Practica 2 La bella durmiente

A king and queen wished for a child and their dream came true when the queen gave birth to a beautiful princess. They celebrated with the fairies, but one was not invited and cursed the princess to prick her finger on a wheel and die at age fifteen. The curse was changed to a hundred years of sleep. The princess grew up perfect, but eventually pricked her finger and fell into a deep sleep. The palace was surrounded by thorns until a prince arrived and woke her with a kiss. They got married and lived happily ever after. La Bella Durmiente. Un rey y una reina vivían felices en su castillo. Solo había una cosa que no hacía que su vida fuera perfecta. Deseaban tener un hijo y hasta el momento no habían sido capaces. Pero su suerte cambió una mañana mientras la reina se bañaba en un río cercano al palacio. Una rana le dijo que pronto verían cumplido su gran sueño. Una niña traería la felicidad a sus vidas. Un año después su majestad dio a luz a una bella princesa. La pareja estaba tan contenta que decidió celebrar ese nacimiento a lo grande. Invitaron a todo el reino, incluido las hadas, para que esas bellas criaturas otorgaran a la princesa buenas cualidades. Las hadas del reino eran trece, pero el rey solo contaba con doce platos de oro, por lo que una de ellas no podía ser invitada. El rey no le dio demasiada importancia a esto, pero poco después se percató de que sí la tendría. Al terminar de comer, cada hada regaló un don a la princesa, pero cuando ya solo quedaba una, apareció la que no había sido invitada y estaba llena de ira. Nada más entrar en el salón, dijo en voz alta, cuando la princesa cumpla quince años se pisará con el uso de una rueda y morirá. Todos se quedaron bloqueabiertos y asustados. El hada que quedaba por otorgar su virtud a la princesa intentó arreglar el maleficio, pero solo consiguió cambiar la muerte por cien años de sueño. Después de lo sucedido, el rey se obsesionó por hacer desaparecer todos los usos del reino. La princesa fue creciendo sana y en ella se podían ver todas las virtudes que las hadas le habían regalado. Era hermosa, humilde, inteligente, una persona perfecta. El día señalado llegó y todos estaban muy tranquilos porque en las habitaciones por las que se movía la princesa no había ningún uso que pudiese hacer efectiva la profecía. Los reyes salieron de viaje y la princesa se quedó en el palacio. Pero se aburría, así que decidió dar una vuelta por el entorno. Así llegó a una torre en la que nunca había estado. Allí se encontraba una mujer muy mayor y landolino. Nunca había visto un aparato igual, así que se acercó demasiado a él. Así fue como el conjuro surgió efecto y la princesa cayó en un profundo sueño. En ese estado se fue extendiendo por toda la corte. Todos los que ahí vivían se fueron quedando dormidos. Según iba pasando el tiempo, grandes rosales con afiladas espinas empezaron a crecer en el exterior y rodearon todo el palacio. Apenas era visible entre tanta naturaleza. Por ese motivo bautizaron a la princesa como Rosa Silvestre. Durante los años posteriores, fueron muchos los hombres que intentaron cruzar el rosal, pero para todos fue imposible. Hasta que llegó el hijo de un rey casi un año después. Nada más acercarse a las rosas, éstas se abrieron para que el caballero pudiese acceder al interior. Recorrió todo el palacio hasta llegar a la princesa. Nada más verla, se enamoró de su increíble belleza. Se acercó a ella y la besó. La joven se despertó así de su profundo sueño. Con ella se fue despertando todo el palacio. Esto puso fin a la pesadilla y los dos se casaron y vivieron felices para siempre.