Home Page
cover of #8 El miedo al éxito es real
#8 El miedo al éxito es real

#8 El miedo al éxito es real

00:00-01:15:16

Nothing to say, yet

Podcastascensotrabajooficinatrabajarenelexteriormigrantemujermigranteexitonegocios
49
Plays
0
Downloads
0
Shares

Transcription

The speaker shares their experience of dealing with the fear of success in the past two weeks. They discuss their job promotion and the challenges they faced, such as commuting in winter without a car, adjusting to a new work environment, and struggling to pass the driving test. Despite the difficulties, they persevered and eventually passed the test. They reflect on the differences in driving culture between their home country and Canada. They also mention buying a car through financing as a manifestation of their goals. Hola, hola, bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio del Choices Abroad Podcast. Yo soy Ale Carito, su host, y hoy solo me dio ganas de grabar, la verdad no tenía planeado sentarme a grabar el episodio hoy, y ya les voy a decir por qué, pero solo quería empezar diciéndoles que cuando tengan ganas de hacer algo, tomen esa energía y la aprovechen, que cuando una idea está así de fresquita, es cuando más energía potente tenemos para hacer eso que queremos, y bueno, el episodio del día de hoy se llama El miedo al éxito es real y literal, es lo que me pasó en las últimas dos semanas, y creo que también me pesó tanto porque me desaparecí un poco, he estado showing up imperfectamente, saben que mi compromiso con ustedes es darles un episodio semanal, y de hecho había grabado un episodio para el Día de la Mujer, y lo iba a publicar más o menos por la tercera semana de marzo, lo terminé publicando el 30 de marzo, literal el último día, y tomando toda la energía que no tenía, reuniéndole en un botecito y diciendo, tengo que hacerlo imperfectamente, no importa si es que no quedó como yo quería el episodio, o si es que no me daba todo el tiempo del mundo para editarlo como yo quería que quede, simplemente hice lo que podía y lo subí, y de hecho, gracias, porque creo que tuve bastante cogida el anterior episodio con el Latinx Manitoba, pero precisamente porque he estado viendo tantos cambios, sí fue muy complicado para mí sostener estos cambios, y seguir con el plan, a veces uno te dice, sí, este mes voy a hacer esto, esto y lo otro, y ni siquiera nos ponemos a pensar que nuestra vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, o sea, dependemos de tantas cosas de nuestra familia, de nuestros trabajos, nuestros estudios, algo puede pasar y te toca dar un giro de 360 grados de un día al otro, y yo no me esperaba, entonces bueno, para darles contexto, fui ascendida en mi trabajo, yo creo que en el primer episodio les hablé un poco de lo que hago en carnaval, pero bueno, en este episodio les voy a dar un poco más de detalles, yo trabajo desde diciembre del 2021 en una empresa multinacional de muebles, trabajo en la oficina que administra las tiendas que están localizadas en varias provincias de Canavá, este trabajo lo conseguí literal justo al momento de graduarme, como que no la ceremonia per se, pero sí el último examen que di, me parece que fue un viernes, y yo ya empezaba a trabajar el lunes, y por quince días, o tres semanas más o menos, tuve dos trabajos, porque aún no me dio chance de renunciar a mi part time job, que era en una empresa igual de retail en un mall, como counter manager de cosméticos, la verdad es que esta historia hasta me da un poco de nostalgia regresar a verme, como me las ingeniaba, y la valentía y esfuerzo que le puse a toda esta situación, porque para mí era bastante abrumador todo lo que pasaba en ese momento, obviamente tenía miedo porque era mi primer trabajo profesional ya en una oficina en Canavá, tenía miedo también de estar up to the task, up to the challenge, como que estar a la altura y darlo todo y poder ser exitosa en esa posición, y por otro lado, me tocaba volver a ajustar mi horario, yo vivía súper lejos de donde me tocaba ir a trabajar en esta oficina, y me tocaba más o menos tomar tres buses, y era invierno, yo me gradué en diciembre, justo antes de navidad, y yo no tenía carro, no tenía licencia, había failed como tres veces antes del examen de conducción, y era demasiado frustrante porque una vez que te jadas el examen de conducción, tienes que esperar como 15 días para poder volver a agendar una cita, y la cita igual no es que hay enseguida, sino como que tenía que esperar un mes más, y así hasta que haya disponibilidad, entonces eso significaba seguirme muriendo de frío en el invierno mientras esperaba los tres buses para que me llevara a mi nuevo trabajo, y a todo esto, yo era como que la niña de la oficina, porque, y no solamente la niña de la oficina, sino que era la que no tenía carro, la única que no tenía carro, la gente hasta me veía con penas, y me venía como rara, de que, ay, ¿por qué no tienes carro?, ¿qué estás pensando?, está a menos 40 grados y no tienes carro, tomas tres buses, y bueno, la hora de entrada era 8 de la mañana en punto, y bueno, para mí era en punto, porque ustedes saben que si en Ecuador te dicen, ah, sí, empiezas 8 de la mañana, uno tiene que estar, pero ahí, 8 de la mañana ya sentada con la computadora prendida, ni siquiera llegando, entonces claro, yo me tenía que levantar 5 de la mañana para tomar el primer bus, y de ahí, después de unos 10 minutos me bajaba, y tenía que esperar unos 15 minutos en el frío hasta que venga el siguiente bus, luego, este siguiente bus me llevaba súper más lejos de donde debería, o sea, sí iba a dar tremenda vuelta, pero me tocaba tomar ese bus de ley porque no había pasado otro por donde yo vivía, entonces tomaba el siguiente bus, y hasta yo veía literal como iba amaneciendo, así, como iba saliendo el sol, porque cuando yo salía todo seguía oscuro, y cuando me dejaba ya el bus cerca de mi trabajo, me tocaba caminar como más o menos unas 5 cuadras, igual en el frío, entonces yo, a lo que llegaba a la oficina era la única que llegaba así, pero envuelta, hasta los ojos, por el frío, congelada, porque por más ropa que te pongas y estás a menos 40 grados, más de 10 minutos, no te calientas, o sea, igual te congelas, te mueres de frío, y yo hice eso más o menos un mes, y no sólo eso, sino que después de salir tenía que hacer la misma travesía de regreso hacia mi otro trabajo, que era en el mall, y la verdad yo hubo un momento en que dije no voy a poder hacer esto todos los días, porque es demasiado lejos para mí, tengo 3 buses, me muero de frío todos los días, y yo llegaba y la pena es que no había nadie ahí, absolutamente nadie, entonces literal me empecé a dar cuenta de que las reglas no eran las mismas que en Ecuador, o sea, si te dicen 8 de la mañana, sí, a las 8 de la mañana empieza el día y a las 8 de la mañana están abiertas las puertas para ti, pero no todos van a llegar a un punto. Fue un tiempo de lucharla, de lucharla, y más que todo de convencerme de que si estaba ahí era por alguna razón, que aún no lo entendía, pero para mí era cerrarme de esta idea de que tengo que sobrevivir, y sobrevivir significaba durar en este trabajo para poder yo aplicar a mi residencia, para poder seguir extendiendo mis permisos, para poder ganar mi dinero, y para poder tener mi primera experiencia profesional en Canadá, que después yo tenía la esperanza de que me iba a abrir más puertas, así que seguí intentando, me acuerdo que volví a dar otro examen de conducción mientras yo trabajaba y me volví a jalar el examen, y claro, yo era súper frustrada, yo creo que lloré todas las noches después de eso, porque, o sea, yo me decía como que, tienes que pasar el examen porque no puedes seguir tomando bus tres veces de ida, tres veces de venida, morir un toque de frío en este clima, aparte que ese invierno