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Analizamos la situación del peronismo y la política actual, tanto en lo local, como en lo nacional e internacional.
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Analizamos la situación del peronismo y la política actual, tanto en lo local, como en lo nacional e internacional.
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Analizamos la situación del peronismo y la política actual, tanto en lo local, como en lo nacional e internacional.
The transcription is a conversation about the issue of fuel shortages and its underlying causes. The speaker mentions that the shortage of fuel is just the beginning of a larger problem caused by the dismantling of local industries over the years. They discuss the role of the government in controlling this situation and mention that a significant portion of the population voted for the absence of state control. They also talk about the speculation and lack of support for the national flag brand of fuel. The conversation touches on the importance of control and the impact of the shortage on daily life. They highlight the need for immediate solutions and the irrational behavior caused by fear. The conversation concludes with a reflection on the significance of money versus basic necessities like food. Bueno, acá estamos de vuelta, estamos por entrar en comunicación con el diputado... Nos acaba de comunicar el diputado que está en una reunión con Matías Estebanato, que apenas termine, nos llama. Bueno, sigamos con el tema que está... Estamos con el tema de un fenómeno que estamos observando, que es el tema del desabastecimiento, que sabemos que es... En este caso de combustible. Pero el desabastecimiento del combustible es el inicio de la pirámide. Recordemos que todas las industrias locales estuvieron siendo desmanteladas a través de 50 años. Entonces la producción, por ejemplo, de lechera viene en camión acá a Mendoza. Viaja de Rosario a Buenos Aires, y de Buenos Aires viaja a Mendoza. O sea que la leche viaja 1500 kilómetros. 1500 kilómetros es un absurdo. Es un absurdo porque, bueno, pero es una situación de las petroleras, y hoy estamos a merced de esa situación. Y hablábamos acá con los compañeros acerca de que, obviamente, el que tiene que controlar eso es el gobierno. Pero yo le marcaba un aspecto. El 44% de la población mendocina votó por la ausencia del Estado en ese tipo de controles. O sea, digo, sin ese respaldo político, ¿cómo vas a ejercer algún tipo de control? ¿Cómo vas a aplicar leyes que están, no? De desabastecimiento, de ágil y de especulación, porque en realidad estamos siendo víctimas de una maniobra especulativa, en este contexto absurdo de haber cruzado todo un año de elecciones, en vez de haber tenido 90 días para definir quiénes iban a ser desde intendentes hasta presidente, hemos estado todo el año con las repercusiones emocionales, con la... O sea, ha generado una situación que es bastante, bastante seria, porque vemos el sufrimiento y la angustia que tiene la sociedad, y ahora nos enfrentamos a esta especulación y un gobierno que no posee el apoyo político de su propia sociedad, que niega, en gran medida, que niega las funciones que son inherentes al Estado. ¿Cómo controlar eso? Alejandro, para leerte bien lo que estás planteando, vos decís en este, para que quede claro, digamos la responsabilidad que tiene el Estado, en este caso del desabastecimiento, tiene que ver justamente con algunos sectores especulativos. Totalmente. Entonces, el Estado, como organismo de control, sobre todo cuando estamos hablando de abastecimiento de combustibles, que repercuten justamente en el abastecimiento alimentario, cuando sabemos, desde ya sabemos que la gran medular de la sociedad tiene que pasar justamente como lo decía vos, en un momento hablábamos del heladero y todo lo demás, tiene que ver esta repercusión del desabastecimiento. Yo, por ejemplo, escuchaba y leía, más que nada, cuál es el fundamento de la