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El quer teme no ha sido perfeccionado - Pr. Albert Pabon

El quer teme no ha sido perfeccionado - Pr. Albert Pabon

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The speaker expresses their joy in being with the audience and their passion for spreading the word of God. They discuss the challenge of fear and how it can hinder the growth of Christ within us. They emphasize the importance of governing and overcoming fear, as it can limit our lives and make us vulnerable. The speaker shares that perfect love casts out fear and that the first love is not an emotional state, but rather the love of the Father towards us. They explain that fear is an enslaving emotion and can be used to manipulate and control people. They encourage the audience to recognize the love of God and overcome fear. The speaker mentions that the Bible mentions "do not fear" 365 times, highlighting the significance of not succumbing to fear. They also reference a passage from Hebrews that reinforces the power of Christ in conquering fear. de estar otra vez entre ustedes. Me gozo en el Señor, esta es mi pasión, esto es lo que yo amo, esta es la asignación que Dios me entregó, y disfruto y es el sentido de mi vida está en hacer esto. Cuántas son para recibir la primera palabra de este año. Levante su mano y diga, Señor he preparado la tierra de mi corazón para que la incorruptible palabra sea sembrada. Amén. Dele un aplauso a Dios, Amén. Aleluya. Así no aplauden a los futbolistas, los aplauden con pasión. Apláudale al Señor. Amén. Creo, creo firmemente que estás a punto de recibir una enseñanza, una palabra, un mensaje que creo que te va a ser necesario todo el año. Creo que es uno de los mensajes más importantes de tu vida. Si usted recibe hoy esta palabra y lo que correcto, creo que será vital para tu vida. Amén. La palabra que le he puesto, el título que le he puesto es, el que teme no ha sido perfeccionado. Estamos transmitiendo ya, vamos a darle un aplauso a toda la comunidad que nos siguen por las plataformas. Feliz año para también las familias que nos casan de edificación y están en otras naciones, lo cual les saludamos con cariño también. Amados, quiero hoy hablarles acerca de uno de los grandes desafíos que los hijos de Dios tienen con los sentimientos. En este caso, el temor. ¿Ok? Diga conmigo, en mí Cristo fue impartido. Dígalo, dígalo. En mí Cristo fue impartido. Dice la palabra que Él no habita en templos hechos de mano de hombre, sino que Dios llena corazones, llena vidas. Amén. Ahora, los hijos de Dios somos un poco, un poco extraños y en esto quiero que pueda usted tenerlo bien claro. Espíritu. Amén. Y nosotros vivimos en un cuerpo, un cuerpo de carne y hueso. ¿Ok? Por lo tanto, el desafío está porque en ese cuerpo hay sentimientos, hay emociones, hay impulsos que normalmente perjudican el desarrollo del Cristo que se nos ha impartido. Dígalo conmigo, las emociones, los sentimientos perjudican el avance del Cristo que nos fue impartido. Por lo tanto, aprender a gobernar el amor, que es, el temor es de todos los sentimientos que hay, que una persona puede experimentar, el sentimiento es de lo más mortífero que hay. El sentimiento del temor. ¿Ok? El miedo es un sentimiento de desconfianza. ¿Ok? La desconfianza es cuando una persona piensa que lo peor va a pasar. ¿Ok? Eso es el miedo, es el temor. A creer que va a suceder algo negativo, se trata, genera angustia y la Biblia dice que el temor pone lazo al hombre. O sea, usted es un hombre, ¿verdad? Los que han ido para el Llano, en Venezuela o en el campo, ¿verdad? Un toro, un animal grandísimo, de 600, de 800 kilos, un hombre con un lazo lo reduce. El temor reduce la vida de las personas a nada. Si usted aprende a gobernar sobre el temor, usted, créame, hermano mío, que usted tiene una victoria sólida, no sólo porque va a decir, bueno, ya Cristo ganó la pelea por mí. Eso es verdad, la batalla la ganó. Y por posición usted la tiene, pero usted la tiene que