estĆ” un monito con un garrote y asĆ llega como que quiere golpear a otro, a uno chiquito, chiquitito asĆ dĆ©bil. Y el chiquito dĆ©bil estĆ” muy feliz viendo al malo, pero no estĆ” feliz por el malo, sino porque atrĆ”s del malo estĆ” alguien mĆ”s grande que el que estĆ” aquĆ enfrente y ya luego secuencialmente despuĆ©s llega el otro mĆ”s grande allĆ” y el otro mĆ”s grande allĆ” y asĆ. Pero este malo que viene como a amedrentar al pequeƱĆn, no puedo entender cómo es que Ć©l estĆ” tan firme, tan estable, tan decidido a enfrentarme, si yo evidentemente soy mĆ”s poderoso. Porque estĆ” viendo al invisible, por decirlo asĆ, lo que sucedĆa con MoisĆ©s. Dice, hermano, MoisĆ©s no era mĆ”s fuerte que ni tĆŗ ni que yo, pero MoisĆ©s tenĆa fe en ese momento. No es que fue por sus propias fuerzas y que fue mĆ”s valiente por sĆ mismo, pero se sostuvo ante la adversidad porque estaba viendo al invisible. Por eso decĆamos al inicio que los cobardes no irĆ”n al reino de los cielos. Alguien decĆa, hablando de este tema, me clavĆ© un poco porque honestamente te abro mi corazón y yo en varias Ć”reas sĆ tiendo a batallar como con, ay no, a no animarme a dar ciertos pagos, de alguna manera hasta cobardĆa si tĆŗ quieres. Y es como, oye, es un pecado severo porque tĆŗ estĆ”s dejando de ver aquel que es poderoso y que estĆ” peleando por ti, aquel que va al frente por ti, pero tambiĆ©n va detrĆ”s de ti, como esta nube y como esta columna. Y el hecho de vivir cobardemente es un pecado severo porque estamos dudando de aquel que es poderoso. DecĆa alguien, estudiando de esto, el infierno estarĆ” lleno de gente cobarde. Por eso Apocalipsis conecta la cobardĆa con los incrĆ©dulos. Contrario a eso, Proverbios 30, mira lo que dice Proverbios 35, probada es toda palabra de Dios. Ćl es escudo para los que en Ćl se refugian. Dios es nuestro escudo cuando confiamos en Ćl. La fe hace eso, nos coloca al lado de Dios. La fe dice, mira, esto me suena probablemente ilógico, mis sentimientos no dictan que camine en esta situación o en esta dirección, pero yo confĆo que la palabra de Dios es verdad y quiero ser gobernado conforme a ella. Mi amado hermano, hasta el dĆa de hoy, ĀæquĆ© tan consciente estabas tĆŗ de los bardos de fuego del maligno? ĀæCon cuĆ”nta frecuencia usas este escudo de la fe cuando eres atacado? Esto va directamente aplicado con la palabra de Dios. ĀæEstĆ”s tĆŗ creciendo en el conocimiento de la palabra de Dios para que puedas hacer un uso eficaz cuando vengan estas amenazas, estas acechanzas? ĀæCómo podrĆamos ponernos este escudo si no estamos pasando tiempo en la palabra? ĀæCómo podemos aferrarnos a promesas que no conocemos? ĀæCómo podemos traer a nuestras mentes en ese momento preciso esperanza cuando no hemos habitado en eso? Y por eso te decĆa, toma esto, tómalo tĆŗ, es una responsabilidad de cada uno de nosotros. La palabra es verdad, mis hermanos. Yo pensaba en esto y te quiero poner un ejemplo como prĆ”ctico. Comienza el aƱo, estĆ” duro ya de adulto. Les digo, oye, los papĆ”s estĆ” duro. Comidas, eventos, compromisos, inscripciones, regalos. Mi hija cumple aƱos el primero de enero, Ć©chatela, todavĆa remata, reyes. Y empieza el aƱo y es una cuesta. Es una cuesta. Ah, si la cuesta de enero, tanto decĆan, Āæverdad? Es duro. Y muchas veces creemos que todos nuestros problemas o el sentido de la vida se resolverĆa teniendo mĆ”s dinero. Y vivimos preocupados, vivimos afanados. SĆ, mi hermano, a mĆ tambiĆ©n me llegan esos momentos, esos pensamientos de, hĆjole, Āæy ahora cómo le vamos a hacer? Y cuando Anita crezca y tambiĆ©n tenga que ir a la escuela. Y vienen esas