falta de combustibles, y realmente no hay un motivo único. Yo se lo digo, yo se lo digo el motivo. Perdón, perdón, déjeme terminar después de usted, y aparte quiero hacer un comentario, un paréntesis de color, y digo de color con todo, la remera que ha traído otra vez, Otra vez. Esta remera es la que, la famosa remera, ¿y dónde está Wally? No, no, no, no, en un bombardeo está en problemas, se ve desde los aviones. ¿Cómo? El LGTB dice, no, ha traído, claro, ha traído una remera muy bien, no sé si llegaría yo a comprar un botón de esa remera, ¿no? Claro. Pero no es para tanto, en la Torre Eiffel en París. No, no, no, sí, en Région, en Région. En el suelo está vendiendo. Sí, sí, sí, en el Persa de París. En el Persa de París. Exactamente. Pero yo digo, saqué lo de la remera porque me distrae, es tanto color. No, no, está muy bien. Como un televisor. Es un arcoíris. Eso sí, es una nota de color. Es una nota de color. No, yo decía, planteaba que este tipo de, digamos, responsabilidad de control que recae sobre justamente el Estado, cuando uno busca los fundamentos, dice, bueno, che, ¿por qué el Estado no controla esto? Y hago, encuentro entre tantos motivos el desabastecimiento, sobre todo en la de bandera nacional, ha sido producto, diciéndome aquí, qué locura esto, ¿no? Es justamente por la cantidad de estoqueo que tiene, que al incrementarse con tanta diferencia en las banderas de otras marcas de combustible, la gente que normalmente consumía en una marca, que no quiero dar nombre, se ha volcado a la de bandera nacional. Y esto también a nivel, digamos, social, hay que explicarlo. Hay un problema acá que tiene que ver ellos, digamos, los de bandera extranjera o de otras banderas de comercialización de combustible, plantean de que ellos exportan, perdón, importan el combustible, y que hay más de no sé cuántos buques parados, porque no sé qué problema hay con el dólar de liquidación y todo lo demás para los productos que van a ingresar. Yo digo que, bueno, esto que vos estabas planteando, digamos, el desinterés por mantener el Estado como uno de estos ejes de control, repercute hasta en este tipo de situaciones. El Estado en este momento, y esto no es para tratar de justificar absolutamente nada con el desastrecimiento, siempre es algo para prestar atención, pero sí tiene que ver con el motivo de por qué la bandera nacional no puede ponerse al hombro lo que ya está, digamos, tabulado, de alguna manera, en cuanto a la oferta del combustible hacia la sociedad. Esto es un tema que amerita después sacar al aire, digamos, a algunos de estos estudiosos economistas y también a algunas personas que han tenido que ver con la Secretaría, como Moreno en su momento, para que, no, de comercio, para que también... Podríamos llamar a Moreno a hacerlo. Sí, en algún momento podemos hacerlo para poder ahondar en este tipo que él siempre habla de los controles, y yo coincido plenamente con eso, pero tiene que ver también con el control hacia afuera, ¿no es cierto? También hay banderas de afuera que han especulado. Hay casi, en algunos casos, un 30-40% de diferencia en el precio del litro de combustible y evidentemente, bueno, la gente cuando ve el bolsillo, dice, bueno, yo soy fanático de esta, pero voy a tener que caer en la bandera nacional porque realmente la calidad y el valor y la diferencia económica, bueno, realmente es muy importante. Mirá, Alfredito, yo tengo un amigo, que le contaba a Lisandro, que en Rivadavia... ¿Te queda un amigo, Turquito? Mirá, yo quería hacer una presentación de la noticia que va a decir el turco. Quería hacer una presentación porque él, lo que va a decir el turco, es algo verdaderamente que explica lo que está sucediendo porque todo lo que hemos dicho nosotros cae con lo que va a decir en este momento Rubén. Bueno, yo tengo un amigo en Rivadavia que tiene una estación de servicio. Entonces yo le llamo para preguntarle, che, ¿es verdad que no hay combustible? Y me contestó, tenemos los tanques llenos. Hemos hecho