1º ep los siete enanitos

In a forest, the seven cursed dwarfs woke up and prepared for work. They found a golden chest with a note inside, leading them to a treasure in the diamond mine. Strange noises in the mine scared them, but they followed the instructions and found a magical door. They entered a palace and saw soldiers and workers. Different groups of children created their own endings, including bad dwarfs breaking the castle and the dwarfs meeting a frozen Snow White. The story ends with the dwarfs eating chicken and ice cream. En el bosque donde vivían los siete malditos, amanecía un lindo día de primavera. Mientras ellos dormían cada uno en su camita, de repente el jugo del reloj empezó a cantar, avisando que ya era hora de levantarse e ir a trabajar. El sabio fue el primero que se levantó, se puso las gafas y llamó a los demás. Los siete malditos prepararon el desayuno, así nunca acababan leche. Por la mañana preferían empezar el día con buena sopa consistente, pues el trabajo en la mina era duro y tenía que comer bien. Después de tomar la sopa, recogieron la cocina entre todos como hacían los camiones. Ellos echaban el menos, pero los camiones vivían ahora en palacio con su marido, el príncipe. Después de dejar la casita limpia y arreglada, los siete malditos llegaron hacia la mina. De pronto el sabio se detuvo, y los hermanitos que venían atrás tropezaron con él. ¿O qué será esto?, se preguntó el sabio. Asombrado, en medio del camino había un cofre dorado. Dentro del cofre había una llave de oro y una nota que decía, Hoy a medianoche dentro de un rayo de luna encontrarás una puerta en la mina de diamantes. Esta puerta solo se abre usando la llave de oro. A medianoche encontraréis el mejor tesoro, en donde los enanitos entraron a la mina. Aquel día la mina parecía muy rara. A cada momento los enanitos se sonsaltaron con ruidos extraños, como maquillazos de carpintero. Otras veces era como si unos leñadores estuvieran derribando árboles. Ya empezaba a sentir un poco de miedo cuando Mocoso estornudó. Pues estornudó tan fuerte que hasta perdió los zapatos. Entonces vieron todos que en uno de los zapatos había otra nota. Mocoso leyó las notas para que obviedan todos. Este papel de zapato da el ordenimiento exacto cuando tal vez uno pasaría otra vez y otra vez. Los enanitos obedecieron. Contaron hasta diez. Y el gran reloj dio las diez horas. Contaron de nuevo. Y el reloj dio once campanadas. Volvieron a contar. Cuando el reloj dio la medianoche un rayo de luna bajo el techo de la mina. En el mismo instante, como decía la primera nota, apareció allí una enorme puerta. Los enanitos no sabían qué hacer. Fue Geruñón quien tomó la llave de oro y la metió en la cerradura. Para poder girarla tuvo que emplear toda la fuerza que tenían los siete enanitos. Empujaron la puerta que pesaba mucho. Se abrió muy despacio. Los enanitos satánicos vieron el maravilloso salón de baile de un palacio. El suelo era de mármol. Las luces brillaban y se oía el son de las trompetas reales. Ante ellos desfilaban los soldados del rey. Los obreros que habían decorado el salón aún se encontraban ahí. Y eso explicaba el ruido que los enanitos habían escuchado durante todo el día en la mina. Los guardianes de palacio tocaron los clarinetes para anunciar la llegada de un personaje real. Los niños de primero del grupo de los macarrones van a contar un final diferente, que ellos han inventado. Vinieron unos enanitos malos que rompieron el castillo. Los enanitos se fueron al bosque, se desmayaron, pero los malos llegaron con excavadoras y los atropezaron. Atropellaron los enanitos malos. Tramaron un plan para robar a los enanitos y la aldea de los enanitos. El equipo de los perros ha hecho otro diferente final. La Cenicienta y el Príncipe bajaron de la escalera, se pusieron a bailar, se conocieron, comieron espaguetis y se quedaron una noche a dormir. A la mañana siguiente se encontraron una caca gigante en el salón. El equipo de las albóndigas ha hecho otro estupendo final. Blancanieves salió con su hija, le enseñó la habitación y le dijo que se quedaron una noche, pero Blancanieves se encontró una nota. Nos vamos a trabajar a coger diamantes para decorar. El equipo del sofá ha inventado un nuevo y diferente final. Abrieron la puerta, tocaron las trompetas y había una persona que era Blancanieves. Los enanitos fueron corriendo a darle un abrazo, pero se quedaron congelados, porque ella estaba helada. A los enanitos los sacaron a la calle por el calor y Blancanieves les pidió perdón. Después se fueron a comer pollo y helado colorín colorado. Este cuento se ha acabado.