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Ser mujer migrante con LATINAS MANITOBA INC.

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Fernanda Vallejo, an activist and advocate for Latina women in Winnipeg, started the Latinas Manitoba group on Facebook, which later became a nonprofit organization. She provides support, promotes entrepreneurship, and assists those facing domestic violence, addiction, or difficult circumstances. Fernanda shares her story and motivation for creating this space. She came to Canada from Ecuador and initially struggled with adapting and learning English. She had a complicated relationship but eventually married and returned to Canada. Despite the challenges, Fernanda believes that every experience and person we encounter in life has a purpose and teaches us valuable lessons. ¡Hola, hola! Bienvenidos al episodio número 7 del Choices Abroad Podcast. Yo soy Ale Carito, su host, y hoy les traigo un episodio súper especial. La invitada en esta ocasión es Fernanda Vallejo, una mujer activista y muy reconocida en Winnipeg, Manitoba, por su labor de apoyo a las mujeres latinas. Fernanda conformó un grupo hace ya varios años que está disponible en Facebook, como Latinas Manitoba, y que creció y su impacto trascendió tanto que llegó a convertirse en una organización sin fines de lucro. Fernanda ahora recibe pedidos de ayuda, promueve emprendimientos, gestiona papeleros y asista a personas que viven violencia intrafamiliar, adicciones, o que viven circunstancias difíciles. Hoy nos comparte su historia, su motivación a crear un espacio como este, y espero que lo disfruten y les resulte tan inspirador escucharla como lo fue para mí. Gracias una vez más por estar aquí. Hola Fer, qué gusto tenerte aquí. Bienvenida a Choices Abroad Podcast. Me encanta tenerte en este espacio, especialmente en el Mes de la Mujer, y sé que tú eres una mujer que inspira a muchas otras mujeres aquí, de hecho a casi toda la comunidad latina, creo que te admiran mucho por toda tu labor que has hecho aquí en la ciudad de Winnipeg, y no sabía que eras ecuatoriana. Qué orgullo que seas ecuatoriana, qué lindo tenerte aquí. Bienvenida. Hola Ale, muchísimas gracias, y gracias por invitarme a tu podcast. Fer, quiero que me cuentes, ¿qué te inspiró a ti a abrir el grupo Latinas Manizoba? Estábamos en época de pandemia, creo que recién había empezado, y yo ya había conocido cómo era la situación en Canadá, en Winnipeg, antes yo llegué en el 2012, y pues practicando con mujeres latinas, que en ese entonces no habían muchas, me fui enterando de cosas, de la depresión de invierno, de que llegaron en época de guerra, como refugiadas de Centroamérica, de Chile, y había muy poquitas mujeres, ¿no? Entonces también había algo que se callaba mucho, lo que es el maltrato intrafamiliar, que tal vez es muy común en nuestros países, pero pensando, ¿qué van a hacer todas estas mujeres durante la pandemia cerradas en casa? Vamos a darnos un espacio para conocernos, hacer amistades, compartir información. O sea, tú llegaste aquí en el 2012. Oh wow, ¿cuántos años tenías? ¿Qué sería en el 2020? No, tendría tal vez 21 años. Ah, ya, ¿a la universidad llegaste o directo a trabajar? No, yo estudié en la universidad, en mi país, pero nunca tuve el sueño canadiense que muchos tienen, es algo que me tocó, ¿sí? ¿A qué te refieres con sueño canadiense? El sueño canadiense, pues, muchos inmigrantes vienen acá con el objetivo de tener una mejor vida en nuestros países, ¿verdad? El objetivo de emigrar, pues, es tal vez acomodarte financieramente, tener objetivos de estudios, ese tipo de goals, se puede decir, ¿no? Pero eso no estaba en mi vida, en mis planes. Yo siempre me viví en Ecuador. Si era mochilera, pues me iba por Centroamérica, por Sudamérica, o por el mismo Ecuador, pero me encantaba hacerlo lo mío. Y mi mami fue la persona que llegó acá primero, bueno, ella tenía su familia, y llegó un día en que nos esponsorizó a todas. Entonces, ¿tú viniste con tus hermanos o solo? Llegué con mi papá, mi hermano y ya con el PR. ¡Ay, qué chévere! Pero igual creo que antes, como que no había los programas que hay ahora, ¿no? Lo de que estudias y te vienes con tu pareja o algo así. No, no. No, para nada. ¿Y cómo fue para ti el proceso de adaptación cuando llegaste? Bueno, fue muy difícil porque, como te dije, yo tenía mi vida ya hecha en Ecuador. ¿Querías venir? No, no, no, para nada. Tal vez para ver a mi mamá, decirle hola, un abrazo, porque no la había visto hace mucho tiempo. Solo sabía que tenía que llegar, firmar un papel. Y en mis planes estaba tal vez quedarme unos poquitos meses, pero fue algo como más forzado. Como que nadie me preguntó, ¿quieres venir a Canadá, Fer? Es algo que se dio. ¿Y qué piensas de eso? O sea, si tú ahora le ves a la Fer de 21 años, ¿qué le dirías? Que hay que tomar la mejor decisión definitivamente, sí, porque dadas las circunstancias de Ecuador actualmente, pues está mejor acá. Entonces, sí. ¿Estás contenta con la decisión? Sí, sí, sí. Básicamente, Canadá siempre es un país que busca reunir a las familias. Entonces, ese objetivo se dio. Volví a platicar con mi papá. No hablaba con él hace mucho tiempo. Yo dejé mi casa como a los jovencitas, se puede decir, por muchos motivos. Yo me imagino que para ti debe haber sido un gran reto. ¿Ya hablabas inglés cuando viniste? Bueno, pues en Ecuador yo pienso que sí nos enseñan inglés, y cuando nos la tomamos en serio, pues sí sabemos. Cuando yo llegué, yo sentía que hablaba bien y que todos me entendían. Pero típico de la persona que te dice, tienes acento, o algo así, te entienden. Dicen, ¿what? Y esa persona fue mi mamá. Entonces, decidí entrar al Red River College. ¿A estudiar inglés? A estudiar inglés. Oh, ya. Pero me marearon, para ser tan honesta. Sí, porque para mí el inglés fue más fácil absorber hablando, escuchando y platicando con la gente, en lugar de que te pongan todas las reglas gramaticales y te manden a hacer todas las tareas. Entonces, el reto que me puse a estudiar es cuando me marearon y empecé a dudar de mis capacidades lingüísticas. Y eso te pega full. O sea, cuando a mí, no sé, al inicio yo, según yo en mi mente, yo decía, no, sí, sí sé inglés. Pero cuando tú vas y ya te enfrentas a una conversación, o