un pacto con todas las estaciones de servicio de no vender para guardar el stock porque va a aumentar. Lo que es un delito. Que es un delito porque ahí... Bueno, pero eso es la falta de control que estamos hablando. Exactamente. Es la falta de control porque vos, o sea... Hay que tener la ley de abastecimiento. Y la falta de soporte político para tomar los controles porque lo que acabábamos de decir era eso. El 44% de la población de Mendoza votó por la ausencia del Estado en esos controles. Exacto. Bueno, ahí está el tema, por ejemplo, el haber una falta de control en ese tipo. Yo puedo mentirle al que va a cargar, al que va en la motito de delivery a tratar de ganarse un mango y no encuentra el combustible para... Podemos mentirle a todos, pero no nos podemos mentir a los inspectores que realmente tienen, digamos, la facultad de abrir un precinto y determinar si hay o no combustible para ponerlo a la venta. Entonces, digo, esto tiene que tener una solución inmediata a mi criterio. Está la solución para darla. Es una decisión también... Política. Sí, está bien. Yo digo, más que política, digamos, tenemos que ponernos en una cuestión de razocinio. No hace falta que yo le vaya a explicar a tu amigo, que vive en Rivadavia, che, abrí los surtidores porque hay gente que realmente no está comiendo y hay gente que, a lo mejor, tiene la posibilidad hasta de trabajar y no lo puede hacer porque no se puede movilizar. Otro fenómeno que se da. Entonces, este temor genera situaciones irracionales, como la que vos hablabas de donde fue el paro que le hicieron a Cristina cuando estaba Néstor. Un fenómeno que se da es que en este temor, en este terror que vive la sociedad, la gente empieza a llenar el tanque y tiene combustible ocioso por millones y millones de litros en los tanques, aquel que puede, entonces va y le echa a su tanque y lo llena. Cuando es un tanque que por ahí iría a la mitad y entonces alcanzaría un poquitito más para todo, entonces genera situaciones de pánico y nada es más miedoso que el dinero, eso no se olvide nunca. Es como dice el dicho, el dinero habla y el mundo se calla. Yo me quedé con una reflexión, y me gusta esto porque salpicamos con cosas que nos empezamos a ir un poquito, me quedé con una reflexión que he hecho la vez pasada con respecto al tema del dinero. Y bueno, uno cuando escucha cosas tan interesantes como esta, y a lo mejor novedosas para muchos, por supuesto con mucho menos conocimiento, lo he planteado en algunas reuniones familiares y algunas de amigos, y al principio no se entiende esto de lo que tiene que ver con el dinero. Después vamos a reflejar un poquito ese tema. Y ponía el ejemplo de ponerle a un mono un kilo de banana y un billete de 100 dólares. ¿Y qué te dejé? Porque el mono es más inteligente en ese caso que nosotros. Pero digo esto, en este caso, fíjate vos cómo se da esta situación, por eso lo quería llevar a esto que está pasando ahora, ante el desabastecimiento. Yo te hago una pregunta, vos vas a un hipermercado a comprar mercadería sabiendo que mañana te vas a quedar sin nada porque no entran más camiones, y vos podés ir con un millón de dólares, pero si no encontraste un pedazo de grasa, la locura, totalmente, no pasa por el dinero, pasa por la comida. Y ahí es donde digo, y esto es, digamos, porque estamos hablando del combustible, nosotros para el normal de la gente, el combustible en un, qué sé yo, 80% lo usa para salir, o ir al trabajo, o ir a pasear, o movilizarse, que se podría movilizar por cualquier otro medio. El 20% restante es para los servicios de transporte, la seguridad, la salud, y algunas personas que se dedican a trabajar con su, digamos, lo local, ¿no? No hablo de camioneros y todo ese tipo de cosas. Pero digo, en realidad, el problema más grande es cuando se traduce al alimento, a la heladera, vamos a ponerle ahí, para no ponerlo tan desesperante. Cuando se traslada a la heladera, ahí sí genera un desequilibrio social, que realmente tenemos que estar