Cuento

The story is about a funny contest called "The Great Poop Contest". Every year, King Pedro I would declare the contest open by farting. Participants would present their poop creations, including a tower of poop by the rabbits, a turtle with hard poop in a medieval container, and a seagull that performed while pooping. Just as the king was about to announce the winner, a small ant named Hormigas wanted to participate and gave the king a tiny piece of paper. The king, impressed by the ant's handwriting made with poop, declared her the winner. La radio de nuestro cole. A continuación os vamos a presentar un cuento muy divertido que se llama El gran concurso de la caca, del autor Guillaume Van Sage. Todos los años ocurría lo mismo. El rey Pedro I exclamaba de repente Pedo, caca, ahora mismo su majestad. Respondía en la calle real haciendo una reverencia. Eso quería decir. Llamé inmediatamente al ministro de pedos y cacas. Por favor impulse este asunto, decía el rey Pedro I. Y se le escapaba un pedo. Con esto declaró oficialmente inaugurado el gran concurso anual de la caca. Al día siguiente los participantes hacían cola pacientemente delante del castillo. El ministro leyó en voz alta las reglas e insistió. En que el nombre del ganador se grabaría en piedra. El único miembro del jurado sería el rey Pedro I. La primera en presentarse fue Doña Vaca. Puso su caca en una caja de pasteles. Después los cabretillos presentaron una torre con sus caquitas negras y brillantes. Don Conejo llevó otra enorme torre formada por sus cacas y palitos de madera. Era una construcción impresionante. La tortuga no la pudo igualar con su dura caca en un recipiente medieval. Los ratoncitos presentaron una figura de goma espuma decorada. Con sus caquitas en forma de sandwich, el elefantito llevaba su caca grandísima en un carrito. La ha hecho mi padre, dijo orgulloso. Don Pedro hizo una caca sobre ruedas y iba subido en un monopatín. El caballo y la cerdita presentaron un trabajo en equipo. Solo habría tres cacas en una final caca de cerdo. Lo llamaron Yolidroiles. La gaviota preparó una actuación en vivo y mientras el rey se preparaba un paraguas. La gaviota empezaba el vuelo lanzando sus cacas. ¡Qué bonito ejemplo de cacas en acción! exclamó el rey. El rey pedorro iba a decir el ganador. Se oyó de repente una pequeña vocecita. Era Doña Hormigas, que también quería participar. Hormigas dio al rey un trozo de papel diminuto. El rey se enfadó, pero cuando el ministro le dio la lupa, no pudo ver escrito, larga vida a pedorro primero. El rey emocionado dijo, ¡qué bonita escritura has hecho con la caca! Y así fue como Doña Hormigas ganó el concurso de la pequeña caca aquel año en el último segundo.