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In this transcription, the speaker introduces the topic of atomic habits, which are small, regular practices that can lead to significant change in one's life. They discuss the importance of having a purpose and setting goals when trying to change habits. The speaker gives examples of personal habits that they have changed, such as exercising regularly. They also mention the four laws of behavior change: make it obvious, make it attractive, make it easy, and make it satisfying. The speaker emphasizes the need to be conscious and mindful of the habits we are trying to change, and not to let them become a routine without meaning. Hola, ¿qué tal? Estamos aquí en un nuevo capítulo de Los Dudosos. Pues, en el anterior episodio que hicimos se trató sobre la inteligencia artificial y... Bueno, hoy nos reunimos para hablar sobre un tema que a mí me parece eso más y más importante, que es los hábitos atómicos. De nuevo me encuentro aquí con mis compañeros Gael y Fernando, los cuales nos ayudarán a guiarnos más sobre algún tema y que esperamos resolver todas las dudas que tengan. Y pues, de nuevo de cuenta, como en la anterior vez, que les guste demasiado y que se les quede algo. Gracias. Ok, como bien lo comentaba mi compañero Amado, el día de hoy nos encontramos en un nuevo capítulo, esta vez para hablarles sobre hábitos atómicos. Pues bien, comenzando el tema, como referencia les vamos a decir qué es lo que vamos a leer, porque es una lectura junto con comentarios de uno mismo. Está basado en el libro de James Clear, referente obviamente a hábitos atómicos. Como les digo, es un resumen, entonces pues vamos a empezar. Pues, ¿qué es un hábito atómico? Pues, un hábito atómico es una práctica regular o rutinal que no es sólo pequeña y sencilla de hacer, sino que también es la fuente de mucho poder. Es decir, como para no hacer el cuento largo, un hábito atómico es cambiar tu rutina de diario. Entonces, eso es en lo básico. Por ejemplo, Amado puede decirnos un ejemplo de un cambio que ha hecho en su vida. Ah, pues, por ejemplo, un cambio que yo he hecho en mi vida fue en el momento en el que empecé a ejercitarme, que obviamente quieras que no cambies tu rutina, cambia completamente tu vida, porque pasé de que un día estaba acostado y al siguiente día ya me iba acostando. Y así nació la motivación exactamente. Y como bien aquí viene otro punto, los hábitos atómicos en este caso, para referirnos de cierto modo a ella, son el resultado o van a ser el resultado de un interés por superarte a ti mismo. Es decir, la vida que te estás llevando actualmente no es la mejor en cuanto a tu rutina de diario, porque a lo mejor estás haciendo cosas mal que arruinan tu desempeño personal. Entonces, esto realmente lo que te ayuda es a generar un cierto propósito para así generar el cambio en ti. Sin más, pues, es establecerte metas. Todo esto tiene un propósito en cada día, pero obviamente es recomendable no cambiarlo continuamente, porque aunque te va a ayudar a hacer a largo plazo, obviamente, cualquier pequeño cambio que hagas, si lo estás cambiando constantemente, como que no te vas a quedar en un tema fijo, por así decirlo. Entonces, la mejor manera de cambiar tus hábitos es dejar de concentrarte en lo que logras y concentrarte en lo que te quieres convertir en el por qué estás haciendo ese cambio en tu vida. Como bien lo comentaba Amado, él estaba algún día acostado echando la hueva y de la nada le nació la motivación para ir al gimnasio, ejercitarse, porque quizá no se sentía a gusto con él mismo, con su cuerpo, por cómo estaba. Y pues ese es un ejemplo bustiado de cambiar un hábito para poner una recompensa grata. Y pues sin más, así como les venía diciendo, pues Amado hizo ese cambio en su vida. Vaya que el libro, pues, aunque está resumido, de cierto modo te da las palabras esenciales para entender lo que es cambiar un hábito y qué es un hábito, por así decirlo. Por ejemplo, aquí en un apartado nos menciona cómo construir un hábito en cuatro simples pasos. Los hábitos no limitan tu libertad, la crean. Es decir, el que tú te propongas algo no quiere decir que te vas a estar negando a hacer algo, sino simplemente lo vas a hacer como de manera más asertiva. Todos los hábitos pasan por cuatro etapas, señal, anhelo, respuesta y recompensa. Cada