fue súper frío, uno de los peores inviernos que tuvimos, no es nada comparado al que tuvimos este año, porque este año en realidad el invierno no estaba tan duro en esta ciudad como lo fue los dos anteriores, pero no, me volví a jalar, y cuando la persona que te califica me dijo, ya solo regresa, ya estás perdida, yo como que, por Dios, yo sabía que me tocaba un mes más siquiera de martirio y de espera, de todo esto yo ni siquiera tenía el dinero para comprarme un carro, yo quería sacar mi licencia y después de, como, Dios mío, comprarme un carro, así que no, fue una época de mucha paciencia, de tomar cartas en el asunto, literal, creo que me ponía como tres capas térmicas solamente por debajo, aparte toda la ropa de oficina que iba encima y el abrigo de invierno que estaba diseñado para aguantar menos de 20 grados, y así fue, así tuve que hacerlo ese mes, y aparte, o sea, aparte de lo que ya me costaba ir y venir todos los días, era toda la parte de empezar y acostumbrarme en este nuevo ambiente laboral, empezar a preguntar, estar súper atenta a lo que me pedían, estar siempre con esa energía de ejecutar, de deliver, lo que sea que se requería de mí, y tratar de capturar toda la información posible para poder ganarme un puestito definitivo en esta, porque, de igual manera, agreguenle el estrés de que tenía que pasar los tres meses de prueba, así que, bueno, la segunda vez de intentar, creo que ya iba trabajando dos meses en esta empresa, y pasé el examen, creo que podía tener como diez errores menores, y creo que tuve nueve, así que pasé con scratch. Oigan, y para los licuatorianos que me están diciendo camarona, no, para nada, no es que sea camarona, pero, o sea, camarona se dice a los licuatorianos cuando no pueden manejar bien, pero no era el caso, de hecho yo soy una muy decente conductora, pero es tan diferente manejar toda tu vida en un país donde nadie te respeta, nadie te respeta las señales de tránsito ni nada, y tienes que hacer el manejo a la defensiva, y eso es lo que aprendes, pero en cambio vienes a este país donde la mayoría de la gente conduce súper bien, respetando todas las señales de tránsito, llevándose tres segundos contados, contados, en cada stop, vienes a encontrarte con nuevas señales de tránsito que en tu vida has visto, vienes a encontrarte con señalizaciones de velocidad que todo el mundo hace caso, especialmente en la zona escolar, donde solo puedes ir a 30 kilómetros por hora, o sea, todas estas cosas, si es que hay, no se las respetan al 100% en nuestros países, y esa es la cultura con la que uno viene, entonces de nuevo, no es que no sepas o que lo estás haciendo todo mal, es simplemente que tu cerebro y tu cuerpo no lo ha hecho antes, y tienes que aprender, y bueno, me pude comprar un carro con financiamiento, y eso también fue un acto tan mágico de manifestar, porque yo me acuerdo que obviamente estaba súper verde en comprarme un carro, todo el mundo te dice como que, ay no, qué chiquito que estás, no sabes nada, no sabes nada de las cosas de interés, no sabes ni dónde estás parada, aquí no funcionan así, y siempre hay esta gente que te intenta bajar de la nube entre comillas, pero que no lo hace por bajarte de la nube, si no lo hace porque solo no quieren, porque les resulta incómodo verte crecer, hay ciertos hombres a los que les resulta incómodo que una mujer quiera comprarse un carro, que una mujer quiera ganar más que ellos, que una mujer esté haciendo todas estas cosas a tan temprana edad, y para mí fue decepcionarme muchas veces, incluso de personas que decían ser mis amigos, y que cuando yo les decía mi idea de que, ay quiero comprarme un carro, y me decían como que, ay no, eso aquí no, o sea, qué te pasa, tienes que tener por lo menos 10 mil dólares para comprarte, por lo menos, y tú no tienes nada, y te responden así, y yo no es como que, no chuta, o sea, si ha de ser así, ya nada, mejor ni siquiera intento, y yo, créanme que por poco y les creo, pero era más grande, era más grande todo esto que yo sabía que estaba disponible para mí, y que, y el sentimiento de que yo no me merecía seguir yendo 5 de la mañana 3 veces a este trabajo, entonces lo que hice fue buscar opciones en línea, fui a varios concesionarios de autos, expliqué que tenía mi Work Permit, y todo, y el único carro que me ofrecieron después de eso fue como un carro del 2014, usadito, viejito, y era como que lo máximo que me podían dar, entonces estaba a punto de tomar ese carro, y me acuerdo que mi papá ya me acompañó a verlo, y esta historia también es muy mágica, porque esto que les estoy contando pasó más o menos en febrero, y en diciembre yo me acuerdo haber hecho una carta de manifestación, obviamente ya tenía mi trabajo, y en mi carta de manifestación yo decía, y agradecía, porque las cartas de manifestación se escriben en presente, dando los mayores detalles posibles, como si es que ya tuvieras eso que tanto deseas, entonces yo me acuerdo que escribí que me siento tan feliz de mi trabajo, que es un trabajo en el que valoran mucho mi conocimiento, mi experiencia, mi tiempo, es un trabajo en el que las personas son buenas conmigo, en el que, porque yo venía, como les digo, de un ambiente, trabajo que me traumó mucho, entonces yo rezaba de que no me vuelva a tocar un ambiente de trabajo así de feo, porque yo sabía incluso que no tenía mucha opción, era todo este apuro también, porque no tenía tanto tiempo para hacer mis papeles, entonces de ley tenía que quedarme en el primer trabajo que consiga, y también manifesté un carro, manifesté un carro porque para ese entonces ya había terminado mi primer año de estudios y yo me movilicé todo el primer año en bus, entonces yo dije que quiero volver a tener un carro como lo tenía en Ecuador, que quiero un carro que lo pueda pagar con mi dinero, que quiero un carro que sea tipo SUV, que tenga calentador de asientos, que tenga una pantalla donde yo pueda poner mi GPS, para ir con esa tabla, puse incluso el color de mi auto, decía que quería que sea gris, y así algunos otros detalles, ahí yo decía que me encante, que cuando yo lo vea sonríe y que sepa que yo lo compré y que eso lo veré con mi dinero, con mi esfuerzo, entonces obviamente, esto lo escribí en diciembre, yo no sabía que me iba a jalar dos veces mi examen de conducción, que eso se iba a demorar un poco más, pero cuando ya me fui a ver este carro negro del 2014 que me habían ofrecido, mi papá me acompañó y yo les dije como que ¿por qué me estoy comprando un carro del 2014? esto no era lo que yo quería, y la ale lógica me decía, ay pero esto es lo que te están dando, así que acerta porque es para movilizarte a la final, y luego la ale, más sabia, me decía no, esto no es lo que queríamos, ¿por qué si voy a pagar una misma cuota, voy a firmar tantos papeles, por qué no aprender un carro mejor? Entonces fui de nuevo con el consultor que me había ofrecido este carro negro, y le dije ¿sabes qué? no quiero este carro negro, y me dijo ¿por qué no? este carro es tu mejor opción, es la única opción que tienes, yo le dije si es la única opción que tengo, entonces no la quiero, yo quiero un carro más nuevo, y me dijo ok, si es que es un carro más nuevo, que no sé qué, que no sé cuánto, es que entonces tendríamos que subir un poco más la cuota, y que no sé qué, y que no sé cómo, o sea me puse todos los peores de la vida, y le dije ok, entonces me voy a ir a ver otro concesionario, porque no quiero este carro, yo no me gusta este carro, y aparte que ni siquiera era un tipo SUV, era un carro súper bajito, hay un minivan, hay full huecos, a mí nunca me gustaban los carros bajitos, de hecho en Ecuador yo tuve un carro Gran Vitara, que era un carro como de niño, pero a mí me encantaba ese carro, así que dije que no, que no lo quería, y mi papá me apoyaba, me decía como que claro, si