mucho, muy atentos, todos aquellos que de alguna forma comunicamos o generamos alguna idea con respecto a algo que está en la nebulosa. El desabastecimiento es un enemigo, no, ya de la democracia, no es un enemigo, digamos, partidario ni ideológico, es un enemigo de la humanidad. Entonces quienes fomentan el desabastecimiento rozan la inhumanidad. Exacto, y estamos, lo que quería decir era que, lo hablábamos recién, si un gobernante le da de comer al pueblo, no le está dando nada. Si le quita la comida, le está quitando todo. Fíjate la paradoja que nos pasa en nuestro hogar, nos pasa en todos los órdenes. Entonces, no actuar contra esto, hay una frase de un compañero que es Roberta Mejera, que él la reproduce siempre, de el inicio de la humanidad, estuvo que le preguntaron a una antropóloga y dijo que el inicio de la humanidad fue cuando hubo un hueso curado, una fractura, alguien se fracturó y ellos encontraron que esa persona había sobrevivido y se había curado de la fractura. En el orden animal, ningún animal que se fractura sobrevive, se muere, se lo come otro, no come. Bueno, creo que estamos llegando al fin, por lo menos del humanismo. Nosotros estamos viendo situaciones donde aquello que comenzó con atender al otro, hoy el vicio es absolutamente al revés. Porque se disparan situaciones absolutamente extorsivas, y ¿sabes por qué? Porque nadie está vendiendo hoy combustible para vender combustible para que el otro viaje. Están vendiendo combustible para ganar dinero. Nadie hace comida para que el otro coma, se alimente, salvo en el hogar, sino para ganar dinero. Entonces digo, bueno, tenemos que empezar a humanizarlo y ahí debe estar... De hecho, justamente, esto que plantea el Turbo, que es real, por ejemplo, esto que pasó con su amigo, que roza la inhumanidad, tu amigo, Ya se lo dije. No, pero digo, por ejemplo, uno de los fundamentos que se plantean es justamente, las estaciones de servicio, en realidad, no son dueñas del combustible, son meros intermediarios comerciales, y, por supuesto, tienen una comisión por cada litro de combustible que vendan, ¿no es cierto? Según ellos manifiestan que el precio tan bajo del combustible, el nivel de comisión, por supuesto, es mucho menor. Se había llegado a un acuerdo, por ejemplo, los de bandera nacional, de que les incrementó la bandera nacional el porcentaje, digamos, de comisión, para que el impacto inflacionario no recayera, porque las estaciones de servicio ya están también tabuladas, saben que venden una determinada cantidad de litros de combustible. Eso hace de que, si la comisión es siempre la misma, el valor es bajo, y todos los demás, sueldo, le suben, evidentemente le está afectando, digamos, en su negocio, en su supervivencia. Entonces, bueno, habían hasta pactado eso. Ya ni siquiera eso, en algunas banderas, les es suficiente. Ni el aumento de la comisión, ni mucho menos. Ya directamente entra en un sistema especulativo que genera el desabastecimiento. No solamente para el combustible, sino para llenar el heladero. Bueno, tenés razón, pero... Totalmente. También yo te voy a comentar algo, compañero. Yo trabajo arreglando colegios. Me pide, escuchen esto... Ya viene el laburo suyo, entonces. No, pero escuchen esto, porque es importante que el oyente... Quiero aclarar que no es usted el responsable de los colegios que se están cayendo. No, no, yo los arreglo. Justamente. Cuando me están cayendo, yo los tengo que ir arreglando. Usted viene detrás. Claro. Mira, el 30 del mes pasado, compro una caldera que vale 1.700.000 pesos. Porque esto va... ¿Para qué sirve una caldera, perdón? En un colegio. Porque tiene que calentar el colegio, y en vez de tener estufa, tiene radiadores. Ah, muy bien, muy bien. Entonces... Es normal que lo hacen en el verano, eso. Claro. No es tan calentito. No, el problema es esto, Kim. A mí las empresas nos pagan a los 90 días de haber cerrado el mes. Es decir, a mí esa caldera me la certificaron ayer, y me la van a pagar el 30 de noviembre. Pero