Podcast de terror

A group of friends checked into a hotel in Medellin and noticed a strange smell in their room. They called maintenance but couldn't find the source. The smell got worse and they moved to another room. When one of them checked under the mattress, they found a dead body hidden there. The killer had created a hole in the box spring to hide the body. Buenos días, mi nombre es María Fernanda Silva Villa, hoy les vengo a contar una historia de terror que se llama un cadáver en una cama. Un grupo de amigas se habían decidido ir a Medellín para pasar unos días. Se registraron en el hotel y se unieron a su habitación a dejar el equipaje, pero notaron un olor peculiar, como si se les hubiera olvidado sacar la basura o no hubieran tirado de la cadena del cuarto baño. Sin embargo, todo parecía estar en orden, así que fueron y no volvieron hasta la última hora de la noche. El olor había empeorado notablemente a lo largo del día, y ya casi era insoportable. De todo modo, llamaron al mantenimiento para que localizara su origen. La persona que les mandaron midió debajo de las camas, dentro de los armarios, incluso olfatió los desastres y las ventilaciones, pero no pudo encontrar la fuente del olor. Al final, limpiaron la habitación con generosas cantidades de productos perfumados, pusieron la ventilación al máximo y desearon lanzar las noches a su grupo de amigas. La peste estaba por el momento en una escarada, y como ellas estaban agotadas, se fueron a la cama y una de ellas escondió la cartera debajo del colchón, como acostumbradas en los hoteles. Todas durmieron hasta bien entre la mañana. Grandes rayos de sol entraban ya en la habitación, candelándola en el tren. El E.O.R. seguía presente, y más potente que nunca. Una de las mujeres, ya bastante irritada, volvió a llamar al departamento de mantenimiento para quejar, luego llamó al director del hotel para quejarse un poco más. Un pequeño ejército de personas de dirección y mantenimiento se presentó en breve, y una vez más rebuscaron por todas partes, sin resultado. Sin embargo, todos estuvieron de acuerdo en que lo mío era inapontable, así que el director opresió cambiar a las amigas de habitación. Recogieron sus cosas para bajar el vestibulo. Cuando la señora que había escondido la cartera hurgó debajo del colchón, tocó algo que parecía suspiciosamente una mano humana. Quitaron el colchón de encima de la cama, y ahí había un muerto. Un hueco practicado entre las huellas del sumierco. Era evidente que lo habían asesinado en la infección, y el asesino lo había escondido entre el colchón y el sumierco. Había recordado una parte de los muebles del sumierco, para que el cuerpo no formara un buceo de cámara. Gracias.