anhelo va vinculado al deseo que quieres cambiar. Esto obviamente va a depender de las necesidades que quiera hacer cada uno. Por ejemplo, hay personas que ni siquiera atienden su cama en las mañanas. Y eso puede significar un muy buen cambio en tu vida, si es que empiezas a atender tu cama en la mañana. Por ejemplo, eso me pasaba a mí. Normalmente yo dejaba la cama ahí hecha un tiradero en la mañana. Y por ejemplo, llegando de la escuela más tarde me daba una flojera, todavía era peor atenderla. Y lo hacía de mala gana, generando conflictos en mí mismo de vaya higiene, por así decirlo. A mí me pasaba eso, porque hace mucho me costaba mucho trabajo el pararme a levantar las cosas en el cuarto. Siempre había un desastre, un desastre horrible. Y pues cuando llegaba me daba una flojera y me decía así como que no levantaba. Pero de un tiempo para el cambio mi mamá me empezó a obligar a hacerlo. Y ya se hizo un hábito de que despertas en el cama y realmente sí ayuda bastante incluso para la salud. O sea, de cierto modo igual como lo dices, a lo mejor el hábito que tú hiciste lo hiciste a raíz de que tu mamá tal vez te haya regañado a ti. Pero pues no importa, el propósito está en generar el cambio por ti mismo, sin necesidad de ayuda de alguien más. Pero realmente si alguien te ayuda porque realmente ve que ya la estás pasando mal, eso te tiene que dar una visualización muy mala de ti, de que estás generando y haciendo algo muy malo en ti. Y aparte creo que el tema de los hábitos sobre la cama, de no atenderla, creo que es algo muy común, que escuchas muchas veces de que la gente no quiere atender su cama o se les olvida de plano. Que se siente de parte, ¿no? Ajá, creo que se dice por ahí o por alguna vez lo he llegado a escuchar, de que cómo se ve tu cuarto es como reflejas tu vida. Y por lo general si lo sientes bien todo eso te da una vida muy desordenada. Una vida muy desordenada, exactamente. Entonces pues, esto es como bien lo dice el libro, cualquiera lo... Bueno, incluso al leerlo podemos notar que tiene cierta similitud en cuanto a nuestra vida. Más adelante el libro nos va a hablar acerca de cuatro leyes del cambio de comportamiento. Estas leyes son, la primera ley es señal, hazlo obvio. La segunda es hazlo atractivo. Tercera, hazlo fácil. Y la cuatro, hazlo satisfactorio. Y eso es lo que vamos a seguir hablando más adelante. Bueno, y empezando con todo este tema de las leyes, el autor, como bien lo dijo, nos dejó cuatro leyes, la cual la primera lleva por nombre, hazlo obvio. Muchas personas creen que les falta motivación cuando en realidad carecen de claridad. Con el tiempo las señales que inician nuestros hábitos se hacen tan comunes que son esencialmente invisibles. Nuestras respuestas a estas señales están tan profundamente codificadas que a veces se siente que la necesidad de actuar surge de la nada. O sea que a lo que yo podría encender es de que de la nada te puede surgir algún hábito que supieras cambiar. Que quieras como que hacer ese cambio en ti y pues obviamente mejorar. Justamente como lo dijiste, de que estabas acostado echando la flojera y de la nada te nació el que, oye, ¿por qué no me meto al gimnasio? ¿Me empiezo a ejercitar? A lo mejor en el momento lo piensas así, ¿no? ¿Por qué me surgió ese pensamiento? Pero a lo mejor si lo pones en práctica, a la larga te vas gustando y te vas a ir como en el momento. Te vas gustando y te vas a ir como que dando cuenta del por qué se te vio. O sea de que llegó un momento en el que te notas, a lo mejor no es claramente como al nacer de la nada vaya. No lo hiciste en cuanto a que me sentía mal con mi físico, no me gustaba como me veía o por las burlas. Sino que eso es de lo que te vas a ir percatando después de tiempo. Ahora sí que dependiendo de que ya tu pensamiento de que de un día a otro incluso te puede llegar. A mí me llegó de un día a otro porque incluso fue una decisión como que muy precipitada el meterme a todo eso. Pues simplemente es una idea que te va cargando de a poco a poco hasta que por fin lo logras. ¿Cómo hacer? Ajá, entonces pues sí, necesariamente el hábito no es como que los gimnasios... O sea se genera por uno mismo, ¿no? Pero realmente hay hábitos que sí llevan como cierto cuestionamiento para llegar a realizarlos y otros que simplemente pues no salen de la nada. Bueno y continuando con esto, uno