es que ya vas a pagar, igual te pueden dar hasta uno mejor en otro lugar, así que cuando nos estábamos yendo, me traen un Hyundai Venue, que es como un SUV chiquitito, estaba en un mini, y me dicen, acaba de llegar este carro, este carro es del 2021, era gris, tenía pantallita, tenía calentador de asientos, era nuevito, creo que tenía como 9000 kilómetros, y me dijo, te doy este carro por la misma cuota, yo no lo podía creer, no se imaginan, yo era como que no, por Dios, yo manifesté este carro, y esto sólo es un recordatorio más, de que cuando tú sabes lo que quieres, el universo está escuchando, y más que todo, cuando tú te atreves a decirle a alguien lo que quieres, el universo escucha por dos, esa energía es la más fuerte, la más potente, porque cuando tú te atreves a traer al mundo físico, o sea escribiendo, contándole a alguien, o sea diciéndole a alguien que quieres eso, ya existe en este mundo terrenal, no está solamente en tu cabeza, no está solamente en el aire, ya lo trajiste a tierra, por eso es tan importante que escriban sus sueños, que empieces a hablarle de eso que tanto te gusta, de eso que tanto te apasiona, de eso que tanto sueñas y anhelas, empieza a hablarle de eso a la gente, y bueno, la verdad es que me acostumbré bastante bien a mi trabajo, ya con el tiempo empecé a entender los procesos, y esto sigue así, les voy a dejar un tip que a mí me ha servido toda la vida desde que empecé a trabajar, y es que al inicio, así no te caiga bien la persona que te entrena, así no te guste lo que tienes que hacer al inicio, así no estés de acuerdo, así no te parezca, tú trata de aprender todo tal cual te lo están enseñando, porque ya en el camino, cuando tú ya seas experta en ese determinado proceso, ahí es cuando tú puedes empezar a sugerir cambios, a sugerir implementaciones, a sugerir mejoras, pero ya desde tu expertise, ya desde la experiencia y desde el conocimiento completo sobre lo que estás haciendo, no intentes llegar y decir, ah no, es que yo conozco como una mejor manera de hacer esto, no, porque también hay que respetar todo el tiempo, conocimiento y know-how que esta persona que te está entrenando sabe, ella ha estado mucho más tiempo que tú ahí, entonces así tú ya te las vuelas que hay alguna manera de mejorar ese determinado proceso, guárdatelo, ponlo en una notita mental, o si quieres escríbelo para que no se te olvide, y una vez que ya te sientas experto en esa determinada actividad, es de ahí cuando puedes empezar a sugerir las cosas. Y también viene la humildad de, ok, soy nuevo, ¿cómo soy nuevo? Necesito empaparme bien de todo esto, antes de empezar a creérmelas todas. Y bueno, después de unos 10 meses que estuve en esta posición, que estaba trabajando directamente en la categoría de accesorios, al ser una empresa de muebles, obviamente se necesitan accesorios para decorar todo el ambiente que rodea al sillón, entonces yo me encargaba de administrar el negocio para los almadones, las lámparas, las alfombras, las mesas de centro, mesas de costado, creo que se les dice, las end tables, y bueno, todo lo que sea accesorios de hogar, yo me encargaba de hacer la estrategia de precios, de que toda la información de este producto esté correcta en el website, que toda la información de las etiquetas la tengan las 15 tiendas, yo brindaba soporte, entonces después de 10 meses de estar en esta posición, mi compañera que tenía la misma posición que yo, pero para el área, o para la categoría de sillones o de seating, ella se fue de permisos de maternidad. Así que obviamente por ser la categoría principal del negocio, la que más ventas trae a la compañía, no querían contratar a alguien nuevo para entrenarlos desde cero, así que me movieron a mí para ser asociate de esa categoría. Y al inicio para mí fue un poco incómodo porque obviamente yo estaba súper acostumbrada, ya había aprendido todo lo que necesitaba aprender de accesorios, ya era como que lo hacía casi que en automático, ponía mi podcast en la oficina, mis audífonos y hacía lo que tenía que hacer y ya. Entonces se volvió algo súper cómodo para mí y empecé a bajar un poco la guardia también porque estaba toda en esa energía masculina de, ok, tengo que hacer esto y tengo que hacer lo otro y tengo que entregar y deliver y todo, entonces ya como que dije ok, ahorita estoy en una posición en la que ya puedo relajarme un poco porque ya sé cómo es esto, ya empecé a hablar con más seguridad, ya empecé a tomar decisiones más rápido y luego me cambiaron. Cuando me cambiaron a esta categoría de skirting, para mí fue como que ok, ahora tengo que volver a aprender todo de nuevo, enfocar o redireccionar mis conocimientos hacia esta categoría, pero fue mucho más que eso porque obviamente al ser la principal fuente de ingresos hacia la compañía, todos los ojos estaban sobre mí y obviamente sobre mi jefa, entonces fue un balde de agua fría porque ya no había chance de decir, ay sí, se me pasó esto, ya no había chance de decir, ay perdón, no me acordé de esto o ya no había chance de decir, no hice esto porque tú no me dijiste, incluso si no era mi culpa, todos venían hacia mí porque yo era la persona que tenía que resolverlo y eso para mí implicó enfrentarme a varias heridas latinas, como que si es que alguien me venía a reclamar o me mandaba un correo, yo decía, ah, este man me está gustando pelear o este man tiene algo contra mí o le caigo mal o este man me odia, mi coche pica o lo que sea y en realidad no era eso, es que el puro interés, literal es interés puro de las personas que trabajaban conmigo o que trabajan conmigo es velar porque la empresa cumpla sus metas, porque la empresa está generando dinero, porque no dejemos de vender, porque alguien dentro cometió un error, entonces para mí significó bajarle mucho a mi instinto de supervivencia y primero vermela y convencerme de que no me contrataron porque yo era perfecta, entonces tenía que dejar de intentar ser perfecta, porque les juro que intentar ser perfecta es tan desgastante y tan frustrante porque la perfección no existe, me convencí y esto es un trabajo que todos los días me convencí de que yo estaba ahí porque soy inteligente y porque las personas que trabajan conmigo saben que soy inteligente, solo que yo lo estaba dudando y como pensaba que no me contrataron porque soy inteligente, estaba disfrazada poniéndome la máscara de la perfección, intentando aparentar de ser perfecta y aparentando de que no, yo no me equivoco, no, tú no me dijiste esto, no, eso no es así, pero en realidad yo no tenía que convencer a nadie de que yo era inteligente, yo ya lo sabía, por eso me contrataron, solo que yo no me lo creía. La segunda cosa que me cayó con andar de vaga fría fue que nadie esperaba que yo haga todo bien siempre, sino que yo sepa resolver oportunamente y eficientemente y para resolver yo tenía que estar abierta al feedback, abierta a la conversación, abierta a que alguien venga y me diga, Ale, ¿puedes cambiar esto? Hubo un error, o Ale, te equivocaste aquí, necesitamos que pongas 8 en vez de 10, o sea, esa apertura a que alguien venga y me diga eso me permitía a mí resolver y por lo tanto ser más eficiente en mi trabajo, ser más útil, nadie quiere a alguien que esté intentando hacer todo bien todo el tiempo y obviamente no lo va a lograr porque nadie puede hacer algo bien todo el tiempo, pero nadie quiere que encima de eso nadie no esté dispuesto a escuchar, o no esté dispuesto a aceptar, o no esté abierto a la conversación y solo te cierra el teléfono o te cierra la puerta o se vaya, nadie quiere el líder consciente así. Otra manera de actuar en el trabajo que me tocó implementar para sanar mis heridas latinas es que yo no tenía que saberlo todo y no tenía que ser experta en todo, si mi fuerte eran los números y yo nunca había trabajado en una empresa de muebles, tenía