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The speaker greets their friends and discusses a prank they played with a fake birthday celebration. The prank goes wrong when the cake melts and they get caught by the inspector. They also mention some gossiping kids who asked the teacher about the prank. They talk about another embarrassing incident involving a banana peel. They plan to get back at the person who made fun of them. They mention a funny incident at church where a little girl sang loudly. They conclude by saying goodbye and thanking their listeners. ¡Hola, hola! ¿Qué tal? ¡Buenas madrugadas! ¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas noches! Hoy en este día tenemos unas cláusulas gramáticas a lo mejor para el colegio. Así que esparen sus orejas para que puedan escuchar. Ahora sí, bien del otro. Bueno amigos, ¿cómo se quedó en este momento? ¿Qué pensé hasta que nos íbamos para el 10? Pobre de nosotras. Oigan, pero antes, ¿cómo sucedió todo esto? La verdad es que fue todo culpa de los melitas. Es decir, los sadas. A ver, a ver, a ver. Todos los hotboys se van a viajolizar. Así que deben agradecer para la culpa a Javi. ¡Es que sí es! ¡Lo juro, lo juro! Bueno, pero para no ser tan, tan, tan y largo esto, primero que nada, se nos ocurrió celebrar un cumpleaños falso. Todavía, para que se vea más simple, compramos hasta una torta para celebrar el cumpleaños. Compramos hasta una torta. ¡Fue increíble! Y tan grande, y tan pequeña. ¡Qué manera, qué manera! ¿Cómo eran los padres que se ponían hasta ahí afuera? Como que se hicieron las rejas. Pero lo peor de todo es que compramos un pastel para celebrar el cumpleaños falso de Pancracia, es decir, Aguña. Pero lamentablemente, eso salió muy mal. Primero la torta se erritió, luego no dábamos ni cucharas y mucho menos platos. ¡Te lo juro! Y lo peor es que estábamos comiendo la torta en frente de una cámara. O sea, fue la peor idea. Y también que andamos cantando el Happy Birthday durísimo, pero durísimo que hasta se escuchaba hasta la otra esquina, en serio. Por eso es que... ¡Te lo juro! Y que la inspectora vino y nos regañó. Y hasta nos quiso quitar la torta y estapar a llamar a una autoridad mayor. ¡Amigas! ¡Pero no se adelanten! En esta terrible situación están involucrados unos niños chismosos que a cada rato nos preguntaban a la profesora acerca de esta divertida y pequeñísima broma. ¡Ay sí, pequeñísima, pequeñísima! Pero gracias a esto, hasta una canción los voy a mandar. ¡Oye, verdad! ¡Pero dulzuras! ¿Se acuerdan cuando ustedes me regalan encima todito pul pero en el uniforme? ¡Ay, ya me hice! ¡Qué cochina! ¡Era de ti! Es que todo fue culpa de la pepuda ahí, porque o sea, dejó ese pul en el piso. Más que sea, ni se lo tomó. Nada, nada. Y yo por boba y salida lo piso y le cayó la pobre pancracia. A ver, a ver, juegan, pero tienen que admitir que fue bueno, muy, de amor, pero muy gracioso. Y algunas referencias que han equivocado no eran para su casa. ¡Pobrecita! ¡Ay, es que esta gente burlona! ¡Qué burla! ¿Qué dices? Pero, ya, o sea, yo la estuve muy ruida, pero ya, pero ya, luego vi la cara de la pancracia que andaba llorando, y yo, pues, me olvidé y nosotros teníamos un partido súper importante ahí, un peloteo, y yo, pobrecita, yo estaba con la pancracia. Ya, pues, déjeme. Ahí esa pepuda solo, burlándose, jajajajaja, y yo toda preocupada. Oye, muchas gracias por la trágica y divertida caída de la pepuda. Ya, vamos a comenzar. Estoy cansado, jefe. ¡La pancracia se la sabe todita! ¡Cuenta, cuenta! Sí, cuenta, cuenta. Para burlarnos de la pepuda como ella lo ha hecho con nosotras. Verdad. Ustedes sí que molestan, Dios mío. Son bien vengativos. La decepción. La traición, amigo. A ver, como se puede encontrar, mejor le diré yo. Que había una copa, una banzana y el pico tirado. Y justo, la pepuda no se dio cuenta de eso. Estaba corriendo, jugando con todo el patio. ¡Ay! ¡Calla, calla, Dios mío! Oye, pero lo peor es que andaba con falla. ¡Ay, Dios mío! ¡Qué vergüenza, qué vergüenza! Tapísimas ustedes. Ya, pues no interrumpas, jefe. ¡Pancracia! Y el mugroso de José, amiga, me empuja a decir que si quiere decir que la pepuda se fue a ese bosque. ¡Mal, ese José! ¿Y vosotras, qué están pasando, pidiéndonos ahí? ¡Qué batuquilla! Oye, pero ya, la chiquitina anda que se ríe y se ríe mucho, ¿no crees? ¡Calla, calla! ¡Pero hay una anécdota! A ver, amiga, ¿pero se acuerdan que la chiquitina cantó buenísimo en la misa? Oye, conmigo no hice nada. ¡Llegó la hora! ¡Pero fuera de joda! Cantó tan duro que hasta un poco más y se la escuchaba hasta la dirección. ¡En serio! ¡Yo te lo juro! Literalmente, ella era la más animada, cantaba todo el que... ¿Quién gritaba ahí? ¡Es que yo! Era la que más gritaba y cantaba con corazón. Yo creía que había 10 de esa misa que estaba más aburrida y algunos casi se desmayan del aburrimiento. ¡Fuera de joda! Bueno, chiquitos, eso fue todo por hoy. Recuerden no ser tan sismosos ni tan sacos. Gracias por escuchar este nuevo y divertido capítulo de Las Hermanas Venturas. ¡Bye!