de los retos que aquí nos menciona que es cuando cambiamos de hábitos es mantenernos conscientes que lo estamos haciendo, o sea mentalizarnos que es como que lo que queremos y que lo podemos lograr. También aquí nos menciona una itácora de hábitos la cual nos da ejemplos del simple hecho de despertarnos, revisar el teléfono, bañarme y meditar. Que por ejemplo, los primeros dos, despertarme y revisar el teléfono, el teléfono se hace un hábito pero siento yo que no es como un hábito. No es hábito correcto porque a lo mejor, por eso es de que más tarde, inclusive te puedo dar un ejemplo mío de que más tarde, esto va igual desde la noche, ¿no? Si yo voy a estar utilizando el celular todavía a altas horas de la noche, me duermo, duermo poco, al día siguiente amanece y lo primero que hago es revisar el teléfono, durante el día tengo los ojos muy cansados, como muy irritados, me duele un poco la cabeza a veces. Y a mí me duelen los ojos que yo tengo. Ajá, pero de cierto modo tiene mucha razón esto y por ejemplo, lo que mencionaba es de que dijo el autor de que uno de los grandes cambios que estamos haciendo o que tienes que estar consciente de que estás haciendo este hábito, pues tienes que tener en cuenta y a consideración de que si lo estás haciendo, vaya, es por algo, ¿no? Y no te tienes que sentir como que con la necesidad de hacerlo de que sea, por ejemplo... Ajá, podemos volver a poner el caso de Amado de que entró al gimnasio y todo ese rollo, pero como que después de cierto tiempo ya no le dan tantas ganas de ir o así, está yendo más obligado que por ganas, veces por voluntad propia, perdón. Incluso a veces, muchas veces pasa eso, ¿no? De que te propones algo, ya lo estás haciendo y ya después de un rato como que se aburre, ajá, y ya no lo haces más por obligación que por querer más. Llegas a un momento en el que ya no lo estás haciendo por gusto, sino por obligación. Y se vuelve una rutina y ahí es cuando... Y ahí es cuando... De hecho, sí, ajá. Por ejemplo... Ay, perdón, perdón. Es bueno que le agreguen cierto placer a los hábitos. Por ejemplo, agrégale el placer a los hábitos largos, como por ejemplo al gimnasio, para que no se sufra tan en el propio placer, y a los que son a corto plazo, le agrégale el dolor lo más pronto posible, para que no sufras tanto después. No, yo no lo denominaría, perdón, como tipo sufrir, sino simplemente hacerlo de mala gana, porque sí, se puede llegar a un momento en el que sufres de una desmotivación y realmente te cuesta como que, tipo, volver a concentrarte para agarrar esa motivación. Y es ahí cuando, de pasada, se supone hacer un hábito mal, bueno, perdón, empiezas a amargarte, a cuestionar mucho las cosas sobre hacerlo o no, pero realmente es ahí donde te llegases a olvidar de por qué lo empezaste a hacer. O sea, en un principio... Ajá, como que pierdes todo el sentido, porque lo hiciste empezando por una razón buena, y que después de hacerlo ya de mala gana, sin ganas, sin motivación, sin placer, en este caso, como dices, que nos adelantamos a la cuarta ley, que es un dato muy importante, muy relevante, pues... Yo no sé si es verdad, a partir de mi infancia, todos los días me sentía muy de la escuela, pero llegué a un punto en el que me dio mucha flojera, y ahora ya no lo tengo. Ya, así que, tal vez el peor enemigo de uno mismo es la flojera y la mente. Creo que es como que lo principal no es la mente, ¿no? Porque también me empezó a dar coraje el que, o sea, si yo no lo hago, los otros de mi familia... ¡Exacto! A lo mejor ese podría entrar como en un cuestionamiento de que, si empiezas a hacer algo que incluso favorece a los demás, pero que igual a largo plazo, como lo decíamos, se te quita la motivación, en este caso ya vendría siendo más las ganas, ¿no? Como que los gurús se acostumbran a que lo hagas, y ya cuando lo dejas de hacer, entran en conflicto más personas. ¡Qué buen punto! Los gurús se lo pueden echar como que en cara, de que, ¡Ah, creo que haces esto y ahora ya no estás haciendo nada! Te tachan incluso hasta de más huevos y cosas así, que a veces... ¡Y pasa nada! ¡De cierto modo pasa nada! Pero sí gana un poco que hagas eso, ¿no? Ajá, pero pues, eso es algo a considerar de que realmente igual, en este caso, como bien lo decía Amado, me parece de que ahí los únicos enemigos somos nosotros mismos y la mente, y por ahí