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En el episodio de hoy Iva May nos habla acerca de cuál es la meta al leer la Biblia con CBT. Únete al deleite de la lectura bíblica cronológica con CBT escribiéndonos en Instagram, Facebook, Whatsapp o Telegram. cbtenespanol@gmail.com
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En el episodio de hoy Iva May nos habla acerca de cuál es la meta al leer la Biblia con CBT. Únete al deleite de la lectura bíblica cronológica con CBT escribiéndonos en Instagram, Facebook, Whatsapp o Telegram. cbtenespanol@gmail.com
CBT is a ministry that promotes biblical literacy by reading the Bible chronologically in one year. The goal is personal growth, and the commitment is to read the Bible for 15 minutes a day, which is just 1% of your day. CBT provides resources like devotionals and weekly videos to support your biblical literacy journey. Reading the Bible in community allows different perspectives and enriches learning. The aim is to understand who God is and how He interacts with people in a fallen world. It's about transforming our thinking and developing a correct understanding of God. It's a year-long process because genuine change takes time. The Christian life requires discipline and training, as we are in a spiritual battle. Visual reminders help us stay focused on our identity in Christ. It's not just about knowledge, but applying what we learn in challenging circumstances. God's word gives us hope and helps us walk by faith, not by sight. We need to think differently and develop a lens of faith Bienvenidos a CBT, un ministerio que impulsa la alfabetización bíblica leyendo la Biblia cronológica en un año, todos los años. En el episodio de hoy, Ayva Mey nos habla acerca de cuál es la meta de leer la Biblia con CBT. ¿Por qué leer la Biblia con CBT? ¿Por qué leer la Biblia en un año y en forma cronológica? El propósito es crecer personalmente. Una de las preguntas más comunes es ¿qué puedo hacer para prepararme? Lee tu Biblia. Lee tu Biblia de forma cronológica. Comprometete a leer la Biblia 15 minutos al día. Ese es el tiempo estimado que toma el día para leer la Biblia en un año. 15 minutos al día es el 1% de tu día. Entonces solo estás dando el 1% de tu día para dedicarlo a la lectura de la Palabra de Dios. Y te digo algo desde ahorita. Si te atrasas en tu lectura, no te quedes atrás. Lee el hoy. Empieza siempre en el hoy. No trates de leer los días perdidos porque te va a abrumar. Siempre lees el hoy. En CBT hemos creado varios recursos para apoyarte en tu alfabetización bíblica. Tenemos un devocional que acompaña la lectura cada día. Primero lees la Biblia y después puedes leer el devocional que sale de la lectura del día y luego tienes unas preguntas para contestar que te ayudan a meditar, a conectarte con la lectura y no quedar como un oídor olvidadizo, sino que realmente estás procesando lo que lees. También tenemos 3 videos semanales para ayudarte con tu lectura. El primero es una introducción de lo que vas a leer esa semana. ¿Qué esperas encontrar en la lectura de la semana? A mitad de la semana tienes una discusión de preguntas difíciles y este video te ayudará porque mientras leas tu Biblia y de verdad que te va a pasar, vas a quedar asombrado preguntándote, ¿pero qué es eso que acabo de leer? Porque vas a tener que procesar cosas que ocurrieron miles de años atrás, algunos son problemas culturales. Entonces este video es para darte un mejor entendimiento de lo que está pasando y vas a poder responder algunas preguntas difíciles a mitad de la semana. Al terminar la semana tendrás un video que te ayudará a poner lo leído durante la semana en la metanarrativa bíblica. Es ver lo que has leído y solidificarlo en la metanarrativa de la Biblia. Estos videos son para ir contigo cada semana y apoyarte en tu crecimiento de la alfabetización bíblica. Los podrás encontrar en Instagram y Facebook cada semana. Leer la Biblia con CBT es un compromiso, es unirte a una comunidad de personas que están siendo intencionales y disciplinadas en crecer en su alfabetización bíblica, leyendo la Biblia cronológica en un año todos los años. Entonces tenemos la lectura diaria de la Biblia, el devocional que acompaña la lectura, los tres videos de la semana y también este podcast donde vamos a tener una vista panorámica de la lectura de la semana y sacaremos lecciones de vida de la lectura. Otra de nuestras metas es que puedas crecer en comunión, porque leer la Biblia en comunidad es como ver un diamante. Cada uno tendrá una imagen limitada basada en su perspectiva de acuerdo a su experiencia de vida. Entonces es interesante cuando lees la Biblia con un grupo de personas, todos están viendo el mismo diamante, pero a través de diferentes experiencias de vida. Entonces cada uno puede ver verdades de acuerdo a donde están en sus vidas. Realmente es hermoso que al desenvolver la historia de la Biblia en comunidad, el sea capaz de ver la verdad a través de los ojos de otras personas también. Y ya no solo te quedas con lo que entendiste de manera individual, sino que enriqueces tu aprendizaje con las aportaciones de los demás. La idea es que tú profundices en la lectura de la palabra de forma personal con el devocional y también en comunidad discutiendo con otros los leídos en la semana. Lo que queremos es ayudarte a entender quién es Dios para las personas que viven en un mundo caído. Cómo Él interactúa con las personas en la Biblia nos demuestra quién