disfrutar. Y diga conmigo, ¿y el temor? Que nos anula, que bloquea. Yo una vez vi a una prima que se le estaba ahogando la niña en la piscina y ella hacía así, la niña ahogándosele ahí, pero estaba bloqueada, porque el temor nos amarra. El temor será un rehén de este sentimiento grotesco y maligno. Aunque nadie diga amén, téngalo consciente. Aterrice, ponga su corazón y todo, porque lo que va a oír le va a ser de gran edificación para su vida. Y otra cosa, el temor no respeta estatus. Los reyes temen y el mendigo teme, ¿ok? Por lo tanto, tenemos que comprender esta realidad. En multimedia quiero que me ayuden, por favor. Primera de Juan cuatro dieciocho, ¿ok? Primera de Juan cuatro dieciocho. Antes de empezar, o al inicio, que creo yo que es uno de los mensajes más importantes que vas a usar, porque muchas cosas te pueden ser robadas por temor. Primera de Juan cuatro dieciocho, ¿están allí? Leemos, leemos todos juntos, por favor. Dos, tres. En el amor no hay temor. Ah, estamos calentando, vamos otra vez. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor está fuera del temor, porque el temor lleva en sí castigo. Ojo con eso. En el amor, en el temor. Sabe que es amado, no teme. ¿Ok? Sino que el perfecto amor, lo que se le ha revelado del amor es porque el temor lleva en sí castigo. Escuchen, hermano, la inyectadora, la inyectadora que suministra castigo se llama temor. La inyectadora es el temor, la sustancia es castigo. Teme es un castigo, es un flagelo, donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él porque él nos ha sido. El apóstolo Juan a pensar que nosotros amados por Dios, ¿somos amados por Dios? Él nos amó primero, nosotros no fuimos quienes le amamos. Realmente este es el primer amor. Aleluya. Usted sabe que en el ámbito evangélico normalmente se dice que una persona cuando va de la congregación, cuando llega temprano, cuando aplaude, cuando danza, dice déjalo, ya se le pasará, está en el primer amor. ¿Cuántos han escuchado eso? Sí, está en el primer amor, tiene la palabra, quiere todo, pero no amados. El primer amor no es un estado emocional. El primer amor es el amor del Padre hacia nosotros. Amén. El primer amor. ¿Quién amó primero? Yo en mi caso, por ejemplo, yo amé primero a Sofía. Sofía era un bichito de tres milímetros que se movía así y ya yo le había puesto nombre, ya soñaba con ella, ya planificaba, ya decía cosas sobre ella. Amén. Pero realmente, póngale cuidado a esto, amados. Perdón. El miedo, diga conmigo, el miedo es una emoción esclavizante. Ve a las personas en rehenes. El miedo los convierte en clientes de los hábiles comerciales, en pacientes de los que se ganan la vida con la enfermedad de otro. Por ejemplo, digan calvo, con respeto, ¿no? A los que no tanto volumen en el cabello. Y tiene miedo. Y usted ve que se echa el pelo para acá, se lo pone para acá, se lo tapa. Trata de, hay una industria que hace dinero con su temor. Ven, te voy a vender las botas mágicas que te va a sacar pollinas, que te van a hacer esto, que te va a poner una melena. Y rentabilizan con el temor de esa persona. Pero si esa persona dice, Gloria, Dios, Dios no me dio, a que le dio mucho y a mí no, ¿cómo lo puede? ¿Cómo puedes ganar dinero con esa persona? Para que una persona, diga conmigo, para que alguien sea rehén, tiene que tener un hijo de Dios. La sabiduría, cuando tú reconoces tus errores, dígale al que está a su lado, cuando tú reconoces tus errores. Claro, imagínate que tú reconoces tus errores, nadie los puede usar en tu contra. Pero si tú los escondes, si tú los evades, si tú te enojas cuando le dicen, Calvo, cuidado, los hermanos van a pensar que yo tengo pasión con ellos, ¿no? Cuidado, ve que se le dispara a alguien que le diga, la gente tiene tu paz en la mano. Tú tienes paz cuando ellos elijan que tú tienes paz. ¿Y te pueden amargar un desayuno? Dices, ¿qué tal el aeropuerto para los piojos? Ya te amargaron la mañana. Te amargaron la comida, te perturban. Así es la persona que teme. Lo primero que Dios hace en el corazón