tienes que, no sé, hacer un trámite, y usar las palabras formales de los trámites, como que te dicen, ¿what? ¿Qué? ¿Qué quieres decir? Y no te entienden. Y vos no sabes ni cómo expresarse. Chuta, empiezas a dudar un montón. O sea, ya a mí me pasó eso. No, no sabía. O sea, yo era como que ya no hablo tan bien inglés como pensé. Como que uno tiene que practicar algo. Y sí te haces dudar. Sí, a lo mejor en Ecuador. Bueno, a mí me pasaba en Ecuador que siempre tuve buenas notas, que siempre fue muy buena en los idiomas. Crecí en una escuela con monjas francesas, entonces aprendí algo de francés. Y luego estudié en una escuela, Emil Chacter Cross, en inglés. Era muy bueno ahí, entonces siempre tuve buenas notas. Yo confiaba en mí. ¿Y qué pasó cuando viniste? Pues, como te digo, confiaba en mí. Pero yo creo que la confianza se va ganando día a día. Es cosa de tiempo, sí. Conseguí un trabajo en un call center. Este call center se llama, no me acuerdo qué año, porque como te dije, nunca tuve el sueño canadiense. Y siempre estuve yendo y viniendo. Por el mismo motivo, porque tenía a mi pareja en Ecuador, mis perros, mis gatitos, todo en Ecuador. ¿Por cuánto tiempo fuiste así dividida? Pues, por mucho tiempo. ¿En serio? Sí. A veces venía tres meses, o me quedaba seis meses. Trabajaba, estudiaba y me regresaba. O incluso yo discutía con mi pareja allá. Me decía, bye bye, me voy a ver a mis papás. Y venía. Y era un poco como tu manera de evasión también, puede ser. Sí, mi forma de escape, ¿no? Tu forma de escape. O sea, estabas con un pie en Ecuador y un pie en Canadá. Sí. Pero mi vida estaba en Ecuador porque yo amaba a esa persona. ¿Cuánto tiempo fue esa relación? Diez años. ¡Guau! O sea, diez años estuviste. ¿Y por qué él no vino? Él vino un punto. Ah, ¿sí vino? Lo vino un punto, sí. ¿Y qué pasó? Bueno, luego de tantos días de venidas y ya cansados de las excusas, yo pensé que estaba embarazada. Entonces, había discutido con él y vine acá a Canadá. Pero no estaba embarazada. ¿Ok? Entonces como que ya nació ese sentimiento, ese feeling de querer ser mamá. Oh, ya. Sí. Y para esa época no me acuerdo cuántos años tenía. Tal vez unos veinticuatro ya. O veinticinco. ¿Veinticinco? No me acuerdo. Bueno. Regresé a Ecuador nuevamente. O sea, todos esos años estuve yendo y viniendo, yendo y viniendo. Sí. Fui a Ecuador. Esto suena tóxico. Llegó un punto en que nos casamos, pero fue antes de que yo vuelva a Canadá, en otra de tantas idas y venidas, ¿no? Pero ese casamiento fue un poquito loco, inesperado. Nosotros éramos no hippies, no mochileros del todo, pero teníamos una estiva de vida muy libre, se podrá decir. Sí. Y bueno, pues dijimos, si la Fer se va a Canadá otra vez y él quiere saber que voy a regresar, vamos a casarnos. Era como tu manera de asegurar, o la manera que... De él, de él, de asegurarse que yo iba a volver. Lo que tu relación iba a durar. Sí. Era un tóxico. Era un hombre muy celoso, la verdad. Pero nos amábamos mucho. Tuvimos momentos muy bonitos. Pasado, pasado, pisado. Yo siempre digo que lo que caminamos nos trae acá, nos trae a donde estamos. Y a veces esas personas pasan por tu vida con un objetivo. Exacto. Es que todas. O sea, todas las personas con las que nos encontramos vienen a enseñarnos algo. Por eso yo soy muy fan de que no existe el borrón y cuenta nueva. O, no, comienzo, damos vuelta a la página. Porque creo que todas las páginas que vamos escribiendo en los libros sí nos ayudan. O sea, tú miras atrás y ves esa versión y dices como que... No, o sea, yo sí estaba haciendo lo mejor que podía. Creo que también es tener autocompasión contigo misma. Como que agradecerte, ¿no? Bueno, entonces nos casamos. Pero fue, como te decía, un poco loco. Porque dijimos, vamos a casarnos y solo fuimos al registro civil. Vivíamos en esa época en Tumbaco, en Quito. Porque siempre estuvimos en el área de los valles. ¿Y tú trabajabas en Quito? Sí. Entonces fuimos al registro civil y por lo general hay tiempo de espera, ¿no? Nos dijeron, vengan, pasen, solo firmen. Y no habían testigos, no habían testigos. De las primeras personas, pues, que llamamos. O sea, ok, fueron, nos ayudaron con las firmas. Sí. O sea, personas random. Amistades del teléfono que aparecieron. Los primer contactos, sí. Más o menos. Oh, por Dios. Así ha sido mi vida. Pero también, ¿no te parece que ese era el destino? O sea, yo creo que cuando uno tiene que vivir algo... No sé. Algo pasa, se va la luz, cierran, hay temblor, lo que sea. Todo se va por algo. Todo se va por algo. Aprendí muchas lecciones de mi vida. Hice muchas cosas buenas, muchas cosas malas. Sí. Era muy joven y tal vez estaba molesta con el mundo. Sí. Y bueno, mira. Y para empezar, cuando mi mami vino acá, yo creo que tenía unos 15 años. Pero la familia de ella ya estaba. Mi abuelita, mis tías, una de ellas falleció. Y pues la intención de mis papás era que yo viva con mi mamá. Apliqué la visa canadiense la primera vez y yo estaba en el colegio todavía. O sea, en secundaria. Y me la negaron. ¿Por qué? Porque tenía lazos por los cuales yo me iba a quedar. Claro. Entonces, creo que esa vez que me negaron la visa dije, no, ya no quiero, no me importa Canadá. Es que te rompe el corazón. Yo creo que cuando te dicen no, sí, rompe el corazón. A mí me ha pasado, por ejemplo, con la licencia. Con la licencia de conducir. Yo me jalé, creo que cinco veces el examen de conducción. Y creo que ya la, no sé, tercera, cuarta vez. ¿Cómo lloré? O sea, era como que... Frustrante. Sí, pero ni siquiera era por el hecho de que, bueno, ya, de que no iba a poder conducir. O sea, eso no me frustraba. Me frustraba que me hayan dicho que no. O sea, como que, ¿por qué? O sea, no era el momento. ¿Verdad? Pero, ¿qué te hizo a ti, Fer, como que ya, soltar esa relación? ¿Soltar esa relación? Es decir, ahora sí me voy con todo a Canadá con mis dos pies. Yo no voy a estar yendo y viniendo. Me voy con mis dos pies y con... Quedarme embarazada. En Ecuador, obviamente, con mi pareja. Él vivía en Ecuador. Ah, ok. Entonces, te dije, yo pensé que estaba embarazada. No pasó. Fui a Ecuador. Nos casamos por registro civil. Viajé a Canadá y ya estaba embarazada. Pero tú querías quedarte embarazada. Ya decidimos esto. Después de tantos años de relación, pues dijimos, de