situaciones. SatanĆ”s nos llena de pensamientos de duda. Nos distrae del propósito de buscar primeramente el reino. Nos desalienta, nos desanima, nos deprime. Pero ĀæquĆ© dice el SeƱor? Mira, ese es un ejemplo, el escudo de la fe, Mateo 6.25. Por eso les digo, no se preocupen por su vida. ĀæQuĆ© comerĆ”n o quĆ© beberĆ”n? Ni por su cuerpo, ĀæquĆ© vestirĆ”n? ĀæNo hay la vida mĆ”s que el alimento y el cuerpo mĆ”s que la ropa? No se afanen, dice. EstĆ” diciendo, ĀæquiĆ©n te dio la vida? Dios te dio la vida. ĀæY el que te dio la vida no ha llenado tu plato de comida cada dĆa? El que te dio el cuerpo, el que te dio forma desde el vientre de tu madre, no tiene poder para darte la ropa que tĆŗ necesitas. VersĆculo 26. Miren las aves del cielo que no siembran ni ciegan, ni recogen en graneros, y sin embargo el Padre Celestial las alimenta. ĀæNo son ustedes de mucho mĆ”s valor que ellas? ĀæY quiĆ©n de ustedes, por ansioso que estĆ©, puede aƱadir una hora al curso de su vida? ĀæY por la ropa? ĀæPor quĆ© se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo, no trabajan ni hilan. Pero les digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Se vistió como uno de ellos. Y si Dios viste asĆ a la hierba del campo, que hoy es y maƱana es echada al horno, Āæno harĆ” hoy mucho mĆ”s por ustedes, hombres de poca fe? Sin el mismo Dios que creó las aves, que creó las flores, las alimenta, las viste. ĀæPor quĆ© se preocupan? ĀæNo harĆ” mucho mĆ”s por ustedes, hombres de poca fe? ĀæCuĆ”l es el problema? No son las circunstancias, es la poca fe. Perder de vista a este que es mĆ”s grande que las circunstancias que parece que nos van a destruir. Y de hecho termina diciendo este pasaje, este versĆculo glorioso, no dice, no hagas nada. Dice versĆculo 33, yo creo que si eres creyente todos lo sabemos, mas buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas serĆ”n aƱadidas. Dios no dice, no hagas nada y espĆ©rate. Y no, sĆ© intencional en buscar, vivir para mi reino, vivir para mi gloria. Esa es una buena manera, cuando vengan esos momentos de, hĆjole, de duda, hĆjole, ĀæquĆ© le vamos a armar para acabar la quincena? Tienes un Dios que te cuida, tienes un Dios que proveerĆ”. Y mĆ”s bien como hablĆ”bamos hace ocho dĆas en Tesalonicenses respecto a la voluntad del SeƱor, es que estemos siempre gozosos, que estemos siempre agradecidos, porque un corazón agradecido que constantemente habla y pronuncia, la gracia y las bondades que ha recibido de Dios, es un corazón que constantemente se estĆ” lavando, se estĆ” lavando de la ingratitud y la amargura y la duda. Ahora, hay otro elemento que menciona aquĆ Pablo, que es el casco de la salvación. Digo el yelmo porque en la Reina Valera es el yelmo de la salvación, y a lo mejor tĆŗ lo conoces y dices, ah, el yelmo de la salvación, bueno, es un casco, en la Nueva Vila de las AmĆ©ricas lo traduce literal, versĆculo 17, tomen tambiĆ©n el casco de la salvación y la espada del EspĆritu, que es la palabra de Dios, aparece ahĆ la imagen, el yelmo evidentemente era la pieza de la armadura que cubrĆa la cabeza del soldado. Me encantó este detalle, es uno de los detalles mĆ”s importantes Me encantó este detalle, es uno de los elementos que realmente tambiĆ©n me trajo demasiada esperanza y enfoque. Recuerda esto, Pablo estĆ” hablando a cristianos, Ć©l no estĆ” refiriendo al texto de que debĆan apropiarse de la salvación que ellos no tenĆan, ellos ya le estĆ”n hablando a gente que ya habĆan abrazado esa salvación, estĆ” hablando mĆ”s bien de un tema futuro. Mira cómo lo explica un poquito mĆ”s en Primera de Tesalonicenses, capĆtulo 