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Prosperados en todo / Ptor. Albert Pabon

Prosperados en todo / Ptor. Albert Pabon

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The speaker discusses the importance of understanding that the Church is the spouse of the Lord and that God's purpose was to establish the Church. The speaker talks about how the tabernacle in Israel was a symbol of the true temple, which is now in our hearts. They emphasize that God has equipped us with wisdom, knowledge, and skills to live a powerful life. The speaker also mentions that true prosperity includes more than just money, but also having a measure of truth, identity, and purpose. They use the analogy of an eagle to illustrate the importance of believing in the wealth that God has deposited within us. The speaker encourages listeners to reign in life and overcome challenges. pueden tomar su lugar. Saludos a todos, buenas tardes. Buenas tardes a todos. Quiero compartir con ustedes una palabra que, si me prestan sus oídos 45 minutos, va a ser de mucha seguridad y de mucha riqueza para tu vida. Amados, cuando nosotros venimos y formamos parte de la Iglesia, tenemos que ser conscientes que la Iglesia es la esposa del Señor, la ayuda idónea de Dios. Y es muy importante que sepamos que el propósito, el proyecto que Dios tenía de construir, de hacer de Israel una nación, ¿verdad? Todo eso era un símbolo del propósito que Dios quería hacer de una Iglesia. Dios quería hacer una nación, ¿verdad? Pero esa nación hoy, diga conmigo, esa nación hoy es la Iglesia. La constitución de esa nación, las leyes de esa nación es su palabra. ¿Amén? Como toda nación tiene un gobernante, el gobernante en esta nación llamada Iglesia es Cristo. ¿Amén? Hay embajadores, hay gente que trabaja bajo su gobierno, pero solo cooperamos con el único Señor. ¿Amén? Y cuando cantamos o cuando aprendemos, lo que hacemos es desarrollar una conciencia, una vida de lo que es ser ciudadano de este reino. ¿Amén? Entonces es importante que nosotros sepamos que Dios siempre tuvo en mente, ¿verdad? Siempre tuvo en mente establecer su Iglesia. Quiero leer Éxodo 35. Si me ayudan, por favor, Éxodo 35. Ahora, dentro de todas las cosas que Dios hacía desarrollando esa Iglesia, en Israel, ¿verdad? Esa nación, Dios le dijo a Moisés que construyeran un tabernáculo. Y ese tabernáculo es una figura, diga un símbolo, de lo que es el verdadero templo. ¿Ok? Luego hicieron, Salomón hizo un templo, luego. Pero todo eso eran figuras, símbolos de lo que es el verdadero templo. ¿Dónde está el templo? Diga, en nuestro corazón. Dios dijo, no moraré en templos hechos de manos de hombres, sino que Él quiere morar en nosotros. ¿Amén? Ahora, cuando uno comprende todas estas cosas, te sientes privilegiado porque la Biblia dice que Él haría morada en nosotros. Él no viene y se va, Él no viene y se va de nuestras vidas, sino que Él vino a ser morada en nosotros, a vivir en nosotros. Por decirlo de alguna manera, Él está empadronado en nuestro corazón, Él vive ahí, Él no se sale de ahí ya. ¿Ok? Él no nos visita a nosotros porque cuando alguien visita, si yo invito a Moisés a mi casa que me visite, Él no tiene autoridad para hacer nada en mi casa, porque es una visita. ¿Verdad? Él solamente puede hacer lo que yo le permita hacer, porque es visita. Por eso Dios no nos visita a nosotros. Diga conmigo, Él es Señor de nuestras vidas. Él tiene autoridad sobre nuestras vidas. Él es nuestro vivir y Él es nuestra vida. ¿Amén? Ahora, es importante que Dios, vamos a leer esto para que ustedes vean cómo Dios le dio a los hombres que iban a preparar aquel templo, aquel tabernáculo, cómo los equipó. Ok, vamos a ver, están allí, Éxodo capítulo treinta y cinco, versículo treinta. Póngale atención a esto, amados. Éxodo capítulo treinta y cinco, versículo treinta. Vamos a leerlo todos juntos aquí en la pantalla. Miren. Y dijo Moisés a los hijos de Israel, mirad, esa palabra mirad es atender, es como atiende a la voz, de lo que te voy a decir, ¿no? Jehová ha nombrado a Baisaleel, hijo de Uri, hijo de Ur, de la tribu de Judá, y lo