tiempo. Queremos una niña, pensábamos, pero fue un baroncito. Una bendición súper linda. Él fue tu primer hijo. Mi primer hijo, sí. Ahora tiene seis años. Lleva los siete. En un mes. Y bueno, él fue mi motor para salir de Ecuador. Para ponerme fuerte y quedarme aquí. Sí, la pasé duro. Y el papá nunca vino. Luego lo sponsoricé. Una vez que nació mi hijo, empecé el proceso... Sponsorship process, o program, creo que es. Nació mi hijo, me encargó de hacer todo el papeleo. Le salió la visa. Y mi expareja, porque es mi exesposo, él tenía ya un hijo en ese entonces. Él tenía 21 años. Entonces estaba dentro del grupo familiar todavía. Y son cosas que yo no aprendí. Yo digo que son cosas de Dios. Y pues le dan la visa a mi exesposo y al hijo mayor. Y estoy súper orgullosa del hijo de él, de Matías, porque le aprovechó a mí. Era un chico súper inteligente. Él consiguió una beca en la Universidad de York, en Toronto, estudiando algo de astrofísica. Es la persona que sí aprovechó esta oportunidad. Es que es eso. Ese fue el propósito por el cual tú pudiste venir acá. O sea, mejor dicho, por el cual tú pudiste hacerle sponsor a ellos. Ya tenía una buena vida. Ella creció con los abuelos de una muy buena familia, muy buena posición social. Pero se le abrieron puertas. Y esas puertas yo no las abrí. Como te digo, fue Dios. Igual, de la misma manera, yo pienso que Dios puso a mi exesposo en mi vida por algún motivo, para yo entender y creer en él. 100%. Sí. Y tú tienes todavía contacto con Matías. Sí, claro que sí. Siempre pregunta por su hermanito. Ay, me van a romper el corazón. Él ahora es de ausencia, ya se me casó. ¿Ves? O sea, yo creo que tú miras a ese momento de tu vida y eso debe ser para ti tu gratificación más grande, ¿no? Sí, sí. Él y tu hijo. Tu hijo seguramente. Qué lindo, Fer. Y luego, ¿qué pasó aquí? Tú ya llegaste, dijiste, estoy embarazada. ¿Cómo fue? ¿Cómo fue llegar acá? Sí, yo digo, uno siente miedo cuando está uno aquí solita, ¿no? Y eso es como... Bueno, y ni siquiera solita. O sea, yo, por ejemplo, vine con mi papá, con mi hermana, que han sido un gran apoyo. Pero de toda tu familia que tienes en Ecuador, tus amigos, todo tu system support, y uno se ve aquí tan reducido. Y encima vas con una responsabilidad gigante. ¿Cómo fue eso para ti? Bueno, yo ya vivía sola. Ya básicamente toda la familia de mi familia paterna, materna, básicamente me habían dado las espaldas por mi estilo de vida y mis decisiones. Un poquito, ya te dije cómo es, ¿verdad? Y bueno, entonces no extrañé nada de eso. Lo que te puedo decir que sí extraño, pues, es la comida, la costa, la gente, muchas amistades, que tal vez ya no sean también mis animalitos, ¿sí? El proceso de adaptación acá, bueno, vamos desde el 2012 que llegué, ¿ok? Pues al comienzo fue súper fácil, pero yo no quería estar acá. Entonces hubo un punto en el que yo ya quería regresar a Ecuador y no encontraba mi pasaporte. Y yo no había vivido ni con mi mamá, mi papá, ya te dije que vivía con mi pareja por un buen tiempo, ¿no? Y resulta que mi bendita madre había escondido mi pasaporte y jamás me dijeron que mi pasaje de regreso ya había pasado a la fecha. Y yo cuando descubrí eso, pues, fue un buen gigante en mi vida. ¿Qué sentiste? Sentí mucha ira. ¿Ira? Sí, porque me escondieron cosas. O sea, tal vez me estaban tratando de proteger, ¿verdad? Pero yo no lo vi así. Yo creo que la ira también nos viene a decir a nosotros que debemos tener límites. Sí. ¿Verdad? Sí. En ese día que me enteré, bueno, que esto había pasado, ya era medianoche, era invierno, salí a buscar alguna oficina de policías que me ayuden. Veía carros de policías en la calle como los taxis de Ecuador. Decía para que paren y nadie paraba. No me hacían caso, pero por ahí mi papá me encontró. Entonces mi papi es quien me calmó. Me dijo, vamos a regresar a casa a hacer. Ok. Trabajé, pude regresar a Ecuador y, bueno, entre tanta ayuda y venida, pues, no pienso que tuve momentos difíciles, pero tal vez al momento de estudiar algo y sentir que no tenía la capacidad de comunicarme al 100% como yo quería, sí era algo frustrante. Por ejemplo, hubo una época en la que estudié aquí, no me acuerdo, no me preguntes del año porque no me acuerdo, era para ser personal trainer. Entonces me certifiqué de eso, pero tenía yo, entendía todo lo que me decían, la mayoría, porque aprenderte toda la anatomía en inglés, imagínate, y en español, exacto. Porque me gradué en ciencias sociales, nada que ver, pero lo logré. Incluso me dijeron que podía dar el examen con un intérprete. Bueno, esto es una parte que sí se me hizo frustrante, pero a la vez me costaba seguir, ¿no? La gente, pues, siempre había todos los canadienses muy amables, siempre muy amables, sonrientes. Yo me extrañaba, decía, en Canadá o en Winnipeg no hay canadienses porque no había mucha gente blanca. Lo que más veía eran, tal vez, morenitos, africanos, filipinos, chinos, era lo que más se veía acá, y decía, son contados los canadienses porque te pintan los canadienses como blancos con ojitos claros, ¿no? Pero también están los indígenas y todo. Choque cultural no tuve. Alguna vez salí a trotar, porque yo hacía mucho ejercicio, era instructora de artes marciales en Ecuador, y salí a trotar. Desde Henderson Highway ya era un domingo. Estaba buscando Western Union para ser honesta, para hacer un envío de dinero, y me metí por la calle equivocada, y salí por esta calle de North Point Douglas. Entonces me aterrorizó, porque de repente veía a todos los indígenas, tal vez, como un grupo cruzando la calle, al lado mío yo era la única chiquita, flequita, blanquita, caminando, y al rato que llego a la otra esquina, tú sabes cómo es la zona, ¿no? Una zona tipo roja, que tal vez venden droga, o hay prostitutas, o algo así. Me acuerdo que había un hombre que paró, y como que me llamó de nazi, ¿no? Me fui corriendo a la primera tienda, y era una tienda asiática, y pues ahí tuve que esperar hasta que las cosas se calmen, y seguir en el trote a mi destino. Entonces, de poco a poco, pues fui conociendo las calles de aquí, y adoptándome a todo tipo de vida, de situaciones. Porque a veces la gente no cree que esas cosas pasan aquí, y sí pasan. Uno sí tiene que ir con cuidado en las calles todavía, más aún siendo mujer, porque