de los hijos es que erradica el temor, porque la gente que teme es gente que no es libre. Hay gente que, por ejemplo, los comerciantes, las personas que tienen dinero, no quieren verse fuera de moda. Les da miedo que las amigas le van a decir, ay, no estás a la moda. Y tienen mucho dinero para estar a la moda. Escúcheme, cuando no tiene miedo, no le puedes arrinconar. Cuando una persona no teme, no le puedes arrinconar. Se necesita temor para chantajear a alguien. Imagínate que digan, ay, por ahí salieron unas fotos tuyas antiguas y como no me des tanto, ya vas a ver. No, no, espera, no, tranquilo. Si tú no temes, el chantaje se cae solo. Pero si tú temes, eres réel. Diga conmigo, el verdadero amor, echa fuera el temor. Disipa el amor. Cuando tú eres consciente del amor de Dios, disipa el temor. Como la luz disipa las tinieblas, el amor de Dios disipa el temor. Son de los hombres. El ejemplo más grande que hay es el apóstol Juan. La expresión discípulo amado solo existe en el libro de Juan. El apóstol Juan decía de sí mismo que él era el discípulo amado. ¿Por qué? Por eso cuando todos corrieron y dejaron a Jesús, ¿él estaba ahí? Porque el amor, ¿quién fue el único discípulo que honró al Señor a los pies de la cruz, que estuvo ahí? ¿Quién fue? Juan. El amor lo guarda. Usted, le voy a dar un dato importantísimo. ¿Sabe cuántas veces la Biblia dice no temas? Trescientas sesenta y cinco veces. Algo te querrá decir el Señor, ¿no? Diga conmigo, cada día del año, la Escritura me recuerda que no puedo ser réel, que no puedo temer. El que no la debe, si usted, si usted no teme, usted no se convierte en rehén. Ahora, voy a ir dándole forma al mensaje. Hermano David, ayúdame con Hebreos 2, 14 y 15. Hebreos 2, 14 y 15. Amados míos, creo yo que cuando tú, cuando, cuando tenga duda de eso, que le bajan la cabeza, ¿ok? Él iba, él tenía una filosofía, Pablo tenía una filosofía, él decía, si vivo, para Dios vivo. Si muero, para Dios muero. Sea que viva o sea que muera, soy de él. ¿Cómo puedes amenazar tú a un hombre así? ¿Cómo lo puedes atemorizar? ¿Cómo puedes arrinconar tú a un hombre? Señor, ¿cómo puedes amenazarlo? Cambio a una persona y tiene miedo, todos tenemos, ¿verdad? Porque el miedo, diga conmigo, el miedo es el primer sentimiento que se hizo visible en el Edén. La primera expresión de efecto del pecado fue el temor. Dios estaba en el Edén y dice, Adán, ¿dónde estás? Dios le dice, ¿qué haces? ¿Qué haces? No, es que tuve miedo porque estaba desnudo. ¿Y quién te dijo a ti que estabas desnudo? Que tienes 40 años aquí. ¿Quién te dijo? El temor, diga conmigo, el temor de huir de la presencia de Dios, pero bueno, sabemos que es un sentimiento y estaba equivocado porque ¿quién va a huir de la presencia de Dios? Dijo David, si bajara lo profundo del mar, ahí está él. Si subiera lo más alto de la montaña, ahí está él. ¿A dónde huiríamos de tu presencia? Pero el que está engañado, el que es rehén, piensa que se esconde. Vamos a leer Hebreos 2, 14 y 15, los textos poderosos, preste la atención. Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es. Muy bien, ahora póngale cuidado al siguiente texto. Y librar, ¿para qué murió? Para librar a todos los que por el temor durante toda la vida sujetos a servidumbre. ¿Para qué hombres? Para el Señor Jesucristo. Aleluya. Para librar a todos los que por el temor de la muerte. Amados, el temor de la muerte, esclaviza. Póngale cuidado a esto. Amados, el temor a la muerte. Si hay algo seguro, pero seguro, es tan seguro que tenemos nosotros, sin embargo, temerle me hace rehén. Es algo seguro, pero si le temo, vivo como rehén. Y la vida de Cristo, el poder de su muerte, no opera en mí. Porque el que teme, no es perfecto. Gracias, hermano Iliana. Amados, en la vida, como va a llegar el verano, diga conmigo, ¿cómo es seguro que va a llegar el verano? Van a llegar momentos adversos en nuestra vida. Y a las vicisitudes de la vida, los momentos adversos, usted tiene que llegar, puede llegar a un momento adverso de su vida, con