una debilidad, una debilidad que fortalecer que era la parte creativa de los muebles, fijarme en detalles como cómo es el brazo del mueble que estoy viendo, qué tipo de tela tiene, qué tipo de relleno tienen los cushions, los cojines, todos esos detalles que a veces uno cuando ve en unos sillones dice, ah sí, mi sillón color azul, todos esos detalles para mí implicó interesar, aprender algo nuevo y grabarlo en mi cerebro como parte esencial para el momento de que estoy haciendo algún task en mi trabajo, entonces la manera de hacer eso era investigando, era preguntando, era relying en mis colegas para que ellos me enseñen y me digan y me expliquen, porque a veces la gente asume que tú ya sabes, pero no asume porque deben saberlo, asume porque ellos están en eso todos los días y no tienen que estar explicando a alguien todos los días, pero si tú eres nuevo no significa que no quieren explicarte, no significa que no puedes preguntar, no significa que debes ser experta en eso, ellos ya están ahí, ya te contrataron y ya saben que deben enseñarte eso, pero como están ahí todos los días no esperes a que ellos te digan, oye sí, sabes qué Ben te enseñó esto, no es de saber, o sea, no, ellos como están en eso todos los días lo asumen, que ya sabes, pero no significa que debas saberlo, puedes preguntar y eso es saber investigar, saber buscar la información que necesitas para ser exitosa en lo que estás haciendo. Otra de las cosas más importantes que aprendí a sonar de mi relación con el trabajo fue que la capacidad de retar a alguien se da solo cuando tienes confianza plena en lo que sabes y en lo que dices, y en esto, y aquí quiero ampliar un poco lo que les había dicho al inicio, solo cuando tú tienes confianza en ti y confianza en tus colegas es cuando tú puedes alzar tu voz, no para alzar la voz de gritar, sino speak up, como que alzar la voz por algo que te importa, por algo que tú sabes que puede tener un mejor fin, un mejor proceso, por algo que sabes que tú lo podrías hacer mejor o que alguien podría hacer mejor implementando un pequeño pasito en el proceso, pero cuando tú estás seguro y tienes confianza de hablar y tienes confianza en ti mismo, en lo que sabes, es ahí cuando los retos y los conflictos son buenos y suman y vienen a aportar valor a tu vida y a la de los demás. Lo contrario a empezarnos a pelear con alguien porque tenemos miedo, si, no sé, digamos que viene alguien súper inteligente y tú tienes miedo de que te robe el puesto y te empiezas a pelear con ella por todo y a contradecirle todo y a decirle que no es así, que está completamente equivocado, que por favor respete los procesos y le empiezas a querer exponer frente a todos y lo que sea, eso viene desde el miedo, ese tipo de reto, ese tipo de conflicto, ese tipo de pelea viene desde el miedo y eso no inspira confianza, no es eficiente para ti ni para la compañía, nunca sale bien. Hay que convencernos que dar nuestra opinión e iniciar un reto o un conflicto sano es digno de respeto porque viene desde la sabiduría, desde tu soberanía, desde tu conocimiento, desde lo que has vivido y desde lo que eres, viene desde tu alma. Otra de las cosas más importantes que aprendí es que el 100% de las personas que trabajan contigo cometen errores porque somos humanos y así como tú esperas que te entiendan cuando cometes un error y cuando sabes que en serio estás dando lo mejor de ti y que no lo hiciste a propósito, tú también debes estar dispuesta a entenderles a los demás. Yo venía de una cultura en la que si alguien se equivocaba en el trabajo, se ponía un correo por poco y con copia al Papa Francisco con todos los gerentes en el correo para exponerte y decir que la fregaste. Entonces uno tenía tanto miedo y resistencia a no ser perfecto que yo creo que todas las personas de ahí en ese lugar de trabajo empezaban a esconder todos los fregados que hacían en vez de recurrir a su jefe inmediato o a su compañero para que les ayuden a solucionar. Entonces, obviamente metiendo toda la basura debajo de la alfombra, para temprano se va a ver un bulto y puede ser que ese bulto sea tan grande que ni siquiera se pueda solucionar ya. Y aquí me encontré con esta cultura de que no solo yo cometía errores, sino que también mi jefa cometía errores, el dueño comete errores, los compañeros de las tiendas cometen errores y todos se hacen una bolita literal para ayudar a solucionar, no para exponerte, no para hacerte quedar mal, no para decir que eres tan tonto por equivocarte, no. Y eso también es parte de ser vulnerable y ser vulnerable no es ser débil, ser vulnerable es tenerte auto compasión y aceptar que eres un humano y que te puedes equivocar, pero que así mismo tienes personas a tu alrededor que te pueden apoyar para salir de eso. Y eso construye confianza y gracias a la confianza podemos iniciar retos y conflictos que vengan a añadir valor a nuestra compañía. También yo venía de una cultura en la que a las reuniones que me invitaban solo me invitaban para que tome notas, porque yo era la mujer, porque yo tenía, así mi título no sea secretaria, como era la mujer en la reunión yo tenía que estar tomando notas y eso hacía que yo no esté acostumbrada a participar en las reuniones, a dar mi opinión, a dar mi perspectiva, a compartir ideas y yo me di cuenta aquí que todos esperaban que yo aporte y las oportunidades no se dan estando callada y diciendo que sí a todo. Creo que también cuando uno recién se gradúa está acostumbrado a pasar la llamada de Zoom mientras el profesor habla y si es que pregunta algo dejar que los mejores estudiantes respondan y no estar ahí bajo perfil. Ni sé hablar si en realidad te dicen el nombre, te preguntan, pero cuando ya entras a un lugar de trabajo te das cuenta de que eso es aburrido y que quedándote callada nunca vas a poder crecer. Nunca nadie va a saber cómo piensas y nunca nadie va a saber cómo haces tú las cosas y si es que tú no puedes mostrar tu cerebro y cómo tú ejecutas las responsabilidades que te dan, no vas a poder enseñar tu magia. Nadie hace las cosas como tú y nadie piensa como tú y por eso es tan importante, pero tan importante tu rol y que te convenzas de que si estás en ese lugar no es solamente porque te toca trabajar y porque te toca ganarte tu sueldo. Estás en ese lugar porque tienes la oportunidad de hacer cambios y eso que tienes miedo de decir es tu intuición diciéndote que estás lista y debes hacerle caso. Y conectarme con estos de heridas a mí me permitió poder descubrir estos trucos para tomar el sartén del mango, para regresarme a mi poder, para poder estar yo en mi zona de genio, en mi zona de magia y quitarme los guantes de box, bajar el escudo porque ya estaba en un lugar seguro. Nadie estaba ahí para exponerme, nadie estaba ahí para irse en contra de mí o para pelear conmigo. Todos estaban ahí para poder remar el barquito hacia un mismo lugar y yo estaba tan cruzada de brazos intentando protegerme que no estaba remando con ellos y nadie quiere tener una empleada que no reme el barco con ellos. Entonces creo que esto fue tan revelador para mí porque me permitió verdaderamente demostrar mi potencial, aportar ideas, implementar cambios, crear cosas que no existían y que han sido tan útiles para la compañía. Y bueno, fueron cuatro meses de volver a aprender en esta categoría gigante para mí y a principios de abril me llamaron a una sala de reuniones y me dijeron que me iban a promover a Category Manager. Ya no iba a ser una asistente de un Category Manager, sino ahora soy una Category Manager para la categoría que originalmente me contrataron, que fue accesorios. Entonces fue un momento tan guau para mí porque hay gente en esta empresa que trabaja más de 15 años como a full seat de un Category Manager y no han sido promovidos. Y yo que voy un año y cuatro meses fui ofrecida este