igual, o sea aquí, yo si he estado caminando y alguien te va pitando, también pasa aquí. Igual es cuando subes al bus. O sea, yo más de una vez he sentido miedo, no tanto al nivel de Ecuador, pero sí, sí pasa. Y la gente lo romantiza un montón, ¿no? De que, no, allí es Canadá, el primer mundo, nadie te pita. Y lo que pasa en los buses a veces es que la gente está medicada, o tiene tal vez algún problema psicológico o mental, se puede decir. Entonces, corres el peligro de que haya alguien agresivo. Sí. Sí, no que tal vez te estén, like, diciendo que qué linda chica o algo así. No sé si somos del estilo de ellas, honestamente, pero sí sé que pueden tener algún tipo de agresividad. Claro, o sea, algún problema mental con medicación, o están en drogas, o en algún tipo de alcohol, y si te preguntan algo, pues te asustas, y si les indicas que tienes temor. Claro, pero ahora aún ellos saben que te pueden intimidar. ¿Qué pasó cuando tú empezaste a ver la necesidad de las mujeres en Guinepeque? Bueno, mi tía ya había fallecido, pero ella me había dejado una gran enseñanza. Lo que mi tía quería hacer acá era crear un espacio para seniors, o para personas ya retiradas, como se dice, los tipos de lugares donde dejas a los viejitos. Ella quería hacer esto, pero también sacarlos, sacarlos a diferentes tours, a que hagan más actividades. Entonces, ella tuvo un muy bonito corazón. La historia de ella también me inspiró muchísimo. Ella era testigo de Jehová, yo no, pero terminé yendo a la iglesia porque yo me convertí en cristianismo luego de haber conocido a mi pareja. Entonces, fui allá y conocí a muchas mujeres latinas. Entonces, conversaban de sus situaciones, de la guerra, de la violencia, ese tipo de cosas. Entonces, es algo que me inspiró, que me movió. También tengo otra tía acá, que también sé que ella vino como refugiada política desde Ecuador. Y también, viendo a mi abuelita que no hablaba el inglés, me decía cuántas mujeres van a pasar en la pandemia encerradas sin comunicarse con nadie. Entonces, ahí es cuando decidí armar un grupo en Facebook. Y tuvo buena acogida, empecé invitando una, dos, tres amigas. El grupo fue creciendo y ahora tengo como mil, ya casi mil ochocientas personas adentro. Y ahí es cuando estoy conociendo más necesidades de las mujeres. ¿Por qué hacer un grupo cerrado solamente de mujeres y no invitar también a hombres? Porque yo, por mis vivencias. ¿Por mis vivencias de qué? Por el tema de la violencia doméstica. Cuando yo traje a mi ex-esposo acá, pues lamentablemente el sueño de tener una linda familia no se dio. El hombre se había vuelto más tóxico y más celoso durante todo ese tiempo. Imagínate yo sufriendo con la pancita, ¿no? Yo en depresión por no tener a tu pareja al lado. Necesitas apoyo durante el embarazo. Y no me sentía confortable estando con mis papás porque yo no vivía con ellos desde hace tiempo. Entonces mi habitación era como mi apartamento, literal. Entonces, bueno, ya nació mi hijo, el hombre llegó acá, pues me conseguí un propio apartamento. Estaba pensando en comprarlo, volé arriéndolo. Compré el arriéndolo, lo arrendé. Y bueno, la relación se volvió más tóxica. Desde la que salí a trabajar, siempre estuve trabajando. Y yo era la persona que lo imposaba. Decía, vamos, tienes que ir a estudiar inglés, ve al Emigran Center para que te ayuden a conseguir trabajo, etc. Pero él decidió, pues, meterse en problemas. Y aquí cuando tú quieres meterte en problemas, los consigues. Te metes en problemas. Lo consigues, ¿sí? No me trató muchas veces, nada de infidelidades, eso sí. Pero llegó un día, fue el cumpleaños de él. Bueno, ya me había tratado mal antes, ¿no? Estaba dedicado como a tomar, se puede decir. Y yo con el bebé y a través con el estrés del trabajo era un poco difícil. Y yo no me gustaba comunicar mis cosas a nadie porque, como te digo, no tenía esa confianza con mis papás, ¿sí? Creo que la única persona que le contaba su hijo está loco es a mi ex-suegra. Y llámelo, por favor, y dígale que se calme, ¿sí? Pero bueno, llegó el punto en que él me secuestró con el bebé. Yo lo tomo como secuestro porque me encerró en un cuarto con mi hijo. Me rompió el celular y yo tenía una tablet debajo del colchón. Entonces pensaba que con la tablet, porque la tablet tenía un número telefónico que aquí te dan, pero lamentablemente eso no funciona y trataba de llamar al 911. Nada. Pero ya había el historial que la policía fue a nuestro apartamento dos veces anteriores. Una porque el tipo había tomado mucho y cada vez que caminaba se caía. Entonces, bueno, yo llamé y le dije a la policía, tengo que trabajar mañana, por favor. Hay algo que se llama el Sober your room en la policía. Entonces, ahí ya mandan a los borrachos hasta que se calmen. ¡Ay, qué muy nato! ¡Ay, creo que me voy a perder esa vista! Bueno, y bueno, pues tenía que aprender alguna lección y yo salí. La segunda vez que la policía apareció en mi apartamento, eso fue porque mi chiquito estaba pues ya tratando de caminar. Y la gente del piso de abajo decían que él estaba stomping, stomping, like zapateando, estaba zapateando. Pero un chiquito, ¿qué va a hacer eso a propósito? Claro. Y escuchaban ruidos raros de un niño llorando. Obviamente un bebé va a llorar. Entonces la policía fue. El lugar estaba en perfectas condiciones. Aquí está mi hijo, que lo tuve que despertar para indicárselo. Y decirle, pues este chiquitito está aprendiendo a caminar. Háganme el favor y hablen con las personas que los llamó para cerrar esa boca. ¿Y tú crees que lo hicieron solo por racistas? No, no por racistas. Ni siquiera sé si eran canadienses o no, pero tú sabes cómo son las estructuras de los edificios acá. No, se escucha todo. Especialmente si tienes un apartamento, tal vez tú escuchas, si hay un perrito arriba, tal vez escuchas las patitas, o tal vez al vecino que se va al baño, yo qué sé, te escucha. Entonces ese era el motivo. Y sí, yo me estresé mucho. Yo no era de las personas que se quedaban calladas, pero mi ex esposo quería que me quede callada. Me dejaron una nota debajo de la puerta, diciendo que por favor callen al niño, o que no camino, que no haga huya de tal hora a tal hora. Yo estaba muy molesta y quería irme al piso de abajo para reclamarle. Llegué, golpeé la puerta, nadie me