ha, vamos a leer todos juntos, y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste y en obras de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Escuche, ese equipamiento era para hacer lo que era un símbolo. Imagínense, nosotros que estamos viviendo no en lo simbólico, sino en la realidad del reino. Imagínense, o sea, ustedes ven que cuando Jesús, los niños pueden ver que cuando Jesús fue bautizado, dice que descendió sobre él, ¿qué? Que descendió el Espíritu en forma de una paloma, ¿han visto? ¿verdad? Y no halló otro lugar que posarse sobre su hombro. Pero eso es un símbolo, el Espíritu Santo no es una paloma, ¿ok? O hubo fuego, ¿verdad? Pero el Espíritu Santo tampoco es fuego, podemos decir el fuego del Espíritu y está bien dicho, no es incorrecto, pero él es una persona, él es una persona. Ahora, hermanos, cuando nosotros vemos todo lo que Dios les dio a aquellos que iban a trabajar en lo simbólico, ¿cuánto no podemos saber de aquello que nos da a los que vivimos en la realidad, no en el símbolo, sino en la realidad del reino? Diga, sobre mí hay espíritu de sabiduría, de consejo, de ciencia, Dios me ha equipado para toda obra ingeniosa, Dios me ha dado espíritu de sabiduría, de consejo, me ha dado ciencia, entendimiento y sobre mi generación hay ciencia, hay sabiduría, hay discernimiento, hay habilidades dadas por Dios, son equipados para trascender y para vivir una forma de vida poderosa sobre la tierra. Es glorioso comprenderlo. Ahora, ¿qué ocurre? Cuando nosotros comprendemos estas cosas, lo único que puede hacer es que se le levanta a uno la mano y uno dice, wow, se echó desgracias, gracias. Yo quiero que veamos tercera de Juan, capítulo 1, desde el versículo 2, ¿ok? Tercera de Juan, tiene un solo capítulo, pero lo que quiero que veamos es lo que dicen estos textos. Miren lo que dice, Amado, el apóstol Juan le escribe a un anciano llamado Gallo, Gallo, dice, Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todo, en todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma. Levante su mano y diga, la prosperidad, cuando solo habla de dinero, es pobreza. Mira, cuando una persona solo ve prosperidad en la acumulación de dinero, es pobre, porque nuestros hijos, nuestros hijos tienen que heredar de nosotros riqueza. ¿Y cuál es la verdadera riqueza? Una medida de verdad bajo la que ellos puedan vivir, bajo las que ellos puedan caminar. Diga, identidad es riqueza. Diga, propósito es riqueza. Vida es riqueza. Verdad es riqueza. Propósito es riqueza. De manera que cuando, estos son textos que se usan muchas veces para enfocar el dinero, pero si nuestros hijos, miren, míreme y juzgue esto que le voy a decir. Si nuestros hijos, lo único que tienen es dinero y no tienen una medida de verdad, ese dinero los va a corromper y ese dinero los va a enfrentar a ellos y ese dinero va a hacer que su corazón se desvíe bajo otras cosas. Pero si le dejamos, además de dinero, porque no podemos decir que no hay que dejarle dinero, sino que si le dejamos una medida de verdad, una identidad, conciencia de propósito de hijos, de colaboradores, de servidores, entonces el dinero va a ser usado desde un entendimiento correcto. Porque entendemos la verdadera riqueza. Todo lo que estoy hablando está en nuestro interior. ¿Con qué equipo Dios a estos hombres para construir el tabernáculo? Con saliduría, conciencia, con riqueza. Todo eso Dios nos lo ha dado a nosotros. Pero ahora el apóstol Juan habla de prosperar en todas las cosas. Y prosperar en todas las cosas es crecer y desarrollar una vida sólida, una vida firme, una vida que vuela por encima del ámbito donde vuelan las dificultades, el engaño y las cosas que viven en este sistema la gente. Quiero hacerles una ilustración. Amados, el águila es un animal reinante. Como reina el león en la tierra, el águila reina en el cielo, en los cielos. Como reinan los leones, cuando un león está ahí echado durmiendo, ahí no hay ningún animal que se acerque. Está ahí y él reina por autoridad. Pero dense cuenta de esto. El león no es el animal más grande que hay en la selva. No es el más grande. Hay otros