yo la compré hace dos meses. Sí. Bueno, ahora esa caldera vale 2.300.000 pesos. ¿Y cómo ajusta eso usted? No se puede ajustar. ¿Cómo que no? Porque es un contrato con el Estado. ¿Cómo que no? No, porque... Claro. Cuando arranco... Una sola cosita... Pero quiero hacer el aporte... Pero en el transcurso de esos dos meses, que yo tengo que cobrar, me aumentó la nasta, la luz, el gas, la comida, y la ganancia que la empresa puede llegar a tener... Se licuó, se licuó, se licuó. Claro, porque ahora, por ejemplo, me dan una orden para comprar dos cocinas industriales. El mes pasado la compré a 255.000 pesos, y ayer valía 350.000 pesos. Bien. Entonces la ganancia que una empresa... Yo no quiero preguntarle cómo subsiste usted. Evidentemente usted me parece que debe estar haciendo algún negocio por afuera, porque lo que me está diciendo va a pérdida con todas las... Claro, claro. Bueno, uno tiene otra cosa, creo, porque no hay otra cosa. Entonces vos tenés que decir, bueno, voy un poquito a pérdida... Dígame la verdad. No, voy a pérdida, voy a pérdida. Usted vive... No, no, es que, mirá, un negocio para... Yo refugio los aviones. Mirá, para refrendar un poquitito lo que dice el turco, para refrendar una cosita de lo que dice el turco, cuando arrancó el gobierno de Alberto, se hicieron una licitación para comprar fideos, arroces y demás, y grabó, y se ha ido, pero en contra, de manera irracional, vos tenías que venderle al Estado Nacional 70 millones de paquetes de fideos... Y habló de sobreprecio. Y habló de sobreprecio, pero ¿a qué precio se lo voy a facturar? Si yo estoy viviendo una inflación y sé que voy a cobrar a 90 días, después de 30, o sea, a 120 días voy a estar cobrando, con una inflación que se iba a morfar todo, entonces yo iba a tener que estar solventando el fideo. Esa lectura, que había que hacerla en ese momento de manera correcta, la podría haber hecho el turco, por ejemplo, o la podría haber hecho otro proveedor del Estado. Donde yo no te puedo facturar a un precio, que si estoy teniendo una inflación del 10% o el 5%, no puedo no contemplar esa diferencia. Ahora yo tengo una pregunta, no, que no sea una pregunta vos, turquito, con respecto a esto, no estamos yendo a cuestiones más técnicas. No, pero por ahí a lo mejor es bueno para que la gente sepa de qué se trata muchas veces y de por qué los colegios a veces están rotos y siguen rotos. Y van a seguirlo. Y van a seguir. Yo tengo una pregunta. Digamos en la predicción del presupuesto, o en la ley presupuestaria y todo lo demás, se contempla justamente el valor, digamos, creo que vos estás en infraestructura educativa, bueno, se presupuesta, vale decir, yo hago una licitación y esa licitación ya está presupuestada. Vamos a la mejor oferta, pero la licitación ya está presupuestada. Va a decir que el dinero ya está imputado. La pregunta mía es por qué hace 90 días. Digo, pregunto por qué hace 90 días el pago una vez que se certificó. Porque está la ley de pago con seguridad. No, no, sí está bien, la ley de constabilidad provincial. Que dice que vos vas a cobrar 60 días después de haber hecho la factura. Perdón, yo voy a rectificarte, porque no dice textualmente eso. Dice hasta 60 días. No dice a 60 días clavado. No, es que yo he visto, disculpame, también tengo conocimiento de que les han pagado a las 48 horas. Bueno, entonces, ¿está transgrediendo la ley? No, no la está transgrediendo. Está dentro del margen que te da la ley para pagar. Yo digo, ante una situación crítica, inflacionaria como la que hay, evidentemente lo que tienen que regular rápidamente es que los pagos sean, no te voy a decir a las 48 horas como en algunos casos, pero que no pasen más de los 10-15 días, porque ya en 10-15 días estás perdiendo. Digo esta pregunta porque seguramente vos después, a lo mejor para el próximo programa, traes una respuesta a esto de lo que dice textualmente la ley, y estoy seguro que dice hasta, no a 60 días, sino hasta determinado tiempo. ¿Quieres jugar un