abrió. ¿Verdad? Entonces no se pudo arreglar ni de una ni de otra manera, hasta que los policías fueron, vieron que todo estaba bien conmigo y fueron a hacer un complain al piso de abajo. Ah, ok. Sí, pero el día que me fui de ese apartamento, salté, boté todo al piso. No es cierta. Es de medianoche. Ahí sí les diste la huya que se lo merecían, honestamente. ¿Pero qué pasó cuando, o sea, la tercera vez que me dices que estos fueron los dos primeros? Ya, la tercera vez, pues fue la vez del secuestro que te estaba diciendo, ¿verdad? Había sido el cumpleaños de él, y yo tan linda, después del trabajo, me fui a hacer compras en un superstore, y la única tarea que le dejé al hombre fue, porque en esa época todo estaba barato y con mi sueldo, que no era la gran cosa, pero el refrigerador siempre estaba lleno, anyways, le dije al pedazo de cerdo, divídelo en tres, porque era una pieza grande y tal vez 15 dólares, súper económico, y... Claro, para conflar, ¿no? Sí, ¿no? Y divídelo, ponlo en ciprox, por favor, él no lo puso en ciprox, y era el cumpleaños de él, entonces yo salí del trabajo y le dije, vamos a encontrarnos todos en Boston Pizza. Tuvimos una noche muy bonita, le cantaron el Happy Birthday, ahí empezó a tomar, problema de él, llegamos a la casa, ok, abrí el refrigerador, y ahí fue cuando... cuando el afer explotó. ¿Estaba el cerdo enterito ahí? No, estaba la sangre en todo, o sea, los piezos del cerdo estaban en el congelador, en el freezer, pero todavía sangra, ¿verdad? Entonces eso estaba sobre las verduras, sobre la leche, sobre todo, y le dije, come on, es algo que no puedes hacer, es mucho pedir, y se molestó horrible conmigo. ¿Y tú lo acuestas? Los dos sabemos artes marciales, estudiamos juntos artes marciales, pero yo con mi chiquito pues no podía hacer mucho, entonces hubo un momento en el que yo estaba, no me acuerdo, en el refrigerador tratando de limpiar y el tipo agarró la puerta y me trataba de partir el brazo, y yo con el bebé acá literal, entonces él me quitó al bebé, y pues tuve que hacer una pequeña maniobra de artes marciales, tú aquí no puedes, tú para nadie, pero fue en defensa propia. Claro. Y luego de que mandé al tipo al piso, se lleva mi hijo al cuarto y el bebé obviamente estaba llorando, entonces fui allá, y para esa época él había conseguido un trabajo en el hotel Mario de acá, uno de los huéspedes era algún japonés que le había dado un bastón como de madera tipo antiguo, entonces me acuerdo que el tipo parecía mono amenazándome, me había puesto seguro en el cuarto, me tenía en una esquina, o sea me dijo cosas horribles, me rompió el celular, no me dejaba salir, eso fue como una cosa de 5 o 6 horas, que no podía comunicarme con nadie, trataba de hacer huya para ver si algún vecino comedido allí y no pasó, entonces me partió la frente, entonces para calmar a la bestia, le dije me voy a dar un baño y te voy a comprar más cervezas, y el tipo se dio, me dio un baño literal, pero todavía mi frente seguía sangrando, me puse una pijama, mi jacket, mi mami vivía como a un bloque, las botas de nieve porque era invierno, fui corriendo, corriendo, corriendo, y cuando llego mi mami estaba ya dormida, tal vez era a la 1 o a las 2 de la mañana, no me acuerdo, o sea eso ya fue un 24 de marzo del 2019, y resulta que mientras yo iba, él se adelantó, llamó a mi mamá y dijo no le voy a casar a Fernanda, está loca, está haciendo problemas, pero obviamente mi mami me vio sangrando, y la frente partida, o sea como se atreve a decir eso, y te llevas a tu hijo, no, tuve que dejarlo con él, sabía que él no iba a topar a mi hijo, sabía que él no iba a topar a mi hijo, sí, por eso me apuré, corrí para ser honesta, y mi mami pretendió que no sabía nada, pero sí se asustó al verme, me dijo vamos Fer peínate, por lo menos abate la cara, porque si llega la policía, no me dijo llame a la policía, si llega la policía van a pensar que estás loca, imagínate es que tú te mojas el cabello y con todo el frío se te congela, y o sea, era mi vida o qué, voy a permitir que el tipo me parta las piernas, o llegar a qué, eran tantas amenazas, tantas cosas muy fuertes, y me dijo vamos a la casa, vamos por Sion, vamos por el bebé, entonces llegamos, y apenas llegué, ella le dijo al tipo, voy a decir el nombre Ricardo, sal de la casa, del apartamento de mi hija, porque obviamente todo estaba bajo mi nombre, apartamentos, tarjetas de crédito, todo lo que yo había construido por mi solita, traje la aplicación de él, las aplicaciones no son nada baratas, los pasajes aéreos tampoco, anyways, y teníamos una pequeña alcancía para nuestro hijo, para irle metiendo ahorritos de ahorritos, el cara dura dijo me voy, pero se llegó la alcancía con él, las botellas que quedaban, y ella le dijo, ya ya ya, vaya, y él sale, pasaron unos tres minutos, y alguien golpeó la puerta, abrió la puerta, y estaba la policía ahí, y mi mami no me quería decir, pero me dijo tuve que llamar a la policía, ok, entonces ahí fue cuando, surgió esto de la corte, yo pasé solo el proceso del CFS, y yo sé que no soy la única mujer que ha pasado por violencia intrafamiliar, hay miles de mujeres aquí que se quedan calladas, y viven en ese terror, tal vez no son golpeadas, pero tal vez son maltratadas emocionalmente, financieramente, religiosamente, hay varios tipos, y a las mujeres no nos gusta comunicar, pero tenemos que hablarlo, porque si te callas, ¿qué va a pasar? Hace no mucho, una chica en Regina, ella estuvo en silencio por 16 años, logró que el tipo se vaya de la casa, y ellos tenían dos hijos, entonces ella estuvo ya tranquila, después de 16 años de maltrato, con sus dos hijas, ella tuvo como dolores de cabeza, la tuve trabajar, llegó a la casa, no pasó al siguiente día, y nunca habló con nadie más que con dos amigas, el tipo fue, se quedó con las hijas, y no se pudo hacer nada, entonces es por eso que yo animo a las personas que no se queden calladas, que busquen ayuda, y lo bueno del grupo es que no van a compartir este tipo de historias o problemas con tu perfil directo de Facebook, lo puedes hacer anónimamente, o si no tengo un formulario para que me escriban, o muchos tienen esa confianza de escribirme por interno, para decirme, Fer, estoy pasando por esta situación, ¿qué es lo que puedo hacer? O, Fer, ya estoy