más grandes. ¿Cuáles son más grandes? El elefante. ¿Qué más? Jirafa. ¿Qué más? ¿Cuál es más grande que el león? Hipopótamo. Hay muchísimos animales más grandes que él, más fuertes que él, porque él tampoco es el más grande ni tampoco es el más fuerte. Por ejemplo, ¿me entienden? Hay animales mucho más fuertes que él. Un rinoceronte le llega a un coche y eso es como si fuese de papel. Lo arrastra, lo tira, es una bestia. Tampoco es el más rápido. Hay animales más rápidos. Ayúdenme, ¿cuáles son los animales más rápidos? ¿Qué más? El puma. Hay muchos animales más rápidos. Tampoco es el más inteligente. Porque es reina. Porque él cree que es el más fuerte, él cree que es el más grande, él cree que es el más sabio, y él imprime ese carácter, esa personalidad, y por eso es reina. Tiene autoridad. Ahora, yo quiero que veamos esto. Así como el águila, hermano, eso nos enseña algo, nuestra forma de pensar. Cuando nosotros creemos que toda esta riqueza está dentro de nosotros, puede ser que no seamos el más hábil, puede ser que no seamos el más grande, puede ser que no seamos el más fuerte, pero si le creemos a toda la riqueza que Dios ha depositado en nosotros, eso nos dará la autoridad para gobernar. Pastor, ¿sobre quién vamos a gobernar? ¿Sobre otras personas? No. Gobernamos sobre ambientes, sobre circunstancias, sobre el temor, sobre el engaño, sobre las mentiras, sobre las tinieblas, donde todo el mundo es engañado, nosotros reinamos, discernimos, podemos ver. Esa es la riqueza con que Dios nos ha equipado a nosotros. Es glorioso. El domingo voy a hablar de lo que es reinar en vida. Ahora, es muy importante que nosotros veamos, ahora voy con el águila. El águila, el águila no es el animal, perdón, el águila es el animal que reina en el cielo. Pero los cuervos, los cuervos, hay animales que se atreven a atacarlas, como a los leones, las hienas se juntan y le pueden quitar una presa, al águila también los cuervos la pueden atacar. Pero el águila, cuando va surcando los cielos, abre sus alas para que usted tenga idea. Un águila cuando tiene las alas abiertas puede ser desde aquí hasta aquí por lo menos. Es un animal súper gigante, grandísimo. Y cuando ella va surcando los cielos, llegan a medir a veces unos setenta o dos metros con las alas abiertas, y cuando ella va surcando los cielos, los cuervos se le montan aquí y empiezan a picarle, a picotearle, a molestarla, se atreven a desafiarlos. ¿Y qué es lo que el águila hace? El águila no pelea con el cuervo, el águila se eleva y empieza a subir, y a subir, y a subir, y a subir, y a subir. Como él puede reinar y subir muy alto y el cuervo no tiene la capacidad de volar en ese ámbito donde ella se mueve, la altura, el ámbito donde ella se mueve lo expulsa, y el cuervo deja de molestar al águila no porque peleó con ella sino porque entró en un ámbito, comienza a moverse en un ámbito donde ella no puede respirar, no puede hacer vida. Se eleva, o sea, cuando nosotros comprendemos, hermanos, cuando nosotros comprendemos la riqueza que Dios nos ha dado, eso nos eleva a nuestra posición, que Pablo dice en Efesios que estamos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales. De manera que toda la riqueza que Dios nos ha dado, y cuando Dios te equipa no es para que pases por encima de personas, es para que reines, como yo te he dicho ahora, sobre situaciones, y esa, toda esa riqueza, eso se llama prosperar. Eso es prosperar. Que cuando tú, Pablo decía, estamos como moribundos, pero impartiendo vida. Como no teniendo nada, más poseyéndolo todo. Como pobres, más enriqueciendo a muchos. Hermano, eso es prosperidad. La prosperidad de Dios es una prosperidad integral. Apunte esto por ahí, o los que después escuchan estos audios. El éxito que nos separa de la familia, el éxito que nos separa de la comunidad de fe donde Dios nos estableció, el éxito que nos separa de leer la Palabra, de meditar, no proviene de Dios. No proviene de Dios. De manera que nosotros, dígale al que está a su lado, Dios te ha enriquecido, tanto que te ha dado a su Hijo, su máximo tesoro, diga su máximo tesoro, Dios te lo ha