temor, porque el temor lo arrodilla a usted. El que teme, es sujeto a servidumbre. Le voy a hacer un ejemplo. Amados, tú no puedes esperar un momento adverso en tu vida, para construir un pensamiento frente a la tribulación. No. Usted al momento adverso, tiene que llegar con los deberes hechos. Por eso usted está aquí, creciendo y siendo afirmado en esta realidad, para no te paralice, para que el temor no gobierne, porque el que teme, no ha sido perfeccionado. Y usted diga conmigo, yo no nací para estar sujeto a servidumbre. Pero dígalo, dígalo. Yo no nací para estar sujeto a servidumbre. Nací para reinar sobre circunstancias, sobre ambientes, sobre situaciones, sobre momentos complejos. El Cristo que nos fue impartido es reinante. Yo espero que en Facebook alguien haya aplaudido al menos. El soldado puede esperar el momento que digan, vamos a la guerra. Ay Dios mío, ¿y ahora qué? ¿Cómo que ahora qué? Usted tiene que llegar al momento cuando declaran la guerra, con los... Todo soldado cuando se metió al ejército no era para jugar con muñecas. Él sabía que cualquier situación tenía que poner su pecho al frente y que la vida de él cobraba sentido. Y el soldado dio su vida al servicio de la patria. Porque en la guerra él está preparado. Porque si él está diciendo, y yo me muero, ¿y qué va a pasar? No, no, no, no. Esa decisión... En su habitación, cuando se apuntó al ejército, y usted llegó y dijo, yo me voy a... ¿De verdad me voy a apuntar al ejército? El día de la guerra usted está concentrado en la estrategia. El día de la guerra usted está concentrado en la instrucción que está dando el comandante. ¿Cómo vamos a atacar? ¿Cómo vamos a matar a los adversarios? Ese día usted no puede estar pendiente, y si yo me muero, ¿y qué va a pasar con mi tía? No, no. Eso en la cama, calentito. Hermano, al momento de la adversidad nadie puede empezar a pensar, ¿y qué pasa si yo me muero? Porque el temor arrodilla a las personas, y hay personas que viven, se mueren, y siguen viviendo, zombies, temiéndole a todo, rehenes de todo. Usted fue trasladado al reino, y Jesucristo es la cabeza, y tú no puedes vivir como un rehén. ¿Alguien dice? El bombero, o no la salvo, piedra, papel o tijera. No, es que esa viejita ya vivió, yo no he vivido. Yo tengo dos hijas. Es el incendio para construir un pensamiento. El día del incendio es un trámite, porque Él ya tiene, ya resolvió eso en la vida, yo estoy para servirle a mi comunidad, a mi ciudad. Señores, Jesús dijo, cualquiera, ¿qué es cualquiera? Cualquiera, ¿qué es cualquiera en griego? Cualquiera. Cualquiera que pone las manos en el hado, y vuelve atrás no es digno del reino, no sirve para esto. Le pregunten, Jonathan, cuán útil son los soldados a un comandante, si todos están temerosos. ¿Cómo va a salir esa operación? Por lo tanto, el temor es el sentimiento más grotesco que usted va a tener que enfrentar en su vida, mi hermano. Por eso le digo que es uno de los mensajes más importantes, porque todo la Escritura me recuerda que no debo temer. Amados Le voy a decir ahora de qué se alimenta la bobardía o el temor, que son primos. Llegar al momento no ha resuelto y no ha dicho todo mi vida al ejército de mi país, he ofrendado mi vida a la patria, y cuando el clarín de la patria suena, hasta el clamor de la madre y de la esposa, porque me llamó la patria a servir. ¿De dónde se alimenta el temor de llegar el día de la guerra con las tareas resueltas? Ya yo soy de la patria, nadie se puede morir dos veces. Yo sé que me metí en el ejército y estoy aquí, y ya yo resolví, entregué mi vida, así que no me pueden matar dos veces. Si pasa, si pasa, es un trámite con honor. Lo voy a hacer con lealtad, lo voy a hacer en defensa de mi país. No hay nada más digno que morir por mi país. Eso es un soldado, se deben estar ahí orinando. ¿De dónde se alimenta la cobardía, hermano? Del que no ha resuelto. El que no resuelve ese problema. Y se empieza a pensar, ¿y ahora qué? Ya verás que me mandan al faquivo, porque la Biblia dice, todo lo que el