cansada, ¿cómo empiezo el proceso de divorcio? O cualquier tipo de preguntas, incluso, ¿cómo hago una hoja de vida, Fer? Ayúdame a mejorar mi hoja de vida, ¿cómo encuentro trabajo? Un montón de cosas que ni te imaginas, y entonces ese peso ha estado ya como por cuatro años sobre mí solita, y ahora ya estoy armando tal vez una mesa directiva, consiguiendo más personas que me ayuden, tuve algunas moderadoras, pero ellas solo moderaban las conversaciones, etc., las aprobar publicaciones. Sí, yo le agradezco mucho a todas las que me han ayudado dentro del grupo, y las mujeres que saben cómo ayudo, también a ellas por toda la confianza que me han tenido, y ahora me encanta, no me da vergüenza hablar de mi historia, porque es resiliencia, I'm a survivor. Pero por supuesto, Fer, yo lo que admiro mucho es que tú alzas la voz y con esa autenticidad que te caracteriza, puedes hablar por todas las mujeres que vienen o migran, o se van a cualquier ciudad, o también de país, lo que sea, pero las mujeres siguen enfrentándose todos los días a lo mismo como si tú estuvieras en tu país. O sea, la vida no es que se te soluciona cuando migras, o sea, no es que ya dejas de correr peligro, o dejas de encontrarte con relaciones tóxicas, o se pierda la posibilidad de que seas madre soltera, o sea, todas las mujeres que migran, igual aquí, se pueden llegar a divorciar, pueden ser víctimas de violencia intrafamiliar, pueden, no sé, quedarse embarazadas, tener abortos, pueden ser incluso, no sé, como que esas víctimas de alcoholismo, de parejas drogadictas, o sea, esos problemas siguen y trascienden lugares. Sí. Y qué lindo, porque, no sé, a veces a uno te venden la idea y te dicen como que no, allá vas a estar súper bien, allá vas a estar mejor, ¿y qué tal si allá conoces a esta persona que te maltrata? Sí, es que no es el lugar, ¿verdad? Es, no sé, es la persona, tú no sabes con quién te vas a encontrar. Exacto. Y tal vez vemos corazones, no sabemos, así lo dicen, ¿no? Sí. Y yo creo también que para las mujeres que emigran solas, que tienen su familia en su país de origen y no en el país en el que han emigrado, y conocen a una pareja, y, no sé, se ennovian, se casan, esa persona se vuelve su mundo en ese país. Exacto. Entonces es muy difícil para esas mujeres hablar y decir como que ayuda, me están maltratando porque... No me estoy yendo bien. Exacto. Y qué tal si es que no solamente es eso, es también el tema económico, se depende de esa persona, o puede ser también, si es que no estoy con él, no estoy con nadie, voy a estar sola en este país. El miedo de lo que tú estabas diciendo, ¿no? De la nueva, los newcomers que están viniendo o que estuvieron viniendo, porque ahora ya el programa cambió con el programa de estudios, y el otro, pues, si el uno es el sponsor, tiene miedo de que... Ah, claro. ...será amenazado. Es algo que pasa ahí muy frecuente, que dicen, voy a sacarte de la aplicación, voy a hacer que te deporten del país, y entonces se quedan calladas. Y yo me quedo con la residencia, por favor. Pero no conocen. Bueno, las personas que sí me contactan a mí y me escuchan, saben que sí hay una salida. Entonces, si están pasando por este tipo de amenazas, lamentablemente la persona que te está sponsorizando no es quien toma la decisión, sino el gobierno de Canadá. Y si tú pones la denuncia, pues ellos van a entender. Hay un formulario específico para casos de violencia que lo reciben, dependiendo del caso, lo prueban o no. Y tú puedes continuar con tu proceso de aplicación para, no sé, fiar o... Claro. ...el objetivo. Es que la solución nunca va a ser quedarse. Y yo creo que el gobierno, los grupos de apoyo que existen, un grupo como el tuyo, por ejemplo, siempre te ofrecen la alternativa, ¿no? La alternativa de que puedes alzar la voz, alzar la voz por tu vida. Sí. Que al final, pero igual tú, o sea, tú sabes. Si no hubieras alzado la voz, no sé, tal vez no estarías aquí contándome esto. Claro que sí. Dime, Fre, ¿cuál ha sido uno de los momentos más gratificantes para ti en la vida del grupo? Pues hay varios, la verdad. A veces las personas, o tengo amigas o personas con las que tengo que desahogarme porque cargar con tanto peso de las historias de muchos y mis propias cosas se hace muy pesado. Entonces hay personas de las que confío y puedo hablar contigo. A lo mejor le ponen en el grupo, Fre está pasando por esto, o a veces yo le pongo, voy a estar, ¿cómo se dice? Ausente. Ausente. Ausente por un tiempo. Entonces como que se concientizan y empiezan a mandarme pues miles de mensajes entre todas. Fre, te apoyamos en lo que sea, lo que necesites, aquí estamos. Incluso me han llegado a nominar en algunas cosas como mujer que se destaca en Canadá, se puede decir, o como newcomer u organización porque en el 2021 convertí a este grupo de Facebook en un non-profit. Entonces estoy muy orgullosa de haber hecho esto porque mi objetivo es crear un tipo de community center para hacer más actividades. Ese fue el objetivo desde el principio. Y también buscar en ese community center que poner unas dos, tres habitaciones, que sea un shelter para casos de emergencia. Porque si no, yo tuve donde llegar el día que corrí, pero otras mujeres no tienen a dónde ir. Y si llegan a otros shelters, hay muchas fallas en el sistema de acá. Si es que ellas no hablan inglés, tienen que esperar a alguien que busque un traductor de Google para tratar de comunicarse o esperar incluso días hasta que llegue un intérprete. Wow. Wow, Fer, qué inspirador. No me imagino. Qué lindo cuando ya veas tu sueño materializado y ese sentimiento de poder ayudar a tanta gente que está pasando por esos momentos. Yo también me uní cuando apenas llegué, me uní al grupo de Latinas Manitoba y yo veo, o sea, yo veo lo que publica la gente en varios casos anónimo y te dicen como que, no sé, saben que no me puedo ir, no tengo dónde ir, estoy con dos hijos pequeños, mi pareja me maltrata. Y veo también la comunidad tan hermosa que has formado, porque todo el mundo está ahí al pie del cañón. Me imagino que no solamente en comentarios, yo veo desde que van a donar víveres, ropa, juguetes, hasta que alguien le acoge y le da posada por esa noche a ciertas personas. Así es, así es. O sea, ¿y cómo va el plan para el Community Center? Bueno, ¿cómo