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Listen to 1prueba by elenajavaloyes MP3 song. 1prueba song from elenajavaloyes is available on Audio.com. The duration of song is 05:10. This high-quality MP3 track has 1536 kbps bitrate and was uploaded on 27 Mar 2024. Stream and download 1prueba by elenajavaloyes for free on Audio.com ā your ultimate destination for MP3 music.
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y la novia que me dio su suerte, la novia que me llamaba, mi tĆa, que como dije ayer no son las tres mujeres individuales y mi primo que se ponĆa, como dije ayer, una cuella en la cabeza y eran las cuatro mujeres, Āæno? y desde los cuatro aƱos Ć©l decĆa que la princesa era Ć©l y el prĆncipe era yo entonces tenĆamos a veces jugado, a veces jugaba que la princesa era Ć©l y el prĆncipe era yo entonces el hombre de la casa un poco era yo y tenĆamos un lugar muy estrechito, muy solar, en una casa de vecindad y nuestro, nuestro patio, nuestro lugar para jugar, como todos los niƱos, era la calle y la calle tiene sus peligros, Āæno? los peligros de vivir muy rĆ”pido, no solo entre niƱos, sino tambiĆ©n entre adultos y los adultos, que sabemos, no todos son buenos entonces tampoco uno cuando es niƱo se pregunta quiĆ©n es bueno y quiĆ©n es malo, Āæno? pero ocurre, ocurre y ya estĆ” y ademĆ”s era una niƱa tambiĆ©n muy enferma, como tambiĆ©n contĆ© ayer, asmĆ”tica como casi todos los cubanos que vivimos en una isla hĆŗmeda, rodeada de mar pues el asma es una constante, no solo en la literatura JosĆ© Lezama Lima, tantos asmĆ”ticos que hay, Āæno? hay en Cuba que no, en la vida real y pasaba muchas horas sola y pasaba horas tambiĆ©n, cuando no podĆa salir a la calle, pues ni sentarme en ese cuarto mi primo y yo, que no sabĆamos ya a quĆ© jugar, pues nos subĆamos a un armario nos tirĆ”bamos contra el colchón de la cama y mi abuela, mĆ”s por salvar el colchón que por salvar nuestras cabezas, como ya dije ayer pues me puso a mi escribir de alguna manera y a mi primo pues lo tambiĆ©n, lo retuvo en algo y ahĆ empezó todo, ahĆ empezó la aventura de escribir lo que no quiere decir, lo que no quiere decir que por causa de la enfermedad de la soledad, sĆ, son causas, yo sĆ© yo, cuando soy escritor, soy escritor y punto, como decĆa TomĆ”s Capote cuando no se da un producto, no se da un lĆ”piz pues en ese lĆ”piz tambiĆ©n es que la enfermedad, la soledad a mi abuela, como cualquier niƱo, sin rechazo, le hacĆa me inculcaba esa soledad a travĆ©s de lo que empezaba a leer gracias a mi abuela, a mi madre, a mi tĆa, que eran tres que entró en la enfermedad con diferentes temas, cada una con diferentes temas y al mismo tiempo, desde muy niƱa, empezó a gustarme la soledad y yo entendĆ que habĆa un espacio en mi vida que se me habĆa impuesto que alguien lo habĆa tratado de imponer que era ese espacio en el que yo debĆa estar con mis pensamientos, con mi deseo, conmigo misma, sola y escribiendo porque era lo que mi abuela siempre me decĆa, hay que escribirlo todo escribe todo lo que nos pase en esta casa, escrĆbelo y yo era la que escribĆa, yo era un poco la escribana de la casa y claro, como dije ayer, pasaban cosas todo el tiempo muy interesantes porque ademĆ”s que eran tres locas rebatadas que se pasaban la vida, por ejemplo, yo me encontrĆ© a ella pidiendo un hombre, por favor, adiós, envĆale un hombre que era el chico de la estacada que tenĆa detrĆ”s de la puerta y yo me encontrĆ© millonaria en su conocimiento acotado, Āæno? y estaba claro el hecho de que ayer no relatĆ© pero que tiene una gran importancia en mi vida tanto de hecho tenĆa muchos animales tenĆamos en aquel cuarto tan estrecho mi abuela era de origen islandĆ©s se habĆa casado con un chino lo que usted le ha olvidado al estado de la vida de mi abuela es chino y mi abuela islandesa a la que le debo una novela que ayer tambiĆ©n lo dije tenĆa, bueno, pues tenĆa con toda la cosa celta con toda la historia, era muy muy neofesa y tenĆa todas esas creencias, Āæno? trataba de enseƱarnos a nosotros que incluso, pues la santerĆa cubana se impuso, la religión católica tambiĆ©n claro, como los islandeses iban mucho a la iglesia pero la santerĆa se impuso mi abuelo un dĆa se apareció en la casa y a la santerĆa, le convirtió a la santerĆa y entonces nos empezó a traer animales no para sacrificio como se hace en algunos lugares porque los animales, pero que en la santerĆa cubana nosotros hacemos pocos ejercicios en verdad con los animales que hacen, pero muy pocos entonces, de ese modo tenĆamos perros, gatos, canarios, palomas cotorras, periquitos un tipo que picoteaba muy rĆ”pido
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