hombre teme, hermano, escúchelo que dice, ayúdame con el texto, todo lo que el hombre teme, eso le va a venir. Por lo tanto, lo que uno teme, te hace candidato a que te gobierne. Hermano, la libertad de los hijos de Dios está en haber resuelto. En estos días, viví uno de los momentos más complejos en mi vida. Y estaba ahí en una situación bien difícil, bien complicada. Hermano, pero mi espíritu estaba intacto. La fe de que Dios es una vida, hermano, lo que se nos ha dado es una vida. Y este evangelio es muy glorioso para que sea una teoría. Y yo oro al Señor de que tú resuelvas lo más pronto posible este asunto. Pablo decía, consideraos muertos al pecado. Esto no se puede. Es una liberación. El temor nos hace caminar por las calles, imaginándonos cosas, porque el temor se imagina lo peor siempre. Van a despedir gente. Tu esposa te dice, cariño, hay un control de la Guardia Civil, el coche está bien. El que teme no es libre, hermano. Se le enferma el hijo y se empieza a imaginar ya el funeral. Cuántas veces, cuántas veces los papás y las mamás pasan esto, que el bebé... Temor, eso es imaginación de nosotros. El temor nos muestra un panorama esclavizante. Y usted no nació para ser esclavo de nada. A libertad Dios te ha llamado. A libertad, diga conmigo, a libertad fuimos llamados. Amados, Hechos 21, 10. Hechos 21, 10 hasta el 13, vamos a leer. Hechos 21, 10 hasta el 13. Dice, mire esta situación, les pongo en contexto. Estaba la iglesia reunida y llega un hombre llamado Ágavo, un profeta, uno de los que este es tu año, tu cosecha, no, de los de verdad. Y toma el cinto de Pablo, se amarra de pies y de manos y dice, así dice el Espíritu de Dios que harán con el dueño de este cinturón, que harán los judíos con el dueño de este cinturón. Wow, cuando las hermanas escucharon eso, empezó todo el mundo. Dice, 21, 10. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de judía un profeta llamado Ágavo, que viniendo a vernos tomó el cinto de Pablo y atándose los pies y las manos dijo, esto dice el Espíritu Santo, así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto y le entregarán en manos de los gentiles. Usted, para ponerle en contexto, los gentiles, los enemigos, ¿verdad?, de aquella, rivales, archirrivales mejor dicho. Usted sabe que el combustible más volátil es la religión. La religión es el combustible que enciende todas las bombas del mundo. Lo que está ahorita, religión. Charlier 2, en Francia, religión. El 11S, religión. La religión es el combustible que ha generado más guerra, más sangre y la razón del mundo de muerte en la historia de la humanidad es la religión. Detrás de todas las guerras, la religión, la Inquisición Española, o sea, cualquier cantidad de religiones en el mundo. Y le estaban diciendo, el Espíritu estaba diciendo, así harán los judíos. Y Pablo estaba en la reunión, evidentemente, ¿no? Al oír esto, les rogamos nosotros, les robaron a Pablo, y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén, hermano, te lo están profetizando. No suba, pero no se puede hacer rehen al que no teme. Avanzamos. Entonces Pablo respondió, ¿qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no solo a ser atado más a Jerusalén por el nombre del Señor. Pero hermanos, dejad de llorar. ¿Qué hacéis quebrantándome? Si yo no solo estoy dispuesto a que me amarren, yo ya he ofrendado mi vida a la causa del Señor. Eso lo dicen del Pastor Álvaro, y yo digo, amén, Señor, no voy. Pero este hombre… Hermano, el temor es el requisito… Usted sabe que a los esclavos, los pírsin, los diferentes pírsin que comentan, era una de las formas de marcar a los esclavos. Si la tenía en la tetilla era de uno, si la tenía aquí de otro, si la tenía aquí de otro, si la tenía aquí de otro, si la tenía acá de otro. Todos los míos van aquí, todos los tuyos aquí, así. Y cuando el requisito indica, el distintivo que esclaviza a un hombre, es el temor. ¿Qué me dice? Este pertenece para allá. Y aunque seamos hijos de Dios amados, y nadie nos puede robar la salvación, podemos