puesto sin ni siquiera tener un proceso de selección. Literal, solo me lo asignaron a mí. Y también fue darme cuenta y regresarme a ver y decir, guau, todo ese esfuerzo que yo le puse al inicio tomando un trabajo en una industria en la que yo no tenía experiencia, con plena confianza en mí de que lo iba a lograr y agarraba del miedo también porque me moría de miedo y tratando de sobrevivir a esta situación del transporte que no me permitía llegar cómodamente a mi trabajo. Todo eso valió la pena. Todo eso tuvo una razón de ser. Y tal vez en ese momento yo no entendía y ahora sí. Ahora sí porque se confirmó una vez más que cuando yo le bajé dos rayitas y empecé a sanar las heridas que el ambiente laboral latino me había dejado, empecé a brillar. Me di el permiso de convertirme en una profesional a quien la gente admira, confía y considera para nuevas oportunidades. Ahora esto es lo que pasa y esto es lo que pienso cuando miro hacia atrás. Pero cuando miro hacia adelante, otra vez me muero de miedo. Y no les voy a mentir que en estas dos semanas he sentido un síndrome del impostor tan gigante y puede ser por mi edad porque obviamente soy la más joven ocupando este puesto en mi empresa, la que menos tiempo lleva y ya ha sido promovida, la que no tiene tanta experiencia en la industria de los muebles, la que no es diseñadora de interiores para estar asignando accesorios a un ambiente y ha sido también una oportunidad grande para ver la raíz de dónde viene esto que estoy sintiendo. Y a veces el síndrome del impostor sí nos miente y nos dice ay no eres capaz de hacer esto y todo, pero viene conectado mucho al miedo, al miedo a lo nuevo, miedo a los cambios, a nadie le gustan los cambios y tenemos resistencia a que nos desacomoden y nos muevan el piso de nuevo cuando ya estamos llegando a sentirnos cómodos. Y obviamente parte de mi síndrome del impostor es saber que voy a tener que aprender nuevas cosas, voy a tener que tomar más responsabilidad en mi trabajo, voy a tener que mejorar mi comunicación mucho más para poder lograr que mis ideas sean escuchadas, valoradas e implementadas. Pero hay otra parte del síndrome del impostor que no viene de mí, viene de la honestidad con uno mismo y viene a enseñarte y a decirte ok, en esto que te sientes insegura, tal vez haya una oportunidad de mejora, tal vez podemos mejorar, tal vez podemos aprender más de esto. Y en mi caso es la parte del diseño, ustedes saben que yo me gradué de economista, entonces obviamente todo es números, análisis, lógica, que es una gran parte de mi trabajo para desarrollar toda la estrategia de precios, presentar reportes, analizar datos, analizar ventas, analizar mercado. Y luego aquí estudié supply chain management. Mi experiencia laboral también está en supply chain management. Y en la parte creativa no me he dado la oportunidad de tener un training y es de ahí que viene mi inseguridad. Entonces, ¿cómo contrarrestar esto? Dándome por lo menos la oportunidad de empaparme ahora del mundo creativo. Obviamente durante este año y medio yo ya he estado inmersa en este tipo de decisiones del producto. De hecho mi departamento fue el vivo ejemplo para mí y la oportunidad más concreta que tuve y que más me emociona. Todos los días, de hecho hasta ahora, no es que ya haya terminado de arreglar como a mí me gustaría tenerlo, pero cuando nos mudamos con mi novio para mí era mi proyectito personal que yo disfrutaba en secreto. O sea, para mí era como que, wow, voy a poner aquí el sillón y yo me imaginaba de qué color quería que sea el sillón, qué color va la alfombra, qué color va la mesa de centro y los cuadros y todo. Y por eso sé que esta parte viva en mí. Yo ya la tengo, yo ya nací completa, a mí no me falta nada. Lo que sí tengo que hacer es despertarla, es nutrirla, es expandirla, es agrandarla. ¿Y cómo hago eso? De la misma manera que aprendí economía, de la misma manera que aprendí supply chain, de la misma manera que aprendí Excel para analizar datos, es viendo e investigando la información que hay ahí afuera disponible para hacerme exitosa en eso que me hace dudar. Y tomé acción, tomé acción, empecé a escribir, empecé a buscar unas certificaciones en diseño interior, reglas del color, reglas de... Empecé a leer mucho sobre los estilos contemporáneos, modernos, vintage, los estilos de cabañas en el lago. Aquí en Canadá es muy común que la gente compre muebles para sus cabañas del lago. Y cuando empecé a hacer esto, me di cuenta de que sí sabía un poco de esto ya. No es que no sabía nada. Y lo nuevo, lo que les dije al inicio, fue recordar que no me pusieron en este puesto porque esperan que yo ya lo sepa todo. Me pusieron en este puesto porque lo voy a figure out. Y me pusieron en este puesto porque saben que tengo la apertura de recibir información de ellos, de recibir entrenamiento, de recibir conocimiento y de que soy capaz de sostener este cambio. Así como fui capaz de sostener el cambio de país, el cambio de casa, el cambio de una posición a la otra en primera instancia, el cambio de ser estudiante a trabajadora y luego estudiante de nuevo y luego trabajadora de nuevo. Este background de sostener cambios es valorado y es clave y es mi magia. A veces uno piensa y dice, ay no, es que como soy inmigrante, no le van a considerar, le van a dar la oportunidad a los canadienses nomás. Y yo también pensaba así, pero un canadiense que ha pasado toda la vida en el mismo lugar o por 15 años en la misma empresa, no sabe cambiar, no sabe sostener cambios, no sabe vivir en su magia. Sabes la diferencia. Entonces las oportunidades no se dan por tu lugar de origen, por cómo te ves. Las oportunidades se dan por lo que transmites, cuando estás en tu esencia, cuando te sacas los guantes de box y bajas del escudo y te permites ser vulnerable para que las personas lleguen a ti, te conozcan y se den cuenta de cómo piensas, de lo que eres y de lo que traes. Ahora les quiero hablar también de lo que implicó para mí querer más dinero. Cuando yo estaba a punto de terminar mis clases en mi posgrado, yo recuerdo que un profesor de mi posgrado vino y nos empezó a hablar sobre el mercado laboral en Canadá y cómo... Y obviamente en mi aula todos éramos migrantes, todos éramos estudiantes internacionales, no había ni una sola persona canadiense, entonces nadie sabía qué esperar del mercado laboral. Entonces era como que literal todos estábamos poniendo tanta atención a esa clase. Y este profesor, recuerdo tanto que me lo escribió en la pizarra, que nosotros por no tener experiencia laboral canadiense deberíamos esperar máximo $35,000 dólares al año. Máximo. Y tengo tan clara esa imagen en mi mente que lo escribió con marcado rojo en la pizarra. Y yo me puse a hacer las cuentas, los literales, matemáticas, saqué mi calculadora y empecé a dividir, a multiplicar y a todo, para ver a cuánto me salía eso mensualmente, quincenalmente, semanalmente, a cuánto me salía la hora y todo. Y dije, ¿en serio? ¿Tan poco? Ojo, no estoy diciendo que sea poco dinero, pero para mí era poco para todo lo que yo quería lograr ese año. Entonces yo sabía que si es que yo me quería mudar, arreglar mi departamento a mi gusto, comprarme un carro, viajar a Ecuador a visitar a mi familia, esos $35,000 dólares al año no me iban a alcanzar. Entonces para mí era poco. Fue un bajón tan grande porque dije, ¿en serio? Si mi profesor canadiense que vive aquí toda su vida me dice que esto es lo máximo que puede esperar, ¿para qué vine? Y de nuevo, yo le dije al universo que no quería eso. Le dije al universo en mi carta de manifestación que no quería eso. Y le dije a mi empleador en la entrevista de trabajo cuál era mi expectativa salarial. Y obviamente era mucho más que eso. Y cuando me dieron mi oferta laboral y ya me dijeron que fui seleccionada y que iba a ser contratada, me dieron