5, versĆculo 8, dice, pero puesto que nosotros somos del dĆa, seamos sobrios, habiĆ©ndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por casco, la esperanza de la salvación. Entonces aquĆ el punto no es, recuerda que yo ya soy salvo, sino la esperanza hacia el futuro, aquello que nos espera. AquĆ estĆ” hablando de tener la seguridad de lo que Dios harĆ” por nosotros con toda certeza, lo que leĆamos al final, bueno al inicio en Apocalipsis, capĆtulo 21, que tenemos una herencia segura, echar mano de eso, ponĆa esto en pantalla. Debemos protegernos en el hecho de que la salvación final estĆ” asegurada para los cristianos, porque es una salvación que estĆ” en las manos de Dios, no en las nuestras. Ahora si hay algo honestamente, si eres cristiano y si eres bien honesto, constantemente SatanĆ”s nos estĆ” desanimando, nos estĆ” acusando. Dice Romanos 8.1, que no hay ninguna condenación para los que estĆ”n en Cristo, pero SatanĆ”s apenas tropiezas tantito, apenas aparece ahĆ un destello de pecado, el aprovecha eso y te quiere hundir. ĀæMeta vas a ir a la iglesia? ĀæEn serio quieres orar? ĀæEn serio quieres buscar la palabra de Dios? Ah, ya deja de engaƱarte. ĀæEn serio crees que vas a morar ahĆ en lo que leyeron de Apocalipsis 21? Recuerda que no es por nuestros mĆ©ritos, no es por nuestras fuerzas. Recuerda que fue asegurada en la cruz cuando Cristo dijo, consumado es, pagado por completo. Tenemos la certeza que estaremos con Ć©l, porque esta salvación no depende de nosotros, sino de Cristo. Mis hermanos, cuando vengan estos momentos de desaliento, de desĆ”nimo, como te decĆa hace rato, momentos cuando queremos buscar lo espiritual, aparece un montón y lo hemos dicho domingos en la maƱana. Si quieres leer con tu familia la Biblia, hay oposición, hay tensión. Pero si quieres ir a un partido, pues rara vez. Si acaso, a lo mejor tu esposa ya no estĆ” tan contenta de que vayas tanto. Pero es como, vamos, una pelĆcula. Ah, vamos, que padre. Y generalmente esas situaciones no traen mayor oposición. Pero cuando uno busca, realmente buscar la voluntad de Dios, vienen batallas y a veces reaccionamos mal. Y en medio de ese reaccionar mal, vienen pensamientos de desaliento y de querer abandonar esto. Ah, pues sĆ, mejor ya no voy a ir a la iglesia. Debemos proteger nuestras mentes con este pensamiento, mis hermanos. Cuando vengan esos momentos de acusación y de desĆ”nimo, recuerda esto. Esta lucha no serĆ” para siempre. AlgĆŗn dĆa dejaremos atrĆ”s este campo de batalla. AlgĆŗn dĆa dejaremos este cuerpo que aĆŗn sigue batallando con el pecado. Y algĆŗn dĆa nunca tendremos mĆ”s problema con eso. Ya no habrĆ” mĆ”s tentaciones, ya no habrĆ” mĆ”s vergüenza por haber pecado contra Dios. No habrĆ” mĆ”s dolor ni tristeza. Algo de lo que a mĆ me fascina el solo imaginarme, no logro alcanzar a comprenderlo por el pecado que aĆŗn muere en mĆ. Pero es que estaremos delante de nuestro SeƱor sin pecado. Podemos adorarle sin distracción. Es decir, estaremos dĆa y noche adorĆ”ndole, conociĆ©ndole. Y a diferencia aquĆ, hay momentos en los que a mĆ me encanta alabar a Dios y estoy adorando a Dios. Pero vienen pensamientos sĆŗper random y ahĆ estĆ”s queriendo cantar y alabar. Y empiezas a pensar cosas que te distraen. Ay, Āædónde vamos a ir a comer? Ay, Āæpor quĆ© otra vez? ĀæY quĆ© habrĆ” pasado con este hermano? O, hĆjole, ya habrĆ© cerrado bien la puerta. Cuestión es asĆ. Y de repente tambiĆ©n puede venir tristeza, puede venir desĆ”nimo. O estamos cantando por cantar sin entender. Ya muchas veces lo que estamos cantando hay distracción. Pero, mis hermanos, llegarĆ” el