caminar toda la vida en esclavitud emocional. Cuidado a esto, Dios sacó a Israel de Egipto, lo sacó de la esclavitud. Y para Dios nunca fue un problema sacar a Israel de Egipto. Pero Dios no… y hay cosas que Dios… son complicadas. Dios no pudo sacar a Egipto de Israel. Eran libres, eran una nación, eran herederos, pero esclavos. Adentro, el sistema de pensamiento, cuando Moisés subió al monte a adorar, y días y no venían, la influencia egipcia que llevaban por dentro, le dijeron, Aarón, escucha, a este viejito se lo comieron las bestias, en Egipto se hacía un becerro de oro, ¿un becerro? Se empezaba a quitarse a su dependiente todo el sueldo que Dios le había quitado a los egipcios, para dárselo a ellos en oro de 430 años de esclavitud, ellos en oro de 430 años de esclavitud lo usaron para hacer un becerro de oro y adorarlo. Porque habían salido de Egipto, pero Egipto no había salido de ellos. O sea, nosotros, Dios nos sacó de las tinieblas. Pero en nuestro corazón, las tinieblas tienen que ir pasando, y para que pase como el apóstol Juan dice, hermano David, ayúdame por favor, donde hay un texto que dice, las tinieblas van pasando y la luz ya resplandece en nuestro corazón. Porque Juan está diciendo que la luz de Cristo, cuando usted se sienta en estos espacios, y la luz de Cristo empieza a florecer, a, perdón, a repercutir, a impactar, las tinieblas se diluyen. Le voy a decir algo que no es nada teológico. Lo único, diga conmigo, lo único es la luz. No son los gritos, no es el aceite, ni los júbilos, ni las vigilias. Es la luz. Es la luz. Las tinieblas no se someten a nada que no sea la luz. La luz, sí, la luz, no discute con ellas. Hagan su cuario. ¿Para dónde? No sé, no me interesa. No prevalecen ante la luz. Cristo es la luz. Cristo es nosotros. Y nosotros somos... Diga, nosotros somos... Dígalo fuerte, nosotros somos... ¡Aleluya! ¡Aleluya! Esto es lo que le dice el apóstol Juan. El apóstol Juan dice, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros. Porque las tinieblas van pasando. Y la luz verdadera ya alumbra. Hermanos, ¿dónde van pasando las tinieblas? Iluminación, diga conmigo, iluminación del entendimiento. Dígalo conmigo, iluminación del entendimiento. Para que no resplandezca, ¿qué? La luz del Evangelio de Jesucristo. Por eso el Evangelio es luz. Y las tinieblas tienen muchas versiones. Versiones sutiles, perfumadas. Son camaleónicas. Se están camuflando de muchas formas. Y si usted eso no lo entiende, ¿qué se va a imaginar? Escúchame, la imaginación es resultado... Usted no se imagina qué es una arepa. Usted se la imagina, se puede imaginar el relleno. Se le va a poner esto, aquello. Usted no se imagina cómo se hace una arepa. ¿Por qué tu mente no te juega a cómo se hace una arepa? Porque usted sabe. Y lo que usted sabe, anula la imaginación. Cuando uno va al campo, uno no es del campo, y uno va al campo y escucha ruidos. ¿Qué será? No sé cuándo. Y la mente empieza a especular. El que sabe se ríe tuyo. Porque él no imagina. ¿Por qué no imagina? No, dígalo fuerte. ¿Por qué no imagina? Porque él sabe. El mecánico hace dinero porque tú no sabes lo que él es. Él llega, lo mira y le dice, préndelo. Vente a las seis. Ya vio lo que era. Pero como tú no sabes, tú imaginas y eres su cliente. ¿De quién eres cliente? Del que sabe. Cuando nos exponemos a estos escenarios, somos esquivados. Hermano, si tú supieras, me invitarías a cenar después de aquí. Decía, pastor, yo los voy a llevar a cenar. Estás recibiendo un mensaje rector, una palabra rectora que te va a acompañar. Dije que todo este año, pero me quedé corto. Toda tu vida. Aleluya. Cualquiera pues que quiere ser mi discípulo y no desprecia su propia vida. Y uno dice, ay señor, pero es un poco exagerado. Brother, despréciala. Renuncia a ella y nadie te la podrá quitar. Si tú renunciaste a ella, ya no puedes temer. Cuando le llegue la hora a renunciar, yo sé que es difícil decir amén, pero es la palabra de Dios. El propósito eterno requiere de gente abnegada, gente que se niegue a