más o menos $4,000 dólares debajo de lo que yo había pedido. Y acepté porque obviamente yo tenía la variable del tiempo en mi contra. Y obviamente no eran los $35,000 dólares que me había dicho mi profesor que tenía que aceptar ganar. Yo sabía que si es que demostraba, si es que traía, si es que daba lo mejor de mí, tal vez podía en un año negociar algo más. Y aquí es cuando uno empieza a decir, ah, estoy lista para tener más dinero. Estoy lista para tener un mejor cargo. Estoy lista para buscar otro trabajo. Estoy lista para esto. Estoy lista o deberían darme más dinero. Aquí es cuando uno empieza a decir, deberían darme más dinero. Deberían ponerme en un mejor cargo. Deberían pagarme los viáticos. Deberían pagarme el transporte. Deberían darme un carro. O sea, todo esto de que tú empiezas con tus exigencias, entre comillas, porque obviamente no las dices en voz alta, pero todo el mundo quiere más dinero. Todo el mundo quiere un trabajazo. Cuando tú empiezas a pedir estas cosas, muchas veces no suceden. Porque no nos damos el tiempo, ni tomamos la responsabilidad de pavimentar el camino para cosechar eso que queremos. Cuando yo llegué a Canadá, yo sabía que iba a estar mucho más cerca de Estados Unidos. A mí me encanta ir a Estados Unidos. Creo que he ido como unas 10 veces en mi vida. Y viví en Estados Unidos más o menos por unos 4 meses. Y me encantaría llevarle a mi hermana a Miami, a Orlando. O sea, yo tenía todos estos sueños cuando me mude a Canadá. Pero yo no tenía visa. Mi visa estaba caducada desde el 2018. Y yo dije, ah, sí. O sea, no necesito irte a que es que estrés. Voy a ocuparme mejor de mis papeleos canadienses primero. Igual no necesito ir a Estados Unidos. Tampoco es que tenga plata para irme a Estados Unidos. O sea, no me voy a ir ahorita. No es una opción para mí viajar en este momento, así que no me voy a preocupar por eso. Y sin embargo, la misma Alejandra desde entonces decía, voy a graduarme y voy a tratar de conseguir un súper trabajo. Y mi trabajo soñado sería donde me paguen viajes, y donde pueda viajar, y me paguen súper bien, y me pueda comprar un carro, y pueda vivir en un lugar soñado, y todo. O sea, esa Alejandra también pensaba esto al mismo tiempo que pensaba que su visa no era importante. Y cuando me dieron esta posición, y me dieron la noticia, no solo me dijeron que estaba promovida, sino que tenía que hacer un viaje a Estados Unidos en dos semanas, a uno de los trade shows más importantes de la industria de muebles, representando a mi categoría. Y la Alejandra no tiene visa. O sorpresa, las citas están hasta el 2026. Entonces, en realidad, yo no estaba lista para todo lo que yo estaba deseando. No me pavimenté el camino. Esa Alejandra de hace dos años que llegó a Canadá, y que tenía todos estos sueños de tener el trabajo que le permita viajar, y que le paguen todo, y así, no pavimentó el camino para la Alejandra que soy ahora. Y qué pesado es sostener esto. O sea, aparte del síndrome del impostor que me dio toda la crisis existencial que tuve, tiene la culpa. Y viene el sentimiento de que no soy suficiente para este puesto. De que debía haberme preparado mejor, y de que ya debía haber aplicado la visa antes, y de que no puede ser que soy una category manager, y no puedo ir a representar a mi categoría en este trade show. Entonces, ¿por qué estaba pidiendo cosas que no era capaz de sostener? Y pasa lo mismo con el dinero. Cuando tú estás pidiendo más dinero, más dinero, más dinero, pero ni siquiera te has empapado, ¿cuántos impuestos deberías pagar si es que ganas del doble de lo que estás generando ahora? Estás deseando más responsabilidad, pero ya te has conectado con lo que implica tener más responsabilidad, con lo que implica sostener a un equipo, sostener un negocio, con lo que implica ser la responsable de tomar las decisiones, y de impactar severamente el negocio. Estás deseando graduarte y conseguir un trabajo, pero ya sabes cuánto deberías pedir que te paguen en ese trabajo. ¿Qué averiguaste cuánto es la media en la ciudad donde vives del salario en ese trabajo? Estás deseando un aumento en tu trabajo, pero ya sabes qué harías con el dinero que te va a venir. Ya sabes cómo sostener tu dinero. Ya sabes qué inversiones hacer. Desear más es conectarte con la versión que ya tiene eso que deseas, y preguntarle, ¿qué necesitas? ¿Qué puedo hacer ahora para facilitarte la vida cuando ya estés cosechando esto que estoy sembrando? ¿Qué puedo hacer para pavimentarte el camino y que lo tengas lisito y listo para disfrutar de eso que tanto deseas? Entonces cuando me di cuenta de que obviamente me descuidé, y no hice lo que tenía que hacer para poder irme de este viaje, fue tomar acción inmediata, aplicar la visa y todo. Estoy intentando la manera de conseguir alguna early appointment, pero obviamente. Y si ustedes saben la manera, por favor escríbanme. Pero bueno, la segunda cosa que hice después de tomar acción fue tenerme autocompasión, porque si bien es cierto, pude haberme hecho las cosas más fáciles para poder tener este momento de felicidad, todo fácil y todo lindo, y poder irme de este viaje con el resto de los catering managers. Pero también hubo una razón por la que no lo hice, y fue porque esa Alejandra estaba lidiando con mucho cuando llegó acá. Despedirme de la gente que más amo, despedirme de mis amigos, volver a vivir con mi papá, mejor dicho, vivir por primera vez con mi papá, que si bien es cierto, mis papás toda la vida estuvieron casados viviendo en la misma casa, pero en mi niñez y mi adolescencia mi papá viajaba todo el tiempo, entonces yo solamente lo veía los fines de semana. De lunes a viernes ella pasaba con mis abuelitos, en la noche le veía a mi mamá, y fines de semana pasaba a veces con los dos. Y luego ya para la universidad le veía menos a mi papá, porque yo ya me fui a Quito para la universidad, y luego me gradué y ya, o sea, vinimos a Canadá. Fue literal vivir por primera vez con mi papá. Y justo esta semana conversaba con mis amigas y les decía que la vida me devolvió el tiempo que no tuve con mi papá de niña y de adolescente a mis 20, literal. La vida me devolvió ese tiempo para que yo pueda convivir ese año que recién habíamos llegado a Canadá, que podamos tener esa convivencia padre-hija. Y fue un periodo de ajuste también, de llegarnos a conocer los dos, de administrar un hogar los dos y de volvernos amigos. Entonces obviamente no estaba pensando en sacar una visa para Estados Unidos. Así que también fue decirme, ok, no hicimos de esto, pero pasamos por mucho. Te entiendo, te veo, te doy gracias igual por sostenerme en todos los demás aspectos. Y I'll take it from here. Yo lo tomo desde aquí. Y voy a hacer todo lo posible por sacar, por sacar la visa. Obviamente toda la inseguridad que implica no irme a este tipo de eventos debe ser contrastada con la confianza que construyo en mí todos los días. No les estoy diciendo que mi lugar de trabajo es perfecto. Seguramente hay gente que piensa que no me lo merezco, que no ni siquiera puedo viajar a Estados Unidos y me promovieron. Pero sí sé que la confianza que yo tengo en mí misma siempre va a ser al menos 1% más grande que todos los comentarios negativos de la gente. Que la inseguridad de las personas que critican o que envidian o que no creen en mí. Y esta confianza no es que uno se toma una pastillita de confianza y ya estás con la confianza. No. Cuesta. Cuesta creérselo. Y por eso les digo que me ha costado para mí estar constantemente con ustedes estas últimas 2-3 semanas donde he estado atravesando este cambio. Porque cuesta. Y he tenido bajón, he tenido sentimientos de que no lo voy a lograr, de que no me lo merezco, de que soy una impostora, de que por qué me estarían dando esto, de que tal vez me dieron por esto o por lo otro, pero no porque me lo merezco. O