va el plan? Hay que trabajarlo, tengo que ponerme más seria en lo que es aplicando para Grants. Estoy en proceso de, porque ya he hecho muchos proyectos, he hecho muchos eventos, y antes que la economía estaba más favorecedora, más factible, pues yo podía poner de mis bolsillos para los eventos, las fiestas de Latinas Manitoba. A veces yo pedía, ayúdenme con pañales, vamos a dejar los pañales o cositas para beber o una organización. Hubo una Navidad en que solo el DJ llevó donativos. A veces hay ese sentimiento de que uno da mucho y recibe poco, pero hay otras ocasiones en que la gente ya se concientiza, tal vez por el tiempo que lleva el grupo, y ya nos apoyan con recolección de víveres no perecederos, ropa de segunda mano que esté en buen estado. Es una parte de los proyectos que tengo. Está en Latinas Closet, se llama así. También hay vestidos, por ejemplo, para las personas que se van a graduar y lo pueden regresar o se los quedan, dependiendo. Pero la idea es intercambiar y hacer que las cosas fluyan. Igual la ropa de niños, porque también es parte de la cultura canadiense que compartir la ropa de los niños. Tú sabes que los niños crecen rapidísimo. Las oficinas crecen. Y no dura nada. Sí, sí. Igual la ropa de invierno, eso es de ley, se comparte. Y muchos también cambiamos detalles, ya que estamos en Norteamérica y la comida acá también no anda. Entonces, ya pues si no lograste bajar de peso o estás muy frequita y no pude recuperar tu peso, lo que sea, el peso de invierno en Fernando. Bueno, son cosas que se comparten. También se abrieron puertas a través de Latinas Manitoba, ¿no? Se me abrió la puerta de ser host en un programa de televisión. Ah, sí. Cuéntame de eso. ¿De qué temas hablas tú en el programa de televisión? Pues trato como siempre de comunicar a la gente, de mantener a todos informados. Informados sobre temas varios que se dan aquí en Canadá. En Canadá. También invito artistas y también se me aprobó ya hace más de un año antes era Show Spotlight, ahora es Rogers TV y tengo mi propio canal que se llama Latinas Manitoba. ¿Y tú vas al estudio y grabas ahí en vivo? Sí. ¿O es un programa pregrabado? Es pregrabado. Entonces, si hay algún error, pues se puede editar, ¿verdad? Y también llevo grupos de danza, músicos que canten. Ay, qué chévere. O sea, tú, en realidad, yo creo que eres de las mujeres que ha marcado diferencia en la comunidad porque me inspiras a mí, por eso te invité al podcast y yo sé que le inspiras a muchas mujeres y, sobre todo, admiro mucho tu resiliencia. Yo sabía que había una razón muy poderosa para hacer este grupo cerrado solamente de mujeres y también es porque tú ves las necesidades que las mujeres tienen porque yo creo que cuando una mujer migra, sí enfrenta desafíos diferentes. O sea, ya de por sí, para nosotras, obviamente va a haber la brecha de género en los salarios, por ejemplo, e incluso se nos hace más complicado ser más seguras de una misma para ir a las entrevistas, para creernos que podemos aplicar el trabajo, para creernos que podemos hablar fluidamente inglés y los hombres siempre son como que mucho más seguros de ellos porque la sociedad les ha permitido ser seguros de ellos. Mientras que las mujeres sí nos cuesta un poco más y tú, con tu grupo, estás empoderando más de una. Así es. Y eso es muy lugar mirar. Un gran grupo de apoyo. Sí, hubo una época también en el que di clases de inglés, ¿no? Eso fue como por dos o tres años, más o menos, lo paré porque ya con tanto baby no me dejan dar clases. Ellos se ponían de profesores, literal. ¿Pero tú dabas clases de qué? De inglés. Dentro del grupo. Antes Facebook te daba una opción de crear salas, un room de Facebook, entonces lo hacíamos dos o tres veces de la semana o diferentes horarios para diferentes niveles. Entonces sí, sí tuvo éxito, pero igual las personas se comprometen y cuando las cosas son gratis tal vez ya lo dejan ahí, ¿verdad? Entonces son cositas que a veces me han desanimado, pero también ya tengo que pensar en mí misma, en mis compromisos, en mis hijos. O sea, no puedo siempre dar, dar y no recibir. ¿Sí? Tú me estabas contando que ya has confirmado o estás conformando un grupo de mujeres como una directiva para que te apoyen en esta misión. Sí, y fíjate que en la mesa directiva no tengo solo mujeres, porque Latinas Manitoba yo creo que ha inspirado a muchas personas también a crear nuevas organizaciones, tal vez a tratar de hacer lo mismo, pero desde, con otros objetivos, ¿no? Incluso hay hombres que sí, golpeando en la puerta de, hola Fernanda, pues me pidieron, me dijeron que tú podías ayudarme, esta es mi situación, con mucho gusto se les ayuda, si necesitan víveres, no voy a discriminar a nadie por ser hombre o no, porque todos necesitamos y no es fácil migrar para una mujer, para un hombre. He tenido casos de varones que también han pasado por cosas de violencia, financiera, física, psicológica, hay ayuda para todos y mientras yo pueda hacer algo, pues... Pero qué importante esto que dices, ¿no? Porque los hombres, que también pasan por estas situaciones difíciles, el apoyo que ellos buscan es en un grupo de mujeres, porque los hombres como que no aceptan que tienen este tipo de dificultades, como que piensan que les hacen menos hombre, ser vulnerables, o aceptar que necesitan ayuda. Sí. Y también pasa, nos pasa a todos. Así es. Y bueno, ese es el lado positivo, ¿no? Que tú puedes buscar ayuda, pero el lado negativo es que también, y también me impulsó a crear el grupo, es porque antes, cuando llegó esta oleada de latinos, tal vez hace unos 5 o 6 años, era el latino que se aprovechaba del propio latino. No, claro. Toda la información siempre ha estado gratuita, ya sea en el grupo o en el internet, solo metiéndote a un website o googleando, pues si encuentras, había personas que tomaron ventaja y vendían paquetes de informativos de dónde llegar, que eso es lo primero. Tienes que ir al inmigrante o te recojan en el aeropuerto, etcétera. Tal vez por la necesidad de hacer dinero, pero no era lo más apropiado, entonces también quise usar la voz en ese momento, como dar el heads up, como la alerta, no dejen que nadie les estafe o abuse, y yo creo que eso todavía existe. Sí. Sí. Claro, yo me acuerdo cuando yo estaba viniendo, yo llegué