bien, creo, he escuchado por ahí de que el cuerpo físico es capaz, o el cuerpo es capaz de todo, el único límite está en tu mente. O sea, que ponemos la barrera a uno mismo, ¿no? Ajá, a uno mismo se pone la barrera en cuestión a seguir haciendo lo que le gusta, o lo que se propuso hacer. Pero a ver Amado, entonces sigamos con la segunda ley, porque nos reandamos a la cuerda. ¿Qué nos dice la segunda ley? La segunda ley se llama hazlo atractivo. La segunda ley de cambio de comportamiento es hacerlo atractivo. Esto nos dice que cuanto más atractivo es una oportunidad, más probabilidades hay de que se convierta en una oportunidad de creación de hábitos. Los hábitos son un circuito de retroalimentación impulsado por la dopamina. Cuando aumenta la dopamina también lo hace nuestra motivación para actuar. Ahora sí que, básicamente es que nosotros mismos le agarremos un gusto. Como bien lo mencionábamos. Ajá, que no simplemente lo hagamos por acero, sino que le agarremos un gusto para que lo hagamos incluso con más ganas, ¿no? De hecho eso igual podría ir como, a lo mejor no entraría como hábito, ¿no? Pero entraría dentro de lo que es en el que ahorita es nuestra edad, ¿no? Y tenemos que estar buscando ya las carreras, lo que tenemos que estudiar. Y algunos, bueno en mi caso me lo dicen mis papás, realmente lo que vayas a estudiar o lo que vayas a hacer de tu vida, que sea algo que te apetezca, o sea que, por ejemplo, te puedo poner igual un ejemplo mío, yo ahorita actualmente en el trabajo en el que estoy, llego a un punto en el que voy sin ganas, voy por un montón de flojera, y hago las cosas de malas. Pero entonces eso se debe porque a lo mejor o le estoy perdiendo el gusto, o simplemente ya no me está... Atrayendo demasiado. Sí, básicamente le pierdes el gusto a las cosas y como que ya no la haces con tanta pasión. Ajá, como antes, como al inicio de que incluso yo fui quien me motivó a aprender, un chance de trabajar. Y entonces esto te digo, va de la mano lo de las carreras, de que pues a la larga vas a hacer lo que vas a hacer casi durante toda tu vida, si no es que toda. Pero... Por eso es importante saber... Igual guía, o sea, te digo que, por lo que cabe, al generar los hábitos, normalmente tiene que nacer de uno mismo, pero igual se siente incluso un poco de placer, pues así es que como que empiezas a hacer incluso el hábito por ti mismo, y más gente se podría incluso animar a hacerlo igual, y que entre los dos se motive, vaya de incluso eso... De la mano. Ajá. Pues entonces ok. Y pues ya para terminar en la segunda ley, aquí una parte que nos dice, no es el cumplimiento de una meta, sino la anticipación de una recompensa, lo que nos lleva a actuar. Este, creo yo... O te imaginas por lo menos, ajá. Que obviamente buscamos una recompensa, que es lo que nos motiva para... Porque es por lo que lo vamos a realizar, ¿no? Sí, obviamente no puedes hacer algo si no tienes un objetivo, y pienso yo que es a lo que se refiere, que buscas una recompensa tras proponerte algo, y que sientas que si lo haces, pues deberías hacerlo bien. Aunque yo tengo otro pensamiento acerca de ello, o sea, sí se espera una recompensa, pero si te das cuenta hay situaciones en las que uno tiene un hábito y a lo mejor, de primera instancia, no piensa en una recompensa acerca de ello, sino que como que la va adquiriendo, por pedacitos, por así decirlo, a lo largo del tiempo. Por ejemplo, un ejemplo que te puedo dar es en el trabajo, aprender a cocinar, a lo largo de lo mejor, te ayuda a... ¿Cómo podríamos decirlo? Tipo... En este caso, pues sonará mal o así, no dependerías tanto de tu mamá para la comida, o por ejemplo, lo que yo quería decir es, por ejemplo, en el trabajo, si eres una persona responsable, puntual, más que nada puntual, porque conozco a varias personas que son muy responsables, y puntual, porque conozco a varias personas que son lo suficientemente impuntuales, que pues eso es un mal hábito. Sí, a mí también. Una disculpita. Acabé medio descalabrado. Mira, se te subió la polla. Una disculpa, ¿no? Ahorita me llevan al hospital. No creo, no creo, pero bueno, sigamos con el punto. Sigamos con el punto, entonces a lo que voy es de que existen trabajos, obviamente, que son muy buenos, muy buen remunerado, se dice remunerado, los cuales te dan un cierto tipo como de bonos, por así decirlo, por