dĆa en que nuestros ojos verĆ”n a Cristo. Estaremos con Ćl y adoraremos. Y en cuerpos glorificados, mis hermanos, lo haremos perfectamente. Por eso Pablo dice, no te claves en esto de aquĆ. Ponte este casco. Recuerda lo que ya viene, la seguridad que hay en Cristo. Mira lo que le dice Pablo, en Primera de Timoteo, refiriĆ©ndose a Timoteo, despuĆ©s de que habla precisamente de cuidarnos del amor al dinero, de cuidarnos de la codicia, porque eso nos lleva a la perdición. Ćl le dice mĆ”s bien que siga la piedad, que siga el amor, que siga la fe. Y le dice, Primera de Timoteo 6.12. Pelea la buena batalla de la fe, Timoteo. ĀæOtra vez esta batalla? ĀæCómo? Echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado. Echa mano de esa esperanza y esa certeza que ya tienes. Mis hermanos, si queremos pelear bien, debemos mantener fijos nuestros ojos en la gloria que nos espera. No dejar que el diablo nos desaliente haciĆ©ndonos pensar que cada dĆa es inĆŗtil, que cada situación nos va a superar, nos va a destruir. Recuerda que tenemos la victoria asegurada. Mira lo que dice Romanos 8.18. Pues tengo por cierto, si estĆ”s atravesando alguna aflicción, pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que nosotros ha de manifestarse. No son comparables. La vida en Cristo, honestamente, quisiĆ©ramos a veces que fuera como todo de bajadita, o por lo menos todo planito, Āæno? Pero es sube y baja, sube y baja, y hay baches, y luego hay otros que tienes que como redireccionar, pero no se compara. Mira, me acordaba ahorita, hace como dos o tres semanas tuvimos la oportunidad de estar allĆ” en Bernal, en un retiro con los pastores de Horizonte QuerĆ©taro, y uno de los momentos mĆ”s hermosos fue que pude estar con mi esposa solos, prĆ”cticamente por primera vez, que pudimos encargar a nuestras hijas durante tres dĆas, y nosotros estĆ”bamos fascinados porque pudimos ir a subir la peƱa de Bernal. A lo mejor tĆŗ dices, ay, eso quĆ©, yo la puedo subir siempre. Bueno, para nosotros, en nuestra etapa de la vida, es algo que era prĆ”cticamente imposible, porque mis hijas dan tres pasitos y quieren que lo cargues, y serĆa imposible subir asĆ la peƱa. Pero si tĆŗ has subido la peƱa, creo que has comprobado que es algo cansado, es algo pesado. Hay momentos que ves por ahĆ la banquita y ya te quieres sentar, y todavĆa no llegas y dices, ĀæcuĆ”nto falta? No, pues ya estĆ” el barandalito, y vas avanzando y parece que el barandalito tambiĆ©n se va alejando, y se va alejando, y se va alejando, y parece que es algo muy difĆcil, que no vas a acabar o que vas a acabar mejor retrocediendo. Bueno, asĆ estĆ”bamos nosotros ese dĆa, y ya, y ya, y ya, pero al llegar arriba, el regalo es hermoso, la mirada que te da estar ahĆ en la peƱa, y las fotos, y las nubes, y ver todo eso, de verdad la vista es algo, es algo que dices, hay un Dios poderoso que creó esto, los cielos cuentan la gloria de mi SeƱor, es algo hermoso. Bueno, asĆ es la vida cristiana tambiĆ©n, mi hermano. Muchas veces se va a poner pesado, se va a poner mĆ”s difĆcil que estar subiendo la peƱa, pero el sitio donde nosotros vamos y que tenemos asegurado, porque es por los mĆ©ritos de Cristo, es mucho mĆ”s glorioso que estar por encima de cualquier peƱa en este planeta. Nosotros vamos a esta canaĆ”n celestial, estaremos con Dios y Dios estarĆ” en medio de nosotros, y le adoraremos sin tristeza, sin dolor, con un cuerpo glorificado en el cual no habrĆ” pecado, no habrĆ” distracción, y por lo tanto estaremos plenos totalmente y perfectamente en Ćl, y todo eso por los mĆ©ritos de JesĆŗs. Alguien decĆa, a manera de detalle, respecto