en el 2021, y era increíble que la gente, o sea, uno pedía ayuda en un grupo de whatsapp ahí o de telegram, como que información, oigan, ¿cómo es esto?, ¿cómo se hace esto?, ¿cómo se saca el SIM number?, y enseguida escribía a alguien por internet y decía, hola, ¿sabes qué?, yo te puedo recoger en el aeropuerto y te puedo dar viendo el departamento que quieres arrendar y todo esto, y te cobro 300 dólares. O sea, te decían así de frente, y yo era como que, wow, o sea, uno nuevito pensaba y decía, chupas, así será de pagar. Sí. O no será de pagar, no es necesario, y gente como tú, que también había, nos decía, como que no, por favor, no paguen nada, o sea, uno ya hace tremenda inversión con los papeles, con las cosas del avión, con todo, como para que encima alguien más te esté cobrando por ayudarte. Con él mucha gente que está disponible de hacerlo sin cobrarte. Claro. Sí, otra cosa súper importante es que a las mujeres, a los hombres, a todos los que estén acá y se sienten solitos, pues no tengan miedo de buscar ayuda, de buscar apoyo, de hablar. No es fácil. Yo fui una de las personas que juzgaba a mi mamá por haber venido y dejarme allá, y ahora entiendo, no es fácil. Sí. Entonces, no es tan solo. O sea, hay varios recursos, hay personas a las que pueden llegar. No dejen de buscar y luchar por sus objetivos. Cuéntame un poco de tu vida actual. ¿Qué haces ahora? ¿Dónde trabajas? ¿Qué es lo que te trae paz y felicidad a tu vida? Lo que me trae paz y felicidad a mi vida son mis hijos. Ahora tengo una familia muy bonita. Ya, pues, luego de mi separación y divorcio, pues, me dio un chance de conocer personas. Empecé a dating de nuevo. Empecé a tener citas. Para esa época había salido el Facebook dating. Entonces, intenté. Tuve un novio social worker, súper tóxico. Otro, diciendo social worker. Otro que me quería casar, sí, llevarme a Saskatchewan. Hubiera estado allá, pero conocí el amor de mi vida. La persona que me impulsa ahora y tenemos dos hijitos más. Entonces, ahora Fer tiene tres hijos. Vivo feliz. Fernanda, bueno, el trabajo mío es ser madre, es trabajar para Latinas Manitoba. Estoy trabajando también para otras organizaciones como intérprete. Entonces, ayudo a estas organizaciones con personas latinas que no pueden comunicarse. Hago interpretaciones y he trabajado, pues, en algunos lugares. No sé si quieres que te mencione o a lo mejor no. Pero son organizaciones grandes de acá. Entonces, por eso es que conozco también mucha gente y tengo invitados importantes también en mis programas y cierto alcance. ¿De dónde es tu esposo? Él es Métis. So, en Métis es mitad First Nation, mitad indígena canadiense y él es mitad polaco. ¡Wow! ¿Y qué tal? Pues, bien, ¿no? A él le gusta que le hablen español. ¿Le enseñó su español? No, no. No habla español. Habla un poquito. Él trata de aprender con mi hijo español, pero, no es su fuerte. Sí. La convivencia, pues, es muy distinta. Él sí le interesa aprender, por ejemplo, bailar salsas, ese tipo de cosas. No es el mejor bailarín, pero pone de su parte. Los canadienses son los mejores haciendo barbecues. Inclusive, con este clima que hay nieve y no hay nieve. Sí. No, pero es que ellos cinco grados positivos ya salen con su barbecue. Sí, sí. Sí, es una historia muy bonita. Es un hombre muy trabajador. Él creció solo con su mamá. Vio como el sistema del CFS separó a todos sus hermanos de la mamá, ¿no? ¡Wow! Y al no tener papá, pues, él trató de ser papá que nunca tuvo con mi hijo y los hijos que hemos tenido juntos. ¡Qué hermoso, Fer! ¡Felicidades! Yo creo que la vida que tú estás viviendo ahora es también la recompensa por todo el amor y cariño que tú pones en los proyectos sociales que has tenido. Así que sí, sí es cierto de que uno tiene que dar, pero también uno tiene que recibir. Sí. Entonces, no te olvides nunca de siempre abrazar mucho en tu corazón ese cariño de tu esposo, de tus hijos y los regalos del universo. Y nosotros les vamos a dejar aquí en la descripción del episodio, les vamos a dejar el link al grupo de Facebook. Y les vamos a dejar el formulario donde pueden enviar su caso por si necesitan ayuda. ¿Hay algo más que tú les quisieras decir para cerrar este episodio? Que sigan luchando por sus sueños, no se den por vencidos de la primera y si tienen pareja, por favor, traten de recordar cuáles fueron sus objetivos principales antes de venir acá. A lo mejor, o tal vez cuando se conocieron estaban enamorados. La verdad, no creo que nadie haya venido con el objetivo de traicionar a otra persona o de manipular y tratarlo mal, sino de salir adelante como familia. Entonces, vamos a luchar por esos objetivos. Es muy importante que sepan que existe el CFS, que es una agencia que lucha por los niños, supuestamente. Entonces, si es que llegan a tener discusiones intrafamiliares, recuerden que si llega la policía, el CFS va a estar envuelto y ellos son famosos por quitar niños. Ok, entonces, preferible, está bien discutir, está bien alzar la voz, llegar a golpes, no, por favor, tampoco a gritar como locos a medianoche. Vayan, salgan, respiren, hagan ejercicio. Y tal vez, si necesitan un cigarrillo para acalmarse, está bien, tomen su aire, no hablen con otra persona, cálmense y recuerden sus objetivos. Creo que es lo más sano que les puedo decir. Y Fer, para las personas que nos escuchan fuera de Canadá, que hay grupos de migrantes que escuchan este podcast en varios otros países, donde no hay un grupo todavía conformado de apoyo para mujeres, ¿qué les dirías a esas personas para inspirarles a que creen o que se unan a uno de estos grupos? Bueno, pues, entre mujeres, tal vez somos más fuertes, somos un gran grupo de apoyo. El hecho aquí no es juzgar y criticar la una a la otra. Hay una frase por ahí que anda rondando de que debe ser la mujer que pone o arregla la corona de la otra, ¿verdad? Qué bonito es poder ayudar a otras personas a brillar o si tú tienes esa luz propia, pues, ver que va iluminando al resto. Exacto. Entonces, anímense. Las mujeres necesitamos hablar, estar unidas en lugar de destruirnos unas a las otras. Qué hermoso, Fer. Muchas gracias por estar aquí. Qué lindo tenerte. Gracias por invitarme. Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org

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