sea, he tenido pensamientos muy intrusivos, pero también he sido capaz de contrastarlo con la confianza en mí misma. Y esta confianza no es que aparece de la noche a la mañana porque ya tengo un mejor puesto. Esta confianza ha estado en mí creciendo todos los días. Hablan de cuenta que es como una bolita de nieve que está cayendo por un bajío y se va haciendo cada vez más grande, más grande, más grande. Y esa bolita de nieve debe irse alimentando. Y esa bolita de nieve puede tropezarse y desvanecerse, romperse. Puede estancarse o puede dejar de rodar. Pero es nuestra responsabilidad y nuestro deber hacer que siga, que continúe, que siga creciendo y que siga rodando poco a poco. Y eso solo se logra haciendo lo que dije que iba a hacer, cumpliéndome las promesas que me hago a mí misma. ¿Cómo? Tomando agua todos los días. Prometerme ir al gimnasio al menos tres veces a la semana e ir al gimnasio al menos tres veces a la semana. Hacer las lecciones de ese curso en el que invertí. Hacer los debates. Comer saludable. Llamarle a mi mamá. Esas promesas que tú te haces a ti misma son tan importantes para construir tu confianza. Y yo al inicio no lo veía. Y yo decía como que, ay, no. Estoy dándome lo que necesito viendo la tele. Viendo la tele en vez de ir al gimnasio porque esto me hace sentir bien y puedo sentirme bien. Pero luego en el trabajo pasaba una situación difícil. Y yo no podía ni hablar. No me podían salir ni las palabras de los nervios. ¿Por qué? Porque no tenía confianza en mí. Porque no me creía lo que yo decía. Porque mis palabras para mí misma no tenían valor. Eran vacías. Porque yo sabía que podían ser mentiras. Entonces cuando empecé, ah, ok. El lunes voy a ir al gimnasio. Y sí iba al gimnasio. Eso se reflejaba automáticamente como efecto domino. En mi casa ya podía poner límites con mi familia. Y en el trabajo, si es que, no sé. Me decían que hable en una reunión. Yo ya iba con la seguridad de decir, ok. Yo voy a empaparme de este tema y voy a exponerlo en la reunión. Y hablaba con seguridad en la reunión. Porque ya mi palabra había tomado un valor. Un significado diferente para mí, internamente. Y otro de los mantras que me ha sostenido y me ha acompañado desde que llegué a Canavá es el repetirme que si es que no estuviera lista, no tendría la oportunidad. Oh, my God. Y les prometo que esto yo me repito desde que estaba en Ecuador haciendo mis maletas. Y yo no me sentía lista de venir a Canavá. No me sentía segura de si iba a poder soportar el frío. No me sentía segura si iba a poder de nuevo atravesar un proceso de estudio. Porque para mí, la universidad dio estudiar algo que a mí no me gustaba. Estudiar algo que no me hacía feliz. Estudiar algo que está fuera de mi zona de genio. Y ya sufrí mucho en la universidad. Y tenía miedo de empezar de nuevo otro posgrado. Porque yo decía otra vez, no puede ser. Y esta frase fue la que me sostuvo desde el inicio. Y decía, si no estuvieras lista, no tendrías la oportunidad. De hecho, lo escribí en mi Twitter. Y lo tengo hasta ahora como un tweet anclado. Y decía, cuando deje de hacer sentido conmigo, cuando deje de vibrar conmigo, lo cambio. Y hasta ahora no lo he cambiado. Después, cuando ya vine y todo, empecé a buscar mi primer part-time job igual. Pensaba que no estaba lista. Que mis skills de maquillaje no estaban tan frescas como para venir a trabajar en eso aquí. Pensaba que mi inglés no estaba tan bueno como para trabajar en servicio al cliente. Y hablar a la gente de cómo aplicarse productos de skin care en la cara. Y hablar de los tipos de piel. Y pensaba que mi vocabulario no estaba a la altura como para usar estos términos en inglés. Y de nuevo vino, si no estuvieras lista, no tendrías la oportunidad. Y les prometo que eso a mí me daba tanto impulso. Ahí todavía yo no hacía esto de las promesas de mí misma. No confiaba en mí. Pero esta frase, de alguna manera, me conectaba con algo más poderoso que yo. Y me impulsaba. Y me sostenía. Cuando me gradué y apliqué este trabajo, lo mismo. Si no estuvieras lista, no tendrías la oportunidad. Y ahora es lo que me estoy repitiendo en este nuevo ascenso. Si no estuviera lista, no tendría la oportunidad. Y es tan cierto. Es tan cierto. Porque el universo se encarga de darte las cosas que puedes. Que no sabes cómo lo vas a lograr, pero que lo vas a descubrir. Y si yo estoy deseando cosas para mí mucho más grandes en cinco años, yo sé que puedo sostener esto. Y puedo sostener más. Y todo esto pasó en el mes de mi cumpleaños. Mi cumpleaños fue el 6 de abril. Cumplí 28 años. Y solo es un milestone para mí porque me doy cuenta que los sueños se pueden ver de diferente manera. Los sueños pueden llegar de maneras inesperadas. Los sueños se cumplen cuando tú ni siquiera lo esperas. Y los sueños cambian. Yo me acuerdo que cuando yo era chiquita, yo decía que a mis 28 años yo voy a estar casada y voy a viajar con mi esposo dos años. Y que a los 30 es una buena edad para tener hijos. Entonces a los 30 empezaría a tener hijos. Y voy a tener dos hijos, un hombre y una mujer. Y voy a tener una casa. Ya iba a haber comprado mi casa. Bueno, todo esto está lista, ¿no? Hay un checklist que como mujer te lo implantan en la cabeza de que así se debe ver tu vida. Y por un momento en mi vida, mientras yo crecía, me lo creí. Y me creí que quería eso para mí. Sin embargo, cada vez que yo veía a alguien tener hijos, algo en mí salía corriendo. Decía como que, por Dios, no puedo ni con mi vida. Peor, me imaginé un bebé. Luego le tuve a mi perro. Y decía, por Dios, tú ves a la gente que tiene niños. A mi perro me da pereza sacarle al parque a veces. Era todo esto de que no resonaba conmigo. Y yo pensaba que algo estaba mal conmigo. De hecho, pensé que mi mamá me tragumó tanto con quedarme embarazada en el colegio que me dañó. Y decía, todo que me quedé tan tragumada que ahora sí no voy a tener hijos nunca. En realidad, no. O sea, no fue ella. Simplemente no era un sueño que resonaba conmigo. Así como comprar una casa en Ecuador tampoco era algo que resonaba conmigo. Porque yo sabía que no quería quedarme en Ecuador. Entonces, los famosos 28 años llegaron y mi vida no se ve para nada como este checklist. Y estoy agradecida por eso. Estoy agradecida por los nuevos sueños que estoy empezando a crear en mi mente y empezando a traer a tierra firme. Estoy agradecida por los nuevos amigos que están llegando a mi vida. Estoy agradecida por mi relación que me suma, me expande tanto y me hace tan feliz. Estoy agradecida porque todos los días hago algo que me llena de vida. Como leer, grabar este podcast, crear algo nuevo, aprender algo nuevo. O sea, eso para mí es tan gratificante. Y uno de los regalos que recibí por mi cumpleaños también fue hacer la revolución solar con la serita de Zenda Astral. Si no saben de quién les estoy hablando vayan a escuchar el episodio número 6 de este podcast que se llama Astrología y Migración. Y esta revolución solar, literal, es canalizar tu vuelta al sol. Entonces vimos cuáles van a ser mis puntos bajos, mis puntos altos en este año de vida que empieza. Y cuáles van a ser momentos críticos para mí en tomar decisiones, tanto en el trabajo como a nivel personal. Cuáles van a ser mis enfoques principales y tengo, por ejemplo, crear mi comunidad, la comunicación, que precisamente por eso estoy haciendo mi podcast. Quiero también lanzar mi primer curso para ustedes. Y vienen también retos, ¿no? Todos estos retos de lidiar con inseguridades, envidias, críticas, obstáculos, y ver de qué maneras puedo prepararme para sobrellevar los momentos difíciles. Entonces, literal, la Sarita te va diciendo mes por mes qué puedes esperar de ese mes y así hasta que cumplas tu siguiente año. Entonces es maravilloso, me encantó la sesión con ella que tuve justo ayer y fue uno de los regalos que me permití