dado. Dios te lo ha dado. Tienes que tener conciencia de enriquecido. Ahora, vamos a ver lo que dice Josué 1.8, yo creo que ustedes se lo saben, ¿cuántos se saben? Josué 1.8 y 9, nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche, diga meditarás. Mire, ¿sabe qué es meditar? Meditar es reflexionar en la Palabra. Diga conmigo, la Palabra de Dios no es solo oírla, hay que meditarla. Mire, les hago un ejemplo de lo que es meditar. Meditar, meditar. ¿Cuántos han ido al campo? Las vacas dicen, dice la gente que tienen cuatro estómagos, pero no es verdad, tienen uno solo y tienen cuatro depósitos importantes. Cuando una vaca come pasto, ¿verdad?, va a un depósito donde hay segregaciones químicas, donde hay jugos gástricos que fermentan, fermentan el pasto. Luego, ese lugar donde se fermenta, se va llenando, se va llenando y luego hay otro, entonces usted ve que la vaca está echada en el patio y está masticándolo, porque está sacando del pasto fermentado y está disfrutándolo, eso se llama rumiar, está rumiando, está rumiando lo que ya se comió en su momento en el campo y está pasándolo a otro depósito donde se produce, de ese depósito es donde se produce la leche y está pasándola luego a otro depósito y luego a otro que es el que desecha. ¿Ok? ¿Qué estoy diciendo yo? Cuando nosotros venimos a este lugar, es como la vaca donde comió, comió, pero después se va a su casa y empieza a rumiar la palabra. Rumiar es meditar, meditar. Meditar, wow, el pastor dijo, un ejemplo, el pastor dijo que el águila se eleva y de esa forma derrota a los adversarios que son los cuervos y dijo que igual yo tenía que hacer así, elevarme hasta la posición donde Dios me plantó porque ahí no hay un ámbito donde mis enemigos pueden perturbarme, hacerme dudar, hacerme daño emocionalmente porque me he elevado, ¿hasta dónde me he elevado? Hasta la posición que en Cristo se me ha dado. Entonces eso es rumiar, eso es meditar. Jesús dice nunca se apartará de su boca, ¿cuánto es nunca? ¿Cuánto es nunca? Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche. ¿Cuándo se medita? De día y de noche. ¿Cuándo? De día y de noche. Cuando usted se acueste, empiece a rumiar la palabra, como la vaca que empieza a pensar lo que usted escuchó. Meditarás en él, pero ¿qué pasa cuando uno medita? Dice para que guardes y hagas conforme a todo lo que está en Cristo. ¿Qué más vamos a leer todos juntos? Y todo. Amados, la meditación en la palabra acepta todos los ámbitos de nuestra vida. Influye nuestra economía, nuestra salud, nuestros padres, nuestros hijos, nuestro matrimonio, nuestros proyectos, todo. Cuando meditas en la palabra, hacemos que nuestros caminos... ¿Qué es prosperidad? Según lo que han escuchado, ¿qué es prosperidad? No se aprenda una definición así conceptual. ¿Hasta ahora qué entiende que es prosperidad, hermano Elizabeth? No quiero un concepto técnico. ¿Hasta ahora lo que has escuchado, qué es prosperidad? ¿Qué es prosperidad? Cuando alguien es próspero, ¿qué es próspero, Moisés? ¿Qué es prosperar? Sara, ayúdale a ver qué es prosperar. ¿Cómo? Conforme a la palabra. ¿Qué más? Ser rico en palabras, que abunde Cristo en nosotros. Hermanos, cuando la palabra dice... ¿Se acuerdan que esa prosperar es lo que Juan le dijo a Gallo? Dijo Gallo, amado, yo deseo que tú seas prosperado en algunas cosas, en todo. Y aquí el Señor por medio de Moisés, por medio de Josué, dijo... Hagas conforme a todo lo que en él está escrito. Entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Hermano, todo. ¿A cuántos quieren que les vaya bien en todo? Díganle al que esté a su lado, medita en las palabras de Dios. Y todo te saldrá bien. ¡Medítala! ¡Dile, ruméala! ¡Digiérela! ¡Reflexiona! ¡Subérgete en eso que has oído! ¿Sabes que uno puede oír una cosa, aplaudir una cosa, decir amén una cosa... y después no vivir en esa...? La parábola del sembrador, Jesús dijo... ¿Usted sabe que una parábola es algo inventado, creado para ilustrar una verdad? Y Jesús dijo, a ver cómo le explico yo a esta gente cómo funciona la palabra en sus corazones. ¿Quieren que leamos la parábola del sembrador? Sí. Vamos allá. Ok. Mateo 13. Vamos a leer para que usted vea cómo funciona la palabra de Dios en nuestros corazones. Así, usted lo que va a oír ahora, usted va a escuchar cómo funciona la palabra de Dios en nosotros. Póngale cuidado a esto, esto tiene mucha sabiduría. Vino de nuestro Señor Jesucristo. Dice... ¿Están allí? Mateo 13. Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar y se juntó mucha gente y entrando en la barca se sentó y toda la gente estaba en la playa, como están ustedes ahorita aquí, ¿no? Sentados. Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo, es aquí el sembrador salió a sembrar y mientras sembraba parte de la semilla cayó, ¿qué dice? No, pero vamos, vamos, ¿qué dice? Diga, parte de la semilla cayó junto al camino. Y vinieron las aves, ¿y qué? Parte cayó en pedregales. ¿Donde qué? No había mucha tierra y brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra. O sea, si uno pone una semilla donde no hay profundidad, se muele la semilla porque la semilla necesita arraigarse. ¿Ok? Ok, dice, parte cayó, ¿dónde? En pedregales. Donde no había mucha tierra y brotó pronto porque no tenía profundidad. Ok, diga conmigo, ¿junto al camino? ¿En pedregales? Y, ¿cuál es el otro? Y entre espinos. Ok, diga conmigo, entre espinos, en pedregales y junto al camino. ¿Qué le pasó a la que cayó junto al camino? ¿Qué le pasó a la que cayó en pedregales? No tenía profundidad. ¿Y qué pasó a la que cayó junto al camino? Perdón, ¿entre espinos? Ok. Ahora, el versículo 6, dice, pero salido el sol se quemó porque no tenía raíz y se secó. Diga conmigo, y parte cayó entre espinos y los espinos crecieron y lavaron. Todos juntos vamos a leer el 8. Pero parte cayó en buena tierra y dio fruto cual asiento al 60 al 30 por 1. El que tiene oídos para oír, oiga. Ok, ahora vamos a leer la explicación. Póngame atención. Jesús habló de cuatro tipos de tierra o cuatro corazones. Porque nuestro corazón, diga conmigo, nuestro corazón es la tierra donde se siembra la semilla de la palabra. Por eso ha escuchado cuando decimos Señor, levante su mano, diga Señor, hemos preparado la tierra de nuestro corazón para que siembres tu palabra. Ahora vamos a ver la explicación porque todo el mundo se quedó, ah, el camino y todo, ¿y qué? Pero después Jesús explica. El versículo 18. ¿Están ahí? Dice, oí pues vosotros la parábola del sembrador. Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, póngale cuidado, cuando alguno oye la palabra de Dios y no la entiende, ¿qué dice? Viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino, el que dijo Moisés. ¿Ok? Levante su mano, diga. Cuando alguno oye la palabra y no la entiende, el malo le roba la semilla. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra y al momento, ¿qué? La recibe con gozo, pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra tropieza. Ok, estos son cuando dicen, ¡amén! ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! ¡Santo! Pero después se enfrenta con una aflicción y puede más la aflicción. ¿Por qué? Porque no tiene profundidad. O sea, porque cuando aprendimos la palabra de Dios mentalmente y no hay profundidad, por eso con sencillez, mire hermano, oír la palabra se requiere sencillez de corazón. Necesitamos decirle, Señor, enséñanos. No importa que esté enseñando, si Sara está enseñando, yo que soy pastor tengo que oír atentamente porque Dios me puede mostrar una riqueza a través de ella que yo no la he visto. Esto no va de rangos. Entonces el que oye la palabra y la celebra, pero luego viene la aflicción. Hemos visto personas que comparten la palabra, predican la palabra. ¿Y este hermano qué le pasó? No, está pasando un momento difícil. Se lo come, la circunstancia se lo come. Y estamos hablando de tipos de tierra, que son corazones. Vamos con el siguiente caso. 22. El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra. ¿Y qué? Y se hace infructuoso. ¿Alguien me dice que es infructuoso? Que no da fruto. Infructuoso. Entonces oye la palabra, pero el engaño de la riqueza, le gustan mucho los euros y dice voy a hacer esto y voy a hacer y va atrás. Y entonces se descuida y el