Podcast Revolución 4

The Fourth Industrial Revolution has transformed society and the economy through digitalization and advanced science. This has changed practices like teleworking, but also brought new occupational health challenges, such as increased workload, ergonomic issues, and social isolation. Balancing new technologies with worker health is crucial. Despite the challenges, the Fourth Revolution offers innovative solutions to improve workplace safety, such as robots and advanced systems that reduce risks. However, it also brings technological fatigue and the need for new digital skills. Therefore, it is vital to train and adapt ethical approaches to ensure health and safety for all in this new era. La Revolución 4.0 ha transformado la sociedad y la economía con la digitalización y la ciencia avanzada. Esto ha cambiado prácticas como el teletrabajo, con plataformas de videoconferencia y ciencia de almacenamiento en la nube. Sin embargo, también ha traído nuevos desafíos para la salud ocupacional evidenciados por la pandemia de COVID-19, como lo pueden ser la mayor carga de trabajo, problemas ergonómicos y ayuntamientos sociales. Es crucial equilibrar las nuevas tecnologías con la salud de los trabajadores. A pesar de todos estos desafíos, la Revolución 4.0 ofrece soluciones innovadoras para mejorar la seguridad laboral, como robots y sistemas avanzados que reducen riesgos, pero también implica fatiga tecnológica y la necesidad de nuevas habilidades digitales. Por eso, es vital capacitar y adaptar enfoques éticos para asegurar la salud y seguridad de todos en esta nueva era. En la Revolución 4.0 se evidencian grandes aportes tecnológicos que promueven la seguridad laboral en diferentes ámbitos que son esenciales para el trabajador. Con la aparición de sistemas mecánicos y robots colaborativos, se evita la exposición de trabos peligrosos o se facilita en cantidad significativa la labor al trabajador. Se han desarrollado sistemas de seguridad para mitigar riesgos de interacción persona-máquina, como son parachoques, sistemas de piel sensible, sistemas 3D que monitorizan al robot y a la persona, entre otros. También permitirán hacer frente a la grave cantidad de accidentes de tránsito, los cuales muchos están vinculados al trabajo. Lo mencionado va de la mano según un documento publicado por el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo, ubicado en España. La Cuarta Revolución Industrial ha sido impulsada por la digitalización y la tecnología avanzada. Esta ha transformado prácticas como el teletrabajo en algo común. Este cambio muestra cómo las nuevas tecnologías están cambiando nuestra forma de trabajar. Sin embargo, junto con estos avances surgen desafíos y riesgos para la salud ocupacional. Con la pandemia de COVID-19, los riesgos de teletrabajo se hicieron evidentes. Gracias a herramientas como videoconferencias y almacenamientos en la nube permitidos por la Revolución 4.0, el teletrabajo se facilitó, pero también trajo problemas como el aumento de la carga laboral, dificultad para desconectarse, aislamiento social y problemas ergonómicos. Estos últimos pueden llevar a trastornos músculo-esqueléticos debido a malas posturas y movimientos repetitivos. Estos trastornos son la patología más frecuente entre los teletrabajadores, afectando la productividad y generando discapacidad en las empresas. El desarrollo de estos problemas puede ser gradual, y los trabajadores muchas veces solo perciben los síntomas cuando se vuelven crónicos. Es crucial aprovechar las tecnologías de esta revolución, pero también es vital comprender y gestionar los riesgos para la salud que conllevan nuevas prácticas como el teletrabajo. La fatiga tecnológica es un aspecto importante de considerar en la Revolución 4.0. Se trata del cansancio mental y emocional causado por el uso excesivo de tecnologías digitales, lo que puede afectar negativamente el rendimiento laboral, la salud mental y la calidad de vida de los trabajadores. Otro desafío es la necesidad de desarrollar nuevas habilidades y competencias digitales en la fuerza laboral para desempeñar eficazmente las tareas laborales en la era digital. La falta de capacitación adecuada puede generar estrés, ansiedad y frustración en los empleados, impactando su bienestar y productividad. Además, el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y la robótica plantean desafíos éticos y sociales, como el riesgo de perpetuar sesgos y discriminaciones, así como preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos. También surgen nuevos riesgos laborales como la exposición a campos electromagnéticos o nanopartículas, que requieren evaluaciones de riesgos exhaustivas y medidas de control adecuadas. También desarrollamos varias instrucciones básicas para que se puedan gestionar de forma segura los riesgos de salud asociados a esta tecnología. Tres de los más importantes son, uno, realizar constantes evaluaciones de riesgo y análisis de seguridad para nuevos peligros, donde se monitoren los posibles nuevos peligros asociados a los procesos, y se pueda estimar su magnitud, tomar decisiones informadas y adoptar medidas preventivas. Dos, procurar una adecuada señalización y comunicación universal multicultural, donde toda nueva tecnología aplicada a un proceso tenga una adecuada señalización y sea comprensible por todos indiferentemente de su posición, cultura o idioma. Tres, adoptar protocolos de seguridad cibernética para proteger los sistemas de información y datos de la empresa, así como prácticas seguras de manejo de información. Podemos concluir de esta forma que es de suma importancia que las empresas se adapten de manera proactiva a esta tecnología, implementando estrategias efectivas para mitigar los riesgos y asegurar entornos laborales. Algo tan simple como implementar correctas medidas trae beneficios sumamente significativos como aumentos en productividad, eficiencia, eficacia, ambientes sanos y saludables. Muchas gracias.