sí mismo, que no estén compitiendo entre ellos, dando rienda a sus pasiones, sino que le ofrenden la vida. Sino que le ofrenden su vida a la causa del Señor. Sólo, ojo con esto, ante la muerte, sólo puede llenarse de temor alguien que no ha resuelto el problema. Me contaba mi hermano en estos días que había una hermana, la mamá de un pastor en Venezuela, noventa y pico de años, sesenta y pico de años sirviendo en el Evangelio. No sé cuántas generaciones. Pastores. Llegó un momento, llamó a todos sus hijos, los bendijo a todos, llamó a sus nietos, los bendijo a todos, se puso a cantar y se durmió. Bendito sea el Señor. Bendito sea el Señor. Amados, esa es la confianza. Esa es la confianza. Le dijo, escúchame, llegó tu tiempo. Señor, te ruego una semana más. No, no, no, llegó tu tiempo. Amén. Venga, Señor. Para mí, ¿quién dijo para mí el morir es ganancia? Para mí el vivir es qué? Y el morir, ¿cuántos quieren ganar ahorita? Uno dice, ¿querer ganar, Señor? Pero es, es la seguridad de vivir bajo el cuidado de un Padre amoroso. Aleluya. Hermano Byron, ayúdame con el piano, por favor. Póngase sobre sus pies. Pónganse sobre sus pies. Quiero decir muy preciso. Iglesia, el que tiene miedo siempre va a ser rehén. Octavo. Te voy a decir algo muy rotundo. Cuando tú confías en Dios, puedes pagar. Nadie te va a quitar hasta que Él no dé la orden. ¿Me ha oído? Diga conmigo, nada ni nadie me puede arrebatar lo que Él me ha dado. Nadie. Levante su mano. Temer te muestra un panorama gris. Temer te hace que te imagines cosas. Pero tú tienes que saber que tierra fue señalado antes de que llegaras. Que tú no viniste una razón que trajo a la existencia un propósito te trajo a la vida. No dejes que la mente te trabaje. Nútrela con la palabra. No dejes que la mente se imagine cosas. El que sabe es un camino más largo que cuando uno no sabe por dónde va. No hay un partido de fútbol más agotador que no tener portería. Porque portería es el objetivo, ¿no? Y si tú no sabes cuál es el objetivo vas esquivando, vas corriendo, vas corriendo y ah, pero es que la vida de Cristo te fue impartida. Hija, hijo tú no viniste a este mundo o a este, a este espacio a este proyecto tierra. Usted no vino a buscarse una suerte. Dios te ha preservado pero tienes que caminar en dependencia de Dios. El que depende de Dios es libre. El que depende de su fuerza ya te digo yo que hay momentos donde no tienes fuerza. Hay personas y se llega a momentos muy complejos donde no tienes tiempo. Jesús le dijo a Pedro Pedro le hablaba de su muerte, ¿no? Pero quédate con el principio de lo que Él le dice. Le dice, Pedro hoy tú te ceñes y vas donde quieres pero un día te ceñirán a ti y te llevarán donde no quieres. A veces hay circunstancias que nos llevan donde no queremos ir pero no hay un lugar donde no queremos ir. Pero no hay un lugar no hay una circunstancia no hay un momento donde Dios renuncia a lo suyo porque Él es fiel porque Él es bueno porque Él es Dios. No temas. Trescientas sesenta y cinco veces la Escritura te dice no temas. Albert, no temas. Luis, no temas. Carmen, no temas. Deja de imaginarte cosas. No puedes no puedes no puedes ser rehén de tu mente. Cierra tus ojos. Cierra tus ojos. Aleluya. Padre tu iglesia, tus hijos al que les impartimos nos has hablado. Señor y este ladrón eficacia cuando es descubierta. Un ladrón sutil que a veces se disfraza de prudencia que a veces se disfraza de seguridad pero que es temor al fin. Señor y tus hijos han sido iluminados en sus mentes y en sus corazones. No hay temor. No hay temor en los hijos. No hay temor, diga, no hay temor en mi casa. No hay temor en mi futuro, en mi destino. Soy un hijo y como hijo viviré reinando sobre lastes sobre sistemas de engaño sobre pensamientos en el nombre de Cristo Jesús. Nada externo me gobierna porque en la tierra de mi corazón ya hay un gobierno definido y sólido y es Cristo en nosotros. Esa esperanza de gloria. Dele un aplauso al Señor. Les amamos. Bendecidos.

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