engaño, mire la palabra que usa, engaño. Entonces lo envuelve y lo saca y trabaja, trabaja, trabaja, trabaja y cree que está ganando, ganando. Y al final de su carrera se dará cuenta un día, sentado, cuando ya no tiene fuerza ni tiempo y dice, fiel dañado. O sea, lo que son las ayeres duran, como le llamamos. Lo que necesitamos de nosotros, todos los seres humanos, siempre lo vamos a necesitar. Siempre lo van a necesitar, ¿entiendes? Uno va a querer gastar nuestro tiempo, nuestra fuerza, nuestro tiempo, nuestro todo para cumplir eso, ¿entiendes? Y entonces el mundo debe tener esa prioridad que los espirituales que nos digo, busquenlo, busquen el reino, que al reino está, que a nosotros ya está, crezcan los desarrollos que les he dado esta vida. Y esto es la panela y nosotros lo hacemos al contrario. Buscamos la naturaleza y el reino después. Porque a nosotros, al hombre natural, le da paz cuando tiene acumulado. Si no tiene acumulado, se perturba. O sea, ¿cómo te llamas tú? Nair. Cuando uno tiene para comer al otro día, uno duerme tranquilo. Hoy mañana hago esa carnita, ensalada, buenísimo. El problema está cuando no tenemos. Ahí ¿qué hacemos? Nos perturbamos. ¿Y ustedes saben dónde los pajaritos tienen su despensa o su nevera o hacen mercado? Los pajaritos se levantan en la mañana, se levantan y no tienen el mercado. No tienen el mercado. Y lo primero que hacen cuando se levantan, arman un jaleo y cantan. Y ellos no tienen despensa. Pero ellos saben en su naturaleza que el Dios que les dio la vida, tal vez no lo entiendan como que son evangélicos, no hay pajaritos evangélicos, pero tal vez lo tienen en su naturaleza. Los peces no tienen lo que van a comer, ¿verdad? Los pajaritos no tienen, pero saben, cantan cuando se levantan. Hermano, esas cosas tan sencillas no las enseñó el Señor. Dice, no cae. Un pajarito no cae al suelo si no es por su palabra. También esto es riqueza. Diga, también con esto Dios me ha enriquecido. Entender correctamente la paternidad de Dios, el cuidado que Dios tiene por nosotros, eso también es riqueza, eso es prosperar en todo. Un día yo estaba en un bar comiéndome un bocadillo, un día yo estaba comiéndome un bocadillo dentro del bar, y la gente que habían comido afuera se levantaron y siempre hay migajitas de pan. Y cuando ellos se levantaron, fu, vinieron como varios pajaritos y pim, pim, pim comiendo el pan que otro pagó. Ellos se están alimentando. Otros pagan y ellos comen. El Señor le dijo a Israel, cuando entres en la tierra que tú no has sembrado y comas de la viña que tú no labraste y vivas en las casas que tú no construiste y bebas de las cisternas que tú no cavaste, no se te olvide que fui yo el que te llevé a esa tierra. Eso también es prosperidad. Aleluya. Pero imagínate que nosotros las aflicciones nos coman el día difícil. Hermano, mire, yo le hago una pregunta a usted. Hermana Elisa, ¿cómo se llama tu hijo? Jesús. ¿Cómo quieres que Jesús viva? ¿Con una vida que tú lo protejas, lo superprotejas? ¿O que tú lo entrenes para que Él sepa enfrentarse a las dificultades? Cuando tú lo entrenas, Él va a saber, cuando tú no estés con Él, Él va a saber lo que tú le enseñaste, lo afirmaste. Nosotros, se nos enseña mal en el Evangelio. Bueno, mi hija, que Dios le proteja, que no le pase nada, y si algún clame la sangre de Cristo, Dios no quiere su suerte. Si algún clame la sangre de Cristo, Dios no quiere sobreprotegernos a nosotros. Quiere enseñarnos a que seamos. O sea, Dios no quiere evitarte una tormenta en el mar. Dios quiere que tú seas domador de tormentas. Dios no quiere superprotegernos. Dios quiere que desarrollemos la capacidad de enfrentarnos a las adversidades y saber cómo en medio de la adversidad desarrollamos carácter, confianza, firmeza, determinación, autoridad. Nos paramos frente a una adversidad y salimos adelante porque hay una fe que nos impulsa. Eso es prosperar. Pero claro, si creemos que el Evangelio es la superprotección, cuando nos pasa un momento difícil nos sentimos confundidos. Hermano, a través de la aflicción Dios desarrolla un talante, una firmeza en nosotros brutal. Los