al libro de Apocalipsis, y hace algunos aƱos lo enseƱaron allĆ en Horizonte, QuerĆ©taro, ahĆ puedes escucharlo tambiĆ©n, vertĆculo a vertĆculo, pero el libro de Apocalipsis trae como muchas figuras, y a veces para algunas personas es complicado, y dicen prefiero no meterme ahĆ, porque aparecen ahĆ como monstruos y fieras, y que es algo complicado, pero al final de cuentas, mis hermanos, lo que Apocalipsis nos muestra, es que al final de todo eso los creyentes ganamos, al final de todo eso, los creyentes tenemos la victoria asegurada, y lo que Pablo estĆ” diciendo es, ponte ese casco siempre, recuerda eso, por mĆ”s que estĆ©s en medio de esa subida, que las aflicciones de este mundo te intenten destruir o consumir, recuerda que nada se compara con la gloria venidera que nosotros ha de manifestarse. Finalmente, vamos a ver la Ćŗltima pieza de estos versĆculos, y es la espada del espĆritu, versĆculo 17, es un detalle que dice, tomen tambiĆ©n el casco de la salvación, o el yelmo, si eres mĆ”s tradicional, y la espada del espĆritu, que es la palabra de Dios. Hay un detalle aquĆ, Pablo hasta ahorita nos ha dicho cómo defendernos, defendernos, defendernos, defendernos, cómo incluso tambiĆ©n huir rĆ”pidamente, cuando habló del calzado del Evangelio de la Paz. Esta arma, de la espada del espĆritu, es particular porque es la Ćŗnica arma ofensiva. Ahora, Pablo estĆ” aquĆ dando como un giro, nos viene hablando de cómo defendernos, pero ahora nos habla que tambiĆ©n debemos tener una actitud de ataque, y ponĆa en pantalla esto, los creyentes no debemos limitarnos Ćŗnicamente a defendernos, puse ahĆ entre parĆ©ntesis ratonear, ahorita te explico, no debemos limitarnos Ćŗnicamente a defendernos, no debemos limitarnos Ćŗnicamente a defendernos, tenemos un reino que conquistar. Si eres de tĆ©rminos futbolĆsticos, perdóname si no, mi hermano, mi hermana, pero ratonear, es una palabra que, la verdad es algo que no es algo grato dentro del fĆŗtbol, ratonear es el equipo que se repliega atrĆ”s, y que le dicen, oye ese equipo casi pone dos porteros, y tiene ahĆ nueve defensas, no le interesa proponer el partido, ir a atacar, interesa nada mĆ”s, que no le hagan gol, y eso, para el espectador es muy aburrido, porque uno quiere ver, goles, quiere ver acción, y generalmente ese tipo de equipos, que ratonean y que no quiero seƱalar a ninguno en especĆfico, para no herir susceptibilidades, asĆ como, no voy a decir exactamente quiĆ©n, pero Pablo nos estĆ” diciendo, no somos llamados a vivir de esa manera, como encerrados, como a la defensiva, nada mĆ”s estar cuidĆ”ndonos, somos llamados tambiĆ©n, a ir al ataque, tenemos una misión como creyentes, que es proclamar la palabra de Dios, para la salvación de los perdidos, y la edificación del creyente, mire esta foto que da JesĆŗs, en Mateo 16, 18, dice yo tambiĆ©n te digo, que tĆŗ eres Pedro, y sobre esta roca edificarĆ© mi iglesia, no prevalecerĆ”n contra ella, la imagen que Cristo estĆ” dando aquĆ, no es la de un grupito, como atrincherado, como no hay que salir para nada, ni al mundo, y todo me voy a estar cuidando del diablo, y para que no me conquiste, esa no es la figura que Cristo estĆ” dando, la figura que Cristo presenta, es de la iglesia, de los creyentes, como un ejĆ©rcito conquistando un reino, y el diablo es el que estĆ” atrincherado, por eso dice que las puertas del infierno, estĆ”n abiertas, y el diablo estĆ” terminando esto, porque despuĆ©s de hablarnos de cómo defendernos primariamente, nos recuerda este llamado, esta identidad, y revestirnos de esto diariamente, puse en pantalla, despuĆ©s de que