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Welcome to "Buena Mirada al Pasado," a podcast where we share fascinating stories and conversations that will inspire, make you reflect, and entertain you. Join us on a journey with our guests, María José Villa Mizar, María José García, Ángela Cabeza, and Karen Jaime. Stay tuned and enjoy. In this episode, we discuss the stories of our elderly guests. We talk about Sister Rosa Aminta Páez, a nun who has served the community for over 67 years and spent 7 years in a nursing home. She finds joy in serving God and the elderly. She advises us to be responsible, avoid vices, and obey our parents. We also hear stories from The Pilar, a 92-year-old grandmother who cherishes her children but experienced great sadness when her eldest son passed away. Manuel Salvador, a 96-year-old man, shares his life experiences and recommends that young people live life to the fullest. Lastly, we hear from Bienvenidos a una mirada al pasado, un espacio donde hablaremos de historias y conversaciones fascinantes que te inspirarán, te harán reflexionar y te entretendrán. Únete a nosotros en un viaje con nuestros invitados y quienes les hablan. María José Villa Mizar, María José García, Ángela Cabeza y Karen Jaime. Mantente atento y disfruta. Un podcast para ti. Como he dicho anteriormente, hablaremos sobre las diferentes historias de nuestros invitados adultos mayores. Hablaremos acerca de Sor Rosa Aminta Páez. Es una religiosa con más de 67 años de servicio a la comunidad y 7 años en un asilo. Origen de Arboleda. La mayor alegría para ella siempre ha sido estar al servicio de Dios y la comunidad, en especial a los viejitos, que es lo que a mayor de sus hijos le causa. Por otro lado, nos cuenta que algunas de las dificultades que se le han podido presentar es el no saber suficiente, no haber estudiado más y por más que quieran todo para aminorar las dificultades, se quedan corticas. El consejo que nos da como juventud es ser juiciosos, no darnos a los vicios y obedecer a los padres, ya que en los tiempos de antes les daban cuenta si no era así. Su niñez fue muy sana, la cual valora y aprecia mucho. La historia de Sor Rosa es un gran ejemplo a seguir. Es una historia vivida que nos invita a reflexionar, a darnos cuenta de que hay los seres humanos y como personas, independientemente de nuestros estudios, conocimientos y demás, siempre podemos estar al ejemplo del servicio de los demás. Aminorizar esas cargas, aprender a amar a Dios, entregarnos a Él, servir a Dios y a los demás también, obedecer a nuestros padres, que son el pilar de nosotros. Aprender a valorar esas pequeñas cosas, cuáles pequeñas cosas, como lo de salir con nuestros amigos, estar con nuestros padres, ver la sonrisa de una persona por la ayuda que ha recibido. Saber que eso aminoriza sus cargas, eso es un gran regalo. Les contaré la historia de mi abuelita, que es una persona amable, cariñosa y atenta, y con una sonrisa siempre. El Pilar tiene 92 años, y al momento de preguntarle cuál ha sido su mayor alegría, respondió que eran sus hijos, que a todos los quiere mucho y por igual, y que su momento de mayor dificultad fue cuando murió el hijo mayor, ya que fue un momento muy duro, la cual indica que se llamaba Ramiro, y que han pasado 15 años desde su muerte, que dejó a unos hijos increíbles y es un más grande dolor. Al preguntarle que era lo que más extrañaba de su juventud, nos dice que ya no contaba con la capacidad de hacer las cosas como antes, que tuvo una buena juventud, así hubieran adversidades, y que a los jóvenes nos desea el bien. Indica que al llegar a esa edad, es una etapa muy triste. Manuel Salvador, un adulto mayor de 96 años, que es un hombre activo, sonriente, amable y tierno, que a lo largo de su vida ha pasado por muchos altibajos, pero aún así ha salido adelante. Cuenta que mantiene limpio, o sea, sin plata, que es padre de cinco hijos, cuenta que dos de ellos viven en Caracas, y que algunos van cada 8 días a visitarlos, a compartir con él, porque se la pasan trabajando todas las semanas. Indica que lleva casi un año de estadía en el asilo, y tiene muy presente que van diferentes muchachas vestidas de blanco a verlos, con las cuales realizan varias actividades de gran agrado para ellos. Al verme, menciona que nunca había visto mi uniforme, y hace énfasis en que soy alta, en forma de halago. También reconoce que soy de la universidad. Me cuenta que ha estado muy bien, y se mantiene. Desea mucho estar en Venezuela, porque allá está uno de sus hijos y su nieta, y ellos no pueden venir a verlo debido a que él dice que la vida es muy cara. Nos aconseja a los jóvenes que vivamos la vida, que disfrutemos, que viajemos mucho, y también nos recomienda que vayamos a visitar a Venezuela, porque dice que es un lugar muy hermoso, muy tranquilo, y que lo llena de paz. Por último, tenemos una historia acomodadora que nos cuenta el señor Héctor, el portero del asilo, un adulto mayor de 80 años. Nos dice que enamorarse de una dama fue su mayor alegría, ya que muchas veces lo que más impactó era estar con esa persona o adquirir lo que él quería era placentero. Se enamoró a sus 35 años, y aunque tuvo varios amores, no fueron tan importantes como lo fue ella. Nos cuenta también que en esos tiempos se era más reservado en demostrar el amor, ya que ellos eran del campo y había mucha ingenuidad, teniendo en cuenta que no había lo de ahora. También menciona que para él lo más importante es tener una persona sin importar nada, siendo ingenuos con sus amores. Él no cree haber tenido ninguna dificultad, y que a pesar de los altos y bajos, nos dice que en la mano de Dios todo ha ido bien. Le hemos pedido algún consejo que quisiera dar, pero dice que tomaría mucho tiempo. Comenta que los tiempos que viene son difíciles, ya que todo lo que se vive actualmente que no se imaginaba. Nos dice que esperemos algo alto y que sigamos estudiando, ya que es lo único que nos queda. Al narrar la historia como deora de Héctor y su viaje a través del amor, me di cuenta sobre la importancia de perseguir nuestros sueños con dedicación y perseverancia. Sus vivencias nos enseñan que el amor verdadero puede surgir en cualquier etapa de la vida, pero también nos recuerdan que el aprendizaje y el desarrollo personal son un viaje constante. Tomando su ejemplo, debemos considerar de una forma positiva el continuar educándonos, a mantenernos receptivos a nuevas experiencias y a nunca conformarnos con menos de lo que merecen. Al final, es nuestra determinación y pasión lo que nos guiará hacia la realización de nuestras aspiraciones más elevadas. En conclusión, la vida está llena de altibajos, pero la mayor alegría proviene de superar las dificultades. El mensaje para la juventud es abrazar los desafíos como oportunidades de crecimiento y mantener un aspecto positivo frente a la adversidad. Recuerden que cada obstáculo superado les hace más fuerte y les acerca a la realización de sus sueños. Nunca dejen de creer en ustedes mismos y en su capacidad para triunfar. Y con esto, damos por terminado el primer capítulo de Buena Mirada al Pasado. Esperamos que les haya gustado y nos vemos en el próximo episodio.