momentos donde perseguían a la Iglesia, es que la naturaleza de la Iglesia es muy compleja. Porque la naturaleza de la Iglesia, mientras más la persigues, más desarrolla habilidades. Más crece, es algo raro. No se puede analizar desde una mente natural. Y eso es lo que Dios hace en nosotros. Desarrollarnos. Así como a la hermana le costó 30 segundos para responder. Porque es lógico. Porque ella dice, si yo lo superprotejo, el día que esté en el colegio, yo no voy a estar ahí. Y él no se va a saber defender. Pero si yo lo entreno, si yo lo afirmo, si yo le imparto riqueza, si yo le doy sabiduría, si yo le implico, él cuando yo no esté, la sabiduría va a estar dentro de él. Y va a saber lo que tiene que hacer, y cómo reaccionar, y cómo tomar decisiones, y cómo irse de un lugar, o llegar a otro lugar. Lo va a saber hacer. Porque él no está dependiendo de mí, sino como ella dijo, del Señor. Eso es prosperidad. Cuando tú estás en un momento donde estás solo, pero sabes lo que tienes que hacer, porque el Espíritu está allí. Nos falta un tipo de tierra. ¿Sí o no? Seguimos leyendo. 23. Vamos a leerlos todos juntos. 23. El que diga oír y entender. Lo más glorioso que podemos tener nosotros es entendimiento. Levante su mano y diga, Dios me ha dado entendimiento para conocer y para saber todo lo que me ha concedido en Cristo. ¡Aleluya! Dios me ha dado entendimiento para saber, para entender y para conocer las riquezas que en Cristo se me ha concedido. Entonces, cuando entiendo, me convierto en una buena tierra que da fruto al 30, al 60 y al 101. ¡Aleluya! Eso es prosperidad. Bendito sea el Señor. Alabado sea su nombre. ¡Aleluya! Voy concluyendo. Voy terminando. 1 Corintios 1.4. ¿Cuántos son prósperos aquí? ¿Cuántos son prósperos? Dios nos ha prosperado. Amados, la Iglesia es próspera en esencia. En esencia hemos sido. ¿Se acuerda que la última vez hablamos que Él se hizo pobre? ¿Dónde se hizo pobre? En la cruz. ¿Cómo se hizo pobre? ¿Cómo se hizo pobre? Se despojó de su gloria, de su dignidad, de su justicia. Se despojó a sí mismo. ¿Y qué hizo con todo eso? No los transfirió a nosotros. Cuando Pablo entendió eso, dice, en su pobreza vosotros fuisteis enriquecidos. O sea, lo que hubo allí fue una transferencia a los injustos. El justo les transfirió su justicia. ¡Aleluya! ¡Eso es glorioso! Eso sí es ser próspero. Ahora, concluimos. 1 Corintios 1.4. Vamos a leer hasta el 8. Póngale cuidado lo que dice. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús. Digan, Cristo Jesús, me fue dado gracia. Hermano, ¿tú sabes qué es gracia? Las personas normalmente oyen, ¿qué es la gracia? El favor de Dios es merecido. Y se quedan hasta ahí. No, pero va más allá. Gracia, la palabra, gracia en esencia. Es Cristo impartido en nosotros. Digan conmigo, la gracia de Dios produce en mí todo lo que yo no puedo producir por mí mismo. La gracia es que Sara, con 90 años, dé un hijo. Eso es la gracia. Una viejita, estéril toda la vida, 90 años, y dé un hijo. Eso es la gracia. La gracia es que Abraham, con 100 años y teniendo su cuerpo casi muerto, engendre un hijo. Porque Dios lo que le está diciendo es Abraham. Yo no quiero que tú confundas tu virilidad o tu fuerza como hombre con aquel hijo, porque soy yo el que lo hago. Soy yo el que lo hago. Es glorioso. Entonces Pablo dice, porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él. ¿En qué cosas fuimos enriquecidos? Ya va, pero ¿en qué cosas fuimos enriquecidos? Digan conmigo, en Cristo fuimos enriquecidos con todas las cosas, no algunas. Digan, sobre mí hay espíritu de sabiduría. Espíritu de ciencia. Espíritu de consejo. Pero no digan sobre mí, corríjame. Digan, en mí. En mí hay espíritu de consejo. De sabiduría, de palabra, de ciencia. La paz de Dios opera en mi vida. Digan conmigo, la paz de Dios opera en mi vida. Yo soy la justicia de Dios en Cristo. ¡Aleluya! En Cristo Él nos hizo justos en todas las cosas fuisteis enriquecidos en Él. Tú no puedes tener conciencia de necesitado o de pobre. Hermanos, pobre no es no tener dinero. Pobre es alguien que aunque tenga millones de euros en el banco no tenga una razón