azadito? No, no quiero jugar. Usted no paga nunca un azado. A lo mejor le saco un azado. No, no, pues yo no tengo estaciones de servicio ni empresas de destrucciones. Escúchame, pero hay otra cosa. Como uno anda en la calle, y yo ando todo el día haciendo compras, la diferencia de precios que hay, por ejemplo, nosotros compramos mucho en ferreterías, la diferencia de precios que hay en la ferretería es alevoso. En todas las cosas. Pero vos, porque vos, por ejemplo, voy a comprar otro día 5 litros de acido muriético, los 5 litros, 5 mil... Bueno, pero mira, yo quería... Yo me voy a terminar. Sí, dale, dale, dale, discúlpame, dale. Yo me estaba enojando haciendo los gastos. No, no, yo te cambio que hablo de la remuneración. No, no, no, porque me está haciendo enojar porque me está interrumpiendo mucho. Ah, bueno, está bien, está bien. Voy a comprar 5 litros de acido muriético, 5 mil 900 pesos. Le digo, ¿no se te da un poquito la mano? No existe lo que vale, porque el aumento. Bueno, sigo. Pero usted lo dice porque ya tenía una lista de precios previa, o porque usted se queja de todos los precios. ¿Le dicen un café 10 pesos? 1000 pesos. Para pensar que sos turco. Es que, es verdad, vale la pena. Y resulta que voy 3 cuadras, me encontré una ferretería chiquitita, me bajé. Esa ferretería que venden hasta fiambra. Señor, perdón, ¿cuánto salen los 5 litros de acido muriético? 1900 pesos. Entonces le pregunté, disculpeme caballero, ese acido muriético que usted vende, ¿lo ha rebajado con agua? ¿Para venderlo tan barato? Ahí nomás se lo llevó a 2800. Pero el tipo me toma y me dice, ¿si es lo que vale? Acá 2 o 3 cuadras, me dijeron 5900. ¿Sabe lo que pasa, señor? Que todos se quieren salvar a costa del pueblo. Pobrecito el que fue a Trastorio. A mí me pasó el otro día, me sobraban unos pesos, voy a invertir en algo y fui y compré un paquete de avena. Y voy a averiguar y estaba... ¿Invertiste en avena? Un paquete. ¿Un kilo de avena? No, 400 gramos. 1200 pesos. Entonces digo, no, no me alcanzaba para invertir. Voy a otro negocio, 250 pesos. El mismo paquetito de avena. Pero hágame otra pregunta, no te quería interrumpir con respecto a esto de la diferencia de empresas. Vuelvo al tema de los controles. Yo no sé si ustedes se han percatado de algunas cuestiones que tienen que ver con el consumo de alimento. Y vamos a atacar el tema de la carne. Cuando yo, el fin de semana pasado, me querían cobrar un kilo de costilla. 4600 pesos. Dije, algo está pasando, algo no es normal. Bueno, por supuesto que no compré costilla. Compré carne para asado, pero digo, no voy a pagar hueso a 4500 pesos. Prefiero pagar a 5000 carnes. Y... Hay una... No sé si es una promoción en un hipermercado de Bueymayán importante, donde la costilla, y es la misma vaca, no es que sea una vaca... La prima. La prima hermana de la otra, lo que sea, pero digamos la misma raza, y novillo, no estamos hablando de ninguna cosa rara, 1560 pesos. Entonces, cuando yo hago la pregunta... 1560 pesos. Cuando hago la pregunta, me dicen mucho que, bueno, en realidad, ellos compran, digamos, los pozos, congelan, bueno, tienen otro tipo de comercialización de la carne, pueden jugar con islas de precios, porque son grandes... Los argumentos son... Increíbles, ¿no? Pero evidentemente hay una cuestión que me gustaría esto justamente que se planteen un control de precios. No puede ser de que hayan algunas empresas que tengan esta facilidad, esta subsidia de la carne, no sé, y el carnicero de la esquina no lo puede hacer. Yo hablo hasta inclusive por el sostenimiento de su negocio, porque vos imaginate, comprar un kilo de costilla a 4500 pesos es una emergencia, es decir, bueno, me cayó gente, me faltó un kilo, hoy compro. Pero si yo tengo que ir a comprar para hacer un asado para 10 personas, gastarse casi 45 mil pesos en carne, me parece una locura. Por eso digo, nosotros tenemos que ver... Ah, bien. Para cerrar, hablemos de esto después porque tenemos una comunicación ahí con el señor.