es Él, qué tipo de problemas tenemos mientras vivimos en un mundo caído rodeados de personas pecadoras. Entonces llegamos a otra meta, el sacar a la luz tus luchas y apoyarnos unos a otros, aprender unos de otros. Y es que la cosa es que podemos ir a la iglesia cada semana y nunca ser transformados, y esa no es la meta del Evangelio. La meta del Evangelio es una completa transformación, porque cuando entiendes el nuevo pacto, lo que el nuevo pacto ha venido a hacer es a salvar pecadores, es transformarnos, es ayudarnos a entender que tenemos una nueva identidad, quién soy yo en Jesucristo, es diferente a quién fui antes de Él, y quiénes son los demás que no conocen al Señor Jesucristo. ¿Cómo se ve eso? Pues no se trata de si usamos o no maquillaje, no se trata de si usamos pantalones, o si bebemos o no bebemos vino, o si nos relacionamos con aquellos que sí lo hacen. No, no se trata de lo externo, se trata de tu forma de pensar, y el objetivo de Dios es cambiar nuestra manera de pensar, dándonos un mejor entendimiento de quién es Él. Todos tenemos una visión de Dios, sea correcta o incorrecta, y de acuerdo a esa visión es con la que nos comportamos. Así que el deseo de Dios es que la lectura de la palabra va a reemplazar las ideas equivocadas que tenemos con la verdad de quién realmente Él es, porque cada uno de nosotros actúa conforme su entendimiento de quién es Dios. Entonces es crucial tener un correcto entendimiento de quién es Él. Esto nos ayudará a caminar con nuestra debilidad que heredamos de Adán y Eva, y lo hacemos con otras personas, para que nos beneficiemos de su experiencia personal también. Esa es la meta del estudio de la palabra de Dios en unos años. ¿Y por qué nos tomamos un año? Porque francamente no nos podemos dar el lujo de tomarnos vacaciones de Dios. Porque cuando nos tomamos un descanso de Dios es peligroso y sufrimos las consecuencias. Sería como decir que no comeremos durante tres meses. Lo que ocurriría es que terminarías hospitalizado o muerto. Lo mismo sucede en la vida espiritual. No podemos decir que en diciembre me daré vacaciones y no leeré mi Biblia. ¡No! No podemos alejarnos de Dios. No necesitamos un descanso de Dios, sino todo lo contrario. Necesitamos más tiempo con Él porque somos personas necesitadas y rotas. Así que es un estudio de un año porque un cambio significativo y genuino no ocurre en tres semanas, ni en ocho semanas. Es un proceso que solo puede cumplirse a largo plazo. No hay magia para poder hacerlo de un día para otro. Es un proceso. No hay una pastilla instantánea. Es una disciplina diaria y la cosa es que debemos considerarnos a nosotros mismos como guerreros porque de verdad somos soldados y debemos ser personas disciplinadas. Cuando eres un soldado te entrenan y te obligan a hacer cosas que tu cuerpo perezoso no quiere hacer. Levantarte temprano, hacer ejercicios, correr grandes millas sosteniendo el peso del mundo. ¿Y por qué? ¿Para qué? Para fortalecerte, para prepararte, para que estés en condiciones de enfrentar la guerra porque nosotros estamos en una guerra espiritual. Así que de la misma manera la vida cristiana demanda entrenamiento. La vida cristiana demanda disciplina. La vida cristiana demanda que seamos el tipo de personas que se pone la armadura de Efesios 6 para que estemos listos para la batalla porque nosotros tenemos un enemigo que es real y él no se toma vacaciones. Así que te recomiendo tomes un pedazo de tela camuflaje que se usa en el ejército y lo pongas en un lugar visible. Necesitamos tener visuales que nos recuerden por qué hacemos lo que hacemos. Necesitamos recordatorios visuales constantes que nos ayuden a recordar nuestra identidad en Cristo y que somos llamados a enfrentar la batalla espiritual con nuestro real y verdadero enemigo que ha venido a robar, a matar y a destruir. Parte de ese entrenamiento no es para tener conocimiento para impresionar a los demás, sino para aplicar lo que aprendemos. Aplicar lo que aprendemos en circunstancias terribles, circunstancias que nosotros nunca hubiéramos escogido para nosotros mismos. No hay libros, ni terapia, ni pastillas que alivien nuestro dolor. Dios nos ha dado su preciosa palabra para que tengamos una esperanza viva en medio de nuestra situación. Así que nos damos cuenta que no es suficiente solo saber lo que Dios ha dicho, sino que es crucial que tomemos lo que Dios ha dicho y nos lo apropiemos y lo apliquemos en las circunstancias de nuestra vida para que aprendamos a caminar con Él por fe. Que no seamos personas que se dejan llevar por la vista porque entonces viviríamos en desesperación, sin esperanza. Dios nos ha dado promesas para que nosotros mantengamos nuestros ojos en Él, en su actividad que solo podemos ver a través del reino de la fe y no por la vista. Parte de la batalla espiritual es aprender a pensar diferente, aprender a desarrollar lentes de fe a través de los cuales puedas ver tus circunstancias y sean tus lentes los que determinan cómo reaccionar a tus circunstancias. Los invito a que tomemos el compromiso de ser personas disciplinadas, que estemos atentos a la batalla espiritual y por eso llevamos todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo. Que seamos personas que aprendemos a decir no a la carne y sí al espíritu. Estas son disciplinas espirituales y no podemos hacerlo solos. Necesitamos a otras personas que nos motiven. Así es como somos fuertes cuando nos acompañamos mutuamente y somos parte de una comunidad.