para vivir, no tenga alegría para vivir, no tenga propósito para vivir, no tenga la estimulación para levantarse. Eso es alguien pobre. No importa que tenga millones de euros. ¿Se acuerdan de Robin Williams, el actor? Se suicidó en una mansión de Beverly Hills porque sufría depresión, porque era pobre. Era pobre. Hay personas, hay personas que viven drogándose para poder tener fuerza y levantarse. Y son pobres. Eso sí, en este sistema tienen muchísimo dinero. Escúcheme, amado. Si no comprendemos la riqueza que se nos ha confiado, Messi es más rico que Pablo. Si nos basamos en la riqueza de este sistema, Messi es mucho más rico que el apóstol Pablo. Pero Messi cuando no le pegue más la pelota, llegará y se muere. Pablo, dos mil años después, sigue influenciando el reino de Dios con sus enseñanzas. Pedro, se sigue hablando que con su sombra sanaba a los enfermos. Juan sigue revelándonos en el apocalipsis al hijo al hijo. ¿Cuál riqueza queremos entonces? Diga, yo fui enriquecido en todas las cosas. En Cristo. En Cristo. Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en Él. ¿En toda qué? Palabra y en toda ciencia. Aleluya. Así como el testimonio cerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros. ¿Sabes qué es un testimonio? Cuando el Espíritu le notifica le notifica a nuestro Espíritu de que somos de Dios. Dice, el Espíritu da testimonio a nuestro Espíritu de qué? De que somos hijos de Dios. O sea, es cuando el gobierno a usted le envía una carta y le notifica que Hacienda le va a devolver 3000 euros. Te notifican con esa carta, usted va y tiene autoridad. Eso es lo que él está diciendo. Que el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en nosotros. De tal manera vamos a leerlo todos juntos. De tal manera que nada os falte o falta en ningún don esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo el cual también nos confirmará hasta el fin para que sean irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Aleluya. Ese es alguien que es próspero. Quiero terminar, quiero concluir enseñándolos esa palabra irreprensibles. Mire, si usted capta esta idea amados la palabra irreprensible es muy, muy amplia pero quiero enseñársela de esta forma. Cuando yo estoy hablando en un lugar cuando yo estoy hablando en un lugar y me estoy saliendo de lo que es edificante el Espíritu me notifica que no estoy hablando conforme a los intereses del Rey. El Espíritu que hace me hace sentir que no va por ahí la conversación. O cuando yo me estoy vistiendo ¿verdad? y estoy en una forma inadecuada el Espíritu me hace sentir Albert, ¿cuál es la intención de vestirte así? O cuando yo estoy participando en algo, están hablando y yo estoy sumando fuego el Espíritu me dice ¿tú no eres pacificador? ¿tú no eres pacificador? Cuando yo no atiendo a la voz del Espíritu entonces otra persona me reprende y me dice Pastor Pastor y Dios envía a otra persona a que me reprenda ¿por qué me reprende? ¿por qué me reprende? porque yo no quise hacerle caso al Espíritu a su exhortación una persona irreprensible no es la persona que no se equivoca es la persona que cuando está saliéndose de donde tiene que estar atiende al Espíritu y corrige entonces ya no te van a venir a reprender desde afuera eso es alguien irreprensible porque el hombre de Dios debe ser ¿cómo? irreprensible cuando nosotros estamos haciendo algo Helen cuando tú has estado haciendo algo ¿sabes que está mal hecho? aunque nadie te está viendo y tú dices uy no, no voy a hacer esto eso es una niña irreprensible ahora si tú esperas a que sea tu mamá la que te corrija te van a reprender y te van a venir consecuencias exactamente pasa con nosotros día conmigo el cual también nos confirma hasta el día hasta el fin para que seamos ¿qué? irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo Aleluya la palabra de Dios está bendecida eso es prosperidad eso es riqueza lo que Dios nos ha dado póngase sobre sus pies por favor Aleluya bendito sea el Señor vamos a levantar nuestras manos vamos a orar vamos a darle gracias al Señor en esta hermosa tarde

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