realizar, obviamente, un buen trabajo, o sea, que tengas un buen desempeño en el área o en el otro. Eso es que seguís dando perdón, y por puntualidad, y aparte eso habla muy bien de ti, o sea, de que generalmente, has tenido, en cierta puntualidad, vaya que eso habla muy bien de ti, de tus buenos hábitos, incluso podría decirte de tu buena educación, ¿no?, porque se menciona de que es bueno estar siempre a tiempo, más que nada para respetar el tiempo de la otra persona. Ah, porque se siente, como para sonar a mal, se siente violado el tiempo de otra persona, porque a lo mejor, si te citaron a una hora en especial, o tipo, o qué, quedaste de ver con alguien y igual a ellos, este, les dieron un límite de tiempo, ¿no?, o sea, de que, ok, o tienen otras cosas que hacer y nos roban del tiempo. Un ejemplo de ello se podría hacer, incluso podrán tener, ¿cómo se dice eso?, de que falta de noción del tiempo, ¿no?, como que ya estén tan acostumbrados de que, bueno, pues llegan tarde, o están de que, ay, yo siempre llevo 10 minutos tarde. Sí, o sea, que incluso ya se te van, entiendo que eso se podría decir, eso es un mal hábito, de ver, de ver. Estás esperando a que se te hagan tarde con el ángel. Ajá, y eso en cierto modo está mal, porque la gente ya te ubica como el impuntual, así, por ejemplo, en este caso yo, el ejemplo que hago con mi familia, cuando es así, porque conozco que están impuntuales, es citarlos a una hora como más tarde, aunque eso afecte a mí, pero sabiendo que a la hora que lo cite, es a la hora que llegarían a la hora en que estaba el ángel, sabiendo que tardan más para llegar a la hora que tú deseas. Ajá, no sé si llegaría más tarde. No, o sea, a lo mejor sé que eso igual tiene un mal repertorio, porque la persona tomaría más porque así diría, ok, le tardó más. Ajá, incluso se podría tardar más, pero bueno, no nos, no cambiamos de tema. Digamos que es una persona que tiene, que tiene nociente tiempo. Ajá, que sí tiene nociente tiempo, pero bueno. Ok, la tercera ley, ah, que está fácil, nos dice que estamos tan concentrados en descubrir el mejor enfoque que nunca llegamos a tomar medidas. En otras palabras, tenemos tanto tiempo planificando que no actuamos. El acercamiento puede ser útil, pero nunca producir un resultado precisor. La planificación se siente como avanzar sin correr el riesgo de fallar, pero en realidad solo te estás preparando para hacer algo. De aquí podemos destacar eso que... Como que nos habla mucho de la... ¿Cómo? Proca... ¿Cómo se dice? De la... ¿Qué? Procrastinación. Ándale eso. Bueno, sí. Ajá, se me encierra de que pues vaya, tienes que... ¿Te la pasas tanto tiempo amarrada en el sillón del funcionario? A lo mejor no, no. Ajá, un ejemplo fácil es eso de la tarea, o sea, uno está sentado viendo Facebookito o algo así, dice, ah, ok, me da 5 minutos y me pongo a hacer la tarea. Yo cada vez ya salgo y me... Ajá, de repente... Y el tiempo, obviamente se tiene el tiempo, pero obviamente uno se distrae y ya no, como que ya se concentra en otras cosas. Por ejemplo, eso es lo que yo te puedo decir, yo tengo así como una rutina ya establecida de ciertos horarios que de repente, a lo mejor, si en la escuela no dejan una tarea o así, intento reorganizarlo un poco acorde al día, obviamente. Como que llego un poco cansado, a lo mejor no me duermo, porque eso, la verdad, yo no lo haría porque siento que arruinaría más la rutina de lo que la arruino cuando sé que no hay tanta tarea, me puedo dar un descansito, veo el celular... Ajá, pero ya cuando me doy cuenta de que digo, ah, ok, mira, es tarea de esto poquito, la cago en 5 o 10 minutos, ya cuando me doy cuenta me quedé mucho tiempo viendo el TikTok y a lo mejor me siento más presionado y eso, pues, realmente afecta porque como bien lo dije, no es exactamente como que... No es tanto el tiempo, sino lo que tarda en planificarlo. Sí, el planear las cosas realmente siempre tiene sus razones, es para que te salgan bien, pero realmente como lo dijiste el último... La forma más eficaz de la práctica es la planificación, es concentrarse en actuar y como lo dices, empezar a hacer las cosas como tipo sin saber, bueno, no sin saber, sin que te importe mucho el riesgo de fallar o que te salgan bien. A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... A mí me da... 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