darme. Les voy a dejar el contacto de la Sarita aquí, igual, abajo de este episodio y en la descripción, por si le quieren ir a preguntar más información. Y, bueno, mi cumpleaños fue muy bonito, la verdad. Mi novio, desde que nos conocimos, creo que, bueno, díganme si es que quieren story time de cómo conocí a mi novio, pero cuando nos conocimos fue justo más o menos dos semanas antes de mi cumpleaños y él no sabía qué darme porque no nos conocíamos, él no sabía que me gustaba ni nada y no era como que me podía dar como que algo que me encante porque él no tenía ni idea y yo tampoco esperaba que me diera algo porque para mí era como que ah, no, solo te conozco dos semanas así como que tranquilo. Pero me acuerdo que me invitaba a desayunar ese día y me compró una canastita multiproductos de... bueno, no era como de víveres, pero era como de... de mermeladas y de tés y de así. No, la verdad es súper lindo, me dio como una tarjetita escrita a mano y creo que desde que lo conozco mis cumpleaños siempre han sido muy bonitos y de hecho él vino a sanar muchas creencias que yo tenía de los cumpleaños. Yo pasé por una relación en la que me enteré que me estaban engañando el día de mi cumpleaños. Yo estaba sola en Quito y tenía que manejar a gambato, manejé todas las dos horas llorando, llegué a mi casa y mi familia me estaba esperando y yo ni siquiera podía dejar de llorar. Por eso les digo, pon en el universo eso que estás deseando, porque así empieza a cobrar vida. Y yo siempre desee una relación sana, una relación en la que los dos podamos ser todos los días de una mejor versión de nosotros mismos y no es que yo encontré eso en él o que él encontró eso en mí. Creo que ha sido un proceso para los dos porque obviamente al inicio no éramos así, pero ha sido un proceso tan sanador para los dos. No les voy a dar más detalles de ahorita porque eso es para todo otro episodio del podcast, pero lo que sí quería contarles es que ya van tres cumpleaños que paso con mi novio y los tres cumpleaños han sido maravillosamente hermosos. Él me llena de ternura porque no es una persona que es súper planificadora o algo así y para él es más como que a fluir, veamos qué pasa y así. Y cuando llega mi cumpleaños él en serio trata de planificar, por lo menos con dos días antes que ya es un montón para él. Fue muy bonito. Salimos con mi papá, con mi hermana, fuimos a cenar el viernes de la noche a mi restaurante favorito donde había un performer tocando el piano. Me regaló un libro que me encanta y que seguramente pronto les voy a hacer una reseña de ese libro. Me regaló también unos inciensos como que activan los chakras y así, o sea, como que estos regalos de que ya tienen significado para mí porque obviamente ya me conoce y nada, solo que esto sea la prueba de que una relación sí se puede poner cada vez mejor. Y acuérdense de que de la canastita multiproductos de hace dos años a esta cosa con mucho más significado que es un libro y estos inciensos de los chakras y todo. Y también tuvimos una fiestita con nuestros amigos más cercanos, conocí nuevas amigas que creo que ya desde hace mucho tiempo le pedí al universo que me mande amigas mujeres y ya están llegando poquito a poquito y también es gracias a que me permitió ser, me permitió abrirme empezar a hablar de lo que me importa empezar a hablar de lo que soy empezar a hablar de los temas que construyen mi esencia y antes solamente era como que me sentaba y decía, sí, todo bien en el trabajo ja, ja, ya pongo música y me ponía a bailar, a cantar a conversar de X tema que a nadie le importaba. Y ahora es como que en serio, ese tiempo que tengo con mis amigas lo quiero usar para conocerlos mejor para que ellos me conozcan mejor a mí y en verdad permitirles que entren a mi corazón permitirles que entren a mi vida creo que por mucho tiempo yo estaba puesta en una coraza de, ah, sí, ¿qué más? o sea, súper súper cerrada y súper superficial que decía, ah, sí, una amiga pero en realidad no me permitía hablar de corazón a corazón con ellas y me di cuenta que en este cumpleaños ya puedo hacer eso y parte de eso es también gracias a este podcast gracias a que me permití salir a la cancha y empezar a hablar de estos temas y cuando estás pasando tan bien y sientes felicidad sientes joy, que le dicen puede venir culpa y para mí la culpa siempre ha estado presente porque especialmente creo que cuando estás lejos y empiezas a pasar bien, un momento chévere con tus amigos con personas que amas viene la culpa y te dice hey no estés tan feliz porque tu familia está lejos hey, no estés tan feliz porque esta persona que amas está sufriendo no estés tan feliz porque esta persona que amas está enfermo no estés tan feliz porque esta persona que amas está pasando por un momento súper complicado no estés tan feliz porque esta persona te necesita y no estás con ella oh my god, no se imaginan para mí el trigger que es esto o sea aún no lo he aprendido a manejar pero hay algo que leí este fin de semana y que se los quiero compartir porque es un pensamiento tan poderoso con el que conecté para contrarrestar esto y es la gratitud entonces cuando no puedas sentir joy cuando no te estás permitiendo sentir felicidad en vez de conectar con la culpa conecta con la gratitud y eso me pasó a mí en mi fiesta de cumpleaños estábamos todos súper felices y ah, que bien y vino mi pensamiento a la culpa de que no estés tan feliz porque no estás pasando tu cumpleaños con tu familia y regresé a mí y me dije si puedo estar feliz y estoy tan agradecida por tener a esta gente celebrando mi cumpleaños gracias universo, gracias Dios porque puedo celebrar mi cumpleaños con esta gente que también amo entonces cuando te conectas con la gratitud en lugar de la culpa te permites tener momentos de felicidad y no solo te permites y no solo es para que te permitas tener momentos de felicidad es para que te convenzas de que te lo mereces ya para cerrar les quiero dejar un ejercicio con el que pueden practicar gratitud esta semana y en realidad es un ejercicio porque no lo van a hacer una vez y ya se va a cambiar todo en su sistema esto se trata de una reprogramación cerebral literal porque nosotros hemos estado repitiendo este sentimiento de culpa cada vez que nos sentimos bien por mucho tiempo y por muchas veces esta literal programado en nuestro cerebro para de una irse por la culpa entonces quiero que agradezcas y reconozcas todo momento en el que te rías de carcajadas en el que estés gozando y disfrutando mucho hacer algo tu gozo, tu risa, tu diversión y tu placer son eficientes, potentes y atajos a tu siguiente nivel a tu mejor versión y quiero que te convenzas de que puedes y mereces más de esos momentos en tu vida entonces, si es que estás riéndote a carcajadas, no sé, fuera de tu casa y no tienes donde escribir saca tu teléfono y vas a anotar en tus notitas estoy agradecido por este chiste que me contó mi amigo y que me mató de risa si es que estás en tu casa ten un journal a la mano o puedes incluso usar tu teléfono si no quieres escribir a mano pero quiero que traigas todos estos agradecimientos y reconocimientos de tu diversión y de tu gozo al mundo terrenal a la tierra quiero que los aterrices aquí porque en el momento en que ya los traes y los aterrizas ya existen y es la semillita que puedes seguir germinando a construir más de eso en tu vida y para los que me siguen en Instagram yo ya les había enseñado este deck de cartas de agradecimiento que me regaló mi tía en Ecuador y hoy antes de cerrar este episodio quiero sacar una con ustedes y la que me salió es agradezco por las personas que llegan en el momento perfecto y por los momentos felices que he vivido me despido, gracias por estar aquí los amo y no se olviden de seguirme, les dejo el link de mi Instagram aquí debajo bye

Listen Next

Other Creators