evidentemente tenemos que defendernos de estos ataques del enemigo, no olvidar que tenemos que atacar, porque tenemos un reino que conquistar, y para ello se nos ha provisto una arma poderosĆsima, es infalible, es inerrante, y es toda suficiente, y es la palabra de Dios, esa es la palabra del EspĆritu, puse en pantalla esto, cuando usamos las escrituras adecuadamente, por medio de ellas, se manifiesta el poder del EspĆritu Santo, para edificar a los creyentes, y para salvar a los perdidos, por eso es la importancia de la palabra de Dios, habĆa gente que si me ha dicho, como oye es que hay como que duran mucho las predicaciones, la palabra, y la palabra, y JesĆŗs, bueno, es que nosotros atendiendo a la palabra de Dios, debemos insistir en predicar la palabra de Dios, es lo que nosotros damos como prioridad, podrĆa ser un culto mĆ”s entretenido, mĆ”s cool, a lo mejor aflorar a las emociones, lo hemos dicho utilizando otro tipo de estrategias, y a lo mejor la gente, ah hoy sentĆ como la presencia, porque algo sucedió en mi interior, la palabra de Dios, no ha sido expuesta con fidelidad, con claridad, mi hermano, honestamente, hemos venido a perder el tiempo, mira lo que dice Juan 17, 17, JesĆŗs orando al Padre, santificalos en tu verdad, tu palabra es verdad, tu palabra es verdad SeƱor, o que queremos vivir a la verdad, estĆ”n buscando la verdad, ah es que le busco por aquĆ, por allĆ” y nada, nada se hace a mi alma, en el dĆa de hoy, Dios dice no, JesĆŗs se define a Ć©l como el camino, la verdad y la vida, y no es algo etĆ©reo, como ah JesĆŗs, una gente ahĆ, no, vea su palabra, ahĆ estĆ” escrita su verdad, Ć©l es la verdad, mira lo que dice Pablo a Timoteo, en segunda de Timoteo 3.16, toda escritura es inspirada por Dios y Ćŗtil para enseƱar, reprender, corregir, esto es muy clĆ”sico, que habla de esta inspiración o en el original es mĆ”s bien exhalación, que Dios la exhaló, ahora sabes que es lo que le dice Pablo despuĆ©s de estos versĆculos a Timoteo, le dice predica la palabra, fĆjate dos versĆculos despuĆ©s, en primera de Timoteo 4.2, le dice Timoteo predica la palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo, amonesta, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción, porque la palabra de Dios es Ćŗtil, mira como Pablo, le dice a los tesalonicenses, en primera de tesalonicenses 2.13, por esto tambiĆ©n, nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, la aceptaron no como palabra de hombre, no fue como la palabra de Pablo, no, sino como lo que realmente es la palabra de Dios, la cual tambiĆ©n hace su obra en ustedes los que creen, Pablo dice la palabra de Dios actĆŗa, es la palabra de Dios la que hace su obra en cada uno de nosotros como creyentes, no los sueƱos, no visiones, no nuestro propio corazón, sino la palabra que es la verdad, mis hermanos de ahĆ, la importancia de habitar en la palabra de Dios, de conocer la palabra de Dios, ahora eso habla de la edificación para los creyentes, pero tambiĆ©n en el tema de los perdidos, mira este pasaje muy concreto, Romanos 10.17, los inconversos, escuchando la palabra de Dios, dice asĆ que la fe viene del oĆr y el oĆr por la palabra de Dios, no habla de un tema de estrategias, de mĆ©todos, habla un tema de ser fiel a la palabra de Dios, dice en primera de Corintios 1.21 que precisamente agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación, asĆ que mis hermanos, es importante la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la palabra de Dios y la 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Te esperamos.
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